martes, 8 de marzo de 2011

GWT 22.174. Desaparecen las máscaras


Casi sin reponerse de la sorpresa fue escoltado hasta las dependencias de la base que hacían las veces de calabozo. Allí le fue indicada una celda.



-Esto es muy irregular.- Protestó.- tengo mis derechos.

-Por supuesto.- Le susurró Logan a uno de los guardias, ordenándole.- Que el prisionero ejerza sus derechos. Todo debe de estar estrictamente regulado por la legalidad.



Y es que Leval tenía derecho a llamar a alguien y llamó a su mujer. Amatista por suerte estaba en casa, se quedó asombrada y asustada cuando su marido le dijo lo que ocurría.



- Además es Logan el que me está acusando, ¡maldita sea! , creo que todo esto es un montaje suyo. Él muy bastardo debe de ser el responsable, llama a Mazoui y dile que venga o que envíe a alguien de su plena confianza.- El tiempo de la llamada se agotó y el prisionero fue conducido nuevamente a esa celda. –



            Tras el fin de esa llamada, en un principio Amatista se quedó pálida, sin saber cómo reaccionar. Aunque enseguida se rehízo.



-¡Dios mío! ¿Qué vamos a hacer?...- pensaba desesperada. Llamó a Sandy y a Idina y les dijo que era hora de actuar...luego, tal y como su esposo le pidiera, mandó un mensaje a Mazoui. -



            Asthel y Maray  se habían enterado de todo, se acercaron a su madre para animarla. La cría le dijo despreocupadamente.



- Mamá...no pasa nada, papá puede salir de ahí en cuanto quiera...

- No - intervino tajantemente Asthel interrumpiendo a su hermana. - No puede hacer eso, Maray, todos creerían que es culpable.

-¿Y si dicen que es culpable de todos modos? - Inquirió la niña - ¿Tendría que quedarse en la cárcel para siempre?...- añadió  verdaderamente asustada ahora. -

- Tranquilizaros, hijos- intervino Amatista quien con voz serena distribuyó instrucciones y ánimos. -Permaneced aquí y no os mováis. Asthel, ocúpate de tu hermana, tengo que salir. No os preocupéis, todo se arreglará.



Los chicos asintieron tímidamente confiando en ello. Amatista fue a su dormitorio, se arregló lo mejor que pudo y se fue a la zona donde Leval estaba prisionero. Allí pidió verle, pero los guardias le denegaron la visita. Ella luchaba por no perder la calma pero le era difícil ante las sonrisitas de los centinelas y la forma que tenían de ignorarla. Cuando ya no sabía que hacer, apareció Logan que la sonrió con suficiencia y regocijo. Ella le miró con abierto desprecio, pero tuvo que hablarle sosegadamente. Sabía que era su única posibilidad, e incluso fingió suavidad en el trato y adoptó una actitud de sumisión, lo que exigía de su orgulloso y fuerte carácter un considerable esfuerzo. Pero debía hacer lo que fuera para tratar de que le dejara ver a su marido. Así que le pidió con tono que rayaba en la súplica.



 - Cedric, tú sabes que Leval no ha sido, debes ayudarle a salir de aquí. ¡Por favor!…

- Amatista.- Repuso éste con voz monocorde, aparentemente objetiva. - Leval ha sido sorprendido en la escena del crimen y el arma es suya. No hay ninguna duda al respecto, y si la hay no me corresponde a mí dilucidarlo, sino a un juez. Por el momento no hay más sospechoso que él...

- Tiene que ser un error. ¡Él no haría algo así! – Opuso ella con vehemencia.-

- Me gustará creerlo a mí también.- Se sonrió su interlocutor con cinismo para remachar – pero las evidencias ahí están.

-¡Eres un bastardo!- le espetó su llorosa contertulia sin poderse ya controlar. - ¿Serías capaz de todo con tal de hundirle, verdad? Se la has estado guardando durante todos estos años. ¡Gusano asqueroso!, eres un maldito traidor y...un canalla.



Y tras soportar estoicamente aquella catarata de insultos durante unos momentos más, su interlocutor le hizo gestos de que se callase y añadió con rudeza.



