Casi sin reponerse de la sorpresa fue escoltado
hasta las dependencias de la base que hacían las veces de calabozo. Allí le fue
indicada una celda.
-Esto es muy irregular.- Protestó.- tengo mis
derechos.
-Por supuesto.- Le susurró Logan a uno de los
guardias, ordenándole.- Que el prisionero ejerza sus derechos. Todo debe de
estar estrictamente regulado por la legalidad.
Y es que Leval tenía derecho a llamar a alguien y
llamó a su mujer. Amatista por suerte estaba en casa, se quedó asombrada y
asustada cuando su marido le dijo lo que ocurría.
- Además es Logan el que me está acusando, ¡maldita
sea! , creo que todo esto es un montaje suyo. Él muy bastardo debe de ser el responsable,
llama a Mazoui y dile que venga o que envíe a alguien de su plena confianza.-
El tiempo de la llamada se agotó y el prisionero fue conducido nuevamente a esa
celda. –
Tras
el fin de esa llamada, en un principio Amatista se quedó pálida, sin saber cómo
reaccionar. Aunque enseguida se rehízo.
-¡Dios mío! ¿Qué vamos a hacer?...- pensaba desesperada.
Llamó a Sandy y a Idina y les dijo que era hora de actuar...luego, tal y como
su esposo le pidiera, mandó un mensaje a Mazoui. -
Asthel
y Maray se habían enterado de todo, se
acercaron a su madre para animarla. La cría le dijo despreocupadamente.
- Mamá...no pasa nada, papá puede salir de ahí en
cuanto quiera...
- No - intervino tajantemente Asthel interrumpiendo
a su hermana. - No puede hacer eso, Maray, todos creerían que es culpable.
-¿Y si dicen que es culpable de todos modos? -
Inquirió la niña - ¿Tendría que quedarse en la cárcel para siempre?...-
añadió verdaderamente asustada ahora. -
- Tranquilizaros, hijos- intervino Amatista quien
con voz serena distribuyó instrucciones y ánimos. -Permaneced aquí y no os
mováis. Asthel, ocúpate de tu hermana, tengo que salir. No os preocupéis, todo
se arreglará.
Los chicos asintieron tímidamente confiando en ello.
Amatista fue a su dormitorio, se arregló lo mejor que pudo y se fue a la zona
donde Leval estaba prisionero. Allí pidió verle, pero los guardias le denegaron
la visita. Ella luchaba por no perder la calma pero le era difícil ante las
sonrisitas de los centinelas y la forma que tenían de ignorarla. Cuando ya no
sabía que hacer, apareció Logan que la sonrió con suficiencia y regocijo. Ella
le miró con abierto desprecio, pero tuvo que hablarle sosegadamente. Sabía que
era su única posibilidad, e incluso fingió suavidad en el trato y adoptó una
actitud de sumisión, lo que exigía de su orgulloso y fuerte carácter un
considerable esfuerzo. Pero debía hacer lo que fuera para tratar de que le
dejara ver a su marido. Así que le pidió con tono que rayaba en la súplica.
- Cedric, tú
sabes que Leval no ha sido, debes ayudarle a salir de aquí. ¡Por favor!…
- Amatista.- Repuso éste con voz monocorde,
aparentemente objetiva. - Leval ha sido sorprendido en la escena del crimen y
el arma es suya. No hay ninguna duda al respecto, y si la hay no me corresponde
a mí dilucidarlo, sino a un juez. Por el momento no hay más sospechoso que
él...
- Tiene que ser un error. ¡Él no haría algo así! –
Opuso ella con vehemencia.-
- Me gustará creerlo a mí también.- Se sonrió su
interlocutor con cinismo para remachar – pero las evidencias ahí están.
-¡Eres un bastardo!- le espetó su llorosa contertulia
sin poderse ya controlar. - ¿Serías capaz de todo con tal de hundirle, verdad? Se
la has estado guardando durante todos estos años. ¡Gusano asqueroso!, eres un
maldito traidor y...un canalla.
Y tras soportar estoicamente aquella catarata de
insultos durante unos momentos más, su interlocutor le hizo gestos de que se callase
y añadió con rudeza.
- Si quieres verle tendrás que ser más amable
conmigo. Ya sabes...han pasado quince años pero sigues muy bonita...y seguro
que más experta que antes. - Sonrió a un guardia y éste se rio con evidente
complicidad mientras Logan agregaba con voz melosa. - Mira, como sé que eres
muy vergonzosa, aquí cerca hay una sala de interrogatorios muy confortable
donde nadie nos molestará. ¡Tiene hasta una litera!…
Amatista se quedó muda de horror, Logan quería que
ella le hiciese esa clase de favores. Estaba indignada y dispuesta a negarse en
redondo…
-¿Me estás pidiendo qué?... ¡eres un cerdo asqueroso!…
soy una mujer casada por si no te habías dado cuenta. ¡Y tengo dos hijos! -
Pudo escupir llena de desprecio y de ira.-
-Tranquilízate- se sonrió ladinamente él que, para
jolgorio de los cercanos centinelas, sentenció con sorna.- No te estoy pidiendo
que te divorcies… aunque a lo mejor, después de que terminemos, quién sabe… ¡lo
mismo lo haces voluntariamente!
Su interlocutora clavó en él una mirada que rayaba
el puro odio, iba a soltarle cuatro cosas pero ese malnacido abortó todo tipo
de réplica añadiendo.
- Mira, por una vez en tu vida sé una persona
inteligente. ¿Serás capaz? Sino yo te ayudaré a considerarlo mejor. Escucha
Amatista. Leval pasará poco tiempo aquí, antes de ir a una prisión de máxima
seguridad y allí no te dejarán verle si no es con mi permiso. Y eso podría
tardar, dilatarse meses, quizás años. Sé que tenéis influencias pero nosotros
también y claro, el papeleo se pierde... nunca se sabe, ¡ja, ja! Y tal y como
me has recordado, debes pensar también en tus hijos… ¿Qué dirán si no pueden
saber nada de su padre?
La
aludida tenía que hacer un esfuerzo supremo para no golpear a ese tipejo allí
mismo, apretaba los puños y los dientes con visible frustración. No obstante,
tenía que rendirse a la evidencia. Por poco que le gustase ese abyecto
individuo tenía todos los triunfos en la mano.
- Está bien.- Accedió ella asqueada y sin poder ni
querer disimularlo. - Vamos...pero prométeme que luego podré verle.- Logan
asintió con una sonrisita de perversa felicidad. –
-Claro. Así le podrás contar tu experiencia
conmigo.- Se sonrió su interlocutor.-
Sin
otra opción, siguió a su guía a una habitación con paredes insonorizadas y sin
ventanas, únicamente una cámara captaba lo que ocurría en el interior. Tranquilamente
Logan comenzó a quitarse la ropa y a desabotonar la camisa de una temblorosa
Amatista. La besó en la boca sin previo aviso tratando de introducir la lengua.
Ella tuvo el primer impulso de apartarse pero recurriendo a todo su esfuerzo lo
resistió. Una vez que concluyó ese beso, Cedric le tanteó los pechos con
patente satisfacción en tanto ella refrenaba a duras penas el instinto de darle
un puñetazo, con las lágrimas saltándole de impotencia. No obstante, antes de
seguir, él miró a la cámara y movió la cabeza. Luego la apagó. No sin antes decir,
mirándola directamente con una pérfida sonrisa.
- Lo siento chicos, para este espectáculo no hay entradas.
Es sólo para mí...
Ella no dijo nada, apenas podía mirarle pero Logan
agregó con su típico tono cínico.
-¿Sabes una cosa? He estado esperando durante mucho
tiempo a que llegase este momento. Ahora tengo la ocasión perfecta.
- Bueno, ahora soy tuya. ¿No es lo que siempre
habías querido? Pues ya me tienes...- espetó su contertulia ahora sí, alzando
su mirada desafiante y orgullosa pese a sus lágrimas para agregar con desprecio.
- Pero no esperes que yo disfrute lo más mínimo, me das asco, eres un....
Su interlocutor puso en su rostro un gesto de
aburrimiento, elevó los brazos al cielo en actitud teatral y le hizo señas de
que se callase. Para replicar con voz cansina.
- Corta el rollo, Amatista ¿Te has creído que tengo
que recurrir a esto para cepillarme a una mujer? No te he traído hasta aquí
para eso. Y no te ofendas, no estas mal pero las prefiero más jovencitas.
-¿Cómo? - Exclamó su contertulia asombrada para
preguntar. - No entiendo nada, ¿qué te propones?... ¿acusar a Leval de
asesinato y no dejarme verle? ¿Es eso? ¡Maldito cabrón! ¡Sólo querías
humillarme!
- No es una mala idea, lo pensaré...- repuso él jocosamente,
aunque de inmediato añadió en serio adoptando un tinte confidencial. – Ahora
escúchame por unos instantes y abstente de insultarme si es que puedes. Ya sé
que Leval no ha sido, pero hay gente que está implicada y que deben creer que
yo estoy de su parte, no te preocupes. Mazoui está enterado de esto, hablé con
él cuando descubrimos el cadáver de ese hombre.
