domingo, 6 de marzo de 2011

GWD 9.136. El anuncio de una nueva boda


Pasaron dos días y las familias llegaron a la nave. Roy, Beruche, Diamante y Esmeralda corrieron a abrazar a sus hijos. Amatista y Leval estaban muy felices y les contaron a sus padres los planes que tenían. Todos estaban reunidos cenando en el mejor restaurante de la nave.



-Tenemos intención de llamarle Asthel si es un niño y Maray si es niña.- Les informó Leval. -

-Así estaremos representadas las dos familias.- Dijo Roy con un gesto de aprobación. - ¿Qué te parece a ti, Diamante? 

-¡Estupendo!,- exclamó éste con visible complacencia - de todas formas mi hermano ya le puso el nombre de nuestro padre a su primer hijo, así no habrá equívocos.

-A mí me hace mucha ilusión que si es niña se llame como mi madre.- Intervino Esmeralda visiblemente emocionada. – No pude conocerla y de esta manera será como si estuviera en la familia.

-Pues en mi caso me pasa igual que a Diamante,- añadió Beruche. - Como Cooan le puso a su hija el nombre de nuestra madre....

-¿Y qué prefieres, nuera?- Se interesó jovialmente Roy.- Chico o chica.

-Tengo muchas ganas de tenerlo, sea niño o niña.- Le respondió ilusionadamente Amatista. -

-¿De cuánto dijiste que estabas? - Preguntó su suegra con interés. -

-De poco más de un seis semanas. Puede que de siete. - Contestó la chica acariciándose ligera y cariñosamente el abdomen. -

-Cuídate mucho, ¡eh, hija! - le pidió su padre también con afecto y orgullo. -



            Cambiaron de tema y surgió el de los misteriosos dioses. Leval y Amatista no quisieron mencionar los detalles más desagradables y explícitos, pero sí que tenían una fuerza inmensa.



-Afortunadamente apareció otro que sí nos respetaba y logró convencer a los demás de que nos dejasen en paz. - Les dijo ella con un suspiro de alivio. -

-Menos mal que todo terminó bien, debo reconocer que me ofusqué.- Admitió Leval avergonzado  tratando de explicarse. -No podía contra ellos y eso me dio mucha rabia. Sobre todo pensaba en que tú y el tío Lornd os avergonzaríais de mí.- Añadió cariacontecido, dirigiéndose a su padre. -

-Hijo, eso es normal en un guerrero del Espacio.- Le dijo Roy con tono conciliador. - No nos gusta perder contra nadie. Pero debes saber cuándo aguantarte y reconocer la superioridad del enemigo si está tan clara. No es nada vergonzoso ni debes sentirte mal. Hiciste lo posible y eso me llena de orgullo.- Remacho, pese a todo añadiendo enseguida.-  ¡aunque fuese una insensatez! Comprende que ya no se trata solamente de ti. Tienes una mujer y ahora también tendrás un hijo de los que ocuparte. - Concluyó ahora a modo de cariñoso reproche. –



            Leval recordó una de tantas veces que entrenaba con su padre y con Mazoui. El chico entonces era inferior a ambos y a veces se dejaba llevar por las frustración de no poder ni tan siquiera tocarles. Cierto día, furioso, destrozó una roca con un puñetazo, aunque de nada le sirvió.



-¡No lo comprendo, soy rápido y fuerte!- Exclamó.- Y aun así no llego ni de lejos a vuestro nivel.

-Estás más cerca de lo que crees.- Le respondió su padre con tono tranquilo y condescendiente.-

-¡A mí no me lo parece, papá!- Contestó él, enrabietado.-



            Roy se limitó a sonreír, y le pidió a Mazoui.



-Pásame mi móvil, está en esa roca.- Le señaló.-



            El chico así lo hizo y entonces el entrenador, sonriendo una vez más, puso un tema musical de los que tenía allí guardados.



-Quiero que luchéis al ritmo de esta canción. El maestro Piccolo nos la hacía escuchar a veces. Y quería que nos supiéramos bien el estribillo…



            Y para perplejidad de los chicos pudieron escuchar.



No pierdas la cabeza

No pierdas la cabeza

 No pierdas la cabeza

 No pierdas la cabeza



-¿Qué significa esto, papá?- Quiso saber Leval.-

-Lo que oyes.- Replicó secamente Roy.- jamás pierdas la cabeza en la lucha.



            Y comenzaron el combate con un intercambio de golpes, Mazoui y Leval contra su adiestrador. Este esquivaba sin mucha dificultad, permitiéndose incluso cantar al tiempo que se escuchaba…



No, no pierdas la cabeza

Oye lo que te digo

No pierdas el rumbo

Recuerda que el amor es más fuerte

Recuerda que el amor camina con la frente alta



-Tampoco significa que te lo pienses tanto, Mazoui. Debes poner tu alma y tu corazón en ello.- Le aconsejó Roy a su otro dubitativo alumno.- Ni desfallezcas.



 No pierdas el corazón

 No pierdas el corazón

 No pierdas el corazón

 No pierdas el corazón



 No, no pierdas el corazón

 Oye lo que te digo

 Oye lo que te digo, sí

 No pierdas el rumbo



Recuerda que el amor es más fuerte

Recuerda que el amor atraviesa paredes

      

-¡Ja, ja!- Exclamó un divertido Roy, mientras su hijo y su sobrino seguían tratando de golpearle sin éxito.- Y esto también es importante, para cuando tomemos el coche de vuelta.

     

No bebas y conduzcas mi coche

Que no te hagan soplar

No pierdas la cabeza

Si llegas a la cima y quieres seguir vivo

             

No pierdas la cabeza

No pierdas la cabeza

Oye lo que te digo, sí

No pierdas el rumbo



-No luchamos únicamente por nosotros, sino por aquellos a quienes amamos. No podemos permitirnos el lujo de fracasar. - Les recordó Roy en tanto les bombardeaba con algunos rayos de energía que los dos chicos apuradamente apenas si eran capaces de esquivar. -

          

Recuerda que el amor es más fuerte

Recuerda que el amor lo vence todoooo

Y Roy gritó esto último elevando su poder de super saiyajin de un modo tal que ambos chicos salieron despedidos a varios metros de distancia…para cuando pudieron levantarse la canción estaba acabando…



 No pierdas la cabeza

 No pierdas la cabeza

 No pierdas la cabeza

 No pierdas la cabeza

 No pierdas la cabeza



(Don´t lose your head. QUEEN. Crédito al artista)



-En resumen.- Sentenció Roy, una vez los agotados jóvenes pudieron aproximarse a él, cuando bajó la intensidad de su poder.- Corazón caliente y cabeza fría.



            Ahora Leval estaba absorto en sus pensamientos. Fue Amatista quien le preguntó algo inquieta.



-¿Estás bien?

-Sí, me acordaba los consejos de mi padre, con esa canción de QUEEN.- Contestó resumiendo aquel recuerdo, para admitir, dirigiéndose a su esposa.- Tenía mucha razón. El amor es más fuerte, y fue tu amor el que me hizo ver las cosas con claridad.



            La chica se ruborizó, sonriendo con satisfacción y alegría. Su suegra asintiendo a eso último, intervino.



-Por esta vez estoy totalmente de acuerdo con tu padre. Esa canción encierra mucha sabiduría.- Declaró Beruche que añadió más preocupada.- Hijo debes tener cuidado. Tienes una familia. ¿Te paraste a pensar que hubiera sido de Amatista y del niño, por no decir de nosotros, si te hubiera sucedido algo?



El muchacho miró hacia la mesa sin saber que decir. Sus padres tenían toda la razón. Ahora, considerando la situación de forma fría y racional, se percataba de hasta donde había llegado su grado de irresponsabilidad. De modo que, aceptando su culpa, pudo aun así replicar con tono suave.



-Lo sé, mamá. Ahora ya me he dado cuenta. Lamento tanto haber perdido el control. Pero precisamente os recordé a  vosotros,  siempre luchasteis contra cualquier amenaza, incluso después de casaros. Y nunca os echasteis atrás para proteger a los demás.

- Sí, lo hicimos. Pero ten en cuenta una cosa, hijo. – Le explicó su padre ahora con tono conciliador. – Siempre que luchamos fue porque no tuvimos otra opción. Nunca lo buscamos ni desafiamos a nadie, salvo que fuera absolutamente necesario para proteger a inocentes.

- Es cierto. – Pudo decir el chico declarando abrumado para satisfacción de todos sus oyentes. – Yo tampoco quise que esos dioses le hicieran daño ni a Amatista, ni al resto de los pasajeros de esta nave. Pero al final perdí el control.  No seguí el consejo que daba esa canción, perdí la cabeza. No dejaré que mi orgullo vuelva a ofuscarme jamás hasta ese punto. Os doy mi palabra.

-De todas maneras fuiste muy valiente.- Le alabó Diamante tratando de desdramatizar. -  Atreverte a luchar contra esos seres tan poderosos. Recuerdo que cuando bajé a buscar a Esmeralda temblaba sólo de sentir las energías de los demonios más terribles del averno. Luego, percibí otra inmensa, la de otro ser que no logro recordar.

-Pues ahora que pienso - intervino su esposa tratando de esforzarse como si ella misma quisiera acordarse de algo. - Yo...recuerdo a un ser muy poderoso, sólo vagamente. Ahora viene a mi memoria que me pronosticó que tendría una hija.



