Por fin había vuelto Tom de ver a su amigo, éste le
había enseñado muchas cosas. Regresó a la Golden tras una breve visita a sus
padres y hermano para tranquilizarles. Sin embargo, en la universidad no había
casi nadie, así que indagó.
-No sé que habrá sucedido aquí, pero no me gusta.-
Se decía.-
Estando
de visita en su casa en Kansas sus padres le expresaron su inquietud. Su madre
le comentó con semblante preocupado justo antes de que tuviera que irse a tomar
el autobús.
-Hijo. Hemos oído en las noticias que algo está
pasando en Nueva York. Hay muchas agitaciones.
-Bueno mamá, no temas. Eso suele ser habitual. La gente
protesta por cosas.
-Sí, pero no se declara la ley marcial.- Recordó que
le contestó su padre.-
-Para cuando haya vuelto seguramente que todo se
habrá calmado.- Les aseguró él.-
-Ten cuidado, Tommy.- Le pidió su hermano menor, que
asimismo estaba concernido.-
Era
un poco más alto que él, con su mismo color de pelo y ojos, aunque sin las
canas que comenzaban a decorar parte del cabello del propio Tom. Éste último le
respondió recurriendo al humor para distender el ambiente.
-Tranquilo Dany. Así podrás seguir ocupando mi
habitación.
-Bueno, no iba a dejar que se quedara vacía, siendo
tan grande y estando tan bien iluminada.- Sonrió ese muchacho a su vez.-
Aunque
su padre, más seriamente como era su costumbre, le dijo tras ponerle una mano sobre
el hombro.
-Hijo, tú ya eres todo un hombre. Es cosa tuya
decidir que hacer con tu vida. Solamente te pedimos que tengas mucho cuidado.
-Sí papá. Lo tendré. Os lo prometo.- Convino él.-
Y
tras abrazar a su familia se despidió de ellos. Salió caminando despacio,
paseando entre esos campos de cebada que rodeaban la granja de sus padres. Le
encantaba aquel lugar.
-Ojalá pueda traerte aquí un día para que lo
conozcas, Connie.- Pensaba, aunque enseguida se sintió algo culpable y se
dijo.- Cuando hayamos recuperado a Roy, claro.
Abordó al fin ese bus y tras un largo viaje de
varias horas llegó a su destino. Iba algo inquieto pese a todo a la espera de
lo que pudiera encontrarse allí. Por fortuna los hechos parecieron darle la
razón. Tras el caos de los últimos días las aguas en la ciudad parecían haber
vuelto a su cauce. Los asaltos se mitigaron y la ley marcial fue finalmente
abolida. Aun así, muchos estudiantes no habían retornado todavía. El recién
llegado se alegró al conseguir en la secretaría de la facultad el teléfono de
las chicas en la ciudad y sobre todo cuando, al llamarlas, ellas le contaron
que Roy estaba bien otra vez.
-Sí, está en su apartamento.- Le contó Bertie quien
fue la que le contestó.-
-Enseguida estaré allí. Quedamos en su piso entonces.-
Repuso él con patente alegría, agradeciéndoles.- Gracias chicas. ¡Sois
formidables!
-No tenemos todo el mérito, nos ayudaron unas
amigas.- Le confesó Bertie.-
-Espero poder conocerlas también.- Afirmó él, queriendo
enseguida saber.- ¿Qué tal está tu hermana?.
-Connie está muy bien, gracias. Ahora está en la
universidad para ensayar con las animadoras.- Le dijo su interlocutora.-
-Bueno, pues llamad a ese gamberro de Roy. O mejor,
no le digas nada. Y nos presentamos a verle.- Le propuso Tom.-
Beruche
sonrió divertida al oír eso, no era mala idea. En ello quedaron. Al fin se
despidió de su amigo.
-Espero que Cooan vuelva pronto, -pensó la
muchacha.- Tendré que decirle que Tom ha regresado.
Su
hermana estaba precisamente ensayando, tal y como le había dicho. Junto con el
grupo de Cheer-Leaders recuperaba el tiempo perdido. Al fin Melanie había
retornado haciéndose cargo de dirigirlas de nuevo. La capitana daba la impresión
de estar recuperada. Aunque les había anunciado un cambio.
-Desde ahora me ocuparé de liderar el grupo de
Football. April se ocupará del baloncesto.
Su
segunda asintió. Podía comprender bien el porqué de ese cambio. En realidad
todas sabían de sobra el motivo. Aunque ninguna quisiera comentarlo. Al término
del ensayo, Melanie incluso se aproximó a Cooan y le preguntó amablemente.
-¿Qué tal? Hacía muchos días que no te veía.
-Estuve con mi hermana y unas amigas que vinieron a
visitarnos. Teníamos que ocuparnos de ellas. Hubiera sido muy descortés no
hacerlo. Al menos en mi país esa es la costumbre. - Se excusó.-
-Claro, lo comprendo.- Sonrió levemente su
contertulia.- Saluda a Bertie de mi parte. ¿Lo harás?
-Por supuesto.- Repuso Cooan que se sorprendió por
aquello.-
Aunque
no preguntó, evidentemente no era ajena a los roces que su hermana había tenido
con la capitana de las animadoras. Quizás ahora, tras lo sucedido con Roy,
Melanie se hubiese dado cuenta de que Bertie no tenía nada que ver con eso. Ni
que era la causa del alejamiento de ese chico respecto de ella. Ésta se alejó
para ir al vestuario y cuando Cooan se disponía a hacer lo mismo fue abordada
esta vez por April.
-Celebro que estéis bien las dos. Nos tenías muy
preocupadas.- Le dijo esta.-
-Gracias, pero estuvimos bien.- Sonrió su
interlocutora.-
-¿No vais a volver a la universidad, Connie?- Se
interesó su compañera.-
-Por el momento no. Quizás luego lo hagamos. Cuando mis
amigas se vayan de vuelta a Japón.- Le respondió esta.-
-¿Os habéis alojado cerca?- Se interesó April.-
-Bueno, ya sabes que la Golden está fuera de la
ciudad. Pero no estamos lejos.- le comentó Cooan.-
-Me gustaría haceros una visita, por si necesitáis
algo.- Sonrió su interlocutora.-
-Eres muy amable. Te daré nuestra dirección.- Repuso
afablemente su contertulia.-
April
sonrió, no tardó en hacerse con una pequeña libreta que tenía, para apuntar
cosas del equipo de animadoras. Cooan le escribió las señas, comentando entre
tanto.
-Ven cuando quieras. Te presentaremos a nuestras
amigas.
-Estaré encantada.- Convino su compañera.-
Y
sin más dilación se fueron a la ducha y a cambiarse. Cooan volvió al
apartamento que tenía alquilado con su hermana, Al llegar esta le informó de la
llamada de Tom.
-¡Estupendo! Así estaremos todos juntos otra vez!.-
Exclamó llena de contento.- Tenemos que decírselo a las chicas.
-Si te digo la verdad. No sé donde andarán. Las dos
se comportan de un modo algo extraño. Van de aquí para allá, sin parar de
indagar.- Le expuso Bertie.-
-Es lo natural. Las pobres han venido para ayudarnos
a derrotar a esos canallas.- Apuntó Cooan.-
Su
hermana asintió, aunque estaba pensativa y no dudó en hacerla partícipe de lo
que meditaba.
-Es que Ami por ejemplo está muy reservada. Solemos
charlar de todo y ahora apenas si me cuenta nada de lo que hacen. Me da la
impresión de que ocultase algo. Ella y Rei apenas si vienen a vernos estos
últimos días.
-¿Ami? No, no lo creo.- Rebatió Cooan, de un modo
más despreocupado, para añadir.- Es que están en un sitio que no conocen y querrán
familiarizarse con él. Además. Sabes que ella tiene mucho que estudiar. Y, o no
conozco a Rei, o estará inquieta pensando en el santuario. Ya sabes, dirá…- Comentó
Cooan parafraseando a su amiga sailor.- “No puedo dejar solos al abuelo y a Yuuichirou.
Seguro que harán alguna de las suyas”…
Bertie
se rio a su pesar asintiendo. ¡Sí!, posiblemente se estuviera pasando de paranoica.
Ahora que Roy estaba a salvo y de regreso y sus amigas allí, las cosas habían
mejorado mucho. Sus enemigos daban la impresión de haberse evaporado. De modo
que convino con un tono más relajado.
-Es verdad…las pobres estarán aprovechando para
hacer algo de turismo y también se sentirán preocupadas por lo que pueda pasar
en casa. Bueno, ya te dije que he quedado con Tom en el piso de Roy. Debemos ir
enseguida.- Le explicó a su hermana.-
No tardaron en acudir. Primero llegaron ellas. Roy
les abrió la puerta con una amplia sonrisa.
-Mis guerreras favoritas. Pasad.- Les ofreció con
afabilidad.-
Las
dos le dieron un abrazo y entraron. Fue Cooan la que declaró divertida.
-¡Qué más quisiéramos nosotras! Nuestras amigas son
muy especiales.
-Desde luego que sí.- Asintió su interlocutor.- Espero
que se dejen invitar a algo para darles las gracias.
-¡Oh, se dejarán!, no te quepa ninguna duda.- Sonrió
Bertie.-
Y
justo antes de que su contertulio pudiera responder nada, oyeron ruido. Alguien
estaba llamando.
-¡Eh soy Tom!- Se anunció de viva voz golpeando con
los nudillos. -
-¡Tommy! – Exclamó un alegre Roy.- Ya voy. – Añadió el
dueño de la casa que abrió la puerta con una amplia sonrisa. - Hola amigo.
Ambos
se abrazaron con fuerza. Tom estaba tan feliz que casi no podía pronunciar
palabra, al fin pudo decir.
-¡Qué alegría, gracias a Dios eres tú otra vez!-
Tras unos momentos para calmarse y viendo las sonrientes caras de las chicas y
su amigo añadió con más seriedad. - Tengo bastantes noticias que contaros, ¡no
os lo podéis ni imaginar! Hay muchas cosas que he aprendido. Y todas muy importantes...
Las
chicas también abrazaron al recién llegado visiblemente contentas.
-Le pedimos que viniera aquí, para darte una sorpresa.-
Le contó Bertie a su anfitrión.-
-Pues lo ha hecho.
Estoy muy contento de teneros a todos aquí.- Afirmó Roy.-
E invitó a todos a sentarse, él mismo se acomodó en
un sofá dirigiéndose a su amigo.
- No nos tengas en ascuas. Cuéntanos todo lo que has
estado haciendo, Tommy.
- Veréis. - Replicó el interpelado comenzando de
inmediato su narración. - La cosa no fue fácil, fui a ver a un amigo que se
llama Anthony, no me preguntéis su apellido, no lo sé, no suele darlo. Es un
tipo muy especial, se dedica a investigar todo tipo de actividades paranormales
y no le gusta la publicidad. Prefiere mantenerse escondido.
-¿Y cómo llegaste a conocerle?- Quiso saber Beruche.
-
- Pasó una vez por mi casa, se detuvo a descansar,
aunque más bien estaba maltrecho a consecuencia de una de sus investigaciones y
yo le ayudé. Mis padres no estaban y mi hermano Dany se encontraba en el
instituto. Al principio se mostró receloso, pero debí de caerle bien y me habló
de sus actividades. En ese momento no le hice demasiado caso y cuando estuvo
recuperado se despidió amablemente de mí dándome su tarjeta. Allí venía un
número suyo particular, me dijo que si alguna vez necesitaba su ayuda le
llamase y así lo hice. Cuando hablé con él por teléfono, le resumí nuestra
situación y él me indicó que debía ir a verle deprisa. Me dio su dirección
actual, aunque creo que ya la habrá variado. - Matizó esbozando una leve
sonrisa-...
