Capitulo 14.Atlantis.
Atravesaron el gran océano de tiempo con el eco de mil rumores como fondo y extraños sonidos que a veces semejaban cantos de sirenas y otras el murmullo de la brisa meciendo las hojas .Entre un caleidoscopio de colores irisados e indefinidos pero de gran belleza y a la vez uniformidad cambiante a la vista, Xena y Solan fueron retrocediendo años, luego siglos, después milenios y nuevamente remitieron la velocidad temporal hasta que por fin efectuaron su parada. Ante ellos un inmenso mar ,ahora constituido de agua y unas costas cuya arena resplandecía bajo el sol como si estuviera formada por granos de oro .En la lejanía podían admirarse innumerables torres de marfil y plata y todo ello circunscrito por varios anillos lagunares de un agua con una hermosísima tonalidad verde- azulada. Tanto el caballero como la guerrera no pronunciaron palabras durante un largo rato ,inmersos en aquel espectáculo tan grandioso y bello. El primero que despegó los labios fue Solan y lo hizo con reverencia para musitar.
-¡Atlantis .La joya de la Civilización terrestre!.
- Es la ciudad de los dioses. ¡Que maravilla !-.Tuvo que reconocer Xena admirada por cuanto veía añadiendo incluso sin dudar - .Supera en esplendor a las modernas construcciones del futuro.
- La tecnología aquí era infinitamente superior- .Declaró Solan que agregó lleno de entusiasmo -.¡Pero vayamos a verla más de cerca!.
Y tomando a su madre por la cintura, antes de que esta pudiera ni tan siquiera aceptar, se elevó con ella recorriendo bastante distancia, bajó cuando se aproximaban a los primeros recintos de la ciudad .No queriendo llamar la atención en el vuelo.
- Lo más sensato será ir a pie- .Le propuso a la guerrera que asintió conforme -
- Alectis nos ha enviado a un tiempo en el que Atlantis todavía existía -. Reflexionó Xena lanzando la siguiente cuestión. -¿Será para que impidamos su destrucción?-
- No -. Repuso el muchacho tajante - Hay varias normas en el viaje a través del tiempo y una de ellas es no alterar lo sucedido en el pasado. - .Le explicó no sin pesar, en esta particular circunstancia -.
- Ahora entiendo el miedo de Will a contarme quién era realmente -.Lo cierto es que Xena lo había comprendido desde el primer momento, pero en esta ocasión ,era ella la viajera del futuro -.Tendremos que ir con cuidado ,habrá guardias en las entradas - Le previno -.
- No te preocupes- .Repuso él con aparente tranquilidad -. Alectis me contó muchas cosas sobre la antigua Atlantis, y una de ellas fue precisamente la que provocó su destrucción.- Aclaró ante el gesto inquisitivo de su madre -. Ellos eran confiados y no temían ataque alguno por parte de nadie. Podremos entrar sin problemas .Tú sólo sígueme.
Xena asintió en apariencia confiada pero ya había sufrido demasiados reveses como para no tomar sus precauciones y sujetó decidida su Chakram comprobando asimismo el filo de su espada.
- Puedes guardarla- .Le dijo confiadamente Solan - No te hará falta.
Casi a regañadientes ella obedeció. Continuaban caminando por un larguísimo y esplendoroso paseo adoquinado con piedras refulgentes como gemas en los más variados colores. Alguna veces se agrupaban por tipos ,estilo esmeraldas ,diamantes , rubíes o zafiros para conformar dibujos de colores que tan sólo podrían ser apreciados desde una gran altura .¿Qué objeto tendría algo así si no se podía ver desde el suelo?. Se preguntaba Xena .Aunque enseguida resolvió que, si esos seres estaban mucho más avanzados que los humanos de la época en la que ahora vivía Gabrielle ,seguramente también serían capaces de surcar los cielos. Y no se equivocaba. Levantando la vista pudo distinguir entre el límpido cielo de la mañana algunos extraños objetos de brillo plateado que iban y venían en dirección a la gran ciudad.
- Naves de Atlantis. Posiblemente vengan de lejanos mundos .Esas tan grandes y de forma discoidal creo que son para eso- .Describió Solan apuntando con su dedo a una escuadrilla de unos cuatro objetos de esas características que volaban haciendo un rombo con destino a la ciudad.
Pasaron sobre ellos y desaparecieron en un instante, apenas si pudieron verlos bajar ,tal sería su velocidad. Seguidamente observaron con un par de naves con apariencia de punta de flecha salían de Atlantis y se perdían en el horizonte del inmenso océano ,todo ello en apenas un par de segundos y sin hacer el menor ruido.
-¡Cuanto tiempo tendrá que pasar todavía para que los hombres de la época de Will y John alcancen tal grado de perfección!- Reflexionó admirado Solan en voz alta con un deje de amargura cuando añadió -.Y pensar en lo estéril y terrible de la destrucción de este mundo.
