Capitulo 9.Gabrielle.
Alectis les indicó que se aferrasen a él y ambos lo hicieron, el atlante pasó a concentrar toda su energía y lo hizo sobre la piedra que brilló de verde intenso cubriendo por completo al trío . Tanto Xena como Will experimentaron una vibración y algo similar a una sacudida en su interior. Después el eco de un suave tintineo que fue creciendo y una caleidoscópica sensación de colores y formas irreconocibles que se sucedían cada vez más rápidas . No supieron cuanto tiempo duró aquello ,pero en un momento dado se detuvo y volvieron a estar sobre suelo firme, aunque más bien era arena. Pasados unos instantes hasta que recobraron la noción de espacio y realidad, Will se agachó cogiendo un puñado de esa arena entre las manos y comentó.
- Obviamente estamos en algún otro lugar, esto es arena desértica.
-¿A dónde debemos dirigirnos ahora? -.Quiso saber Xena-
- A ningún lugar - replicó el atlante- es una mera parada de transición .Descansaremos unos instantes y daremos el salto definitivo.
- Al menos,¿ podrías decirnos donde estamos?. - Pregunto Will con curiosidad -.
- En la región que llamáis Palestina . - Fue la lacónica respuesta -
Xena miró a Alectis y a Will, había percibido una presencia más, no estaban solos por allí ,ojalá que nadie les hubiera visto materializarse. Aunque de ese modo podrían pensar que se trataba de dioses. ¡Pobres ingenuos!, igual que ella y las personas de su tiempo, ahora entendía que todo lo que no podían explicar de un modo lógico y cercano a la limitada experiencia humana siempre se tildaba de divino. Aunque, por ejemplo en el caso de Will, él fuese tan humano como ella misma, sólo que poseía unos conocimientos muy superiores .Pero Alectis era diferente, pertenecía a una raza superior, a los que bien se les podría llamar dioses .Y ella misma era una descendiente de esa raza.
- Voy a alejarme un momento para explorar los alrededores -.Les comentó Xena deseando estar a solas para pensar un poco y sintiendo como si algo le dijese que debía recorrer esas tierras al menos durante un rato -.
- No te vayas muy lejos, podrían verte .- Le pidió Will con preocupación-
- No te inquietes por Xena - .Le tranquilizó Alectis afirmando con seguridad --. Sabe cuidarse bien.
La guerrera se alejó durante unos metros moviéndose con precaución .Esa presencia seguía por ahí cerca, quiso descubrir de quién se trataba y al cabo de unos minutos de andar lo hizo .Al trasponer una duna divisó a cosa de pocos metros la figura de un hombre, tenía los cabellos largos y lisos de color castaño , portaba una sencilla túnica blanca manchada de polvo .Estaba vuelto de espaldas pero se giró en cuando Xena trató de acercarse y clavó en ella una mirada como jamás había sentido la guerrera que no pudo reaccionar .Al cabo de un rato ,Will y Alectis la vieron volver pero tenía una expresión ausente. Will lo notó y se interesó rápidamente por ella.
-¿Te encuentras bien?.
Xena sonrió de la forma más amplia que él le había visto hacerlo y lo hacía sin doblez, con ausencia de cualquier otro sentido. Después le respondió con tono relajado y cordial.
- Nunca me había sentido mejor.
-¿Qué has visto? -.Le preguntó Alectis con suavidad -.
- He visto a un hombre, pero no era un hombre común .Sólo me dirigió una mirada pero eso bastó para producirme una sensación de paz y de esperanza que nunca había tenido.
Will la miró sin comprender pero Alectis sonrió también asintiendo complacido y desveló con solemnidad y admiración.
- ¡Has visto a nuestro maestro y señor, el Soberano del Universo en su encarnación terrena!.
Aquello dejó atónito a Will y también desconcertó a Xena que objetó.
- Parecía un hombre normal, por su aspecto incluso un caminante más del desierto .Pero noté como tenía una especie de...- trataba de encontrar alguna palabra que le permitiera explicarse pero estas quedaban desesperadamente cortas para lograrlo -.
-¿Aura? - .Aventuró Will tratando de ayudarla -.
- No ,- negó ella tratando de recomponer sus palabras -.Era algo que tenía a su alrededor pero que partía de dentro de él. Sabía quien era yo, por lo que luchaba y todos mis sentimientos y me transmitió paz y perdón para todos mis malos actos. Ahora comprendo porqué hasta el mismísimo Dahak es impotente contra él. ¡El demonio nada puede contra el amor y Él es su encarnación! .- Remató con admiración -.
- Tenemos que irnos ya -. Le sonrió Alectis ,feliz de que ella se hubiera dado cuenta, aunque pareciendo deseoso de alejarse cuanto antes -.
-¿Por donde se fue?- .Quiso saber Will deseando con toda su alma poder verle también -...
- Mucho me temo que quizás no estés destinado a encontrarte con él, al menos todavía, será mejor que lo dejes estar- .Le disuadió el atlante -.
-¡Para ti es fácil decirlo ya le has visto! - .Comentó su interlocutor contrariado -.
- Le he visto y le oído , mas no le escuché - .Repuso críptica y entristecídamente el atlante que apremió- .Lo siento, no podemos permanecer aquí más y cree lo que te digo Will ,si hubieras debido verle lo habrías hecho -.
-¿Acaso Xena que no sabía ni de quién se trataba si?- .Replicó este enfadado por perder esa ocasión única -.
