29./Capitulo 137.Epílogo II .Las palabras de los Dioses.
La brisa dulce e intemporal mecía las aguas color amatista, iluminadas por una constelación de diversas estrellas que fundían sus colores en una caleidoscópica vibración de tonos y reflejos tiñendo el cielo de variantes malvas, azules, rosadas, anaranjados y rojos. En la quietud de aquella calma cósmica, la diosa Maray contemplaba con deleite la belleza de esos millones de astros y la placidez del flujo y reflujo de las mareas que lamían la dorada costa de la playa en la que reposaba. A su mente venían escenas de esos presentes, pasados y futuros de la raza mortal que ella custodiaba .Estaba feliz de que sus hijos hubieran encaminado su destino hacia una buena dirección. Meditaba sobre ello y apenas sí se inmutó cuando una voz cercana y áspera la sacó de su visión de ensueño.
- Así que finalmente habéis ganado.
La diosa se giró lenta y apaciblemente hacia aquel ser, un hombre alto y fornido, cubierto por una recia armadura negra y rojiza con una capa color ceniza que refractaba la luz de las estrellas. Éste se quitó un yelmo negro como la noche sin luna y mostró un bello rostro de facciones pronunciadas y mandíbula de arista .Con unos ojos carmesí y un negro pelo ensortijado .Fue Maray la que tomó la palabra manteniendo serenamente la mirada de aquel hombre para responderle con tono amable y conciliador.
- No debes enfadarte Aranchil. Cuando vuestro señor Lucifer delegó en vosotros para que cumplieseis con vuestra misión supo elegir bien .Pero, en última instancia, todo depende de los humanos y eso ya lo sabías desde un principio .Nadie ha ganado, sólo hemos sido testigos de una elección. Como todos los soberanos de mundos y de sistemas.
- Tus hijos han demostrado ser diestros en la lucha y sabios en la elección - .Reconoció a su vez el dios -.Incluso los que se llamaron hijos míos han escapado de la trampa del odio y el miedo. Por lo menos algunos.
Y en eso que una figura femenina se materializó con reflejos cobrizos hasta que aclaró sus formas .Lucía una túnica delgada y negra y un pelo rojo alborotado, sus ojos eran del color del fuego y su tez pálida y encendida. Terció en la charla con una voz aguda y quejumbrosa.
-¡No es justo. Siempre quise un mundo al que guiar! .¿Cuándo podré ser soberana de un planeta?.
Los otros dioses la observaron con gesto comprensivo y Maray la respondió con dulzura.
- Debes templar mucho tu paciencia todavía Aradanchil. Las cosas no son como se desean sino como deben suceder.
- Para ti es fácil decirlo puesto que se te concedió en custodia el planeta del principio de Sistema - .Rezongó la otra diosa -.
- A mi vez pasé la prueba de la Trascendencia.- Opuso pacientemente Maray -.Y lo demás es voluntad del Creador que me fue transmitida por sus Ángeles Guardianes.
Hubo terminado de hablar Maray cuando tres resplandores de una belleza equivalente al ocaso se manifestaron dando paso a tres figuras más, dos hombres y una mujer .El primer varón llevaba manto color verde y una capucha que le cubría parte del rostro barbado, era de pelo corto y castaño. Ceñía una espada ajustada a una vaina que pendía lateralmente de su costado derecho. El otro hombre llevaba una sencilla túnica azul celeste que estaba recamada de runas ininteligibles .Su tez azulada pasó a ser ligeramente morena y su pelo de añil claro se tornó en castaño oscuro .La mujer iba ataviada con un bello y sedoso vestido terroso y su pelo ondulaba negro y largo movido por la suave brisa que recorría la playa.
- Sed bienvenidos - comentó irónicamente Aradanchil llamando a estos nuevos incorporados por sus nombres y preguntándoles de seguido.- Kail, Alex y Alasir. ¿Regresáis ya de los mundos humanos?.
- Queríamos ver como terminaban las cosas para los mortales - .Comentó Kail - .Y por mi parte regreso satisfecho.
