sábado, 5 de marzo de 2011

UNC 28

1/Capitulo 28.Las primeras experiencias de Gina en Yumlaiance.


Al cabo de pocos sexdanes casi toda la tripulación estaba lista para bajar. Tan pronto como una dotación mínima de relevo comenzase a llegar irían descendiendo. En el caso de Yener, Gina y Larus, estos pudieron ser de los primeros. Se instalaron con sus pertenencias en una de las lanzaderas, una aeronave adaptada para el vuelo atmosférico que mediría aproximadamente unos cincuenta metros de longitud por diez de anchura, calculó Gina. Estaba dotada con numerosos asientos y grandes porta maletas para meter cuanto llevasen. No vio a las dos jóvenes oficiales que había conocido en la fiesta. Posiblemente estarían en otra de esas naves. Que ella reconociera, sólo iban ellos tres, de modo que ocuparon sitios contiguos, con Gina más próxima a la ventanilla y Yener a continuación .Larus quedaba hacia el pasillo que dividía los asientos con los del otro lado. Todos se abrocharon los anclajes de magnetismo. Su transporte, tras solicitar el permiso acostumbrado, salió de su nodriza hacia el planeta. Yumlaiance se fue acercando y pronto llenó todos los ángulos de visión que les ofrecían las ventanillas y pantallas. Su nave, junto a otras también de desembarco, fueron atravesando la atmósfera con rapidez, desde la ventanilla enseguida pudieron verse las primeras nubes y después, aunque a mucha distancia el suelo, el paisaje de colores entre verdosos y ocres, azules y blancos, que se entremezclaban como si de un mosaico se tratara. Cuando descendieron más, ya era posible ver a lo lejos algunos enormes edificios de cristal que correspondían, según le explicó Yener a Gina, a las torres de Dumlans, la capital.


- Nosotros no iremos directamente a Dumlans, sino a Portduraiort, el astropuerto principal que está a varios de tus kilómetros .Desde allí si que cogeremos un deslizador largo para llegar a la zona de embajadas .No te preocupes, yo te llevaré.
- Gracias -, pudo decir la chica, que seguía fijándose en todo lo que podía a través de la claraboya de la nave- .
- No hay de qué - .Replicó él de modo cordial -.
-¡Qué bonito es tu mundo Yener! - .Exclamó realmente encantada ante la panorámica que se le ofrecía -.
- Y todavía no has visto nada- .Sonrió él con manifiesto orgullo -.
- Si, nuestro planeta es grande- le describió Larus contagiado de ese mismo sentimiento -.
- He leído la información que tenéis en vuestros atlas informáticos - les contó Gina que parecía habérsela aprendido de memoria al recitar- .El diámetro ecuatorial es de 15478 kilómetros. Tenéis dos océanos, cinco mares, dos grandes continentes y otros tres menores y la población es de aproximadamente quinientos millones de habitantes.
- La mayor parte de nuestro planeta es bosque y entorno natural- repuso Yener- .Lo cuidamos mucho. Hay un continente casi exclusivamente dedicado a los cultivos. Y otro, este de aquí, llamado Aurenor que es el eje de las comunicaciones, infraestructuras y las actividades cuaternarias .Todos los centros de decisión principales se hayan en él así como las sedes de las diversas embajadas. También vivimos en él casi las tres cuartas partes de la población .Es el históricamente más antiguo y la mayor parte de esos reinos de los que te hablé, están en él.


Gina escuchaba muy interesada aquellos nuevos datos que le aportaba su anfitrión. Sería de veras instructivo viajar con él pues le podría aportar mucha información valiosa, siempre y cuando claro, no comenzasen a hablar de deportes .Lo que para su resignación, llegó al instante.

- Además, el Realem Paladium Bide está en las afueras de la capital administrativa. Nos coge a un tiro de piedra. ¡Qué bien! en cuanto te instales iremos para allá y te lo mostraré- .Insistió con entusiasmo infantil- .
- Claro- suspiró ella, por el contrario no muy motivada ante la cómplice sonrisa de Larus que prefirió no decir nada -.

La lanzadera se aprestó a aterrizar. Descendió muy suavemente hasta por fin tocar suelo .De su megafonía se avisó a los pasajeros de esa circunstancia .En pocos minutos se abrieron las compuertas y todos bajaron. Llenándose los pulmones con el aire de su tierra natal Yener y Larus exclamaron a la vez.