- ¡Eso no es decisión ni tuya ni mía! - .Negó enérgicamente Alectis que insistió ya más conciliador - .Y a estas alturas debe haberse alejado mucho de aquí. No le verás – .Sentenció- .No aun...y por favor, recuerda que tenemos un cometido que cumplir, esta era solamente una escala para que la piedra recobrase su fuerza...
Will no tuvo más remedio que resignarse y sin dejar más tiempo al comentario sobre aquel hombre tan especial el atlante les dijo que volvieran a cogerse de las manos y advirtió también con un tinte esperanzado.
- Esta vez será la parada definitiva. ¡Que Él interceda por nosotros!.
Y experimentaron nuevamente aquellas mismas sensaciones del primer viaje que ,esta vez ,terminaron lenta y suavemente. Ahora ,pese a volver a caer sobre la blanda arena se encontraban frente al mar. Pero era un extenso océano y Alectis les informó.
- Esto no es el Mediterráneo .Nos encontramos en otra tierra mucho más lejana.
Y Will miró en derredor y pudo distinguir la silueta de los familiares postes de la luz y más allá algunos altos edificios .Disipado su anterior enfado y lleno en cambio de expectación y alegría por estar de regreso en su propio mundo, corrió por la playa hasta detenerse junto a una caseta roja que lucía una inscripción en su propio idioma materno que leyó encantado.
-¡Distrito de los Ángeles! .¡Estamos en California! - Exclamó sin poderlo creer todavía invitando a sus amigos con entusiástica premura -¡Xena ,Alectis ,venid y mirad esto!.
La guerrera se acercó llena de curiosidad. Así pues que esa debía ser una de las casas de la aldea de Will. Alectis les siguió con pasos lentos y tranquilos .El día estaba a punto de llegar al cenit pero el cielo estaba encapotado con cierta sensación de lluvia en el ambiente, así pues no era raro que la playa estuviera desierta.
- Vayamos hacia el este - les indicó el Atlante -. Allí podremos refugiarnos.
Y el grupo se encaminó en esa dirección, recorrieron muchos metros de playa hasta poder ver como se levantaban unas cuantas casitas a escasa distancia en tierra firme.
- Allí hay una que nos servirá. - .Les indicó Alectis-
-¿Esta deshabitada?- .Preguntó Will temiendo que fueran vistos por los dueños -.
- No, pero la persona que vive en ella es amiga mía. Una vieja amiga -.Añadió con una breve sonrisa dirigiendo una mirada cómplice a Xena que la guerrera no comprendió -.
Y se fueron acercando fiados de las palabras de Alectis. Pero alguien les salió al encuentro ,desde lejos ya pudieron ver que se trataba de una mujer. Tenía el pelo corto y rubio tirando a pelirrojo . Vestía un informal atuendo de zapatillas deportivas y un chandall azul.
- Extrañas ropas -.Se dijo Xena hasta que pudo contemplar más de cerca el rostro de aquella hasta entonces desconocida - .
Fue entonces cuando movida por un resorte la guerrera corrió hacia ella .La muchacha también aprestó el paso y ambas se detuvieron a dos escasos metros la una de la otra. Xena jadeaba tratando de recobrar el aire y apenas si se atrevía a moverse del sitio ,ahora tenía miedo de equivocarse ,pero no podía existir dudas .¡Cuánto deseaba que eso fuera verdad!. No obstante permanecía muda mirando a la joven como si temiese romper una especie de hechizo y que ella se desvaneciera de su lado. Esa chica a su vez, la observaba también con gran interés y expectación. Durante unos largos instantes ninguna dijo nada hasta que fue aquella muchacha con un tono dulce y amable lleno de alegría contenida la que saludó.
- Hola Xena.
Y esta tanteó suavemente el rostro de la chica entre sus manos y ya no pudo aguantar más ,se precipitó sobre ella abrazándola con fuerza en tanto exclamaba una y otra vez presa de una incontenible emoción.
-¡Gabrielle!. ¡Eres tú!.
Alectis y Will llegaron entonces ,se habían quedado rezagados con toda intención para permitir que ambas mujeres pudieran reencontrarse .Y ambos permanecieron algo apartados mientras ellas seguían abrazadas y llorando de alegría.
- ¡Creí que habías muerto al caer en ese foso! .- Pudo decir la guerrera entre balbuceos -.
- Yo también me creí morir -.Le explicó su amiga también llorosa -.Pero Alectis apareció de pronto y me sacó de allí, me trajo a esta época y me dejó al cuidado de una persona a la que quiero mucho .Es muy largo de contar Xena.
- ¡Tenemos tiempo ,tenemos todo el tiempo que queramos! -.Afirmó ella volviendo a abrazar a su amiga y besándola en la frente -.
- Cuanto celebro que estés bien Gabrielle - intervino Alectis cordial pero sosegadamente, llegándose a ellas seguido también por Will -.
-¡Venid a casa por favor. John se alegrará tanto de verte!- .Les invitó Gabrielle dirigiendo esta última frase al Atlante -.
Los tres la siguieron cruzando una pequeña portezuela que cerraba una blanca valla entorno a un jardín que rodeaba a su vez una casa unifamiliar de dos plantas .Xena miró perpleja como su amiga se aproximaba tranquilamente a una especie de placa metálica y oprimía algo con un dedo ,al momento escuchó una voz de hombre (con un tono igual a si este les hablase desde el interior de un yelmo), salir aparentemente de ningún sitio para preguntar.