Xena le escuchaba sin poder evitar darle la razón .De haber podido disfrutar de tales adelantos la felicidad y la justicia habrían reinado siempre en el mundo y no hubieran existido las guerras .En aquel paraíso de dioses probablemente estas eran innecesarias .¿Cómo sino justificar entonces la ausencia de centinelas a las puertas de la ciudad?.
Solan continuaba avanzando por esa amplísima avenida que comenzaba a estar flanqueada de paseos arbolados con una altura y belleza incomparable. Algunos de esos troncos con podrían alcanzar fácilmente los cincuenta metros de altura y sus copas se desperdigaban tratando de besar el cielo y cubriendo gran parte del suelo con una sombra que fácilmente podría alojar dentro de sí un campo de fútbol. Pero las dimensiones de esa avenida eran de tal magnitud que la parte sombreada era minoría respecto a la que reflejaba la intensa luz del sol.
- ¡Esto debe tener kilómetros!. - Calculaba el maravillado Solan que había sido educado por su mentor en estas medidas ,a fin de ponerle acorde con los tiempos en los que debería desarrollar primordialmente su tarea -.
- Jamás vi unas proporciones tales -. Confesó la admirada Xena -. Hasta las pirámides de Egipto me parecen pequeñas en comparación con esto.
Y no era para menos. Ya no sabían el tiempo que había transcurrido desde que comenzaron a caminar ,pero todavía se les antojaba enorme la lejanía que les separaba de la enorme puerta que se alzaba entre monumental y desafiante al fin de ese paseo. Y al fin, llegaron ante el primer escollo. Ante ellos se abría un enorme foso, era el primero de los anillos acuáticos. La anchura podría ser de casi cien metros y permitía perfectamente el paso de cualquier tipo de buque que Xena conociera.
-¿Cómo lo pasaremos?. ¿Volando?. - Quiso saber ella desconcertada ante tal tamaño. - Porque no creo que sea buena idea pasar nadando.
- No hay necesidad.- Sonrió Solan indicándole con expresión divertida - Tú sólo avanza.
Y Xena en un principio creyó no comprender pero el caballero estaba andando tranquilamente y pisó el borde del anillo ¡y continuó caminando sobre las aguas como si se mantuviera sustentado por un puente invisible!. Xena no lo dudó ,fue detrás de él y sintió que era exactamente eso. Algo que no podía ver y casi apenas sentir, soportaba su peso y le permitía caminar sobre el agua. Realmente la ciencia de esas gentes era algo sorprendente.
Una vez cruzaron el primer círculo acuático Solan le comentó señalando a cierta distancia.
- Mira más gentes como nosotros.
Y Xena descubrió un grupo de personas en la lejanía, no se les distinguían bien, pero caminaban en dirección opuesta a ellos saliendo de la ciudad sin prisa pero sin pausa ,en actitud completamente tranquila. Cuando centró su atención en su propia dirección observó a su vez a varios individuos ,hombres y mujeres andar por delante de ellos. Vestían de un color blanco luminoso y a sus espaldas lucían remates de algo que lucía como la plata. Los cabellos de todos eran morenos y largos.
- Atlantes - .Le informó Solan apretando el paso -.
Xena se vio forzada a seguirle con la misma rapidez y pronto llegaron a la altura de esas gentes que apenas sí les dedicaron atención ,a pesar de la indumentaria de la guerrera que desde luego, no encajaba con las ropas de moda allí. Fue Solan quién dirigió una mirada al grupo y saludó elevando la palma de una de sus manos, fue correspondido del mismo modo y además obsequiado con unas cálidas sonrisas ,sobre todo por parte de dos mujeres de rasgos bellísimos.
La guerrera se percató de que era sobrepasada en estatura por ambas .Y eso que ella no era en absoluto pequeña. En su época incluso había destacado demasiado por su talla .Aquí en cambio ,parecía como si fuese todavía una muchacha que no hubiera alcanzado todo su desarrollo viendo a esos seres. Los hombres prácticamente eran como Sony o incluso algunos eran bastante más altos .Las mujeres al menos le sacarían cuatro dedos. El propio Heracles pasaría aquí por un tipo normal, incluso no demasiado alto .Y el instinto le decía que cualquiera de las personas que veía caminar parecía poseer un control tanto físico como mental poco común.
-<<No me cabe duda>>-. Pensó recorriendo con la mirada a todas esas confiadas y dóciles gentes que sólo contestaban con sonrisas amables y gestos amistosos a sus tímidos saludos -<<Esta fue la Edad de Oro>>.
Tan centrada estaba en estos pensamientos que apenas se percató de que llegaban a un segundo anillo. Algo más modesto en dimensiones que su predecesor pero no menos formidable .En sus aguas veía nadar enormes aves de un inmaculado plumaje ,parecían gansos o patos ,quizás eran una extraña mezcla de ambos, una especie que jamás había visto .Solan repitió la maniobra de la ocasión anterior, caminó tranquilamente y esta vez se fue elevando en arco para luego descender del mismo modo hasta llegar a la otra orilla. Xena le imitó suponiendo que aquel invisible puente tendría forma ondulada.