Ella miró a  Amatista que a su vez la observaba con expresión curiosa, la joven tenía un aspecto mucho más maduro. Su pelo estaba cortado en forma de media melena y llevaba un foulard en el cuello. En ese instante un repentino flash le recorrió la mente a su madre, en algún momento había visto esa imagen antes.



- ¡Dios mío!,- exclamó Esmeralda. –

-¡Mamá!, ¿ te encuentras bien?- Quiso saber la apurada muchacha.-

-Sí, cariño.- Repuso su madre quien entonces recordó para sorpresa de todos, añadiendo de seguido. - Eres igual a la imagen que me mostraron cuando estaba aún en el limbo. Me lo contaron, tú eras la hija que estábamos destinados a tener….y…no sé. Me dijeron algo más pero no logro acordarme.

-Puede que a medida que las cosas ocurran lo recuerdes. Seguro que era algo importante pero que no debe ser revelado todavía. No sé, si Tommy estuviera aquí él podría decirnos más. Sabe muchísimo de estos temas. - Aseguró Roy observando a su consuegra con asombro para añadir. – Cuando le vea le preguntaré…



            Lo cierto es que todos le miraron coincidiendo con esas palabras. Era como si alguien les fuera mostrando una especie de puzle, las piezas iban apareciendo y encajando a medida que los años pasaban.



-Bueno,- terció Beruche sacándoles de aquellas reflexiones. - Dejad de pensar en esas cosas, lo que tenga que ocurrir ya ocurrirá.-  E hizo gala de un tono más jovial para cambiar de tema. - ¿Sabéis que Kerria y las otras chicas, además de Cooan, Petz, Karaberasu, y sus maridos, vienen para acá? Tienen muchas ganas de veros y de conocer el planeta.

-¡Es estupendo!,- exclamó Amatista muy ilusionada. - La familia reunida otra vez.

-Dentro de poco tendremos ya nuestra casa.- Agregó Leval ahora muy contento también. - Espero que estéis aquí para verla estrenada.

-Claro, hijo,- sonrió su padre dándole una palmada en la espalda. -Tu madre y yo ya estamos casi jubilados y tu suegro más todavía, ¿no es cierto, principito?, es que estás hecho un vejete. - Le dijo jocosamente a su amigo al tiempo que también le daba una palmadita en el hombro. - No tendremos nada mejor que hacer.

-Mira quién fue a hablar.- Repuso Diamante contraatacando con sorna. - Si dentro de poco se te caerán los dientes en la sopa.

-¡Si yo no llevo dentadura postiza! - rio Roy - no hables por ti....

-¿Ah no?,- sonrió su consuegro exhibiendo su puño para declarar a modo de pretendida amenaza. -Pues créeme. Dentro de nada la vas a llevar...

-Callaros ya, parecéis críos.- Les amonestó Esmeralda, no obstante con gesto divertido. -

-Es verdad,- les regañó Bertie uniéndose a su consuegra y amiga, moviendo la cabeza en tanto agregaba condescendiente.  - La verdad es que podíais dejar de gastar siempre las mismas bromas.  ¡A ver si variáis el repertorio!



            Ante las risas de Leval y Amatista. Roy y Diamante trataban de defenderse de las acusaciones de sus dos mujeres.



-Pero cubito,- objetó Roy. -Solamente es una charla amistosa entre camaradas.  ¿Verdad Diamante, viejo amigo?

-Es verdad,- se apresuró a convenir éste - no hace falta que os enfadéis y Roy...viejo lo serás tú.



            Su consuegro respondió tirándole la servilleta a su amigo que a su vez le pegó con la suya en la cabeza. Esmeralda y Beruche les reprendieron nuevamente como si de dos chiquillos se tratasen. Leval y Amatista se miraron sonriendo. Habían echado mucho de menos aquel ambiente familiar. La joven intervino entonces con tono emotivo. Aquello le afectaba trayendo a su mente muchos recuerdos y también el pesar por la pérdida de algunos amigos y seres queridos. En su estado quizás se dejó envolver demasiado por esas sensaciones cuando declaró.



-¡Soy tan feliz de que estemos todos juntos otra vez! .Llegué a creer que nunca volvería a veros.



Se le saltaban las lágrimas y Esmeralda abrazó a su hija. Su padre y su suegro cesaron sus bromas y miraron la escena emocionados.



- Cariño – le susurró su madre con tono afectuoso mientras le enjugaba alguna lágrima.- Ahora estamos juntos otra vez y ya no nos separaremos.

-Después de tantos años y tantas batallas creo que por fin ha llegado el momento de ser una familia normal. Bien nos lo hemos ganado. - Declaró reflexivamente Roy. -

-Ya van dos cosas que dices esta noche en las que estoy totalmente de acuerdo, amigo. - Sonrió Diamante asintiendo suavemente en tanto añadía para quitarte hierro al momento. – Eso me empieza a preocupar.



            Aquellas palabras provocaron en efecto las sonrisas de todos. Acabaron la cena y Amatista y Leval se despidieron de sus padres. Volvieron a la casa que tenían en la ciudad, se acostaron al poco rato pues al día siguiente debían trabajar. Entre tanto, los dioses recibieron instrucciones de Redan. Debían comenzar a buscar al Mensajero. Se separaron y cada uno partió a recorrer la galaxia en busca de ese enviado del Creador. No obstante, Redan se quedó allí, algo le decía que no debía irse muy lejos para localizarlo. En ese mismo instante, Sandy y Coraíon cenaban juntos también. Habían quedado para pasar una noche agradable y charlar sobre los últimos acontecimientos. Principalmente de sus amigos. Aunque él estaba inquieto y parecía impaciente durante toda la velada, al fin no pudo resistirlo más y se declaró en los postres.  La muchacha al escucharle apenas pudo disimular su incomodidad, se vio puesta en un aprieto. El precipitado chico le pidió una respuesta.



-Sandy, te quiero, deseo que me aceptes y que te cases conmigo.

-Pero Coraíon - respondió ella visiblemente envarada. - Dijimos que aclararíamos todo cuando volviésemos a Bios...

-Lo sé, perdóname por no poder esperar - se excusó él añadiendo convencido -...estoy seguro, sé que te quiero de verdad...

-No dudo que me quieras, Coraíon - Musitó ella desviando la mirada con pesar - pero yo. Esto ha ido demasiado lejos en muy poco tiempo.



El chico miró a Sandy angustiado, apenas podía hablar pero lo hizo. Para él era doloroso pero quería saber lo que ella sentía realmente y así lo preguntó.



-¿No me quieres, verdad?...

-No, Coraíon, yo no siento nada por ti...bueno sí, eres un buen chico, me lo he pasado bien contigo, pero… nada más. - Contestó la muchacha que miró hacia la mesa de forma esquiva, pero él la tomó de una mano. -

-No me lo creo- contestó firmemente el joven que le ordenó. - Mírame a los ojos y dímelo.- Sandy no le miró, y él levantando suavemente la barbilla de la muchacha vio lágrimas en los ojos de ella. - Pero, ¿por qué?, no entiendo por qué me mientes.

-Es algo difícil de explicar. No sé si lo entenderías,- balbuceó su interlocutora con semblante consternado. -

-¡Dímelo!,- le pidió preocupado urgiéndola con tintes de apremio en su quebrada voz. - Quiero entenderlo. ¿Qué es lo que lo he hecho mal? ¿Me he precipitado quizás? Lo siento mucho. Sé que acordamos ir poco a poco, pero es que cuanto estoy contigo, no quiero nada más. Desde que te vi lo supe. Te amo y deseo pasar mi vida contigo.

-No, no digas eso por favor. Yo...no es por ti.- Replicó ella con pesar, para musitar resignadamente a modo de despedida. – Déjalo, no vale la pena, Coraíon. Créeme, te mereces algo mejor.



Muy abatida Sandy se levantó de la mesa dispuesta a marcharse pero él no quiso renunciar así. ¡La quería!, era una chica estupenda, y no solamente por su atractivo físico, o su inteligencia. Él podía ver que era bondadosa y que posiblemente algo le estaba haciendo sufrir. Pero no la iba a abandonar, deseaba tratar de resolver aquello. Así pues, la sujetó de un brazo con suavidad y la hizo girarse para enfrentar su mirada a la de él.



-Claro que merece la pena, no hay nadie para mí que sea mejor que tú.- Rebatió el muchacho afirmando con decisión.- Te quiero, no voy a renunciar a ti por las buenas. Si no quieres a otro y me quieres a mí, entonces ¿qué problema hay? Quizás es que necesitas más tiempo. Te daré más tiempo. Sandy, estoy enamorado de ti, quiero que compartas el resto de mi vida, puedo aguardar un poco más.



            Pero la chica movió la cabeza cerrando los ojos para tratar de contener la catarata de lágrimas que le brotaban.



-¡El problema soy yo, Coraíon! - Le confesó ella a punto de echarse a llorar. Trato de contenerse sin conseguirlo, para apenas poder agregar entre sollozos. - Si supieras como soy realmente, no sé si me amarías.

-Seas como seas, si no me lo dices no podremos saberlo. Al menos dame la oportunidad de demostrarte que te quiero. ¿Vale? – Repuso conciliatoriamente él. -



El chico le enjugó las lágrimas con patente afecto y suavidad, dándose cuenta de que algunos comensales comenzaban a observar de reojo e incluso abiertamente aquella embarazosa escena, así que templando su tono le propuso a la chica con más serenidad 



-Vamos a mi apartamento. Allí podremos hablar más tranquilos. Y podrás decirme qué es eso que tanto te preocupa.