- Han sido dignos hijos, supieron ver el camino acertado - .Añadió Alasir que remachó para su mayor satisfacción -.Incluso algunos que estaban bastante desviados.
- La cuestión es por cuanto tiempo - .Agregó a su vez el dios Alex -.Pues la rectitud y la verdad para los humanos no suelen ser muy duraderas .Acostumbran a enterrarlas deprisa bajo el lodo terrenal de las dudas y las debilidades que se apilan en sus almas.
- Se más optimista esposo mío - .Le sonrió Maray dedicándole una reprobatoria a la par que graciosa y dulce mirada -.Apenas están en el comienzo.
- Como suele decirse - .Intervino Aradanchil con entusiasmo recobrado - .Tendremos más ocasiones.
- Está visto que tú no cambiarás aunque trasciendas las veces infinitas – .Le censuró Alasir con algo de sorna.-
- No pierdes la esperanza de poseer un mundo que guiar - .Comentó Kail con amabilidad -.Eso está bien, pero si algún día lo consigues sabes que deberás respetar las decisiones e tus criaturas.
-¡Aunque sean tan patéticas! -.Condenó la diosa con desdén - .
- Precisamente por eso - .Le replicó Maray corrigiéndola a continuación - .Mas no patéticas, sino jóvenes e inexpertas en las lides cósmicas del conocimiento. Ahora comienzan a entrever pero todavía restan eones para que puedan elevarse a cotas de saber y conciencia por encima de sus miedos y limitaciones mortales. Y eso, querida, deben hacerlo ellos. Quizás con alguna ayuda, pero sólo la que corresponda para nivelar vuestras trampas.
- Apenas hemos hecho nada - .Rebatió Aranchil con voz queda - .Los sentimientos y carencias humanas han obrado prodigios en su propia contra.
- Como también sus virtudes de amistad, compañerismo y aun su corto amor terreno han conseguido hacer maravillas en su favor - opuso Alex -.
- Aceptémoslo - .Intervino Kail mesándose su ahora frondosa barba -. Están madurando y un día, no muy lejano, ya no precisarán de dioses guardianes y sabrán emprender su propio camino.
- Pero ese día aun tardará en llegar hijo mío - .Repuso Maray con una cálida sonrisa añadiendo - .Hasta entonces me complaceré en cubrir a mis hijos terrenos, aquellos a quienes el Gran Creador me confió, con mi manto de amor y bendiciones.
- Pues a punto estuvieron de olvidarte .A ti, la Madre Divina de la que se preciaban tanto - .Le reprochó Aradanchil sin molestarse en camuflar esa puya. -
- No todos - .Rebatió Maray a su vez, alegando - .En tanto que mi llama brille en uno sólo de ellos seguirán siendo mi pueblo.
- Lo mismo digo - .Agregó Kail con el consentimiento de su padre el dios Alex.-
- Todo esto no nos lleva a ningún sitio en realidad – terció Aranchil harto ya de tanta retórica -.
- Yo pienso lo contrario -. Negó Maray que explicó -. Si nuestras criaturas han de tomar conciencia de su papel en este universo, nosotros hemos de hacerlo también en lo que concierne a nuestro propio camino en el espíritu. Ya que por más que nos creamos sumamente evolucionados respecto de los mortales, nuestra capacidad está aun muy alejada de las jerarquías superiores del Conocimiento.
- Apenas somos sólo dioses en su primer estadio - .Acordó Alex agregando con humildad - .Y queda bastante todavía para el final de estos tiempos.
- Por ello debisteis elegir el camino de Lucifer - les reprochó nuevamente Aranchil -. Él os habría elevado de inmediato a las jerarquías más altas del poder.
-¿Y de qué habría servido eso si no somos capaces de asimilar ese poder y los dones que nos entregaran son indescifrables para nuestro espíritu?.- Rebatió Alex inquiriendo con agudeza -¿Acaso lo hizo con vosotros? .