Y a su alrededor, más y más personas cruzaban las cada vez, más concurridas aceras de ese gigantesco paseo. Todos con porte soberbio ,elevada estatura y andares pausados como si la prisa no existiera para ellos .Con rostros calmos y agradables y sobre todo, muy bellos. Xena comenzó a ver incluso individuos que lucían una larga y refulgente cabellera rubia. Eran incluso más altos que los otros y paseaban con idéntica tranquilidad.
-<<Deben medir más de dos metros>>-.Se decía Solan impresionado ante la talla de esos gigantes .Incluso pasó junto a una de esas mujeres de dorada cabellera, hermosas facciones, ojos azules profundos, cuerpo esbelto y bien proporcionado que, al menos ,debía de sobrepasarle en altura por cinco o seis centímetros.
- Lo que más me asombra -.Le comentó Xena como si hubiese contacto con él por telepatía -.Es que son enormes pero a la vez armoniosos y sobre todo majestuosos .No como los gigantes, grandes y torpes. Estas gentes parecen poseer toda la fuerza y belleza que pueda existir. Estoy segura de que en el combate nadie podría hacerles frente.
- Y sin embargo sus corazones sólo saben de paz -.Repuso Solan, casi como si se lamentase de ello -.
Xena no respondió ,fija su atención en la colosal puerta de acceso, guardiana de la ciudad, que ya se perfilaba recortada contra el cielo .Abierta de par en par y flanqueada por unas también impresionantes murallas de plata y mármol. Viéndolas pensaba que no habría catapulta ni asalto que las doblegase. Pudo darse cuenta también de que en algunos puntos las paredes retranqueaban para ceder su espacio a grandes estatuas de muchos tipos de seres ,algunos similares a las esfinges ,otros de trazas humanas, parecidos a los grifos, etc pero todos soberbiamente esculpidos y con unas miradas formadas por piedras preciosas que parecían estar vivas.
- Cualquiera de esos ojos valdría una fortuna -.Le susurró al Caballero -.
Solan no respondió, sencillamente estaba abstraído en la contemplación de aquellas maravillas y ahora, pasando bajo el dintel de la puerta ,debía elevar la cabeza hasta que el cuello protestase y aun así no se hacían cargo de las dimensiones del portal. Y más allá continuaba la magnificencia de Atlantis .A lo lejos ,un segundo cinturón de murallas con otra puerta tremenda jalonadas por otro anillo acuático en el que circulaban falúas doradas y otros tipos de embarcaciones, prodigio de belleza y elegancia marinera. Las había de toda clase de caprichosos diseños a cual más bello, grandes y pequeñas con algo que recordaba a las velas pero que, en cambio ,no era hinchado por el viento sólo iluminado por los rayos del sol.
- Hasta donde debemos ir -. Le preguntó Xena a su compañero sin dejar de admirar todo lo veía -.
- Al palacio de Atlantis .- Fue su respuesta -.
-¿Y porque no nos habrá mandado Alectis directamente hasta allí?- .Inquirió la guerrera -.
-¿Hubieras querido perderte esto Xena?- .Sonrió ladinamente él -.
Ella replicó con una media sonrisa y negó lentamente.
-No- Admitió -.Jamás vi unas maravillas semejantes.
Ante ellos se alzaban las primeras viviendas ,o al menos eso pensaban, allí la más modesta de las casas,(si es que ese calificativo podía emplearse).Superaba las expectativas de cualquier palacio de Persia ,Egipto o aún China. Ricas columnas policromadas en oro y azulejos de colores sostenían frisos profusamente decorados con toda suerte de representaciones y extrañas runas y símbolos .Las plantas recordaban en su mayoría a un templo griego ,tal fue la impresión de Solan ,pero Xena jamás había visto uno. Se comenzaron a construir siglos después de su época. Él le explicó a su madre que ,mucho más tarde ,los helenos tratarían de imitar ese modelo, pero sin conseguir jamás aproximarse siquiera al grado de perfección que tenían ante los ojos .Pasaron de largo ante esas maravillas ,cruzaron una extensisíma ágora rematada en su centro por una fuente radial ,esta erigía unos bellos delfines escupidores de chorros de agua cristalina que se combinaban entre sí iluminándose ,abrazándose, alternándose y confundiéndose en racimos de variados y vivos colores sin que ellos pudiesen ni tan siquiera imaginar como era eso posible. Y en los bordes perimetrales de la plaza discurrían gentes y extraños vehículos que parecían besar el suelo sin tocarlo, volando a ras de él.