-¿Si?. ¿Quién es?.
-¡Soy yo cariño! - .Repuso alegremente Gabrielle -. Y traigo visita. Un viejo amigo nuestro y dos de los compañeros de los que nos habló han venido a visitarnos. Una de ellos es una vieja, muy vieja y querida amiga mía.
-¿Están aquí?. ¡ Pasad enseguida! - .Replicó esa voz con entusiasmo -.
Y sonó un zumbido durante el cual Gabrielle empujó la puerta de un color tan blanco como la valla que se interponía entre ellos y la entrada .Al pasar ,cruzaron una pequeña habitación y se detuvieron ante otra puerta de color marrón. Pero esta fue abierta directamente por un hombre alto, de pelo moreno y vestido con uniforme de la marina. Will reconoció el grado de teniente ,el mismo que el suyo y en tanto Gabrielle hacía las presentaciones no pudo evitar un saludo militar que ese hombre correspondió en el acto.
- Xena, y usted señor, este es John O´ Connor, mi esposo. John, ella es Xena .La gran amiga de la que te he hablado durante todos estos años. Y a Alectis ya le conoces. - Después Gabrielle se lo tradujo a su amiga usando el idioma natal de ambas, el Micénico o Aqueo -.
Xena miraba a su antigua compañera y a ese hombre con la boca abierta .No podía entender nada .¡Era el marido de Gabrielle, y ella llevaba viviendo años con él.!
- Es un honor conocerte - .Le dijo él ofreciéndole la mano que ella ,al principio dubitativa ,estrechó finalmente sujetándole con firmeza por el antebrazo ,tal y como era su costumbre .El individuo en cuestión sonrió aunque ella no parecía comprender esas palabras pero sí intuir lo que significaban -.
- Sé que todo esto te parecerá extraño y sorprendente Xena - .Terció Alectis -.Hora es ya de que te lo expliquemos todo ,a ti y a nuestro amigo Will. - Y tras una pausa de apenas dos segundos añadió dirigiéndose al marido de Gabrielle - .John, este, como habrás imaginado ,es tu sustituto al frente del proyecto, el teniente Will Kendall.
-¡Vaya! , así que fue usted en quién finalmente recayó la responsabilidad del viaje - Sonrió John-
-¡Un momento! -.Pudo decir Will completamente rebasado por la sorpresa como casi siempre -.¡Así que usted era ese piloto que se puso enfermo y al que yo sustituí casi en el último minuto!.
Pero antes de recibir respuesta intervino Gabrielle.
-¿Qué hacemos aquí parados en la puerta?. ¡Pasad por favor! ,sentados hablaremos más cómodamente.
Aceptando el ofrecimiento de Gabrielle todos entraron acomodándose en un largo sofá con forma de “L”.
- Curioso mueble - .Susurró Xena ,pero lo que más llamó su atención fue una caja que desprendía imágenes y sonidos de personas, cosas y objetos desconocidos para ella .Fue su amiga la que se acercó hasta el aparato de forma totalmente natural y con un sólo gesto de su mano lo sumió en tinieblas y silencio.
- Quitaré “la tele”. Ahora no hace más que molestar la conversación .- Declaró recreándose divertida en los ojos de su amiga ,abiertos como platos al presenciar semejante prodigio -.
Will ardía en deseos de interrogar a su colega para saber más detalles acerca de todo aquello. Quería también decirle cómo le habían engañado y abandonado a él mismo en un tiempo perdido ,pero John adivinando su impaciencia le pidió ,sin embargo, que aguardase un poco.
- Todo a su tiempo - le dijo con la aprobatoria mirada de Alectis- .
- Ante todo ,cuéntales la historia de cómo llegaste aquí y lo que hiciste en todos estos años- .Le pidió el atlante a Gabrielle que asintió atrayendo la atención de todos al tomar la palabra -.Y no te preocupes, habla en inglés, yo telepáticamente traduciré a Xena todo lo que digas.
La chica asintió y tomó nuevamente la palabra...
- Como os he dicho fue Alectis el que me sacó de allí. Pero no me dijo nada más. Simplemente me recogió al vuelo mientras caía. Debí desmayarme porque cuando recobré el conocimiento me encontré vagando a la deriva en el océano...
Sintiéndose completamente perdida y desorientada ,con el estómago sobrecogido y débilmente apoyada sobre un tablón ,o algo parecido flotaba a merced de las aguas del mar. Gabrielle no tenía consciencia de cómo había llegado allí ni durante cuanto tiempo había estado en esa situación, creyó recordar la imagen de alguien cogiéndola durante su caída al abismo de Dahak pero ahora eso apenas sí era una neblina en su mente. En su lugar tan sólo veía agua por todas partes .Estaba en medio de un gran mar, pero ¿por qué?. ¿Quién la había dejado allí después de rescatarla? .Aquello no tenía sentido. Recordaba también la expresión de su amiga Xena al verla caer y la angustia e impotencia que reflejaba el semblante de la guerrera.
-¡Tendré que remar hacia donde sea. Al menos hacer algo! -.Se espoleó tratando de recobrar los ánimos -.
