martes, 8 de marzo de 2011

GWT 49.201 El Recomienzo de la Verdad Absoluta

Mientras eso sucedía en Némesis, en la Tierra y los otros planetas, el grupo de los Nueve habían subido a través de ese vórtice y por fin llegó al otro extremo del camino. Allí les esperaban Azrael y unos cuantos ángeles más, todos bellos y poderosos en un grado inimaginable. Los chicos no pudieron evitar sentirse maravillados al contemplarlos.



- Es la hora, aquí estamos los ángeles primordiales y yo. Os los presentaré,- dijo Azrael que señaló a su lado y fue nombrándoles uno por uno. - Miguel...



            "Con unos ojos de fuego y un corazón de azufre. Es el más poderoso de todos los ángeles, su nombre significa poder del Uno. Portaba una bella espada de luz, ante la cual la espada de Diaval comenzó a reaccionar brillando con una tenue luz dorada. Parecía un hombre joven, de pelo moreno y piel blanca y luminosa. Llevaba una cota de malla que resplandecía con blanca luz y una corona brillante. El príncipe de los saiyajin miró su espada y, asombrado, se preguntó porqué brillaría de esa forma. Miguel le respondió con una voz dulce que sonó en las cabezas de todos, como un mensaje telepático.



- Tu espada es una de las siete principales forjadas poco después del inicio de los tiempos. Tú y vuestro abuelo. - Añadió  dirigiéndose a Asthel y Maray. - Tenéis espadas así, otra de las que se encontró en tiempos en vuestro mundo fue llamada Excalibur. Las otras cuatro se diseminaron por el Cosmos. Y todas se supeditan a mi flamígera espada, fuente de su poder...



            Azrael aprovechó el silencio de Miguel para seguir presentando al resto de los ángeles. El siguiente fue Gabriel.



”Este es el guardián de la puerta occidental del cielo, algo más alto que los otros y de porte mayestático. Lleva un manto de niebla verde y blanca y posee una calma interior que guarda al Universo. ”Su nombre significa mensajero del Uno y mirando a Asthel le dijo también de modo telepático llegando a las mentes de todos.



-  Soy el que por encargo del Creador te doté del poder, eres Mensajero al igual que yo.

- Entonces fuiste tú el que me trajo a este mundo.- Pudo responder el asombrado chico. -



            Gabriel no respondió, aunque en su sereno rostro parecía dibujarse una complacida sonrisa. Azrael pasó a mencionar el nombre del siguiente ángel.



"Rafael o curador del Uno. Parecía un hombre joven de largos cabellos y estos lucían con un aspecto brillante en innumerables colores, fue el encargado de elegir estos para dar variedad de luces al Cosmos y a sus mundos. Llevaba una corona semejante a un arco iris". Se comunicó de la misma forma que los demás y declaró.



- Yo soy el que puso en el Cosmos la curación del Creador, esas alubias que lleváis  en vuestro viaje o las míticas esferas de los deseos…



            El siguiente ángel que Azrael presentó se llamaba "Israfel, canción del Uno. Muy cercano a Azrael en su sentir, compositor de la música sublime del Cosmos  e inspirador de todas las bellas melodías y canciones. Tenía una apariencia humanoide  como silueta de neblina débil, pero podía sentirse su incalculable fuerza, miró a Maray y le dijo telepáticamente.



- Yo inspiré las canciones que has cantado, las que cantó vuestra madre cuando fue el vehículo de vuestra venida a esta dimensión o las melodías de los seres iluminados...



            Otro ángel era "Uriel, llama del Uno. El más misterioso e inaccesible, guardián de la puerta norte. Apenas si se veía una silueta que aparecía a ráfagas como un rayo, ni siquiera era visible para Asthel o Diaval que podían ver sin problemas el desplazamiento de los seres más veloces. Su eco sonaba como el de un trueno, sólo dijo.



- Llama del Uno soy, luz más brillante de la parte oscura del cielo...



            "Raziel, o misterio del Uno, era el último ángel que Azrael presentó, mantenedor de los secretos y de los más altos misterios. Parecía un hombre viejo y radiante, tenía una mirada iluminada y de sus dedos salían débiles haces de luz azulada. Adornado de un velo de llama plateada, llevaba un manto blanco sobre el que ardían glifos y símbolos de las antiguas escrituras. La estrella de siete puntas estaba marcada en su mano derecha y el pentáculo protector en la izquierda.



-Soy el inspirador de todos los magos y criaturas superiores que dominan poderes arcanos.- Dijo a modo de introducción. - Todos los conocimientos de estos son de mi patrocinio.



            Hubo un silencio reverencial de los allí presentes, hasta que al fin Azrael, tomó nuevamente la palabra.



- Y a mí, ya me conocéis.- Concluyó el Ángel de la Muerte hablando ahora como si realmente pronunciara las palabras.  - Soy Azrael, o la Promesa del Uno. Soy el eclipse de toda vida y a causa de mi apariencia el más temido de los siete desde los tiempos antiguos, aunque no soy el más temible. Hasta este momento no he podido ascender a los niveles superiores, pero ahora que ha llegado la Trascendencia esto se ha revelado posible para mí. Dentro de poco se completará el ciclo....



            Todos los muchachos no podían evitar el recrearse en aquellos seres tan elevados. Con sólo las vibraciones de poder que transmitían parecían llenar el espacio. Pero no era una energía violenta sino suave y reposada que daba una sensación de plenitud total y calidez a quién la percibía. Nadie parecía querer tomar la palabra hasta que fue el propio Asthel quién les preguntó al alimón.



- Vosotros sois los siete primordiales, los ángeles más poderosos del Creador. ¿Sabéis cómo debemos parar a la Nada?

- Sólo hay una manera, condensando y concentrando las energías de todos los seres de todas las dimensiones y los tiempos pasados, presentes y futuros.- Fue la respuesta de Miguel que también como Azrael pareció esta vez hablar. -



El resto de los ángeles también optó por este método, dejando a un lado su telepatía para emplear tonos de voz cálidos y suaves. Como si de este modo quisieran hacerse un poco más familiares a los perplejos mortales que les escuchaban.



- De esa manera se aunará toda la energía cósmica que frenará la expansión de la nada.- Explicó Rafael. -

- Ya lo comprendo.- Afirmó Asthel añadiendo con asombro. - Será como un nuevo Big - Bang, nos contraeremos para después reiniciar la expansión, a eso se refería Luzbel, a un proceso eterno de pugna contra la Nada. Un tira y afloja...

- Lo has comprendido.- Asintió aprobatoriamente Raziel que sin embargo, objetó. - Pero el equilibrio entre ese continuo tira y afloja como lo has llamado es muy fino....

-¿Qué quieres decir? - Quiso saber Granate intrigado. -

- La existencia debe frenar la gran marea del olvido con absoluta precisión o la Nada prevalecerá  de nuevo por toda la eternidad. - Le aclaró Uriel. -



            Gabriel les explicó a los componentes del grupo que no lo habían entendido bien.



- Se refiere a que cuando nos encojamos empujados por la Nada debemos concentrar toda la fuerza del Cosmos antes de que nos haga desaparecer de un modo absoluto.

- Pero yo siempre creí que no existían energía, ni masa suficiente en el Universo para volver a encogerse. Eso dicen las teorías que se probaron ya a finales del siglo veinte. – Intervino Mimet con verdadero estupor. -

- Vosotros no podíais contar para vuestros cálculos con la energía angélica. - Le respondió amablemente Rafael. – Esa que llamabais energía oscura…no podíais estar más errados en su fuente de procedencia.

- Así es,- corroboró Azrael que entonces les explicó. - En sus inicios, lo que llamáis Big- Bang, era algo de un tamaño infinitamente pequeño. Fue la semilla que puso el Creador y de la que originó el Cosmos. Era infinitesimal, pero existía, hay una tenue y delicadísima frontera entre ese diminuto tamaño y la Nada, ese será el margen en que nos movamos...

- Eso significa que si no tenemos cuidado y no la frenamos a tiempo, la Nada nos hará desaparecer por completo. Y no podríamos resurgir otra vez. - Aventuró Brian, impactado con el resto por esa revelación. -

- Eso es. - Convino Israfel, aseverando. - Y es un peligro que siempre está latente y que en cada  renacer cósmico debemos superar.

- Pero se requerirá una absoluta compenetración.- Terció Maray. -

- Cada energía de cada ser del Cosmos, por pequeña que sea, es fundamental. Ahora la Nada ha comenzado su avance final,- le dijo Rafael que afirmó con tono de inexorabilidad. - El Universo empequeñece rápidamente, se contrae. Ha llegado el momento, debéis regresar a vuestros mundos y llamar a todos sus seres, comenzar la Trascendencia....



            Después de estas palabras y sin más, Azrael les transportó a todos a la Tierra, allí mientras tanto, la gente huía o trataba de esconderse presa del pánico. Pero no había ningún sitio seguro a donde ir, enormes extensiones de terreno languidecían y comenzaban a desaparecer por influencia de la cada vez más cercana fuerza del silencio. Todos los familiares del grupo se habían reunido ya en la isla del difunto Ian Masters. Por fin habían llegado todos. Mazoui y su familia estaban viviendo en ella desde que las cosas comenzaron a precipitarse. Diamante, Zafiro, Roy, Ail, Nephrite y otros de sus antiguos amigos y compañeros, junto a sus familias aguardaban el inevitable desenlace, ya viejos, cansados, sin apenas fuerzas en sus cuerpos. Estaban lejos de ser los poderosos guerreros de antaño.



-Por lo menos, el espectáculo es bonito.- Musitó Roy elevando la vista para contemplar ese cielo malva que iba tornándose negro por momentos.



            Era muy extraño, como si la propia bóveda celeste fuese cada vez más pequeña, casi parecía que literalmente fueran desapareciendo trozos de ella.



-Y aquí estamos nosotros, cómodamente sentados, aguardando el fin.- Suspiró Diamante con resignación y tristeza.-



            Sus mujeres, las cuatro hermanas, Esmeralda, Ann, también eran ya ancianas que permanecían sentadas con ellos, tomados de la mano...



-Lo único que lamento es que nuestros nietos no estén con nosotros,- suspiró Beruche.-



            La veterana maestra y ex justiciera veía asimismo como el cielo se tornaba malva y después azul índigo, para irse oscureciendo cada vez más y en ciertos lugares ennegrecer hasta desvanecerse. Pensaba ahora en su juventud, sus muchas vivencias y añoraba a sus queridos Asthel, Maray y Brian.



-Tenían una misión y trataron de cumplirla, fueron los primeros quizá en desaparecer,- repuso Esmeralda con tono entre melancólico y abatido. -



            También la anciana diseñadora  recordaba muchos momentos de su vida, y tampoco podía apartar de su mente el pensamiento de sus nietos.



- Bueno. ¡Si ellos han caído, lo hicieron luchando por todo el Cosmos! - Terció emocionadamente Zafiro añadiendo a modo de cariñosa alabanza, en tanto pasaba una mano por los hombros al doctor Tomoe, quién junto a su esposa Kaori y su hija Keiko, también habían llegado.  – No seremos menos.

- Como nosotros, siempre lucharon por lo que creyeron y dándolo todo. - Afirmó Roy remachando.- Pase lo que pase estoy muy orgulloso de ellos...