Se hacía difícil continuar a la vista de tantos prodigios, ganas les daban de simplemente sentarse y pasear la mirada por los alrededores de una calle cualquiera para deleitarse con lo que en ella hubiera. Pero habían de proseguir. Aunque más allá no cesaban las obras de arte y las construcciones de ese estilo y de otros que conseguían también despertar su asombro. Las mismas gentes se multiplicaban en sus diligentes idas y venidas. Mujeres de igual belleza que las anteriores pero vestidas algunas con ligeras sedas. Muchas de estas casi transparentes ,que ondeaban dulcemente mecidas por la tenue brisa Solan no pudo evitar mirar e incluso ruborizarse en ocasiones porque esos vestuarios mostraban más de lo que el pudor permitía. La misma Xena las observaba entre incrédula e incluso ligeramente incómoda, era la primera vez que sentía esto desde que llegó. Pero ,por el contrario ,el resto de los paseantes no dedicaban su atención a eso.
- Es curioso- .Declaró Xena- .Pero no he visto todavía a ningún niño.
- Pues los había, según me contó Alectis - .Repuso Solan que justificó- .Deben estar en la escuela a esta hora -.
Habían cruzado esa gran plaza y salvado otro anillo de agua. La siguiente puerta era sensiblemente más pequeña pero no por ello menos impresionante .Repitieron la operación con dos puertas y cuatro anillos más, hasta llegar a la última barrera acuática y una vez en ella se encontraron al fin con dos enormes guardias al pie de unas escaleras que parecían no tener fin .Ambos lucían sendas armaduras de plata y sujetaban largas lanzas terminadas en puntas que más bien parecían arpones.
-¿Hacia donde os dirigís? -.Les inquirió amablemente uno de ellos y para sorpresa de Xena pudo comprenderle perfectamente -.
- Nos gustaría ver el palacio si es posible -. Respondió tranquilamente Solan-
Y Xena casi se lleva las manos a la cabeza pensando .
-<<Si claro ,y seguramente te acompañarán haciéndote de guía>>
- Bien -. Respondió el otro sin descomponer su gesto amable y su acogedora sonrisa- .Por favor . Subid a la escalera.
Y apuntando con la cabeza de su lanza les indicó un determinado peldaño. Solan no dudó en subir y aunque Xena se mostraba reacia hizo lo mismo para no levantar sospechas.
El centinela pulsó ligeramente el escalón con ese “arpón” y nada más tocarlo este escabel marmóreo comenzó a elevarles. La princesa guerrera no salía de su asombro. Había experimentado algo así cuando fue de compras con Gabrielle .Subieron a una curiosa escalinata de metal que las llevó por sí misma hasta arriba. Pero aquí no podía distinguirse movimiento alguno en los escalones y sin embargo ellos subían. En pocos instantes llegaron al final del recorrido, Solan continuó caminando imperturbable y Xena decidió que lo mejor sería imitarlo sin dejarse sorprender por nada más aunque esa era tarea prácticamente imposible estando en ese lugar. Y mientras pensaba en esto, el caballero se plantó ante una puerta de doble hoja de unos tres metros de altura labrada con filigranas de oro y plata y entonces sacó una pequeña flauta de entre sus ropajes y tocó una bella melodía que Xena recordó .Se la había escuchado al mismo Alectis hacía tiempo, cuando le conoció y he aquí que la puerta se entornó de par en par permitiéndoles acceder a un sueño.
Las inmensas salas columnadas de ese palacio eran lo más bello que habían visto hasta ahora. Y eso era sin duda difícil teniendo en cuenta todo lo anterior .Decoradas por infinidad de cristales y piedras preciosas que relucían atravesadas por los rayos del sol, filtrados a su vez por una cúpula enorme y abombada que dibujaba en sí un plano del firmamento celeste. Solan había dejado de tocar pero ecos de su música y de otras muchas melodías ,a cual más bella ,se cruzaban en sus oídos sin estorbarse entre sí dando una sensación general de armonía y arte musical. No obstante ,avanzaron hacia una enorme terraza por la que se asomaron hasta contemplar las vistas que les ofrecía la mayor altura de la ciudad .Como si de un corte se tratase podían vislumbrar las diversas divisiones e incluso el lejano mar. Y ello pese a la gran distancia que de él les separaba. Solan se percató de la existencia de una pantalla plana y transparente sujeta al suelo por un poste de plata que se sustentaba a una altura apta para sus ojos y mirando a su través era como si las imágenes lejanas se acercasen. Ambos pudieron observar a un tiempo, puesto que esa superficie tan amplia así se lo permitía y estaban embelesados en la contemplación de todo aquello cuando escucharon unas voces .Los dos se retiraron de inmediato ,parapetándose tras unas ornamentadas columnatas que se levantaban a varios metros de la terraza y oyeron como las palabras se les acercaban aunque no lo suficiente, al parecer, para ser vistos por las personas que las pronunciaban.
- No lo creo -. Negaba una suave y cristalina voz femenina- .Sencillamente no puede ser.
