Capitulo 11.Solan.
Alectis encontró a su pupilo aguardándole en la cumbre de un promontorio rocoso alejado de toda aglomeración urbana .Ni siquiera podían verse luces de casas cercanas. Aquel era el lugar convenido para reunirse sin levantar sospechas. El atlante se posó a escasos metros y se acercó hasta el muchacho despacio, este era de una estatura pareja a la suya ,tenía el pelo largo y liso y lo dejaba caer sobre sus hombros como su mentor, pero su color era como el de las espigas maduras del trigo .Sus ojos en cambio si eran de ese azul celeste que lucía Alectis .La vestimenta para ambos era prácticamente idéntica ,una larga capa blanca con la que podían embozarse todo el cuerpo de ser preciso y debajo de esta su armadura ,que en el caso del chico era de plata entretejida en vez de ser de oro. Aquella era la única variación ,puesto que todavía era un caballero que no había alcanzado el grado superior.
-¡Ya tenía ganas de verte! - .Declaró con verdadero contento el chico que en apariencia debía de rondar los veinte años -.
- Espero que todo haya ido bien. - Respondió Alectis-
-¿Cómo está mi madre .- Quiso saber el muchacho con patente interés -
- Bien, está aquí en este periodo con Gabrielle- .Le contestó su maestro -.
-¿Podré verla?. - Preguntó el chico visiblemente deseoso de que así fuera -.
- Has de templar tu paciencia Solan - .Le respondió Alectis condescendientemente mientras ponía una de sus manos sobre el hombro del su pupilo- .Todavía no es el momento, pero pronto lo será.
- He esperado tantos siglos y me he entrenado a conciencia para que ella se sintiera orgullosa de mí -. Replicó el chico tratando de disimular su decepción por esa dilatada espera que parecía no acabarse nunca -.
- Lo sé. Y lo has hecho muy bien, has aprendido mucho pero esta etapa del plan exige que hagas un esfuerzo más. Como sabes, la daga está aquí y tenemos que preocuparnos de eso en primer lugar – .Le recordó Alectis con tono sereno -.
- Sabemos cuales son los posibles escondites del enemigo. ¡Arrasémoslos y recobremos la daga por la fuerza si es preciso!. - Dijo Solan con decisión -.Aunque añadió más sosegado- .Sé que no es lo correcto pero en este caso es por evitar un mal mayor -.
- No es así de simple y deberías saberlo ya -.Le rebatió pacientemente Alectis -. Los caballeros divinos no podemos caer en los mismos desmanes que los enemigos a los que combatimos .Además ,no estamos seguros de cual es el real y en caso de que atacásemos, si nos equivocamos ,se pondrían en guardia y se arruinaría todo.
- Viajemos al futuro para comprobar en donde será -.Propuso Solan lleno de impetuoso entusiasmo -.
- Eso no es posible ,no se puede viajar más allá de la ruptura de esta tregua además ,debemos tener en cuenta el peligro de bilocación temporal -. Le rebatió Alectis que volvió a insistir - .Y los caballeros divinos tenemos normas que se deben cumplir. Recuérdalo siempre muchacho.
- ¡Pero en este caso estaría sobradamente legitimado!.- Se justificó el chico con vehemente determinación -.
El atlante suspiró y trató de reconducir el tema, su joven aprendiz, brillante en la lucha y en los conocimientos que le había enseñado y fiel a su misión, era sin embargo, demasiado ardoroso. Muy impaciente como para dejarle actuar por su cuenta. ¡No, eso no era posible todavía! . Alectis tendría que guiarle mucho aun. El muchacho era una poderosa arma, justo lo que le hacía falta para plantarle cara a Dahak y a sus amos infernales. Por ello no podía permitirse ni permitirle el más mínimo error y menos ahora que las cosas estaban llegando a su punto culminante. Habían pasado decenas de siglos y todavía recordaba como si se tratase de ayer, cuando le rescató de las garras de la muerte que había querido darle Esperanza.
Alectis llegó justo a tiempo .Aquella mocosa infernal se había ido de la cabaña dejando sólo y agonizante al niño. El atlante tuvo el tiempo justo de acudir a él y tratar de recuperarle con su energía, no pudo salvarle la vida pero, de inmediato , sintió la partida del espíritu del muchacho y lo siguió hacia los infiernos, allí recibiría el llamado Juicio. Es decir, si su naturaleza era bondadosa pasaría a la dimensión de los Elíseos, y de allí, posiblemente a la Eternidad. Aunque Alectis no iba a permitir esto último o ni siquiera él podría traerle de vuelta. Trasladándose en el tiempo ,creó un clon del niño gracias a un resto del cabello y otras células de su cuerpo y más tarde dejó que este alcanzase la edad del difunto chico en una cámara de animación suspendida. Entre tanto, fue en busca de Hades y localizó al dios del mundo subterráneo. Este tenía la apariencia de un hombre de aspecto atractivo, casi un palmo más bajo que el atlante , ataviado con una armadura oscura y un casco dorado, que estaba patrullando sus dominios, se sorprendió de ver al atlante, pero Alectis se dirigió a él obviando los saludos.
- Hades, es necesario que me entregues al hijo de Xena. Debo llevarle conmigo.
- Si ha muerto tendrá que ir a juicio aunque no te inquietes. Seguro que podré enviarle a los campos Elíseos, hasta su destino final.- Replicó despreocupadamente el dios -.
- No quiero que le mandes a los Campos Elíseos, debe regresar a la vida y yo me ocuparé de su adiestramiento.- Rebatió Alectis -.
-¿Quieres convertir al hijo de Xena en un caballero divino?- .Se sorprendió Hades -.
- Así es. Y es una cuestión trascendental para el futuro, ya sabes a lo que me refiero.
- Pero tu no ignoras que aquí hay unas normas que seguir y no puedo hacer excepciones ni...
Pero el dios de los infiernos no pudo acabar la frase ya que su interlocutor le cortó con tono rotundo.
-¡Guarda esa perorata para los mortales o para otros de tus hermanos dioses!. ¿O prefieres esperar a que el propio Dahak llegue hasta aquí para explicárselo a él?.
Y sin que Hades pudiera replicar, Alectis añadió.