-¡Por fin en casa!.


Gina por su parte no se encontraba tan entusiasmada. El aire era agradable, incluso atontaba, quizás tenía demasiado oxígeno regulado en el filtro que ella llevaba. Aunque en investigaciones preliminares, en base a datos proporcionados por los yumlaincers, la composición básica de la atmósfera no se diferenciaba mucho. Quizás era algo más rica en oxígeno aquí. También se sentía pesada. La gravedad, según recordaba era de 1,13 ges, por el contrario a la de su propio planeta que estaba fijada en 1,01.Pese a tratar de adaptarse en la nave que la había traído acusaba aquella variación. Ya que en el espacio el portanaves no tenía toda la gravedad que existía en el planeta, puesto que eso facilitaba algunas tareas de carga y descarga y adaptaba a sus tripulantes a su vez, a la que existía en Oumeya.

- Te acostumbrarás- .Le sonrió Yener como si le hubiese leído el pensamiento, ¡y quizás lo habría hecho el muy sinvergüenza! - .


Los robots de la terminal les sacaron el equipaje y se lo colocaron en una especie vehículo que flotaba unos centímetros a ras del suelo. Tenía forma ovalada algo apuntada por un morro delantero y poseía cuatro asientos y un maletero para los efectos personales de ambos .En aquel morro, Gina vio un escudo que desconocía. Pero no le dio tiempo a preguntar por él pues Larus tomó la palabra tras suspirar.

- Bueno, ahora si que debo dejaros - .Se despidió -.Mi deslizador sale dentro de menos de un sexdan.

La muchacha se fijó entonces que el robot no había llevado las maletas de Larus al mismo vehículo. Se dirigía a otro de idénticas características que aguardaba a unos pocos metros.

-¡Qué lo pases bien amigo! .- Le deseó Yener dándole un abrazo a su compañero- .Ya nos veremos.
-¡Venga, cuenta con ello!, vendré a cobrar mi apuesta- le respondió él con gesto divertido -.
- Seré yo el que tenga que ir a por ti a cogerte de la oreja para que pagues- rebatió Yener también con jocosidad -.


Gina se despidió igualmente de Larus y después ella y su guía tomaron su deslizador. El aparato les sacó del astropuerto y les encaminó a un sofisticado tren monorraíl que igualmente circulaba por inducción magnética .Durante el viaje ella le inquirió, deseosa de saber más cosas.

- Dime .¿Y el resto de los continentes quién los ocupa?.
- Bueno, en uno, Randtis, viven los jugadores de las mega Ligas .Al menos en su mayoría. En otro, Lunnas, hay una reserva natural .En Dainsy, como ya te dije, se dan casi todos los cultivos y en Lupinads también hay población, aunque la mayoría emigró a otro planeta cercano que fue colonia nuestra y ahora es independiente con ese mismo nombre.

La chica atendía muy interesada. ¡Esto si que le gustaba!. Yener era un buen maestro en cuanto a la historia de su mundo se refería .Ella le preguntó:

- Entonces hay más mundos aparte de los de la Cuádruple Alianza.
- Si,- corroboró él enumerando - .Están Lupinad, Lobulas, Retiren, Yoinaes y varios más .Eso me recuerda a que la semifinal de la Recopa Planetaria será dentro de una semana. ¡Vaya!, me lo perderé si estoy en el monasterio .Bueno, que se la va a hacer .Mira- llamó la atención de la chica indicándole la ventana del monorraíl - .Ya estamos llegando a la zona de embajadas.


Por la ventana se podía ver una larga ristra de edificios más bajos que los rascacielos que se oteaban a primera vista desde la distancia. Algunos incluso con apariencia de grandes chalets familiares rodeados de sus verjas y jardines. Las verjas más que nada a modo de ornamento pues con las medidas de seguridad existentes y sobre todo la paz social reinante poco tenían ya de funcionales. El monorraíl aminoró deteniéndose en una de las estaciones en las que les correspondía bajar. A esas horas no había demasiadas personas y enseguida pudieron requerir a un robot de transporte y alquilar otro deslizador urbano. Con él recorrieron los últimos sexdanes del camino y este fue aminorando la velocidad hasta detenerse frente a los edificios sede de la embajada de Oumeya. Yener le dijo a Gina que debían apearse.