- Madre .Tengo mis sospechas - .Respondía la otra voz ,perteneciente a un hombre joven con talante enérgico. - No debemos confiar en ellos.
- Llevamos muchos siglos conviviendo en paz- .Aseguró otro muchacho a juzgar por el tono aunque este era más tranquilo -.Y nunca hemos tenido el más mínimo problema Erectris.
- Mis informes no están equivocados- .Insistió el aludido -.Tú aun eres demasiado joven y confiado.
Solan ahogó una exclamación de sorpresa y Xena lo notó dirigiéndole una interrogativa mirada- ¿Qué habría oído?.
- Erectris era el hermano mayor de Alectis- .Le respondió al punto este con un susurro, sabiendo que su abortada sorpresa había sido detectada -.
-¿Qué habríamos de temer?- .Argumentó esa voz de muchacho nuevamente -. Somos integrantes del mismo plan cósmico .Tenemos amigos en Olimpo y el príncipe de la Tierra nos ha regalado los dones de este mundo desde siempre.
-¡Ay Alectis!.- Le censuró condescendientemente Erectris- .Llevas contigo la pureza de los primeros días. Pero no sabes nada sobre Caligastia y sus secuaces.
Esas palabras dejaron atónitos a los dos “espías”. ¡Aquel era Alectis!. Siendo seguramente muy joven todavía. Pero la conversación seguía y ninguno de los dos quiso ni tan siquiera mover un músculo a fin de no perder el mínimo detalle.
-¿Qué tendríamos que saber?- .Intervino la mujer que entonces se dejó ver por Xena y Solan -.
Era morena ,alta y esbelta como las demás ,aunque su piel era del color de la canela clara y lucía largos cabellos morenos ondulados que le caían como lianas azabache hasta casi la cintura .Vestía un traje hecho de seda ,color malva y celeste y tocaba su cabeza con una brillante diadema dorada ,una delgada tira amatista cruzaba su frente. Pero además ,en ella se apreciaba algo aparte ,una sensación de pureza y majestad aun más elevadas ,como si un aura invisible pero palpable la rodease. Observaba a ambos chicos, con dos francos y grandes ojos azules llenos de cariño maternal .Y Solan se admiró de lo mucho que Xena, su propia progenitora, le recordaba a ella.
- Madre por favor -. No confíes en ellos -. Le pedía Erectris quien estaba ahora de lleno en el campo visual de los chicos. Portaba un traje sencillo como el que pudieron observar a los primeros paseantes, pero lo adornaba con una capa larga y roja y una cinta plateada que le rodeaba la frente. Parecía ser de aproximadamente la misma edad de Solan.
- No creo que sea para tanto -. Intervino Alectis poniéndose a la vista también .Seguía siendo como le conocían sólo que en su rostro se dibujaba una mayor juventud(quizás unos catorce años escasos)y transparencia de emociones, sus ropas eran iguales a las de su hermano pero su capa era azul cielo y asimismo portaba una cinta de color plata alrededor de sus sienes ,su estatura era algo menor, quizás la misma que Xena y sus miradas hacia esa mujer con la que charlaba denotaban gran cantidad de amor e incluso devoción, sobre todo cuando, afectuosamente ella pasó una de sus manos por su cabello.
-¡La madre de mi maestro Alectis. La reina Kyra, señora de Atlantis!-. Susurró Solan haciendo un ímprobo esfuerzo por contener sus deseos de gritarlo -.
- Si vuestro padre el rey no ha emprendido ningún tipo de acción será que él no teme nada - Esgrimió ella con tono sereno y dulce a un tiempo -.
- No es eso madre, lo que ocurre es que nuestro padre es inteligente y no confía en Caligastia, pero no puede hacerlo ver claramente - .Opuso Erectris, al parecer incomodado por algo que tomaba como una obviedad -
Los tres salieron a la gran terraza a contemplar la visión del atardecer .El sol convertido en una roja bola incandescente les bañaba con la bondad de sus últimos rayos haciendo relucir las estancias contiguas y tornado la pantalla de observación en un luminoso arco iris, el mar les obsequiaba con los destellos de espuma reflejando mil matices de azules y rojos, naranjas tornasolados y muchos tonos más y como fondo una maravillosa melodía impregnaba el aire llenando el lugar de una benéfica sensación de paz y armonía con el entorno, aunque esto no parecía hacer mella en las preocupaciones del príncipe Erectris que no se disipaban.
- Deberíamos ponernos de acuerdo con los de Olimpo. Les ayudamos a derrocar a los Titanes ¿no?. Ellos eran juguetes de Caligastia y este también deseará la caída de Cronos. Además hay algo que no va bien. He oído rumores provenientes de más allá de nuestro sistema.
- Zeus es mi amigo, hablo mucho con él- terció Alectis tratando de calmar a su exaltado hermano- .Es el heredero y seguramente estaría enterado de cualquier sospecha que abrigase su padre. Aunque no se lleven todo lo bien que debieran. Pero él está muy enterado de todo lo que pasa fuera de Iura.