- Creía que cuando fui al Olimpo la cosa había quedado lo suficientemente clara. Necesito vuestra cooperación, tu hermano Zeus lo sabe y está haciendo lo que puede y tú debes hacer lo mismo.
Y Hades asintió lentamente aunque objetó.
- ¿Y si Xena me pide verlo?. No puedo negarle ese favor.
- No te lo pedirá - .Aseveró Alectis con seguridad -. Ella está ocupada ahora y de todos modos, desea para su hijo la felicidad, que more en los campos Elíseos alejado de los problemas de su madre. Y aunque lo hiciese puedes proyectar una visión extraída de la propia mente de Xena. Confía en mi, yo me ocuparé bien de Solan.
Y el dios del inframundo le indicó al atlante que lo siguiera. Al instante aparecieron ambos en medio de un paradisiaco entorno de bosques y luz. Hades señaló hacia un chico de unos diez años, de pelo largo y rubio, que vestía una túnica blanca en tanto declaró.
- Ahí le tienes. Pero su cuerpo ha sido incinerado. No podrá volver a él como hiciera su madre.
- Tengo otro preparado para él- .Afirmó el atlante que añadió -. Hice una copia y lo he dejado en sitio seguro hasta que se reúna con su espíritu.
Hades le observó atónito y pudo preguntarle con tono de incrédulo temor.
-¿ Verdaderamente sabes lo que estás haciendo Alectis?.
Su interlocutor asintió con gravedad para responder con voz queda.
- No hay otra opción. Solo te pido que confíes en mi.
- Está bien- .Asintió el dios para chasquear sus dedos, haciendo que Solan se desvaneciera de allí según remachaba -.Es tuyo. Pero deberás darle algo de ambrosía para que la unión de alma y cuerpo pueda efectuarse.
- Lo sé, ya me encargo yo de eso. Gracias por tu ayuda Hades. – Respondió el atlante que al instante desapareció, dejando al dios de los infiernos sumido en una preocupada reflexión -.
Alectis recogió el cuerpo ya listo y lo sacó de la cámara, en la que lo había incubado y desarrollado. Transmitiéndole algo de su energía le introdujo al tiempo una porción de algo similar a un pequeño trozo de gelatina roja que hizo pasar a través de la garganta del niño. La ambrosía, pues de eso se trataba, se disolvió integrándose en el cuerpo y atrayendo a la consciencia de Solan que ahora deambulaba sin rumbo fijo por las dimensiones paralelas a la terrestre. Y al fin, gracias a la guía de ese manjar de dioses, el alma penetró en su nuevo y al tiempo, conocido habitáculo.
Unos instantes después, Solan tosió violentamente luchando por respirar, batalla que ganó a duras penas. Cuando pudo, entreabrió los ojos enfrentando su atónita mirada a la de su anónimo salvador.
- Muchacho tú y yo vamos a irnos muy lejos de aquí- .Le comunicó el atlante sonriente al verlo recobrado -.
-¿Quién eres?. ¿Dónde están Xena y Gabrielle?, ¡corren peligro! -.Pudo musitar el chico aun con la voz entrecortada-
- No temas por ellas, sabrán cuidarse, teme más bien por el mundo. Habrá que luchar para salvarlo y para eso me haces falta tú.
- Pero yo no sé pelear. Ni sé quién eres .- Objetó Solan mirando entre absorto y desconfiado a ese hombre de porte tan magnífico -.
- Aprenderás. Yo te enseñaré - Sonrió el atlante que acto seguido se presentó -.Soy Alectis, príncipe de Atlantis y caballero divino. Lucho contra las fuerzas oscuras que esa niña representa.
-¿La que ha querido matarme?. - Pudo preguntar el niño todavía sin poder creerlo - Pero. ¿Por qué?. ¿Qué le he hecho yo?-
- Es una larga historia muchacho, te la contaré a su debido tiempo, pero tendrás que venirte conmigo y someterte a un duro entrenamiento.
- Le prometí a Xena que no me convertiría en guerrero -.Objetó nuevamente el muchacho -.
- Xena comprenderá .Ella lo aprobará. Tú mismo podrás decírselo - .Le respondió Alectis aunque objetase a renglón seguido movido por la imperiosidad- .Pero no ahora. Tenemos que marcharnos.
-¿A dónde? .- Quiso saber él-
- Dí más bien donde y cuando -.Sonrió el atlante que sin más concesiones a la conversación cogió al chico en brazos y desapareció con él de ese lugar -.
El resto fue sencillo, dejó a Solan en una apartada isla a una distancia de miles de años atrás cuando todavía nadie había llegado hasta allí y avanzó hacia el futuro para observar como Xena lloraba la pérdida de su hijo en la soledad de una alta montaña.
- Perdóname Hija mía -.Pudo musitar el cariacontecido atlante , desde la distancia a fin de que la guerrera no reparase en él, sabiendo el inmenso dolor que esta sufriría por la perdida del niño -. Pero esto es imprescindible para que los hechos sigan su curso y que podamos vencer a la Bestia.
Después vio llegar a Ares junto a ella, el dios de la guerra hizo bien su trabajo, azuzando el odio de Xena para volverla contra su amiga Gabrielle, aquel era el principio de la catarsis de ambas y Alectis, sabiendo que ello era inevitable, le dejó hacer y regresó con el muchacho. Solan apenas sí se percató de la ausencia del Atlante porque para él habían transcurrido tan sólo unos segundos desde que desapareció hasta que se materializó de nuevo.
- ¿Cómo has hecho eso? - Le preguntó el chaval sin dar crédito a lo que veía -.
- Puedo viajar en el tiempo y en el espacio con la piedra de Atlantis. Es una joya que tan sólo los que poseen sangre Atlante pueden manejar. Con el aprendizaje necesario también tú podrás. Pero tiene sus normas y ha de saberse utilizar. - Le previno -.
-¿Yo? -¿Quiere decir eso que tengo sangre de Atlantis? - .Se preguntó el muchacho sorprendido-
-¿Sabes acaso quienes eran los atlantes? - Le interrogó Alectis con interés-
- Mi padre adoptivo Kaleipus me contó alguna vez su historia ,eran un pueblo muy poderoso y antiguo que quiso estar al mismo nivel que los dioses y estos les castigaron destruyéndoles .- Resumió el muchacho -.