            La chica aceptó, no tenía sentido prolongar aquello demasiado y acompañó a Coraíon. Tras pagar la cuenta salieron y tomaron un deslizador. Ninguno de ellos habló. El muchacho clavaba su preocupada mirada en ella pero Sandy solamente miraba a sus propias manos entrelazadas sobre su regazo. Parecía que se dirigiese hacia su ejecución.



-No comprendo qué es lo que le pasa.- Pensaba el chico.-



Al fin, tras unos quince minutos que parecieron eternos, llegaron al apartamento de éste y subieron a su habitación. El chico la besó en los labios con mucha pasión, pero ella enseguida se separó y le dio la espalda. Estaba claro que él la quería, pero ¿seguiría sintiendo lo mismo cuando descubriera como era en realidad? Sandy deseaba haber podido ocultarlo, pero no quería mantener una relación basada en la mentira. ¡Esta vez no! Si su destino era vivir sola lo aceptaba, era preferible antes que engañar a alguien a quién amaba de veras. De todos modos no sería peor a la otra vez. Y ya estaba acostumbrada al rechazo, pero pese a decirse eso tenía miedo y le dolía. Así que, aun siendo muy duro para ella, se armó de valor y le pidió con voz angustiada. Mientras el chico estaba buscando algo en el teléfono que tenía.



-Prométeme que por mucho que te sorprendas o que te aterres, no saldrás corriendo. ¡Por favor!, no podría soportarlo.

-Prometido,- respondió él posando sus manos sobre los hombros de la chica para pedirle con suavidad. - Pero mírame, Sandy.



            Ella se dio lentamente la vuelta, exhibía sin tapujos su apariencia demoniaca, aquellos cabellos morenos se habían tornado pelirrojos y sus ojos lucían el color de la sangre, aunque velados aun por las lágrimas. Su boca apenas entreabierta dejaba ver un par de colmillos afilados y finos que apenas podían detener el temblor de sus labios. La chica esperaba que él se echaría hacia atrás o gritaría o cualquier cosa. Pero, para su sorpresa, Coraíon la miró fijamente sin alterar su semblante comprensivo y cariñoso y durante unos instantes no dijo ni hizo nada.



-Así que era por esto.- Suspiró él al fin, sin moverse. -



Por primera vez en su vida Sandy se sentía muy confusa. No tenía idea de lo que el muchacho podría estar pensando. Era incapaz tan siquiera de sondearle. ¿Acaso estaba manteniendo su palabra a costa de un enorme auto control y se derrumbaría de un momento a otro? O quizás es que verdaderamente él... Aunque ese pensamiento apenas prosperaba en su mente. Solamente era su mayor deseo. De modo que, para salir de esa terrible duda, la muchacha se atrevió a declarar por fin con la voz más grave y gutural que le producía aquella apariencia.



-Así soy en verdad. Mi madre era una diablesa y yo lo soy también. Tengo unos instintos muy difíciles de controlar. Mazoui te lo podrá decir.



Coraíon se limitó a sonreír con una mirada tan dulce que paralizó a su interlocutora, y le respondió con afecto en tanto sujetaba suavemente su rostro entre las manos.



-No me importa, quién eres, ni de dónde vienes, ni lo que hayas hecho. Con tal de que me quieras. Incluso si eres un demonio en apariencia, tan pronto como te conocí para mí fuiste mi ángel.



Aquellas palabras le vinieron a la cabeza de forma muy espontánea, parecieron salirle solas. Al oírle Sandy no pudo evitar que el llanto le corriera por el rostro, incapaz por completo de frenarse. Pero esta vez no lloraba de tristeza, sino de alegría y emoción. Solo pudo balbucear llena de felicidad.



-¡Esas son casi las mismas palabras que mi padre le dijo a mi madre cuando él se le declaró, él me contó que ocurrió esto mismo entre ellos! ¡No puedo creerlo! Ahora sé por qué mi madre lloró. Es algo tan hermoso que es capaz de conmover hasta el corazón de una sucubus...

-Cariño.- Susurró Coraíon que abrazó a Sandy diciéndole con mucha dulzura. – Deberías haberte imaginado que yo sé muy bien como es mi primo Mazoui. Le conozco desde hace años, pero lo único que importa es que tiene un corazón noble y sé que tú lo posees también.

-Entonces, ¿tú lo sabías?- Pudo balbucir ella tan atónita como avergonzada.-



            Incluso estaba algo enfadada. ¿Por qué él no se lo dijo? Aunque, claro. ¿Cómo sacar ese tema con anterioridad? Y el joven enseguida se percató de los pensamientos que cruzaban la mente de ella y no tardó en contestar.



-Tu apariencia es lo que menos me importa. Bueno, eres preciosa, eso no lo voy a negar. - Sonrió dejándola desconcertada una vez más, para agregar.- Deseaba conocerte mejor, salir contigo. No te he mentido. Me gustaste desde el primer momento en que te vi. Hablé con Mazoui de ti, de si tenías novio o te gustaban los chicos, claro. Y mi primo no me desveló nada sobre tu origen. Pero no soy tonto. No las tenía todas conmigo, pero te pareces demasiado a él, con esos presentimientos y ese magnetismo que irradias. No te dije nada porque eso jamás supuso un problema para mí. Lo siento, lamento mucho si te he hecho sufrir por eso, pero no fue mi intención.

-No sé qué decir.- Fue capaz de responder la muchacha.- Jamás pude sospechar que lo supieras y que no te importara.

-Pues así es.- Sonrió él, tomándola de ambas manos.- Y no somos los únicos. Fíjate en Alan y Naya o en Susan y Giaal.- Le enumeró.-

-  Pero, ¿y si tenemos hijos y salen como yo?- Pudo objetar la chica todavía entre balbuceos. –

- En ese caso les querremos y les cuidaremos con mucho amor, y les educaremos para que sean como su madre, personas maravillosas y llenas de bondad. Escucha…-Le pidió él en tanto le comentaba con cariñoso tono.- No sabía que te sucedía, por eso, mientras veníamos para acá. Recordé esta canción que versionó mi hermano, de un grupo antiguo pero muy bueno. Y ahora, tras haberte visto, creo que no podría ser más adecuada para ti y para mí.



            Y ante la perpleja chica, Coraíon se limitó a conectar el teléfono  y subir el volumen. La emocionada Sandy pudo escuchar, en tanto él le susurraba parte de esa letra.



Aunque la soledad siempre ha sido mi amiga
Estoy dejando mi vida en tus manos
La gente dice que estoy loco y que estoy ciego
Arriesgándolo todo en una mirada 


Y como me tienes ciego es aún un misterio
No puedo sacarte de mi cabeza
No importa lo que está escrito en tu historia
Mientras estés aquí conmigo 


No me importa quién eres
De dónde eres
Que hiciste
Mientras tú me ames 


Quién eres
De dónde eres
No importa lo que hiciste
Mientras tú me ames 



Y tomando a la muchacha de las manos, la abrazó para bailar lentamente con ella. Sandy únicamente era capaz de sollozar de emoción.


Cada pequeña cosa que tú has dicho y hecho
Se siente que está profunda en mí
Realmente no importa si tú estás en la carrera
Parece que nosotros queremos estar 


No me importa quién eres
De dónde eres
Que hiciste
Mientras tú me ames 


Quién eres
De dónde eres
No importa lo que hiciste
Mientras tú me ames 



Si, sí, sí

Mientras tú me ames

Mientras tú me ames


He tratado de esconderlo pues nadie lo sabe
Pero supongo que se muestra
Cuando me miras a los ojos
Lo que hiciste y de dónde vienes
No me importa, mientras tú me ames, nena 


No me importa quién eres
De dónde eres
Que hiciste
Mientras tú me ames 


Quien eres
De dónde eres
No importa lo que hiciste
Mientras tú me ames 


Quién eres
De dónde eres
Que hiciste
Mientras tú me ames

Quién eres
De dónde eres
Que hiciste
Mientras tú me ames



Quién eres

Mientras tú me ames



Qué hiciste

No me importa

Mientras tú me ames



(As long as you love me. Backstreet Boys, crédito al autor)



            La chica ahora casi ni podía mirar a través del velo de las lágrimas. Ella había sufrido tanto por aquella causa que todo eso le parecía irreal. Nunca se había sentido tan amada. Quizás estuviera soñando pero desde luego no quería despertarse. Pese a ello, todavía pudo preguntar con extrañeza.



-¿Por qué? Si lo sabías…

-Bueno, en realidad no lo sabía del todo. Lo sospechaba.- Le sonrió él.- Pero ni aun entonces, quise preguntarle a Mazoui para que me lo confirmase. Deseaba que fueras tú quien me lo confesaras.



            Estaba muy claro, el chico había estado aguardando a que ella tuviera el valor de decírselo. Para demostrarle que de veras la amaba, tanto como él la quería. Era irónico, Sandy estaba temerosa de que el amor de Coraíon no fuera lo bastante fuerte cuando en realidad, el chico se habría estado preguntado lo mismo con respecto de ella. Por ello, la joven apenas sí pudo musitar.



- Coraíon, no quisiera que por mí sufrieras…



            Pero el muchacho no le dejó concluir la frase, le puso un dedo sobre los labios y replicó.



- Eres la mujer a la que quiero. ¿Cómo me ibas a hacer sufrir? – Y entonces el joven sonrió casi pareciendo divertido y le inquirió con un tono lleno de cariñoso y reprobatorio sentido del humor.- ¿Acaso es que hay algo más que no me hayas contado, diablilla?