           

            Todos asintieron asimismo emocionados. Y así era, desde siempre. Desgraciadamente ya todo estaba decidido, pensaban. Pero se equivocaban, en ese momento apareció sobre el cielo una blanquísima luz que brillaba como un millón de soles pero no cegaba. ¡Entonces, rodeados por infinidad de figuras aladas y resplandecientes, aparecieron ellos, los nueve del grupo! Todos refulgían de un color blanco inmaculado, envueltos en túnicas que ondulaban movidas por una invisible pero intensa brisa. Sus cabellos eran del mismo color y sus ojos sólo tenían las pupilas doradas. Asthel tomó la palabra y avisó a sus padres, abuelos y demás miembros del grupo, con tono cariñoso pero firme.



- La hora ha llegado, debéis uniros a nosotros para salvar al Universo. Deberéis trascender...

-¿Cómo lo haremos, Asthel? - preguntó Roy contemplando admirado a su nieto. Con una  voz dominada por la emoción. -

- Solamente dejaros llevar,- le pidió su interlocutor con una sonrisa para revelarles. - Los ángeles os elevarán a un plano espiritual mejor. Pero, sólo hay una condición...

-¿Y cuál es? - Quiso saber Nephrite quien, junto a Naru Osaka, con la que se casó hacía un año y sus dos hijos, Samantha y Paul, también estaba observando maravillado aquello. -

- Es verdad, hay algo importante que debéis saber. - Les explicó afectuosamente Maray. - Al trascender deberéis renunciar a la vida en este plano físico. Ya únicamente seréis energía, vuestras almas serán libres y eternas.

- Moriremos, ¿verdad cariño? - Inquirió una emocionada Esmeralda. -

- Sí, es inevitable,- afirmó Brian, que sin embargo matizó. - Pero así no desapareceréis para siempre....

- Hijo, tú ya lo has hecho ¿verdad? - Le preguntó Kerria con la voz dominada por la alegría de volverle a ver.-



El padre del joven, junto con Cindy y Rebecca estaba también allí. El muchacho entonces asintió y sonrió con amplitud.



-¿A qué esperamos pues? - Instó Zafiro con recobrada animación. - Hagamos lo que tengamos que hacer. Será nuestra última batalla, ¡la más importante de todas cuantas hayamos librado!...

- Sí, tienes toda la razón, hermano. - Acordó Diamante sentenciando - y esta vez nos uniremos de verdad contra un poderosísimo enemigo. Más allá de toda valoración. Y lo haremos todos juntos.

- Entonces adelante.- Declaró  Asthel con un cariñoso tono. -



Y a su señal todos los miembros del grupo de los nueve  lanzaron hacia el cielo un haz de blanca luz. Al instante llegó la respuesta y una especie de rayo inmaculado bombardeó la Tierra y los seres del planeta entero comenzaron a trascender. Los ancianos rejuvenecieron. Roy y los demás aparecieron tal y como eran en sus mejores años de juventud, al igual que Esmeralda y las demás. Leval, Mazoui y la segunda generación al completo, experimentaron lo mismo. Pero aquello no había terminado. De ningún parte se materializaron viejos amigos y familiares. Allí estaba Tom, otra vez moreno y joven, como en sus mejores años del College. Al verlo su esposa y sus hijos corrieron a abrazarse a él llenos de felicidad. El ahora nuevamente muchacho, pudo decir con una gran sonrisa.



-¡Te dije que te haría sonreír! Sigues siendo la chica más bonita que haya visto jamás, Cooan Malinde. Mi Connie.



En efecto, ella sonreía y tenía lágrimas de alegría. Los saiyajin aparecieron a su vez, con Lornd, Setsuna, Bralen, Aiona, Calix, Seira y el resto. Saludaron con alegría. Aiona levantando al pequeño Torix en brazos le dijo a Diaval.



-Hijo mío, éste es tu hermano…Torix Deveget

-Sí.- Sonrió el saiyajin que se aproximó hasta acariciar la cabeza de ese pequeño que le observaba asombrado.- Supuse que tendría que haber otro heredero en Nuevo Vegeta.



            Tomó a su pequeño hermano en brazos y le acarició el semblante. Este le dedicó una mirada llena de curiosidad pero no dijo nada. Entonces Diaval devolvió al crío a su madre.



-Siempre te aguardamos y siempre pensamos en ti con orgullo y amor.- Terció Bralen.-

-Lo sé padre. Mirad.- Les indicó pidiéndole a su pareja que se acercase.- Ella es Fiora, le pedí matrimonio.

-Es una joven muy bella y elegante. - Valoró Lornd.-

-Sí, y la abuela Setsuna tenía razón. El amor nos hace ser siempre más fuertes, y no solamente en el terreno físico.- Sonrió el joven guerrero.-

-Me alegra mucho que lo hayas comprendido.- Replicó la aludida con otra amplia sonrisa, para agregar.- Mira Rei, esta joven es la hija de tu ahijado Alan. Y de la hija de Ail y Ann.

-Sí, es verdad.- Convino la princesa de Marte que estaba allí con sus compañeras.-

-¡Mi hija! - Afirmó Naya con patente orgullo.-

-Al fin todos unidos. -Afirmó Cooan que se abrazaba a su reencontrado esposo.-

-¡Ojalá que fuera así! – Suspiró Idina entristecida.- Me faltan dos personas a las que quiero con todo mi corazón.

-No… no te falta nadie, mi amor.- Sonrió su padre señalando tras de ella e indicándola con una gran sonrisa.- Mira allí…



Idina obedeció y entonces para su sorpresa su hija y Lance reaparecieron también…El asombro de todos fue total y madre e hija se abrazaron entre sollozos de emoción. Al fin, Loren pudo decir con la voz entrecortada por la alegría y la emotividad, tomando a un bebé de brazos de su esposo.



-Ésta es nuestra hija Kimberlita, de la familia Kurozuki…Aunque la llamamos Kimberly o Kim…

-¡Mi nieta! - Sollozó nuevamente Idina…con orgullo y una enorme sonrisa.- Es mi nieta…

-Y nuestra bisnieta.- Añadió una feliz Cooan abrazada a su reencontrado esposo, sentenciando con una mezcla de asombro y esperanza.- Que también será mi abuela. ¡La abuela Kim que tantas cosas nos contaba de la Tierra, hablándonos siempre de los recuerdos de su madre!

-Y esa madre, eras tú, cariño.- Sollozó Idina abrazando a Loren una vez más.-

-Por eso aquella vez, en una de nuestras primeras citas, me contaste que tu familia provenía de un amor vedado.- Comentó Tom dirigiéndose a una también emocionada Cooan.-

-El círculo se ha completado.- Declaró el nieto y homónimo de Tom, que ahora daba la mano a su novia Helen, aparecida allí como el resto.- Ahora todo se ha unido en sí mismo.



Su abuelo y su tío Lance asintieron. Éste último pudo al final abrazarse a su hermano Alan y a Idina.



-Perdóname, pequeñaja. Nunca quise hacerte sufrir.

-No hay nada que perdonar. Al final comprendí el porqué de todo.- Le dijo su hermana, acariciándole las mejillas.- Te quiero, Lance, te quiero, Loren, hija mía… y por supuesto que adoro ya a mi maravillosa nietecita que será nuestra antepasada.



La pequeña Kimberlita ajena a eso, dormía plácidamente en los brazos de su madre. Entonces llegó Roy que, tras saludar entusiásticamente a su hermano, no tardó en abrazarse a su compañero de siempre para afirmar con afecto.



-Sabía que no te perderías esta fiesta. La mejor y más grande que jamás hayamos preparado, Tommy.

-¿Y sabéis algo más?- Terció Amatista quien ante las miradas de todos, recordó de modo jovial. – Es el cumpleaños de mi hijo, y es Navidad.

-Pues entonces celebrémoslo como se merece. Y cantemos nuestra última canción. – Propuso Tom quien dirigiéndose a su amigo Roy y al resto les indicó. “Last Christmas” sería la indicada.

-En homenaje a su gran autor, que tampoco se encuentra en este plano existencial ya. Seguro que junto a Freddie y otros muchos grandes inspiradores nuestros, estará observándonos y contribuyendo para frenar el avance de la Nada. ¡Va por él y por todos los demás!- Declaró Roy con el asentimiento del resto.-



            Y en derredor de ese gran grupo más encuentros se producían, la mayoría muy emotivos.



-¡Es maravilloso! – Pudo decir Neherenia que, asombrada, vio acercarse a Granate, aquel joven del que estuvo enamorada hacía ya tanto tiempo, abrazado a Petz, y Zafiro.

-Te he estado observando, mi bella y gentil reina. – Sonrió el aparecido que, dándole la mano a Doran a modo de cordial saludo, agregó dirigiéndose a la mujer del saiyajin. - Ya te dije que amarías otra vez y que serías feliz.

-Sí- sonrió ella entre lágrimas de felicidad, acercando a su hija para que la viera ese muchacho. – Ésta es mi hija, Alice la nueva soberana de la Luna…

-Tan hermosa y gentil como su madre. – Afirmó Granate con otra radiante sonrisa -



Y el muchacho se abrazó a su hermano Coraíon, que, junto a su esposa Sandy,  disfrutaban asimismo de la presencia de ILaya y Robert, junto a ellos. También Granate, el sobrino y homónimo del reaparecido piloto, tras saludar a sus parientes, se abrazó a su vez con Alice.



-¡Sabía que volverías! - Sollozó ella llena de felicidad.-

-Sí, y ahora estaremos juntos por siempre, con todos los demás, en esta bella historia…



            En eso que las voces de Roy atrajeron la atención de todos cuando animó a su gran amigo.



-Ahora. Adelante. ¡Vamos Tommy!



El interpelado asintió, todos observaban a la pareja de los muchachos de la Golden, que, junto con Jack Cooper, Melanie , Malcolm y Heather Roberts y algunos más, ya estaban listos para cantar.



-Antes de eso debo deciros algo. – Intervino la reina Serenity quién, junto con el rey Endimión, Artemis, Luna y Diana, sus princesas planetarias, así como contando también con Chibiusa y sus guardianas, llevaban un rato contemplado aquello. – Enseguida congelaré la Tierra y una parte del universo para que se preserven. El Creador me dio esa facultad. De modo que, si salimos con bien de esto, en el recomienzo haya una dimensión alternativa que mantenga este planeta y a sus moradores, junto con otros mundos, congelados en el tiempo. A su debido momento todo se restaurará. Será un gran y largo sueño del que tardarán en despertar…y alguno de vosotros si así lo decidís, estaréis allí cuando eso suceda.

-¡Ese es el futuro, nuestro futuro! El Nuevo Reino de Cristal Tokio. ¡Claro!… - sonrió Diamante comprendiéndolo todo al fin. – Es el principio de todo.

-¡Vaya un viaje al principio!, amigo – afirmó Nephrite que volvía a abrazar a su esposa Amanda otra vez, junto con sus hijos, con la cómplice sonrisa de Naru. – Ha sido toda una aventura.

-Entonces todo volverá a como debió ser. – Comentó Ail que estaba junto a sus hijos y esposa. -

-Pues antes de que hagáis eso, querida amiga, quedaros un momento con nosotros. – Le pidió Cooan a la soberana del Milenario de Plata. –

-Sí, ésta canción va a ser algo realmente perfecto. – Secundó Bertie dirigiéndose a su esposo - ¿No es así, cariño?

-Cuenta con ello cubito. ¡Vamos allá! Como en los buenos y viejos tiempos. En honor a la distinguida audiencia que tenemos será la mejor interpretación que nunca hayamos hecho.