- Eso no es del todo cierto- .Corrigió Alectis que contó una historia más aproximada a su asombrado interlocutor rematando- .Yo soy el último superviviente de sangre pura y tú eres uno de mis remotos descendientes .Tu madre también es hija de Atlantis , solo que ella todavía no lo sabe.
- Mi madre murió -.Rebatió el muchacho con amargura-
- No ,tu madre vive -.Afirmó el atlante que le desveló sin complicaciones - .Es Xena.
Solan le miró incrédulo ,un torrente de sensaciones se abrían paso en su mente, paso de sentirse escéptico a confuso ,de eso a engañado y posteriormente se enfureció. Volviendo a negarlo una y otra vez. Sus ojos se humedecían y el rictus de su cara expresaba toda su sorpresa y desesperación.
-¡No puede ser! .¡Mientes! -.Negó el chico con vehemencia -.¡Xena no es mi madre, mi madre era!...
-¡ Déjalo chico! -.Le cortó Alectis inmisericorde frente al llanto furioso y confuso que Solan había desatado -.Tenemos mucho tiempo y tendrás que hacerte a la idea.
-¿Porqué me dejó?. ¿Porqué me abandonó?. ¿Era un estorbo?., ¿No me quería?. ¿Por qué no me lo dijo? - Preguntó atropellada y pasionalmente -.
Alectis le miró compadecido y espero unos segundos a que el niño se calmase por fin le dio una respuesta.
- Tu madre te dejó al cuidado de los centauros para que no heredases sus malas costumbres ,por eso te pidió que no luchases. Te quería demasiado para verte recorrer la senda del mal. Y tampoco deseaba que ninguno de sus enemigos te hiciese daño. Eso le ha costado pasar muchos años de tristeza por no tenerte a su lado, pero se sacrificó por tu bien. Soñaba con un futuro libre y bello para ti joven Solan, por eso jamás quiso que aprendieras a luchar .Pero las cosas han cambiado y debes hacerlo. Lo lamento por ella ,sufrirá terriblemente porque te creerá muerto y así deberá ser .Pero tú eres un príncipe de Atlantis por derecho y tienes unos poderes y una fuerza latentes como jamás has podido imaginar ,igual que tu madre. Pero, a diferencia de ella debes despertarlos y entrenarlos correctamente. Sé que te pareceré cruel y muy brusco pero créeme. Lo comprenderás todo cuando llegue el momento.
-¿Por qué no me lo dijo nunca eh?. ¿Por qué me dejó sólo si era mi madre?. No me hubiera importado seguirla. ¿Es que las guerras eran más importantes para ella que yo?. - Insistió Solan, sintiéndose herido y muy abatido, haciendo oídos sordos a ese discurso de Alectis-
Este suspiró armándose de paciencia pero se lo debía al chico ,después de todo le había arrancado de la vida que siempre conoció y desvelado aquel gran secreto de golpe .No podía reprocharle aquel estado de ansiedad y dolor. Así que volvió a repetir aun más calmadamente y para un chico que ahora si estaba más atento a sus palabras una vez pasado el primer golpe emocional...
- Sacrificó sus sentimientos para que tú vivieras feliz y si preocupaciones Solan .Quería que crecieras en paz y tuvieras una vida apacible alejada de la muerte y las guerras ,la que ella no pudo disfrutar, pero el destino es el que decide .Pese a todos sus esfuerzos y lo mucho que lo intentó, Xena no podía protegerte .Los enemigos que tiene son demasiado fuertes hasta para ella .Ahora tendrá el alma rota, pero un día serás tú quién deba velar por ella y por toda la raza humana y podrás devolverla la felicidad y el orgullo de tener un hijo valiente y poderoso como muy pocos seres en el mundo. No en vano eres el hijo de Borias y el propio Hijo de Xena, y mi descendiente. Si quieres piensa esto, sangre de héroes y de dioses corre por tus venas y eso te obliga a unas altas metas. Confía en mi - Le pidió tajantemente el atlante que suavizó sus palabras de la siguiente manera haciendo énfasis en su argumento más persuasivo -.Así será Solan. Cuando puedas volver a verla ella se sentirá muy orgullosa de ti. Entonces el sufrimiento que va a experimentar a partir de ahora y todo el arduo trabajo que te queda por delante merecerán la pena. ¡No los desperdicies Solan!.¡ Que tu madre no sufra y no luche para nada!.
El chico se quedó callado, en un largo y meditabundo silencio .Alectis sin querer que esto le llevase a una nueva depresión el animó mostrándole algo sorprendente.
- Mira- .Le indicó creando de la nada una bola de fuego sobre la palma de su mano derecha -.
-¿Cómo has hecho eso?- .Le preguntó el niño presa de una irrefrenable curiosidad, tanta que le hizo olvidarse momentáneamente de su tragedia personal -.
- Del mismo modo en que lo harás tú cuando aprendas. Concentrando la energía latente en tu interior - .Sentenció él -.
Y lanzó aquella bola contra unas rocas lejanas que recibieron el impacto estallando ruidosamente y elevando una enorme columna de humo y fuego. Cuando esta se despejó aquella extensión de terreno había sido literalmente barrida y el chico apenas podía contener su pasmo cuando inquirió.
-¿De veras podré hacerlo yo también?.
-Podrás- .Sonrió respondiendo afirmativamente Alectis para añadir con desdén hacia su propia exhibición - .Esto no ha sido nada. Aprenderás y te convertirás en un guerrero divino. Pero debes estar decidido a soportar un riguroso entrenamiento. Será muy duro pero yo confío en ti. Llevas la sangre de una princesa de Atlantis. No lo olvides.
-¿Y si Xena es mi madre porqué no la entrenas a ella también?. Inquirió perspicazmente Solan-
- Ella tiene su propio destino y es preciso que lo afronte por sí misma. Además, su alma no está tan limpia como la tuya y no podría dominar todas las técnicas. Pero llegará un momento en el que la enseñaré.
-¿Y podré llegar a ser tan bueno como ella?. - Quiso saber el muchacho con la voz teñida de admiración -.
- Mucho más. - Aseveró convencidamente Alectis -. Precisamente porque tienes un alma completamente pura.