- Es un tipo realmente escurridizo. - Declaró Roy visiblemente sorprendido.
-
- Sí, pero lo más importante de todo es que él
estaba al corriente de tu problema. En realidad sabía más que nadie sobre el
tema. - Le explicó su amigo dejándoles a todos anonadados. -
Roy
le miró con la boca abierta, igual que las chicas y de inmediato, antes de que
se lo pidiesen, Tom les explicó...
- Formaba parte del grupo encargado de protegerte,
de hecho es el único superviviente. Yo, por supuesto, me apresuré a ir a su
lugar de residencia y me recibió tras comprobar quien era...
El muchacho llamó a la puerta y un individuo alto,
de pelo canoso y mirada escrutadora en unos agudos ojos grises, le abrió.
- Hola Anthony, he venido lo más deprisa que he
podido. - Le saludó Tom.-
- Pasa. - Le indicó lacónicamente éste para cerrar
la puerta nada más la cruzó su huésped. -
- Me dijiste que todo esto te era familiar. ¿A qué
te referías? - Le interrogó su interlocutor. -
- Así es. Incluso ahora me doy cuenta que el
conocerte a ti no ha sido casualidad. Estabas destinado a ser amigo de Roy.
Con
la inquisitiva mirada del muchacho puesta en él Anthony le contó ...
- Otras personas, por desgracia, desaparecidas, y yo
mismo, nos encargábamos de proteger a tu amigo desde que llegase a esta ciudad.
Fue enviado por los líderes de esa maldita secta, puesto que posee en su
interior un terrible demonio que debe desarrollarse en él y cuando alcance su
madurez, ser convocado para resurgir con un terrible poder capaz de destruir el
mundo. Nosotros tratamos de impedirlo a toda costa despistándoles, quitándoles
al niño y sellando su parte malvada con magia. Pero los secuaces de la secta
acabaron con mis compañeros. Yo me salvé al permanecer en el más estricto
anonimato y también, por desgracia, le perdí la pista a Roy. Pero, por lo que
veo, desgraciadamente ellos han conseguido reactivar a Armagedón, a pesar de
todos los esfuerzos que hicimos en el pasado por evitarlo.
-¿Y cómo podemos liberar a mi amigo de ese
monstruo?- Quiso saber Tom con creciente ansiedad y preocupación. -
- No será nada fácil. Precisaremos de elementos
sagrados y habremos de actuar en conjunción. Pues todo está entrelazado, los
demonios tienen, como supongo ya sospechabas, una parte física y otra astral y
se debe poder eliminarles en las dos, al menos en este plano dimensional.
- Tengo unas amigas que nos ayudarán, una domina ritos
de magia blanca oriental. - Comentó el muchacho en alusión a Connie. -
- Eso nos podría ser de mucha ayuda pues ambas, la
oriental y la occidental, y otros muchos más tipos de magia blanca que existen,
pese a ser de diferente origen, son válidas contra nuestros enemigos, ya que tienen
en común su fuente de poder. Provienen de lo que podríamos llamar la Fuerza del
Bien.
- ¿La Fuerza del Bien, te refieres a Dios?- Le
inquirió una atónito Tom. -
Con
gesto críptico y tono algo enigmático, Anthony contestó.
- Es algo más complicado, pero ahora no es tiempo de
que pueda explicártelo, de modo que puedes llamarlo así.- Y tras una breve
pausa para que su interlocutor asimilara su respuesta, añadió. - Cualquier ritual
o técnica contra los poderes de la oscuridad y sus manifestaciones, sean cuales
sean estas o provengan de una cultura u otra, se basan en la ayuda de entidades
espirituales muy elevadas y de gran poder. Para que sean eficaces se debe, eso
sí, realizarlas con exactitud y confiar
en ellas plenamente. También afectarán al ente contra el que se usen en función
del potencial y el poder de éste. El que posee a Roy es muy fuerte y podría
costar mucho trabajo acabar con él. En realidad, con las influencias combinadas
de los ritos de esa chica y de los que
yo te enseñaré, podríais lograr dañar a ese demonio a través del cuerpo de tu
amigo, hacerle la estancia en él insoportable para que saliese de él y así
destruirle cuando esté más desprotegido y debilitado...
-¡Eso fue lo que pasó! - Confirmó impresionada Cooan
interrumpiendo la narración. -
- Tu amigo realmente sabe de estas cosas. - Admitió
Roy agradecido. -
- Sí, es un auténtico experto, consagrado en la
lucha contra el mal. Una persona admirable.- Aseveró Tom retomando su historia.
-
Escuchando
atentamente las palabras de su mentor el muchacho le inquirió...
-¿Cómo podremos destruirle una vez que salga?
- Ya te lo he dicho. Con fe en Dios y armas sagradas.
- Le reiteró Anthony que añadió. - Y es indispensable que todos los que se
enfrenten con él sean de corazón puro.
- De eso no tengo la menor duda. - Repuso Tom que
agregó con preocupación. - Lo malo es que no está sólo, hay otro más, un tal
Valnak que se dice muy amigo suyo.
-¡Valnak!- Repitió Anthony mirando a Tom con los
ojos muy abiertos, como si alguien le hubiera apuñalado por la espalda. - ¡Ese
demonio es muy peligroso! Realmente era el mejor camarada de Armagedón y hará
lo que sea para defenderlo. No se detendrá ante nada. Debemos tener mucho cuidado
con él. Es poderoso y cruel y sobre todo muy inteligente. Que le hayan invocado
quiere decir que los sectarios juegan sus mejores bazas.
- Parece que le conocieras. – Pudo decir el chico
con el gesto marcado por el asombro. -
- Así fue, le conocí. Por eso te lo advierto. Debéis
tener mucho cuidado.- Repuso su contertulio con un tono enigmático y al tiempo
de alarma.- Es cruel y muy inteligente.
-¿Cómo puedo enfrentarme a él?- .Quiso saber Tom. -
- Tú deberás aprender muchos ritos y formas de
exorcismo contra los malos espíritus. - Le indicó aquel hombre.- Pero una vez
que liberemos a tu compañero. Quizás él...
-¿Él?- Se interesó el chico pero su mentor guardó silencio
alegando acto seguido. -
- No, nada. Simplemente deberá quitarse de en medio.
Puede que si acabamos con Armagedón Valnak quiera vengarse de él...
Roy
se levantó cortando el relato y exclamando decidido con un puño en alto y
mirada desafiante.
-¡Que venga!-. Aquí estaré. Estoy deseoso de
patearle el culo a ese mal nacido.
- Ahora eres un hombre normal. No podrías nada
contra él. - Le disuadió Beruche con visible preocupación y temor. - Quiera
Dios que no vuelva nunca.
-Lo que no comprendo es por qué no expulsaron ese
demonio de mí cuando era un niño.- Agregó Roy ahora de modo más reflexivo, para
remachar con patente sentido de culpabilidad.- Hubieran evitado muchos
problemas.
-Se lo pregunté, pero Anthony me dijo que no querían
hacerte daño. Siendo tú un niño habría sido muy peligroso para ti. Pensaron
que, con sellar a Armagedón con magia blanca sería suficiente.- Le respondió su
amigo.-
-Bueno, ahora tendremos que pensar en derrotar a
esos tipos como sea.- Convino su compañero.-
-Y también está el tema de esas piedras.- Terció
Cooan.-
-Sí, ¿para qué las querrán?- Se preguntó en voz alta
Bertie.-
- A eso iba ahora, aún hay más. - Declaró Tom
logrando que la atención de los otros volviese a él y siguiendo el relato recordó
las palabras de Anthony. –
El
joven estaba sentado en un butacón de recio cuero y escuchaba entre atónito y
asustado lo que su mentor le refería.
- Lo que esos
demonios pretenden realmente es crear un pasaje entre nuestro mundo y el suyo.
Para eso necesitan obtener cinco piedras místicas llamadas Yalmutud y
disponerlas alineadas en forma de pentágono. No sé de donde provienen esas
piedras ni que simbolizan, pero esa es su misión principal. Armagedón y Valnak no
son más que unos avanzados. Serán los encargados de reunirlas y allanar el
camino a sus compañeros.
-Entonces, esas alusiones bíblicas sobre la llegada
del Armagedón.- Pudo decir Tom realmente asombrado.-
-Se referían sin duda a este demonio. Él tendrá la
misión de abrir las puertas de nuestra dimensión al mal que mora en el Averno.-
Sentenció Anthony agregando.- Quizás en Megido se libre la batalla final. Pero
otras versiones lo extienden a toda la Tierra. ¡Contra los reyes de la Tierra!
Todos
asintieron visiblemente preocupados. Pese a no saber quiénes serían esos
enigmáticos reyes ahora comprendían la importancia de aquellas esferas, pero la
historia seguía....
-¿Y si las consiguen todas, cómo les detendremos? -
Preguntó Tom muy asustado. -
- Ignoro si
las han conseguido ya, aunque por las últimas noticias deben de haber
comenzado a reunirlas, - respondió Anthony. - Se hayan diseminadas por el
mundo, ocultas en lugares sagrados que actúan como sello. De momento, cuatro de
sus ubicaciones en diferentes ciudades han sido ya arrasadas. Sospecho que han
sido ellos y por desgracia deben de tener ya cuatro de las cinco piedras. Si
las tuvieran todas, ¡Dios no lo quiera!, sería muy mal asunto. Pero aun así
deberían esperar a que se produzca una conjunción planetaria.
-¿Y eso cuándo será? - Quiso saber ansiosamente su contertulio. -
- Aun no lo sé. Dame tiempo para calcularlo.- Le pidió
Anthony con tono mesurado. -
Entonces
Beruche interrumpió nuevamente el relato con tono entre resignado y abatido.
- Por desgracia ya tienen la última piedra, las
guerreras y nosotras fuimos incapaces de impedírselo.
- Eso no importa,- replicó Tom con un ademán
tranquilizador. - Anthony me dijo después que no creía que esa alineación se
produjese hasta dentro de un tiempo, pero él quedó en llamarme cuando eso
suceda. Así que, por ahora, no debemos preocuparnos por eso.
- Sí - masculló Roy con un tono pleno en
resentimiento. - Ahora tenemos que ocuparnos de ese maldito Valnak y de sus
secuaces. Yo por desgracia no recuerdo nada de cuando estuve allí. Sé que me
condujo a su base, pero no logro saber como lo hizo, ¡maldita sea! - se lamentó
apoyando la cabeza entre sus manos entrelazadas. – Si al menos me acordase de
algo.
- No te preocupes. - Le animó su amigo tratando de
aliviarle. - Lo principal de todo es que estés bien. - Éste asintió más
tranquilo y su compañero concluyó con la historia. - Anthony me dio unas
cuantas defensas mágicas y unos amuletos, parecidos a los de Connie. Me explicó
como usarlos y después se despidió prometiendo llamarme cuando supiese algo
nuevo.
Tom sacó del bolsillo de su camisa sendas bolsitas
que entregó a cada uno de sus amigos.