Eso
la acabó por descolocar. ¿A qué andaba jugando ese tipo?... O es que todo esto
obedecía a una especie de representación, pero ¿por qué?...
- ¿Qué está pasando, Cedric?, ¿en qué andáis
metidos? - le preguntó Amatista ahora más perpleja que nunca. -
- Vaya, me has llamado hasta por mi nombre. Es un
avance.- Repuso con sarcasmo él, aunque enseguida abandono ese tono por otro
más concernido al añadir.- Ahora no puedo decirte más. Apenas tenemos tiempo. -
Le respondió Logan mirando nervioso hacia la puerta del calabozo cerrada tras
ellos y añadiendo de modo escueto. – Solamente te diré que estoy infiltrado en
una de las bandas y que estamos a punto de descubrir quién da las órdenes aquí
en Bios y Leval casi nos lo estropea. Es que tu maridito siempre tiene que
meter las narices donde no debe.
-¿Le ayudarás, verdad?...- le pidió ella ahora con
un gesto de auténtica y esperanzada súplica.
–
Su
interlocutor tomó aire y tras unos instantes contestó con tinte confidencial y
en voz baja.
- Oficialmente será trasladado a la Tierra, pero eso
sólo será una farsa.- Le explicó él poniéndola al corriente. -En cuanto salga
de Bios podrá volver, eso sí, oculto. Con sus poderes no le resultará difícil. Al
creer que está fuera de juego y que yo soy de los suyos, los líderes de las
bandas relajarán la vigilancia...
-¿Y porqué me has metido aquí para decirme eso...?-
quiso saber Amatista casi contrariada por tamaño mal trago. -
-¿Eres estúpida o qué? - Espetó Logan que enseguida
se calmó suspirando hondo y añadiendo ante su atónita oyente. - Perdona, pero
estoy nervioso. No te lo tomes a mal que te lo diga Amatista, de siempre has
sido muy bonita pero bastante ingenua. – Tras una pequeña pausa para la chica
que encajase ese reproche, él prosiguió. - Cualquier sitio estará vigilado con
micrófonos ocultos, éste es el único lugar que hay con una cámara que puedo
desconectar. Porque esos de ahí fuera se creen que te estoy pasando por la
piedra. Como es natural, nadie quiere que le vean hacer esas cosas y por eso
tengo la excusa perfecta para quitar la cámara y poder decírtelo. ¿Te
enteras?...- añadió en voz baja una vez más, afirmando con prevención. – Y te
dije todo aquello porque tenía que parecer creíble. Sé que de joven eras muy
buena cantante pero no sé lo buena actriz que eres. No podía asumir el riesgo
de contarte la verdad fuera, tus reacciones debían ser espontáneas y naturales
para engañar a los guardias. De hecho, algunos están a sueldo de los cárteles y
les informan. Incluso hablo así porque no me fío aun del todo. El más mínimo
error y estaremos muertos.- Sentenció entre susurros.-
- Ya veo- sonrió ella aliviada. - He de reconocer
que eres muy inteligente. Lamento haberte juzgado mal y me alegro de que esta
vez, estés de nuestro lado, Logan...
-Yo nunca estuve en contra vuestra.- Le desveló él
dejándola sorprendida, más cuando remachó. – Tenía una misión que cumplir, como
ahora.
- ¿Qué quieres decir?- Quiso saber ella, aunque él
la hizo callar con un gesto de su mano. -
- No tenemos tiempo para más explicaciones. Dentro de
un momento saldremos de aquí. Lo siento, no te dejaré ver a Leval, pero
tranquila está bien. –
Y dicho esto le mostró unas fotos que había tomado
con su teléfono e incluso un pequeño video de su esposo sentado en su celda.
Amatista sollozó al verle así, pero Logan quiso calmarla una vez más.
-No le va a pasar nada. De hecho estás bastante
enfadado. Los que deberíamos temer por nuestra seguridad somos nosotros. Sabes
que en cualquier momento él podría escapar si quisiera. Aunque no es ese el
plan.
- Pero, ¿es
que él está enterado de vuestra misión? – Le preguntó la muchacha. –
- No, sucede como en tu caso. Tenía que parecer
creíble. Ya te lo he dicho, es un riesgo. Tengo que provocarle como he hecho
contigo. Pero le conozco y confío en él, no se saltará las leyes. A su debido
tiempo se lo contaremos. – Replicó secamente Logan que agregó ahora con premura.
– Ahora es necesario que procedamos de esta manera, quiero hacer creer a todos
que me he aprovechado de ti y que encima te he engañado, sino podrían creer que
esto es un montaje. Como es natural, necesito algo de tu parte. - Se acercó a
la sorprendida muchacha, la despeinó, le corrió el maquillaje y le desgarró
algo la camisa. Posteriormente, para asombro de ella, la sujetó una de las
manos y con las uñas de la propia Amatista se produjo un arañazo en la cara,
declarando. - ¡Auu! Esto servirá. Ahora escúchame con atención, debes hacer
todo lo que yo te diga. Cuando salgamos tendrás que enfadarte y ponerte histérica,
confío en que seas una buena actriz. Bueno, basta con que repitas lo de antes. Y
algún golpe no vendrá mal. Pero ten cuidado y no te pases, todavía recuerdo el
que me diste aquella vez...
- Descuida, tendré cuidado - le aseguró su
interlocutora que en un impulso se acercó a su interlocutor y le dio un beso en
los labios, ante la cara de sorpresa de éste, ella le dijo. - Hay que hacerlo
bien...- luego le preguntó más seria. -¿Cómo es que has cambiado tanto,
Logan?..
- Lo que te conté cuando fui a verte a tu casa era
cierto. Digamos que, después del juicio me di cuenta de que no era tan buen
militar como creía. Pese a que tuve que hacer cosas que no me gustaban por mor
del deber, admito que después me dejé llevar. Sólo el pensar que podría
avergonzar a mi padre era una idea que no podía soportar. Comprendí que hay
prioridades más importantes que el simple lucimiento. Después vi muchas cosas.
Estuve destinado en lugares aun envueltos en conflictos. Eso me abrió los ojos.
- Seguro tu padre estará muy orgulloso de ti cuando
sepa lo que estás haciendo por la Tierra y por Bios.- Aseguró su interlocutora.
-
- No lo creo.- Negó su interlocutor con el semblante
entristecido al responder. - Murió hace
diez años...
- Lo lamento. De verdad - repuso Amatista que sintió
haber metido la pata. - Pero al menos te queda tu familia.
- Sí...- comentó él de forma irónica y al tiempo amarga. - Una mujer que no me ve desde hace cinco
años y que tampoco me deja ver a mi hija, solamente en holo fotografía...
- Lo siento mucho,- repitió ella que se sentía igual que si hubiera
tratado de limpiar una mancha de grasa del mantel con el vestido, cada vez que
decía algo empeoraba las cosas. Tan sólo pudo añadir -...no lo sabía.
- He tenido lo que merecía- sentenció él para zanjar
la cuestión. - Pero ahora no hay tiempo de hablar de mi vida. ¡Vamos! , no
quiero darte pena, quiero que me mires con furia, desarréglate un poco y prepárate.
Cuando indique que te acompañen fuera, empezarás con el espectáculo. Ahora voy
a conectar la cámara.
Ella
terminó de despeinarse y de correrse el carmín, su camisa ya estaba rota. Una
vez asintió, indicando que estaba preparada, Logan conectó la cámara y comenzó
a interpretar…
- No ha estado mal, pero creía que eras más fogosa.
Supongo que los años no perdonan. Bueno, ya es hora de salir...las damas o eso
creo, primero. - Abrió la puerta de la habitación e hizo pasar a Amatista. Luego
se dirigió a uno de los guardias y le dijo con voz de regodeo. - Acompañe a la
señorita a la salida.
Su
cómplice se dio cuenta de que Logan le había dado la entrada para su actuación.
Se giró hacia él y le dijo con el mejor
tono de furia que pudo fingir.
- Prometiste que me dejarías verle... ¡me dijiste
que podría!....
-¿En ese estado? - Exclamó él con sorna - mírate, no
vas nada arreglada. ¿Qué iba a decir tu maridito? , ya le contaré yo lo bien
que te desenvuelves. ¡Ah y toma!- Y sacando algo de dinero en papel que aún era
de curso legal se lo puso en la mano para agregar con mofa. - Eso por tus
servicios, que no se diga que no te los pago en lo que valen.
La
joven se lanzó contra él y le golpeó cuidando de no darle muy fuerte, aunque un
guardia la sujetó en ese instante al darse cuenta de sus intenciones y le hizo
desviar el golpe que pretendía ir al cuerpo, haciendo que le golpease en la
cara. Afortunadamente eso hizo más convincente la actuación.
- Espero no haberle hecho daño - pensó un tanto
inquieta en tanto gritaba. - ¡Eres un canalla miserable y un traidor!, ¡cerdo!