Solan recordó .Ese era el nombre que le daban a la Tierra. ¡Aquello era increíble, estaba escuchando de labios de los protagonistas el porqué de todo!. Las causas de la destrucción de Atlantis y la naturaleza de aquel entramado en el que ellos mismos se movían en su lucha contra el mal. Y aguzó el oído al igual que Xena, quién tampoco deseaba perderse nada de aquello. Pero sobre todo ambos procuraban no ser descubiertos...
- Me temo que Zeus tan sólo es un chico con muchas ansias de divertirse a costa de los mortales y pocas de gobernar con firmeza- .Se lamentó su hermano -.
- Padre está al volver de una entrevista con los príncipes de otros mundos -. Replicó confiadamente Alectis- .Ya verás como me dará la razón .No hay porqué preocuparse. Todo estará bien.
Erectris posó ambas manos sobre los hombros de su joven hermano y sonrió añadiendo más relajadamente.
- Ojalá tengas razón.
- Claro- .Aseguró este convencido -.Dentro de poco iré a ver a Zeus y le preguntaré. Aunque antes quiero pasarme por las tierras de los mortales. Tengo curiosidad por ver si han evolucionado algo en estos siglos.
- Sabes que no nos es lícito ayudarles en exceso -. Le amonestó suavemente su madre que de seguro no ignoraba que su hijo había soslayado en ocasiones esa prohibición ,aunque hasta el momento de forma inofensiva y siempre bondadosa, eso le hacía mostrarse tolerante e incluso orgullosa de que él tratase de auxiliar en lo posible a esas primitivas criaturas -.
- Ya que nosotros les hicimos evolucionar hace milenios, al menos deberíamos ayudarles para que se aproximen lo antes posible a nosotros - .Se defendió él-
- Hijo, el Soberano es sabio. Los hombres deben medrar por sí mismos. Nuestra raza cumplió su cometido plantando la semilla por su encargo y velando por ellos a fin de cumplir las instrucciones que, en su nombre, nos dio el príncipe de Iura. - Repuso su madre aunque guardaba para sí su anterior reflexión -.
- Zeus y los suyos sí que toman contacto con ellos y les enseñan. - Se atrevió a argumentar aun-
- Lo hacen como un juego- .Contestó Erectris con un gesto reprobador -.Se lo toman a la ligera y se dejan adorar como si de dioses se tratasen. Y eso no es bueno Alectis. ¡Hazme caso, no lo es!. Un día tendremos que dejar este mundo y si acostumbramos a los humanos a depender de nosotros después no sabrán valerse.
El joven Alectis asintió ,sabía que su hermano mayor y su madre tenían razón .Pronto lo dejó correr y prometió no inmiscuirse en asuntos de los mortales. Pidió permiso para retirarse y su madre lo concedió con una sonrisa .Cuando el joven se marchó el semblante de Kyra se tornó preocupado y grave ,mirando a los ojos a su hijo mayor le comentó con reserva.
- Las cosas no marchan bien ,es cierto .Pero ojalá que todo se resuelva .Yo también he oído cosas. Se dice que hace muchos ciclos temporales estalló una revuelta Cósmica encabezada por uno de los príncipes regentes. Aunque nada está todavía confirmado .Esperemos que no sea así, o que, cuando menos ,no alcance este planeta. Tampoco yo confío plenamente en Caligastia y no sé que partido podría tomar.
- Ese traidor y sus lacayos se aliarán con el que lleve las de ganar o con el que le ofrezca una mejor parte -.Aseveró Erectris haciendo una mueca de desprecio -
- Tu padre sabe que la situación es delicada y por ello ha acudido a esa reunión de príncipes en su calidad de monarca del Continente Occidental- .Comentó Kyra -. De todos modos ya es importante que el príncipe de Iura le encomendase a él, por encima del resto de los monarcas continentales, ir en su séquito para que se encargue de representarle junto a su noble vasallo el Canciller Dahak.
- Dahak - .Musitó Xena con un jadeo, abriendo unos ojos como platos-
- Espero que Cronos, el monarca Continental del Norte ,no se moleste por esa decisión de favorecer al rey de Atlantis- .Replicó Erectris echando mano de la ironía para agregar- .Es un honor demasiado grande y parcial para ser cierto.
- Cronos siempre se llevó bien con nosotros y los suyos nos deben mucho -. Declaró confiadamente su madre -.
- Las deudas que se llevan gratamente hoy pueden convertirse en pesadas cadenas mañana. Ese es un proverbio de Olimpo -. Subrayó el príncipe cruzándose de brazos con gesto desconfiado -.
- Sólo podemos esperar y confiar hijo mío -.Sentenció su madre con un largo suspiro ,tras el cual ,miró hacia el cielo ya cubierto de añil y tachonado, en su parte este ,por las primeras estrellas ,aunque todavía incandescente y rojizo al oeste por donde el sol se perdía. Kyra sonrió ligeramente y le preguntó a Erectris. - ¿Has visto que noche tan hermosa?.