- Entonces haré lo que sea- .Afirmó a su vez Solan pleno en su determinación -.
Y así comenzó su entrenamiento, pasaron los años y se sucedieron los combates de adiestramiento ,las palizas que el chico encajaba y las enseñanzas a nivel técnico e histórico que Alectis le brindaba.
El muchacho recordaba como trataba de atacar a su mentor cuando pudo dominar las técnicas básicas de lucha. Aprendía deprisa pero en cuanto se enzarzaban en combate Solan apenas sí podía tocarle. Todos sus puñetazos ,patadas y demás combinaciones de golpes se estrellaban contra las defensas y bloqueos de su maestro. Alectis se bastaba incluso con una sola mano para desviar descuidadamente una patada en toda regla.
- Muy flojo muchacho -.Le decía con indiferencia cuando Solan se estampaba contra el suelo-
-¡No es justo! - Protestaba él - .Tú eres un dios inmortal y yo sólo soy humano ,así nunca podré hacerte mella.
- No estoy empleando los poderes de un dios, como tú piensas - .Negaba Alectis para recriminarle con tono despectivo - .Lo que sucede es que eres demasiado lento y demasiado previsible.
Y Solan, herido en su orgullo, se lanzó nuevamente a la carga corriendo con toda su rapidez y empleando hasta el último vestigio de su rabia en asestar el siguiente golpe. Alectis le recibió estático y simplemente usó el propio impulso del chico para apartarle y hacer que volviese a caer contra la dura superficie de roca sobre la que entrenaban.
-¡Mal! - .Recalcó el atlante con cansina irritación en su voz- .Insistes en atacar a ciegas y sin ninguna coordinación. Cualquiera te vencerá.
Jadeante y magullado, dolorido y confuso, Solan se levantó a duras penas y miró a su maestro con expresión desconcertada. Se suponía que estaba usando la técnica adecuada en los golpeos .¿Qué demonios tenía que hacer?.
- Supongo que te estarás preguntando que ocurre- .Sonrió ahora el atlante como si fuera capaz de leerle el pensamiento ,cosa que era prácticamente cierta como así se lo hizo saber- .Verás -.Le explicó pacientemente al asombrado chico -.La lucha no es solo un simple intercambio de golpes y esquivas más o menos rápidas o afortunadas. Has de unir tu alma y tu mente al cuerpo y coordinarlo en cada ataque y cada defensa. Y sobre todo saber leer los movimientos y las intenciones de tu rival. Tú empleas bien la técnica corporal pero no sacas partido de tu mente. Tu espíritu se empeña sólo en lanzarse hacia delante para acometer y yo lo veo. Me basta con apartarme o anticiparme al movimiento de tus músculos para adivinar como y cuando vas a tratar de golpearme. Así yo no gasto energía mientras que tú te agotarás inútilmente en pocos instantes.
-¿Y que he de hacer para unir mi cuerpo, mi mente y mi alma ?. - Quiso saber el desasosegado aprendiz ante la gigantesca dificultad que presuponía en todo eso -.
- Se tarda mucho tiempo en lograr unirlas y no es sencillo -.Declaró Alectis ahora con más amabilidad- .Lo principal es vaciar tu mente y tu espíritu de deseos. No debes desear atacarme ni darme de un modo tan consciente. O podré sentir ese deseo y saber cuando es más fuerte ,justo en el instante en el que lanzas tus acometidas .Todo debe ir ligado de tal manera y con tanta instantaneidad que nadie sea capaz de anticiparse a tus ataques ,no es una mera cuestión de reflejos físicos. Ten en cuenta que un día te enfrentarás a entidades que van más allá de la carne y del propio pensamiento. Dahak y los otros demonios son seres astrales y habrás de aprender a luchar como lo hacen los seres astrales. De lo contrario no durarías ni un momento. Por muy fuerte que llegaras a ser. Has de crear tu aura ,tu barrera defensiva a todos esos niveles que, a la vez les impida a tus adversarios colarse en tu pensamiento o calcular la fuerza que empleas en cada ataque.
Solan trató de retener en su mente todas aquellas explicaciones y gradualmente llegó a comprenderlas. Además de eso, Alectis fue su maestro en lucha con armas, espada y el chakram atlante ,igual al que poseía su madre. Le instruyó asimismo en numerosas ciencias y disciplinas de humanidades para darle una gran cultura y formación, imprescindible ,a juicio de Alectis para consolidar su personalidad. También ,cuando le encontró preparado para ello, obsequió al joven con varios viajes a través del tiempo, siempre al futuro para que viese por sus propios ojos los avances de la humanidad y también sus errores Y otros a un tiempo casi contemporáneo al suyo para que vigilase a los secuaces de Dahak .Incluso al futuro donde, la poca pericia inicial del chico al manejar la piedra casi le hizo precipitarse en un caleidoscopio de imágenes que se sucedían de forma endiablada mostrándole algunas fugaces panorámicas de ese remoto porvenir en el que pudo ver construcciones y máquinas absolutamente increíbles, aunque desgraciadamente muchas de ellas solo servían para sembrar la muerte y la destrucción a un nivel que igualaba casi al de los propios dioses. No obstante, como si de un rayo de luz se tratase, entre aquella oscuridad de intenciones, también vio la esperanza en un mundo mejor. De este modo, el chico fue creciendo y aprendió, alcanzando la edad adulta .Y un día su maestro el dijo. Cuando estaban otra vez en aquella isla tan alejada.
- La última de las lecciones Solan y la más importante de todas.- Alectis guardó unos segundos de silencio que no fueron interrumpidos por el chico y por fin añadió -. Supongo que te habrás preguntado muchas veces el porqué te he entrenado precisamente aquí y en esta época.
- A decir verdad no demasiado -.Confesó él -.Siempre pensé que si tú lo habías decidido así tendría que ser .Que tendrías una razón. Pero no le concedí excesiva importancia.