            Sandy le observó perpleja. ¿Algo más? ¿Acaso esto le parecía poca cosa? Totalmente desconcertada solamente pudo negar con la cabeza, él sonrió ampliamente entonces para añadir.



-No sé. Haz memoria y piénsalo bien. Algo como que ronques por las noches o dejes el baño lleno de pelos. ¡Eso sí que sería terrible!



            Y tras el asombro y la incredulidad que le produjeron a la joven aquellas palabras, no pudo evitar sonreír, de ahí pasó a reírse sin ser capaz de parar. Su pareja rio con ella y cuando finalmente pudieron dominarse lo bastante el chico insistió.



-Pues si se te han acabado ya las excusas te lo pregunto otra vez, mi pequeña diablesa tontorrona. ¿Quieres casarte conmigo? ¿O me vas a tener suplicándotelo toda la noche?

-Sí...quiero - balbuceó ella que se abrazó a su novio y le besó para sentenciar. - ¡Claro que quiero! - Repitió sin poder dejar de llorar en tanto retornaba poco a poco a su apariencia normal. -



            Coraíon la tomó en brazos y la llevó a su cama, enjugó sus lágrimas y la besó, ella respondió a sus caricias. Ambos hicieron el amor y Sandy experimentó una relación llena de suavidad, tacto y dulzura por primera vez en su vida. Hasta entonces el sexo siempre había venido hacia ella en forma de torrente ahora en cambio era un remanso de paz en el que al fin alcanzó la total felicidad. Al cabo de un rato, recostados uno junto al otro, hablaban de como decírselo a los demás...



-Si mis padres vienen será una noticia que les sorprenderá mucho. Me refiero a que quiera casarme. - Le dijo Coraíon agregando animosamente. - Pero estoy seguro de que les encantará, sobre todo cuando te conozcan.

-Pero quizás a ellos no les guste la idea.- Se atrevió a objetar la todavía inquieta muchacha.- Sobre todo cuando sepan como soy.

-No menosprecies a mis padres.- Le pidió afectuosamente el chico acariciando una de las mejillas de su novia.- Ellos han tenido que luchar mucho, se han enfrentado a cosas increíbles. Han visto todo lo que puedas imaginar. Y saben distinguir a la gente buena. Lo mismo que mi madrina. Te querrán en cuanto te conozcan. Ya lo verás.



            Eso hizo sonreír esperanzada a la aludida. Pensaba en eso con un tímido atisbo de ilusión. ¡Ojalá su novio estuviera en lo cierto! Y otra cosa ocupaba también su mente…y enseguida la confesó.



-Me gustaría tanto que mi padre estuviera también. Ahora que ha vuelto a la Tierra para solucionar unos asuntos le echo de menos aún más que durante mi viaje. - Suspiró Sandy que añadió llena de dicha.  - ¡Se pondrá tan contento!

-Le avisaremos.- La animó Coraíon. - No te preocupes, cariño. Aguardaremos lo que sea necesario Ahora que me has dado el sí no me importa esperar un poco más. Cualquier cosa es posible si te tengo a mi lado...



            Los dos se abrazaron y trataron de dormir, desde luego que ella no podía ser más feliz. Al fin había logrado cumplir su más anhelado deseo. Alguien la quería tal y como era. Tras toda una vida de rechazo y de angustia finalmente tenía a su alcance la dicha de formar una familia. Al final su amiga Amatista y Mazoui habían tenido razón.



-¡Mamá! Por fin lo he conseguido. Ahora puedo entenderte mejor.- Pensaba la joven en tanto trataba de conciliar el sueño, acariciando el cabello de su pareja.- ¡Tengo tantas ganas de contárselo a papá!...



            Al día siguiente y en cuanto tuvo ocasión, una radiante Sandy les dio la noticia a Satory y Amatista que se abrazaron a ella muy contentas llorando juntas de alegría por su amiga. Sobre todo la hija del millonario no se soltaba de su compañera.



-¡Que feliz estoy por ti! - Repetía Satory una y otra vez, remachando.- ¡Te lo mereces tanto, Sandy!

-Enhorabuena, compañera. – Le sonrió su otra amiga dándole un beso en la mejilla lleno de afecto ya agregando de forma más desenfadada.- ¿Lo ves? Ya te lo decía yo. Cuando lancé el ramo y te cayó a ti, eso significaba algo. Y te aseguro que no lo hice adrede.

-Sí, es que apenas puedo creer que haya sucedido de verdad.- Confesó la aludida declarando con voz queda.- Casi me da miedo que sea solo un sueño y que me despierte.

- ¡Pues te pellizco el trasero! A ver si te despiertas. - Rio Amatista haciéndolo sin recatarse.-

-¡Au!- Exclamó la morena científica, protestando con jovialidad.- ¡Oye, eso duele!

- Pero sigues aquí, ¿no?- se rio la otra chica a su vez.- ¿O es que te has despertado?

-Te aprovechas de que, como estás embarazada, no tomaré represalias. Monina. - Contestó jocosamente Sandy en tanto la interpelada asentía divertida.-

- Pues claro que sí…- Confesó ésta con el mismo tono juguetón.- O sino, con el genio que tienes, ¡cualquiera se atreve! Me he tenido que quedar embarazada para darme el gusto de hacerlo.



La interpelada rio, todo en ese momento le producía esa sensación de alegría y jocosidad. Amatista la secundó en tanto Satory las miraba a ambas con una gran sonrisa, aunque ésta palideció un poco. Bueno, ahora solamente quedaba ella. Su amiga de la infancia casada y esperando un bebé. Su otra camarada comprometida. Pero no quiso emborronar aquel momento tan feliz. Riendo se unió a las bromas de sus compañeras aunque tuvieron que dejarlo dado que Gwen y Claudia hicieron acto de presencia. Sandy les comunicó su compromiso a lo que ambas reaccionaron felicitándola cordialmente.



-Vamos a tener que improvisar otra fiesta.- Comentó Claudia, mirando divertida a su compañera casadera.-

-No hace falta. Ya os invitaré a algo en la cafetería de la SSP-1.- Sonrió Sandy.-



Gwen no comentó nada de aquello, aunque estaba pensativa. Le habían dicho que la doctora Wallance era alguien realmente especial, pero no alcanzaba a ver en qué. Aparte claro está, de su extraordinario currículum.



-Tendré que pedir información.- Se dijo.-



Las otras, ajenas a sus reflexiones prosiguieron con sus tareas. Por supuesto que tras el trabajo fueron a tomar algo para celebrarlo. Y tal y prometió Sandy tuvo mucho gusto en invitarlas. Pese a las pullas de Amatista que solamente le reprochaba que no hubiera hecho otra de sus tartas. Por supuesto la joven prometida respondió que le haría una encantada.



-Habría sido el colmo de la felicidad que hubieses tenido una de tus tartas hechas.- Se rio Satory contagiando al resto. –



Sin embargo, por esta vez tuvieron que conformarse con las especialidades de la cafetería que tampoco estaban mal. Allí las muchachas charlaron un poco de todo.



-¡Hecho mucho de menos a Ginger! – Comentó Amatista abundando en la broma.- Habríamos ido a su cafetería, nos hubiera servido la tarta “Sandy” y estaríamos poniéndonos moradas.

-¡Lo que te faltaba! – Se rio la aludida.- Por si no comieras ya de más por el embarazo.

-¡Oye rica!, dicen que hay que comer por dos.- Se defendió jovialmente su amiga.-

-De eso nada.- Terció Satory con humor.- Hace mucho que esa teoría tan tonta se descartó.

-Bueno, pero como la embarazada soy yo es mi derecho tener antojos, y se me ha antojado la tarta Sandy…

-Está bien.- Concedió su amiga.- Ya te he dicho que en cuanto pueda te haré una…

-¿Lo prometes?- Inquirió Amatista casi con entusiasmo infantil.- ¿Palabra de Fairy Five?



            Sandy y Satory se rieron divertidas. Estaban de un inmejorable humor. La morena científica tuvo que asentir, e incluso levantar la mano derecha con la palma extendida y declarar.



-No tienes arreglo. Pues claro que tienes mi palabra de Fairy Five…aunque te pongas como un tonel…

-¡Eh! ¿Pero qué dices?- Exclamó su interlocutora.- Estoy en plena forma.



Eso aun causó mayor hilaridad, aunque bien mirado así era. Al final las tres se reían tanto que les saltaban las lágrimas. Gwen y Claudia se sonreían aunque en un discreto segundo plano. Estaba claro que la complicidad de sus compañeras era muy grande.



-¿Quién es esa Ginger?- Se atrevió a preguntar Claudia.-

-Una buena amiga nuestra, de los tiempos del viaje hasta Bios.- Respondió Amatista.-

-¿Y ya no está aquí?- Inquirió a su vez Gwen.-

-Se marchó a la Tierra. Tenía familia allí.- Contestó Satory en esta ocasión.-

-Tenemos que llamarla y contarle las dos noticias, tu embarazo y mi próxima boda.- Afirmó Sandy.-

-Ojalá que pueda venir, sería genial.- Convino Amatista, con visible entusiasmo.-



La muchacha se encontraba de un estupendo humor y parecía estar muy vital. De hecho, bromas aparte, Sandy se había dado cuenta de que su amiga tenía mucha energía. Hacía tiempo ya que notaba algo en ella, sin saber precisar el qué. Por fortuna, no se trataba de nada malo, todo lo contrario.



-Estoy muy feliz por ella, y por mí.- Pensaba la morena científica despreocupándose de eso.- Lo que importa es que todos estamos de maravilla ahora.