- Si quieres verle tendrás que ser más amable conmigo. Ya sabes...han pasado quince años pero sigues muy bonita...y seguro que más experta que antes. - Sonrió a un guardia y éste se rio con evidente complicidad mientras Logan agregaba con voz melosa. - Mira, como sé que eres muy vergonzosa, aquí cerca hay una sala de interrogatorios muy confortable donde nadie nos molestará. ¡Tiene hasta una litera!…



Amatista se quedó muda de horror, Logan quería que ella le hiciese esa clase de favores. Estaba indignada y dispuesta a negarse en redondo…



-¿Me estás pidiendo qué?... ¡eres un cerdo asqueroso!… soy una mujer casada por si no te habías dado cuenta. ¡Y tengo dos hijos! - Pudo escupir llena de desprecio y de ira.-

-Tranquilízate- se sonrió ladinamente él que, para jolgorio de los cercanos centinelas, sentenció con sorna.- No te estoy pidiendo que te divorcies… aunque a lo mejor, después de que terminemos, quién sabe… ¡lo mismo lo haces voluntariamente!



Su interlocutora clavó en él una mirada que rayaba el puro odio, iba a soltarle cuatro cosas pero ese malnacido abortó todo tipo de réplica añadiendo.



- Mira, por una vez en tu vida sé una persona inteligente. ¿Serás capaz? Sino yo te ayudaré a considerarlo mejor. Escucha Amatista. Leval pasará poco tiempo aquí, antes de ir a una prisión de máxima seguridad y allí no te dejarán verle si no es con mi permiso. Y eso podría tardar, dilatarse meses, quizás años. Sé que tenéis influencias pero nosotros también y claro, el papeleo se pierde... nunca se sabe, ¡ja, ja! Y tal y como me has recordado, debes pensar también en tus hijos… ¿Qué dirán si no pueden saber nada de su padre?



            La aludida tenía que hacer un esfuerzo supremo para no golpear a ese tipejo allí mismo, apretaba los puños y los dientes con visible frustración. No obstante, tenía que rendirse a la evidencia. Por poco que le gustase ese abyecto individuo tenía todos los triunfos en la mano.



- Está bien.- Accedió ella asqueada y sin poder ni querer disimularlo. - Vamos...pero prométeme que luego podré verle.- Logan asintió con una sonrisita de perversa felicidad. –

-Claro. Así le podrás contar tu experiencia conmigo.- Se sonrió su interlocutor.-



            Sin otra opción, siguió a su guía a una habitación con paredes insonorizadas y sin ventanas, únicamente una cámara captaba lo que ocurría en el interior. Tranquilamente Logan comenzó a quitarse la ropa y a desabotonar la camisa de una temblorosa Amatista. La besó en la boca sin previo aviso tratando de introducir la lengua. Ella tuvo el primer impulso de apartarse pero recurriendo a todo su esfuerzo lo resistió. Una vez que concluyó ese beso, Cedric le tanteó los pechos con patente satisfacción en tanto ella refrenaba a duras penas el instinto de darle un puñetazo, con las lágrimas saltándole de impotencia. No obstante, antes de seguir, él miró a la cámara y movió la cabeza. Luego la apagó. No sin antes decir, mirándola directamente con una pérfida sonrisa.



- Lo siento chicos, para este espectáculo no hay entradas. Es sólo para mí...



Ella no dijo nada, apenas podía mirarle pero Logan agregó con su típico tono cínico.



-¿Sabes una cosa? He estado esperando durante mucho tiempo a que llegase este momento. Ahora tengo la ocasión perfecta.

- Bueno, ahora soy tuya. ¿No es lo que siempre habías querido? Pues ya me tienes...- espetó su contertulia ahora sí, alzando su mirada desafiante y orgullosa pese a sus lágrimas para agregar con desprecio. - Pero no esperes que yo disfrute lo más mínimo, me das asco, eres un....





Su interlocutor puso en su rostro un gesto de aburrimiento, elevó los brazos al cielo en actitud teatral y le hizo señas de que se callase. Para replicar con voz cansina.



- Corta el rollo, Amatista ¿Te has creído que tengo que recurrir a esto para cepillarme a una mujer? No te he traído hasta aquí para eso. Y no te ofendas, no estas mal pero las prefiero más jovencitas.

-¿Cómo? - Exclamó su contertulia asombrada para preguntar. - No entiendo nada, ¿qué te propones?... ¿acusar a Leval de asesinato y no dejarme verle? ¿Es eso? ¡Maldito cabrón! ¡Sólo querías humillarme!

- No es una mala idea, lo pensaré...- repuso él jocosamente, aunque de inmediato añadió en serio adoptando un tinte confidencial. – Ahora escúchame por unos instantes y abstente de insultarme si es que puedes. Ya sé que Leval no ha sido, pero hay gente que está implicada y que deben creer que yo estoy de su parte, no te preocupes. Mazoui está enterado de esto, hablé con él cuando descubrimos el cadáver de ese hombre.