- Eso se debe a que no logramos ganar este pulso para su causa – .Repuso el dios -.
- No Aranchil,- le corrigió Alex agregando -. Daros eso sería como elevar a un humano corriente a dios sin exigir de él un previo recorrido. Peor aun, ya que él es ajeno completamente a muchas de las normas que presiden esas evoluciones en la Trascendencia que nosotros sí conocemos por mor de nuestra naturaleza.
- Hay una civilización de seres inmateriales que sí está pronta a escalar en la sabiduría - .Estimó Kail - .Les ayudó a enfrentar aquella amenaza en la que se vieron envueltos todos sus planetas.
- Si, y esa madurez cósmica no será olvidada - .Aseguró su padre - .Mas todo les llegará a su tiempo, igual que al resto de los infinitos seres del Cosmos.
- Por fortuna nosotros no estamos encerrados en el tortuoso y aprisionante concepto del tiempo humano - declaró Aradanchil con superioridad. -
- Ya lo estuvimos una vez, hace tanto que lo hemos olvidado - .Le recordó Maray, reprobándole también con suavidad - .Por ello mismo no debes hacer burla de los mortales sino ser más paciente que ellos y dejar que dispongan de ese limitado plazo que les fija su naturaleza para hacer de él lo que en justicia pretendan. Aradanchil, no busques atajos o recodos en el recto camino de nuestro Gran Creador .Ni para criatura alguna ni para ti misma.
- Así quizás demuestres ser justa custodia de algún mundo - .Replicó Alasir admitiendo a su vez - .Yo misma he sabido encajar mi falta de preparación para ello.
Y entonces junto a ellos se materializó aquella negra figura envuelta en un sayal cuyo rostro semi enterrado bajo la tela destilaba tal mirada que ni los dioses podían enfrentarla. Y esa presencia habló complacida dirigiéndose a Alasir.
- Diosa Alasir, tú has demostrado ya tu valía, y has sido fiel a ti misma y al Amor Universal recordando la máxima a tus criaturas. Bien mereces un mundo y lo tendrás, pues aquel planeta llamado por sus moradores Nephraler, en justicia, pasará a honrarte a ti sobre todos los demás dioses .Y tu presencia de ahora en adelante será grata en el mundo de Yumlaiance, así llamado por sus criaturas .Pues has sido reconocida como amiga y hermana en la Luz de la Diosa Maray.
Y todos los dioses presentes se maravillaron de las justas palabras del ángel del Creador, pero fue Aradanchil una vez más la que postuló en contra de aquella decisión.
- Nosotros siempre nos vemos relegados a un segundo plano. ¿Acaso no merecemos también una oportunidad para dirigir los destinos de algún mundo en sus principios?.
Pero el Ángel de la Muerte apenas se inmutó y tras unos instantes de silencio respondió con voz de piedra.
- Vosotros ya elegisteis vuestro cometido al sumaros a la rebelión cósmica encabezada por el Caído. Él os prometió mundos pero de nada sirven las promesas del que no es lícito para entregar lo que no es suyo.
- Sin embargo es un ángel como tú, del mismo poder y dignidad y de hecho gobierna muchos planetas - .Opuso Aradanchil-
- Mantiene su influencia solamente en los mundos a los que ha podido llegar merced a la rebelión de sus príncipes.- Le recordó Azrael agregando de forma inapelable -.Nada puede en donde estos siguen leales a los planes de la Creación y mucho menos en los que se registra la unión entre sus moradores.
- Tal es el caso de los planetas que tenemos en custodia - .Añadió orgullosamente Kail completando sus palabras con una divertida puya a los dioses rebeldes – .¡Venga, no seáis malos perdedores y admitid que os hemos ganado completamente!.
- No del todo - .Matizó el dios de la Destrucción - .Pese a lo que pueda parecer sigo conservando mi facción de leales.
- Hiciste trampa al infiltrar a esos espíritus impuros entre los hombres - .Le censuró Alex -.