- Llamaré a Ami y a Rei para contárselo. Rei, además
de sacerdotisa es médium y domina hechizos anti espíritus, eso nos ayudará. - Aseguró
Cooan guardándose la bolsa en uno de los bolsillos de su blusa. -
- Mientras tú te coordinas con Rei yo me encargaré
de hablar con Ami - añadió Beruche - con su ordenador y sus conocimientos
seguro que descubrimos donde se esconden con más rapidez.
- Bueno, pues entonces Tom y yo nos ocuparemos de
investigar lo que podamos por nuestra cuenta. - Intervino Roy. -
- Nosotras tenemos que irnos ya a contárselo a las
chicas, no hay un momento que perder. - Replicó Cooan mientras ella y Beruche
se levantaban y se despedían con un esperanzado - hasta luego muchachos.
Los
dos chicos quedaron solos y cuando Tom se cercioró de que se habían ido le
reveló a Roy.
- Mi amigo también me dijo que era vidente y, cuando
le hablé de ti, me contó que tienes un gran poder oculto. Me aconsejó que te
entrenases. Es más, me dio una dirección a la que acudir donde nadie te
moleste. Ahora iremos hacia allá
-¿A qué poder se refiere?- ¿No será a lo que me ha
sucedido desde que esos demonios aparecieron? - Preguntó el muchacho
acordándose de su capacidad para volar y el aumento de su fuerza. -
- Sí, de eso se trata. - Afirmó su interlocutor. - Anthony
no me dio demasiadas explicaciones pero insistió mucho en que debías mejorar y
entrenar tus habilidades. Creía que con ellas podrías llegar a ser mucho más
fuerte que ese Valnak.
- No me gustaría que las chicas lo supiesen, no de
momento. - Comentó su compañero. -
- Por mí no hay inconveniente, por eso entre otras
cosas he aguardado a que se fueran. Si lo supieran querrían disuadirte a toda
costa. Así, si lo ignoran, también podremos protegerlas.-Repuso su contertulio
que acordó además. - Lo mejor es mantenerlo en secreto y sobre todo que el
enemigo no se entere.
Y sin más dilación descolgó el teléfono de Roy y
llamó a un taxi, el vehículo llegó a los quince minutos y les condujo, media
hora después, a ese cuarto que Tom había mencionado.
-Hemos llegado.- Le indicó a su amigo al bajar del
vehículo y abrir una puerta.- Tenemos que subir…
Así
lo hicieron, varios pisos hasta llegar arriba, Roy observaba aquello con cierta
incredulidad. Su guía abrió otra puerta de madera algo desvencijada y entraron.
Era un local amplio en lo alto de una azotea y con muchas ventanas cerradas por
gruesas protecciones de aglomerado. Estaba prácticamente vacío, sólo una
especie de tatami lo cubría. El único objeto que adornaba la estancia era un
arcón de madera. Tom lo abrió con un rechinar de sus goznes y trabajosamente
sacó de dentro una especie de jersey de color azul.
- Anthony me indicó que deberías ponerte esto para
entrenar. - Explicó a su amigo ofreciéndole la prenda. -
-¿Estás loco, tío? - Exclamó Roy con un gesto de
incredulidad al tratar de sostenerla. - ¿Cómo voy a ponérmelo? Esto debe de
pesar una tonelada.- Añadió sopesando el esfuerzo que debía de hacer sólo para
sostenerla en las manos. -
- Anthony tuvo una visión - terció Tom con el
semblante serio. - Te veía a ti, con un uniforme similar a este y entrenando
duro. Estabas en un lugar vacío, de color blanco y eras muy fuerte, más de lo
que ahora puedes imaginar. Creyó ver algo en el color de tu pelo, pero no
recordaba bien lo que era.
- Vale, vale. Trataré de ponérmelo,- aceptó su amigo
que sin embargo objetó de inmediato ahora con mejor criterio - , pero
acostumbrarse a un chaleco tan pesado llevará tiempo. ¿Cuánto pesa? Es sólo por
curiosidad.
- Más de cien libras. - Calculó Tom de forma
indiferente. -
-¡Más de cien libras!- La cara de Roy era un poema.
- En fin, ¡qué remedio! - suspiró y ayudado por Tom logró ponérselo - ¡casi no
me puedo ni mover! - Se quejaba refunfuñando. -
- Pues las botas que debes llevar pesan unas treinta
libras cada una, - añadió su compañero con encubierta sorna. -
Del
arcón y también con un apreciable esfuerzo, sacó un par de botas que parecían
de buzo. Roy estaba cada vez más espantado según su colega iba añadiendo
cosas...
- Estas muñequeras pesan diez libras cada una. En
total son unas doscientas libras más o menos. Desde ahora tendrás que llevarlo
siempre que puedas para acostumbrarte, y deberás lograr moverte con normalidad.
– Le informó Tom que añadió condescendientemente. - Tranquilo, Anthony me dijo
que tú podrías hacerlo.
Su
compañero le observó como si estuviera loco, aunque transigió y se puso todo el
equipo. Apenas sí podía sostenerse en pie, trató de andar pero parecía que sus
pies pisasen una superficie llena de cola pues tenía que hacer un esfuerzo
sobrehumano para moverlos del suelo.
-¿Y tengo que llevar esto a todas horas? - Preguntó
Roy que en esta ocasión dirigió a su compañero una mirada suplicante -.
- No hombre, para dormir podrás quitártelo - .Sonrió
éste divertido para añadir. - Sólo podrás usarlo aquí, en este cuarto. Al menos
hasta que te familiarices con ello. Luego ya podrás entrenarte fuera.
- Bueno, lo intentaré. - Repuso resignado el chico
sin creerse demasiado capaz de superar tal prueba.
Pero
pasaron los días y efectivamente su amigo tenía razón, poco a poco fue haciendo
progresos, cada vez se movía con mayor soltura. Tom luchaba contra él para
enseñarle algunos golpes y que Roy practicara. La secta mientras tanto se
preparaba para el día de la conjunción. Por su parte Valnak había estado a la
espera de recibir más información. El tema de su misión principal casi le traía
ya sin cuidado, estaba mucho más centrado en preparar su venganza.
-Al menos esa estúpida me va a resultar más útil de
lo que pensaba.- Se dijo.-
Y es que por alguna razón que él desconocía, su
compañero Armagedón había insistido en que esa muchacha era importante. Que
debía proporcionarle la información que le pidiera en pago por su ayuda. Valnak
no cuestionaba los motivos de su eliminado camarada y tras ser telefoneado por
esa chica diciéndole que tenía el paradero de sus compañeras accedió a verla. En
su apariencia de hombre corriente se citó con ella en un parque.
-Tengo la dirección de esas dos en la ciudad. Me costó
pero lo he conseguido. - Le repitió su informante con un tinte casi triunfal en
su voz.-
-Muy bien, has cumplido con tu palabra.- Asintió el
demonio con aprobación.-
-¡Por favor!, ahora quisiera que me dijese donde está
mi hermana.- Le pidió April con tono suplicante.-
Tras
guardar silencio durante unos instantes, Valnak asintió, comentando
despreocupadamente.
-Si es eso lo único que deseas, no hay ningún problema.
Toma.
Y a
su vez le pasó una tarjeta a la chica. En ella había escrita una dirección.
-Gracias.- Musitó ella.-
-No hay de qué.- Se sonrió el demonio.-
April
miró ensimismada esa tarjeta, leyendo esa dirección para aprendérsela de
memoria. Al fin quiso añadir.
-Bueno, espero que…
Sin
embargo, se calló de inmediato al darse cuenta de que ahora estaba sola en esa
banco. Aquel tipo se había esfumado sin que se diera cuenta. No pudo comprender
cómo lo hizo. Quizás había estado tan centrada en sus pensamientos que ni se
percató de su marcha.
-Iré ahora mismo.- Se dijo, deseosa de ver a su
hermana.-
Valnak por su parte aprovechó para desaparecer
cuando no había nadie por los alrededores. Sin pérdida de tiempo regresó a su
cuartel general e invocó a otro demonio de nombre Igmodían al que envió a
espiar los movimientos de los chicos.
-Busca a estas individuas.- Le ordenó mostrando las
imágenes de ambas en una bola.-
-Como mi amo desee.- Repuso este haciendo una
inclinación y desapareciendo.-
Tras rastrearlas durante unas horas el demonio
localizó a Bertie paseando por la ciudad. La siguió en forma humana hasta un
parque apartado y a esas horas, desierto de gente, donde había quedado con Ami
y Rei. Informó de ello telepáticamente a Valnak que le ordenó atacarlas. Cuando
Beruche llegó junto con a sus amigas guerreras también estaba su hermana Cooan.
- Vamos Bertie, ¡ya era hora! - Dijo Rei
reprobándola impaciente. - Empiezas a parecerte a Usagi.
- Lo siento, me he retrasado, es que no me aclaré
con las combinaciones de autobuses. - Se disculpó ésta con azoramiento. -
- Tom me ha llamado hace un rato, después de salir
tú. - Le informó Cooan a su hermana. - Su amigo le ha dicho cuando será la
alineación planetaria.
-¿Y cuándo será?- inquirió Ami. -
- Dentro de seis semanas - respondió la interpelada.-
- Tenemos poco tiempo. - Afirmó Rei con expresión pensativa
como si calculase alguna cosa. –Según la presente situación de los planetas…
No pudo
terminar la frase, el demonio, aparentando ser un hombre de largo pelo oscuro y
profundos ojos rojos, salió de su escondite y las atacó. Ami apartó en el
último segundo a su amiga Bertie que era el primer blanco de Igmodían, haciendo
que éste errase en apuñalarla con sus manos convertidas en garras. Las chicas
se dispersaron, las sailors se transformaron y se enfrentaron a dúo al demonio.
Su oponente las esquivó y comenzó una dura batalla. Finalmente Cooan intervino
lanzándole un conjuro que le inmovilizó. A su vez Rei le remató con su pájaro de fuego
haciéndole estallar.
- Ese era uno de los sicarios de Valnak, estoy
segura. - Declaró Cooan jadeante todavía por el esfuerzo. -
- Sí, esos demonios nos vigilan, no podemos bajar la
guardia ni por un instante. - Convino Rei que recapituló al hilo de lo que
estaba meditando cuando se produjo el ataque. - Si mis conjeturas no están
equivocadas, y a juzgar por esa cuadratura planetaria, tendrán que llevar a
cabo ese rito cerca de esta misma ciudad. Luego deberán disponer las piedras
por orden y en forma de estrella de cinco puntas.
- En ese caso debemos rastrear los alrededores de Nueva
York y localizar el punto justo. De esa forma aun seríamos capaces de impedirles
llevar a cabo su plan. - Añadió Ami. -
- Será difícil y muy laborioso. - Objetó Beruche
justificando su pesimismo enseguida con un argumento más realista.- Esta ciudad
tiene un área metropolitana inmensa.
- ¡Pero seguro que les descubriremos, somos más
listas que ellos! - Animó Cooan con su clásico y desbordante optimismo. -
- Cuanto antes comencemos, antes obtendremos algún resultado.
- Conminó Rei indicando a continuación. - Ami y yo nos ocuparemos de eso.
Vosotras dos permaneced con Roy y con Tom. Debéis estar unidos por si ese
Valnak intenta algo nuevo contra vosotros.