            Eso la acabó por descolocar. ¿A qué andaba jugando ese tipo?... O es que todo esto obedecía a una especie de representación, pero ¿por qué?...



- ¿Qué está pasando, Cedric?, ¿en qué andáis metidos? - le preguntó Amatista ahora más perpleja que nunca. -

- Vaya, me has llamado hasta por mi nombre. Es un avance.- Repuso con sarcasmo él, aunque enseguida abandono ese tono por otro más concernido al añadir.- Ahora no puedo decirte más. Apenas tenemos tiempo. - Le respondió Logan mirando nervioso hacia la puerta del calabozo cerrada tras ellos y añadiendo de modo escueto. – Solamente te diré que estoy infiltrado en una de las bandas y que estamos a punto de descubrir quién da las órdenes aquí en Bios y Leval casi nos lo estropea. Es que tu maridito siempre tiene que meter las narices donde no debe.

-¿Le ayudarás, verdad?...- le pidió ella ahora con un gesto de auténtica y esperanzada súplica. 



            Su interlocutor tomó aire y tras unos instantes contestó con tinte confidencial y en voz baja.



- Oficialmente será trasladado a la Tierra, pero eso sólo será una farsa.- Le explicó él poniéndola al corriente. -En cuanto salga de Bios podrá volver, eso sí, oculto. Con sus poderes no le resultará difícil. Al creer que está fuera de juego y que yo soy de los suyos, los líderes de las bandas relajarán la vigilancia...

-¿Y porqué me has metido aquí para decirme eso...?- quiso saber Amatista casi contrariada por tamaño mal trago. -

-¿Eres estúpida o qué? - Espetó Logan que enseguida se calmó suspirando hondo y añadiendo ante su atónita oyente. - Perdona, pero estoy nervioso. No te lo tomes a mal que te lo diga Amatista, de siempre has sido muy bonita pero bastante ingenua. – Tras una pequeña pausa para la chica que encajase ese reproche, él prosiguió. - Cualquier sitio estará vigilado con micrófonos ocultos, éste es el único lugar que hay con una cámara que puedo desconectar. Porque esos de ahí fuera se creen que te estoy pasando por la piedra. Como es natural, nadie quiere que le vean hacer esas cosas y por eso tengo la excusa perfecta para quitar la cámara y poder decírtelo. ¿Te enteras?...- añadió en voz baja una vez más, afirmando con prevención. – Y te dije todo aquello porque tenía que parecer creíble. Sé que de joven eras muy buena cantante pero no sé lo buena actriz que eres. No podía asumir el riesgo de contarte la verdad fuera, tus reacciones debían ser espontáneas y naturales para engañar a los guardias. De hecho, algunos están a sueldo de los cárteles y les informan. Incluso hablo así porque no me fío aun del todo. El más mínimo error y estaremos muertos.- Sentenció entre susurros.-

- Ya veo- sonrió ella aliviada. - He de reconocer que eres muy inteligente. Lamento haberte juzgado mal y me alegro de que esta vez, estés de nuestro lado, Logan...

-Yo nunca estuve en contra vuestra.- Le desveló él dejándola sorprendida, más cuando remachó. – Tenía una misión que cumplir, como ahora.

- ¿Qué quieres decir?- Quiso saber ella, aunque él la hizo callar con un gesto de su mano. -

- No tenemos tiempo para más explicaciones. Dentro de un momento saldremos de aquí. Lo siento, no te dejaré ver a Leval, pero tranquila está bien. –



Y dicho esto le mostró unas fotos que había tomado con su teléfono e incluso un pequeño video de su esposo sentado en su celda. Amatista sollozó al verle así, pero Logan quiso calmarla una vez más.



-No le va a pasar nada. De hecho estás bastante enfadado. Los que deberíamos temer por nuestra seguridad somos nosotros. Sabes que en cualquier momento él podría escapar si quisiera. Aunque no es ese el plan.

- Pero,  ¿es que él está enterado de vuestra misión? – Le preguntó la muchacha. –

- No, sucede como en tu caso. Tenía que parecer creíble. Ya te lo he dicho, es un riesgo. Tengo que provocarle como he hecho contigo. Pero le conozco y confío en él, no se saltará las leyes. A su debido tiempo se lo contaremos. – Replicó secamente Logan que agregó ahora con premura. – Ahora es necesario que procedamos de esta manera, quiero hacer creer a todos que me he aprovechado de ti y que encima te he engañado, sino podrían creer que esto es un montaje. Como es natural, necesito algo de tu parte. - Se acercó a la sorprendida muchacha, la despeinó, le corrió el maquillaje y le desgarró algo la camisa. Posteriormente, para asombro de ella, la sujetó una de las manos y con las uñas de la propia Amatista se produjo un arañazo en la cara, declarando. - ¡Auu! Esto servirá. Ahora escúchame con atención, debes hacer todo lo que yo te diga. Cuando salgamos tendrás que enfadarte y ponerte histérica, confío en que seas una buena actriz. Bueno, basta con que repitas lo de antes. Y algún golpe no vendrá mal. Pero ten cuidado y no te pases, todavía recuerdo el que me diste aquella vez...