- Y vosotros os ocupasteis de iluminar a los humanos con un conocimiento que no debería estar a su alcance aun - .Les acusó igualmente Arandanchil -
- No podíamos permitir que estuvieran inermes ante unos enemigos tan superiores - .Se defendió Kail. -
Y el ángel de la Muerte tomó la palabra sentenciando ante el respetuoso silencio de todos.
- El Cosmos tiende al equilibrio y si ese equilibrio se rompe por una parte la otra puede nuevamente encauzarlo .Pues, ¿qué beneficio obtendrían los mortales de un conocimiento y un progreso sin dolor ni dificultades para alcanzarlo y así saber valorarlo?. ¿Y cuán terrible sería para ellos la amenaza de fuerzas oscuras incomprensibles y superiores a sus frágiles naturalezas si no contasen con el amor y la ayuda de dioses protectores?. No, todo en el universo, amor, odio, maldad y bondad ha de estar equilibrado y debe ser conocido a fin de que las criaturas de menor nivel espiritual logren trascender sus propias limitaciones y puedan elegir con libertad. Así ha sido y así será desde el principio hasta el final de su periplo a través de los tiempos .Hasta que puedan trascender y elevar su consciencia a la categoría de cósmica.
Se mantuvo un respetuoso silencio entre todos, absortos en escuchar aquellas palabras y seguían pensando tras el eco de las mismas en todas sus consecuencias y en como se relacionaban con sus respectivas tareas, cuando dos figuras más aparecieron junto al Ángel de la Muerte. Eran un joven alto y de largo pelo inmaculado vestido con ropas que brillaban con la luz de miles de azules soles y de un ser, grande también, que vestía unas jironeadas ropas rojizas similares a cuero y en cuyo rostro se iluminaban dos ojos centelleantes cuyas pupilas borboteaban como si de un par de lagos de lava líquida se tratasen .Al ver a este último tanto Aranchil, como Aradanchil se arrodillaron al punto tocándose la cabeza con las manos y el dios de la destrucción declaró solemne.
- Se bienvenido señor y maestro .En verdad que intentamos ganar estos planetas para tu causa pero fracasamos, no por falta de empeño sino por una muy diestra oposición.
Y la respuesta les llegó como un eco cavernoso que retumbaba en la lejanía acercándose hasta ellos y volviéndose a alejar cual si rebotase entre las piedras, aguas y aire.
- No se puede ganar siempre pero habrá más oportunidades. Siempre las hay en este infinito y conflictivo universo.
Y el joven próximo a este ser, dirigiendo una cálida sonrisa hacia el resto de los dioses leales, añadió.
- Habéis cumplido bien y sobre todo obrasteis tal y como se debe hacer. Dejando la posibilidad de salvación en manos de las criaturas del Uno. Pero tal y como nuestro oponente asegura habrán más ocasiones en las que vuestra labor sea puesta a prueba .Todavía queda mucho para que la larga lista de astros cósmicos se extinga y se haga preciso otro recomienzo.
- Tienes buenos enviados aquí Asthel - .Le alabó el de ojos como lava quién no era otro que Lucifer, agregando -. Aunque tampoco puedo quejarme de los míos. Pero llegará el día en el que tendrás que intervenir directamente.
- Lo sé - aseguró su interlocutor - .Y cuando sea preciso allí estaré. Cumpliendo mi papel al igual que hacen todos mis hermanos, tú incluido.
Ante esa sentencia, Lucifer pareció esbozar una sarcástica sonrisa que relumbraba del tono oxidado del cobre entre sus facciones pulidas como aristas .Y el Príncipe de las Tinieblas declaró tras unos instantes de silencio.
- Yo no estoy incluido en este plan tan ridículo. Obro a mi antojo y hago cuanto quiero, así lo hacen también todos los que me siguen puesto que no juzgamos inteligente ni práctico que criaturas tan poco evolucionadas como los humanos dirijan los destinos de los mundos que les cobijan. Ellos deben poner sus esperanzas en manos de los dioses. Se ha vuelto a demostrar que son débiles.