Y así lo hizo ,logró subirse sobre ese precario tablón, colocándose boca abajo y lentamente se impulsó con los brazos. Aunque ahora otra funesta sensación venía a sumársele al ya aterrador problema de morir de hambre o de sed antes de llegar a cualquier costa. Gabrielle habría jurado que la silueta de un enorme pez se había deslizado por debajo de ella. ¿Algún tiburón hambriento? .No estaba segura pero trató de no atraerle más, muy despacio fue levantando los brazos y refugiándose en aquella tabla, tan sólo un poco más larga que ella misma .Si se mantenía quieta quizás pasaría de largo ,pero, ¿acaso debería quedarse así para siempre hasta morir?.
De inmediato se dijo que tan sólo aguardaría hasta que el sol, que tenía aspecto de haber salido hace poco del horizonte ,llegase justo a lo más alto .Y aguardó. Durante el tiempo transcurrido cundió en ella la desesperación y reaccionó de inmediato negándose a la idea de aceptar tan dócilmente la muerte ,para volver a luchar con ánimos renovados . Cabía la posibilidad de que algún barco pasara cerca de allí, reservaría sus fuerzas para llamarlo .Y esperó armándose de paciencia, el día fue pasando lentamente y el sol estaba cercano al cenit. Gabrielle se dijo que era hora de comenzar a remar nuevamente. Aunque tenía los brazos entumecidos y se sentía destemplada. Probablemente tendría fiebre ya que la frente le ardía .Pero no podía rendirse.¡ Eso jamás! , no en vano había eludido el foso de Dahak, después de aquello cualquier cosa sería mejor. Por lo menos si dejaba el mundo de los vivos ,del cual ya no estaba siquiera segura de seguir formando parte, lo haría luchando ,tratando de alcanzar algún destino. Tumbada boca abajo para evitar sus típicos mareos en el mar ,a punto estaba de meter las manos en el agua y proseguir su ciego rumbo hacia ninguna parte cuando escuchó un ruido que crecía de forma ensordecedora acercándose a ella . Asimismo las aguas comenzaron a agitarse movidas por un repentino viento. Era muy extraño pues ,en los tímidos vistazos que podía dar las pocas veces que cambió de postura sobre su frágil sostén ,el cielo estaba azul, sin rastro ninguno de nubes. ¿Sería que Poseidón y Eolo estaban jugando una partida con sus respectivas fuerzas? .No quiso hacer elucubraciones, si era así maldita diosa Fortuna que la puso en medio de los dos. Pero aquello era muy extraño, de pronto Gabrielle se vio cubierta por una larga sombra que oscurecía el sol. El ruido era casi insoportable y tuvo que taparse los oídos ,el mar amenazaba con tirarla de ese precario tablero que la sustentaba zarandeándolo con violencia. Cuando ella miró finalmente hacia arriba ,azuzada por la curiosidad ,vio algo verdaderamente extraño; un objeto desconocido y enorme ,suspendido sobre su cabeza a una considerable altura, dejaba caer una especie de cuerda atada a un redondel naranja que flotaba sobre las aguas. Entonces, dos criaturas de color azul oscuro y extrañas cabezas ,rematadas por algo parecido a viseras y largos tubos sobre ellas, se arrojaron desde allí. Poseían unos pies terminados en aletas. ¿Serían ninfas marinas quizás?. No lo sabía pero las dos nadaban ágilmente hacia ella. En un principio Gabrielle pensó que podrían ser enemigos o seres del dios del Mar. De todos modos, tanto si venían a rescatarla como a matarla, ella no podía oponer resistencia, se encontraba muy débil .Era mejor dejarles hacer lo que quisieran, probablemente sería más rápido así. Uno de ellos incluso ganó la tabla y se apoyó en ella levantándose esa curiosa visera ,tenía un rostro agradable ,parecía el de un hombre normal con barba de un par de días ,ojos castaños y pelo del mismo color, que se adivinaba bajo ese curioso traje(pues eso descubría ahora Gabrielle que era)de color azul .Ese tipo habló con ella en un idioma desconocido.
-¿Se encuentra usted bien señorita?.
Gabrielle le miró idiotizada ,no podía ni hacer asomo de comunicarse y ese individuo insistió.
-¿Puede moverse?.
Tampoco dijo nada ,mejor no hablar si con ello le descubría que no comprendía para nada esa extraña lengua .Así pues ese tipo la miró con cierta preocupación y se dispuso a avisar a su compañero que se aproximó a ellos agarrado a esa cosa naranja que flotaba sobre el mar .Entre ambos cogieron a Gabrielle sin que ella pudiera ni tan siquiera intentar resistirse, la tiraron al agua despacio y le pasaron aquello por la cabeza hasta engancharlo a su cintura. Una vez completado ese ritual, uno de ellos levantó un brazo y con una mano enseñó su pulgar elevándolo hacia el cielo. De pronto Gabrielle notó como se elevaba, abandonaba el mar y era izada en el aire hacia esa cosa que iba a devorarla .Por unos instantes pensó en tratar de patalear y soltarse pero el instinto le aconsejó permanecer quieta y esperar. No se tomarían tantas molestias para matarla ,al menos eso quería pensar .Llegó arriba del todo y fue recogida por un hombre vestido también de forma muy poco corriente ,con un traje o lo que fuera de una inusual tela de una pieza y adornado con algunas inscripciones y símbolos que ella no había visto jamás. Gabrielle apenas pudo fijarse en otra cosa, un sopor de plomo la envolvió y cayó rendida sin conocimiento...