- Descuida, tendré cuidado - le aseguró su interlocutora que en un impulso se acercó a su interlocutor y le dio un beso en los labios, ante la cara de sorpresa de éste, ella le dijo. - Hay que hacerlo bien...- luego le preguntó más seria. -¿Cómo es que has cambiado tanto, Logan?..

- Lo que te conté cuando fui a verte a tu casa era cierto. Digamos que, después del juicio me di cuenta de que no era tan buen militar como creía. Pese a que tuve que hacer cosas que no me gustaban por mor del deber, admito que después me dejé llevar. Sólo el pensar que podría avergonzar a mi padre era una idea que no podía soportar. Comprendí que hay prioridades más importantes que el simple lucimiento. Después vi muchas cosas. Estuve destinado en lugares aun envueltos en conflictos. Eso me abrió los ojos.

- Seguro tu padre estará muy orgulloso de ti cuando sepa lo que estás haciendo por la Tierra y por Bios.- Aseguró su interlocutora. -

- No lo creo.- Negó su interlocutor con el semblante entristecido al responder.  - Murió hace diez años...

- Lo lamento. De verdad - repuso Amatista que sintió haber metido la pata. - Pero al menos te queda tu familia.

- Sí...- comentó él de forma irónica y al tiempo amarga.  - Una mujer que no me ve desde hace cinco años y que tampoco me deja ver a mi hija, solamente en holo fotografía...

- Lo siento mucho,- repitió  ella que se sentía igual que si hubiera tratado de limpiar una mancha de grasa del mantel con el vestido, cada vez que decía algo empeoraba las cosas. Tan sólo pudo añadir -...no lo sabía.

- He tenido lo que merecía- sentenció él para zanjar la cuestión. - Pero ahora no hay tiempo de hablar de mi vida. ¡Vamos! , no quiero darte pena, quiero que me mires con furia, desarréglate un poco y prepárate. Cuando indique que te acompañen fuera, empezarás con el espectáculo. Ahora voy a conectar la cámara.



            Ella terminó de despeinarse y de correrse el carmín, su camisa ya estaba rota. Una vez asintió, indicando que estaba preparada, Logan conectó la cámara y comenzó a interpretar…



- No ha estado mal, pero creía que eras más fogosa. Supongo que los años no perdonan. Bueno, ya es hora de salir...las damas o eso creo, primero. - Abrió la puerta de la habitación e hizo pasar a Amatista. Luego se dirigió a uno de los guardias y le dijo con voz de regodeo. - Acompañe a la señorita a la salida.





            Su cómplice se dio cuenta de que Logan le había dado la entrada para su actuación. Se giró hacia él y le dijo con  el mejor tono de furia que pudo fingir.



- Prometiste que me dejarías verle... ¡me dijiste que podría!....

-¿En ese estado? - Exclamó él con sorna - mírate, no vas nada arreglada. ¿Qué iba a decir tu maridito? , ya le contaré yo lo bien que te desenvuelves. ¡Ah y toma!- Y sacando algo de dinero en papel que aún era de curso legal se lo puso en la mano para agregar con mofa. - Eso por tus servicios, que no se diga que no te los pago en lo que valen.



            La joven se lanzó contra él y le golpeó cuidando de no darle muy fuerte, aunque un guardia la sujetó en ese instante al darse cuenta de sus intenciones y le hizo desviar el golpe que pretendía ir al cuerpo, haciendo que le golpease en la cara. Afortunadamente eso hizo más convincente la actuación.



- Espero no haberle hecho daño - pensó un tanto inquieta en tanto gritaba. - ¡Eres un canalla miserable y un traidor!, ¡cerdo! ¡Leval te matará por esto!...- le chilló en tanto Cedric la miraba con fingida perfidia y le guiñaba un ojo tapándose la mandíbula donde había recibido el golpe. Acto seguido sacaron a Amatista entre dos guardias a empujones.-



Logan se acarició la barbilla y descubrió que tenía sangre en el labio.



-Vaya, otra vez,- pensó contrariado y dolorido. – Esto debe de ser mi karma. Haga lo que haga, siempre tengo que recibir con esta chica.