-No reparemos en gastos, pues. – Convino Ian Masters, abrazado a su mujer Jennifer también  junto a su hija y su yerno. –

-¡Vamos a despedirnos a lo grande, amigos! Y seguro que no nos olvidarán. – Les animó Tom dando la mano a su esposa. -

-Maestro por favor, ¡música!- Gritó Roy elevando la vista hacia lo poco que ya quedaba de cielo, en tanto que su hija, y el resto de las Justices, ahora ataviadas como Justicieras, al igual que sus antecesoras, aguardaban con emoción. -



No le hizo falta pedirlo de nuevo, en tanto la Nada avanzaba y devoraba el paisaje circundante la melodía de la canción sonó desde todas partes. El propio Landar, junto con otros amigos del Cielo había bajado a su lado y se ocupó de darles el hilo musical. Además, Son Goku, Piccolo Vegeta, y Trunks estaban allí, no quisieron perdérselo. Serenity les comentó divertida.



-¡No ha estado nada mal!, ¿verdad?  Gracias por vuestra ayuda, chicos.

-Nosotros no hicimos nada apenas. – Sonrió Son Goku, afirmando. – Casi todo el mérito ha sido vuestro, Usagi.

-¡Hey, escuchad!- Les pidió Rei. –

-La canción está empezando a sonar. – Dijo Minako –

-Sí, es preciosa – convino Makoto –

-Es mejor que nuestra propia versión. - Sonrió Ami.-

-Un digno broche a todo lo que hemos sido y hecho. – Declaró Petz. –

-Un gran éxito.- Sonrió Haruka.-

-Como esta historia.- Añadió Michiru.-

-Sí, una historia inolvidable.- Remachó Setsuna.-

-¡Pues a cantar todos juntos! – Les animó Karaberasu, llena de su vitalidad y ganas de fiesta habituales. –



Ahhh uuuoooo



La Navidad pasada
Te di mi corazón
Pero al día siguiente lo regalaste.



Este año
Para salvarme de las lágrimas
Se lo daré a alguien especial.



La Navidad pasada
Te di mi corazón
Pero al día siguiente lo regalaste.



Este año
Para salvarme de las lágrimas
Se lo daré a alguien especial.



Tom cantaba junto a su gran amigo, pasándose los brazos por los hombros y haciendo que el resto les corease. Sus esposas e hijos sonreían y tanto las Justices como otros muchos más se unieron a  la canción…



Una vez mordido y dos tímido

Mantengo mi distancia

Pero tú todavía llamas mi atención



Dime cariño

¿Me reconoces?

Bien

Ha pasado un año

No me sorprende



Nehie cantaba junto a su amiga Idina, secundadas por Alice y Loren que acunaba a su hijita mientras. En tanto Doran, Kiros, Maggie, Lance y Alan, daban palmas coreando el estribillo. En eso que Gloria, junto con su hermana Erika y la familia de esta, apareció a su lado y Maggie pudo abrazarse a ambas. La propia hija de la enfermera Derail estaba también, junto con su abuela Elua, sonriendo y aplaudiendo a su vez.



Lo envolví y lo mandé

Con una nota diciendo te quiero

Lo sentía

Ahora se lo tonto que fui

Pero si me besaras ahora

Sé que sería un tonto otra vez



La Navidad pasada
Te di mi corazón
Pero al día siguiente lo regalaste.



Este año
Para salvarme de las lágrimas
Se lo daré a alguien especial.



Madame Alessandra Deveraux y sus amigos de la resistencia también estaban allí, lo mismo que el abuelo de Roy y el de Ami. Todos dando palmas a su vez…



Feliz Navidad



La Navidad pasada
Te di mi corazón
Pero al día siguiente lo regalaste.



Este año
Para salvarme de las lágrimas
Se lo daré a alguien especial.




La Navidad pasada
Te di mi corazón
Pero al día siguiente lo regalaste.



Este año
Para salvarme de las lágrimas
Se lo daré a alguien especial.

¡Oh, oh, nena!

Una habitación llena de gente,
Amigos con ojos cansados.
Me estoy escondiendo de ti
Y tu alma de hielo.



Dios mío pensé que eras alguien en quien confiar.
¿Yo? Supongo que era un hombro sobre el que llorar. ¡Oh!…

Un rostro en un amante con fuego en su corazón.
Un hombre bajo cubierta pero me destrozaste, ooh-hoo.
Ahora he encontrado un amor verdadero, nunca me engañarás de nuevo.



La Navidad pasada
Te di mi corazón
Pero al día siguiente lo regalaste.



Este año
Para salvarme de las lágrimas
Se lo daré a alguien especial.




La Navidad pasada
Te di mi corazón
Pero al día siguiente lo regalaste.
Este año
Para salvarme de las lágrimas
Se lo daré a alguien especial.

Un rostro en un amante con fuego en su corazón. (Te di mi corazón)
Un hombre bajo cubierta pero lo destrozaste
Tal vez el año próximo se lo daré a alguien
Se lo daré a alguien especial.

Especial...
Alguien...




Y los demás coreaban los estribillos y se abrazaban también, todos juntos, las tres generaciones en armonía con el primer y único retoño de la cuarta. Junto a ellos, los personajes que hayan sido importantes alguna vez. Todos recordaron sus mejores momentos en todas las historias. También estaban Michelle Arneau, Dorothy y el padre O ´Brian, Sarah la ex reina de los vampiros, Melanie y Malcolm Roberts con su hija Heather y su hijo Jimmy, sus nietos, los padres de Roy, de Tom…Freejar y familia… Jack, Ossie, Patty, su madre Lucy, Sally…Nancy y sus compañeros del hospital…Brian Rice, Rebeca, Cindy…Crista…Scott, Debbie, Laurence, Anthony, Lucero Láser…Ginger y Dean…Alannah, Enzo…Caroline, Daphne, Gloria, Martin, Clarisa, Brenda, Celia, Anaris, Briseida y Briseo, junto con De la Lune. Sonia con Mei Ling y su hijo, Zhao, Stephanie, Emma, Wina y Nelly con Aurora y Edgar. También Daila y Ruwoard entre otros. ¡Y es que han sido una lista tan larga que es casi imposible que figuren todos en ella!, me perdonarán los no citados pero igualmente ahí estaban…



Quién me dé algo en retorno…

Un rostro en un amante con fuego en su corazón. (Te di mi corazón)
Un hombre bajo cubierta pero lo destrozaste
Tal vez el año próximo se lo daré a alguien
Se lo daré a alguien especial.

Se lo daré a alguien


Se lo daré a alguien

Especial,….



¡Se lo daré a alguien, laaaa laalara!…



            (Last Christmas George Michael crédito al autor

https://www.youtube.com/watch?v=GkD_qJBntjY) merece la pena oírla en ésta versión en tanto se lee… J

Acompañada además de ilustraciones de los miembros de todas las sagas.



Y poco a poco la marea del olvido se acercaba lenta y progresivamente en su avance inexorable, dejando poco más que un pequeño terreno en el que todos continuaban cantando llenos de felicidad. Lornd, Setsuna, Bralen, Seira, Calix y a todos los saiyajin, junto a Debbie, Melanie, Roberts, Don Sancho y Doña Blanca tarareaban aquella hermosa melodía. Estaba allí también Tracer, Sharon, y Penélope, Jen, y otros muchos que  les acompañaban a los coros hasta terminar la canción. Y la Nada impasible comenzaba a difuminarles…algunos se desvanecían con lágrimas, otros con abrazos y besos, hasta guiñando un ojo e incluso haciendo una especie de reverencia al público tomados de las manos, pero todos con una sonrisa…y así fue…ya solamente quedaron Roy, Bertie, Cooan y Tom, e incluso ellos, al final, desaparecieron abrazados y con semblante emocionado y feliz… al fin nada quedó salvo el eco de la música que se fue apagando en la lejanía…



-¿Y acaso es el final? – Alguien preguntó.-

-No, no todavía…-Respondió otra voz que portaba un enorme libro de tono burdeos, leyendo.-



Así, todos unidos ascendieron a un lugar de una blancura infinita sin dejar de cantar. Notaban la presencia de los infinitos seres del Cosmos allí congregados. Al fin, todos los que desfilaron por los innumerables acontecimientos aquí narrados aparecieron. Incluso los villanos. Por ejemplo, Gralas y sus subordinados que tantas batallas dieron, Célula y hasta el mismo Valnak mirando asombrados a su alrededor. Al igual que Karnoalk, quien pudo ver a su hijo y a sus nietas. Entonces se dirigió a Karaberasu que le miraba ahora imperturbable y sin ninguna señal de odio.



-Lo que hice.- Habló con voz queda, el que fuera tan terrible demonio. - Aunque inicuo y cruel fue en realidad algo que debía hacer y por lo que puedo ver, ha merecido la pena.- Añadió dedicando una orgullosa mirada a sus descendientes. - Sé de vuestras luchas en mis antiguos dominios, lo hicisteis bien. Fuisteis justos en un lugar de injusticia. Obrasteis con generosidad en un terreno dominado por la codicia. Y yo lamento lo que te hice y agradezco vuestro perdón.



            Y dicho esto dirigió nuevamente su mirada a Karaberasu. Ésta, junto con Alusa y Minara y Mazoui le respondió.



- Por mi parte, también eso está perdonado. Al igual que tú, me dejé llevar por mi ira y mi odio, pero todo aquello ya pasó. Bendije muchas más veces el nacimiento de mis nietas y mi hijo mucho más de lo que te maldije a ti. Y además fue necesario para forjar nuestra historia. Ésta gran historia. - Y Karnoalk que había trascendido también, convirtiéndose en un ángel de luz, sonrió agradecido tras escuchar esas palabras. -

- Ahora padre, unamos nuestras fuerzas con el resto del Cosmos para la lucha final,- le pidió Mazoui. -



            Mientras Valnak, también trascendido, saludó a Roy y a los demás con parecidas palabras.



-¡Vaya fiesta que os habéis montado al final, Roy Malden! – Aseveró con una sonrisa y gesto divertido, lo mismo que Armagedón, que ahora lucía como un humano similar en aspecto a Roy. –

-Ya lo sabes, es fue siempre mi estilo, ¡fiesta hasta en el fin de los tiempos!  – Pudo decir el aludido con otra amplia sonrisa. – Ahora os invitamos a la celebración…

-No nos la perderíamos por nada.- Convino Armagedón.-



            Y así como todos los enemigos y amigos se iban reencontrando, Rubeus también reapareció. Pero tal y como había sido antes de la llegada de aquel funesto Hombre Sabio, con la apariencia de un joven lleno de ilusiones, altivo y orgulloso pero noble de principios e intenciones. Saludando a Diamante le dijo con un tono muy sincero.



- Lo siento mi príncipe, obre mal. Al principio guiado por lealtad, pero después por resentimiento, no acepté el perdón cuando pude hacerlo. Lo siento, Esmeralda.

- Todo eso está olvidado,- le replicó Diamante que le pidió. - Ahora debes unirte al resto de nosotros, esta vez no habrá retorno si fallamos.

- Así es, Rubeus. Yo tampoco me comporté como debía.- Añadió Esmeralda. - Pero ahora todos estaremos unidos y seremos felices para toda la Eternidad.- Éste convino en ello con una amplia sonrisa. -



Además de eso el príncipe de Némesis pudo abrazar a sus padres Coraíon y Amatista Nairía que habían retornado a su vez.