¡Leval te matará por esto!...- le chilló en tanto Cedric la miraba con fingida
perfidia y le guiñaba un ojo tapándose la mandíbula donde había recibido el
golpe. Acto seguido sacaron a Amatista entre dos guardias a empujones.-
Logan se acarició la barbilla y descubrió que tenía
sangre en el labio.
-Vaya, otra vez,- pensó contrariado y dolorido. –
Esto debe de ser mi karma. Haga lo que haga, siempre tengo que recibir con esta
chica.
Uno
de los guardias precisamente bromeó con él riéndose del golpe que había
recibido.
-¡Vaya con la nena,...pega fuerte!...
- Pues tenías que ver como hace todo lo demás. Únicamente
por eso ha merecido la pena...- se rio Logan y el centinela con él. -
Amatista
salió por fin del recinto, se encontraba pese a todo agitada y preocupada. A
pesar de esas imágenes que vio de su marido, esperaba que Leval estuviera bien.
Tendría que confiar en la palabra de Cedric y aunque en otras circunstancias no
lo hubiera hecho, creía que éste había sido del todo sincero o de lo contrario
no hubiera tenido sentido tal representación. De todas formas debía seguir con
su plan. Fue a reunirse con Idina y Sandy, ellas la esperaban en una zona de
poco tránsito, ya transformadas en justicieras. Amatista se transformó en un
lugar apartado y las tres se dispusieron a peinar toda la zona, a la caza de
algún indicio de tráfico de loten...
-Vamos chicas. Tenemos que ir con cuidado. - Les
indicó a las otras que asintieron.-
Entonces
el comunicador de Idina parpadeó. Al conectarlo descubrió que Neherenia estaba
cerca. Su amiga le informó.
-Dejé a Heather al cuidado de las niñas. Le conté
que había ciertos trámites que debía realizar dada mi condición de reina.
Indicadme vuestra posición, me reuniré con vosotras lo antes posible.
Y tras transmitirle las coordenadas el resto
aguardó. Todavía sorprendidas de que la soberana hubiera llegado tan rápido a
Bios.
-Me llamó hará una hora y le dije que podía usar el
espejo hasta mi casa. Michael y los niños están fuera, en el trabajo y en el
colegio. Y yo pedí la mañana en la escuela.- Explicó Idina a sus compañeras.-
Estas asintieron y aguardaron. En solamente quince
minutos Sailor Shadow se unió al grupo, Pero para mayor asombro de las chicas,
no venía sola. A su lado llegaron la Dama
del Hielo y la Dama del Trueno. Tras los abrazos, besos y saludos de rigor,
Sandy les preguntó con asombro.
-Pero. ¿Qué hacéis vosotras aquí?
-Es una larga historia. – Replicó Kerria. –
-Sí. Luego os la contamos – convino Katherine. –
Todas guardaron un momento de silencio, roto
entonces por Amatista que, asombrada al caer en la cuenta de algo, les comentó.
-¿Os dais cuenta de que es la primera vez en la que
todas las Justicieras nos hemos reunido al mismo tiempo para luchar?
Y era cierto, jamás las cinco habían coincidido
antes al unísono. En los tiempos de sus madres las cuatro primeras lucharon
contra los demonios. Después Karaberasu se marchó a tener a su hijo, el que sería Mazoui, y
Esmeralda en cierto modo la reemplazó. Con la segunda generación al no tener
Petz hijas, nunca había existido la posibilidad, hasta que la madre de Coraíon
le cedió el testigo a su nuera.
-Cinco justicieras y además contamos con Sailor
Shadow. – Afirmó Idina llena de moral para sentenciar. – ¡Nadie nos podrá
parar!
Todas asintieron a la vez y unieron sus manos en un
saludo para salir todavía más motivadas y dispuestas a cumplir con su misión. Por su
parte, en la avenida principal de Bios, Heather consultaba la hora en tanto
daba un corto paseo.
-Espero que Nehie no tarde mucho. Desde luego, no sé
cómo esta chica se las apaña, a mí ya me cuesta conciliar el trabajo con la
familia. Lo suyo tiene que ser todavía más complicado. Ahora entiendo porqué
faltaba tanto a las clases en la universidad. ¡Pobrecilla!
Al
menos habían llegado a este planeta con la tranquilidad de tener a sus hijos
bien atendidos y vigilados. Tanto el pequeño John como Alice jugaban
acompañados por Briseida, la hija de esa mujer tan agradable que vino con ellas
hasta Bios y que gentilmente se ofreció a quedarse con los críos en la legación
cuando Nehie tuvo que salir a atender unos compromisos y ella misma quiso dar
un pequeño paseo para despejarse un poco tras el viaje.
-Anaris, creo que se llama.- Recordó Heather.- Ha
sido muy amable y su hija parece una niña encantadora también…
Y
pensando en su pequeño decidió retornar ya a la legación para interesarse por
cómo lo estaba pasando. Entre tanto, en la zona de cuarteles, Logan entró en el
calabozo donde estaba preso Leval, éste se levantó de su camastro y se agarró a
las rejas gritando.
-¡Maldito hijo de perra, sácame de aquí ahora
mismo!...
- No te excites, no es bueno para el corazón...- replicó
sarcásticamente su interlocutor con una amplia sonrisa. -
- Podría romper estas rejas como si fueran papel...y
a ti con más facilidad.- Le amenazó Leval -...
- Pero no lo harás.- Aseguró Cedric confiadamente para sentenciar. - Serías un criminal....
-¿Qué más me da? - Sonrió su interlocutor con
malicia para sentenciar con amargo sarcasmo - si gracias a ti voy a serlo de
todas formas...
- Siempre podemos hacer un trato - le respondió
Logan quien desde luego, no deseaba
tentar la suerte. Éste desde luego era más peligroso que su impulsiva esposa. Por
eso añadió con mejores modos. - Si cooperas me aseguraré de que te traten bien.
Si no, tú y tu familia lo podéis pasar mal...
-¡Toca a mi familia y te mato! - escupió Leval fuera
de sí haciendo peligrar la integridad de aquel calabozo. -
Logan
meneó la cabeza y miró a un sonriente guardia.
-¿Has oído? Me ha amenazado...habrá que añadir
amenazas a un oficial superior en los cargos. Yo no he dicho nada de tocar a
nadie, amigo. Eso te lo has imaginado tú. Me refería a lo tristes y
traumatizados que se quedarán tus hijos cuando vean en las noticias que su
padre es un asesino.
Al oír aquello Leval se calmó viendo que su ira no
le serviría más que para agravar la situación. Desde luego en eso ese maldito
canalla tenía razón. De modo que añadió
más resignadamente, tratando de obtener alguna información.
- Está bien, Logan, ¿qué es lo que quieres de mí?
- Únicamente la pequeña e inestimable ayuda que
puedas proporcionarnos. Que nos cuentes lo que sabes. Te vendrás conmigo para
ver a alguien. ¡Sacadle de ahí! - Ordenó a los guardias. -
Sin ofrecer resistencia Leval se dejó esposar y
llevar escoltado. Quizás pudiese enterarse de algo importante, haciéndole creer
a ese bastardo que le tenía atrapado. Ese alguien podría ser el jefe de la
trama. De momento aparentaría ceder ante Logan. Ya se ocuparía de él llegada la
ocasión…
-Muy bien. - Fingió admitir a regañadientes.- Vamos
a ver a ese amigo tuyo…
Ajenas
a eso, Amatista, Idina y Sandy recorrieron las zonas nocturnas más alejadas de
la ciudad, los lugares donde inmigrantes ilegales se habían aposentado. Nehie,
Kerria y Katherine se ocuparon de completar el perímetro cubriéndolas a poca
distancia. Era un lugar donde se traficaba con Loten, pudieron ver a bastantes
jóvenes que se dirigían a ese sector para comprar aquella droga. Idina miró y
les dijo sorprendida a sus compañeras.
- No creí que un sitio así existiera aquí, en este
planeta.
- La maldad y la corrupción por desgracia, anidan
con mucha rapidez en cuanto tienen una mínima ocasión para hacerlo.- Aseveró
Sandy con pesar. -
- Es algo horrible...pero menos mal que estamos aquí
para terminar con eso,- añadió Amatista que las arengó con decisión. - Bueno,
vamos a acabar con esos cerdos traficantes.
Las
tres se acercaron de forma sigilosa, poco a poco fueron observando a los que
vendían la droga. Se decidieron a entrar seleccionando los objetivos y de forma
fulminante atacaron. Todos los traficantes se pusieron en guardia, los chicos
que compraban huyeron al pensar que era una redada. Los camellos respondieron
al ataque sacando todo tipo de armas pero, pese a los años transcurridos desde
sus últimas actuaciones las chicas eran rápidas, demasiado para ellos. Idina
lanzó varias flechas de fuego contra un grupo dejando que se estrellasen a su
lado y lanzándoles al aire por la explosión. Amatista noqueó a varios con su
boomerang. Sandy, con su fuerza sobrehumana, dejó fuera de combate a otros tantos
a su vez. No obstante, uno de ellos disparó un láser hiriendo a Idina en un
brazo. Amatista gritó asustada.