Ambas hermanas asintieron, habían tenido un ejemplo
muy reciente en ese último combate. Seguramente ese demonio estaría furioso y
tarde o temprano buscaría venganza. Posiblemente la estuviese planeando ya. Decidieron
extremar las precauciones y se separaron de las guerreras. Empero, unos días
después las cosas parecían más tranquilas, las clases volvieron a reanudarse y
ellas decidieron mudarse nuevamente al campus. Estaban ocupadas recogiendo las
cosas en su apartamento. Beruche se encargaba de llevar unas cajas de cartón
con algunas de sus cosas, cuando se encontró con la puerta del dormitorio
cerrada. Aquello era un fastidio puesto que esas cajas pesaban bastante y
abultaban, no se atrevía a dejarlas en el suelo para abrir y tener que
levantarlas otra vez.
- ¡Cooan! - Llamó a su hermana con imperioso tono. -
¡Ábreme la puerta por favor!...
Ésta
debió de oírla y obedeció al punto pues la puerta se entornó hasta abrirse de
par en par y Bertie pudo sacar las cajas.
-¡Cómo pesan!- .Se quejó tratando de avanzar con
ellas hasta que notó que su carga le era aliviada. Su hermana le habría sujetado
las cajas por debajo. Beruche sonrió añadiendo reconocida. - ¡Gracias Cooan!, de
no ser por ti....
La
frase se le quedó clavada en la garganta sin poder ser terminada y su gesto se
contrajo en una expresión de horror. Delante de ella estaba Valnak que hacía
flotar el peso en el aire en tanto la observaba con una mirada de maligno
regocijo y le siseaba.
-¿De mudanzas señorita? ¿Puedo ayudarla?
Bertie
trató de buscar a su hermana con la vista. Estaba muy preocupada y atemorizada.
Aunque el demonio se anticipó señalándole el suelo tras de él, allí estaba
Cooan tendida y aparentemente inconsciente.
-¡Maldito monstruo!, ¿qué le has hecho a mi hermana?-
Le espetó Beruche agarrando un cenicero de grueso cristal y preparándose para
arrojarlo contra su enemigo. -¡Responde!
Valnak
se sonrió encogiéndose de hombros en tanto esquivaba sin esfuerzo, el cenicero
se rompió con estrépito contra el suelo. El demonio respondió entonces con
indiferencia en tanto las cajas caían también al suelo con un seco estruendo...
- Más o menos esto. - Sentenció lanzando contra
Bertie una andanada de ondas energéticas a baja potencia, aunque suficientes
como para derribarla al suelo sin conocimiento.-
Cuando la muchacha recobró el sentido se encontró en
medio de una estancia que le era por completo ajena, allí estaba también su
hermana, atada junto a ella. Cooan despertó a su vez mirando desconcertada en
todas direcciones.
-¿Dónde estamos?- Musitó Beruche medio atontada
todavía. -
- No lo sé, ¡oh, me duele la cabeza! - Respondió
quejumbrosamente su interlocutora, asimismo bajo los efectos del shock. -
La
burlona voz del demonio les llevó la contestación…
- Bienvenidas a mi humilde morada, al menos la que
me he agenciado para estar en este miserable mundo ¡ja, ja, ja, ja, ja! Espero que no os encontréis nada
cómodas...
Las
dos reconocieron aterrorizadas esa voz y cuando su visión se aclaró pudieron
ver ante ellas a su enemigo.
-¿Qué vas a hacer con nosotras? - Preguntó Beruche
con voz trémula, pero intentando pese a todo, mantener su aplomo. -
-¡Ahora escoria, estáis en mi poder! - Rio Valnak
con una carcajada verdaderamente demoniaca para sisear amenazando a
continuación. - ¡Pagaréis muy cara vuestra traición!, ¡la muerte de mi camarada
Armagedón y las humillaciones que me
habéis hecho pasar! – Entre tanto en su mano derecha materializó una bola de
cristal agregando con sarcástica amabilidad. - Pero un poco de paciencia, ahora
tengo que hablar con vuestro amiguito.
Gracias
a la bola logró comunicarse con Roy. Éste estaba tumbado en el local,
descansando de su agotador entrenamiento cuando, ante sus sorprendidos ojos, se
materializaron las figuras de Beruche y Cooan. Ambas están atadas a unas sillas
y junto a ellas la figura de Valnak que le miraba sonriente contrastando con
los ojos aterrados de las dos muchachas. El joven se incorporó de un salto pese
al cansancio.
- Hola, Roy Malden. - Sonrió el demonio de forma
siniestra. - Me alegra mucho volver a verte. Y mira que bien acompañado estoy.
¿Te suenan estas caras? - Acercó las sillas de las chicas hacia sí para que
fueran más visibles a través de su bola.-
- Claro Valnak – sonrió Roy con incredulidad. - Es
otro de tus trucos de ilusionismo barato.
-¿Sí? ¿Tú crees? - Replicó burlonamente el demonio
desatando a Beruche de la silla. Asiéndola por un brazo con rudeza la aproximó aún
más a la bola y le exigió...- ¡Habla perra! Dile a tu estúpido compañero si miento o no...Dile
que si no viene aquí podrá ver como os mato en directo, ¿eh, Roy Malden? Podrás
ver como tus dos zorritas mueren y sin pagar cuota mensual, con tele Valnak, en
una emisión sólo para ti... ¡ja, ja, ja, ja!
El
rostro de Roy se demudó por la sorpresa y el horror, su corazón le hacía ver que aquello no era ningún truco. Las
miradas suplicantes y aterrorizadas de sus dos compañeras no podían simularse
así como así.
-¡No vengas Roy, es una trampa, quiere hacerte daño,
por favor, no vengas!- Le imploraba Beruche pero Valnak la tiró al suelo de un
manotazo para hacerla callar. -
-¡Pues claro que es una trampa, Roy! - Gimió Valnak
imitando en falsete el tono de su prisionera con sorna.- Pero tranquilo hombre,
no sólo quiero hacerte daño. – Añadió con falsa melosidad para cambiar en un
siseo de odio. -¡Quiero matarte!
Las
dos hermanas temblaban de terror, el demonio, divertido por ello, prosiguió ahora
con más tranquilidad en un tono que incluso parecía condescendiente...
- Aunque te daré una oportunidad, para que veas que
soy generoso. Un combate entre tú y yo, a muerte claro, si tú ganas las dejaré
en libertad.
-¿Y cómo sé que cumplirás con tu parte?- Le espetó
el muchacho a la imagen. -
- No lo sabes estúpido...eso es lo divertido. - Se
regodeó el demonio. -
-¡Mejor suéltalas ahora y yo iré a enfrentarme a ti!
Tú sí que puedes confiar en mi palabra. - Le propuso Roy a la desesperada.-
- Ya lo sé tonto, pero las cosas no son así, ¿dónde
está tu sentido del drama? Si las soltase ahora no tendría gracia. Además,
quiero que vean cómo te destrozo con mis manos.- Rebatió Valnak que estaba
disfrutando mucho del momento, sabía que tenía al enemigo completamente a su
merced-... ¡Qué dices? ¿Te divierte la idea?..
Roy
hervía de ira, se sentía impotente y no tenía más remedio que aceptar las condiciones,
fueran cuales fueran. Pero estaba convencido de que Valnak sólo le quería a él.
Tenía que jugarse el todo por el todo y se decidió. En ese momento llegó Tom
que presenció la escena con gesto horrorizado. Pero afortunadamente él sabía dónde
localizar a las chicas y permaneció fuera del ángulo de visión de su enemigo.
-Menos mal que los amuletos que les di emiten también una
señal que puedo captar.- Pensó el muchacho con al menos ese sentimiento de
alivio en medio de su temor.-
El demonio,
ajeno a esto, seguía con su siniestro discurso para remachar su posición de
superioridad.
- Espero que no intentes nada, porque me llevaré a
una como rehén y la otra seguirá aquí prisionera. Si no haces lo que yo te diga
y cuando te lo diga, enviaré a uno de mis demonios a matarla. Así que ya sabes,
yo tengo las riendas de este asunto y si no me obedeces tus amiguitas lo van a
pasar muy mal.
-¡Está bien! - Bramó el chico enloquecido de rabia y
furia contra su rival. - ¡Donde quieras y cuando quieras, maldito bastardo te
voy a destrozar!..
- Ja, ja, ja, ¡eso ya lo veremos, estúpido! - Repuso
su enemigo moviendo la cabeza. Las carcajadas de Valnak resonaban por toda la
habitación, cuando se calmó un poco añadió. - Dentro de dos horas, sobre el
puente de Manhattan, ¡y ven tú sólo!
-¡Allí estaré y voy a hacer que te arrepientas!-
replicó Roy con mirada desafiante y cargada de tensión. -
La imagen de Valnak desapareció entre risas. Durante
el desafío Bertie quería haber tratado de disuadir a su compañero sin lograrlo.
No podía moverse estando con las muñecas atadas a la espalda. Apenas si pudo
ponerse de rodillas. Pero el demonio la levantó de un brazo otra vez
devolviéndola a la silla y tras amarrarla esbozó una cruel sonrisa de triunfo...
Roy
pulverizó una enorme mesa de un sólo puñetazo con el que desahogaba su rabia.
Tom intervino para tranquilizarle contándole lo que había reflexionado.
- Escucha, yo puedo localizarlas, los amuletos que
os di emiten una señal que nos llevará hasta ellas. Por lo menos hasta a la que
ese demonio deje allí.
- Muy bien, Tom. - Suspiró su compañero tratando de
dominarse pues sabía que era inútil dejarse llevar por el miedo o la furia así
que prosiguió más calmado dando instrucciones a su compañero. - Tú ve a
rescatar a la que esté escondida, yo me encargaré de la que use Valnak como
rehén. Espero que este entrenamiento haya merecido la pena. –
Y sin más se despojó del equipo que llevaba y salió
volando por la ventana.
- Suerte amigo. - Musitó su compañero más bien para
sí, después de ver alejarse a Roy a gran velocidad. - Ahora me toca a mí. -
También se marchó siguiendo la pista de los amuletos lo más deprisa que pudo. -
Valnak
mientras tanto, dirigía a las dos chicas una de sus miradas enloquecidas en
tanto que declaraba con una siniestra sonrisa.
- Ahora le voy a buscar, pero me llevaré a una de
vosotras para que vea como le mato en directo. ¿A cuál elegiré? - Miraba alternativamente a ambas. Al tiempo
que canturreaba burlón.- Pito, pito… Ya está, ¡claro! – Exclamó desatando a
Bertie de nuevo y colgándosela al hombro
pese a los pataleos de ella. -
-¡Suéltala! - Le imploró Cooan tratando de
levantarse para obstaculizar su marcha.-
Sin
contemplaciones Valnak la derribó de un manotazo dedicándole una fugaz mirada
despectiva para salir volando con Beruche.
Su hermana menor lloraba de impotencia y terror por lo que pueda ocurrirle y era incapaz de levantarse...
-¿Por qué haces esto?- Le gritó Bertie al demonio que,
a una gran altura, sobrevolaba con ella la ciudad. -
-¡Vaya una pregunta más estúpida! - Rio sádicamente
su interlocutor. - Ya deberías saber por qué lo hago, preciosa. Quiero acabar
con tu prometido.
- Roy no es mi prometido. - Rebatió ella sorprendida
sin embargo por semejante afirmación. - Somos buenos amigos, nada más.