  De modo que, tras un buen rato celebrando la ocasión se despidieron de la esposa de Leval que volvió a su casa. Gwen y Claudia se marcharon un poco antes y luego Sandy acompañó a Satory que había quedado con su novio en otra cafetería. Así, la dichosa recién prometida también se lo dijo a Mazoui. Él la abrazó igualmente y le dijo con un afecto fraternal en tanto su pareja iba a por unas bebidas.



-¿Lo ves? A todos nos llega la felicidad, tenías razón cuando me lo dijiste. Y ahora es tu turno. Serás muy dichosa, Coraíon es un chico estupendo. Creo que ha llegado el momento también para mí. Soy yo el que debo hacer lo mismo que mi primo ha hecho contigo y pedírselo a Satory. Ya va siendo hora...

-Siento que estamos preparando algo Mazoui,- le susurró Sandy con tono esperanzado y con una gran sonrisa de alegría. - Un nuevo comienzo... Tengo una sensación extraña. Algo muy poderoso surgirá de entre nuestro grupo. Una especie de culminación. Lo presiento…

-No te comprendo muy bien, pero no importa,- repuso él añadiendo jovial - lo principal es que todos seremos muy felices, seguro.



            Sandy sonrió nuevamente a Mazoui, quizás ni ella misma entendía aquello muy bien. Solamente era capaz de percibirlo. Pensó nuevamente en Amatista, de algún modo sospechaba que su amiga tenía que ver con ello. Mientras, Satory se acercó con los refrescos que había ido a comprar y volvió a felicitar a su compañera.



-Bueno, por ésta vez te perdonamos el pagar. ¡Ya nos has invitado antes a  todas! - Rio Satory.-

-Y Amatista se ha aprovechado bien la tía. - Se rio la interpelada aclarándole a Mazoui que la escuchaba divertido.- Se ha tomado un cucurucho de helado triple y luego un batido de fresa. Y con la excusa de sus antojos me ha hecho prometerla que le haría una tarta…

-¡Siempre ha sido una tragona! - Reía Satory recordando con jocosidad.- De niñas la de veces que se empachaba comiendo dulces o helados. Luego le dolía la tripa…pero no escarmentaba nunca.

-Me la puedo imaginar- sonrió la morena científica.- Zampando como una loca…

-Y ahí la tienes, ¡la monina nunca engorda! - Se rio Satory.-

-En esta ocasión lo hará.- Comentó jocosamente Mazoui señalándose la barriga.-



            Eso provocó más risas, de esta manera continuaron charlando jovialmente. Una vez se despidió de sus amigos para dejarles a solas, Sandy retornó a su apartamento. En cuanto pudo conectó con la Tierra. Le llevó un buen rato conseguirlo, pero a través de la Masters Corporation pudieron localizar a su padre que trabajaba en uno de los laboratorios de la gran Multinacional. Robert Wallance fue avisado enseguida por uno de sus ayudantes y corrió a ponerse ante la pantalla del comunicador en su despacho. El hombre estaba preocupado, esperaba que a su hija no le hubiese sucedido nada malo. No obstante, solo tuvo que verla aparecer en el monitor para comprobar que afortunadamente no era así, sino todo lo contrario.



-¡Cariño!- la saludó sonriendo al ver el rostro radiante de la chica - ¿Qué sucede? ¿Va todo bien?- Preguntó casi por inercia, acostumbrado a las malas experiencias del pasado. –

-Claro que sí, papá – sonrió ella tras recibir esa transmisión, afirmando animosa. - ¿Es que no puedo llamar a mi padre para ver cómo está por ahí sin mí?

-Por supuesto, hija.- Concedió él quien conociéndola muy bien, añadió. – Y seguro que hay algo que me quieres contar.

-Sí. Verás, mi novio Coraíon me ha pedido que me case con él. ¡Y le he dicho que sí! – Aseveró la muchacha sin querer dar rodeos. –

-¡Eso es estupendo, mi vida! – Replicó el doctor que, sin embargo pudo decir sonando a tímida objeción. – Pero, tú ¿estás segura?… quiero decir, ¿le conoces bien?

-Sí, papá – repuso Sandy sentenciando con patente alegría. – Le conozco, y él me conoce a mí.



Y antes de que su sorprendido padre pudiera casi asimilarlo ella le explicó.



-Me acepta como soy. Sabe de dónde provengo y no le importa. Es más, cuando me mostré ante él con mi otra apariencia fue tan hermoso que jamás lo olvidaré. Me dijo casi las mismas palabras que tú le dijiste a mamá.



Ahora fue el veterano científico quién no pudo evitar que le asomaran las lágrimas, casi tuvo  dominarse durante unos instantes para poder decir.



-Hija mía, ¡me haces tan feliz! ¡Te lo mereces tanto! Tengo muchas ganas de abrazarte, espero ir a Bios cuanto antes.

-Yo también quiero poder estar contigo, y que conozcas a Coraíon. Ya verás cómo te gustará.- Replicó la entusiasmada joven.-

-Ya me gusta, cariño. Si él te quiere por cómo eres tú, yo también le querré como a un hijo. Y sé que tu madre, donde quiera que esté, se alegrará mucho.



Su hija asintió emocionada, charlaron un poco más y finalmente se despidieron. Ahora la muchacha tenía mucho que hacer. Su padre por su lado colgó sintiéndose realmente feliz. Enseguida que retornó al laboratorio sus asistentes y compañeros se percataron. Casualmente por allí estaba la doctora Winters quien tras saludarle, le preguntó.



-¿Qué tal todo, doctor Wallance? ¿Ha sabido algo de su hija y los demás?

-Mi hija va a casarse. Estaba muy feliz.- Replicó él con patente orgullo.-

 -¡Enhorabuena! – Exclamó Penélope realmente contenta por su amiga y ex compañera.- Espero poder hablar con ella y felicitarla muy pronto.

-Me alegro mucho por ti, Robert.- Afirmó afablemente Tomoe que estaba cerca, junto a su esposa Kaori.-

-Sí.- Muchas felicidades.- Le deseó ella a su vez.-

-Ya verás cuando se entere Mimette, seguro que propondrá hacer una fiesta.- Se sonrió la doctora Winters.-

-Mal no nos vendría. Ya vamos a tener muy pocas ocasiones para celebrar alguna, teniendo en cuenta el nuevo proyecto.- Declaró Kaori.-

-¡Vaya!- comentó ahora Robert centrándose en aquello.- De modo que sigue en marcha la fase dos del Fairy Five Proyect…

-Así es. –Afirmó Tomoe.- Y ya tenemos algunas voluntarias para la misión…

-Entre ellas yo misma. Dado que tengo la experiencia con el SSP-1.- Terció Penélope.- Robert, es una  lástima que tu hija y Amatista no podrán acompañarnos, pero sé que son felices en Bios. Sobre todo ahora que una va a ser madre y la otra, tal y como nos has dicho tú, acaba de comprometerse.



            Y es que las noticias volaban. En cuanto a la maternidad de Amatista, fue Leval quien contactó con su amigo Tracer y le comunicó la noticia antes incluso de que la futura mamá pudiera contárselo a la propia Penélope. Aunque teniendo en cuenta lo bromista que era su novio, la doctora Winters no quiso creerle al principio. Cuando al fin se lo confirmaron, Tracer no dudó en reprochárselo en su jocoso estilo habitual.



-¿Lo ves, Pennie? ¿Por quién me habías tomado? Yo nunca te engañaría en algo tan serio.

-Esta vez, tengo que pedirte disculpas, Rick.- Sonrió la interpelada. –

-Es una lástima que no podamos ir a felicitarles en persona.- Comentó el muchacho, más seriamente ahora.-

-Lo es.- Convino ella, para sentenciar.- Pero tenemos muchas obligaciones en la Tierra.



            Entre ellas ese proyecto nuevo que tenían entre manos. Y para el que iban a necesitar de mucho talento en la investigación. Así lo expuso Penélope tras lamentar la ausencia de sus amigas. Su maestro, el veterano doctor Tomoe, asintió. Ese proyecto nuevo desde luego sonaba tan apasionante como el que terraformó Bios. Aunque aquí las cosas iban a ser algo distintas…



-Entonces, ¿no irán a la búsqueda de un planeta?- Preguntó Robert.-

-Creo que, gracias a las cartas de navegación que una cultura extraterrestre avanzada nos proporcionó, ya tenemos localizado uno que será perfecto.- Le comentó Penélope.- Pero no sé nada más que eso. No han entrado en detalles.



Y es que la doctora Winters no tenía demasiado claras algunas cosas. De momento, a preguntas posteriores suyas, sus compañeros no le contaron más aduciendo que faltaban todavía muchas cosas por hacer. Pero pronto le aseguraron que habría noticias para cualquiera que estuviese interesado…de hecho algunos militares ya las tenían y el alto mando del UNISON había comenzado a reclutar voluntarios primeramente entre aquellos oficiales experimentados que ya habían participado en la singladura del SSP-1.



-Suena apasionante. Pero celebro que mi hija se instale en Bios y no participe en ese nuevo viaje. Se ha ganado tener una vida apacible y feliz  junto a su prometido.- Comentó Robert con ilusión. –

-Así es.- Convino Penélope que fue requerida por el doctor Tomoe.-



Los dos se despidieron de Robert que prosiguió con sus ocupaciones. Y en lo que a sus amigos en Bios concernía, existía también un clima de buen humor y expectación. Dentro de unas horas llegarían muchos miembros de sus familias y entre todos iban a celebrar una reunión como no se había visto en muchísimos años. Los que faltaban por enterarse eran Giaal y Susan por un lado y Alan y Naya por otro. Últimamente los dos muchachos habían congeniado bastante y los cuatro juntos salían a cenar o a pasear. Fue Alan quién recibió la llamada de su primo Mazoui en el móvil. Tras ser informado lo comentó al resto.