- Las razones siempre deben ser escrutadas y examinadas joven Solan -.Le reprochó amablemente el atlante- .Y ahora puedo explicarte la que nos ha tenido aquí durante tan largo tiempo. Esta isla en la que has vivido y te has criado contiene un secreto. En esta época no hay aun navegación humana que pueda acceder a ella y su clima es todavía lo bastante benigno. Dentro de unos milenios se descubrirá y será habitada, pero hoy es suficiente como refugio ocasional, sé también que te he hecho vivir en un régimen muy austero. Así debía ser para endurecerte .Ahora por fin podrás pasar a la siguiente categoría pues has adquirido conocimientos y destreza gracias a tu sufrimiento.
Solan así lo pensó también. Desde que llegó había pasado por numerosísimas pruebas y siempre con su mera condición de humano .Había sido injusto enfrentarse contra alguien mucho más poderoso que, encima era inmortal y no se cansaba a su mismo nivel. Aquello le había obligado a discurrir, improvisar y a ser muy astuto y ahora se lo agradecía a Alectis a quién verdaderamente había aprendido a querer y respetar como a un padre. Y he aquí que este le ofreció una especie de larga tira rojiza que sacó de una de las mangas de su armadura y le dijo.
- Come esto y sabrás por fin lo que es ser un dios.
-¡Entonces esto es ambrosía!- Exclamó el joven lleno de contento -. ¡Cuando la coma nada podrá detenerme.!
- No debes sobre valorar sus efectos -.Le anunció gravemente Alectis a modo de advertencia -.Si fuera tan poderosa yo sólo me habría bastado para derrotar a nuestros enemigos .Y este no es el mayor secreto que me interesa transmitirte . Cómela y haremos un último combate para que te convenzas de ello.
Se la tendió a Solan que la recogió en una de sus manos examinándola cuidadosamente ahora ,tras tantos años de desearlo parecía dudar. ¿Acaso sería un truco más de Alectis?. ¿Una nueva artimaña para probarle? .¿Qué debía hacer?. ¿Comerla sin más?.
-¡Adelante! - le animó su mentor-
Disipando sus recelos el chico la introdujo en su boca y masticó ,aquello tenía un tenue sabor gelatinoso, similar a esencia de fresas y moras pero con matices agrios. Y de pronto Solan sintió una fuerza inmensa recorrer su cuerpo, era como si todo el cansancio que hubiera podido sentir alguna vez se le hubiera olvidado en el acto. Sus ojos refulgieron con una luz azul intensa y volvieron a su tono habitual y de él se desprendió un aura de blanco fuego que remitió a los pocos instantes Después le pareció estar como siempre ,pero ahora sabía que nada volvería a ser igual.
- Ahora eres un dios, y me has igualado en poder. - Sentenció Alectis que en cambio agregó con tinte desafiánte - ¿Serás capaz de demostrármelo?.
-¡Cuando quieras! -.Afirmó Solan convencido de que no podría perder nunca con semejantes poderes -.
Y se enfrentaron en combate pero esta vez Alectis no hizo ninguna concesión .Sus ataques eran tan rápidos y contundentes que Solan nada más que podía tratar de defenderse y no siempre con éxito y para demostración final el atlante elevó su poder en forma de ondas energéticas que asolaron literalmente todo el estuario de la bahía en la que se encontraban formando tremendas olas que se dirigían rumbo al mar abierto para ,deshacerse allí y enviar de rebote otras no menos formidables hacia la costa. Todo por efecto del poder que Alectis emitía .Agotado e incluso dañado por esos ataques, Solan no pudo por menos que reconocer elevándose en el aire para evitar la inundación.
- Es impresionante maestro ,pero tú has tenido muchos siglos para perfeccionar tus poderes. Yo acabo de adquirirlos.
- Esa es una buena observación, te felicito - .Le concedió Alectis -.Por eso mismo tienes que ser precavido y no confiarte por entero a tu nueva condición de dios. Pues se te puede dañar y destruir, aparte de con la daga sagrada de la que te hablé en su día, con la fuerza divina.
-¿La fuerza divina? -.Se sorprendió el chico -.
- Es la suma de tu poder divino, con el de tu alma y tu mente, ya te lo dije. Por eso era tan importante que aprendieses a usarlo. Y eso es también lo que te defenderá creando escudos protectores a tu alrededor .Pero para dominarlas como lo has hecho se deben trascender las fronteras del deseo. Es por eso que tu madre no está capacitada ,pese a ser una princesa de Atlantis. Para su desgracia perdió la pureza de su alma en el mundo.
- Pero ella es buena- .Protestó Solan -.Ha expiado sus culpas. Se ha arrepentido de todo el mal que hizo en el pasado de su vida.
- Sí, pero su ser sabe que nunca podrá alcanzar por entero su propio perdón. Dispuso de su oportunidad ,incluso hubo un momento en el que una hábil maestra que tuvo ,que fue a su vez una discípula mía ,logró enseñarle a superar esas limitaciones ,pero Xena no supo entonces vencer su odio y después cuando lo logró, volvió a perder la batalla contra el deseo de venganza. No Solan. Tu madre puede aprender algunas cosas, incluso podría ser diosa ,pero eso no le valdría de nada contra Dahak y Caligastia.
- Me has hablado mucho de ellos .¿Acaso no son seres tan terribles y malvados? .¿Cómo pueden ellos siendo peores que mi madre dominar tales dones?.
- Porque son criaturas por entero astrales -.Le recordó Alectis - .En tanto que Xena ,tú e incluso yo mismo, somos de naturaleza intermedia .Por esa razón es por la que debemos estar tan bien preparados y además hemos de controlar la sagrada daga. Evitar que ellos la tengan pues es el único objeto que puede dañarlos, combinándose con nuestras técnicas .Pero cuidado, por sí misma no basta.
El joven asintió en silencio...para recordar volviendo de sus pensamientos.
- Se debe actuar con ella y con la conjunción correcta de astros que tan sólo se produce cada mil años ,justo cuando caduca el vigor del pacto. Y ese momento llegará en este tiempo -
- Así es- .Asintió Alectis sentado junto a él- .Veo que recuerdas todo lo que te he enseñado.
- Eso y que tengo que evitar las paradojas temporales, no puedo ir a una época en la que” otro yo” esté viviendo. Por eso hay que ser tan cuidadosos con la bilocación.
