23./Capitulo 131.La Verdadera Esencia.
-¿Y entonces qué sucedió?.- Preguntó el propio emperador totalmente embargado por la emoción de aquella aventura -.
Yener pareció concederse un ligero descanso en su narración aunque no por falta de fuelle o cansancio al contar lo sucedido, la tristeza parecía embargar su semblante y también el de la comandante Renar al recordar lo que sucedió después.
- Lo siguiente que ocurrió no nos lo esperábamos.- Prosiguió con tono melancólico -.En efecto las hienas, al parecer sorprendidas y hasta temerosas de nuestra respuesta, retrocedieron un poco. Como si lo estuvieran pensando mejor. Aquello fue raro, porque, en circunstancias normales, cualquier animal de esas características hubiese desistido al comprobar que existía para él un peligro mortal, pero ese no fue el caso de nuestros enemigos.
- Es verdad - corroboró Jilia al entrar también a narrar la historia -. Lo siguiente que sucedió fue muy extraño, aunque en el preciso momento en el pasó ninguno nos percatamos claramente de ello.
Y con la expectación dibujada en todos los rostros la comandante Renar no quiso detenerse en su aseveración y se explicó.
- Al poco se lanzaron hacia nosotros varios de esos animales .En realidad cuatro y por cada punto cardinal .Quedaban muchos más y eso fue curioso. Parecía un grupo de comprobación. Quizás esos bichos intuían que nuestra respuesta volviera a repetirse y no deseaban arriesgar más que unos pocos de los suyos.
- Pero esa conducta es a todas luces propia de una inteligencia superior a la de esos animales - intervino Nerel con total acierto en su apreciación -.
Y Yener le dio la razón con un largo asentimiento de cabeza pasando a responder de modo más concreto cuando siguió la narración.
Cuatro pares de verdes puntos luminosos saltaron sobre el grupo sin obtener más que lo recibido por sus malogrados compañeros, un topetazo contra la barrera mágica y sendas flechas que acabaron con sus vidas al clavarse entre sus ojos .Tras esto el grupo era completamente optimista. Seguramente el resto de los animales ya no se atreverían a lanzarse en otro embate suicida. Pero el siguiente ataque no provino de las hienas sino del cielo .Desde lo alto cayó una especie de rayo rojizo que, a diferencia de los cuerpos puramente físicos podía entrar en aquella barrera mágica. Además llevaba una trayectoria dirigida, concretamente al mago Dorein que recibió el impacto justo en la base del cuello .Como era de suponer el repentino fogonazo pilló de improviso a todos y los sobresaltó dejándoles tan desconcertados como podrían estar las hienas. Entonces Yener comprendió, siendo advertido también por sus instintos primarios.
-¡Nos atacan seres malignos, las hienas están bajo su control, sólo son una maniobra de distracción!.
Y dicho esto desenvainó su espada, durante la defensa contra los animales no lo hizo al tener que usar el arco, más práctico para esos menesteres .Ahora, por fortuna, anduvo pese a todo, rápido de reflejos ya que el rayo siguiente le buscaba a él, pero la Somerlaiance se encargó de desviarlo y absorberlo. Y durante un leve instante que duró el destello de la energía recibida la espada pudo iluminar a su alrededor mostrando un tétrico panorama.
De un lado se distinguía a quién pertenecía el cuerpo tendido a muy poca distancia de Yener, efectivamente era el mago Dorein. Por otro, la confusión y la mirada aterrada del resto del grupo. Las hienas que, a pocos metros más allá, parecían esperar su momento para un nuevo y más fructífero asalto y en el aire dos figuras negruzcas recortadas en el rojizo resplandor que una de ellas había emitido. Los breves instantes que duró la tenue luminosidad rojiza fueron más que suficientes para que Rena chillase despavorída. Eryd hiciera lo mismo con horror y desesperación al descubrir el cuerpo de su tío y que Yener gritase a su vez lleno de sorpresa y cólera.
-¡Un hialgasth ,todos a cubierto!.