            Uno de los guardias precisamente bromeó con él riéndose del golpe que había recibido.



-¡Vaya con la nena,...pega fuerte!...

- Pues tenías que ver como hace todo lo demás. Únicamente por eso ha merecido la pena...- se rio Logan y el centinela con él. -



            Amatista salió por fin del recinto, se encontraba pese a todo agitada y preocupada. A pesar de esas imágenes que vio de su marido, esperaba que Leval estuviera bien. Tendría que confiar en la palabra de Cedric y aunque en otras circunstancias no lo hubiera hecho, creía que éste había sido del todo sincero o de lo contrario no hubiera tenido sentido tal representación. De todas formas debía seguir con su plan. Fue a reunirse con Idina y Sandy, ellas la esperaban en una zona de poco tránsito, ya transformadas en justicieras. Amatista se transformó en un lugar apartado y las tres se dispusieron a peinar toda la zona, a la caza de algún indicio de tráfico de loten...



-Vamos chicas. Tenemos que ir con cuidado. - Les indicó a las otras que asintieron.-



            Entonces el comunicador de Idina parpadeó. Al conectarlo descubrió que Neherenia estaba cerca.  Su amiga le informó.



-Dejé a Heather al cuidado de las niñas. Le conté que había ciertos trámites que debía realizar dada mi condición de reina. Indicadme vuestra posición, me reuniré con vosotras lo antes posible.



Y tras transmitirle las coordenadas el resto aguardó. Todavía sorprendidas de que la soberana hubiera llegado tan rápido a Bios.



-Me llamó hará una hora y le dije que podía usar el espejo hasta mi casa. Michael y los niños están fuera, en el trabajo y en el colegio. Y yo pedí la mañana en la escuela.- Explicó Idina a sus compañeras.-



Estas asintieron y aguardaron. En solamente quince minutos Sailor Shadow se unió al grupo, Pero para mayor asombro de las chicas, no venía sola.  A su lado llegaron la Dama del Hielo y la Dama del Trueno. Tras los abrazos, besos y saludos de rigor, Sandy les preguntó con asombro.



-Pero. ¿Qué hacéis vosotras aquí?

-Es una larga historia. – Replicó Kerria. –

-Sí. Luego os la contamos – convino Katherine. –



Todas guardaron un momento de silencio, roto entonces por Amatista que, asombrada al caer en la cuenta de algo, les comentó.



-¿Os dais cuenta de que es la primera vez en la que todas las Justicieras nos hemos reunido al mismo tiempo para luchar?



Y era cierto, jamás las cinco habían coincidido antes al unísono. En los tiempos de sus madres las cuatro primeras lucharon contra los demonios. Después Karaberasu se marchó a  tener a su hijo, el que sería Mazoui, y Esmeralda en cierto modo la reemplazó. Con la segunda generación al no tener Petz hijas, nunca había existido la posibilidad, hasta que la madre de Coraíon le cedió el testigo a su nuera.



-Cinco justicieras y además contamos con Sailor Shadow. – Afirmó Idina llena de moral para sentenciar. – ¡Nadie nos podrá parar!



Todas asintieron a la vez y unieron sus manos en un saludo para salir todavía más motivadas y  dispuestas a cumplir con su misión. Por su parte, en la avenida principal de Bios, Heather consultaba la hora en tanto daba un corto paseo.



-Espero que Nehie no tarde mucho. Desde luego, no sé cómo esta chica se las apaña, a mí ya me cuesta conciliar el trabajo con la familia. Lo suyo tiene que ser todavía más complicado. Ahora entiendo porqué faltaba tanto a las clases en la universidad. ¡Pobrecilla!



            Al menos habían llegado a este planeta con la tranquilidad de tener a sus hijos bien atendidos y vigilados. Tanto el pequeño John como Alice jugaban acompañados por Briseida, la hija de esa mujer tan agradable que vino con ellas hasta Bios y que gentilmente se ofreció a quedarse con los críos en la legación cuando Nehie tuvo que salir a atender unos compromisos y ella misma quiso dar un pequeño paseo para despejarse un poco tras el viaje.



-Anaris, creo que se llama.- Recordó Heather.- Ha sido muy amable y su hija parece una niña encantadora también…



            Y pensando en su pequeño decidió retornar ya a la legación para interesarse por cómo lo estaba pasando. Entre tanto, en la zona de cuarteles, Logan entró en el calabozo donde estaba preso Leval, éste se levantó de su camastro y se agarró a las rejas gritando.



-¡Maldito hijo de perra, sácame de aquí ahora mismo!...