-¡Es una noticia estupenda! – Afirmó Naya con una amplia sonrisa para sentenciar. – No conozco a Sandy desde hace mucho, pero sé que es una chica maravillosa.



            La doctora extraterrestre desde luego que no había tratado mucho a esa joven. Aunque lo bastante como para estar al tanto de su secreto y de sus miedos y dudas.



-La pobre necesita gente con la que poder hablar de todo. Que la acepte por como es. - Pensaba ahora Naya.-  ¡Cuánto me alegro de que haya encontrado tantos amigos aquí y a una persona tan especial como Coraíon!- Y tras esta reflexión le dijo a Alan en tanto se agarraba a uno de los brazos de él con las dos manos. - Tu primo es un hombre con mucha suerte. Sandy es muy buena chica.

-Bueno, yo tampoco me puedo quejar. – Afirmó él en medio de las sonrisas del resto. -

-Serán muy felices en Bios. – Aseveró Giaal. -

-¿Y vosotros cómo lo veis?- Quiso saber Susan dirigiéndose ahora a Naya. -

-Bien. Todo está claro. – Replicó ésta algo confundida.-



No sabía qué es lo que tenía que ver, por más que miró a su alrededor no observó nada fuera de lo normal. Entonces Alan se lo aclaró entre las sonrisas de los demás.



-Es una forma de hablar. Supongo que te refieres a estabilizarnos y vivir en Bios. ¿Verdad?

-Así es. - Admitió Susan, que sin embargo, comentó ahora con tono más serio – Giaal y yo lo hemos hablado. Y a los dos nos parece que sería interesante para nuestras carreras e incluso para nosotros el proseguir. Aunque en un principio a mí me hubiese gustado quedarme aquí, en Bios, pero hace poco tuvimos noticias…

-¡Te refieres a…! – Pudo replicar Naya que fue entonces interrumpida por su hermano que asintió revelando. -

-Susan me dijo que el vicealmirante quería verme. Quedé con él y me puso al tanto. Se rumorea que el alto mando está preparando otra expedición para continuar explorando desde Bios. Se cree que algunas sondas que se enviaron localizaron otro mundo habitable. Pero, a diferencia del planeta que está siendo terraformado, ya tiene océanos propios.

-Pero no tendrá vida, ¿verdad? Sería una intromisión si se enviase una nave allí para alterar o destruir formas vivas ya existentes.- Comentó una concernida Naya.-

-Lo sería, sí. Pero no están seguros.- Respondió su hermano.-

-Si únicamente fueran bacterias, no habría problema.- Comentó Susan con despreocupación.-

-No estoy de acuerdo. Esas bacterias serían seres vivos y les robarían su derecho a evolucionar.- Objetó Naya.-



            Susan la miró perpleja, lo mismo que Alan. Fue el novio de la joven alienígena quien le comentó.



-Nosotros matamos bacterias todos los días, de manera consciente o no.

-Pero son parte de nuestro ecosistema y su vida y muerte es intrínseca a nosotros. Esos otros seres no tienen nada que ver. Estaríamos cometiendo un genocidio.

-¡Un genocidio bacteriano! Naya , por favor.- Exclamó Susan.-

-Bueno, no saquemos conclusiones precipitadas.- Intervino Giaal notando como su hermana emitía una mezcla de tristeza y malestar.- De existir vida, la cosa cambiaría, claro.

-No creo que por unas simples bacterias variasen sus planes.

-Vosotros evolucionasteis a partir de unas simples bacterias. ¿Qué os hubiera parecido si entonces, unas formas de vida superiores os hubieran eliminado?- Denunció Naya.-

-Pues francamente, no me hubiese parecido nada, no estaría aquí.- Contestó Susan, que no podía entender el enfado de esa muchacha.-

-Giaal, espero que no tomes parte en eso.- Le pidió su hermana.-



            El alien observó a su interlocutora y a su novia a un tiempo.



-Si hay vida abogaré para que esta no sufra daño. Te doy mi palabra. Si no la hay podremos llevarla. Y un planeta con esas características sería más fácil de poblar. Buscan expertos ambientales y conocedores de plantas y vida vegetal. El propio Vicealmirante Spar me propuso que fuese en calidad de jefe del área de repoblación y como médico de abordo. Y me encargó de que reclutase a más personal cualificado. - Remachó mirando fijamente a su hermana. -



Aunque Alan captó aquello enseguida comentando.



-¿Estaríais dispuestos a ir a ese planeta?

-De no existir vida previa en él, sí. La pregunta es. ¿Lo estarías tú?- Inquirió a su vez Naya con expresión ansiosa. –

-Por ti iría al rincón más remoto de la galaxia. – Sonrió él lo que hizo que su novia resplandeciera también de felicidad. -

-De momento quizás debamos pensarlo un poco. – Dijo paradójicamente la muchacha para explicar, tratando de sonar más conciliadora al darse cuenta de las expresiones de Susan y de su propio novio. – No deseo arriesgarme a ir hasta allí y que existan seres vivos. Cuales quiera que estos sean. Y también quiero terminar de convalidar todos mis títulos en la Tierra. Puede que allí tengamos oportunidades y evitaríamos esa terrible situación de invadir el hábitat de otros seres. Además, estaríamos con la familia de Alan y nuestros padres sabrían dónde encontrarnos.

-Bien hermanita, eso deberéis decididlo vosotros. Solamente os pediría una cosa. – Les comentó Giaal. – Por el momento no digáis nada a nadie. Todo se está preparando todavía en el máximo secreto.

-No te preocupes, amigo. – Le tranquilizó Alan para recordar. – Ya hablaremos con más calma. Naya tiene razón. Es verdad que hay muchas cosas para sopesar. Pero dejémoslo de momento. Ahora deberíamos ir a felicitar a la feliz pareja, ¿No creéis?



El resto convino en eso y no tardaron pues en acudir para felicitar a Sandy y saludar a los padres de Leval y Amatista. Alan pidió a Roy noticias de sus propios padres y Giaal y Naya hicieron lo mismo sobre los suyos. Éste les dijo que estaban bien y con muchas ganas de verles. Decidieron preparar una fiesta pues la ocasión lo merecía. Tras un par de días de preparativos alquilaron un local en la ciudad  de la nave y se había dado avisó a la Tierra para que el padre de Sandy tomase un cohete para ir a reunirse con su hija. El científico estuvo más que dispuesto a ponerse en marcha. Pero, aparte de las celebraciones había mucho trabajo que hacer. Los sensores que continuamente analizaban el planeta Bios señalaban que el oxígeno de su atmósfera se incrementaba de forma lenta pero constante. A un ritmo de hecho superior al inicialmente previsto.



-A pesar de todo. La capa de ozono estratosférico está muy adelantada, y el porcentaje de oxígeno es respirable, aunque todavía es escaso y produce mareos si hay exposición de apenas unos minutos sin máscaras.- Les informó Sandy.-

-¡Maldita hipoxia!- Exclamó Amatista.-

-Oye, ¿desde cuando te sabes palabras tan complicadas?- bromeó su primo Coraíon.-

-¡Mira que eres tonto!- Replicó ella divertida. Sonriendo luego con nostalgia.-



            Todos comprendieron. Esas eran las bromas que Granate le gastaba. Coraíon asintió admitiéndolo con un poso de tristeza.



-Sí, mi hermano pequeño lo habría dicho, seguro. Y hubiese venido corriendo a esconderse tras  de mí para que no le arreases un buen capón.

-Así habría sido.- Convino Amatista.-



Sandy podía sentir aquella tristeza combinada con mucho afecto que tanto su novio como su amiga manifestaban. También Leval, aunque este retomó el tema anterior tratando de sacarles de aquello.



-El planeta va cada vez a mejor. Estaremos viviendo en él antes de lo que pensamos. Estoy seguro.

-Es verdad.- Cada día se plantan muchos árboles y el plancton que cultivamos se multiplica en las aguas de los nuevos océanos. Y eso produce muchísimo oxígeno. – Afirmó Amatista, mucho más animadamente ahora.-



Quizá llegase a un nivel óptimo para todos dentro de pocos meses, lo suficiente como para ir a vivir de forma permanente allí para cuando la casa de Amatista y Leval estuviese terminada. Así lo dijo la francesa.



-Me estáis dando envidia.- Comentó su compañera.-

-Tenemos muchas ganas de mostrarles a nuestros padres el lugar tan hermoso en el que Bios se está convirtiendo.- Afirmó su interlocutora.-

-Pues lo mismo podríamos pensar en una casita para nosotros también. ¿No crees, Cory?- le propuso Sandy a su novio.-

-Me ocuparé de eso encantado.- Declaró él, comentándole a su primo.- ¡Sería algo estupendo que fuéramos vecinos! ¿No crees?

-Desde luego.- Convino Leval.-

-En muy pocos años, Bios será un paraíso y estoy convencida de que muchísima más gente vendrá a vivir en él.- Afirmó Amatista, también llevada por el optimismo en tanto se dirigía a Sandy y a su primo. – Para mí sería maravilloso teneros allí a nuestro lado y que fuésemos de los primeros. Así, un día se lo contaremos a nuestros hijos.