- ¡Ja, ja, ja!,...- .Es la única réplica que le hizo
su secuestrador colocándola bajo él, sujeta entre sus dos brazos, apretados a
la cintura de ella como si de tenazas se tratasen.-
La
chica estaba atónita y desconcertada. Ahí sucedía algo que Valnak sabía pero
que no le había dicho. En más de una ocasión se había dirigido a ella en
términos que la propia Bertie desconocía. Con frases y afirmaciones que no le
decían nada ¿O quizás sí? Algo le sucedía cuando escuchaba esas cosas. Sin
embargo, debían estar tan confusamente grabadas en su interior que no lograba
sacarlas a la luz.
- Al menos dime una cosa. - Le pidió ella tratando
de soportar la velocidad que el demonio imprimía a su vuelo. - ¿Qué tengo que
ver yo en todo esto? ¿Es por algo que sucedió en Némesis y que no recuerde?
- No. - Replicó Valnak secamente aunque al instante
pareció pensarlo mejor y matizó con tono lleno de sarcasmo. - No fue en
Némesis. Aunque apuesto a que Roy no conoce esa etapa tan interesante de tu
vida.
- No, no lo sabe. - Admitió Beruche estremecida de pronto
por un escalofrío. -
Ella
guardó silencio, ahora deseosa de no haber hablado de más. Parecía que su
captor se regocijase bastante de su sentimiento de culpa.
-¡Oh, Dios mío!, ante todo que él no se sacrifique
por mi causa.- Pensaba la atribulada joven.-
En el cuarto de prisioneros en donde se encontraba Cooan,
al cabo de un tiempo que se le hizo eterno, la puerta saltó rota. Tom la había
forzado de una patada y nada más ver a
Connie la liberó. La muchacha se abrazó a él llorando sin freno hasta
que pudo calmarse lo bastante y le contó entre sollozos.
- Se ha llevado a Bertie. ¡Sabe Dios lo que le hará!
¡Tenemos que ayudarla, Tom!
- Lo sé, no te preocupes. Roy está ocupándose de eso
ahora. - Le susurró con amabilidad ayudándola a caminar, puesto que los nervios
y las ataduras habían aflojado las piernas de la chica tanto que apenas si
lograba tenerse en pie.- ¡Vamos Connie, ya ha pasado!
Ambos
se marcharon de inmediato, deseosos de poder unirse a sus amigos en un coche
que Tom había alquilado previamente para ir en busca de la muchacha. Mientras tanto,
Roy había llegado al lugar. Sobre el puente se divisaba una especie de barriada
de casas abandonadas adornadas por doquier con restos de materiales de obras y
detritus en una zona periférica de la ciudad. El muchacho esperaba paseándose
nervioso. Enseguida vio al demonio aparecer ante él con Beruche sujeta entre
sus brazos.
-¡Cobarde, déjala a ella! ¡Esto es entre tú y yo! - Le
espetó.-
- No seas tan aguafiestas - rio el demonio. - Primero
vamos a divertirnos. Mira, comprobemos si la señorita sabe volar ¿eh?- ¿No te
gustaría volar como antes, Ayakashi?- Y agregó para espanto de ella, en su
lengua natal- ¡Uragirimono
Hisan'na! ¡Traidora miserable! ¡Pues ahora volarás! – Espetó lanzando a Beruche desde el aire. -
Roy se quedó horrorizado y corrió a toda prisa hacia
el lugar en donde la chica iba a caer. Ella gritó de terror al ver aproximarse
el inminente impacto y cerró los ojos dispuesta a aceptar su final. Su
compañero estaba a punto de elevarse para rescatarla pero Valnak fue más rápido
y la agarró antes de que alcanzara el suelo. El demonio, visiblemente
complacido, exclamó.
-No, no, no. No pensarías que iba a ser tan fácil. ¿Verdad?
Bertie quedó inconsciente por la brusca aceleración
y su captor rio. Aterrizando nuevamente con ella en brazos se dirigió a su
asustado y enfurecido rival para decir con falsa cordialidad.
-Te voy a enseñar a concentrarte, sino esto va a ser
muy aburrido. Escucha esa hermosa canción. Apaga la luz, cierra los ojos, siente
la energía dentro…Chilli bow, chilli bow… ¡Fuego!- Exclamó.-
Y de pronto
se elevó en el cielo volando y haciendo eses. Roy no lo dudó y emprendió su
persecución. Ambos recorrieron los cielos con rapidez. El chico trataba de
alcanzarle pero era en vano. El demonio era más rápido que él, dominaba mejor
el vuelo y además le tiraba rayos de energía que su rival debía esquivar. El
muchacho no se atrevía a contraatacar por miedo a herir a su amiga. Valnak
jugaba claramente con él entre atronadoras carcajadas. También arrojó
proyectiles de energía contra todo lo que veía, Roy trató de desviar hacia el
cielo algunos, pero se vio impotente para hacerlo con todos. Aquellas bolas de
fuego incendiaron numerosas casas, en un
momento el pánico reinó en aquella parte de la ciudad...
-¡Fuego, Fuego! - Gritaba el demonio regocijándose
con la destrucción que provocaba. - ¡Ahora vamos a pasarlo bien de verdad!-
Sentenció según cantaba a pleno pulmón.-
Muy bien, afina la mezcla, consigue la presión…
Has tenido el tiempo para el descanso
Eso ha llegado al fin
Hay que empezar de nuevo
Vuelve a la familia,
Una emergencia garantizada,
El radical HP, MC tiene la melodía.
-Un, dos, tres ¡fuego! – Exclamó arrojando otra bola
flamígera que destruyó una casa.-
-¡Maldito loco! - Masculló Roy tratando
infructuosamente de pararle.- ¡Basta!
Parecía
que Valnak se deleitase al percibir la angustia y el miedo de su oponente. Así
seguía cantando con demente júbilo.
-Afila la mezcla, para nuestra clase de mix
-Hazte a la presión, siente las patadas.
-Te encanta el sonido, tienes que ir.- Remachaba en
tanto destruía otra zona de la ciudad levantando un gran estruendo.-
-Arriba y abajo. Chiti boo, chiti boo.- Reía
elevándose y bajando para eludir cornisas y otros obstáculos, con la exánime
Beruche en brazos.-
Roy
estaba realmente furioso, pero aún tenía más terror por lo que ese
desequilibrado pudiera hacerle a Bertie. Y el demonio, espoleado por esos
sentimientos que tan claramente podía percibir, repetía su malévolo estribillo.
Vuelve a la familia,
Una emergencia garantizada,
El radical HP, MC tiene la melodía.
Vuelve a la familia,
Una emergencia garantizada,
El radical HP, MC tiene la melodía.
-Un , dos , tres
¡Fuego, fuego!
¡Hey, hey!
(Fire. Scooter, crédito al autor)
Y
de este modo y tras unos terribles minutos volvió al punto de partida y dejó en
el suelo a una todavía desvanecida Beruche. Roy se posó a cuatro metros de
ellos. Miró a Valnak con una expresión de rabia y odio pero no dijo nada.
- ¡Eh!, relájate un poco. - Se sonrió el demonio
haciendo alarde de su cinismo una vez más. - La chica está perfectamente, sólo
un poco mareada, ¿lo ves?...
-¡Déjala ir, ella es inocente!, no tiene que ver en
esto. Sólo me buscas a mí y aquí me tienes. - Respondió su enemigo clavando sus
ojos en los de él en un claro desafío. –
-Bueno, bueno… tranquilo.- Se sonrió su oponente
para preguntarle diríase que hasta divertido.- Oye, ¿A qué no sabes qué significa lo que
estaba cantado? Eso de HP, MC…
-¿Para qué me iba a preocupar por tus locuras?- Le
replicó su interlocutor con patente ira.-
-¡Ja, ja!…Seguro que tus amiguitas lo sabrán. – Se
rio el demonio para revelar.- Hell Power y Master Chaos.
-Ellas no saben nada de esto. ¡Déjalas en paz! - Le
exigió el joven mirando con patente inquietud a la inconsciente Bertie.-
Su
adversario reparó de inmediato en eso, se sonrió con perfidia y comentó.
-¿Quieres a esta chica, verdad? ¡Pobre idiota!- Añadió
el demonio moviendo la cabeza con un tono fingido de pesar. - No tienes ni idea de quién es ella en
realidad.
-¿Qué dices?- Inquirió su adversario con sorprendido
enfado. -
- No lo sabes, claro. – Respondió Valnak en lo que
parecía un comprensivo tono para declarar con un matiz de misterio en su voz. -
No te preocupes, enseguida te pondré al corriente.
-¿Al corriente de qué?- Le preguntó Roy visiblemente desconcertado
esta vez.-
Entre
tanto Tom y Cooan habían corrido a llamar a las guerreras. Junto a Rei y Ami se
dirigieron rápidamente al lugar del reto. Lograron rastrear la gran cantidad de
energía y la estela de destrucción que dejaron su amigo y el demonio sin
dificultad y llegaban justo en ese momento. Valnak se percató de eso pero
simplemente sonrió de forma pérfida. Parecía haberles estado esperando. Les
señaló con una mano añadiendo divertido en tanto Bertie volvía lentamente en
sí.
- Ahora que el auditorio está completo, podemos comenzar.
Observad bien esta bola. Aquí se encuentran las respuestas a tus preguntas Roy
Malden.- De la nada hizo surgir su bola de cristal y materializó imágenes que
las guerreras y las dos chicas reconocieron muy a su pesar. -
Conjuradas
en la bruma aparecieron las dos hermanas, pero parecían bien distintas. Llevaban
unas ropas extrañas y estaban atacando despiadadamente a una niña. Sus ojos brillaban
con una implacable crueldad. Cooan parecía una estrafalaria bruja que atacaba a
un indefensa pequeña. Otra imagen apareció, era Beruche con una expresión de
gélida indiferencia. Las visiones cambiaron y fueron sustituidas por las de sendos
combates de ambas contra las propias Marte y Mercurio.
-¡Aquí las tenéis!, nuestras servidoras de la Luna
Negra. Las Ayakashi sisters de Némesis. También conocidas por sus alias, las hermanas
Malignas, de la Persecución o las Phantom sisters. ¿Cómo preferís que os llame, perras
traidoras? ¿O es que acaso es mentira?- Proclamó Valnak zarandeando ahora a la
sollozante Beruche, que no podía dejar de mirar horrorizada aquello. -¡Habla
perra!, ¿es verdad o no lo que digo? - La conminó ante el culpable silencio de
la chica. -
-¡Déjala en paz, bastardo!- Le gritó Roy fuera de sí.
- ¡Nunca creeré esas mentiras! Es un truco ¡No sé lo que pretendes pero no te
resultará!
- No te miento. ¿Por qué iba a hacerlo? - Replicó el
demonio con visible complacencia y un extraño tono de cordialidad. -¿Verdad?- Añadió
recorriendo con la mirada a las envaradas chicas. -
- Onegay…Por favor.- Musitó Beruche con una mirada
cargada de súplica, pero el demonio desde luego distó mucho de conmoverse, más
bien arreció en sus imprecaciones.-
- Nuestras enviadas especiales desde el siglo
treinta. Llegaron aquí con una misión muy concreta. Corregidme si me equivoco. Destruir
el futuro del reino de Cristal Tokio. Ese era el primer paso para dominar la
Tierra entera.