-¡Ha sido un broche maravilloso! -Declaró la madre de Diamante.- Ahora lo entiendo todo.

-Así es. La maravillosa interrelación que todos compartimos en el pasado, el presente y el futuro. - Convino su esposo.-

           

            Y más personajes afirmaron lo mismo. Sailor Némesis y la princesa Ámbar, con su esposo el príncipe Karst. Y los  padres de este, Corindón y su esposa Bauxita.



-El principio del fin y el fin del principio, papá, mamá.- Sentenció Constance, como Sailor Némesis, haciendo brillar su antorcha de la justicia y mirando con afecto a sus padres, Thomas Andrew y Helen que le devolvieron una cariñosa sonrisa.-



Por su parte Lornd saludó a aquel amor suyo de juventud, Ayaine, que asintió observándole también con afecto y orgullo.



-Has sido un noble guerrero saiyajin, un gran rey y lo que es más importante, un magnifico padre y abuelo y un buen hombre.- Le sonrió ella, afirmando.- Cumplí bien mi tarea, supe enseñarte bien. Estoy muy orgullosa de ti.

-Gracias.- Sonrió él, declarando.- Lo hice lo que mejor que supe y no me arrepiento nada de ésta vida.



            A su vez una maravillada Zura observaba aquello junto con Hurrels. La saiyajin pudo declarar.



-¡Al fin entiendo a qué se referían con todo esto! Todos nosotros, buenos o malos, hemos contribuido a hacer este relato mucho más grande.

-Sí.- Convino su acompañante, cuando vio a Kiros.- Esta ha sido una gran epopeya más que una simple historia.

-Lo ha sido, sí.- Afirmó él saiyajin, tomando a su esposa Maggie de las manos.- Y nos han concedido el honor de participar.

-Un gran honor, sin duda.- Afirmó su hija Gloria ante el asentimiento de su abuela Elua.- Me siento muy honrada al haber podido participar y tener un papel tan importante que desempeñar.

-Bien lo puedes decir.- Convino Ángela que estaba de la mano con Trent.-

-Esto es algo que realmente motiva.- Aseveró Marla.- Todos en el mismo bando esta vez.

-Es un gran reto.- Dijo Thalia, remachando.- Y a los saiyajin nos encantan los retos.

-Adelante pues.- Añadió Kassandra.-

-Hagámoslo lo mejor que sepamos.- Convino Corbin.-

-Y con toda nuestra fe puesta en ello.- Completó Byron.-



            Martin, con, Stephanie, Daphne, Sabra y Leah estaban también visiblemente emocionados.



-Todo ha merecido la pena. Ahora lo comprendo, teníamos que colaborar con nuestras vivencias. Para hacer esto más interesante y duradero.- Afirmó Martin.-

-Sí, así es.- Aseveró Daphne.- Es en este momento cuando veo el sentido de todo.

-Lo pasamos muy mal a veces, pero fue por un propósito mayor.- Convino Sabra.-

-Ha sido un cuento muy bonito.- Sonrió Leah.-

-¡Ojalá que haya gustado a mucha gente!- Deseó Steph.-



En otro lugar y desde que Ian Masters y Jennifer reaparecieron habían estado abrazándose con gozo a su hija y demás familia. Al igual que ILaya que desde hacía un rato había podido reunirse al fin con su marido su hija y su nieto, el reencuentro fue de una gran felicidad.



- Estoy muy orgullosa de ti. - Declaró ILaya dirigiéndose a Granate, añadiendo con amoroso tono dirigido a su nieto. - Desde que se me revelara lo que estabas destinado a emprender, supe que lo llevarías a cabo con éxito.

- Gracias, abuela. - Sonrió el muchacho que le contó. - He conocido a tus antiguos compañeros y tu hogar, fue duro en ocasiones, pero lo más difícil está por llegar.

- Cuenta con nosotros, cariño.- Le dijo Sandy dando la mano a su madre y a su hijo.- Ahora más que nunca, se puede decir que estamos unidos.



            Neherenia, Doran y Alice estaban cerca. Se saludaron con la familia del joven novio de su hija. La  ya reina emérita de la Luna Nueva sonrió, sentenciando.



-Es el momento culminante de una gran epopeya.

-Sí, vamos a concluirla como se merece.- Aseveró Doran.-



            Por todas partes se repetían conversaciones similares. Mireya saludó a Roy y éste le contó a su esposa.



-Mira cubito. La famosa Kelly de la que tanto te hablé. ¿Recuerdas la vez que estuvimos en el foso?

-¿Cómo iba a olvidarla?- Rio Beruche que, dirigiéndose a aquella mujer, le sonrió para decir visiblemente reconocida. – Gracias por cuidar de él.

-No las merecen. – Repuso la  que fuera diablesa, ahora reluciendo como un ángel de luz, enfundada en una túnica inmaculada. – Fue más que un placer…Robert… Roy, quiero que sepas que te quise como a un hijo.

-Sí, y aquí tienes el fruto de tus desvelos. - Comentó el aludido señalando con orgullo a su mujer, hijos y nietos. -

- He podido conocer a algunos de ellos. Me siento muy orgullosa de ti y de todo lo que hiciste. – Le respondió cariñosamente ella observando a esa gran familia. –

-Todo ha merecido la pena. – Concluyó él abrazando en tanto a su esposa. -

-Y ha sido algo muy hermoso de principio a fin.- Declaró Marsha Malden, abrazada a su esposo John, bajo la afectuosa mirada del padre de este Harold, y su madre Ethel.-



Y ahora tras los recuerdos y los reencuentros, todos unidos se dispusieron a tratar de parar la Nada. Pero aun necesitaban más potencia y eso que todos los ángeles principales estaban allí junto al resto de los seres iluminados. Llegaron también Nenora la reina de las hadas y otros seres mágicos y los dioses, junto con Landar, Georcael e Eykalea. Georcael sonrió a Asthel y le dijo.



- Aquí estamos todos Mensajero, tal y como te prometimos.



            Entonces llegó Luzbel capitaneando a sus huestes avernales, todas ellas trascendidas también. Incluidos algunos que los miembros del grupo habían conocido, como Garonarg, Ruwoard y Daila estaban allí. El que fuera príncipe de las tinieblas se reencontró con Azrael y Miguel como si de una reunión de viejos amigos se tratara...



-¿Hay sitio para mí y los míos? - Inquirió con desenfado a sus compañeros. -

- ¡Luzbel!, ¡Cuánto tiempo, amigo! se bienvenido en esta hora,- le respondió Miguel con satisfacción para afirmar. - Uniros a nosotros y juntos hagamos retroceder a la Nada.



            Luzbel y sus ángeles caídos se aprestaron a unirse a ellos, la energía que sumaban entre todos era algo que no podía describirse. Roy, Leval, Brian, Granate, entre otros, miraban atónitos la escena. Entonces junto a ellos  se acercó Granate, el hijo que Petz y Zafiro, también lleno de luz, que tras haber saludado a la reina de la Luna Nueva fue a abrazar nuevamente a sus padres y hermanos diciéndoles muy feliz.



- Os lo dije aquella vez. Ahora la Trascendencia ha llegado. En aquel momento sólo tuve un fugaz atisbo de lo que iba a ocurrir, ahora en cambio no sé lo que pasará...

- Ocurra lo que ocurra hijo mío, ya estaremos por siempre juntos.- Sonrió Petz que era completamente feliz al remachar. – No me importa nada más.

- Hermano no temas,- le dijo Coraíon asegurándole con moral. - ¡Seguro que venceremos a la Nada! - Granate asintió sonriendo con aquella expresión traviesa suya de siempre. -



            El resto de los seres del Cosmos, conociendo ya la situación, se unieron a los esfuerzos por frenar a la Nada. El Universo sin embargo se achicaba con una rapidez inenarrable, no podía describirse con medidas de tiempo pues éste ya no existía. El pasado, presente y futuro se entremezclaban. Seres que habían existido en los albores de los tiempos se unían a aquellos que aun habían de nacer y entre todos trataban de frenar, con la suma de sus energías, el rápido avance de la Nada.



            Miguel, Luzbel y Azrael, junto al resto de los ángeles emitían su fuerza máxima, pero ni así lograban impedir la expansión del olvido. Asthel, Roy, Leval, Nephrite, Diamante, Lornd, Eron, las cuatro hermanas, Esmeralda, Kerria, Katherine, Idina, Alan, Lance, los saiyajin, los Arcoily, las guerreras de la Justicia y los demás se unieron a ellos al máximo de su poder, pero tampoco lograban frenarlo. Miguel le confió a Luzbel con tono preocupado.



- Nuestra energía no basta. No sé a quien más podamos acudir, todos los seres del Universo están al máximo de sus fuerzas...

- Hay alguien que aun no ha entrado en la batalla.- Le contestó serenamente Luzbel. -

-¿Quién? - Inquirió Azrael sorprendido, agregando con rotundidad. -Yo no contabilizo a nadie más....

- ¡El mismísimo Creador! - Declaró Luzbel. - Falta Él, debe enviarnos su infinita energía, al lado de la cual todas nuestras fuerzas unidas son insignificantes.

- Quizás Él espera el momento oportuno para unirse a nosotros. - Conjeturó Rafael. -

- Pues yo espero y deseo que lo haga muy pronto. - Le dijo Lornd. -

-¡Es increíble!,- exclamó Diamante aseverando asombrado. - Con el vastísimo poder que tenemos todos unidos y aún así somos incapaces de frenar el avance de la Nada más absoluta...

- La energía de otras dimensiones se nos ha unido. Estamos al completo.- Informó Uriel. -

- Aun no.- Rebatió Landar que también se había unido a ellos tras saludar a sus viejos amigos en tanto añadía, - El Creador falta por emitir su poder, pero no sólo Él....



            Entonces el Creador al fin se unió, el Universo era una mínima extensión, invisible para el mejor de los microscopios jamás creado. En efecto, el poder del Creador empequeñeció tanto la suma de los demás que estos fueron como una gota de agua unida a un enorme océano. Pero aun así la Nada siguió avanzando. Y la Nada lleva al olvido, por eso era tan importante que todos estemos unidos para pararla. Y falta alguien, una persona muy importante, realmente trascendental. ¿Quién faltaba por cooperar, quién podría hacer que la suerte cambiara? ¿Quien...?. ¿Acaso no lo sabes? Está muy claro, ¡tú que lees estas líneas, el poseedor del gran Libro burdeos con letras doradas, únete al resto del Universo y detén el avance de la Nada!  Yo el Demiurgo, aquella figura negra de rostro no visible que soy el que lo escribo, ya lo estoy haciendo y cansa mucho. Así que vamos....la Nada está a punto de hacer desaparecer todo. Cuando ya deje de escribir sin nada más que poder poner, la historia de este Universo y sus personajes desaparecerán como si jamás hubiesen existido y tú ahí parado y  tan a gusto leyendo....quizás nunca lo intuiste hasta ahora, pero la clave siempre fuiste tú. Si recuerdas esta historia con las aventuras de todos los personajes el esfuerzo y sacrificio de todos ellos habrá merecido la pena. Eso les asegurará no caer nunca en las garras del olvido. ¡Ese fue siempre el plan que tuvieron y llevaron a cabo Landar, Serenity y otros muchos! Que, a través de todos estos relatos cuajados de amor, odio, vida, batallas, nostalgia, ternura, violencia o reflexión, según fuera el momento, los recuerdes. A ser posible con cariño, pero que sigan en tu memoria, así siempre vivirán… ¡gracias!…

           

            ¡Eso está mejor, por fin la Nada se ha detenido! El minúsculo punto al que el Cosmos con todos sus seres había quedado reducido comenzó a ganar terreno. Un sobrenatural estallido de infinita energía devolvió las cosas a su lugar. El Universo volvió a expandirse de nuevo, como otras infinitas veces desde el primer origen...y la inevitable pregunta que flotaba en todas las almas y quizás en tu mente, amigo lector,  era la misma. ¿Y ahora qué?...porque esta historia todavía no se ha acabado…Aun te quedan páginas en el Libro de los Días por leer…Así, como en los albores de otros infinitos recomienzos, el Universo era oscuro y nada se veía, sólo las luces de las almas puras de todos los seres del anterior Cosmos alumbraban aquella infinita extensión. Azrael al sentir todo aquello, declaró complacido...