- ¡Dama del Fuego! ¿Estás bien?..
- Sí, no te preocupes, no es nada, solamente me ha
rozado - repuso ésta sosteniéndose el brazo por el que manaba un hilillo de
sangre. –
-Pensaba que estos trajes nos protegerían más.-
Musitó Sandy.-
Furiosa,
Amatista lanzó uno de sus rayos de energía dejando sin sentido al camello.
Otros tipos con armas automáticas hicieron fuego y las chicas tuvieron que
cubrirse. Por fortuna las otras acudieron rápidamente en su ayuda. Sailor
Shadow lanzó su tiara que desarmó a un
par de ellos, en tanto la Dama del Hielo congelaba a otros dos. La Dama del
Trueno remató la faena derribando a otro con su látigo.
-¡Vamos! Que no se escapen.- Las arengó Amatista
que, desde luego no estaba de muy buen humor. -
Acto seguido las seis entraron en un
gran local que debía servir de base a esos tipos y ataron a todos los
traficantes. Para disponerse a avisar a la policía.
-Dama del Trueno. – Le pidió Kerria a su compañera –
Vigila este sector. –
-Muy bien.- Convino ésta que se posicionó sobre una
pila de paquetes que allí se apilaban.-
-Sailor Shadow, tenemos que cubrir los accesos por
si alguno de ellos estuviera por ahí. – Le indicó Idina a su compañera que
asintió. –
Amatista y Sandy se aprestaron a reconocer otra sala
anexa. Por su parte Katherine pudo mirar en el interior de uno de los paquetes
que había quedado dañado por la lucha. Sus ojos parpadearon incrédulos,
¡aquello era droga!, no parecía Loten, quizás fuera heroína. Y estaba ahí, a su
alcance…
-¡Oh Dios mío! No puede ser, no puedo…- Se decía con
tono entrecortado.-
Ajena a eso Idina le indicó a Sailor Shadow que la
cubriese, ella miró hacia el interior de otra sala que se unía a ese gran
almacén. Parecía una zona de carga y descarga. De pronto, un ruido atrajo su
atención. Alguien salió corriendo. Al parecer era uno de esos camellos. La
muchacha corrió en su persecución. En tanto les comunicaba a las otras.
-Tengo a uno que trata de escapar…
Pero cuando iba a la carrera de pronto ese tipo
disparó contra unas cajas que estaban apiladas en el pasillo por el que
corrían. Ella se cubrió pero al recibir el impacto esos embalajes estallaron bloqueando
el paso a sus espaldas y esparciendo una especie de nube de alguna sustancia
extraña que la hizo toser. Los ojos le
lloraban. Tuvo que sentarse un momento para tratar de despejarse. Ahora
se sentía algo mareada y lo que es peor, vio un vórtice negro tras el que se vislumbraba
algo parecido a un corredor, de él surgió una figura negra, alta y cuyo rostro
estaba borroso.
-Pero, ¿Quién eres?- Quiso saber ella apuntándole
con su arma. –
-Nadie que deba importarte. – Fue la respuesta que
resonó en su cabeza como si de un eco se tratara. –
La chica se percató entonces de que el tipo al que
perseguía se había detenido. No pudo ni gritar, apenas abrió la boca muda por
la sorpresa. Ese hombre se acercó hasta ella y la muchacha movió incrédula la
cabeza. ¡Se trataba de su propio hermano! ¡Era Lance! Esa negra figura,
de rasgos irreconocibles, declaró entonces para horror y asombro de Idina, dirigiéndose
a su hermano que la sujetó de un brazo.
-Lo
has hecho bien, sigue cumpliendo con tu cometido y seguirás siendo una pieza
clave de esta historia.
El muchacho no
replicó. Aquella especie de pasillo dimensional se cerró entonces y Lance soltó
a su atónita hermana pequeña en tanto le decía a modo de sugerencia.
-Te aconsejo que no te
metas en esto, hermanita. Te queda demasiado grande. Tú dedícate como hasta
ahora, a jugar a las Justicieras.
-¡No puedo creerlo! –
Balbuceó la muchacha negando con la cabeza. - ¿Cómo puede ser posible que estés
detrás de esto?
-No podrías entenderlo.
– Sentenció él de forma desapasionada. –
-Ahora
proseguid. – Le ordenó esa negra aparición mientras enumeraba. – Gralas cumplió
su función, los demonios la suya. Os toca a vosotros.
-No
te preocupes, esto no va a ser tan difícil como cuando tuviste que rescatar a
esos niños. ¿Verdad, hermanita? Eso estaba ya previsto, sabía que lo
conseguirías. - Afirmó Lance dejándola helada. -
Idina se sentía
demasiado asombrada y furiosa como para replicar. Sólo reaccionó adelantándose
y abofeteando a su hermano con fuerza.
-Mejor así. – Le preguntó él de forma
extrañamente tranquila en tanto se frotaba aquel golpe en la mejilla que casi
le había desequilibrado. – Veo que por fin reaccionas, me tenías preocupado.
-¿Cómo has podido? ¿Quieres decir que todos
esos peligros estaban preparados por ti?- Espetó ella aun incrédula.-
-No por mí.- Negó el chico aunque enseguida
admitió.- Pero sabía lo que iba a pasar… siempre lo he sabido. Como sé todo lo
que ha sucedido en tantas y tantas ocasiones. Por ejemplo, esta pequeña
operación de los traficantes aquí, en Bios.
Su
hermana palideció, ¿Qué significaba aquello? ¿Quién era ese hombre en realidad?
¿Su hermano? No, no podía ser. Apenas sí pudo replicar para reprocharle con
amargura e ira apenas contenidas.
- Lo sabías y no
dijiste nada. ¡Has puesto en peligro vidas de personas inocentes! Cada vez que
nuestros padres o nosotros hemos tenido que luchar. Y tú y esos…- trató de
buscar algún calificativo pero su mente no cooperaba, estaba demasiado rebasada
por la rabia, aun así, la muchacha prosiguió con su airado alegato. – Asesinos
y traficantes… habéis consentido que sucediera.
-Hermanita – quiso
decir él, no obstante ella le fulminó con la mirada. –
-¡Cállate! – Estalló
Idina apretando los dientes para sentenciar. – ¡Tú no eres mi hermano! No
quiero volver a verte, miserable. ¡Y si
vuelves a interponerte en mi camino cuando de salvar inocentes se trate juro
por Dios que te atravesaré! – Exclamó apuntando al chico con su arco flamígero.
-
-Es una lástima que lo
veas así. Te aseguro que no es tan sencillo. Sí es más comprensible para ti te
diré que todos tenemos un papel que cumplir y a mí me ha tocado simplemente el
de villano. - Replicó él con tono condescendiente, sin parecer en absoluto afectado
cuando añadió.- Tal y como te dije. No tienes ni la menor idea de lo que sucede
en realidad.
-Pero tú, sí. ¿Verdad?- sonrió ella de forma
sardónica para remachar con desprecio. – Eres una especie de Dios en la Tierra
y nosotros sólo somos una panda de ignorantes. Adelante, ¡ilústrame!- le exigió
bajando el arco. -
Lance respiró hondo
como si quiera recurrir a sus reservas de paciencia para replicar de forma
analítica.
-La verdad nunca es tan
fácil como crees. Todo esto responde a
una consideración mayor. Ni tú, hermana, ni el resto, podéis ver el cuadro al
completo. Hubo un tiempo en el que yo tampoco podía pero se ocuparon de
mostrármelo. Verás. Las primas y tú con vuestros deseos de jugar a salvar a los
desvalidos realmente no nos preocupan.
No sois tan importantes. Pero, párate a recordar un momento. No te preocupes. Te ayudaré - Sonrió
levemente él para recitar. - Rubeus, Devilish Lady, los sectarios, tu amiguita
Nehie. Incluso los terribles demonios o el tirano Gralas. Esos son únicamente
la punta del iceberg.
-Eso sucedió en el pasado. – Replicó su
interlocutora que, sin embargo no comprendía a dónde podía llevar aquello. –
¿Qué es lo que tratas de decirme?
-No lo entiendes, ¿verdad?- le dijo su hermano
con tono condescendiente y que sonaba también algo decepcionado al sentenciar.
– En el fondo no entiendes nada. Creía que ambos compartíamos una especie de
vínculo. Pero veo que, por desgracia, eres como todos los demás. Estás igual de
limitada.
El gesto de la
chica traslucía su desconcierto y él, entonces pasó a decir de forma más
considerada.
-Te daré una pista ¿Qué tienen todos esos
nombres en común?
-Rubeus y Devilish Lady eran enemigos. Pero
Nehie es amiga nuestra desde niña. – Pudo decir la atónita hermana de Lance. –
-Todos ellos fueron enemigos nuestros en el
pasado. Incluso Nehie. Tú misma te enfrentaste a su reflejo en el espejo. Ella
fue salvada por las guerreras. Todos se
volvieron contra la Tierra.