Cuando despertó estaba en una cama, rodeada de extraños objetos en una no menos rara habitación. Tenía algo pegado en el brazo que lo atravesaba ,era un delgado cable que se unía un odre transparente colgado en un alto palo. Intentó hacer ademán de quitárselo pero una mujer vestida de blanco, que se encontraba sentada a su lado escrutándola con interés ,se lo impidió con una amable sonrisa dirigiéndole palabras en ese desconocido idioma.
- No, no trate de quitárselo ,está usted muy débil y tiene que reponerse.
Gabrielle trató de pronunciar algunas tímidas palabras en su idioma natal.
-¿Dónde estoy? .- Preguntó -
Esa mujer formó una expresión de sorpresa e incredulidad, parecía no haberla oído, o quizás simplemente no la entendía. Gabrielle reunió fuerzas y trató de repetir la pregunta en Dorio lo más claramente que pudo , pese a que en su actual estado tendía a fundir las palabras en un susurro ininteligible,más que a pronunciarlas.
-¿Por favor? .¿Dónde me encuentro?.
La extraña seguía dando muestras de no entender. Quizás fuera de un pueblo desconocido que no comprendiese los idiomas más comunes del mar. Lo que si hizo fue volver a sonreír y mover las manos en ademán tranquilizador .Luego se alejó saliendo de esa estancia por una especie de puerta que cerró tras de sí.
- Y aquí entro yo .- Intervino John -. Estaba destinado en el portaaviones “Independece” cuando navegábamos por el Mediterráneo. Uno de nuestros helicópteros de rescate recogió a una mujer que llegó inconsciente con síntomas de hipotermia y deshidratación .Se la hospitalizó en la unidad médica del barco y se esperó a que recobrase el conocimiento ,la enfermera de guardia fue a advertirnos que ya había vuelto en sí y que hablaba de forma extraña con un lenguaje desconocido. Por entonces yo nada sabía de este proyecto ni de la misión . Pero ,como tú - comentó señalando a Will - tenía cierta formación en humanidades y había pasado algún tiempo en Grecia ,sabía algo de griego y el entonces capitán Tanner ,a la sazón al mando del barco ,recurrió a mí para tratar de hablar con esa mujer. En un primer momento pensamos que sería alguien natural de esa zona, cerca de las costas Egeas, que hubiera podido naufragar en algún bote o yate de recreo. Me dirigí hacia la habitación y allí la vi por primera vez. - Sonrió sosteniendo una de las manos de Gabrielle -.
John entró en la sala para descubrir el rostro atemorizado de una chica rubia de unos veinticinco años, era guapa pese a su apariencia demacrada y la deshidratación que padecía tras la larga exposición al sol. Entonces él ,sonriendo con amabilidad, se instaló en una banqueta cercana y dijo con su mejor griego y su más ralentizada pronunciación.
- Hola .Celebro que esté despierta.
Gabrielle trató de interpretar esa frase. Ese idioma era distinto y tenía algún que otro vago sentido, pero tampoco podía comprenderlo. Estaba claro que esas gentes se habían dado cuenta de que ella no les había entendido y pensaban que ,quizás ella hablase esa otra lengua .Como pudo trató de responder con la misma pregunta de antes, esta vez en Micénico y de la forma más lenta que pudo, acompañándose de los gestos que pudo hacer con su brazo libre.
-¿Dónde estoy? -.Inquirió señalándose al pecho y después extendiendo la mano como si quisiera abarcar toda la sala -.
John estudio esos raros gestos y trató de comprender esas palabras ,¿qué clase de dialecto era ese? .¿El de algún islote perdido del mar Jónico? .Jamás había oído algo parecido .De todas maneras tratando de entablar comunicación de ese modo, él se señaló así mismo en el pecho y pronunció su nombre.
- John -
Volvió a repetirlo muy despacio ,algo le decía que esa mujer era incapaz de comprender ni el griego, ni el inglés. Y la desconocida entonces le imitó. Volviéndose a señalar, esta vez parecía que sí había interpretado la intención de su interlocutor.
- Gabrielle - .Declaró descansando una mano sobre el pecho y mirando a ese hombre que, por lo demás, no estaba mal .Aunque hasta ese momento ni se había percatado de eso. Era moreno como Xena y de unos vivos ojos azules al igual que ella ,apariencia robusta y sana y expresión agradable en su cara ligeramente tostada por el sol.
-.Tranquila - Le susurró él posando una mano sobre las de ella - .Estás en un barco.
Pero Gabrielle no entendió esto último mirándole con el desconcierto rebosando por sus límpidos ojos verde azulados .Entonces ,como si hubiera tenido una revelación , John se levantó de pronto. La mujer se sobresaltó pero él volvió a sonreír y a indicar ,haciendo espacio con sus manos ,de que no pasaba nada. Se acercó hasta un armario cercano y de él sacó un extraño pergamino en blanco ,muy corto y de forma rectangular, y una pequeña varilla que tintaba de azul la superficie de ese papiro tan fino cuando ese hombre la pasaba sobre ella, estaba dibujando algo.
- Estamos aquí - .Le informó él mostrando el dibujo en esquema de un barco ,al que se permitió el lujo humorístico de adornar con unas velas.
¡Y eso fue providencial! .Gabrielle asintió confirmando así su impresión .Ya que la habían recogido en mar abierto eso tenía que ser un barco. ¡Menos mal!, entonces ella alargó una de sus manos pidiendo de esta forma aquellos útiles para responder del mismo modo y ese hombre lo entendió ,cediéndoselos encantado .Gabrielle pudo escribir algo que entregó esbozando una tímida sonrisa que ,sin embargo, se le congeló al observar la reacción plena de desconcierto en el gesto de aquel hombre.