- ¡Cállate embustero! – Espetó Roy visiblemente
furioso por lo que consideraba una vil calumnia. -
- Si no me
quieres creer a mí pregúntale a sus amiguitas.- Replicó el demonio para
dirigirse a Rei y Ami que parecían petrificadas. - ¿Qué decís a eso guerreras?
¿Acaso estoy mintiendo?- Vamos. ¡Negádme si podéis que tuvisteis que
enfrentaros con estas dos en combate en varias ocasiones!...
Durante
unos agónicos instantes ninguno de los presentes dijo nada. Ellas parecían
demasiado apenadas como para pronunciar palabra. Tanto Roy como su amigo,
atónitos, las miraban demandando en silencio una explicación. Y parecía al fin
que Ami iba hablar pero fue Tom quién se le adelantó…
-¡Eso no puede ser!- Rebatió el muchacho posando uno
de sus brazos sobre los hombros de Cooan.- Las conocemos bien y no pueden haber
sido capaces de algo así. Estás usando una especie de alucinación. ¿Y quién
eres tú para reprochar su comportamiento a nadie? - Remató indignado y furioso.
-
- Te voy a decir quién soy. - Sonrió Valnak aún más
divertido.- Aquel que controlaba su misión desde la sombra. Y que, cuando estas
traidoras y los inútiles de sus compinches fracasaron, tuvo que intervenir con
su camarada.
Y
al hilo de sus palabras proyectó más imágenes, esta vez aparecían Bertie y
Cooan acompañadas de dos mujeres más que también lucían unos extravagantes
atuendos. Junto a las cuatro, un hombre pelirrojo uniformado con bombachos y un
chaleco, cruzado de brazos. Los cinco contemplaban desde unos ventanales el
paisaje de una ciudad con la perspectiva de una gran altura. Roy y Tom
observaron aquello asombrados, aún más cuando escucharon a Cooan decir con
despectiva indiferencia.
- Así que este es el Tokio del siglo veinte. Lo
imaginaba más grande. Aunque no importa, ahora podremos destruir los cristales
punto y llenar la Tierra con el poder de la oscuridad.
- Pero primero. - Terció Beruche con un divertido
aunque malicioso y analítico tono de voz desprovisto de sensibilidad humana. - Tendremos
que encontrar a la muchachita y matarla.
Ambos
chicos estaban con la boca abierta. No podían dar crédito a lo que veían y
escuchaban, pero las caras sollozantes de Bertie y Connie no dejaban de darle
verosimilitud. Admitían su culpa sin tener que confesarla de palabra y Valnak,
consciente de ello, se regodeó y presionó a Beruche una vez más, tirándole de
su trenza para forzarla a elevar la mirada.
-¿Puedes negar esto? ¿Eres capaz de decir que es
mentira? - ¡Vamos!, habla de una vez, farsante. Enséñale a tu querido Roy tu
verdadera cara. Que vea lo inocente y buena que realmente eres...- Añadió con
sarcasmo. -
-¿Es eso cierto, Bertie? - Pudo preguntarle él que a
duras penas podía articular palabra. -
La
muchacha, con la desolación reflejada en el rostro, apenas pudo levantar la
mirada del suelo y reunir la suficiente dignidad como para contestar.
- Es…es verdad. - Confesó entre susurros sin poder
reprimir sus lágrimas. - ¡Perdóname!, pero es cierto, nosotras vinimos a la
Tierra para cumplir con una misión...
-¿Es cierto? ¿Erais como ellos?- preguntó un atónito
Tom a Cooan, que bajaba también la cabeza abochornada, sin querer enfrentar su
mirada a la de él.-
- Sí, lo fuimos, pero éramos también muy jóvenes.
Estabamos engañadas y al final, gracias a las guerreras, nos dimos cuenta de
que lo que hacíamos no estaba bien. - Sollozó ésta que se atrevió a cruzar con
Tom una mirada implorante al remachar -
y cambiamos.
- Es la verdad, Roy.- Añadió Beruche que apenas
podía mirarle, también con los ojos empañados, totalmente abatida por la
vergüenza y el dolor, dos lágrimas rodaron por sus mejillas y ella balbuceó. - No
sabíamos lo que hacíamos.
-¡No mientas!- Rebatió Valnak con tono implacable y
lleno de regocijo. - Claro que lo sabíais ¡Vuestra misión era la de matar a una
niña! Tú misma lo dijiste y estabas deseosa de conseguirlo. - Recalcó con crudeza.
- Había que contentar a vuestros amos, y estabais más que dispuestas a hacer lo
que fuera necesario para triunfar y medrar. ¿Verdad? Para elevar el prestigio
de vuestra familia.
Y
para subrayar aquellas palabras en la bola surgieron imágenes de ambas atacando
a esa cría. A la que, en una de las visiones tenían acorralada en las escaleras
de un puente. En otra, Cooan la sujetaba contra el suelo, con una mano sobre su
cabeza, lista para apuñalarla con unas uñas largas y afiladas como dagas. Roy
estaba perplejo al ver aquello, pese a escuchar la confesión de la propia
Beruche no podía creerlo. Ahora su rabia contra Valnak había dado paso a un
gran sentimiento de dolor. Era como si hubiera sufrido una traición de la que no
pudiera recobrarse. Tom contemplaba entre incrédulo y asustado a Cooan, que solamente
lloraba siendo incapaz de levantar la mirada del suelo.
- Esperad un momento - intervino Rei tratando de
defender a sus amigas. - Esa no es toda la verdad. ¡Roy, Tom escuchadme bien!,
es cierto que ellas fueron nuestras enemigas, pero lo que os dicen es verdad.
Estaban siendo utilizadas y cuando lo descubrieron cambiaron. Es una historia
muy larga que no puede resumirse así, con medias verdades y escenas sacadas de
contexto.
- Rei tiene razón. - Corroboró Ami. - Ellas tienen
un buen corazón, ya lo tenían entonces.
Fueron vilmente manipuladas. Ahora son nuestras mejores amigas. No las
juzgues por lo que hicieron cuando estaban dominadas por el mal. Todos podemos
equivocarnos en la vida y cambiar. Tú sabes de lo que estamos hablando.
- No compares. - Sonrió el demonio argumentando no
sin razón. - Él estaba poseído y no era responsable de sus actos. En cambio
ellas sí que conocían perfectamente el alcance de su misión y nada ni nadie las
influía dentro de su cuerpo.
-¡Eso no es cierto!- Chilló Cooan rebelándose contra
aquello entre balbuceos y lágrimas sacando fuerzas de donde pudo. - Estaba
aquella energía oscura del cristal negro. A nosotras sólo nos enseñaron que
debíamos odiar y matar a las guerreras porque ellas habían provocado la muerte
de nuestro rey y de nuestra reina y la desgracia en nuestro mundo. Nos dijeron
que sólo teníamos ese camino para recobrar la paz. Pero Rei y las demás nos
hicieron ver que no era así. Y os juro que cuando comprendimos lo que sucedía y
cuál era la verdad nos arrepentimos de veras. Todavía tenemos cargo de conciencia
por todo lo que hicimos.
- Así es. Y la Guerrera Luna nos purificó con el
poder de su cristal de Plata. - Pudo añadir una sollozante Beruche. - Roy, Tom,
por favor. Sabemos bien lo que hicimos y no queremos que se nos libre de culpa
sin más. Sólo queríamos vivir una vida normal y resarcir a este mundo cuidando
y protegiendo a niños iguales a la chiquilla a la que una vez quisimos matar.
- Y esa pequeña, ahora es la mejor amiga de Cooan. -
Subrayó Rei apoyando una mano sobre el hombro de la abatida chica.- Se llama
Chibiusa…y es la hija que en el futuro tendrá nuestra amiga la Guerrera Luna.
Los
chicos se miraron asombrados y llenos de emoción. Aquello era pese a todo
hermoso, muy hermoso. Pues veían que ambas muchachas habían purificado de veras
sus corazones con un gran sufrimiento. Roy sobre todo comprendía ahora el
alcance del miedo y la preocupación de Beruche en aquel foso cuando creyó que
ese niño perdido estaba en peligro. Y pensar que él lo había planeado todo y no
le dijo nada sólo por estar allí con ella. Ahora se maldecía amargamente por su
egoísmo y quiso enmendarlo. Él no era quien para censurar a nadie y menos a
Bertie y a Connie que tanto habían luchado por recobrarle de las garras del
mal, de ese modo declaró.
-No me importa lo que hicierais antes, o quienes
fueseis. Yo sólo conozco a dos chicas maravillosas que me han enseñado a
tomarme la vida en serio y afrontar mis responsabilidades. Sois dos buenas
personas que seguramente fueron víctimas de un retorcido engaño.
- Es verdad. - Añadió Tom por completo de acuerdo
con su camarada y añadiendo otro argumento definitivo y demoledor. - Si las guerreras
os aceptaron ¿cómo podríamos rechazaros nosotros? - Y al oír esto, Cooan se
abrazó a él y lloró llena de alivio desahogando toda su inquietud.-
-¡Qué conmovedor!- Siseó Valnak con una mueca de
desprecio. - Muy bien. ¡Si tanto queréis a estas perras, quedaos con ellas! - E
inopinadamente lanzó a Beruche contra Roy que la sujetó con suavidad
abrazándola también, pero el demonio les amenazó. - De todas maneras dentro de
poco todos arderéis en el infierno. Y el primero serás tú Malden, hicimos un
pacto. Te prometí que no les haría daño si te enfrentabas contra mí. He
mantenido mi palabra. Cumple tú también. ¡Ven y lucha si te atreves!....
El
muchacho asintió, dejó a un lado a Beruche, pese a que ella se resistía sin
querer soltarle. La joven le miró con los ojos llenos de lágrimas y el gesto
contraído por el miedo.
-¡Te matará! Roy por favor, es un demonio y tú ahora
sólo un hombre normal. No merece la pena, ¡vámonos! , ya encontraremos la
forma.
Él
le sonrió y tomándola de la barbilla con suavidad le susurró.
- Si no me enfrento con él nos perseguirá toda la
vida y no deseo que eso suceda. Además, soy yo el motivo de que os haya
capturado. No. ¡Dejadme a mí! Sabré como vencerle.
- Te ayudaremos. - Le ofrecieron a un tiempo Rei y Ami
transformándose en sailors. -
-¡Eres un cobarde, Malden! ¿De veras te vas a
ocultar tras las minifaldas de esas dos?- Le insultó el demonio con ademán
provocador añadiendo en cambio con otro tono más suave y conciliador. - Venga,
ven aquí. Lucharé a tu nivel, sin trucos de magia, será una pelea justa. Ahora
no hay cartas que esconder. Si eres capaz de causarme daño te permitiré marchar
con ellas. De todos modos hemos ganado igualmente y dentro de poco este mundo
será nuestro. Me da igual que viváis un poco más. Y tampoco tienes elección, si
alguien interfiere le mataré sin piedad. ¡Sabes que lo haré! ¿Es eso lo que
quieres?
- No, no quiero eso. Lo haremos como tú deseas, Valnak.-
Afirmó Roy preparando los puños y añadiendo tajantemente en dirección a las
guerreras. – Pase lo que pase ¡No quiero que os metáis! Si me sucede algo escapad
con las chicas y con Tom!
-¡No puedes hablar en serio!- Le rebatió éste. -
-¡Tommy idos de aquí!- Le espetó su amigo con dureza
para añadir con más confianza. – Por favor. Tú sabes que puedo hacerlo.