- Así es - .Sonrió el atlante – Solo los seres completamente astrales, muy por encima de nosotros son capaces de algo así. Nunca lo olvides ,ni tampoco puedes llevar a nadie a un tiempo en el que ya esté y reunirlo con su otra persona pues crearías una paradoja temporal que interactuaría entre ambos provocando su destrucción.
- Siempre lo tuve presente .Jamás reaparecí en la época en la que era un niño. - Declaró Solan añadiendo con resignación - .¡Y ojalá hubiera podido hacerlo para ayudar a mi madre!.
-¿A que te protegiera? - .Inquirió Alectis con desaprobación para explicar - .Hubieras cambiado toda la estructura temporal que lleva hasta ti mismo convertido en caballero divino .Te habrías auto aniquilado y en el mejor de los casos si evitaras la coincidencia con tu otro yo .¿Qué hubiera hecho un Solan humano y sin preparación contra los secuaces de Dahak ?.
- Nada -.Tuvo que reconocer el muchacho admitiendo su propia estupidez -. Perdóname pero es una idea que nunca pude apartar del todo de mi mente. No se si me comprendes.
- Lo entiendo más de lo que crees- Respondió Alectis más conciliatoriamente -.Pero no te preocupes ,ahora podrás hacerlo mucho mejor.
-¿Y que hay del otro secreto?. - .Quiso saber Solan - Me dijiste una vez que ser dios no era el secreto principal -.
- En efecto ,pero el otro todavía no ha de ser revelado .Ten paciencia.
Solan asintió mecánica pero disconformemente .Paciencia, siempre era la misma cosa. Alectis debería pensar que tenía una inagotable dosis de la que tirar. Paciencia con su madre, paciencia para eliminar a Dahak y a sus amos y paciencia para esto. Aunque a decir verdad, su maestro siempre había hecho gala de ella ,en realidad de eso y de otras muchas virtudes, había sido como un padre para él, severo en muchas ocasiones, comprensivo las más y a veces hasta cariñoso y jovial y sobre todo bondadoso .Solan le quería como quiso a su padre adoptivo el centauro Kaleipus y también le respetaba y admiraba enormemente. Sentía en Alectis el poso de una sabiduría obtenida durante siglos, unida a su capacidad de adaptarse a cualquier época sin perturbarla aunque también podía notar en él un poso de amargura ,como si acusara una herida interna imposible de cicatrizar pese a que tratarse de ocultarlo. En todos aquellos años e incluso siglos, la verdad es que no se le había ocurrido preguntarlo pero en ocasiones, Alectis daba la impresión de echar algo de menos .Las pocas veces que realmente había dejado translucir sus sentimientos de añoranza e incluso dolor se concentraban en la destrucción de su pueblo. Atlantis debió ser algo maravilloso, pensaba Solan que no pocas veces estuvo tentado de retroceder el tiempo para conocerlo. Pero sabía que su mentor no lo hubiera aprobado y otra cosa que le intrigaba. Muchas veces Alectis habló del modo en el que él mismo tuvo que pasar por las mismas pruebas y duros entrenamientos que él, pero jamás habló de la persona que le adiestró. Su pupilo se lo preguntó en alguna ocasión pero el atlante se limitó a decir que era uno de los grandes caballeros y que sus caminos se separaron hacía tiempo .Y cuando lo afirmaba solía suspirar o dejar una mirada perdida rebosante de melancolía. Solan callaba deseoso de evitar que su maestro, antepasado y amigo tuviera que evocar lo que ,en su opinión, serían sin duda dolorosos recuerdos .Eso mismo le sucedía a él cuando pensaba en su madre o en Kaleipus.
-¡Anda muchacho! -.Le sonrió Alectis que siempre podía presentir lo que su pupilo sentía -.No le des más vueltas y continúa con tu misión .No tendrás tiempo de aburrirte ni de recordar - Remató dándole una afectuosa palmada en un hombro -.
- ¡Entonces puedo ir!- .Le preguntó el chico con visible animación y mal contenida alegría sólo lastrada por la duda -.
- Si, pero ya sabes .Nada de confesiones prematuras -.Le insistió tajantemente Alectis dándole luz verde -.
- Tienes mi palabra de caballero divino .Hasta que no me des permiso no le diré nada .- Prometió solemnemente el chico -.
Alectis asintió dejándole marchar, pronto la oscuridad envolvería aquella loma, habían pasado horas allí charlando y recordando los antiguos años de adiestramiento en esa edad tan lejana. Ojalá que todos los desvelos del Atlante dieran resultados .Solan era un buen chico y tenía puestas todas sus esperanzas de futuro en él .Suspiró pensando en ello y se desvaneció.
Gabrielle se había animado ostensiblemente y después de comprarle a su amiga las zapatillas no paró tan sólo ahí. Acto seguido se dijo que Xena precisaría de un vestuario propio. Al menos un par de camisas o blusas ,o algo que le conjuntara. Trajes de sport, de diario .No había problema por el dinero ,con lo que ganaba merced a sus trabajos como actriz se lo podía permitir. Además, es como si se lo debiera, no en vano las ganancias televisivas estaban basadas en las peripecias de su amiga. Y eso que en un principio Xena protestó ,alegando no querer ser una molestia ,pero Gabrielle atajó eso de cuajo y la condujo por todas las tiendas de ropa que pudo encontrar .Tras varias horas de incansable “pruebeteo” y contemplación de escaparates(actividad que Xena no encontraba demasiado acorde con sus preferencias pero que resignada y sumisamente se avino a efectuar para no contrariar a su ilusionada amiga) Gabrielle dio por terminada la jornada .Allí estaban ella y su amiga ,cargadas de bolsas repletas de trajes y complementos .Naturalmente a los vestidos y demás habían seguido algunos zapatos y adornos y muchos de estos ya los estaban llevando puestos. Como decía eufemísticamente Gabrielle, para que ocupasen menos sitio en las bolsas .Ella misma se quedó con un traje marrón claro y zapatos a juego reservándole a su amiga una combinación de falda y chaqueta azules también con sus correspondientes zapatos de tacón ligeramente alto ,lo que hacía que Xena se tambalease ligeramente al andar ,así que se decidió por otros con bastante menos tacón y mucho más cómodos, como a ella le gustaba.