-¡Por todos los santos! .¿Qué es esto?- .Murmuró Will al descubrir una extraña escritura entre lineal y arcaica que le recordaba vagamente a la antiguas letras fenicias .-
Ella le pidió nuevamente por señas el papel y el bolígrafo y se aprestó a dibujar algo .John la observó con inusitado interés. O estaba completamente loco o juraría que esa escritura era semejante al lineal B ,la forma de rudimentario alfabeto usado en la civilización micénica y cretense para el registro de granos e inventario de sus palacios.
- No sé -.Se dijo el atónito oficial -. Estos símbolos me son algo familiares, pero tampoco corresponden a nada que conozca.
Trataba de pensar en una posible forma de comprender a esa chica y sobre todo en que ella le entendiera ,pero no era tarea fácil. Para empezar, quizás estuviera muy débil todavía para concentrarse en eso. Aunque la aguda mirada y la cara llena de la misma curiosidad que él tenía le llevaban la contraria en esa hipótesis .John quería desesperadamente pensar en algo..
- Y no se me ocurría nada -.Sonrió entonces John recordando aquella comprometida situación con buen humor -.¡Menos mal que apareció Alectis!.
-¿Alectis?. - Inquirió Will -.
- Sí, hice igual que ahora, con ayuda de la telepatía creé una traducción entre los dos- .Explicó el atlante -.Eso sí ,dándome a ver directamente .Tenía interés en que John me conociese y sobre todo en tranquilizar a Gabrielle...
- Aunque todavía se hizo esperar un poco- Matizó John retomando su relato -.
Y el oficial permaneció sentado en la banqueta y observando a la muchacha con un estúpida sonrisa dibujada en el semblante hasta que entró la enfermera y el doctor del barco. Gabrielle se percató cuando se situaron junto a la cama y trató de moverse en un desconfiado gesto de protección .Igual que un pájaro arrinconado en una jaula cuando alguien intenta atraparle con la mano .El médico trató de calmarla con suaves ademanes y una sonrisa pero la chica no se dejó envolver e incorporándose de golpe luchó por saltar de la cama . Afortunadamente John y la enfermera fueron más rápidos y pese a sus rápidos forcejeos, Gabrielle tuvo que consentir en ser tumbada de nuevo.
- No tengas miedo ,no te haremos ningún daño .- Le susurró John lo que produjo en ella algo así como un efecto anestésico pues sus miembros se relajaron. Era como si hubiese podido entender el significado primario de aquellas palabras tranquilizadoras .O quizás el instinto de la chica le decía que ese hombre era alguien en quién se podía confiar .
A parte de esas dulces palabras el doctor había aprovechado para inyectarle un sedante suave y junto a la enfermera no perdió la ocasión, tras un rápido chequeo de constantes asintieron con aprobación liberando a la paciente de la sonda .Hecho esto el médico declaró.
- Dentro de un rato le traeremos algo de comer .Creo que ya puede empezar a alimentarse. Por cierto. ¿Ha conseguido usted comprender algo de lo que dice?. - Inquirió dirigiéndose a John con visible interés-
- Poca cosa salvo su nombre...Gabrielle .- Respondió él con voz queda casi tratando de que la aludida no le oyese -.
- Pues es extraño porque mientras estuvo dormida musitaba una especie de nombre. Algo así como Xena. - Recordó la enfermera-
Al oír esa palabra Gabrielle volvió a incorporarse de un respingo .A pesar del calmante, comenzó a sudar y sus ojos se abrieron más ampliamente ,el ritmo de su respiración aumentó y sus pulsaciones lo hicieron de igual modo. En esta ocasión, tanto John como el personal médico lo tuvo más difícil hasta que lograron tranquilizarla de nuevo y recostarla, pero esta vez ella no se resistió con movimientos bruscos ,aceptando sumisamente la postración en aquel lecho tan blando y confortable del que, sin embargo, comenzaba a cansarse.
- Es bueno que esté tan inquieta .Eso quiere decir que está recobrando las fuerzas - Diagnosticó el médico con optimismo y añadiendo ahora a modo de último consejo -.Permanezca con ella sólo un rato más hasta que le sirvamos la comida y luego déjela descansar .De todos modos habrá que sedarla con otra dosis para que no trate de levantarse.
- Bien doctor - .Convino él dejando que este y la enfermera abandonasen la habitación -.
Al ver que se marchaban el rostro de Gabrielle ,tenso hasta entonces, se relajó otra vez .Sólo se sentía a gusto con ese hombre ,seguramente porque era el único con el que podía tratar de hacerse entender .Y John debió de pensar lo mismo cuando insistió con los dibujos .Tuvo por fin una idea y comenzó a dibujar con buen trazo el perfil del mar Mediterráneo y las principales islas que lo jalonaban .Hizo una equis en la posición aproximada del barco ,muy cerca de la isla de Creta y dijo lenta y suavemente.
- Estamos aquí .- Y mirando a Gabrielle añadió de modo suave y paciente -.Tú ¿dónde?.
Para su sorpresa y alegría del oficial ella le comprendió. Esbozando una aliviada sonrisa ,Gabrielle tomó el bolígrafo y recorrió con él las costas helenas internándose en la tierra y parándose cerca de Atenas.
-¿Ateniense?- .Inquirió él en inglés y como veía en la cara de su interlocutora el asomo de la duda repitió en Griego corrigiendo de inmediato su lapsus idiomático -.¿De Atenas?.