- Ya está hecho, éste es un nuevo comenzar. Ahora todo volverá a su origen, las historias y leyendas que conocisteis caerán en el olvido, pues eso es lo único que la Nada se ha podido llevar...

- O quizá no,- objetó Luzbel para conjeturar. - Puede que esas historias y leyendas vivan en ellos, en los transcendidos, o en los que quieran trascender.

- Es cierto,- intervino Gabriel. – Ahora, cada uno de los seres del anterior cosmos debe elegir si quiere pasar a otra consciencia o bien reencarnarse...

- Y nosotros les ayudaremos a elegir, ya que eso no depende del todo de ellos.- Añadió Raziel. -

- Y ¿cómo se hará eso? - Intervino Asthel con tono y gesto curioso. - ¿Quién sabrá si cada uno de los seres debe trascender o no?...

- Esa pregunta tiene fácil contestación, es extraño que tú, el Mensajero, lo preguntes,- le respondió Israfel que casi parecía hacerlo con un tinte divertido en su melodiosa voz. -...



Asthel se quedó pensativo sin saber que decir. Hasta que admitió con total extrañeza y gesto desconcertado.



- Pues no consigo saber de quién se trata...

- Está claro. Del propio Creador,- respondió Rafael explicándole con tono paternal. - Él nos dirá a nosotros quien puede trascender y quién no. A algunos en cambio, se les permitirá elegir. Por ejemplo, el Creador dice que a ti se te concede esa oportunidad.

-¿Y cuándo lo ha dicho?...- preguntó Asthel admirado. - ¡No he podido oír nada!....

- Aún no estás lo suficientemente elevado para escuchar las divinas palabras,- le desveló Uriel afirmando sin embargo.- Pero han sonado claras, al menos para nosotros, los Ángeles Primordiales...



            Asthel miró a Eykalea, Georcael y los demás dioses, pero todos se encogieron de hombros, o al menos hicieron un gesto equivalente.



- No hemos oído nada.- Repuso Redan. -

- Estamos igual que tú,- convino Zoen mirando sorprendida a Asthel -...

- Tampoco somos lo bastante elevados todavía.- Añadió Georcael con una sonrisa para especular resignado. - Quizá aún nos falten muchos eones...

- Y bien...- inquirió Miguel dirigiéndose a Asthel para preguntarle cordial.  -¿Ahora qué harás, Mensajero?...

- No lo sé, la Trascendencia es algo maravilloso sin duda, pero siento que aún me queda algo por hacer, algo importante. Madeleine.- Y el muchacho llamó a su antigua novia que también iluminada apareció ante él. -

-¡Asthel! - Exclamó ella visiblemente emocionada. - ¡Creí que jamás volvería a verte!

- Maddie ¿Te acuerdas que te lo dije? - Sonrió él. - Este amor supera infinitamente al humano. Pero, aun así, yo quisiera vivir un amor humano contigo.



            Madeleine extinguió su sonrisa y su semblante expresó seriedad. Se dirigió hacia su interlocutor con un tono de justificación, buscando ser perdonada.



- Asthel, yo...cuando tú te fuiste, pasó tanto tiempo que perdí la esperanza de volver a verte. Entonces conocí a otra persona y la quiero. Ahora no sé qué hacer, ¡no puedo elegir entre los dos!...

- Lo comprendo, Maddie.- Repuso su contertulio mirándola con una confortadora sonrisa para agregar. – Era lo normal. Si eres feliz con él, no sería justo interponerme entre vosotros. No debes sentirlo por mí, y yo no he de perdonarte nada, pues nada hay que perdonar.- Se dirigió a los ángeles y les dijo convencido. - Estoy seguro de que los dos viviréis vuestra propia y hermosa historia. Entonces, mi decisión es fácil de tomar, elegiré la Trascendencia, ya nada me ata al mundo físico que se vaya a forjar....

- En tal caso tú vendrás con nosotros, ocuparás un alto cargo en el Cielo, y así ha de ser porque Asthel, ahora debes saber la verdad sobre tu origen.- Le dijo Azrael, satisfecho de que el hasta entonces muchacho, hubiera tomado aquella decisión. -

- No lo entiendo, ¿la verdad?.... ¿qué  verdad? - Preguntó el intrigado chico asegurando convencido. -Yo sé quien soy...

- No, Asthel. Tú no lo sabes...- replicó Luzbel con suavidad. - O por lo menos, sabes sólo quién has sido en esta encarnación. Permíteme que te desvelemos tu misterio. Tú eres Asthel, un ángel de alta jerarquía. Estás muy cerca del Creador, tan cerca que eras pura luz, sencillez y belleza...

- No puede ser, ¿yo un ángel? - Repuso el atónito Asthel señalándose a sí mismo con incredulidad a la par que oponiendo. - Pero si soy humano y tengo sentimientos y debilidades...

- Yo también los tuve y era el primer ángel creado. - Le contestó Luzbel. - Incluso nuestro Maestro en sus varias encarnaciones quiso experimentarlas. Pero eso que llamas sentimientos, no son los sentimientos divinos. Tú, eras un poderoso ángel de luz que el Creador enviaba a la Tierra y a los demás infinitos mundos desde el principio de los tiempos, en cada despertar de la conciencia cósmica. Mientras, yo iba destinado a ser la mitad en pugna que armonizase el universo. Tú tenías la misión de representar la parte más material, el mundo de los seres menos iluminados. Los protegerías con tu presencia y les brindarías la posibilidad de conocer el mensaje divino.  Llegado el momento, serías la señal del Creador para indicarme el inicio de cada Trascendencia. Para ello perdías la memoria y eras encarnado como un humano más, aunque fueras especial. Pues eras la primera defensa contra los seres del Olvido. Esa era tu labor, y las has cumplido bien, como siempre lo has hecho, Asthel. Ahora el Creador te devuelve sus recuerdos.



            Y tras esas palabras el aludido experimentó una intensísima luz reveladora en su conciencia y tuvo por fin la verdadera idea sobre su naturaleza que le hizo superar todas sus limitaciones mortales. Al volver a hablar lo hizo con una voz dulce similar al del resto de los ángeles...



-¡Cuánta dicha experimento al estar de nuevo tan cerca del Uno! - Y Asthel escuchó una voz gloriosa e infinitamente bella y confortadora, inaudible para el resto, a excepción de los demás ángeles y respondió. -Te doy las gracias por tus desvelos, Creador. Todo volverá a ser lo que era y nada será ya lo mismo...



            Los demás miembros de su generación y de las anteriores estaban admirados con aquella escena, apenas podían contener la emoción.



- ¡Hijo mío!,- musitó Amatista asombrada. -  ¡Eres en verdad un ángel!...

-¡Ahora comprendo la razón de su grandísimo poder!- intervino Soa admirada para declarar. -  ¡Tan grande es que hasta a nosotros nos hacía sentir insignificantes en su presencia!...

- Claro, le llamaban Mensajero, ¿y qué significa Mensajero sino ángel? - Añadió perspicazmente Mazoui. -

-¡Sí señor, ese es mi nieto! - Terció Roy con un gesto de gran complacencia para luego preguntar con curiosidad. - Dime Asthel... ¿qué pasará ahora?...

- Una amiga muy querida vendrá a ayudarnos con la tarea.- Replicó el aludido ángel. -



Y dicho esto una silueta femenina, ataviada como una Guerrera de la Justicia, pero emanando un poder increíble, apareció, parecía una imagen de la propia Usagi trascendida. Ella entonces con voz dulce, habló.



- Soy Sailor Cosmos. Personificación del Universo entero. Algunos retornaréis a mi seno para reencarnaros y vivir otras aventuras. Al menos a los que se les indique según los designios del Creador.

- ¿Y quiénes seremos los que debamos hacerlo?- Preguntó Diamante. -

- Vosotros, los de la primera generación, trascenderéis, esa es la voluntad del Creador. - Le respondió  Asthel con una gran sonrisa según sentenciaba. - Vuestra labor como personajes de esta historia está ya terminada y merecéis la Eterna Felicidad.

-¿Y dejaremos entonces a nuestros hijos y nietos, te dejaremos a ti? - Objetó Beruche preocupada por ello. -

- No, eso jamás sucederá - dijo Asthel con una dulce voz que llenó de alegría a su abuela. - Siempre estaremos juntos, allá a donde iremos no hay tiempo, ni espacio, ni infelicidad...

-¿Y nosotros, hijo? - Quiso saber Leval  que enseguida se disculpó pensando haber cometido una incorrección. - Perdona pero no puedo dejar de llamarte hijo.... ¿qué haremos nosotros?...

- Padre, tú eres y serás mi padre por esta encarnación, y en este relato. Ahora y en el fin de los tiempos. Me has dado tu amor y tu comprensión y eso nunca lo olvidaré. Puedes llamarme hijo siempre, no te preocupes.- Repuso afectuosamente el ángel, añadiendo. - Vosotros también habéis cumplido de sobra vuestra tarea. El universo que se forjará, será un nuevo comienzo, donde todos aquellos que no han completado su ciclo vital podrán hacerlo si lo desean para después conocer la paz Eterna...



De nuevo hubo un asombrado silencio durante el cual todos trataron de asimilar esas  afirmaciones



-¿Hemos completado nosotros también nuestro ciclo? - Preguntó Giaal tomando la palabra. -

- Sí, algunos de vosotros ya lo habéis hecho,- afirmó Asthel desvelando. - La segunda generación es llamada también a reunirse con el Creador. Cuando este nuevo Cosmos sea más viejo, os llegará el momento de reencarnaros si queréis...o pasar a otras dimensiones alternativas donde podréis re-emprender vuestras antiguas vidas o comenzar unas  nuevas para crear más relatos.

- Dime Asthel. ¿Y qué pasará con nosotros? - Le interrogó su hermana con patente interés y curiosidad.  - La Tercera Generación. ¿Acaso hemos cumplido también nuestro deber?...



Su hasta entonces hermano dedicó a la chica una profunda mirada de amor y simpatía para negar suavemente.



- No, Maray..., aun no. Vosotros tenéis que ser los pioneros que reanuden la vida material en el nuevo cosmos. Tú. Como sucesora del linaje de las anteriores generaciones, tienes una gran labor que cumplir. Pero no temas por ello, por pesada que creas que pueda ser esa responsabilidad  los demás ángeles y yo mismo estaremos aquí para ayudarte...



Y la muchacha sonrió con alegría, junto a ella estaba Alex. Y Asthel le comentó.



-Tú tienes una importante misión que cumplirás junto a la que fue mi hermana.