-¿Cómo sabes tú eso?- Le preguntó su hermana
atónita para añadir.- No se lo contamos a nadie…
-Tengo mis propias fuentes de información. -
Afirmó Lance señalando a esa especie de figura encapuchada, que sostenía un
grueso libro.-
-Pero, ¿quién es él?- Preguntó su desconcertada
hermana.-
-No te conviene
saberlo, créeme. – Agregó su hermano con un tono que ahora era de pesar al
sentenciar.- Nuestro padre cometió ese mismo error y lo pagó muy caro.
Ahora Idina abrió la
boca horrorizada. ¿Qué quería decir aquello? ¿Acaso su padre, el hombre que
siempre estuvo a su lado, al que ella había idolatrado desde niña, tuvo un final
tan triste por culpa de aquello?
-¿Me estás diciendo que
ese monstruo mató a nuestro padre? ¿Y te quedas tan tranquilo?- Aulló ella que,
sin esperar réplica tensó su arco y atacó a aquella criatura con varias
andanadas de flechas, en tanto gritaba.- ¡Vas a arder en el infierno, monstruo!
No obstante, todos aquellos proyectiles flamígeros
atravesaron inocuamente a aquella especie de aparición estrellándose contra una
pared del fondo de aquel hangar y haciéndola arder.
-No pierdas el tiempo. -
Suspiró Lance afirmando.- Esto te queda demasiado grande. No es como
enfrentarse a la malvada Neherenia o a los vampiros. Eso era una broma
comparado a los poderes de los que te estoy hablando…
- ¡Maldito seas!, eso
no fue ninguna broma. A esos pudimos vencerles y a quién quiera que sea esa
maldita criatura, también... – Objetó su hermana. –
- A esos seres tan
patéticos no lo pongo en duda. A él no podrás.- Sentenció señalando a esa
especie de monje oscuro que no se inmutaba. Entonces el chico añadió casi con
tono de orden. - Escúchame. Te garantizo que lo que te voy a decir vale la
pena...
Idina bajó su arma, de todas formas no parecía servirle
de nada contra aquella extraña criatura. Y permitió que el hermano continuara diciéndola.
-Hermana, piensa
solamente por un momento.- Le pidió el muchacho para agregar. – Gralas era
presa de sus ansias de dominar el universo. Rubeus se unió a los demonios para
vengarse, Devilish Lady, o mejor dicho, nuestra querida primita Kerria, por la
misma razón. Y Nehie, ¡oh, la pobrecita
reina Neherenia! – Pudo decir ahora tiñendo su tono de falsa compasión y pesar.
- Estaba solita, nadie la quería, únicamente su espejo, era su único amigo y
compañero, el que escuchaba sus alegrías y sus penas. Espejo, espejito…
Idina le escuchaba con
los ojos y la boca muy abiertos y sintió un escalofrío. Apenas si podía pensar
en algo que decir. A medida que su hermano le iba desvelando.
-Todos y cada uno de
ellos fueron vueltos en nuestra contra. ¿Acaso tú no estuviste a punto de
dispararle a la prima Kerria cuando estuvo poseída por su odio igual que has
estado a punto de hacerlo contra mí?
-¿Cómo sabes tú eso?-
Pudo balbucear su hermana, añadiendo con total incredulidad. – Nunca se lo
contamos a nadie. No estabas allí…
-Te sorprenderías de la
cantidad de cosas que yo sé. Tú misma llegaste a odiar tanto a ese maldito
pedófilo, en aquel sótano que, de no impedirlo Sailor Shadow le habrías quemado
vivo.- Añadió su hermano pasando a detallarle incluso algunos de los pensamientos
que la chica tuvo en ese instante.-
-Como… ¿cómo sabes eso?
- Podía ella balbucear entre espantada y atónita.- ¿te lo contaron papá o mamá.
No se lo dije a nadie más. Salvo a Nehie y a mis compañeras.
Por un terrible momento pensó que alguna de ellas la
había traicionado, contado aquello. Aunque su hermano se ocupó enseguida de desmentirlo.
-Ninguno de ellos me
dijo una palabra. En eso puedes estar tranquila. Yo sé muchas cosas más,
algunas por desgracia son muy duras, otras tristes, algunas alegres. Y unas te
tocarán a ti muy directamente. Habrá alguien muy cercano que jugará con fuerzas
y usará poderes que están muy por encima de su entendimiento. Eso creará
problemas, pero también será necesario.
-¿De qué hablas?- Pudo
replicar la muchacha con la voz entrecortada por el enfado y el estupor.- No
entiendo nada. ¿A quién te refieres, qué cosas?
-Lo lamento, pero no
puedo revelártelas. No aun. - Sonrió él ahora con una expresión de lo que
parecía resignado pesar para añadir. - Este juego es demasiado complicado y me
temo que tú y los demás sólo sois fichas. No me interpretes mal, yo también –
se apresuró a indicar Lance. – Aunque al menos, soy consciente de ello. De modo
que escúchame bien, querida hermana. Porque no te lo volveré a decir otra vez.
Te daré una pequeña visión del juego. Para que sepas realmente dónde estás. A
partir de eso, tú decides.
Ella no respondió,
llena de curiosidad e inquietud como estaba, solamente prestó atención y dejó
que el muchacho le expusiera.
-Tú, Alan, Katherine,
Amatista e incluso la misma Kerria ahora, no importáis en este juego. Vuestros
poderes no son relevantes o simplemente no tenéis ninguno. Nuestros mismos padres
por ejemplo, tampoco planteaban ya ningún problema. El tío Roy, Diamante,
Zafiro, ya no forman parte de la trama principal. Están mayores, jubilados. Todos
seguiréis con vuestras vidas, tendréis cosas de las que ocuparos, sí…pero no
serán importantes. Bueno, como ya te he dicho tú sí tendrás a alguien que
marcará un punto fundamental para todos. Desgraciadamente, ni tan siquiera yo
mismo sé todavía de quién se trata exactamente y qué es lo que hará.
-¿Me estás diciendo que
todo eso está de algún modo escrito?- Inquirió su interlocutora sin poder
ocultar su asombro.-
-Lo está. Como lo estaban todas las cosas que
han sucedido. De todos modos vuestros casos ahora no son lo que nos preocupa. Pero
los primos Leval y Mazoui, sin ir más lejos, sí. Y tuvimos que asegurarnos.
¿Recuerdas lo que nos contaron? Aquel juicio que se celebró en la nave.
-Sí- admitió Idina. –
Pero creo que Amatista me dijo que fue
por culpa de un compañero celoso que les tenía mucha inquina a ambos.
Lance sonrió
moviendo la cabeza para rebatir.
-Ese
oficial estaba cumpliendo órdenes que le venían dadas desde la Tierra.
Pertenecía al servicio de inteligencia de las Naciones Unidas. El objeto de las
instrucciones que tenía al embarcar era muy sencillo. Comprobar en un entorno
de seguridad si nuestros primos podían suponer algún problema. En otras palabras,
si eran controlables o no. Y ahora sigue cumpliendo órdenes. Pero ni él mismo
conoce su auténtico alcance.
Idina estaba
horrorizada. ¿Qué se suponía que significaba eso? Pero su hermano sabía
posiblemente lo que cruzaba por la mente de la chica y enseguida le aclaró.
-Mira. Ponte en el lugar de los gobiernos de
este mundo. Si tuvieras en la Tierra a seres tan poderosos que son capaces de
destruir el planeta ¿cómo harías para poder prevenir ese peligro?
-¡Pero ellos jamás harían tal cosa!- Opuso la
chica. –
-Mazoui por ejemplo, ¿acaso no fue nuestro tío
Roy quien le interceptó en el aire cuando perdió el control siendo un muchacho?
Claro, ellos no os lo han contado, pero nuestro primo era muy inestable. Igual
que otros de su especie con los que contactamos. Algunos trabajaron para
nosotros y a su vez, probaron a Sandy Wallance. Bueno, no espero que te sepas
todas las historias, pero la de la pobrecita Sandy es muy triste, más aún que
la de tu querida Nehie. ¡Y eso que buena la lio la Soberana de la Luna Nueva
por causas más que ridículas como el culto a su imagen!
-¡Eres un monstruo sin corazón! - Escupió su
hermana sin poder asimilar lo que oía - ¿Cómo puedes burlarte de ellas de una
forma tan cruel? ¡Sufrieron mucho! Neherenia estaba sola, no tenía amigos. Y algo
sé de lo que la pobre Sandy tuvo que pasar.