Casi todos los demás pese a los momentos de pánico y confusión por los que atravesaban obedecieron instintivamente .Los únicos que no lo hicieron fueron Yener, que de pie sustentaba la espada a fin de parar cualquier otra descarga de energía y Eryd que se negaba a perder la referencia con el cuerpo de su tío amén de intentar mantener la barrera que había sido mermada ahora en buena parte de su fuerza merced a perder a uno de sus puntales y tener al otro afectado por el miedo, la sorpresa, el dolor y la rabia principalmente. Pero ahora la espada de Yener prestaba cierta visibilidad al amparo de su dorado resplandor y Jilia distinguiendo la silueta de la maga teñida por ese color oro, enseguida se lanzó sobre ella y la derribó susurrándole.
- Haz lo que Yener dice, de pie serás un blanco fácil para ellos.
- Pero, mi tío y la barrera - fue lo único que la confusa muchacha pudo replicar -.
-¡Olvídate de eso ahora!- le espetó Jilia entre dientes -.Tenemos otros problemas más graves que atender.
Por desgracia aquello era bien cierto y notorio .El Hialgasth, visible ahora al emitir una tenue aura rojiza a su alrededor, hizo un amago con una de las mangas de su túnica y aunque Yener se aprestó a la defensa pensando en un nuevo rayo no fue así. El ataque vino por tierra a cargo de las sanguinarias hienas. Ya no cabía ninguna duda, estas obedecían a la voluntad del nigromante encapuchado que además las arengó con un alto siseo lleno de odio.
-¡Adelante .Despedazadles, quiero que mueran de un modo horrible para darme la venganza que anhelo contra los humanos!...
Sin pensar, actuando simplemente por el instinto de supervivencia, tanto Jilia como Pelgrus y Rena se incorporaron al instante en posición agachada, rodilla en tierra alrededor de Yener y Eryd; blandieron sus arcos y cargaron disparando y acabando con tres de esas criaturas que se les acercaban .La maga por su parte, llena de rabia, atacó al Hialgasth y su acompañante con una ráfaga de energía mágica y blanquecina que el ser oscuro apenas sí pudo esquivar en el último instante perdiendo por unos momentos su posición de ventaja respecto de sus enemigos. Yener saltó entonces como un resorte y a una velocidad increíble repartió varios tajos sobre el resto de las hienas que habían escapado a las flechas. Una de ellas incluso llegó a morder a Rena en el jubón, tironeando del mismo a la espera de clavar sus dientes en la carne de la chica, pero ella fue más rápida y asestó a su enemiga dos mortales puñaladas en el cuello y la garganta de la que manó sangre a borbotones sobre la muchacha. Empapada de ella pero ilesa fue prestamente auxiliada por Pelgrus quién apartó el cuerpo convulso de la hiena. Las demás de sus congéneres aparte de la momentánea distracción del Hialgasth que las controlaba, debieron de imponer el miedo al hambre que pudieran sentir y dándose media vuelta emprendieron la huida .En pocos instantes estaban por completo fuera del pequeño alcance visual que brindaba la espada de Yener .Aunque esos animales por sí solos no le preocupaban. Decidido a no cometer dos veces el mismo error buscó al Hialgasth hasta localizarlo a la luz de su tenue resplandor .El ser oscuro acababa de recuperar la estabilidad tras el fallido ataque de Eryd y Yener no quiso concederle una nueva oportunidad de reemprender su ataque y su dominio de aquellas bestias. Le lanzó una especie de rayo místico que, por segunda vez y en esta ocasión no de modo completo, pudo esquivar su adversario.
-¡Bastardo!- le insultó Yener desde su puesto elevando desafiantemente la espada en dirección a su odiado enemigo -.¡Vas a lamentar el habernos atacado!.
Eryd se unió a la ofensiva y entre ella y Yener lograron forzar al Hialgasth a construir una nueva barrera protectora, al hacerlo la figura que estaba con él flotando a pocos metros del suelo cayó a plomo entre un grito y el intento de proferir algún tipo de insulto a su compañero, aunque no le dio demasiado tiempo ya que la distancia que le separaba del terreno se cubrió en poco más de un segundo quedando bastante resentido por el súbito e inesperado impacto. Afortunadamente para Sebek, pues de él se trataba, la tierra no demasiado dura del lugar le amortiguó el golpe.
- Uno de ellos ha caído - avisó Pelgrus a sus compañeros -.