- Entonces todos nosotros permaneceremos aquí, sin nuestros padres.- Intervino Brian. -

- Vuestros padres quedarán siempre tan cerca de vosotros que jamás sentiréis su ausencia, eso te lo puedo prometer. Y en el caso de algunos podrán elegir si viven como personas corrientes para completar su existencia material.- Le tranquilizó Asthel que pasó a dirigirse a Georcael y al resto de los dioses. - Vosotros os habéis portado bien, hora es de que progreséis en vuestra escala de iluminación.- Todos ellos sintieron como su conciencia se expandía y ganaban en fuerza espiritual, Asthel les dijo a cada uno con voz amable. - Soa, Buruk, Zoen, Dialen y Redan. Ahora ya sois dioses superiores, tú Georcael, eres ahora un Dios Principal, esa es la voluntad del Creador.- Miró ahora a sus abuelos y les dedicó también unas palabras llenas de confianza y afecto. - Ahora vosotros ocuparéis el lugar dejado por los dioses, ya que vuestro plano espiritual ha llegado a ser merecedor de ello...



-Pero antes, quisiera hacerte una pregunta. – Terció Maray que le recordó – ¿El libro que llevabas, ese libro que también tuvieron Lance, e incluso Tom y su nieto, realmente que es?



Y el ángel sacó aquel libro de tono burdeos y dos doradas letras G y W que ahora fueron completadas con otras del mismo color pudiéndose leer en su portada, “GOLDEN WARRIOR”.

-Aquí está vuestra historia en este universo y dimensión. – Explicó Asthel.- La historia de todos los que hemos participado.

-Por eso, entre otras cosas, tuve que hacer lo que hice. – Comentó Lance dirigiéndose a su hermana. - ¿Recuerdas que te lo dije?

-Aquella vez en ese almacén. Pensé que era por efecto de la droga.- Replicó ella. –

-No, en realidad quise contárselo a alguien a quien quería. Yo había leído en ese libro lo que iba a suceder. Bueno, al menos casi todo, incluso el destino de nuestro padre. Pero me estaba vedado revelarlo. Me sentí mal entonces. Quise sacarte de aquella rueda. Tú siempre fuiste la persona a la que más unido me sentí. Pero no deseaba que eso te influenciase. Luego lo comprendí. Tenías tus propias historias. Igual que tu hija y yo tenemos la nuestra. Todo estaba marcado, para completar el círculo.

-Ahora lo entiendo entonces.- Sonrió su hermana.- Vosotros seréis los antepasados de la familia. Es un bucle que se cierra. ¿Quién me lo iba a decir?, que mi propia hija fuera mi antepasada.

-Sí, mamá - Sonrió Loren, para revelar.- Ahora te lo puedo decir. Mi hija Kimberly crecerá y tendrá descendencia en Némesis. Un hijo llamado Crimson, abuelo de Rubeus, y una hija, a quien Kim, pensando en lo que su abuela le contaba de niña, llamará Idina. Y esa otra Idina a su vez será la madre de la abuela Cooan y las demás hermanas.

-Y cuando yo crezca recordaré la promesa hecha a mi madre.- Sonrió Cooan recordando.- Y llamaré a mi hija Idina, y esa hija, mi amor, serás tú.

-Es algo complicado. – Sonrió Lance, agregando.- Lo que se conoce por labootstrap paradoxe” o del bucle causal. Donde los acontecimientos del futuro producen a su vez los del pasado. Es algo que un extraño individuo que se hacía llamar doctor y que viajaba en una cabina telefónica, me explicó.  De este modo todo queda ya encauzado. Únicamente lamento que para ello hayamos tenido que sufrir tanto. Y hacer cosas que no fueran todo lo adecuadas que debieron ser.

-Sí, me sucedió lo mismo. También hice cosas que no estuvieron bien.- Se lamentó Tom, el hijo de Idina.-

-Y sin embargo, gracias a eso, tu propia familia será capaz de existir. Pues todas esas cosas que tanto tú como otros hicisteis tuvieron que hacerse para que la historia ampliara sus horizontes.- Repuso Asthel para aclararle.- En todo relato que se precie tiene que haber un antagonista.

-También a mí se me dijo algo así.- Terció Jennifer Garret, la antigua compañera de Amatista, Sandy, Satory y Penélope.- Pero no lo comprendí en su total dimensión. Solamente sabía que mi participación debía aumentar las aventuras y la intriga, con el objetivo de que la historia fuese más impactante.

-Sí, eso es cierto. – Convino Asthel explicándoles a todos. – Y los dramas, las aventuras, los conflictos, el humor, las penas y las alegrías por las que tuvisteis que pasar… todo eso le fue dando más profundidad y fortaleza a la historia.

-Eso me dijo a mí el Demiurgo. Quién es también el narrador. – Comentó Lance. – Cuanto más hiciéramos por agrandar la historia y hacerla más interesante, más podría escribirse y mejor resistiría al olvido.

-Así es.- Terció Landar con aprobación.-

-¿Y tú, algo? Nunca dijiste realmente quien eres.- Quiso saber Roy.-



            Al anciano mago sonrió entonces y al fin les desveló.



-Podéis llamarme inspiración. Os he ayudado a crear historias basadas en vuestras vivencias y aventuras.

-¡Claro, ahora lo entiendo! En realidad, cuantas más aventuras más grande era nuestro universo.- Afirmó Roy.- Por ello cada batalla o problema era una piedra más en esta gran construcción. Y me alegro de haber contribuido con unas cuantas. ¿Verdad, Cubito?- Remachó jovial rodeando a su esposa con un brazo ante la sonrisa de ésta.-

-Lucifer lo dijo con claridad.- Recordó Diamante.- En las historias el bien y el mal son partes esenciales para que exista movimiento. Sin rivales ni amenazas, ni retos que superar, no tendríamos razón de ser.

-Y a medida que se escribió sobre nosotros, existimos.- Convino Bertie.- Cada vez de una manera más compleja.

-Todas nuestras experiencias, sentimientos y anhelos, plasmados aquí…-Suspiró Petz.- Haciendo que los lectores las más de las veces, simpatizasen con nosotros.

- Y teniendo nuestras propias pruebas que superar.- Añadió Karaberasu quién dedujo.- Por eso las guerreras no nos ayudaron algunas veces. Porque debíamos ser protagonistas de nuestras propias historias…y cumplir con nuestra misión en el relato.

-Por eso no era nuestra lucha.- Afirmó Rei.- Simplemente éramos una ayuda.

-Sí, solamente podíamos tutelaros pero lo fundamental debíais llevarlo a cabo vosotros. – Convino Ami.-

-Pero las veces que tuvimos que hacerlo, intervinimos gustosas.- Añadió Makoto.-

-Es eso, nos ha encantado tener un papel importante en esta historia.- Remachó Minako.-

-Y vosotros, al cargo del protagonismo, lo hicisteis muy bien.- Aseveró Mamoru.- Debo admitirlo, no era fácil.

-No, teniendo en cuenta que tuvisteis una misión muy complicada. Llevar esta historia a buen puerto y mantener el interés. – Les halagó Usagi.-

-Y todos cumplisteis muy bien con vuestra misión. En verdad la más importante que hayáis tenido. Ahora, primera generación, gracias por todo, ya podéis ir en paz.- Les dijo Asthel con un tono pleno de cariño. -



Y entonces Roy, Diamante, Zafiro ,Ail ,Ann, Nephrite, Amanda, Tom, Beruche, Karaberasu, Cooan, Petz , Esmeralda, ILaya ,Robert, Lornd, Setsuna, Seira, Calix , Mimette, Tomoe, Kaori, Ian, Jenny y todos los demás amigos y compañeros de la primera generación, notaron como su espiritualidad se expandía y llenos de dicha pudieron volar a través del Cosmos, despidiéndose de sus seres queridos.  Tras su marcha, Asthel añadió con la misma voz amorosa y llena de ternura.



- Padre, madre y los demás,  no tengáis ya preocupaciones, volad ahora libres y decidid vuestro devenir en también paz...



Y tanto Amatista, como Leval, Mazoui, Sandy, Coraíon, Granate, Satory, Katherine, Kerria, Samantha, Idina, Alan, Bralen, Aiona, Eron, Naya, Giaal, Susan, Ken, Mimí, Brian, Doran, Seren  y el resto de la segunda generación, también se fueron difuminando, poco a poco. Sus esencias espirituales se elevaron a otro plano, dispuestas para volver a reencarnarse quizá algún día. Pudiera ser que en otros relatos. Por fin, sólo quedaron los miembros de la tercera y última generación.  Y Diaval dijo entonces visible y realmente emocionado.



-¡Si pudiera ser, me gustaría recobrar mi mundo y en él casarme contigo Fiora, así recomenzaremos de nuevo pero con la paz y el amor presidiendo nuestro futuro, sin más luchas!

- Sí amigos, ese es el deseo del Creador. Id en paz y sed felices...Cread un gran linaje y las bases para una nueva e interesante historia que nos emocione a todos. - Les deseó Asthel con gran dosis de afecto. Así pues Diaval y Fiora, junto con los saiyajin de su generación, volvieron a su mundo para comenzar de nuevo -....



            Azrael miró al resto de los componentes del grupo y a Madeleine que seguía también allí, ella parecía llorar, algo impensable en ese estado, pues ahora sólo era consciencia y energía, pero no eran lágrimas de materia sino de espíritu.



-¿Por qué lloras? - Le preguntó afablemente Azrael. - ¿Acaso puedes ser desdichada en este momento de suprema felicidad?

- No lo sé,- admitió la muchacha. - Quizá no sean de tristeza sino de añoranza. De todo lo que hemos sido, y de emoción por el adiós, porque siento separarme de mis seres queridos y de  Asthel otra vez...

- No sufras por eso. Ve y sé feliz, como dije a los demás, siempre estaré contigo.- La despidió éste animosamente. -...



            Madeleine sonrió ahora radiante de luz, su compañero también, y ambos desaparecieron de allí despidiéndose de Asthel y los otros. Prestos a recomenzar con su propia historia en algún otro momento y lugar. Lo mismo que Crista, que se despidió de Maray con una sonrisa declarando.



-¡Vaya una historia! No estuvo nada mal, sólo lamento no haber aparecido antes…

-¿Quién sabe mi querida amiga? Puede que tengas tu propia historia.- Le sonrió su antigua compañera de pasarelas añadiendo con un guiño de complicidad.- Y seguro que será entretenida, alegre y maravillosa, como tú.

-Y antes de marchar debes saber una cosa, Crista.- Sonrió Asthel, añadiendo.- El apellido de tu novio no es casual. Un día llegará que vuestro hijo se comprometa con una princesa y de ellos nacerá una mujer muy importante.

-Sí, y entonces recuerda a mi madre.- Le pidió Maray a su querida amiga.- Y en su memoria dile a tu hijo que Amatista es un hermoso nombre para su niña.

-Así lo haré. Jamás te olvidaré. Ten por seguro que algún día, si es posible, les hablaré a mis futuros hijos e hijas de ti. Lo prometo. - Aseveró la emocionada muchacha.- De lo magnífica que fuisteis…Tanto tú, como tu madre, tu abuela. Y el resto de tu familia y amigos.

-Lo sé. Mi querida amiga. Ahora ve en paz y ya verás cómo serás muy feliz….- Le sonrió luminosamente Maray.-



Y esa muchacha sonriendo con esa posible promesa también se desvaneció uniéndose a su novio que la aguardaba. Luego les tocó el turno a Mimet y a Brian. Ella podría ser ya plenamente humana. Lo sería en algún otro momento y lugar, en cuerpo y ahora en espíritu.