- Quizás sí, pero lo son por mor de las limitaciones a las que se encuentran sometidos en los planos físicos y temporales - .Opuso Asthel que agregó a modo de reproche - .De todas formas su debilidad o fortaleza no te corresponde juzgarlas a ti, ya sabes lo que dice el Creador. Sus criaturas, esas que tildas de frágiles y obsoletas, poseen parte de su misma esencia.
- Y tú y yo, y Azrael y los dioses que nos secundan asimismo estamos llenos del Creador, y en mucha mayor medida y capacidad que los mortales.- Replicó el Ángel Caído que no obstante agregó conciliador - .Pero dices bien, a ellos les corresponde elegir y por ello estamos nosotros aquí. Y eso mismo me da la razón .De no precisar nuestros servicios no deberíamos preocuparnos tanto de los humanos y especies similares.
- Los humanos están en directa unión con el Supremo Hacedor - .Expuso el joven identificado como Asthel el mensajero del Creador, a sus seres de menos evolución espiritual.- No obstante la perfección del Uno es tan absoluta y pura que escapa a las apreciaciones de estos seres, nuestra labor es la de unirles como si de un puente se tratase y ayudarles a superar las sucesivas expansiones y perfeccionamientos de sus almas y conciencias, las que les llevarán ante la directa Gracia del Creador.
-¡Y cada uno de ellos que consigue lograrlo provoca en mí una gran dicha! - .Intervino jubilosamente Maray acercándose hasta Asthel.-
El ángel acarició cariñosamente los largos cabellos de la diosa por la que sentía un afecto y amor especial. Quizás difusos recuerdos de otra encarnación en algún pasado ciclo cósmico le hacían sentirse más unido a ella que a ninguno de los otros dioses que lo ayudaban en aquella parte del espacio. Entre tanto, algunos de los presentes se fueron desvaneciendo dispuestos a atender nuevos y complejos asuntos que requerían de su intervención .Todavía tenían que guiar a infinidad de mundos y a los millones de criaturas que habitaban en cada uno en el duro discernir entre dos caminos. Y Lucifer se marchó dejando el eco de sus, como siempre, desafiántes aunque retóricas y reflexivas palabras.
- En otro momento, en otro lugar. Siempre existen más oportunidades .Nos volveremos a enfrentar en una nueva partida.
Tras él se evadieron sus dos dioses Aranchil y Aradanchil, seguros de que hallarían nuevos planetas en los que triunfar, sin por supuesto descuidar aquellos en los que, por ahora, aun no habían tenido éxito .En pos de ambos, Alasir, Kail y Alex se esfumaron ya que debían mantener su vigilancia presta y velar por todos los seres evolucionarios consagrados como estaban por el Creador y su ángel de luz Asthel, a su custodia. Y finalmente, Azrael se fue disolviendo entre jirones púrpuras y centelleantes, pues era él y no otro quién debía recorrer las infinitas dimensiones del tiempo- espacio para mantener la armonía cósmica de los eones y conducir a las almas de los errantes a sus futuras paradas .Y ante esa hermosa y gran playa quedaron juntos Asthel y Maray, y la diosa con voz queda preguntó.
-¿De veras que alguna vez esto acabará para comenzar de nuevo?.
- Tal es la voluntad del Creador, que sus criaturas se desarrollen, y sean libres cometiendo o no sus errores .Pero que se traten de sus propios errores o aciertos y no de los designados por los dioses. De otro modo. ¿Qué sentido tendría la mera elevación del espíritu por sí misma, sin aprender para lograrla ?.
- Pero nosotros hemos sido felices por siempre, y no tenemos que superar pruebas tan duras, sobre todo privados de un conocimiento de la perfección como los hombres - .Objetó Maray que parecía confusa. -
- Aunque tú no lo recuerdes como resultado de tu gran expansión espiritual, si tuviste que afrontar una existencia mucho menos plena de la que gozas. Es más, incluso nuestro propio Señor, el Hijo del gran Creador y segunda persona en la Importancia Trascendente, ha debido hacerlo y aun continúa haciéndolo en según que tiempos y espacios.