Los demás no parecieron hacerle mucho caso en un primer momento, Yener y la maga centraban su atención en el Hialgasth, única amenaza que les inquietaba y Jilia recorría con la vista el pequeño perímetro de terreno por el que se habían dado a la fuga las hienas por si a estas les daba por regresar .Dado que el elfo una vez más fue el primero en percatarse de lo sucedido, ya que, entre otras cosas, su mejor y más aguda visión en esas condiciones le proporcionaba una importante ventaja, fue el primero en apuntar con su arco al bandido que yacía a unos cuantos metros a la derecha de la posición que Pelgrus ocupaba.
Sebek trataba de incorporarse, había recibido un fuerte impacto en su pierna y costado derechos que prácticamente absorbieron toda la dureza del golpe. Apenas sí podía moverlos sin notar un dolor punzante y seco, pero de todos modos se dio cuenta de que tratar de incorporarse aun estando ileso habría sido una estupidez. Eso le convertiría en blanco fácil para las flechas enemigas y optó por arrastrarse lo más deprisa y lejos posible del círculo de sus adversarios y del reducido alcance visual que la espada de Yener y los rayos de Eryd les proporcionaban. Entre tanto y durante todos aquellos minutos el cuerpo de Dorein seguía inmóvil, fulminado en el sitio en donde cayó. No obstante en aquellos momentos de lucha ni siquiera Eryd prestaba atención a su tío caído, la situación exigía primero asegurar la propia supervivencia derrotando al enemigo. Así, entre la maga de Esil y el monje de Somer, continuaron sometiendo al Hialgasth a un incesante bombardeo de magia y ataques espirituales. Este ser resistía parapetado en su muralla aunque aquello tampoco podría prolongarlo durante mucho más tiempo y él lo sabía así que, en un breve momento que sus adversarios emplearon en recuperar energía, optó por escapar de aquel lugar volando raudo con dirección al horizonte más meridional, al corazón de aquella meseta en la que podría recobrar sus fuerzas con más facilidad .Yener y los demás tuvieron que ver como se alejaba entre imprecaciones de rabia y posteriores pensamientos de resignación. La lucha había durado más de lo que podrían haber creído en un primer momento y al menos, la presencia de una luna grande y luminosa, emergida de unas nubes que precisamente estaban ahora desapareciendo con inusitada rapidez, vendría a paliar el problema de la oscuridad que les rodeaba .Fue entonces cuando Eryd y los demás descubrieron con horror el destino de Dorein. El mago fue alcanzado y muerto al momento por aquel traicionero rayo que no pudo esquivar ni prever .Su sobrina y alumna apenas sí pudo abrazarse a su cuerpo y llorarle en silencio, tratando una vez más, tal y como hiciera con la muerte de su prometido, de dominarse y mantenerse firme. Aquella muchacha tenía mucho valor y entereza y eso admiraba a todos los presentes, en especial al mismo Yener que ahora comenzaba a comprender y a reprocharse muchas cosas. Después de envolver a su tío y mentor en un fuego mágico y tal y como el fallecido hiciera con Galad, Rena volvió a entonar una canción funeraria y la maga le envió a las estrellas a fin de que gozase de un descanso eterno entre los dioses .Después, sintiéndose muy cansada, pidió dormir. En realidad el agotamiento le era insuperable ya que exigió de su cuerpo demasiado esfuerzo al mantener esa barrera de energía protectora y al lanzar sus posteriores ataques amén de la conmoción emocional que experimentaba .También Rena y Pelgrus estaban exhaustos y fue Yener quién se brindó a montar una primera guardia, él podía aliviarse mejor el agotamiento con la ayuda de sus disciplinas y hacer lo propio con Jilia que también expresó su deseo de hacerle compañía. Aunque esta vez no sucedió nada entre ellos excepto una larga e interesante conversación. Ambos coincidieron en el mismo tema, estaban asombrados y maravillados del comportamiento de Eryd, pero esto, tal y como estaban descubriendo, era una característica común de aquella excepcional casta de magos.
- Es increíble - decía Yener una y otra vez llevado a partes iguales por la pena y la más profunda admiración -.Esa chica ha perdido a su prometido y sin haberse recuperado todavía a su tío y maestro. Sin embargo, de ella no ha nacido reproche y depresión ninguna durante la batalla. Ha luchado valientemente como la que más y ha sabido mantenerse digna y con una fuerza inquebrantable .Yo jamás habría sido capaz de nada igual, yo, que me quejaba y lamentaba por la debilidad de los nuestros en el futuro he comprendido que esa también era mi propia debilidad.