-¡Oh! Tu amiguita Nehie sabía perfectamente desde
hacía mucho tiempo que tendrías unas duras pruebas que pasar. Ella entró en
este juego por una buena razón. Por eso te ayudó a que no sucumbieras a tus
deseos de venganza. Yo se lo advertí. Pero no has respondido a mi pregunta – le
recordó inexorablemente Lance que ahora incluso le dedicaba una mirada que
parecía divertida ante el demudado rostro de su hermana cuando oyó esa
revelación.-
- No, no puede ser, no, Nehie no… ¡ella es mi
amiga!…
-¡Ay, Idina!, siempre
serás una ingenua. Neherenia será tu amiga pero antes de nada es reina de la
Luna Nueva. Tienes obligaciones que cumplir y se debe a instancias mucho más
elevadas que tu amistad. Pero ahora céntrate.- Le pidió su interlocutor cuando
insistió, casi sonando a acertijo. – Tienes un demonio, un súper guerrero del
espacio y otros seres enormemente poderosos. ¿Cómo asegurarte de que no sean un
peligro para este planeta?
-No lo sé…
Fue la única respuesta,
apagada y sincera que ella podía dar, totalmente desbordada por aquello. ¿Qué
quería decir con lo de Nehie? ¿Acaso su amiga estaba en esa conjura? Aunque
volviendo a la cuestión de su hermano se permitió el lujo de añadir con
sentimiento.
– Demostrándoles quizás que no son nuestros enemigos,
ni extraños aquí. Que se les quiere por su forma de ser y no por sus poderes. Pero
que pueden hacer mucho bien con esos dones.
-¡Oh, el factor Idina! Te hicieron ser tan
adorable, hermanita. - Repuso su hermano de forma irónica para agregar. – Pero
lo último que has dicho es la respuesta correcta. Pueden hacer mucho bien. Pero
también mucho mal. En el caso de nuestros primos era sencillo. Aislados en el
espacio, de haberse vuelto incontrolables existían instrucciones para destruir
la nave entera.
La muchacha pudo
mirarle con estupor. Sus ojos y su boca estaban más abiertos aun cuando trataba
de asimilar tal iniquidad.
-¿Hubierais matado a nuestros primos y a todas
las personas que iban con ellos?
-Siempre que sepas de matemáticas te darás
cuenta de que cincuenta mil hubiera sido preferible a diez mil millones. - Fue
la fría respuesta que recibió. -
-No, no puede ser. ¡Esto es una pesadilla!, no
puede ser real. Me despertaré.- Logró balbucir la chica -.
Su hermano se
aproximó caminando un par de pasos pero ella se irguió espetando con furia.
-¡No te acerques a mí!
-Idina. – Declaró él
con tono tranquilo, pese a todo tras detenerse. – Hay razones más importantes.
Más allá del amor y la amistad y todas esas tonterías que Guerrero Luna y sus
amigas inculcaron a nuestra madre y a sus hermanas. Pues me temo que tengo
malas noticias para ti. Eso no funciona siempre. Y ellas lo saben. Las mismas
princesas planetarias y los soberanos comprenden que, a veces, se deben hacer sacrificios.
Sino pregúntales a los expedicionarios de la SSP-2. O recuerda a los muertos en
los ataques que ha sufrido Nature. Y nosotros no nos podemos permitir el lujo
de dejar nada al azar o a vuestras dotes de persuasión. De modo que usamos la
forma más segura.
-¿Y cuál es vuestro
modo? ¿Matarles? ¿Amenazarles?- Escupió ella con visible desprecio. -
-Casi, pero no. Es
decir, no a ellos. Pero creamos buenas historias permitiendo que algunas
amenazas exteriores llegasen a la Tierra, nuestros amigos y parientes se
ocuparon tan diligentemente de combatirlas que no tuvieron tiempo de pensar en
otra cosa.
-Eso es rastrero y
cruel. – Denunció la chica que no podía dar crédito a esas palabras. – No puedo
creer ni por un momento que seáis tan retorcidos.
-Pues créelo. Pero
tienes razón, Es cruel y rastrero. Sin embargo, por mor de un interés muchísimo
mayor y para salvaguardar este mundo y a los que viven en él. Incluso otros
planetas y lugares que ni te imaginas, no nos podemos permitir el lujo de usar
el sentimentalismo.- Replicó Lance, que ahora de forma más severa, sentenció. -
Esto es todo lo que te diré. Hay más motivos de los que tú puedas llegar ni siquiera
a soñar. No te permitas juzgarnos con tanta ligereza.
-Tendría que contarles
todo esto a Leval y Mazoui, o mamá. Menos mal que papá no está vivo para ver en
lo que te has convertido. Me gustaría verte intentando darles una buena
explicación. – Siseó ella con tintes de abierto reproche, luchando por no
llorar. –
-Adelante… – Le ofreció
él sin parecer preocupado. - Ve y destrózales la vida. Según tus convicciones,
la verdad aunque caiga el mundo. Vamos a jugar a ser sinceros. Díselo a nuestra
madre si tanto te gusta la verdad. Ya verás lo feliz que la vas a hacer. Que
piense que su vida al lado de nuestro padre no ha significado nada. Al menos él
murió feliz y con unos hermosos recuerdos.- Remachó ahora sí, dejando
translucir un tinte consternado en sus palabras.- Nuestra madrina Rei, la
princesa Mercurio y Neherenia se ocuparon de ello. Es lo menos que él merecía.
Idina temblaba pero
ahora de pesar e impotencia. En eso su hermano llevaba razón. ¡No podía
revelarles aquello! Y ahora además debería guardarlo como una losa sobre su
conciencia. Entonces su hermano sonrió, ahora de forma adusta e incluso con mayor
pesar para decirle con tono más solidario.
-Es duro tener que
callar y mantener en la ignorancia a otros para proteger algo más importante,
¿verdad? Es mucho más fácil decir ¡Eh!, un malvado, ¡vamos a combatirle y a
salvar al débil! – Exclamó con teatralidad moviendo la cabeza al agregar -
¡Siempre has sido muy inocente! Mi querida hermanita. Para mí esto no es fuente
de placer alguno. Saber lo que está destinado a suceder y no poder hacer
absolutamente nada para cambiarlo. Pero claro, yo soy el malo, tú y los demás
sois los héroes del cuento…
-No puedo creerlo…no
puede ser verdad. - Gemía ella moviendo la cabeza.-
Lance guardó unos
instantes de silencio, observando como algunas lágrimas rodaban por las
mejillas de Idina, aunque eso no le detuvo de remachar con tintes más severos e
incluso desapasionados.
-Ahora ya sabes cómo son las cosas. Y si
tratas de interferir no habrá ningún tipo de contemplaciones, ni contigo, ni
con las demás. Otros que se acercaron lo pagaron caro. Además de nuestro padre,
Jen, y algunos que ni llegaste a conocer. Verás, todos nos jugamos algo
demasiado grande. Como ya te dije. Olvida todo esto, dedícate a capturar a
algún ladrón de vez en cuando y siéntete bien por ello. O mejor, ocúpate de los
niños. Ahora además tienes marido e hijos. ¿No es eso lo que siempre deseaste? Por
eso apareció Michael en tu vida. Tú misma lo pensaste, te llegó como caído del
cielo. Esa fue una recompensa por tu buena actuación en esta especie de
representación. Pues ahora aprovecha tu oportunidad. Mantén sus ilusiones y las
tuyas a salvo. Dedícate a la vida familiar, dale oportunidad a los tuyos de
estar contigo. Al menos mientras todo esto dure. Y sobre todo quiere mucho a
tus dos hijos, puede que más tarde no tengas oportunidad.
Y sin más se dio la
vuelta y se alejó. La muchacha no pudo verle salir de aquella nave, estaba
llorando y se derrumbó de rodillas en el suelo. La cabeza todavía le daba
vueltas. No pasó mucho hasta que el resto retornó. Las damas del Viento y del
Hielo llegaron las primeras tras desbloquear aquel pasillo de los resto de
cajas que había esparcidos.
-¡Qué te ocurre!- Le preguntó Kerria
visiblemente sorprendida y preocupada por su prima, dado que ni siquiera
llevaba puesto su antifaz.-
-¿Estás bien?- Quiso saber Amatista compartiendo aquella inquietud.- ¿Te alcanzó
la explosión?
Su compañera no
respondió, parecía sumida en sus pensamientos. Pero no dejaba de verter
lágrimas. Sailor Shadow llegó al poco acompañada de las Damas del Trueno y del
Rayo.
-No está por ninguna
parte. No lo comprendo. Dijo a las otras encogiéndose de hombros, aunque
enseguida reparó en Idina. - ¿Qué te pasa? ¿Estás herida?
Las otras
justicieras se aproximaron con preocupación. ¿Qué le pasaba a su compañera?..
Cuando Kathy iba a aproximarse más se detuvo al escuchar a su prima musitar
entre lágrimas.
-Todo es una farsa.
Toda mi vida luchando por nada.
-¿Pero qué te ocurre?-
Se interesó ahora Sandy visiblemente inquieta. –
-¡Déjame!, ¡dejadme
todas!- Espetó Idina poniéndose en pie para restañar sus lágrimas, pero ahora
con un tono de ira tal que incluso asustó a sus compañeras que se echaron hacia
atrás. -
Y para estupor y
horror de sus compañeras la Dama del Fuego arrojó su arco al suelo con fuerza y
de seguido se arrancó su collar. Inmediatamente su transformación se revirtió y
quedó vestida con sus ropas civiles. Las otras no daban crédito a lo que habían
visto.