-Adiós amigos míos. Hasta que volvamos a vernos.- Se despidió Brian, dándole la mano a su novia.-

-Ojalá que eso sea muy pronto.- Convino Mimet sonriendo radiante a su vez.- En otras aventuras…



No obstante, todavía no sabían lo que hacer. Quizás volverían a Bios y serían los encargados de recomenzar allí junto con Granate y el resto de parientes y amigos de su generación. Fue éste el que se marchó ahora…



-Ha sido un viaje muy interesante. Espero que podamos compartir más aventuras. ¿Quién sabe? – Afirmó mirando a una sonrojada Alice, sobre todo cuando el chico añadió.- Bien podríamos continuar ese romance que tanto nosotros como nuestros padres dejaron pendiente. Mi bella y gentil princesa, no.- Corrigió con una sonrisa.-  Ahora ya reina de la Luna Nueva.

-Bien podría ser. Eso me gustaría y, el día de mañana, tener unos descendientes a los que narrar todo esto. - Asintió ella, que, tras despedirse de sus padres, desapareció junto con Granate.-



Y también estaban Tom y  Helen, junto a Loren y Lance. Éste último comentó.



-He sido la excepción, los demás de mi generación se fueron…

-En pago a tus servicios a esta historia.- Le explicó Asthel.- Se te ha concedido el proseguir. Quizás llevando a cabo el relato de Némesis.

-Sí, lo que le resumí a mamá.- Sonrió Loren.- El origen de nuestra estirpe que deberá conducir a nosotros mismos.

-Cosas tan extrañas solamente pueden ser posibles aquí, en este universo.- Declaró Thomas Andrew dando la mano a su novia para añadir.- Espero que podamos formar parte de un relato junto a  vosotros. Tío Lance, hermana.

-Para que al menos se puede decir algo de mí.- Intervino Helen.-

-Sí, mi pobre novia apenas sí pudo aparecer. Aunque eso significa que todavía tendríamos mucho que decir los dos.- Comentó Tom.-

-Sí, hermanito. Lo tendréis. Vuestra futura descendencia será muy importante. Y déjame decirte que la parte tuya con el libro estuvo muy bien. Fuiste un gran antagonista. - Convino la joven, no sin entusiasmo, para afirmar.- Como dignos nietos de nuestros famosos abuelos, o bien con nuestras propias vidas. Siempre hay algo que contar. Y puede que hasta nos hagan retratos al leer las historias de nuestras aventuras…

-Eso espero.- Sonrió su hermano agregando con un tono pícaro y divertido.- Oye, no estuvo mal, ¿eh? Yo era el único que sabía que era lo que estaba sucediendo en realidad. Y al final hasta me dieron una novia y todo…Aunque confieso que el papel de Demiurgo me venía algo grande, ja, ja…

-¡Eso no vale! - Se rio Loren, para protestar con jocosidad en tanto acunaba a su pequeña.- Eso es porque el Demiurgo quiso que fuera así. Porque tú has tenido mucha suerte, te has erigido casi en protagonista de los últimos capítulos.

-¡Pues mira quién fue a hablar! Al final del todo has sido la revelación de la trama.- Repuso el aludido. Para sentenciar con afecto y reconocimiento. – Vas a ser la matriarca de una gran y hermosa familia, la nuestra y la de la mayoría de nuestros compañeros de relato.



            Loren sonrió divertida admitiendo aquello, entonces tanto ella, como su esposo e hija, Tom y Helen desaparecieron…



Por su parte, Alusa y Minara volverían a la Tierra, ellas serían las encargadas de guiar los pasos del renacido planeta. Cualquier rastro demoniaco adquirido en su viaje al Infierno había desaparecido pues habían trascendido también.



-Ahora hermana. La vida vuelve a comenzar.- Sentenció Alusa.-

-Si veamos lo que nos depara.- La animó Minara.-

-Ojalá que podamos tener nuestro propio relato. Mina. - Añadió su contertulia.-

-Y que esté lleno de emoción y aventuras. Lush. - Convino su hermana.-



            Entonces ambas exclamaron al tiempo en tanto se desvanecían.



-¡Adiós amigos!



Por fin, le tocó el turno a Maray, ella iría junto con Alex, el hijo de Giaal y Susan, a recomenzar la vida en algún nuevo mundo del universo recientemente recreado. Pudiera ser que en otra historia por completo distinta. Así que, mirando a su hermano por última vez, con lágrimas espirituales de dicha, gratitud y emoción, declaró.



-Te he querido y siempre te querré. Como el estupendo hermano que para mí has sido. Deseo que nunca me olvides. Ahora tengo ilusión por comenzar mi propia historia. ¡Ojalá pueda volverte a ver! Aunque fuera en otro tiempo o en otra vida. En una nueva historia que tanto deseo empezar. Con mi amado.- Remachó mirando  a su novio.-

-La comenzaremos, cariño. Sé que lo haremos. El Demiurgo cumplirá su promesa. Y quizás pronto haya más componentes de una cuarta generación que honre la memoria de sus mayores. - Le sonrió Alex con dulzura dándole la mano.- Si no en ese universo, en éste otro nuevo que espero vayamos a ayudar a crear.



De este modo desaparecieron los dos. Asthel observó cómo se difuminaban sin perder una radiante sonrisa y después, les pidió a los ahora ascendidos dioses.



- Velad por ella y los demás, por favor. Perderán la memoria y no recordarán nada de sus vidas anteriores. Volverán a nacer y crecer, tendrán que pasar la prueba de la elevación y aunque mantendrán sus nombres, eso ya no les significará nada...

- Te prometo que velaremos por ellos.- Respondió Redan añadiendo. - Ahora debemos irnos ¿verdad? Hay muchas regiones del Cosmos que debemos supervisar.



            Asthel asintió con aprobación remachando.



-Y en cuanto me sea posible. Iré a verles, para comprobar cómo evolucionan en su nueva existencia.



            Los cinco dioses, Eykalea y Georcael asintieron. Tras hacer una prolongada reverencia al grupo angélico también se desvanecieron con alegría, cada uno dirigiéndose a remotas regiones del recién restaurado Cosmos…



-Id en paz y gracias por todo.- Sonrió Asthel.-



            Y de este modo todos se despidieron con la promesa de que aquello no fuese un adiós, sino un corto hasta pronto. No obstante, todavía quedaban también allí Serenity, Endimión, las guerreras y  Neherenia. Junto con Goku y sus compañeros.



-Os agradecemos muchísimo vuestra ayuda y colaboración en toda esta historia. Usagi- san. Go-san. Ha sido un honor para nosotros el haber podido contar con vosotros. - Afirmó Asthel. –

-Ha sido un placer. Y creo que puedo decirlo por todos mis compañeros. – Declaró su interlocutora.-

-¡Sí…a ver si en la próxima podemos intervenir algo más! - Rio a su vez Goku, llevándose una mano al cogote entre las risas del resto cuando agregó.- Me he quedado sin poder pelear, aunque he comido bien.



Y la reina del milenario de Plata, hablando ahora como Usagi, con el asentimiento de los demás guerreras, incluida Setsuna que estaba de vuelta con sus amigas, agregó con desenfado dirigiéndose a quién esto escribe.



-¡Cuando vuelvas a contar otra historia como ésta nos avisas, Demiurgo!

-Lo haré. Muchas gracias por todo, y saluda a tu Demiurga  de mi parte.- Contesté.-  Toda mi admiración y respeto para ella, y para el Demiurgo del universo Dragon Ball, también.

-Lo hemos pasado muy bien. Las más de las veces viéndolo todo desde la nube. ¿Verdad chicos?-  Dijo entonces Son Goku con expresión risueña para exclamar, casi parecía que con cierto tono de lamentación. – Es una lástima el no haber podido bajar y repartir algunos mamporros. Pero me encantó adiestrar a esos chavales.

-Sí, aunque ya sé por qué te ofreciste tan rápido para entrenarles tú, Kakaroto. - Intervino Vegeta no sin retintín para afirmar. – Cada vez que tu mujer se pone a hacer limpiezas siempre escurres el bulto. –

-Bueno, papá. – Terció su hijo, aquel apuesto muchacho de pelo morado. - Hicimos lo mismo cuando mama…

-¡Cállate Trunks! – Le ordenó secamente su padre cruzándose de brazos, provocando las risas del resto y la sonrisa de Asthel y los propios ángeles. –

-¡No cambiaréis nunca! – Declaró la Guerrera Plutón afirmando divertida. – El hecho de haber estado casada con uno de vuestros descendientes en esta historia y ser madre y abuela de otros, me ha hecho comprenderos bien. – ¡Os las dais de duros pero en el fondo sois un encanto!

-¡Gracias, Setsuna!… – replicó un sonriente Son Goku que añadió. – Bueno, con permiso, nosotros nos vamos, creo que tenemos más historias en las que participar…



Y de este modo y tras saludar educadamente y quedar para otras ocasiones, todos los del universo Dragon Ball se desvanecieron. Ahora fue Mamoru quién dijo.



-Y nosotros debemos irnos también. También hay otras muchas historias que nos precisan.

-Sí, oficiales, no oficiales,… ¡esto nunca se termina! – Suspiró Minako. – ¡Ah! Siempre lo he dicho, la fama es dura.

-Eso es verdad, espero que pronto tengamos unas vacaciones. – Comentó Ami que añadió mirando con afecto a Asthel. – Pero ha sido todo un placer el poder estar junto a mi amiga Bertie y las demás en esta historia de sus posibles vidas.

-Lo mismo digo – declaró Rei. – Cooan y las hermanas siempre han sido unas chicas estupendas. Se lo merecían. Bueno, al menos si no atendemos a la versión primera de su existencia…



            Se rio y con ella las demás. Mejor no pensar que hubiera sucedido si las hermanas hubiesen sido como en los orígenes de su propia creación. Por suerte una variante de la misma posibilitó esta historia…



-Gracias por avisarme. – Les dijo entonces Neherenia. – Lo he pasado muy bien aquí. Contad conmigo para alguna que otra aventura más cuando queráis.

-Lo tendremos en cuenta. – Sonrió Makoto añadiendo.- Aunque no dependa siempre de nosotros, Nehie… ¡Oye!, me gusta cómo suena tu apodo.- Remachó ante la sonrisa de la soberana. -

-Sí. Le queda muy gracioso. Y….Nehie… Lo pasamos bien siendo amigas. ¿Verdad?- Afirmó Chibiusa dirigiéndose jovialmente a la aludida, con el asentimiento de las Sailor Asteroides. – Habrá que repetirlo.

-Has sido un magnífico fichaje. Me hiciste trabajar mucho para incluirte pero ha merecido de sobra la pena. Eres desde luego una Gran, Hermosa y Gentil Reina, Nehie.- Le dije yo con gran agradecimiento.-



La soberana de la Luna Nueva sonrió asintiendo a su vez y tras inclinar levemente la cabeza como despedida también, desapareció… Fue Artemis quién les comentó entonces a todos.



-Debemos retornar a nuestro propio universo.