Jilia le miró perpleja, como si no quisiera prestar crédito a esas palabras de alguien a quién ella admiraba y sobre todo, y ahora lo sabía bien, amaba por encima de otras consideraciones de compañerismo o amistad.
- Tú eres un héroe de Yumlaiance que se ha sacrificado por nuestro planeta al aceptar de buen grado venir aquí a recuperar la esperanza y el poder para derrotar a nuestros enemigos- le rebatió ella -. No puedes decir eso en serio.
- Estás equivocada.- Le corrigió él añadiendo con una gran dosis de autocrítica en su lamentación -.Estaba preocupado y temía el destino de nuestro planeta cuando vine aquí si, pero olvidé lo principal. No se puede dar o quitar el valor o la dignidad a un pueblo con meros simbolismos Jilia .En realidad me preocupaba más la falta de lealtad a las antiguas tradiciones porque creía que ellas eran el espejo y las guardianas de la seguridad y prosperidad de nuestro mundo. Estaba en un gran error; lo cierto es que todos nosotros somos los custodios de semejantes valores. Una oración a Maray por muy bella que esta sea o por mucho que cumpla con las normas de rigor no significa nada por sí misma ,debe animarla una voluntad. No sé cuando me di cuenta de ello ,pero ahora al ver a Eryd y su coraje y determinación lo he comprendido al fin .Ha perdido a dos de sus seres más queridos y no ha luchado solamente por venganza o por defendernos a los demás, ni siquiera por ella misma .Aunque sé que esto parece contradictorio ,quizás en algunos instantes el instinto de supervivencia nos ha guiado a todos, pero eso es natural .Lo que en verdad la hace diferente es que ha sabido recoger el testigo y cumplir con su deber para con nosotros y el resto de los habitantes de este mundo, pasados ,presentes y futuros .Al hacerlo así ha honrado la memoria de Galad y Dorein, nos ha dado una gran lección y ha cimentado las bases de lo que en nuestro mundo futuro será el recuerdo a los héroes de Yumlaiance, un grupo al que ella ya pertenece por derecho.
- Es una heroína sí,- admitió Jilia con patente admiración añadiendo también con pesar e incluso indignación -.Lástima que en este tiempo eso apenas se les reconozca a las mujeres.
Yener la observó con un matiz de desaprobación que desconcertó a la comandante Renar. Quizás él pensara que ellos se encargarían de hacerla justicia ante la historia reivindicando su nombre o podría decirle que las cosas iban a ser muy distintas ya que ellos no pensaban igual que los habitantes de esta era .Pero Yener le dijo una cosa bien diferente para sorpresa de su contertulia.
- A eso me refiero. Tú misma me lo has confirmado. Jilia, estamos inmersos en la cultura del reconocimiento, del valor ,del honor, y la lealtad, pero no debemos admirarlos en alguien y ensalzar la figura de esas y otras personas por el mero hecho de unas victorias o algunas aventuras ,por muy importantes y peligrosas que fueran .El valor de Eryd es importante por el sentimiento en sí, de fe y fortaleza que debe inspirarnos a todos, y no por que deban concederla una medalla o cualquier título o mención. Ese ha sido mi gran error; muchas veces he actuado cumpliendo con mi deber o incluso en ocasiones yendo más allá y esperaba, como así me sucedió, el reconocimiento justo, eso sí, pero a fin de cuentas el reconocimiento a unos méritos y las recompensas que eso conllevaba.
Jilia escuchaba con los ojos muy abiertos y comenzaba quizás a darse cuenta de lo que su compañero y amigo quería decir. Más si cabe cuando Yener añadió.
- Todas las condecoraciones ,títulos, honores y prebendas que me han concedido, ¿qué son en sí mismas y que significan? .Nada - se respondió con una cortante sentencia -. Simplemente unos elogios que se han ido sistematizando con el paso del tiempo, los hemos ido desdibujando y perdiendo su razón de ser hasta convertirlos en burdas caricaturas de sí mismos. Muchas veces hablé de la patria y del bien de nuestro pueblo por encima de intereses materiales. Y ahora veo que en muchas ocasiones fui igual de hipócrita que muchos de esos empresarios y magnates contra los que me enfrentaba .Recuerdo la polémica que tuve cuando ,junto con Menera encontramos los restos de la Wayard y de su tripulación. Dejamos en un segundo plano el significado de aquello y yo mismo participé en una agria polémica sobre el destino de los restos de aquellos valerosos pioneros.