- Un robot botones cogerá tu equipaje - .Le explicó a ella- .


Gina asintió y le siguió a través de un paseo arbolado. Efectivamente de un edifico aledaño a la embajada de su mundo surgió un robot portamaletas que se hizo cargo de las de la muchacha. Sólo tenía dos, una para ropa y cosas imprescindibles y una segunda tamaño portafolios con un miniordenador y otros documentos que la acreditaban como agregada cultural.

- Podemos tomar un transporte de corto recorrido o caminar hasta allí- .Le propuso Yener- .Eso como tú quieras.
- Preferiría andar un poco y ver esto con calma, es bonito- .Le respondió Gina y apenas si estarían a cien metros -.


Anduvieron pues los dos a través de un camino adoquinado, flanqueado por árboles de apreciables dimensiones. A ella le recordaban los descendientes de los robles que existían en Oumeya, trasplantados allí por los primeros colonos llegados desde la Tierra hacía casi setecientos años .Además, numerosos arbustos con flores adornaban con vivos y variados colores el camino. Era una vista preciosa .Tan entregada en contemplarla estaba que casi no advirtió que el muchacho le indicaba que debían detenerse ante la puerta enrejada de uno de aquellos chalets.


- Ya hemos llegado, aquí está tu legación. Debes llamar al encargado de la puerta - .Yener le mostró un panel comunicador medio escondido entre algunas enredaderas o por lo menos eso semejaban unas plantas de tono verde oliváceo que se arremolinaban en una pared desde la que arrancaban aquellas rejas -.


Pulsando el botón de comunicación la cara de un hombre con uniforme de Oumeya apareció en una mini pantalla, la muchacha se acercó a fin de ser vista y se dio a conocer mostrando su acreditación.

- Soy Gina Larans. La nueva agregada cultural de la embajada. Vengo acompañada por el Coronel Rant de Yumlaiance.
- Si pase señorita Larans - .Le pidió el guarda que abrió la puerta- .


Ambos entraron y la reja se cerró tras ellos. El ambiente allí dentro, un gran jardín de césped con apariencia de recién cortado, no podía ser más apacible .Despacio se llegaron ante la puerta principal de la casa que también se abrió sola. Al entrar fueron saludados militarmente por el guarda que, sin comentarios, les condujo hasta el despacho del Embajador .Éste en persona estaba en pie junto a la puerta y les saludó. Yener devolvió el saludo en posición de firmes.

- Descanse por favor coronel- le sonrió el embajador- .Muchas gracias por acompañar a la señorita Larans hasta aquí.
- Ha sido un placer- sonrió Yener lanzándole a Gina una mirada de soslayo -.
- Bueno, bienvenida a Yumlaiance - .Declaró el embajador, hombre de mediana edad y oscuro cabello a tono con un espeso bigote, dirigiéndose a su nueva ayudante - .Como sabe, su cometido principal será ayudarme en las relaciones diplomáticas con este mundo, sobre todo en su vertiente cultural y social, es de suma importancia conocer el “modus vivendi” de los pueblos con los que compartimos alianza.
- Si, precisamente de eso estaba hablando con el coronel- repuso Gina- .Él iba a mostrarme algunas cosas acerca de la sociedad y costumbres más importantes de su planeta .Una vez que me haya instalado, claro está que con su permiso, señor embajador.
-¡Excelente!, pues entonces acomode usted sus cosas en su habitación y luego vayan a realizar esos cometidos. Por cierto, es un honor conocerle coronel. Si no estoy mal informado fue usted quien inició el contacto con nuestro mundo y el primer embajador de Yumlaiance en mi planeta.
- Está usted muy bien informado señor embajador. El placer es mío - .Admitió Yener con una cortés sonrisa agradeciendo aquellos cumplidos que sentía sinceros -.
- Aunque usted no desempeñe ya ese cometido le considero un colega así que, por favor, nada de señor embajador .Llámeme Paul y tutéeme con total confianza.
- Muchas gracias, lo mismo digo Paul. Ahora con su, perdón, con tú permiso me llevo a la señorita Larans.