Gabrielle asintió con energía. Esa palabra sí que era comprensible para ella. No era precisamente de allí pero aquello al menos era una aproximación. Ese chico quería saber su lugar de procedencia y añadió tratando de especificar.
- Poteidaia..
Ahora fue John el que la obsequió con un semblante torcido por el desconcierto, sin duda la muchacha se estaría refiriendo a alguna ciudad cercana de Atenas. Y él trató de obtener algo más pero sus nuevos esfuerzos se estrellaron en la imposibilidad. De todos modos tuvo que hacer un receso, la enfermera entró portando una bandeja. Era la hora del almuerzo.
- Debes comer algo- .Sonrió esta colocando sobre la paciente un soporte en el cual sustentó su preciada carga.
Gabrielle clavó los ojos en aquel extraño recipiente de un material por completo desconocido para ella. Estaba claro que era comida y que esos extraños se la ofrecían de buena fe . No debía ser descortés con su hospitalidad y sonrió asintiendo lo que causó visible alegría en sus dos observadores .La enfermera, con buen criterio , le encargó a John la tarea de darle de comer.
- Parece que con usted tiene más confianza - .Arguyó deseosa de quitarse de en medio esa responsabilidad -.
Él aceptó gustoso y pasó revista al menú. Un puré de verduras con un yogur ; algo ligero y de transición para que el estómago de esa chica no tuviera que hacer esfuerzos dado su precario estado y la presumible falta de alimentos sólidos y líquidos en un posiblemente largo espacio de tiempo .¡Qué poco podía imaginarse John cuántos siglos llevaba Gabrielle sin probar bocado!.
Y sin más rodeos hundió la cuchara en el puré y la levantó repleta dándosela a comer. La chica obedeció abriendo la boca y tragando esa vitualla con satisfacción ,no estaba nada mal y cosas peores había tenido que comer en sus viajes. Eso sí, dedicó una atónita mirada a los útiles e incluso al envase del yogur que levantó con una mano y examinó tratando de descifrar las curiosas grafias que lo adornaban.
- Es natural ,con azúcar por prescripción médica, espero que te guste- .Sonrió John comentándolo casi más para sí mismo que hacia su interlocutora que evidentemente no iba a comprender nada de lo que él decía -.
Y tras los intentos culturales por acercarse a ese ignoto idioma, Gabrielle fue a lo práctico y comió el contenido del envase. Aquello tenía el vago sabor a la leche fermentada de cabra que comía de niña, pero era más suave, agradablemente dulce al paladar .Le gustó bastante y lo terminó rápido. John retiró entonces la bandeja y el soporte y asintió complacido.
- Buena señal que hayas dejado la bandeja vacía -.Sentenció a sabiendas de que ella no entendería absolutamente nada -.
¿O quizás si?. Al menos en el contexto de la situación ,Gabrielle pudo adivinar que ese hombre se sentía contento de que ella hubiese comido bien. Y dado que la comida distendía las relaciones humanas como pocas cosas él quiso entregarse otra vez a la tarea de la comunicación, pero tuvo que desistir recordando las instrucciones del doctor. Se levantó de su banqueta y pese a la mirada implorante de la chica para que permaneciera a su lado John se excusó con las manos declarando.
- Debes descansar. Duerme un poco y luego vendré.
Y lo escenificó tan bien, cerrando los ojos y colocando las manos unidas por las palmas junto a la oreja izquierda de su cabeza ladeada en tal postura ,que Gabrielle asintió con un bostezo incluido. Debía admitir que ese chico tenía razón ,se sentía cansada ,pero era una sensación más plácida ,como una siesta que sucediese al almuerzo y no como una convalecencia forzada. Obedeció y cerró los ojos .John sonrió ampliamente y salió en silencio de la habitación .De todos modos lo había tenido fácil ,en la comida había ido disuelto un sedante tal y como le anticipase el doctor.
- Dormí durante un tiempo que no puedo precisar - Recordó Gabrielle- Y al despertarme alguien estaba junto a mi cama ,pero no era John.
- No, era yo - Terció Alectis -.
Y así fue ,el atlante permanecía plantado observando el sueño de la muchacha hasta que ella despertó entreabriendo los ojos y pudo reconocerle.
-¡Alectis!- .- Exclamó ella bajando el tono de inmediato al pensar que quizás había gritado el nombre aunque en realidad apenas sí pudo pronunciarlo en tono medianamente audible -.
Por si acaso este puso uno de sus dedos en los labios de Gabrielle y lo levantó lentamente con la implícita condición de que ella no elevase el tono. La muchacha lo comprendió enseguida y añadió ahora con un susurro.
-¿Qué haces aquí?. ¿Mejor dicho, qué hacemos los dos aquí?.
- Es largo de contar -.Le respondió él tratando de evitar que se incorporase -.Pero te haré un breve resumen.
El atlante contó a Gabrielle lo sucedido y esta apenas sí podía dar crédito a lo que oía.
-¿El futuro?. ¿Quieres decir que hemos viajado a través del tiempo?.
- Más de tres mil años en el cómputo de la civilización actual. - Le precisó su interlocutor -.
- Ahora comprendo el porqué de ese idioma tan raro y las cosas tan asombrosas que he visto- Repuso Gabrielle cuya expresión de sorpresa estaba dejando paso a otra de asombro y maravilla -.