-¿Pero qué te pasa?- Inquirió Sailor Shadow que
fue la única en aproximarse. –
-Tú- la señaló su interlocutora con un dedo
acusador.- Creía que eras mi amiga. Y durante todo este tiempo te has estado riendo
de mí.
-¿Qué estás diciendo? No sé de que hablas.- Fue
capaz de replicar Nehie observándola con una mezcla de sorpresa e incredulidad.-
Aunque
para asombro y alarma del resto, Idina le dio una tremenda bofetada a Sailor
Shadow que casi la derriba. En tanto preguntaba llena de rabia.
-¿Desde cuándo? ¿Desde
que éramos niñas? ¿Entonces ya lo sabías?
- Pero ¿qué te pasa?-
Pudo sollozar ahora la interpelada dedicándole una mirada llena de preocupación
y temor.-
-¡Se acabó! – Escupió
su amiga temblando de rabia. - ¡Jamás volveré a jugar a esto!
-¿Se puede saber a qué
te refieres?- Le preguntó Katherine, tan confusa y asustada como las demás.-
-No voy a desperdiciar
ni un minuto más de mi vida por interpretar esta mascarada.- Pudo oponer Idina
dejándolas heladas a todas. – Michael tenía razón. Tengo un marido y dos hijos
que cuidar. Eso es lo único que importa, es lo único que existe…
-Escucha.- Terció Kerria acercándose con toda
la dulzura que pudo. – No sé qué te ha ocurrido. Pero lo que hacemos es algo
muy importante. Salvamos a personas inocentes y luchamos contra la injusticia.
Esto por ejemplo…tenemos que evitar que esta droga llegue a los niños y a otras
gentes de Bios.
De nuevo sucedió
algo que ninguna hubiera sido capaz de prever. Idina las miró a todas una por
una y esbozó una sonrisa, de ahí pasó a una mueca burlona y comenzó a reírse.
Se reía con un desagradable tono que parecía combinar la sorna con la burla. E
incluso señalaba a sus espantadas amigas con un dedo acusador en tanto podía
decir entre sus carcajadas.
-¡Sí!…
Todos los días salvamos el mundo un par de veces. Así nos mantienen
entretenidas. Es muy divertido. ¿Verdad?
¡Vaya un grupo de estúpidas!
Amatista y Sandy se
miraron con la misma expresión de desconcierto y temor. Fue la morena quién
pudo decir al resto encogiéndose de hombros con absoluto estupor.
-No
siento en ella ningún tipo de aura maligna. No lo entiendo. No comprendo lo que
pasa. Nadie la está controlando…
Entonces, para
nueva sorpresa de todas, Idina dejó de reír y sentenció con amargura.
-No te haces una idea de lo mucho que te equivocas,
nos controlan a todos. Ese es el problema querida Sandy. No lo comprendes,
¿verdad? ni siquiera con esos supuestos dones que te crees que tienes. Yo
tampoco lo entendía, hasta ahora…
Ahora
sí que el resto se miraba entre asustadas y totalmente atónitas por lo que
oían. Pero ¿de qué estaba hablando su compañera?... ¿Qué le había pasado?
Quizás fuera a resultas de esa explosión… Su cabeza podría haberse trastornado
por la onda expansiva. Desde luego no encontraban otra explicación.
-Por favor Idina, te juro que no sé a lo que te
refieres. ¡Explícanos que te ha pasado! – Le pidió Sailor Shadow con tono
suplicante en tanto se acercó a ella poniendo sus dos manos sobre los hombros
de la muchacha, asegurando entre sollozos. – Te lo pido por nuestra amistad. Te
juro por mi hija que siempre he sido tu amiga.
-Sí Nehie. Sé que lo crees de verdad. Mi
querida amiga. Ojalá que fueras real… mi pobre padre. ¿Lo habrá sido alguna
vez?...– Pudo replicar ésta casi con un susurro, parecía que su cabeza le daba
vueltas y su mirada deambulaba perdida, entre sus más que asustadas compañeras.
- ¿Acaso yo soy real?...
La atormentada
chica no pudo contenerse más y cayó de rodillas, lloró con amargura y
desconsuelo. Las otras la observaron con manifiesta preocupación. Sandy sin
embargo se fijó en los restos de polvillo por ahí esparcidos. Entonces sintió
algo extraño, más cuando con sus dedos provistos de guantes tocó algo de esa
extraña materia.
-¡Claro! - Se dijo como si se hubiese dado cuenta de algo
importante. – Amatista, ven y mira esto. – Le pidió a su compañera de trabajo y
amiga. –
Ésta corrió a
acercarse y se percató a su vez de esa fina película de color rojizo que cubría
parte del suelo. Entonces miró a Idina que estaba ahora de rodillas en el suelo
y vio cómo su amiga también tenía restos en su pelo y hasta en su cara, sin
dudarlo le dijo a Neherenia que estaba al lado de la pobre chica.
-Ten cuidado con eso. No te aproximes más. Podría ser
algún tipo de droga alucinógena.
Su interlocutora
asintió, Idina se levantó trabajosamente. Aun aturdida. No sabía que le había
ocurrido. Poco a poco su mente se iba aclarando. Había estado sumida en una
especie de pesadilla terrible. Ahora comenzaba a reaccionar. Al poco escuchó la
voz de Nehie llamándola con el tono teñido de preocupación.
-Dama del Fuego, Dama del Fuego,
responde…Idina, ¿me oyes? ¿Estás bien?...
La chica pudo apenas
elevar la vista hacia su compañera y musitar con un apagado tono de voz.
-Estoy aquí, en la intersección del callejón,
pero….- Miró a su alrededor, no había nada y se dijo a sí misma con total
desconcierto. – Juraría que vi a… no puede ser.
Sus compañeras fueron acercándose
una a una y Amatista le preguntó
-¿Estás bien?
Escuchamos tu llamada pero luego no respondías. Y después… - guardó
silencio, mejor no comentarle nada de su extraño y agresivo comportamiento, de
modo que finalmente añadió.- Has debido de intoxicarte con esto. - Y señaló esa especie de polvillo que casi
cubría todo el suelo de alrededor. -
-Esperad. – Les pidió Kathy tocando aquello sin
muchos problemas. – Creo que sé lo que es.
Y con los gestos
inquisitivos de las otras les explicó.
-Es psicodronia, una
droga alucinógena. Puede crear visiones muy complejas, y eso con solo tomar una
pequeña cantidad. En eso Amatista tienes razón, pero no se contagia por
tocarla, es por ingestión.
-¿Cómo sabes tanto
sobre esto?- Le preguntó Kerria con sorpresa. –
-Hice algunos
reportajes sobre drogas. – Replicó su prima cambiando rápidamente de tema para
añadir.- Idina tiene una herida, eso ha debido de caerle en ella y se ha
mezclado con su torrente sanguíneo. Y posiblemente también la haya inhalado por
causa de la explosión. Por eso ha experimentado una reacción tan fuerte. Esta
droga suele tomarse por disolución con algún líquido y proporciona una especie
de viajes, se ven cosas. Pero ella la ha recibido sin rebajar. Sería
conveniente llevarla al hospital.
-Me duele mucho la cabeza. – Pudo decir la
afectada que ahora estaba siendo sostenida en pie casi únicamente por el
esfuerzo de Nehie y Amatista. –
-Lo mejor será que la llevemos a casa. – Afirmó
Sandy - yo me ocuparé de ayudarla con mi aura curativa. Por lo que percibo en
ella está recobrándose…
Las demás
convinieron en eso. Entre sus primas Kerria y Kathy la ayudaron a andar para
salir. Una vez fuera todas
adoptaron sus identidades civiles. Sandy con sus poderes curativos redujo la
herida. La muchacha comenzó a encontrarse mejor, se le aclaró la cabeza lo
suficiente como para decir.
-Apenas si me acuerdo de lo que ha pasado, perseguía
a alguien…luego ese agujero y esa figura tan negra.
-¿Qué agujero?- le preguntó Kerria con visible
desconcierto. –
-Debiste de tener una alucinación tremenda. – Valoró
Katherine. –
-Sí. Eso debió ser. – Convino débilmente la muchacha
que ahora se miró su collar roto, por suerte su amiga Amatista lo había
recogido y se lo devolvió. - ¿Qué le ha pasado a mi colgante?- Pudo decir con
pleno desconcierto en su voz, agregando al percatarse. – No estoy transformada
en justiciera…
-Te lo arreglaremos – le ofreció Neherenia que comentó
ahora con cierto tono de inquietud. – Tengo que regresar con Heather y las
niñas. –
-Te acompañaremos – se brindó Kerria a su vez
afirmando. – Se supone que no estamos oficialmente aquí. No quiero que mi
hermano me vea. Lo que haré es presentarme mañana en la prisión como su
abogado.