El embajador hizo un asentimiento leve e indicó con la mano extendida su conformidad. Yener y Gina se despidieron y ambos salieron del despacho.

- Me ha caído simpático- declaró Yener- .Siento que es un buen hombre, un tipo sincero.
- Si, a mí también, aunque yo no sea telépata - .Rió ella -.
- Oye, yo no soy telépata- puntualizó él -.
- Perdón, es que eres como Kyra, siempre adivinándolo todo con tus técnicas raras- se burló Gina de forma graciosa dándole un capón - .


Yener se sentía extraño, de pronto parecía haber surgido entre ellos un ambiente de gran confianza y distensión, las palabras que tuvieron cuando él volvió a Oumeya no parecían haber existido o más bien haberse borrado de la mente de la chica. Quizás él debía hacer lo propio, pero no podía dejar de olvidar que ella estaba saliendo con otro .Y eso le importaba mucho, aunque pareciese un empedernido ligón como muchas veces le reprochaba su amigo Larus, él era orgulloso y sobre todo respetuoso con esas cosas .Una cosa era competir contra otro hombre por una mujer cuando ambos eran simplemente aspirantes a conquistarla y otra bien distinta robársela o tan siquiera intentarlo .Además, su rival no estaba ahí para oponérsele y eso le parecía demasiada ventaja. Gina estaba sola en Yumlaiance, no conocía a nadie allí y sólo podía contar con él .¿Qué valor tendría que ella se volcase afectivamente si era tan sólo una situación pasajera que un traslado o la visita de su novio podían cambiar de modo radical?...

- Bueno, para que veas que no lo sé todo, dime. ¿Dónde está tu habitación? - .Quiso saber él -.
- Creo que en el pasillo a la derecha.- Respondió dubitativamente ella, aunque añadió enseguida al recordar - .Me dieron un número, la cuarenta y dos.


Buscando la cifra exacta, fueron mirando en cada estancia, finalmente la encontraron y Gina puso su mano sobre el dispositivo sensor de la puerta. Esta estaba ya programada con sus datos y se abrió de inmediato. Al hacerlo a ambos les apareció una habitación de respetables dimensiones provista de cama, armario, servicio propio tras otra puerta anexa y amplio ventanal .Era un cuarto acogedor, el robot botones había dejado ya el equipaje. Gina decidió ordenarlo y se lo dijo a su acompañante que le respondió con gentileza.

- Esperaré fuera en tanto organizas tus cosas y te cambias .Aprovecharé para hacer unas llamadas
- Muy bien- sonrió ella- .No tardaré.


El chico se decidió a buscar un comunicador, en cuanto lo encontró llamó a sus padres para informarles de su llegada. Gina entre tanto se decidió a ducharse para descansar del viaje. Pasados unos treinta minutos los dos estuvieron listos .La chica salió vistiendo unas ropas de sport más cómodas que el traje de fiesta que había llevado hasta ese momento. Yener la miró con un no disimulado interés. Seguía estando muy guapa a pesar del cambio de atuendo. Casi la prefería así, más natural y deportiva.

- Cuando quieras- .Le indicó a Yener- .
-¡Ya verás! - .Expuso él animadamente- .Primero te llevo a conocer el estadio, luego incluso te presentaré a algunos jugadores. A estas horas tendrán entrenamiento de basket.


Ella se dejó conducir escuchando divertida aquella sucesión de cosas que él le decía con un entusiasmo casi infantil .Desde Luego este Yener podía ser un crío en ocasiones .Eso a ella le hacía gracia incluso le encontraba más atractivo cuando él se relajaba y daba rienda suelta a su parte informal .Entre explicaciones más bien farragosas del gran Mega basket que ella apenas entendió, llegaron a la puerta del estadio .¡Era enorme! eso si que le impresionó a la chica. Pasaron sin problemas. Yener parecía tener mano allí. Lo que primero hicieron fue bajar a pie de pista y el panorama era grandioso. Gina recordaba que en la Tierra existía un deporte similar que estuvo de moda hacía casi mil años. Lo increíble es que sin ningún tipo de conexión, este mismo juego se hubiera dado en Yumlaiance. Aunque pronto iba a descubrir que tenía sus variantes, empezando por el tamaño. Las canastas como se las describió Yener, eran dos enormes aros colocados a unos ocho metros de altura, de un metro y medio de diámetro. En el suelo había un gigantesco balón naranja de unos noventa centímetros de circunferencia .Estaba claro que esos tamaños no eran para humanos.