- No te excites, no es bueno para el corazón...- replicó sarcásticamente su interlocutor con una amplia sonrisa. -

- Podría romper estas rejas como si fueran papel...y a ti con más facilidad.- Le amenazó Leval -...

- Pero no lo harás.- Aseguró  Cedric confiadamente  para sentenciar. - Serías un criminal....

-¿Qué más me da? - Sonrió su interlocutor con malicia para sentenciar con amargo sarcasmo - si gracias a ti voy a serlo de todas formas...

- Siempre podemos hacer un trato - le respondió Logan  quien desde luego, no deseaba tentar la suerte. Éste desde luego era más peligroso que su impulsiva esposa. Por eso añadió con mejores modos. - Si cooperas me aseguraré de que te traten bien. Si no, tú y tu familia lo podéis pasar mal...

-¡Toca a mi familia y te mato! - escupió Leval fuera de sí haciendo peligrar la integridad de aquel calabozo. -



            Logan meneó la cabeza y miró a un sonriente guardia.



-¿Has oído? Me ha amenazado...habrá que añadir amenazas a un oficial superior en los cargos. Yo no he dicho nada de tocar a nadie, amigo. Eso te lo has imaginado tú. Me refería a lo tristes y traumatizados que se quedarán tus hijos cuando vean en las noticias que su padre es un asesino.



Al oír aquello Leval se calmó viendo que su ira no le serviría más que para agravar la situación. Desde luego en eso ese maldito canalla tenía razón.  De modo que añadió más resignadamente, tratando de obtener alguna información.



- Está bien, Logan, ¿qué es lo que quieres de mí?

- Únicamente la pequeña e inestimable ayuda que puedas proporcionarnos. Que nos cuentes lo que sabes. Te vendrás conmigo para ver a alguien. ¡Sacadle de ahí! - Ordenó a los guardias. -



Sin ofrecer resistencia Leval se dejó esposar y llevar escoltado. Quizás pudiese enterarse de algo importante, haciéndole creer a ese bastardo que le tenía atrapado. Ese alguien podría ser el jefe de la trama. De momento aparentaría ceder ante Logan. Ya se ocuparía de él llegada la ocasión…



-Muy bien. - Fingió admitir a regañadientes.- Vamos a ver a ese amigo tuyo…



            Ajenas a eso, Amatista, Idina y Sandy recorrieron las zonas nocturnas más alejadas de la ciudad, los lugares donde inmigrantes ilegales se habían aposentado. Nehie, Kerria y Katherine se ocuparon de completar el perímetro cubriéndolas a poca distancia. Era un lugar donde se traficaba con Loten, pudieron ver a bastantes jóvenes que se dirigían a ese sector para comprar aquella droga. Idina miró y les dijo sorprendida a sus compañeras.



- No creí que un sitio así existiera aquí, en este planeta.

- La maldad y la corrupción por desgracia, anidan con mucha rapidez en cuanto tienen una mínima ocasión para hacerlo.- Aseveró Sandy con pesar. -

- Es algo horrible...pero menos mal que estamos aquí para terminar con eso,- añadió Amatista que las arengó con decisión. - Bueno, vamos a acabar con esos cerdos traficantes.



            Las tres se acercaron de forma sigilosa, poco a poco fueron observando a los que vendían la droga. Se decidieron a entrar seleccionando los objetivos y de forma fulminante atacaron. Todos los traficantes se pusieron en guardia, los chicos que compraban huyeron al pensar que era una redada. Los camellos respondieron al ataque sacando todo tipo de armas pero, pese a los años transcurridos desde sus últimas actuaciones las chicas eran rápidas, demasiado para ellos. Idina lanzó varias flechas de fuego contra un grupo dejando que se estrellasen a su lado y lanzándoles al aire por la explosión. Amatista noqueó a varios con su boomerang. Sandy, con su fuerza sobrehumana, dejó fuera de combate a otros tantos a su vez. No obstante, uno de ellos disparó un láser hiriendo a Idina en un brazo. Amatista gritó asustada.



- ¡Dama del Fuego! ¿Estás bien?..

- Sí, no te preocupes, no es nada, solamente me ha rozado - repuso ésta sosteniéndose el brazo por el que manaba un hilillo de sangre. –

-Pensaba que estos trajes nos protegerían más.- Musitó Sandy.-



            Furiosa, Amatista lanzó uno de sus rayos de energía dejando sin sentido al camello. Otros tipos con armas automáticas hicieron fuego y las chicas tuvieron que cubrirse. Por fortuna las otras acudieron rápidamente en su ayuda. Sailor Shadow lanzó su tiara  que desarmó a un par de ellos, en tanto la Dama del Hielo congelaba a otros dos. La Dama del Trueno remató la faena derribando a otro con su látigo.