El
interpelado asintió aunque de forma algo dubitativa y las chicas le miraron
sorprendidas. Más aun cuando el muchacho tiró de Cooan para alejarse de la
escena del inminente combate. Ami y Rei se llevaron igualmente a Beruche pese a
las súplicas de ella y se apartaron. Ninguno quería hacerlo pero no tuvieron
otra opción. El demonio sonrió visiblemente satisfecho y animó a su contrincante
cruzándose de brazos.
-¡Vamos! , deberías estar furioso conmigo Roy.
Secuestré a tus amigas y amenacé con matarlas - No te contengas, ven a por mí.
¿No deseabas librarlas del peligro? Tú sabes perfectamente que mientras yo esté
aquí ellas estarán amenazadas. Vamos, te aseguro que, ganes o pierdas, habrán
terminado mis problemas con ellas y las dejaré en paz. Obtendrás lo que quieres
de todos modos. Seguro que no ignoras que sólo me interesa vengarme de ti.
Ellas carecen de importancia para mí.
- Lo sé. - Convino él aunque sus gestos distaban
mucho de expresar agresividad.- Sin embargo, por mucho que te desprecie soy incapaz
de querer matarte, ni aún a ti. En el fondo me das pena. Sólo eres un pobre
desgraciado que no conoce lo que son ni el amor ni la lealtad.
Aquellas
palabras sorprendieron a todos, sobre todo a Valnak y el demonio pareció
enfurecerse y replicó con un aullido.
-¡Estúpido mortal miserable! ¿Qué sabrás tú de
juramentos de lealtad?- Los demonios seguimos un código muy severo y tenemos
camaradas. Armagedón era mi más próximo y fiel compañero y yo tenía un
juramento con él. Fuimos amigos durante siglos. ¿Se puede comparar eso a
vuestras cortas, estériles y ridículas vidas?
Roy
le observó atónito, no podía creer que hasta ese demonio tuviera en lo más
oculto de sí un poso de dignidad y de aprecio hacia alguien. Aquello, por
extraño y paradójico que fuese le hacía respetarle e incluso disminuir más sus
deseos de lucha. El resto de los presentes contemplaban la escena también con una
gran sorpresa. Pero Valnak no estaba dispuesto a que el combate se terminase así
y sonriendo nuevamente añadió.
- Pelea o comenzaré a mataros sin compasión. - Instó
lanzando un rayo a los pies de su rival que pese a no tocarle abrió un gran
boquete junto a él. Pero el chico no se movió. - Ya veo… - Añadió el demonio
con sorna. - No tienes estímulos suficientes para odiarme, pero no te preocupes.
Yo te daré uno...
Y
ante la expectante atención de todos, Valnak señaló a Roy y sonriendo le reveló.
-¿Pensaste que tus padres murieron en un accidente,
verdad?- ¡Pobre imbécil! ¡Tus padres murieron en un atentado que nosotros
preparamos! Sí Roy, yo mismo les inutilicé los frenos, ¡pobrecitos!, debiste
ver a tu padre cuando trató de frenar a la desesperada cayendo por esa pendiente
y a tu mamaíta musitando una oración a sabiendas de que iba a morir... ¿y sabes
lo más gracioso de todo? Ellos estaban seguros de que tarde o temprano les
sucedería, sólo trataban de ganar tiempo y protegerte a ti. Se resignaron a su
suerte como corderos camino del matadero. ¡Me encantó! Lo volvería a hacer mil veces. Ja, ja, ja…
A
medida que escuchaba aquellas terribles palabras y el eco de esa risa el
muchacho pasaba de la incredulidad a la rabia más profunda. Sentía como la adrenalina
le bombardeaba la mente y el cuerpo y se crispó hasta dejar de ser dueño de sí.
Los demás quedaron paralizados de espanto y dolor por el chico pero él sólo
pudo decir con voz entrecortada por la furia.
-¿Tú… mataste a mis padres…? ¡Maldito hijo de perra!...
- Yo mismo les vi caer al vacío y me reí mucho
cuando se estrellaron. Si vieras que bola de fuego se provocó. - Sentenció
Valnak lleno de complacencia aullando. - ¡Fuego!... ¡Ja, ja, ja!
Eso
fue demasiado para Roy que embistió contra él derribándole al suelo con una
tremenda fuerza. A horcajadas sobre su adversario golpeó al demonio en el
rostro con innumerables puñetazos descargando todo su odio, pero éste acabó por
detenerle los puños y se levantó sin apenas acusar el castigo de su rival
quitándosele de encima sin dificultades.
- Así me gusta. - Siseó Valnak que pasó al contra
ataque devolviendo todos y cada uno de los golpes a un adversario que sí los
sufría en su verdadera dimensión. - Ya has podido hacerme sentir tu odio, no
estuvo mal, pero palidece comparado con el mío. ¡Y para tu desgracia, idiota,
llevo las de ganar!
Roy
trataba de responder con más patadas y puñetazos pero pese a que su
contrincante sangraba también no era suficiente como para afectarle. En cambio
el chico si que sintió como los impactos en su rostro y su abdomen le dolía de
modo casi insoportable. Encajaba unos violentísimos golpes que dieron con él de
rodillas en el suelo. Apenas sí podía respirar pues sus costillas estaban
seriamente dañadas. Su enemigo entonces la emprendió a patadas con el maltrecho
chico que sólo podía cubrirse a duras penas para intentar parar aquel torrente
de agresiones y soportar el dolor que le recorría.
- Te dije que no emplearía contra ti ningún truco de
magia. Y era verdad. Podría reducirte a cenizas en segundos pero no disfrutaría
como lo estoy haciendo ahora ¡Con el
placer de destrozarte con mis propias manos! - Aulló Valnak sujetando a su oponente
del cuello y apretando para estrangularle. -
-¡Por Dios tenemos que hacer algo, le va a matar! - Chilló
Cooan dispuesta a ayudarle, al igual que su hermana.-
No
obstante Tom la sujetó y la Guerrera
Mercurio hizo lo propio con Beruche. Negando con la cabeza. En tanto la
Guerrera Marte apuntó al demonio con un ataque dispuesta a intervenir. Y Ami
dijo soltando a Bertie y uniéndose a su compañera.
- ¡Dejádnoslo a nosotras! ¡Vamos Rei!
Ambas
avanzaron con sus ataques dispuestos, no querían equivocar el blanco y Valnak
al verlas llegar, se sonrió soltando a su presa.
-¡Fuego al corazón!- Invocó Marte usando uno de sus
más potentes conjuros.-
-¡Rapsodia de Agua al ataque!- Añadió Mercurio. -
Pero
su enemigo se limitó a envolverse con un aura mágica que repelió los ataques
devolviendo a su vez un torrente de energía que lanzó a las sailors a varios
metros de distancia dejándolas maltrechas.
-¡No tengo tiempo para perderlo con vosotras,
estúpidas! ¡Estoy en medio de mi venganza! - Sentenció volviendo a fijar su
atención en su presa que a duras penas se incorporaba apoyándose en un cercano
poste de madera. - ¡Qué pena Roy Malden!, me parece que tu vida se va a
terminar. Pero no tengas prisa hombre, todavía puedes encajar algún que otro
golpe más...
Roy
en efecto, se encontraba muy mal, pero su rabia aun le mantenía, no podía dejar
que ese asesino quedara impune. Aunque le costase la vida vengaría a sus
padres. Pero no era capaz de andar y menos de defenderse. Apenas pudo
reaccionar cuando el demonio le derribó de un puñetazo en la cara. Valnak le
miró con desprecio y le apuntó con una mano para esbozar una cruel sonrisa y
decidir con tono más templado.
- Creo que ya es bastante. Primero acabaré contigo y
así podrás reunirte con tus padres adoptivos. Luego te seguirán los otros...
- Dijiste que no tendrías ya nada contra ellos. -
Pudo escupir el joven con sus labios llenos de sangre. -
- Lo dije sí, y es verdad. ¡Los mataré por mera
diversión! - Rio el demonio que levantó sobre él la mano apuntándole al pecho.
- ¡Ahora muere!...
Iba
a rematarle cuando sintió tras de sí un golpe. Sorprendido se giró. Era Bertie
que, empuñando un palo de madera de los que habían saltado hechos trizas
durante la pelea, le hacía frente temblando de rabia. Había pillado a todos por
sorpresa puesto que Tom, que había sujetado a Cooan estaba demasiado lejos y
tanto Ami como Rei aún no había sido capaces de levantarse tras sufrir el
contraataque. Beruche se había quedado más cerca que ninguno y ella fue la que,
armándose de valor y de esa estaca, arremetió contra su enemigo....
-¡Ahora enmendaré por completo mis errores! ¡No te
dejaré hacerle más daño! - Aseveró con rotundidad. -
- Vaya, ¡qué valiente es la princesa!- Se sonrió
Valnak preguntándole de forma enigmática. - ¿De veras estás dispuesta a morir
con él otra vez?
Bertie
se quedó atónita, no comprendía a que podía referirse pero eso ahora no
importaba. Blandió ese palo dispuesta para atacar de nuevo. Se movió en círculo
de modo que pudiera interponerse entre el muchacho y su enemigo. Roy por su
parte se incorporó haciendo un enorme esfuerzo.
- Vete de aquí. - Le pidió él con un tenue susurro.
-
- No te dejaré solo. - Replicó ella sin girarse a
mirarlo, pues concentraba su atención en su enemigo que les observaba a ambos
divertido.-... Juntos podremos vencerle.
Tom
y Cooan corrieron también hacia ellos para unirse a Beruche, pero el demonio
les rechazó con una potente barrera energética que les envió bastantes de
metros más atrás. Tirándoles al suelo con violencia...
- Esto no os concierne. - Replicó Valnak que esbozó
una sádica sonrisa para añadir encantado. - ¿Quién lo iba a decir?- La historia
se repite. ¡Y tú, pobre ilusa, igual que la vez anterior, sacrificarás tu vida
para nada!
- ¡Para nada, no! - Rebatió Beruche con decisión. - Si
tengo que morir será luchando contra el mal que una vez me dominó...
-¡Conmovedor!- Escupió el demonio simulando un
sarcástico aplauso para hacerla a un lado de un rapidísimo manotazo.-
Después se
giró hacia el chico y agarrando a su víctima de la pechera estaba dispuesto a
culminar su ataque. Pero Bertie reaccionó una vez más atacando con la estaca
aunque ahora Valnak lo esperaba y sujetó el palo por la punta.
- Lo has intentado, he de admitirlo, tienes valor. ¡Adiós
princesa! - Declaró con sorna y empujó el palo contra ella con tremenda fuerza,
ante el desesperado grito de Roy que fue impotente para evitarlo.-
La
estaca, afilada en sus dos extremos, se deslizó entre las manos de Beruche, incapaz
de frenarla y atravesó un costado de la chica. El dolor le hizo soltar un grito
ahogado. Los ojos de la muchacha apuntaron al vacío opacándose y su cuerpo
quedó inerte. Valnak soltó el palo con gesto descuidado y ella cayó laxamente
al suelo quedando allí tendida. La sangre comenzó a manar por su boca y su
costado para estupor y horror de Roy...