- La línea de tres puntos- le explicaba Yener -.Está a veinticuatro de vuestros metros. El campo mide noventa y seis metros de largo por sesenta y cuatro de ancho. Son dimensiones enormes claro, pero eso para una escala humana - puntualizó lo que ella ya veía de sobra- .Claro que, desde las gradas y viendo el partido parece más pequeño .¡Hay que estar aquí abajo para hacerse una verdadera idea! - apuntilló con admiración- .Y esto no es nada, cuando se juega al fútbol se suben las canastas que son de soporte de aleación especial reforzada para soportar el empuje de cientos de toneladas de estos tipos y se amplía el campo.

-¿Se amplía?.- Le inquirió ella sorprendida -.

Si, ahora hay gradas correderas que las tapan, pero tras ellas hay dos porterías de fútbol, el estadio futbolístico mide unos 160 metros de largo y 96 de ancho en sus máximas dimensiones .Puede oscilar hasta los ciento cuarenta y cuatro metros de longitud y ochenta de anchura .Este campo es el segundo más grande de Yumlaiance y el tercero de la todos los mundos que participan en la copa Planetaria.

LA muchacha apreció que Yener hablase en medidas de Oumeya, así podría hacerse una idea y preguntó por inercia a fin de mantener una conversación de cortesía.

-¿Cuál es el mayor estadio?. ¿Este?.
- El Dibarem, donde juegan los Campirians,- masculló él a disgusto- .En algo nos tenían que ganar. - Agregó para pasar enseguida de eso -.Luego el de los Retsir de Akaplar. Aunque ese equipo no sea nada de particular y después este - .Remachó con una orgullosa sonrisa -.
-¿Y los jugadores?.- Quiso saber Gina -.
- Todavía no han llegado pero tardarán poco en hacerlo .Mira, aquí llegan algunos.- Señaló él mirando a un extremo del campo por donde estaba la salida a vestuarios -.


Gina dirigió la vista hacia allí quedándose pasmada. ¡Esos seres eran enormes! .Ella conocía algunas razas de gran tamaño que formaban parte de la confederación, pero no podían compararse a estos. Una especie de saúrio bípedo y antropomórfico se les aproximó. Luciendo una camiseta o algo parecido de colores blancos, amarillos y rojos. A ella casi le dolía el cuello de mirar hacia arriba, Yener en cambio estaba de lo más tranquilo cuando le explicó.
- Es Escourt .Si te parece grande, ¡ espera a ver a los otros!, éste sólo juega de escolta, son los que tiran a canasta de más lejos y ayudan a manejar el balón- matizó- .Es de los más bajitos, mide 193 microms de altura ,bueno unos 435 de tus centímetros- .Consultó él que tenía una chuleta con las escalas en tanto se aproximaba confiadamente a esa bestia - .
-¡Madre mía! - .Sonrió ella aun alelada añadiendo -..Yo sólo mido metro sesenta y nueve .¿Cuánto mides tú?.- Quiso saber ella que pensaba- .<> -.
- Mido unos 83,5 microms .Estoy un poco por encima de la media de mi mundo que está en casi 82.
- Vale- asintió ella sin saber que correspondencia tendría aquello con su propia escala, aunque Yener según sus apreciaciones debía rondar el metro noventa, era más alto que su hermano Peter y un poco más bajo que Gordon que medía más o menos eso .Pero en estas circunstancias un centímetro o dos daban igual. Otra de esas criaturas hizo su aparición y era, como su amigo le advirtiese, incluso mayor que la otra.
-¿Qué pasa Megalus!.- Saludó el chico -.
-<¡Hola chaval!> - .Respondió este telepáticamente- .<¿A quién te has traído ,a tu hembra humana?>.- Inquirió al reparar en la chica que estaba visiblemente intimidada ante tal coloso -.
- No, es una amiga de otro planeta, la he traído para que os conozca.
- - respondió Megalus -.
-¡Ven aquí Gina! - la invitó el chico con un ademán de sus manos- .¡No te comerán ,y lo digo en serio! .Ja ,ja, siempre que hago esta broma, todo el mundo tiembla.
-¿Y qué hago?. No creo que me entiendan- .Objetó ella con patente inquietud -.
- No temas- la tranquilizó Yener- .Ellos no hablan, no de la forma que nosotros lo hacemos .Sus estructuras vocales no se lo permiten sólo pueden soltar rugidos y cosas así, o usar algún aparato para adaptar sus sonidos a palabras que nos resulten comprensibles pero por el contrario han desarrollado una capacidad telepática enorme. Se comunicarán contigo enseguida transmitiéndote lo que desean decirte, y si se lo permites, leerán tus pensamientos. Lo bueno de eso es que pueden hacerse entender en cualquier idioma.
-- .Le transmitió Escourt -.
- Es un placer- pudo decir ella desconcertada por completo -.
- ¡No hace falta que hables!- .Rió Yener que se lo estaba pasando en grande con las caras que ponía la pobre muchacha -. Todos podemos seguir mentalmente la conversación.
- Si, ya lo sé- respondió la apurada Gina confesando - .A veces Kyra me dice lo mismo, pero yo prefiero hablar, me siento un poco rara cuando trato de comunicarme tan sólo pensando.
- - intervino Megalus- ..