Su hijo asintió dulcificando su semblante y deseoso en su corazón de que su mente errase y de que tanto su hermano menor, como su madre tuvieran razón, acompañó a esta hasta la balconada para deleitarse con esa bella imagen de la agonía solar que servía como preludio al despliegue de esa belleza cósmica en la noche. La terraza era tan grande y Xena y Solan estaban tan alejados, que pudieron permitirse el lujo de moverse despacio hacia la salida .El muchacho cogió a su madre y le susurró.
- Viajaremos desde aquí mismo.
Xena se mostró de acuerdo impactada aun por aquella conversación .Se unió a Sony abrazando su cintura y el muchacho conjuró con suavidad la piedra de Atlantis para que ambos pudieran desaparecer con rumbo al futuro.
En ese preciso momento ,la reina Kyra miró tras de sí e iluminó su semblante con una dulce sonrisa.
Avanzando durante apenas unos instantes, que realmente significaban años ,Solan y Xena reaparecieron a varios kilómetros de aquella isla- Continente. El muchacho levitaba sobre el océano sosteniendo a su madre.
-¿Dónde está Atlantis?- Quiso saber Xena cuando pudo ubicarse geo espacialmente -.
- Hacia allí - .Le señaló vagamente Solan con un gesto de su cabeza apuntando al frente- .Vamos a acercarnos despacio.
Limaron la distancia sin prisas pero en poco tiempo ya que no estaba demasiado lejos, se aproximaron lo bastante como para tener una perspectiva de la ciudad. Pero en esta ocasión no descendieron. El Caballero había sentido algo y giró su cabeza en la otra dirección fijando su atención en el perdido horizonte marino.
- He sentido una gran fuerza -. Le explicó a Xena que miró a su vez sin llegar a detectar nada -.
Pero el muchacho sí que mantenía la vista en aquella dirección y su gesto se demudaba por momentos. De pronto sin que la guerrera comprendiese el porqué se elevó bruscamente ...
Una columna de fuego rojo ,que prácticamente apareció de la nada, cayó desde el cielo sobre la ciudad de Atlantis...
Will y John había quedado en encontrarse en el puerto de la ciudad en donde se hallaban ancladas algunas unidades de la marina. Vestidos de paisano con traje de sport y sendos abrigos. No habían tenido mucho tiempo para organizar un plan más detallado pero desde que Gabrielle y Xena se marchasen a Nueva Zelanda se concentraron en investigar y entablar contactos con algunos de los amigos a los que Alectis se había referido en aquella conversación que mantuvieron el día en el que Xena y Will llegaron. La guerrera estaba en el dormitorio con su reencontrada amiga y el Atlante aprovechó entonces para darles algunos nombres y ubicaciones .Tomaron nota en una lista que Will exhibía ahora en su mano izquierda consultándola por encima para afirmar.
- El contacto deberá reunirse con nosotros en menos de una hora.
- Nadie nos ha seguido- .Apuntó John ,recorriendo el lugar con una todavía desconfiada mirada -.
Por inercia Will efectuó el mismo previsor barrido con la vista y no pudo descubrir a nadie por los alrededores.
La noche se estaba cerniendo sobre el puerto y ambos hombres aguardaron durante casi la hora que restaba. Cuando el plazo estaba próximo a expirar un destello amarillo se les aproximó desde la lejanía, al cabo de unos segundos lo constataron como las luces largas de un coche que se apagaron y encendieron de modo rítmico y con una cadencia desigual. Era la señal convenida por el contacto .En código morse daba la contraseña que John respondió con una linterna que extrajo del bolsillo de su abrigo.
El vehículo se detuvo a escasos metros de donde se encontraban y las luces se apagaron. Tan sólo permanecieron encendidas las tenues iluminaciones del interior cuando se abrió la puerta del copiloto.
- Sólo debe acercarse uno- .Indicó John -.Será mejor que lo haga yo ,a ti te creen perdido en el tiempo y sería importante que siguiese siento así.
Su compañero asintió aprobando la idea y John se dirigió con paso lento pero determinado hacia el coche. Una vez llegó a la puerta abierta pudo por fin ver a su interlocutor. La débil luz apenas sí dejaba entrever su figura desde la lejanía, ahora comprobó que se trataba de un hombre de edad madura ,con algunos surcos recorriéndole el rostro y el pelo plagado de canas. Fumaba un pitillo con pausa ,saboreando cada calada y apenas sí prestaba atención a su cita pues no giró la cabeza más que de modo casi imperceptible cuando John subió la coche cerrando la puerta.
- EL día está encapotado y gris- .Declaró el oficial-
- Pero el viento barrerá las nubes y pronto veremos el sol- .Replicó ese hombre desapasionadamente, para añadir con moderada y fría aprobación- .Muy bien, ustedes me han hecho venir .¿Qué desean?.