-Es algo que no se debe descartar – sonrió su amiga. – Sobre todo ahora que nosotros también queremos fundar una familia.

-¡Oye, no corras tanto! – Terció Coraíon con tono jocoso al añadir. - ¡Que todavía ni hemos puesto los cimientos de la siguiente fase de chalets!



Aquello hizo reír a su prometida y a sus amigos. Por su parte, Satory también quiso que viniera su padre y cuando pudo charló con Diamante y Esmeralda que eran sus padrinos. Ellos le dijeron que Ian era muy feliz ahora que sabía que ella estaba bien y que había encontrado a un chico como Mazoui. Éste, tal y como se lo confió a Sandy, pensaba cada vez más seriamente en proponerle a Satory matrimonio, pero aún juzgaba que era demasiado pronto. Quería que las cosas se calmasen definitivamente y tener un destino estable. Lo cierto es que le gustaría volver a la Tierra. Allí tenía a su familia y sobre todo ansiaba llevar una vida más tranquila. También se inquietaba algo por su hermana Katherine, él sabía que la muchacha le había necesitado. Es más, recordó una conversación que tuvo hacía poco tiempo. Una de las antiguas guerreras, su madrina Minako, que ahora era una famosa cantante y actriz, le llamó.



-Señor- le avisó uno de sus subordinados por el interfono de su despacho.- Tiene una transmisión de la Tierra.-

-¿De quién?-. Quiso saber.-

-Una tal Carola.- Comentó el oficial.-

-Pásemela, por favor.- Le indicó el chico.-



            Él sabía que su madrina usaba a veces ese alias, cuando quería pasar desapercibida.



-No me suele llamar aquí. Espero que no se trate de nada grave.- Se dijo.-



Entonces, la imagen de esa joven mujer rubia de larga cabellera y azules ojos, apareció en la pantalla de su monitor. Aunque su gesto expresaba preocupación. Más cuando declaró.



-Hola Mazoui. Espero que todo te vaya muy bien en Bios. Estoy muy orgullosa de todo lo que has logrado. Aunque desearía dedicarme a hablar de eso, por desgracia te llamo por otro motivo. Se trata de tu hermana Kathy. Ella no está bien. En cuanto tengas tiempo te pido que vayas a verla. No he querido decirles nada a tus padres. Ni creo conveniente ser más explícita aquí, en esta transmisión. Pero la situación es seria.



La emisión finalizó. Estaba claro que no esperaba réplica. El chico se quedó preocupado. En cuanto dispusiera de tiempo por supuesto que iría a la Tierra para enterarse de lo que le sucedía a su hermana. Quizás no hiciera ninguna falta puesto que Kathy vendría sin duda a las celebraciones de Bios. No obstante, viajar a su mundo madre no sería mala idea. Podría aprovechar para ver a sus padres y a su madrina, e ir con Satory para hablar con el padre de ella.  Pero eso debería consultárselo a la chica a la que tenía que declararse formalmente a fin de pedir su mano. En fin, pensó que para eso ya habría tiempo.



-Viajaré allí, en cuanto me sea posible. Aunque puede que no me guste nada lo que me encuentre.- Suspiró.-



De este modo, para él y los demás pasaron las horas y una vez hechos los preparativos de la fiesta todos esperaron con muchas ganas a que llegasen el resto de sus familiares. No tuvieron que aguardar mucho pues tras media hora, las naves llegaron al fin…



            Entre tanto, en la Tierra, Minako y las demás guerreras salvo Plutón, estaban nuevamente reunidas en una asamblea de gran importancia. Todas iban ataviadas incluso como princesas de sus respectivos mundos. Usagi, o más bien la reina Serenity, les informó que Neherenia había logrado la promesa del embajador saiyajin de no alertar a Seren de la situación en su planeta natal. Al menos por el momento.



-Pues menos mal que Neherenia estuvo al quite.- Declaró Rei, como princesa de Marte.-

-Sí, podemos contar con ella. La muchacha ha sabido jugar sus cartas.- Convino la princesa de Urano.-

-Pero ni siquiera ella podrá retener al embajador saiyajin durante mucho más tiempo si las cosas empeoran.- Hizo constar la princesa de Mercurio quien no era otra que Ami.-



Las otras asintieron preocupadas. Aunque la princesa de Venus apenas si atendía a eso, dado que su mente estaba meditando sobre otro problema. Tal y como le dijera a Mazoui se sentía muy inquieta por su ahijada Katherine. Pese a ello, finalmente se centró al escuchar a su amiga y futura soberana, comentar.



-Las cosas en Nuevo Vegeta parece que han llegado a un punto muerto. Al menos por ahora. Podemos dejar eso a un lado de momento.



-Esa es una muy buena noticia.- Afirmó Hotaru, la princesa de Saturno.-

           

            Serenity asintió, retomando la palabra para exponer.



-En cuanto al siguiente asunto del día a tratar, sabéis ya que en la Tierra se está preparando otra expedición. Este proyecto no es tan ambicioso como el de la SSP-1, pero será igualmente importante. Sin embargo, ese mundo al que tienen proyectado ir, llamado Nature, no está en nuestra zona de influencia.

-En tal caso. ¿Qué podremos hacer?- Quiso saber Makoto, en su papel de princesa de Júpiter.- Si no es parte de nuestra jurisdicción, no podremos intervenir en caso de conflicto.



            Serenity sonrió ahora ligeramente para mirar a sus amigas y responder…



-Pero está dentro de la zona de influencia de unas viejas y queridas amigas. Si todo va bien, podremos tener una manera rápida y directa de comunicarnos con ellas.

-Creo saber a quiénes te estás refiriendo.- Sonrió a su vez Ami.- Sería estupendo. Con su ayuda podríamos reforzar mucho el sistema de alianzas.

-Sí, sobre todo ahora que las cosas en el planeta de los saiyajin están tan complicadas.- Añadió Rei.-

-Mamoru está ahora muy ocupado colaborando con el UNISON y la ONU para ver qué implicaciones podría tener ese proyecto. Porque, y esto os lo digo en estricta confidencialidad. No solamente va a ser una misión dirigida a colonizar un planeta. – Y dicho esto se detuvo durante unos instantes como si le costase proseguir, al fin añadió con tono algo incomodado y enigmático.- Hay algo más, algo bastante…difícil de asumir, pero espero de todas vosotras la máxima comprensión, discreción y lealtad.



            Ahora sí que las demás la obsequiaron con unas miradas plenas de sorpresa. Aunque enseguida asintieron asegurando su compromiso, a lo que Usagi aprovechó para desvelar.



-Más que una nave de pasajeros y de investigación, que también, es una poderosa estación de combate. Se decidió que fuera así basándose en las anteriores experiencias. Artemis y Luna, que están en el centro de mando con Mamo-chan, me enviaron información detallada.



            Y sacando una tablet les mostró algunos datos a las otras. Makoto fue la primera que pudo decir con tintes de asombro y casi temor.



-Esto es realmente una poderosísima nave de guerra… ¡Su armamento es tremendo!

-Usagi-chan. Esto no me parece bien.- Comentó al fin Minako moviendo la cabeza.- No es ésta la finalidad que este proyecto debería tener. No sé, la ruta hacia ese mundo por lo que sabemos es relativamente segura. ¿Para qué quieren tantas armas?

-A mí también me sorprende.- La secundó Ami.- Tiene un potencial bélico impresionante. Si no fuera porque va a ese tal Nature para terraformarlo, casi parecería una expedición de guerra.



            Usagi guardó entonces un significativo silencio. Aunque no tuvo que decir nada, dado que Rei se la adelantó



-¡Pues a mí sí que me parece bien! - Espetó, no sin un cierto tono agresivo tan típico de ella cuando se indignaba, al razonar. -  Por si esos malditos invasores tienen intención de volver a atacarles. ¡Entonces sabrán lo que es bueno!…¡No volverán a tomarles por sorpresa!



            No obstante, fue Ami la que miró a su compañera y luego a las demás, para mover la cabeza y musitar, insistiendo en su comentario anterior.



-Mucho me temo que una nave tan poderosa no tendrá una mera función defensiva. ¿Verdad Usagi-chan?



            La interpelada se tomó unos instantes para replicar, aunque cuando lo hizo ya no mostró el más mínimo asomo de duda para sentenciar.



-Tienes toda la razón…no es esa su función principal.

-¿Qué quieres decir con eso?- Quiso saber Makoto.-

-Antes de contestarte debes saber una cosa. Esa nave lleva muchos cazas de combate mejorados, con una tecnología especial, basada en las investigaciones de Zafiro y Diamante entre otros, junto con las del profesor Tomoe y sus ayudantes. Al principio eran reacios a utilizarla, de hecho, esos conocimientos no se aplicaron en la SSP-1. Sin embargo, tras lo sucedido, aceptaron…

-¿De qué estás hablando?- Inquirió Minako, tan atónita como el resto.-

-Dijeron que fue como una especie de inspiración. Adaptaron cosas del futuro. Ya sabéis, del siglo Treinta, pero también de tecnología contemporánea. El resultado, la fusión de los droidos con ciertos compuestos biológicos moleculares, por lo que me pudieron explicar. La han denominado tecnología varitech. Y están perfectamente preparados para el combate, la intercepción del enemigo y la destrucción de alguna de sus posibles bases… caso de que las encontrasen.