-Lo dicho. Fue divertido. – Completó Haruka. –

-Aunque muchas veces no pudiéramos decirles lo que iba a suceder. Ni porqué estábamos aquí – Sonrió Michiru. –

-Y a mí me encantó tener vida familiar y desarrollar la convivencia con vosotras y con mi padre, incluso Kaori no me acabó cayendo tan mal después de todo. – Terció Hotaru –

-Aunque algunos de los nuestros han faltado.- Objetó Diana –

-Sí, éramos ya tantos que era muy difícil buscar acomodo, aunque quién sabe, siempre habrá más historias que puedan necesitarles. – Le respondió su madre la gata Luna, que, al igual que su hija y Artemis estaban en forma humana –

-Les vamos a echar mucho de menos a todos. – Suspiró Rei. –

-Siempre podréis abrir el libro de historias y allí estaréis con ellos de nuevo. Y quién sabe, puede que alguna vez ese mismo libro se amplíe. – Comentó Asthel en lo que parecía una ambigua promesa. –

-Tienes razón, Mensajero. – Sonrió a su vez Ami. – Espero que sea así.

-Y será un honor y una gran alegría pasarse otra vez por aquí. – Remató Setsuna. –

-Es verdad. Fue una experiencia muy grata, el poder ayudar a unos viejos amigos a crear sus propias vivencias y aventuras.- Sentenció Endimión.-



Entonces Usagi, o mejor dicho, Serenity ahora, con tono más serio y al tiempo nostálgico, les dijo a todos.



-Bueno, ahora sí que tenemos que irnos. Ha sido un placer y lo hemos disfrutado, estos personajes han sido encantadores y muy agradables. Estoy muy contenta de haberles podido llamar amigos, pero el Universo de Sailor Moon nos espera. Todavía nos queda mucha labor allí. Si nuestra Demiurga quiere. Y en otras adaptaciones.



            Asthel les dedicó una mirada llena de afecto, entonces, con tono agradecido y voz queda, declaró.



-Hasta siempre y una vez más muchísimas gracias por todo, amigos. Habéis contribuido a que esta historia quede en el recuerdo. Porque a vosotros nadie os olvidará. Vuestras aventuras ya son inmortales. Al igual que tú Reina Serenity, Usagi Tsukino. Sailor Cosmos. Tú siempre serás eterna, Sailor Moon.  Eres literalmente un ángel…aceptaste esta gran responsabilidad. La de guiar y conformar este relato con tu mediación. Y al resto de vosotros, soberano de la Tierra, amigos, princesas eternas, ángeles de luz. ¿Qué más puedo decir? Me faltan palabras para expresar el reconocimiento que se os debe. En nombre de mi Demiurgo, muchas gracias…



Guerrero Luna y las demás sonrieron de forma luminosa. Tanto ella como su grupo se mostraron finalmente como lo que realmente son, ángeles guardianes del Cosmos. Desplegando cada una dos pares de alas hicieron al unísono una gentil inclinación de sus cabezas agradeciendo aquellas palabras, para acto seguido desaparecer…

           

Y por fin únicamente quedaron los Siete Primordiales que, junto con Asthel y Luzbel, ahora eran nueve, pudiendo charlar entre ellos unos breves instantes.



- Ahora todo vuelve a comenzar. Aunque la Nada se ha contraído pero volverá.- Auguró Miguel. -

- Quizá alguna vez logremos que la Nada sea nada para sí misma y el Olvido pierda la memoria de sí y que jamas haya otro recomienzo. - Terció Uriel. -

-¡Y qué vacía sería nuestra propia existencia entonces! - Les dijo Luzbel que incluso hasta parecía divertido al preguntarles. Como si tratase de que adivinaran un acertijo. - ¿Es que aún no lo entendéis siendo como sois los Siete Primordiales?

-¿Qué debemos entender? - Inquirió Rafael que, en efecto, no comprendía a que podría referirse su compañero -...

- Yo sí sé a lo que Luzbel se refiere.- Respondió Raziel desvelando. - Esto de la Nada no existe en realidad. La no existencia no existe, aunque sea un juego de palabras. Al Creador no se le escaparía algo así. Él mismo lo ha inspirado desde siempre.

-¿Por qué habría de hacer eso? - Inquirió Gabriel sorprendido. -

-¡Ya lo entiendo!  - Intervino Asthel que explicó lleno de asombro y admiración. - ¡Con cada renacer el Creador purifica todo lo creado nuevamente!, ¡ese es el secreto! La Nada sirve para unirnos a todos en un fin común y rememorar la primitiva unión del Cosmos. Todo viene dado para que se cree una dualidad. ¿Verdad, Luzbel? - Le consultó a su hermano deseando que éste le confirmara aquella suposición que le llegaba inspirada. -



El aludido asintió, visiblemente complacido de que Asthel se hubiese dado cuenta y le dijo.



- Parece que tu aguda habilidad para desvelar los secretos y misterios más arcanos supera incluso a la de Raziel. Sí, así es, la verdad es que el Creador y yo no nos desunimos por la Nada, sino que la Nada fue Creada para justificar nuestra separación...

- No entiendo la causa de eso.- Dijo Israfel que repuso. - ¿No sería mejor seguir juntos y felices por siempre?...

-¿Recuerdas lo que ocurrió en el Paraíso Terrenal con los primeros hombres, Israfel? - Le preguntó Luzbel. -

- Sí,- replicó éste relatando. -Tú tentaste a esos primeros hombres y el Creador les expulsó del Paraíso. Es por eso que perdieron la ocasión de ser felices por siempre en su encarnación...

- No,- le corrigió suavemente Luzbel exponiendo a su vez. - Lo que ocurrió es que el Creador les dio la potestad de elegir y eligieron mal. Pero para que pudiesen elegir mal debía existir alguien que simbolizase dicho mal...

- Ya lo entiendo,- intervino Miguel para afirmar. -El Creador lo hizo para que el ser humano y otros muchos seres tuvieran libre albedrío. Por que tú repetiste eso en muchos paraísos, la mayoría de los seres que los habitaban fallaron en su elección, aunque algunos otros no...

- Eso es,- asintió Luzbel con una sonrisa explicándoles a sus hermanos. - El Creador tenía el proyecto de hacer seres diferentes a nosotros. Que no sólo le sirvieran con el conocimiento supremo sino que fuesen capaces de hacer a cada momento lo que quisieran y si no, existían al menos dos opciones donde elegir. Si únicamente hubiese existido un  solo camino, ¿cómo habrían podido hacer eso? Es por esa razón que me dio a mí el encargo de representar la otra opción y desde esta perspectiva el ser humano y muchas otras especies del Universo pudieron escoger y así labrarse su destino. Aunque tutelados por el Creador, por nosotros y por otros seres más cercanos a su nivel de iluminación y con ello que la fe y la esperanza anidasen en ellos para hacerles progresar en la escala del Conocimiento y la Elevación.

- Entonces. ¿Por qué regenerar el Cosmos entero? - Inquirió Rafael añadiendo. - Sólo necesitaba regenerar las almas de esos seres.

- Para regenerarme a mí.- Replicó Luzbel con otra esplendorosa sonrisa afirmando -, yo no deseo estar lejos del Creador. Él lo sabe y conoce también cuanto me cuesta hacerlo para que este divino plan suyo se lleve a cabo. Cada ciclo cósmico me da la oportunidad de verle y volver a ser como era en un principio.

-¿Y cuántos recomienzos llevamos ya? - Quiso saber Asthel. -Tú debes de saberlo Luzbel, eres el único, aparte de nuestro Señor, que parece saberlo todo...

- Tantos que no soy capaz de recordar,- admitió éste aseverando con voz queda. - Desde siempre y por siempre, de forma infinita y cada uno diferente en su infinita diversidad del anterior....Todos son relatos diferentes puesto que el Creador es también el Supremo Demiurgo.

- Tal es el poder del Creador. Alabemos su nombre.- Declaró respetuosamente Miguel. -



            Luzbel asintió y repuso con algo de tristeza.



- Ahora debo dejaros y volver a mi papel de Lucifer, el Ángel Caído. Hay que empezar a tentar de nuevo a todos los seres del renacido Cosmos. - Suspiró y con tinte que parecía resignado se arengó. - ¡En fin, vayamos allá! Y batiendo sus ahora doce hermosas y flamígeras alas, desapareció despidiéndose de sus compañeros. – Adiós amigos, ya nos veremos…



            El resto de los ángeles también iban desapareciendo según declaraban...



- Nosotros debemos ocupar también nuestros puestos en el Cosmos.- Dijo alegremente  Miguel. -Como siempre hemos hecho...

- Sí,- convino Rafael con jovialidad.  - ¡Vamos a ver que nos depara este nuevo comenzar!...

- Nuevos secretos, nuevos misterios y nuevas soluciones.- Añadió esperanzadamente Uriel. -

- Yo debo llevar también la palabra del Creador, ¡estoy deseoso de hacerlo y muy dichoso  por ello!,- expresó Gabriel con regocijo. -

- Todo debe ser puesto a funcionar una vez más. - Alentó Raziel -...

-¡Y la música de la Armonía Cósmica habrá de sonar de nuevo y para siempre en toda su vasta extensión! - Anunció Israfel lleno de dicha. -

- Así es.- Asintió Azrael afirmando complacido. - De nuevo me toca acompañar y confortar a las almas de los que aun vendrán.



            Y tras desplegar sus tres pares de translúcidas y luminosas alas, todos los demás se dispersaron por el Cosmos, dispuestos a recomenzar con sus tareas. Al fin, Asthel quedó completamente sólo en aquella vastitud elemental. Las primeras estrellas renacidas brillaban ya en una gran gama de colores formando nuevas galaxias que se separaban de forma rápida a sus ojos, creando un maravilloso e irrepetible espectáculo de centellas luminosas. El ángel suspiró y meditó maravillado para sí mismo o para todo el Cosmos que quizá no podría oírle, o quizás sí, declarando...



- Y yo, debo volver a reencarnarme otra vez, pero aún no. Cuando llegue el momento. Ahora, como dirían los humanos, ¿puedo tomarme unas vacaciones junto a ti Creador? ¿Me das permiso?...-  Y Asthel sonrió lleno de felicidad al recibir una respuesta que sólo podía sentir él mismo para añadir con un entusiasta reconocimiento. - ¡Muchas gracias!, lo siento en la Infinita Melodía de la Armonía Cósmica. Todo está bien ya porque la música universal resonará por siempre. ¡Entonces, allá voy!...



Y dicho esto batió grácil y suavemente sus seis hermosas alas para desaparecer dejando que todo quedase en paz y silencio en el Universo. La vida de incontables mundos y de los innumerables seres que ya habitaban o habitarían cada uno de ellos, comenzaba. Todos los que habían sido reencarnados volverían a vivir en este Cosmos. Pero quizá no en ese mismo momento del origen, puede que lo hicieran en una dimensión y una época muy parecida a la que habían dejado por la Trascendencia, tan parecida que quizá no podría distinguirse de la suya anterior. O quizás resurgieran en otros mundos, en otras dimensiones, en otras eras, y con otras conciencias que habrían olvidado de seguro sus existencias anteriores. Ya que toda criatura debía tener la libertad de fraguarse un nuevo destino por sí misma, sin más influencias que las que pudiera proporcionarles un nuevo espíritu. Para todos se abrirían las innumerables posibilidades de nuevas historias. Pero estarían siempre dentro del Amor del Creador, quién, junto con sus ángeles y las demás entidades de luz, velarían por ellos. Recordando así a todos esos seres y a las tres generaciones, en sus mejores momentos, con los acordes de la Melodía Cósmica, un incipiente Universo con renovadas esperanzas e ilusiones, estaba listo para comenzar.







FIN    DE    LA     QUINTA         PARTE



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