- Alectis nos remitió a usted, nos dijo que era uno de sus principales contactos en este tiempo y que nos pondría en la pista de nuestros enemigos .- Le explicó John-
- Las cosas no son tan sencillas. - Le objetó el individuo dando por concluido el cigarrillo y arrojándolo por su ventanilla abierta, exhaló la última bocanada de humo ,parte del cual hizo toser a John y añadió esbozando una muy leve sonrisa, como si recrease con esa circunstancia -.Todo esto forma parte de un plan muy vasto y complicado del que no somos sino meros peones, todos nosotros.
- No nos interesa saber las connotaciones socio- políticas de esto- Rechazó John- .Ni queremos tirar de hilo ni nada por el estilo .Tenemos una misión .Nuestro deber es penetrar en la base enemiga y hacernos con esa daga. Lo demás nos importa un bledo. Usted sólo diga si puede ayudarnos o no.
El hombre le observó fría y escrutadoramente sin desvelar en su semblante el efecto que le habían producido aquellas palabras. Se limitó a responder.
- Dense una vuelta por Creta. Algunas partes bajas son muy interesantes ,pero los turistas sólo se fijan en los palacios.
Y sin más alargó uno de sus brazos y depositó sobra una mano de John un pequeño pliego de papel. Este hizo ademán de abrirlo pero el individuo le retuvo con un gesto.
- Cuando me haya ido- .Sentenció -.
-¿Esto es todo?- .Inquirió John perplejo por semejante parquedad -.
- Tienen lo esencial para comenzar. Más sería contraproducente para todos .Y si no saben llegar al fondo de este asunto con esto mejor será que lo olviden .Buscaremos otras personas más cualificadas.
Aquel tipo guardó un hermético silencio girando la cabeza hacia el frente y John supo que con ello daba por concluida esa entrevista. Sin mediar palabra de despedida salió del coche y se alejó .Caminaba hacia Will que aguardaba visiblemente impaciente rastreando con la mirada en previsión de posibles espías cuando el coche arrancó y se perdió tan repentinamente como había aparecido.
-¿Qué te ha dicho?- .Le preguntó Will a su compañero una vez se llegó este a su lado-
- Que vayamos a Creta y me ha dado esto- .Repuso John con decepción mostrando ese papel-
- Puede que nos de coordenadas o algo que nos guíe allí- .Elucubró Will esperanzado-
.Vemos que es .Me indicó que lo abriese sólo cuando se hubiera ido- .Le explicó John extendiendo esa hoja que una vez abierta ,tenía el tamaño de medio folio.
Pero ambos se llevaron una decepción cuando tropezaron con una extraña combinación de cifras y letras.
- 4q38yt 0666. - Leyó Will sin comprender nada en absoluto .¿Qué demonios es esto?- .Inquirió lanzando su pregunta a las negras aguas nocturnas -.
- No tengo ni idea- .Convino John, conjeturando a su vez - .Debe ser algo como una clave alfanumérica ,quizás exprese unas coordenadas como tú dices.
- No cuadra en absoluto con los valores que se usan para marcar posiciones .Ni de latitud, ni de longitud.- Rebatió Will con visible desazón añadiendo con enojado sarcasmo -. ¿Y esta es la ayuda que nos prometió Alectis?.
- Tampoco yo me explico que quiere decir ni que se suponen que debemos hacer con esto- .Se lamentó John -. Pero no podemos darnos por vencidos. Ese tipo prácticamente me retó- .Ante la cara de extrañeza de su camarada John le aclaró - .Me dijo que si con nuestra preparación no podíamos descifrarlo sería mejor que lo dejásemos, que buscarían personal más cualificado.
Ambos quedaron meditabundos y Will reflexionó en aquella frase dándole vueltas hasta que una luz se encendió en su mente y afirmó.
- Tiene que tratarse de algo relacionado con la marina. Debe ser eso.
-¿Tenemos alguna base operativa en Creta?. Le preguntó su compañero para agregar- .Que yo sepa no .
- Puede que no sea eso, pero tiene que guardar relación. Estoy pensando que podríamos colarnos en los ordenadores y buscar esta clave. Por si fuese algún número de código o registro.
- Podrían ser mil cosas.- Objetó John más que desanimado -.
- Tenemos esto y sabemos que debe de estar en Creta - .Le animó Will- .Eso reduce las posibilidades.
- Siendo así podemos ir a la oficina de Inteligencia Naval de San Diego- .Le propuso John - Tengo un amigo allí que me debe un par de favores.
-¡Estupendo!- exclamó Will con desmesurado optimismo teniendo en cuenta lo precario de sus datos -..
John no quiso interrogarle sobre ese particular ánimo que su compañero mostraba y ambos se volvieron hacia la casa. Descansarían un poco y saldrían de inmediato para San Diego.
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