            Ahora todas la miraron con estupor. ¿Qué estaba queriendo decir su líder? Por lo que ellas sabían hasta la fecha la ruta hacia Nature estaba despejada. El enemigo había sido vencido y se retiró. ¿Por qué habrían de encontrarle de nuevo? Su amiga y futura soberana desde luego que había comentado eso más con un tono de certeza que de probabilidad.



-Porqué será que me estás asustando. Tengo la impresión de que nos ocultas algo muy grave. ¿Qué van a hacer? - Pudo decir Ami.- Éste no es nuestro estilo, ¡nunca lo ha sido!…

-Somos guerreras guardianas.-Le recordó Rei.- Y debemos luchar contra el enemigo que amenaza la paz y la seguridad de nuestros dominios.

-Es que esos no son nuestros dominios. Y nadie nos ha atacado desde allí. - Objetó Minako.- No tenemos ningún derecho a…

-¿Cómo qué no? ¡Claro que nos atacaron, es más, empezaron ellos! - La cortó una agitada Makoto, todavía recordando el trágico fin de su ahijado para agregar con un tono algo más comedido ya y extrañamente tintado con algo de regocijo.- Y creo comprender a lo que te refieres, Usagi. Y me parece fantástico.

-No te sigo.- Intervino la princesa de Venus.-

-Pues yo sí.- Comentó Michiru, la princesa de Neptuno, sentenciando.- Van a llevar la tormenta hasta el enemigo en lugar de aguardar a que este la traiga.

-Así es.- Admitió la interpelada desvelando.- Esa poderosa fuerza de combate se divide en escuadras, cada una con varias decenas de cazas varitech último modelo. Usan el nombre de colores como clave. Y el nombre de una de ellas es, escuadra Granate. La más potente y la mejor de todas fue llamada así, en honor del hijo de Zafiro, en recuerdo de tu querido ahijado, Mako-chan. Y te garantizo que le harán justicia.



            La aludida temblaba ahora de emoción. Le supuso un esfuerzo no llorar pero se contuvo. En cambio, tanto Ami como Minako dedicaron sendas miradas de reprobación y horror a su líder. Fue Venus quien pudo objetar.



-Pero ¿estás queriendo decir lo que Michiru ha comentado? Que, ¿lejos de defenderse de un posible ataque van a ser los agresores? ¿Acaso van a ir en busca del enemigo? sería actuar como ellos…No me parece que esté bien…

-No es nuestra decisión.- Repuso Serenity de modo imperturbable, para agregar.- Tampoco me entusiasma la idea. Sin embargo, tenemos ya varios frentes abiertos y otro, el más terrible de todos, que vendrá antes de lo que podáis imaginar. ¿Cuánto tiempo nos queda? No lo sé con exactitud. Pero no podemos permitirnos el lujo de tener otra amenaza pendiendo sobre nuestras cabezas. Otra más que pudiera volver a atacarnos en cualquier momento. Para evitar esa posibilidad tendremos refuerzos. Nuestras amigas nos ayudarán, seguro.

-¿Acaso le has pedido opinión a ellas? - Inquirió una incrédula Minako.-

-Te aseguro que no se opondrán. Saben por propia experiencia lo que es enfrentarse al mal, como nosotras. Y además perder su planeta. Ahora esa amenaza las acecha también. – Sentenció su interlocutora.-

-Me parece lo más acertado. Un ataque preventivo. - Convino Rei.- Por desgracia, hay ocasiones en las que no queda otra salida que actuar así. Creo saber de quienes estás hablando. Y de la identidad de nuestro enemigo. Y en mi opinión ese bastardo se lo ha buscado durante mucho, mucho tiempo…

-Sí, hay que cambiar las tornas y golpearle primero. No lo esperará. Ahora al fin le ha llegado el momento de pagar.- Acordó Makoto endureciendo su semblante.- Y lo pagará muy caro…

-Esto no está bien.- Insistió Minako.- Por favor, chicas…reflexionad…estáis hablando como alguno de nuestros antiguos enemigos.

-Eso no tiene nada que ver.- Replicó Rei.-

-¿Cómo qué no?- Opuso Ami, alegando.- Acordaos de la Luna Negra. También creyeron que atacarnos era necesario para defenderse.

-Solo que ellos lo hicieron sin motivo. Nunca les atacamos. ¡Sin embargo, nosotros hemos sufrido en carne propia los ataques de esos malditos asesinos de Gralas! ¿Ya te has olvidado? - Replicó una furiosa Makoto.- ¡Han querido aniquilarnos una y otra vez! Y me parece perfecto no esperar a la siguiente. Por una vez, seremos nosotros quienes nos adelantemos.

-Apoyo eso. No más vidas inocentes en peligro.- La secundó Haruka.-

-Por desgracia, es duro, pero hay que hacer todo lo necesario para proteger nuestro sistema solar.- Añadió Michiru. – Makoto tiene razón, no podemos olvidarlo.



            Las demás bajaron la cabeza, Ami suspiró observando a su compañera con pesar y al fin opuso con reprobación y tristeza.



-No, jamás podría olvidarlo, pero siempre hay una respuesta mejor que la violencia.

-Estamos perdiendo el rumbo. No somos así. ¿Acaso no os dais cuenta?- Añadió Venus con el mismo sentimiento de reproche.-



            A Serenity no pareció gustarle aquella afirmación dado que cortó bruscamente a su amiga y sentenció.



-No hay nada más que meditar sobre esto. Es más, se ha pensado mucho y muy detenidamente.- Urano y Neptuno, estáis de acuerdo, ¿verdad?.



            Las interpeladas asintieron sin dudar.



-Por supuesto, Majestad.- Afirmó ceremoniosamente Haruka.-

-No nos agrada pero no hay más remedio que proceder así.- Sentenció Michiru.-



Aunque en esta ocasión no fueron seguidas por Hotaru, quien comentó con prevención.



-No sé si será una buena idea desencadenar una guerra. Así también muchos inocentes morirán.



            Serenity asintió, suspirando para admitir.



 -Minako, Ami, estáis en clara desventaja. Seren, que no está presente aquí, pero que habló conmigo del tema, vería con buenos ojos cualquier ataque contra ese villano de Gralas, tanto como princesa planetaria de Plutón, como en su papel de princesa saiyajin.

-No hacemos bien.- Insistió Hotaru con ojos llenos de tristeza.-

- Es irónico que sea la guerrera de la destrucción la que piense como nosotras. – Comentó Ami, recordando.- Aunque claro, también es la guerrera del renacimiento. Y ha estudiado medicina como yo. Al menos es enfermera.- Matizó alegando en referencia a la muchacha.- Eso te habrá hecho darte cuenta del valor de una vida. Hotaru.



             Esta asintió, y tanto ella como Mercurio y Venus se miraron atónitas y apesadumbradas. Fue la doctora y guardiana de la sabiduría quién prosiguió comentando con tristeza.



- Estoy de acuerdo con Minako y con Hotaru. Cuando os oigo hablar así, a veces creo que ya no sois vosotras y que estáis errando el camino. Sobre todo tú, Usagi-chan. Nunca fuiste de esta manera. Siempre le diste una oportunidad al perdón y a la bondad.

-No vamos a intervenir directamente y en mi caso soy la que debo ser, querida Ami-chan. Tu soberana, la reina Serenity.- Sentenció la aludida, remachando.- Esto es política real.

-Y por desgracia. La realidad tiene unos peajes que a veces cuesta mucho pagar.- Secundó Makoto, agregando con amargura.- Que se lo digan a la familia de mi ahijado. Mi amiga Petz, Zafiro, y mi otro ahijado Coraíon. Y a todos quienes han perdido seres queridos en los ataques de esos canallas. No sé que pensarían de vuestros deseos de ser tan misericordiosas.

-Comprendo Mako-chan que estés dolida y tengas esa rabia en tu interior.- Replicó Minako, tratando de abogar por la moderación a la par que se dirigía ahora a su soberana.- Pero a las demás y a ti, Usagi-chan, parece que os guste la idea.



            Esos provocó algunas protestas de las otras, insistiendo en que no era así, que derivaron en una breve discusión. Finalmente la propia Serenity, tomando la palabra con autoridad, zanjó esa polémica.



-No he dicho que me guste, al contrario, lo detesto. Como seguro que les sucede a las demás. Para que lo sepáis, mi propia hija está también en contra. Pero sabe que no depende de ella, ni puede elegir. Tampoco puedo hacerlo yo. Mercurio, Venus, Saturno, por desgracia esta vez no existe en nuestros enemigos esa bondad por la que abogáis.- Repuso con pesar su amiga que remató.- Y tarde o temprano estaré obligada a asumir mi papel, mi auténtico cometido en esta historia. Lo mismo que vosotras. Por ello, mientras podáis, disfrutad de los momentos que podáis vivir en compañía de las personas a las que queréis…es lo que pienso hacer yo…



            Y en tanto declaraba aquello, ya como Usagi pensaba en sus padres, su hermano y como Serenity en su hija del futuro. Por su parte, el resto de las guerreras fue ya capaz de articular palabra. Aquellas revelaciones las habían dejado atónitas, y en el caso de algunas, horrorizadas. Otras, por el contrario, veían en esas acciones un curso ineludible y necesario, incluso de merecida retribución. No sería lo más piadoso ni lo más sublime, pero en ciertos momentos, tal y como habían ido aprendiendo a su pesar, no quedaba otra opción…


                              anterior                                                    siguiente

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, si sois tan amables y no os es molestia, comentar vuestras impresiones sobre lo que habéis leído. Me vendría muy bien para mejorar y conocer vuestras opiniones sobre mis historias. Muchas gracias. ;)