- Pero tú y Menera llevabais la razón.- Replicó Jilia sin dudarlo en absoluto -.
- Puede ser, aunque la cuestión no fuera esa - le explicó condescendientemente Yener moviendo lentamente la cabeza y sonriendo ahora con simpatía al recordar -.Cuando viajé en el Dalarzian, mi primera parada fue precisamente esa época y pude conocer al capitán Mand. Y supe entonces que a él no le importaría lo que el Destino o la Historia dijera de sus aventuras. Sólo quiso reflejar su amor por su pueblo ,su trabajo y su prometida Alany .Y una vez que su espíritu fue con los dioses el resto ya carecía de valor. ¡Pude conocer al hombre y no al héroe., Jilia! , y eso fue más importante. En cambio nosotros lo tratamos como una reliquia a la que venerar en lugar de inspirarnos en los principios que la convirtieron en leyenda. Todavía tengo en la mente el rostro de aquella mujer al ver despegar a su prometido .Era la misma mirada valiente y el mismo saber estar que ha demostrado Eryd .Y cuando ella me miró a mí, en el momento en el que los cohetes de la nave la sacaban de nuestra atmósfera con rumbo a su primer y último viaje supe que ella lo presentía. Y así me lo dijo. Entonces quise consolarla con la promesa de que Mand sería una leyenda y el punto de referencia de nuestros exploradores futuros .Incluso le aseguré que ella misma formaría parte de esa leyenda y no se lo creyó, o al menos eso creí que era, pero ahora que recuerdo la expresión de su rostro, su serenidad y el amor que transmitía su mirada cuando elevó la vista hacia el cielo.Comprendo que ella no necesitaba ese vano consuelo mío, ya que tenía su amor por él, y eso es algo que la acompañaría siempre, igual que al capitán .Y no me cabe ninguna duda, los dos volvieron a reunirse en la Eternidad. O mejor dicho se reunirán.
Jilia tan sólo podía dirigirle una mirada atónita y absorta ,y Yener volvió a preguntarse..
- A veces pienso, ¿por qué fui ensalzado tan deprisa y de forma tan precoz? .Y deduzco también que, quizás porque debía aprender esta lección en nuestro mundo ,o puede que en este .Realmente había que llegar hasta los maestros legendarios para darse cuenta de esto. La parada en el despegue de la Wayard y la posibilidad de conocer a Kored Mand fue el primer intento que hicieron conmigo los dioses de que entendiera la verdad ,pero me sucedió igual que con Skarn Dainlin ,mi admiración ciega por el mito eclipsó todo lo demás .Si me fue concedida a mí también la categoría de mito en nuestro tiempo no lo sé, pero si fue así ,Kail ,Alex y Maray tendrían la intención de hacerme comprender que eso no era lo importante ,quizás al no lograrlo dispusieron que pudiera conocer a otros grandes personajes de leyenda ,pero he debido comprenderlo al fin aquí, entre personas normales que no aspiraban a nada tan profundo y elevado...- remató con una sutil pero aguda ironía y sentenció -.Lo que debemos hacer hemos de hacerlo sencillamente porque así es nuestro deber y porque amamos a nuestra tierra y a los que viven ,han vivido y vivirán en ella ,no por nada más.
Jilia sintiéndose algo confusa aún ,le inquirió con prevención.
-¿Qué se supone entonces que debemos hacer y cómo?.
- Devolver la esperanza a nuestro mundo y ayudarle a combatir contra los poderes oscuros - replicó rotundamente él para matizar -.Pero la esperanza no puede ser llevada como un mero objeto que nosotros les demos .Todo nuestro pueblo la tiene, sólo hay que saber despertarla .Y para eso antes debíamos despertar la nuestra que estaba tan dormida como la de todos los demás.
Y dirigiendo la mirada hacia los dormidos ,Eryd, Pelgrus y Rena, Yener aseveró.