-¡Bertie! – Pudo gemir el chico.-
Los
demás apenas si se habían incorporado ya y sólo pudieron presenciar aquella
escena con total impotencia, horror y desesperación. Sólo la carcajada de
Valnak resonó mientras Roy caía al suelo entre aullidos de dolor y desolación
tratando de sujetar a Beruche y reanimarla.
-¡Noooo! ¡Bertie, por favor, háblame!
Cooan,
enloquecida de rabia y dolor, gritó y corrió contra el demonio con otro palo.
Sin que Tom, herido en un tobillo a resultas de la caída, pudiera detenerla...
-¡Maldito monstruo, te mataré!..
Valnak
sin inmutarse la recibió con un desganado rayo energético lanzándola contra una
pared con la que la joven impactó quedando inconsciente. Tom sólo pudo
acercarse a ella para tratar de reanimarla. Las guerreras volvieron a la carga,
pero el demonio, entre sádicas carcajadas, las hostigó con más rayos de energía
haciendo que ambas tuvieran que cubrirse tirándose al suelo...
-¡Ja, ja, ja! Fuego, fuego.- Aullaba el exultante
Valnak.- ¡Arderéis!…
Roy entre tanto intentaba auxiliar a su compañera
pero se veía impotente. Ella empeoraba por momentos y sus pupilas se dilataron.
Había perdido ya mucha sangre pero aun así sonrió tratando de hablar, musitando
pese al dolor que le producían sus dificultosos intentos por respirar.
- Roy, lo siento, hubiera querido… decírtelo todo
algún día. De...debes huir antes… de que acabe contigo.
- ¡No, no! - Aulló él con el rostro desencajado. -¡No
te dejaré, te pondrás bien! Ahora mismo
iremos al hospital.
- Por lo menos…, aunque no pueda realizar mi sueño,
mo…riré de una for…ma noble. - Afirmó ella sonriendo ligeramente entre
lágrimas. - Siempre quise adap...tarme a este mundo y ser una buena persona.
Que…rer a los míos y educar a los niños. Seguir… el ejemplo… de las guerreras. Así
no me reprocharía nunca más... - Se detuvo muy débil, tratando de reunir
fuerzas para continuar, pero su compañero le tapó los labios con un dedo. -
- ¡Basta ya! No hables más. ¡Por favor!- Le
suplicaba él entre sollozos. - No vas a morir ¿me oyes? ¡No vas a morir! - Chillaba
incesantemente él.- ¡Me importas demasiado! No me dejarás plantado, a mí
ninguna chica me ha dejado plantado jamás y tú no serás la primera, ¡cubito!
-¡Qué romántico! - rio Valnak volviéndose a ellos. -
¡Pobre imbécil! , ha tenido que sacrificarse para defenderte otra vez, ¡es
patético! Pero no te preocupes. Enseguida haré que te reúnas con ella.
- Siento al…go cálido y hermoso dentro… de… mí.
Cooan-chan… tenía… razón, es un sentimiento mara…villoso - balbuceó ella con un
hilo de voz esbozando una débil sonrisa. - Roy, ojalá… tú y yo hubié…ramos...
Y
no pudo decir nada más, su cabeza cayó suavemente hacia un lado y sus ojos se cerraron.
Tom y las guerreras, ya en pie pero heridos, estaban petrificados por el espanto,
incapaces de reaccionar desde la distancia. Roy trató de reanimar a Beruche
pero no lo consiguió no podía sentir su respiración.
-¡Bertie, Bertieee, noooooo! - Gritaba él aullando
de dolor y de rabia con las carcajadas de Valnak de fondo. -
Sintiéndose impotente él abrazó a la muchacha y para
sorpresa de su enemigo sacó fuerzas para levantarse con ella entre los brazos. Valnak
le dedicó una mirada de asombro e incluso de cierto respeto...
- ¡Es increíble!, pero por lo que parece quieres
morir de pie. - Aplaudió el demonio con sorna. -
Pero
su oponente sólo clavaba en él una enloquecida mirada de odio mientras la
sangre le hervía en las venas. Roy entonces se sintió invadido por una
indescriptible sensación de furia que lo agitó como jamás pensó que fuera
posible. Algo dentro de él se sobrepuso al dolor y las heridas y trataba de
salir. Pero en esta ocasión no fue como cuando fue poseído por Armagedón.
Aquello no era otro ente tratando de controlarle. Se trataba de cada brizna de
su ser que se rebelaba contra aquella terrible injusticia tan llena de horror y
crueldad.
-¡Te voy a matar, aunque sea lo último que haga en
la vida! - Gritó el muchacho que temblaba
visiblemente. Pero no era miedo, sino un temblor de ira que no podía dominar,
estaba electrizado por la desolación y el deseo de venganza. -¡Te lo juro!
-¡Qué miedo!- se burló Valnak ajeno a todos esos
indicios. - ¿Me vas a pegar por haber matado a esa perra estúpida? Su vida ha
sido tan inútil como la de todos los que te rodean. Sí Roy,- remachó divertido
- llevas la muerte contigo...para ti y para tus amigos.
-¡Nooo! - Aulló su interlocutor con una potencia
tremenda, tanta que hasta su enemigo quedó sorprendido y desconcertado. - ¡La
única muerte que llevo es la tuya! ¡Vas a morir!...
El cerebro de Roy era un caleidoscopio de imágenes de
Bertie desde que la conociera por primera vez con todas las bromas, conversaciones
y experiencias compartidas entre los dos. La veía sonriente, esperanzada,
enfadada, angustiada, triste y sobre todo siempre hermosa y vulnerable, con esa
expresión de dolor y por fin ahí, inerte entre sus brazos. Rememorando una y
otra vez la terrible escena de recogerla del suelo con su graciosa coleta
deshecha esparciendo su pelo platino entre los cascotes y con restos de
lágrimas en sus ojos cerrados. Comenzó a rechinar los dientes y no pudo pensar
más. Ese algo se abrió paso arrasando su conciencia y tomó por completo el
control. La tierra bajo sus pies comenzó a temblar. Valnak dejó de reírse pasando
a un gesto de miedo y estupor al percatarse de la terrible fuerza que su
enemigo estaba desencadenando. Del cuerpo del muchacho comenzaron a saltar
chispas que parecían una especie de descarga eléctrica de cada vez mayores
proporciones. El joven gritaba cada vez más alto y fuerte, haciendo retumbar
toda la zona, su rostro estaba descompuesto. Abría la boca como si fuera a
gritar pero lo que emitió era más bien un rugido. Las lágrimas en tanto le
caían profusamente restañando la sangre que le cubría gran parte de las
mejillas.
-¡Dios mío!- Exclamó Tom que sujetaba a la inconsciente
Cooan en brazos.-
-Apartémonos.- Les ordenó Rei.- ¡Rápido!
Al instante una explosión atronadora de un inmenso
resplandor dorado envolvió el lugar a su alrededor. Todos, incluido Valnak,
retrocedieron asustados. Al disiparse el resplandor ante los asombrados ojos de
los presentes, emergió alguien que no parecía Roy. Su pelo brillaba con ese
mismo resplandor dorado, sus ojos se habían vuelto verde esmeralda y miraban
con una expresión tal de odio y furia a Valnak que el demonio sintió como la
sangre se le helaba en las venas. El chico emitía una especie de zumbido
rítmico que eclipsaba los demás ruidos. Su masa muscular había aumentado
enormemente y había hecho estallar los pocos jirones que quedaban de su camisa.
Y sólo podía gritar y aullar desesperado, sosteniendo a Bertie contra su
pecho...
- ¡No, no puede ser! - balbuceó Valnak sin dar
crédito a lo que veía mientras retrocedía paso a paso con verdadero horror. -
¡Era cierta la leyenda del Guerrero Solar!
Ni Ami,
ni Rei, ni Tom podían articular palabra. Estaban mudos de asombro e incluso
pavor. Las sailor cruzaron miradas de perplejidad e incluso temor. Nunca en
todas sus batallas habían visto nada semejante. Los ojos de Roy escupían fuego,
pero aun así dejó a Beruche con tremenda suavidad en el suelo. Fue entonces cuando
con sus sentidos mucho más aguzados ahora se percató de que ella respiraba
aunque muy débilmente. Pareciendo recobrar el dominio de sí mismo por unos
instantes. El chico habló, pero con una voz grave y poderosa que retumbó entre
los escombros, para encargarle a Tom.
- Llévatela a un hospital e idos. Dentro de unos
segundos libraré fuerzas que escaparán a mi control.
Su
amigo trató decirle algo pero en cuanto le miró a los ojos retrocedió
aterrorizado. La expresión de odio y el instinto asesino, la furia infinita a
punto de desatarse que reflejaban le dejó helado. Ni aun cuando Roy estuvo
poseído por Armagedón le había visto esa mirada. Y Valnak entre tanto no
parecía reaccionar, temblaba de asombro y miedo y únicamente tenía ojos para su
terrible enemigo, tal era así, que Tom, tras confiar a Cooan a las guerreras,
pudo acercarse a Bertie y tomarla en brazos seguido por Ami y Rei.
-¡Vámonos de aquí rápido! ¡Ayudadme con Bertie y Connie! - Les espetó a éstas que, observando lo
mismo, se apresuraron a hacer lo que les dijo. -
Tom
y las guerreras se pusieron a salvo con las chicas. Por fortuna el muchacho
tenía el coche con el que habían venido
cerca de allí. Arrancando como alma que llevaba el diablo (nunca mejor dicho),
se alejó pues había que salvar a Beruche. Cada segundo era precioso para la
vida de su amiga y eso era ahora lo único que podían hacer y lo que en verdad
contaba. Las sailors le ayudaron a entrar a la desmayada Cooan y la aseguraron
al asiento delantero con el cinturón. Sin embargo ambas insistieron en quedarse
para tratar de controlar la situación permaneciendo por el momento a
distancia...
-Ha sucedido, lo que Usagi nos dijo.- Musitó una
asombrada Ami a su igualmente anonadada compañera.-
-Será mejor que nos pongamos a cubierto.- Le sugirió
Rei.- Esto no nos corresponde.
Su compañera asintió y las dos buscaron refugio. Roy
entre tanto observó al coche alejarse pero el demonio decidió que ese era su
momento. Valnak concentró todas sus fuerzas y lanzó contra su desprevenido
rival todo su poder, con un bombardeo de bolas de energía sostenida y constante
que duró varios segundos. La resultante explosión que atronó fue tan grande que
destrozó toda una manzana de esas casas abandonadas. El demonio entonces rio
con júbilo celebrando su victoria, ¡nadie podría haber sobrevivido a eso!....
-¡Se acabó!, le he derrotado, ¡he derrotado a la
leyenda del Guerrero Dorado!, ¡ja, ja, ja! - Celebró con gran regocijo.-...
¡Muerte al Solar!
No
obstante cuando se desvaneció el estruendo y el polvo levantados y pudo mirar
por encima de su posición se le heló la sonrisa en la cara y el terror más
absoluto se adueñó de él. Roy estaba a pocos metros de su posición y levitaba ileso,
seguía mirándole con la misma expresión de odio inmenso y brillando de esa
forma cegadora, con aquel zumbido tan extraño como potente. Solamente le dijo a
su enemigo, con una voz paradójicamente muy tranquila.
- Saborea tus últimos momentos en este mundo porque
voy a matarte.
Ese tono de calma precedía a la tempestad que a
continuación iba a desatar. Y lleno de un pánico indescriptible Valnak
comprendió que estaba perdido.
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