-Yo voy a tomar notas y algunos planos con mi móvil.-
Repuso Kathy aseverando convencida. - tendremos pruebas para encerrar a esos
tipos durante mucho tiempo.
-Por favor, os pido que de momento no lo divulguéis,
chicas. – Terció Amatista. – Si esto es una operación secreta como Logan me
contó podríais estropearla. Kerria, no vayas a ver a tu hermano todavía.
-¿Acaso te fías de ese tipo?- Le inquirió Sandy con
incredulidad para sentenciar. – Yo desde luego no lo haría.
Amatista suspiró devolviendo a su compañera una
mirada de duda, aunque enseguida afirmó.
-No puedo estar segura. Sin embargo, creo que esta
vez estaba diciendo la verdad… Vamos a darles un día más. De cualquier modo mi
esposo estará a salvo, no pueden hacerle daño. Y siempre tendremos tiempo de actuar.
-Como tú quieras. – Suspiró Kerria a su vez.
Y en compañía de Kathy y de Nehie, las tres se
alejaron tras asegurarse de que su compañera, la maltrecha Idina, parecía
estará mejor. Las otras tres retornaron a sus hogares. Al llegar a la casa de
la afectada por aquella intoxicación llamaron y Michael les abrió la puerta. Al
ver a su mujer se puso a gritar histérico.
-¿Qué ha ocurrido?... ¿estás bien? ¡Voy a llamar al
médico!
- Tranquilízate.- Le pidió Sandy. - La herida no es
tan seria como parece. Y ya le hemos cortado la hemorragia.
- Por favor, Michael.- Añadió serenamente Idina. - Habla
más bajo...vas a despertar a los niños… y me duele la cabeza…
- ¡Venga, quítate esa ropa! Vamos a ver hasta donde
te han herido...- le pidió él recobrando la calma.
Idina obedeció despojándose de la manga de su
vestido, tenía una herida aunque de poca importancia, a una altura entre el
hombro y el codo.
- Ya está mejor.- Reconoció Amatista. - Te ha
sangrado mucho, pero es más aparatoso que otra cosa.
-¡Esto es lo que sucede por iros a jugar a las
heroínas! - Espetó él con visible enfado -¡Maldita sea! ¿Quién os mandaba
meteros en eso?
Sandy
y Amatista le dedicaron sendas miradas de indignación. ¡Aquello no era ningún
juego! No obstante, respiraron hondo. Ambas veían el estado de nervios y de
preocupación del esposo de su amiga. Eran capaces de comprender su angustia y
temor por Idina. Por ello lo dejaron pasar.
-Se pondrá bien. No te asustes.- Declaró
lapidariamente Sandy.-
- Gracias por traerla,- les dijo Michael de forma
seca, se le adivinaba el disgusto cuando les pidió abruptamente. – Ahora, por
favor, dejadnos solos a mi mujer y a mí.
Las
interpeladas asintieron sin querer polemizar con el nervioso esposo de su
compañera y se despidieron de ambos. Por supuesto que ni se les ocurrió
hablarle de los episodios de alucinaciones que ésta había experimentado. Afortunadamente
su amiga apenas si recordaba nada de eso. De modo que, sin decir siquiera
buenas noches, se marcharon.
-¿Cómo te sientes, cariño?- Quiso saber Michael mirándola
con inquietud.-
-Me da vueltas la cabeza y tengo algo de frio.-
Repuso ella con un susurro.-
Su
esposo no tardó en levantarla en brazos e ir con ella a la cama. Con toda la
delicadeza que pudo la depositó sobre ésta y le quitó su ropa poniéndola un
camisón…
-Duérmete. Lo necesitas. Seguro que estarás mejor
por la mañana…
-Sí- Sonrió débilmente ella que se notaba cada vez
más fatigada, apenas si agregó con un hilo de voz.- Que alivio que seas tan
real…Y nuestros hijos también, ¿verdad?...
-Los niños hace un rato que están en la cama.- Le
contestó su esposo sin comprender a qué podría referirse ella.- No te preocupes
por ellos, ahora tienes que descansar. Hasta mañana, mi amor.- Remachó dándola
un suave beso en los labios y arropándola bien.-
Michael
suspiró, viendo como su esposa se quedaba dormida prácticamente al instante.
Aquello era demasiado, esperaba que no volviera a tener el deseo de salir como
justiciera nunca más. Por otra parte, Amatista y Sandy caminaban en dirección a
sus casas, charlando un poco.
-Si no fuera por las circunstancias y porque sé que
es un buen tipo, le habría hecho tragarse los dientes.- Masculló Amatista, con
patente enojo.-
-Estaba muy asustado. Eso se podía percibir. Tiene miedo, por él, por Idina y por sus hijos.- Afirmó Sandy.- No
seas demasiado severa con Michael.
-Ya te lo he dicho, no lo he sido.- Pudo sonreír
ahora su interlocutora para suspirar en un intento por relajarse.- De lo
contrario estaría en el hospital…pero tienes razón. Ha sido una tarde muy dura.
Nos merecemos un descanso.
- Seguro que Leval será liberado muy pronto.- Quiso
animarla su amiga.-
Amatista le agradeció esas palabras y ambas se
despidieron para ir al fin a sus hogares, también tenían unos hijos de los que
preocuparse. En otro lugar, Leval era trasladado en un furgón deslizador especial.
Llovía a cántaros, una densa cortina de agua dificultaba la visibilidad, eso
pareció gustar a Logan que ordenó arrancar. El furgón se puso en movimiento y
al cabo de unos diez minutos Leval fue instado a descender. Decidió hacer lo
que le decían, tenía la sensación de que iba a conocer a quién manejaba los
hilos y entonces podría detenerles a todos. Logan en persona le hizo bajar,
tanto mejor, así ajustaría cuentas con él. Durante el paseo ninguno habló,
ambos entraron a una especie de hangar que estaba a oscuras. Cedric hizo que
Leval se sentara en una silla que había allí dispuesta. Al cabo de un momento
oyó pasos que se encaminaban hacia él, le preguntó a interlocutor que estaba
allí de pié a su lado.
-¿Quién demonios está ahí, Logan?... ¿Algún jefazo
de esta maldita trama?
- Caliente, caliente… ¡ja, ja! Todo a su tiempo.-
Contestó éste añadiendo casi con regocijo - enseguida lo sabrás…
Los
pasos se detuvieron y a Leval le pareció advertir dos centelleos...Cedric dio
una luz próxima a él y Leval pudo ver de quién se trataba, simplemente no pudo
creerlo. Logan le dijo divertido en tanto cruzaba sus brazos a la altura del
pecho.
-¿No te lo esperabas, eh? Aquí tienes al que maneja
todo en la sombra, amigo...
- ¡Pero, no puede ser! - Exclamó el atónito
prisionero. - Esto tiene que ser un truco, ¿tú? ¿Cómo es posible?....
- Leval, no necesito presentarte al Coronel Mazoui
O` Brian.- Terció Cedric casi aguantándose para no reír. Verdaderamente esto le
hacía resarcirse de muchas cosas. -...Creo que le conoces bastante bien. O al
menos eso pensabas.
Y Mazoui también sonrió, parecía igualmente
divertido observando la cara de su atónito primo. Se puso a su lado y le dijo
con jovialidad.
- Sí Leval, soy yo, no comprendo a que viene esa
cara que pones...
-¿Cómo que a qué viene mi cara? - Aulló éste para
denunciar -¿Estás loco? Te veo compinchado con éste canalla de Logan para
conspirar y todavía crees que no me tengo que sorprender.
- La verdad es que sí, estoy compinchado con Logan y
todo es a causa de este negocio del Loten.- Admitió Mazoui para horror de su
primo y amigo y por si no bastara con eso agregó -...por cierto, he recibido noticias de que
las justicieras han atacado a los traficantes. ¡Menudo lio han armado! Espero
que no hayan puesto al descubierto toda la operación.
- No lo entiendo.- Negó Leval con la cabeza sin
querer creer lo que escuchaba -...no puedo entender que tú...
Suspirando,
Mazoui juzgo que aquello ya era suficiente. Interrumpió a su asombrado primo con
una sonrisa y declaró tranquilizador.
- Leval, amigo mío, no te preocupes. Ahora mismo te
lo explicaré y sabrás el porqué de todo esto. Comprenderás que toda esta
representación ha sido necesaria, porque, gracias a ti, vamos a poder desarticular por fin a estas bandas...escúchame
con atención…
Su primo tardó unos instantes en asimilar aquello,
¡menos mal! Ahora le parecía salir de
una terrible pesadilla de la que únicamente se sabe que es absurda y ridícula
una vez que se ha despertado. Y más calmado, tomó la palabra y aseguró a su interlocutor con total interés y
asombro, teñidos de un gran alivio.
- ¡Te escucho, vaya si te escucho!
Mazoui
y Logan, cruzaron entonces sendas miradas de complicidad y se prepararon para
contarle a su desconcertado compañero la
verdadera historia de lo que estaba ocurriendo.
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