- Mírales bien ,los tres se unieron a nosotros y nos ayudaron como leales y buenos amigos ,nunca quisieron mérito alguno o contraprestaciones .No han pedido honores ni una mención en la historia. Tan sólo han creído en nuestra misión, más incluso que nosotros mismos. Más que yo, quién a veces he tenido la egoísta pretensión de ser un nuevo liberador o héroe fundamental para nuestro mundo ,o que tú, que ,lejos de esas apreciaciones ,me has ayudado por tu código militar y la reivindicación de tu gran valía. Nada de eso nos era necesario Jilia.
- Tú me ayudaste a creer en mí misma más que cualquier otro honor o ascenso - le confesó ella agradecidamente cogiéndole de una mano - .Pero reconozco que es cierto ,cuando vine a esta época lo hice huyendo de mi propio fin ,deseando acabar con el espíritu maligno que me poseía y envenenaba ;reencontrarme contigo para destruir a los seres oscuros y vengarme también, a la par que participaba en la salvación de nuestro mundo futuro. Ahora que llevamos vivido tanto juntos me he acostumbrado a que todos seamos camaradas y amigos y pese a ello no olvido a los que dejamos en nuestro tiempo. Es lo que más echo de menos, y apenas sí pienso en como luchar contra el enemigo si logramos regresar .Anhelo más que nada abrazar a todos mis seres queridos.
- Te comprendo pero para eso todos tenemos que ser libres y cuando volvamos hacérselo ver a ellos. Pero no desde una posición prepotente o de superioridad ,sino con humildad y amor .En eso se resume todo .¿Acaso nuestro grupo sigue unido por intereses técnicos o ni tan siquiera por nuestra misión?. No ,yo en cambio, creo que cualquiera de nuestros amigos nos seguirían hasta el fin del mundo porque nos quieren y nosotros a ellos .Eso es lo más importante de todo.
Y Jilia se abrazó a él asintiendo de modo casi imperceptible. Pasó así el tiempo de su guardia y ambos despertaron a Rena y a Pelgrus, nadie quiso hacer lo propio con Eryd ya que todos pensaban que al menos, se merecía un descanso completo por aquella noche. Y no sólo por un gesto especial de cariño o solidaridad. Además estaba el sentimiento de que siendo la única maga del grupo debía recobrar fuerzas para emplear más eficazmente sus poderes .Así una vez despiertos Pelgrus y Rena se encargaron de montar la segunda y definitiva guardia antes del amanecer.
Por su parte Sebek había logrado alejarse lo bastante tras el combate para desaparecer de la vista de sus enemigos y ser olvidado por ellos. Su compinche el Hialgasth en contra de lo que pudiera parecer no se desentendió de él ya que le encontró una vez seguro de que él mismo no corría ningún peligro. Al llegar junto al bandido, soportó indiferente la retahíla de reproches e insultos de este y cuando por fin comprendió que el humano se había desahogado procedió a curarle sus heridas con un conjuro y le dijo.
- Nos queda muy poco tiempo ,están a punto de salir de la meseta de Sedlard.
-¿Y qué quieres que hagamos?,- le espetó el bandido bastante harto ya de todos sus infructuosos esfuerzos anteriores -. ¿Acaso lanzarnos en misión suicida?. Escúchame bien ,hasta ahora te he ayudado porque pensaba que los Hialgasth seríais más poderosos y que Lord Ragerf nos ayudaría a nosotros .Pero veo que hemos sido derrotados y casi aniquilados .Y para terminar de arreglarlo ahora van a salir del terreno ,que en teoría nos era más favorable .¿Qué podemos intentar ya para acabar con ellos que no hayamos hecho?.
- Necesitan aun dos objetos para poder regresar - le explicó el Hialgasth -. Nos bastará con impedir que los consigan.- Y como si hubiera intuido la siguiente objeción del humano añadió -.A partir de ahora les seguiremos a distancia ,como hicimos anteriormente. No temas, han de volver a territorios más accesibles a nosotros cuando salgan del bosque de los élfos. Y tranquilo ,Lord Ragerf sabrá recompensar con creces tu ayuda y tus esfuerzos.