Entre tanto Will y John había seguido charlando, aparte de la misión y los retazos que ambos conocían ,hablaron sobre cosas de pilotos y otras misiones aéreas que cada uno había llevado a cabo. Aunque pasadas un par de horas del plazo dado por su mujer se impacientaron y John llamó a Gabrielle.
La muchacha comenzó a emitir una extraño pitido que dejó atónita a Xena.
-¿De donde sale eso?- .Inquirió la guerrera examinando con extrañeza a su compañera -.
-¡Ah ,es el móvil! - .Replicó ella con toda naturalidad – Disculpa .
Y extrajo un pequeño estuche que abrió colocándoselo junto a una oreja para comenzar a hablar por él. Xena la observó como si se hubiera vuelto loca y dirigió asimismo una preocupada mirada al pasillo de la galería por el que transitaban. Seguro que alguien se fijaría en lo que Gabrielle estaba haciendo .Pero para su sorpresa las personas que pasaban junto a ellas hacían caso omiso, como si aquello fuera por completo normal a sus ojos.
- Si, si ,es que nos hemos entretenido haciendo algunas compras más .Tenía que dotar a Xena de un vestuario medianamente aceptable - .Sonreía Gabrielle sin cesar de hablarle a ese extraño artilugio- .Tranquilo , quedaos en la planta baja que ahora vamos para allá, es sólo que me gustaría estar un tiempo más con mi amiga. Hace una eternidad que no nos veíamos, ¡y nunca mejor dicho! -.Rió la muchacha con verdaderas ganas -.
Se percató de que Xena la observaba atónita y sin pensárselo dos veces le añadió a su marido.
- Dile algo a Xena. -. Nada más terminó de hablar le puso a su amiga el teléfono en la oreja -.
- Hola Xena .Espero que te diviertas -.Pudo decir John cogido algo de improviso por esa indicación de su esposa -.
Xena apenas pudo musitar pues no comprendía nada de lo que había escuchado ,estaba en esa extraña lengua y la conexión telepática de Alectis no funcionaba a través de aquello. Pero Will, informado por John de que la guerrera no parecía comprender pues no respondía, cogió a su vez el móvil y le dijo en Dorio.
- Ya te lo dije Xena .Se puede hablar a distancia con gentes que no están a tu lado .¿Me crees ahora?.
La guerrera sonrió y por fin dijo insegura ,casi sin saber hacia donde debía hablar.
- Tenías razón .Esta magia es sorprendente.
Gabrielle recuperó el teléfono y le dijo a Will.
-¿Te importaría decirle a John que Xena y yo nos quedaremos un rato más?. Y que como no sé cuanto será podéis volveros a casa si lo deseáis, ya cogeremos un taxi .
- John dice que OK - .Replicó Will despidiéndose -.Hasta luego pues.
Y Gabrielle colgó a cortarse la comunicación. Sin inmutarse guardó el teléfono en su bolso y Xena la miró todavía absorta.
- Veo que te has adaptado plenamente a esta extraña época y sus milagros. –Declaró impresionada lo cual tratándose de ella no era precisamente fácil -.
- Y tú también podrás hacerlo sin ningún problema - Sonrió Gabrielle -.
- No sé- Dudó ella -.Quizás esta vida tan extraña no sea para mí.
- Eres una luchadora con gran capacidad de adaptación -.La animó su amiga -.Para ti nada es imposible .¡Anda, vamos a tomar algo!.
Xena no replicó, se dejó guiar una vez más hacia una especie de plaza que se apartaba de su camino .Gabrielle le indicó que tomarían asiento en unas sillas que rodeaban una de las mesas que parecían de madera ,ubicadas en esa especie de ágora .Por lo menos había algo que podía reconocer plenamente ,sería una especie de posada .Y para confirmar esa idea, de inmediato se acercó una muchacha joven, ataviada con un uniforme de color verde, que les preguntó solícita tras saludarlas educadamente.
- Buenas tardes señoras .¿Qué quieren tomar?.
Xena la observó sin comprender pero su amiga rápidamente se lo tradujo y la guerrera respondió con un susurro mirando a Gabrielle como si así quisiera ocultar su extraño idioma.
-¿Tiene vino con miel y algo de queso?.
- Supongo que sí, pero eso es algo raro para estos tiempos. En vez del vino o la cerveza. ¿Te apetecería probar algo nuevo de esta época?. - Le propuso jovialmente su amiga en tanto la chica las observaba atónita sin por supuesto entender ese extraño idioma -.
-¿Porque no? - Replicó Xena sintiendo curiosidad-
- Por favor, tráiganos dos tazas de café con leche y dos pedazos grandes de tarta de chocolate -.Pidió Gabrielle que ya se relamía golosamente afirmando a su desconcertada amiga -. ¡Vas a ver que maravilla!. Aunque tendré que controlarme, he de ir a grabar más episodios la próxima semana y no puedo engordar.
La chica lo apuntó en una pequeña libreta y se alejó. Xena todavía recorría con la vista aquella extraña superficie de suelo marmóreo y con gentes discurriendo indolentemente por el pasillo.
-¿Aquí no se regatea como en las tiendas? .- Quiso saber la guerrera -.
-¡Oh no! ,esto es distinto .- Sonrió su interlocutora dedicándole una divertida expresión -.
De hecho y dado el volumen de compras que hizo Gabrielle,(que aprovechó también para llevarse algo para la casa y hasta para su marido),pudo plantear una rebaja en muchas de las operaciones. Y demostró que no había perdido su habilidad negociadora .Xena asintió atendiendo alguna que otra aclaración por parte de su amiga que además le enseñó a decir “Gracias”. La primera palabra que la guerrera aprendió en ese desconcertante idioma llamado Inglés y luego algunas expresiones útiles más.
Estaban enfrascadas en la conversación cuando un niño de pelo moreno de apenas diez años se acercó dubitativamente hacia ellas con una libreta en la mano .A pocos pasos sus sonrientes padres le miraban alentadoramente sin querer aproximarse a turbar la paz de ambas mujeres .Gabrielle se percató enseguida de lo que sucedía. Xena ,por su parte, pensó que quizás el muchacho estaba allí para tomarles nota de algo más.
- Desde luego los posaderos de esta época son más que atentos - .Se dijo con aprobación -.