Ella asintió atónita dándose cuenta de que habían entrado aun más de aquellos gigantes, contó doce en total y otros dos que iban ataviados con una especie de ropas de vestir más formales.

-- .Le explicó mentalmente uno de los vestidos de forma menos propicia para ello, de nombre Estyr>- ..
- Vale, descuida Estyr - convino Yener que añadió- .Ya nos vamos, era para que mi amiga os conociese y os advierto que la pienso llevar al primer partido del playoff, ¡así que ya podéis machacar! ,por cierto, ¿contra quién os toca?.
- Contra el Bidijar - .Comentó Estyr con tono despreocupado- .
-¡A esos les machacáis en tres partidos! - se regocijó el muchacho- .Bueno, vámonos Gina sabiendo eso estoy más tranquilo.
- Adiós y suerte- les deseó ella todavía impresionada por el tamaño de esos colosos- .<<¡En la Tierra este era deporte para humanos de una estatura muy elevada pero esto ya es pasarse! >> - pensó en tanto se alejaba de la pista -.

Su anfitrión decidió sacarla del Pabellón y le propuso.

-¿Te apetece cenar en un buen restaurante?.
-¡Me encantaría, muchas gracias! - Admitió ella -.
- Me sé de uno que está cerca de aquí.Se come muy bien- .Le aseguró el chico -.


La muchacha asintió.Había superado con éxito las pruebas de adaptación a la comida de Yumlaiance a bordo de la nave y estaba lista para comer los alimentos de ese mundo que eran sorprendentemente parecidos a los del suyo. Lo cierto es que si se paraba a pensar en ello casi todo era sorprendentemente similar.¿Cómo era posible?.La probabilidad de unos mundos con razas y todo tipo de materias y alimentos tan idénticos o similares a los humanos en el Cosmos era infinitesimal. Sólo eso constituía un misterio digno de estudio .Pero a fuerza de verse rodeada por ello ya casi ni le prestaba atencion. En ocasiones creía estar en Oumeya o incluso en la Tierra que, por las imágenes que había visto desde niña, era también asombrosamente parecida.


-¿Qué te parece?.- Le insistió el muchacho al notarla perdida -.
-Si, muy bien- reaccionó la muchacha saliendo de sus reflexiones- .
-¡Adelante pues! - la invitó él ofreciéndola un brazo del que ella se asió. Estaba hambrienta y eso la inducía a comer primero y dejar todo tipo de consideraciones filosóficas para después-


Comieron efectivamente de maravilla .A Gina le encantó la cocina de Yumlaiance. Similar una vez más a Oumeya. Al término de esta ,Yener la acompañó hasta su legación y se despidió amablemente de ella .Le quedaban dos días para irse al monasterio y mañana era el gran encuentro. Quedaron para entonces y él se marchó para ocuparse de algunos asuntos que tenía pendientes. Gina por su parte se fue a su habitación y desde allí y tal y como Kyra intuyese, llamó a su familia y a Gordon...

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