- El eco de algunos rumores ha llegado a mí, pero nunca lo he terminado de comprender por entero - .Declaró Maray a la escucha de una explicación -.
- Eso es porque Él mismo no desea trato alguno de favor, sino gozar o sufrir, disfrutar y padecer al igual que sus propias criaturas, precisamente para demostrarlas a ellas y a nosotros mismos que se deben cruzar todos los umbrales del conocimiento hasta llegar a la Perfección del Uno. Y que ello no es estéril, sino justo y necesario .Yo mismo he debido y debo renacer en cánones humanos una y otra vez para comenzar a comprenderlo.
-¿Ha estado Él entonces en mi mundo y yo no lo he sabido?- .Inquirió la diosa turbada ante aquella posibilidad -.
Asthel sonrió refulgiendo con su tono inmaculado y el reflejo de aquella luz se elevó como la mañana a través de las aguas amatistas .El ángel brillaba ahora en un pálido y suave color blanco y en él se agitaban sus ropajes de luz como si una invisible y dulce corriente de aire los meciera cuando contestó diríase que incluso divertido.
-¡Quien sabe!. Pues ni siquiera yo mismo he podido identificarle a veces. En ocasiones, el secreto más absoluto preside sus actos. Y muy pocos lo saben .A excepción de los Primordiales con quienes esporádicamente me reúno. Ellos suelen estar enterados y cuando se juzga conveniente lo sé yo también .Pero creo que en algún mundo de este sistema si que hizo acto de presencia. Aunque no me preguntes en cual.
La diosa Maray le devolvió la sonrisa, una fresca y comprensiva, a la vez que tierna y llena del mismo cariño que sentía provenir de parte de su elevado interlocutor, replicando con voz juguetona.
- No me lo quieres decir, pero tú sabes exactamente en donde y cuando.
La mejor respuesta del ángel fue el silencio. Sólo roto por sus posteriores palabras que adquirieron tono de despedida.
- Ahora debo volver a recorrer el Cosmos. Mucho me resta todavía que comprobar.
- Si - convino Maray - .Y al igual que tú, yo debo cumplir con mi agradable tarea de atender a mis hijos planetarios.
Y cuando el mensajero iba a desvanecerse ya como si de una bruma se tratara Maray le confesó.
-¿Sabes?- .Aunque no debe ser del todo correcto siento gran debilidad por alguno de mis hijos. En especial por aquella en la que me manifesté para concluir la crisis de Yumlaiance. Creo que tanto ella como sus descendientes tendrán todavía un importante papel que jugar y me gustaría seguirla con especial curiosidad.
- Lo comprendo - .Afirmó el ángel -.Pese a nuestro grado de conocimiento no somos perfectos como pueda serlo nuestro Hacedor y el influjo del cariño o la distinción a veces se desmarcan de la objetividad en nuestras apreciaciones. Nada malo hay en ello, en tanto no se cometan injusticias contra otras criaturas ni se altere su capacidad de elección.
Y la diosa aceptó aquel consejo y asintió en tanto Asthel le dirigía una última y cariñosa mirada de aprobación y desaparecía .Así, ella quedó nuevamente sola en pie junto a las arenas de la playa lamidas por las aguas de un mar intemporal y eterno. Maray pensaba e intuía en el futuro de aquel mundo nuevos avatares y aventuras que otras generaciones de humanos deberían afrontar, por supuesto con su ayuda, consejo e inspiración y también con la colaboración de los otros dioses, pues ella y sus compañeros estarían siempre dispuestos a guiar en lo posible los dubitativos pasos de esa especie tan joven y falta de perfección, pero con tantos y tan válidos sentimientos y actos, como eran los humanos. No en vano, tal como Asthel decía, cada criatura mortal lleva impresa en ella la huella del Supremo Creador...
FIN
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