Y Sebek, no muy seguro de las palabras de su interlocutor ,optó no obstante por el aliviado procedimiento de mantener las distancias .Y la promesa de una buena recompensa que le resarciera de todas aquellas vicisitudes .Amén del antiguo asunto de la restitución de su honor que ahora incluso le importaba más que cualquier cantidad de monedas.
Ajenos a esta conversación Pelgrus y Rena charlaban de forma más distendida, pasados los primeros momentos de aturdimiento tras el despertar y de pesar por la muerte del mago ,el elfo se mostraba bastante animado sabiéndose cerca de su hogar y contagió ese optimismo a Rena. La muchacha en efecto había oído contar leyendas sobre ese lugar y ansiaba el poder conocerlo personalmente.
- Te encantará,- le aseguró el elfo con el entusiasmo desbordado -.Es un lugar lleno de amistad y amor para todo el que llega en paz. Incluso para el que no lo hace así .Y quizás incluso podamos recibir la bendición de las hadas del bosque.
-¿Las hadas?- le preguntó Rena atónita -.
- Sí,- le repitió su compañero -.Se dice que son seres puros que moran en los bosques, y son parte misma de su esencia .Si se te aparecen y te juzgan digno de su bendición te traerán suerte donde quiera que vayas. Además ,se cuenta que la música y las voces armoniosas y puras las atraen y que pueden enseñar viejas y bellas canciones de la era dorada de los dioses.
-¡Ojalá me las enseñaran! - sonrió Rena dejándose llevar por su ilusión infantil -.
Pelgrus le devolvió una amable sonrisa sintiendo otra vez aquella inexplicable sensación de familiaridad con la muchacha. Así, ambos dejaron transcurrir las últimas horas previas al clarear del alba. Cuando amaneció despertaron a sus compañeros y todos se dispusieron a culminar su viaje por aquellas áridas y funestas tierras con el consuelo de alcanzar pronto el sagrado bosque de los elfos.
En el salón del trono todos asistían maravillados a ese relato que, entre Jilia y Yener habían conducido hasta que ambos hicieron una pausa sólo rota por una reflexión de su monarca hecha en voz alta.
- Hasta ahora no he sabido de verdad en cuanto me había equivocado .La magnitud de mis errores ha sido tan grande que me horroriza - declaró el emperador ratificando su ya claro arrepentimiento -.Lo que daría por haber estado allí con vosotros y haber conocido todo aquello en su estado puro.
- Eso aun es posible mi señor - le animó Yener con un tono más conciliador y amable -.La pureza está en tu corazón y en el de todos nosotros. Tan sólo hay que dejarla emerger y volver a despertar el sueño de Yumlaiance.
- En verdad luchamos por un sueño - .Convino Sert con un poso reflexivo y admirado en su tono -.
- El sueño por el que vivieron y se sacrificaron nuestros ancestros, de los padres de nuestros padres, y el que queremos legarle a nuestros hijos, de un mundo de paz y amor en el que todos puedan convivir sin temor. Con la ilusión de una vida digna y plena. Sobre todas las cosas ,esa es la que realmente importa ,por ella se crearon y en ella se basaron todas las tradiciones de nuestro planeta.- Declaró Yener para remachar -.Debemos mantenerlo vivo en los corazones y las almas de todos. Esa es la verdadera esencia.
-¡Si, quizás podamos hacerlo todavía! - terció Dilain con un tinte de ilusionada esperanza en su habitualmente ecuánime voz -.
-¡Seguro que lo haremos! - les animó Calina con una gran felicidad y optimismo depositada en aquel relato -.
-¡Qué los dioses os bendigan a todos!- .Agregó Lonel con visible emoción para sentenciar -. Nunca podrán con el espíritu de Yumlaiance. Ahora creo firmemente que lograremos vencer por dura que sea la batalla.
Y con el vivo deseo de que así fuera ,todos rogaron encarecidamente a Yener y a Jilia que continuasen narrando aquella increíble aventura .Incluso Lord Carnalsk había permanecido muy atento a esa historia pese a mantenerse en silencio y un discreto segundo plano compartido con el nataclier Nerel Asety y con Seilín Naris. De todos modos al nephraler también le tocaría hablar en su momento para arrojar mayor claridad sobre todo lo que había sucedido y estaba por ocurrir .Entre otras cosas, él creía intuir ya quien era aquel famoso Lord Ragerf.
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