Pero recordó rápidamente el motivo de su caída a ese foso y la preocupación retomó el control de su semblante.
-¿Qué pasó con Xena?. ¿Y con los demás?. ¿Detuvieron a Dahak?.
- Todo a su tiempo - le susurró amablemente él -.Por ahora tendrás que adaptarte a este época mi querida Gabrielle puesto que aquí será donde vivas desde ahora.
-¿Cómo? .¿Entonces no puedo volver? - Inquirió ella visiblemente alarmada -.
- Tienes una importante misión que desempeñar aquí - Le explicó Alectis- Pues has de saber que tu hija Esperanza fue detenida en el pasado, pero la amenaza del mal oscuro sigue presente en este mundo, en esta misma época. Y es algo mucho peor y más maligno que el propio Dahak.
-¡No puede ser! - Negó la chica con la cabeza tratando de controlar su desazón por aquellas terribles noticias -.
- No debes asustarte puesto que estamos en condiciones de pararlo -.La animó él – .Verás ,estamos en el año 1995 según la cronología actual de estas personas que te han recogido. Y la manifestación del mal se producirá cuando concluya este milenio.- Agregó el atlante que empleó unos minutos para ilustrar a la muchacha en las medidas de tiempo y significado de ellas en la actual época , por suerte ella era de mente ágil -.
- Cuando llegue el año 2000-.Conjeturó Gabrielle una vez enterada del valor y significado de esos términos -.
- No, ese es un error común en las gentes de esta era, pero es lógico en tu caso, tú no estás al corriente de su calendario, has de saber que el año 0 no existe. Así pues ,será a finales del año 2000 y no a principios cuando nos tendremos que enfrentar a la auténtica amenaza .El demonio responsable de esto lo ha previsto bien y ha logrado crear una cortina de humo, señuelo para la mayor parte de los mortales .Yo he viajado mucho por diversas eras y he visto como pueden desarrollarse las cosas. Ellos codician la daga sagrada precisamente para evitar que, con ella ,puedan asesinar a su enviado en esta época. Pero la daga está segura con Xena ,de todos modos tratarán de hacerse con ella, y si sus agentes en tu tiempo no lo logran los que moran en este actuarán, ya han empezado a hacer los preparativos.
-¿Quiere decir que Xena logró ocultarles la daga? .- Sonrió esperanzadamente Gabrielle -.
- Xena como mujer excepcional que es, era y será y como digna hija de Atlantis ha luchado valerosamente contra el mal, pero este tiene unos recursos que ella no puede ni tan siquiera imaginar y por eso Gabrielle te necesitamos a ti. ¡Quédate aquí!, aprende el idioma, las costumbres y los avances en la vida de estas gentes y mantén vivo el recuerdo de tu amiga .Por ahora sólo te pido eso ,dentro de algunos años volveré para comprobar si estás preparada. Ante todo ,debes hacer lo que te he dicho y evitar, si está en tu mano, que el enemigo recobre la daga.
-¿Y como podré hacerlo? .¿Contra quién tendré que enfrentarme?. Ahora me siento tan desvalida como un bebé - protestó la chica mostrando su confusión -.
- Yo te ayudaré. - Declaró Alectis que posó una de sus manos sobre ella y emitió un aura azulada de energía a la par que pronunciaba estas palabras -.
- No es mucho, pero con esto potenciaré tu ya de por si despierta mente y ese idioma que te parece tan extraño pronto te será comprensible.
Y cuando terminó de hacerlo Alectis recobró su pose erguida y dándose media vuelta susurró.
- Ahora debo marcharme...- pero debió de pensar algo más que quería decir y nuevamente se giró hacia Gabrielle- .Otra cosa, manténte cerca de ese muchacho ,ese tal John .Es un hombre de buen corazón y sentimientos puros, le he estado observando .Trata de protegerle del mal que le tentará para unirse a él en su búsqueda de la daga .Él te ayudará a adaptarte a este nuevo mundo más de lo que crees.
La muchacha se tomó unos instantes para responder con la fija mirada del atlante puesta en ella y finalmente asintió relajando su expresión tensa y sorprendida por aquella tarea tan complicada que le aguardaba por otro gesto mucho más risueño y cómplice.
- Así lo haré- .Prometió Gabrielle arrancando una leve sonrisa del atlante que se desvaneció de la habitación a los pocos segundos -.
-¿Eso es todo? - Terció Xena-
- No, no lo es..- Rebatió su amiga que añadió- .Durante ese tiempo efectivamente lo que Alectis me hizo fue determinante, pronto pude recuperarme y comenzar a comprender el idioma. Lenta pero constantemente y John permaneció conmigo la mayor parte del tiempo ,en un principio creo que tendría tanta curiosidad por mí, como yo por él, después supongo que poco a poco nos enamoramos el uno del otro.
Le sonrió a su pareja quién correspondió dándole un ligero beso en los labios, Xena miró enternecida aquella escena, se alegraba de que su amiga fuera por fin feliz con un hombre digno de ella, aunque para encontrarlo hubiera tenido que surcar el océano de los siglos. Pero la historia no terminaba ahí .Gabrielle quiso seguir contando lo que para ella fueron unos maravillosos años antes disponerse a enfrentar la gran amenaza que se acercaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, si sois tan amables y no os es molestia, comentar vuestras impresiones sobre lo que habéis leído. Me vendría muy bien para mejorar y conocer vuestras opiniones sobre mis historias. Muchas gracias. ;)