-¡Vamos! Que no se escapen.- Las arengó Amatista que, desde luego no estaba de muy buen humor. -



            Acto seguido las seis entraron en un gran local que debía servir de base a esos tipos y ataron a todos los traficantes. Para disponerse a avisar a la policía.



-Dama del Trueno. – Le pidió Kerria a su compañera – Vigila este sector. –

-Muy bien.- Convino ésta que se posicionó sobre una pila de paquetes que allí se apilaban.-

-Sailor Shadow, tenemos que cubrir los accesos por si alguno de ellos estuviera por ahí. – Le indicó Idina a su compañera que asintió. –



Amatista y Sandy se aprestaron a reconocer otra sala anexa. Por su parte Katherine pudo mirar en el interior de uno de los paquetes que había quedado dañado por la lucha. Sus ojos parpadearon incrédulos, ¡aquello era droga!, no parecía Loten, quizás fuera heroína. Y estaba ahí, a su alcance…



-¡Oh Dios mío! No puede ser, no puedo…- Se decía con tono entrecortado.-



Ajena a eso Idina le indicó a Sailor Shadow que la cubriese, ella miró hacia el interior de otra sala que se unía a ese gran almacén. Parecía una zona de carga y descarga. De pronto, un ruido atrajo su atención. Alguien salió corriendo. Al parecer era uno de esos camellos. La muchacha corrió en su persecución. En tanto les comunicaba a las otras.



-Tengo a uno que trata de escapar…



Pero cuando iba a la carrera de pronto ese tipo disparó contra unas cajas que estaban apiladas en el pasillo por el que corrían. Ella se cubrió pero al recibir el impacto esos embalajes estallaron bloqueando el paso a sus espaldas y esparciendo una especie de nube de alguna sustancia extraña que la hizo toser. Los ojos le  lloraban. Tuvo que sentarse un momento para tratar de despejarse. Ahora se sentía algo mareada y lo que es peor, vio un vórtice negro tras el que se vislumbraba algo parecido a un corredor, de él surgió una figura negra, alta y cuyo rostro estaba borroso.



-Pero, ¿Quién eres?- Quiso saber ella apuntándole con su arma. –

-Nadie que deba importarte. – Fue la respuesta que resonó en su cabeza como si de un eco se tratara. –



La chica se percató entonces de que el tipo al que perseguía se había detenido. No pudo ni gritar, apenas abrió la boca muda por la sorpresa. Ese hombre se acercó hasta ella y la muchacha movió incrédula la cabeza. ¡Se trataba de su propio hermano! ¡Era Lance! Esa negra figura, de rasgos irreconocibles, declaró entonces para horror y asombro de Idina, dirigiéndose a su hermano que la sujetó de un brazo.



-Lo has hecho bien, sigue cumpliendo con tu cometido y seguirás siendo una pieza clave de esta historia.

El muchacho no replicó. Aquella especie de pasillo dimensional se cerró entonces y Lance soltó a su atónita hermana pequeña en tanto le decía a modo de sugerencia.



-Te aconsejo que no te metas en esto, hermanita. Te queda demasiado grande. Tú dedícate como hasta ahora, a jugar a las Justicieras.

-¡No puedo creerlo! – Balbuceó la muchacha negando con la cabeza. - ¿Cómo puede ser posible que estés detrás de esto?

-No podrías entenderlo. – Sentenció él de forma desapasionada. –

-Ahora proseguid. – Le ordenó esa negra aparición mientras enumeraba. – Gralas cumplió su función, los demonios la suya. Os toca a vosotros.

-No te preocupes, esto no va a ser tan difícil como cuando tuviste que rescatar a esos niños. ¿Verdad, hermanita? Eso estaba ya previsto, sabía que lo conseguirías. - Afirmó Lance dejándola helada. -



Idina se sentía demasiado asombrada y furiosa como para replicar. Sólo reaccionó adelantándose y abofeteando a su hermano con fuerza.



-Mejor así. – Le preguntó él de forma extrañamente tranquila en tanto se frotaba aquel golpe en la mejilla que casi le había desequilibrado. – Veo que por fin reaccionas, me tenías preocupado.

-¿Cómo has podido? ¿Quieres decir que todos esos peligros estaban preparados por ti?- Espetó ella aun incrédula.-

-No por mí.- Negó el chico aunque enseguida admitió.- Pero sabía lo que iba a pasar… siempre lo he sabido. Como sé todo lo que ha sucedido en tantas y tantas ocasiones. Por ejemplo, esta pequeña operación de los traficantes aquí, en Bios.