- Pe.. perdonad -.Pudo musitar el chico casi con balbuceos y sin centrar la vista en ellas pues miraba de reojo a sus padres ,lleno de timidez, tratando de buscar su apoyo -. ¿Sois Xena y Gabrielle?.
Xena miró a su amiga sin disimular su sorpresa .¿Cómo sabría aquel niño sus nombres?. Pero Gabrielle asintió sonriente y dio una respuesta afirmativa con lo que las mejillas del chico se colorearon en cuestión de segundos.
-¿Me podríais dar vuestro autógrafo? .- Les pidió él, tratando de contener su nerviosismo a duras penas -.
- Claro -. Replicó amablemente Gabrielle -¿cómo te llamas?.
- Me llamo Andreu . - Musitó el chico sin podérselo creer aun -.
Muy solícitamente ,Gabrielle cogió de sus temblorosas manos la libreta y el bolígrafo y escribió comentando en voz alta lo que ponía para firmarlo después.
- Para Andreu de sus amigas Xena ,la Princesa Guerrera y Gabrielle ,la Princesa de las Amazonas. ¿Está bien así?.
-¡Genial muchísimas gracias! -.Exclamó el chico que centró ahora su mirada en Xena -. ¿Podrías firmármelo tú?. ¡Eres la mejor de las guerreras!-. Declaró lleno de admiración mirándola con ojos arrobados. -
Xena se sentía en un auténtico compromiso. No sabía que le estaría diciendo aquel chiquillo pero parecía muy ilusionado con la sola idea de que ella le hiciera caso o escribiera algo en ese extraño pergamino .Gabrielle así se lo confirmó cuando le musitó una instrucción a la oreja.
- Pon tu nombre y haz una raya alrededor .Lo que se te ocurra. Le harás muy feliz.
Xena sonrió al niño y le pasó una mano por la cara acariciándole las facciones .Aquel chico tendría aproximadamente la edad de su difunto hijo y eso le llegó al corazón .Puso su nombre con caracteres dorios lo que dejó atónito al muchacho .Gabrielle dándose cuenta de eso y de la sorpresa de su admirador ,le dijo con tono de complicidad.
-¡Le has caído tan bien a Xena que incluso te lo ha escrito en el idioma de la Antigua Grecia donde transcurren nuestras aventuras!.
-¡Vaya!- .Exclamó de nuevo el muchacho aseverando encantado -. ¡Muchas gracias Xena .Lo guardaré para siempre!.
- Gracias a ti- .Le respondió la guerrera en un dubitativo inglés, sonriéndole nuevamente -.
Pero el chico se alejaba ya en dirección a sus padres y la mujer que abrazó al emocionado chiquillo les dijo desde la distancia.
- Muchas gracias y disculpen .Es que se vuelve loco con su serie.
- Ha sido un placer–.Repuso Gabrielle con una amplia sonrisa que fue secundada por Xena esbozando otra y sintiéndose algo estúpida al no saber realmente que estaba sucediendo-
-¿Has visto mamá? -.Incluso me ha acariciado ,es una señora muy simpática -.Declaraba el ilusionado chico cuando se perdía con sus padres por el pasillo -.
Cuando Gabrielle les vio desaparecer miró a su compañera que seguía sin apartar la vista del lugar.
-¿Recuerdas lo que te dije de esa obra que sale en la televisión?-. Comentó con una media sonrisa -.Pues ese es uno de sus muchos seguidores .¡Quien le iba a decir que ha sido la propia Xena la que realmente le dio un autógrafo!.
- Tengo curiosidad por ver como representan mi vida. - Contestó la guerrera -.Verlo en verdad y no a través de esa extraña caja.
- Lo podemos arreglar- .La animó Gabrielle que pese a ello veía una sombra de tristeza en los ojos de su amiga y le comentó con un cariñoso ademan en sus cabellos -. Déjalo Xena. Por favor -.Ese niño era encantador ,pero no se parecía a Solan.
-A mi todos los niños me recuerdan a Solan. - Musitó la guerrera con añoranza -.
- ¡Anímate! .Piensa que has hecho muy feliz a ese crío - .La sonrió Gabrielle con toda la dulzura que pudo -.
Y el propio Solan, sentado a pocas mesas de distancia y ataviado con ropas de la época ,pudo escuchar esas palabras que le agitaron el corazón. ¡Que difícil era para él tener que aguantar las ganas de hablar con su madre!. Pero no podía romper la promesa que había hecho y sabía que Alectis tendría sus motivos. De todos modos no le habían visto y Gabrielle tampoco había hablado .Ella sí que sabía que el muchacho estaba vivo. Suponía que si se quedaba allí le reconocería así que optó por no arriesgarse. Con disimulo extendió por delante de su cabeza un periódico local que había adquirido y simuló estar enfrascado en su lectura, espiando de reojo a ambas.
Xena por su parte dejó de lado ese triste recuerdo. No quería amargarle la jornada a su amiga .Por suerte, la camarera llegó con una bandeja y lo que ambas habían solicitado .Depositó sendos tenedores y cuchillos envueltos por servilletas de papel y se alejó sonriente con un...
-¡Que les aproveche!..
Gabrielle removió su humeante café con la pequeña cucharilla de plateado metal que lo acompañaba explicándole a su amiga que el pequeño sobre blanco que se encontraba al lado de la taza debía ser rasgado y su contenido vertido en aquel líquido color marrón claro. Su compañera la imitó con buen hacer y probó un sorbo de aquello ,estaba muy bueno ,pero no sabía a nada que se pudiera asociar. Aunque aun le gustó más el extraño manjar llamado chocolate, - según le informó Gabrielle- .Iba a cogerlo con la mano, pero su amiga le avisó.
- Debes emplear los cubiertos, como en los palacios de China usan los palillos. Es un signo distinguido, en realidad ,toda persona lo hace o se la considera muy grosera.
-¡Ah ¡.Vale .- Convino Xena que nuevamente imitó a Gabrielle -.
Y las dos amigas continuaron allí durante algunos minutos más charlando ,a fin de que Gabrielle pusiera al día a Xena de cómo se hacía la historia de su vida .Solan entretanto no perdió detalle oculto a sus miradas ,ansiando la oportunidad de reunirse con su madre otra vez.
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