            Su hermana palideció, ¿Qué significaba aquello? ¿Quién era ese hombre en realidad? ¿Su hermano? No, no podía ser. Apenas sí pudo replicar para reprocharle con amargura e ira apenas contenidas.



- Lo sabías y no dijiste nada. ¡Has puesto en peligro vidas de personas inocentes! Cada vez que nuestros padres o nosotros hemos tenido que luchar. Y tú y esos…- trató de buscar algún calificativo pero su mente no cooperaba, estaba demasiado rebasada por la rabia, aun así, la muchacha prosiguió con su airado alegato. – Asesinos y traficantes… habéis consentido que sucediera.

-Hermanita – quiso decir él, no obstante ella le fulminó con la mirada. –

-¡Cállate! – Estalló Idina apretando los dientes para sentenciar. – ¡Tú no eres mi hermano! No quiero  volver a verte, miserable. ¡Y si vuelves a interponerte en mi camino cuando de salvar inocentes se trate juro por Dios que te atravesaré! – Exclamó apuntando al chico con su arco flamígero. -

-Es una lástima que lo veas así. Te aseguro que no es tan sencillo. Sí es más comprensible para ti te diré que todos tenemos un papel que cumplir y a mí me ha tocado simplemente el de villano. - Replicó él con tono condescendiente, sin parecer en absoluto afectado cuando añadió.- Tal y como te dije. No tienes ni la menor idea de lo que sucede en realidad.

-Pero tú, sí. ¿Verdad?- sonrió ella de forma sardónica para remachar con desprecio. – Eres una especie de Dios en la Tierra y nosotros sólo somos una panda de ignorantes. Adelante, ¡ilústrame!- le exigió bajando el arco. -



Lance respiró hondo como si quiera recurrir a sus reservas de paciencia para replicar de forma analítica.



-La verdad nunca es tan fácil como crees.  Todo esto responde a una consideración mayor. Ni tú, hermana, ni el resto, podéis ver el cuadro al completo. Hubo un tiempo en el que yo tampoco podía pero se ocuparon de mostrármelo. Verás. Las primas y tú con vuestros deseos de jugar a salvar a los desvalidos realmente no nos preocupan.  No sois tan importantes. Pero, párate a recordar un momento.  No te preocupes. Te ayudaré - Sonrió levemente él para recitar. - Rubeus, Devilish Lady, los sectarios, tu amiguita Nehie. Incluso los terribles demonios o el tirano Gralas. Esos son únicamente la punta del iceberg.

-Eso sucedió en el pasado. – Replicó su interlocutora que, sin embargo no comprendía a dónde podía llevar aquello. – ¿Qué es lo que tratas de decirme?

-No lo entiendes, ¿verdad?- le dijo su hermano con tono condescendiente y que sonaba también algo decepcionado al sentenciar. – En el fondo no entiendes nada. Creía que ambos compartíamos una especie de vínculo. Pero veo que, por desgracia, eres como todos los demás. Estás igual de limitada.

El gesto de la chica traslucía su desconcierto y él, entonces pasó a decir de forma más considerada.



-Te daré una pista ¿Qué tienen todos esos nombres en común?

-Rubeus y Devilish Lady eran enemigos. Pero Nehie es amiga nuestra desde niña. – Pudo decir la atónita hermana de Lance. –

-Todos ellos fueron enemigos nuestros en el pasado. Incluso Nehie. Tú misma te enfrentaste a su reflejo en el espejo. Ella fue salvada por las guerreras.  Todos se volvieron contra la Tierra.

-¿Cómo sabes tú eso?- Le preguntó su hermana atónita para añadir.- No se lo contamos a nadie…

-Tengo mis propias fuentes de información. - Afirmó Lance señalando a esa especie de figura encapuchada, que sostenía un grueso libro.-

-Pero, ¿quién es él?- Preguntó su desconcertada hermana.-

-No te conviene saberlo, créeme. – Agregó su hermano con un tono que ahora era de pesar al sentenciar.- Nuestro padre cometió ese mismo error y lo pagó muy caro.



Ahora Idina abrió la boca horrorizada. ¿Qué quería decir aquello? ¿Acaso su padre, el hombre que siempre estuvo a su lado, al que ella había idolatrado desde niña, tuvo un final tan triste por culpa de aquello?



-¿Me estás diciendo que ese monstruo mató a nuestro padre? ¿Y te quedas tan tranquilo?- Aulló ella que, sin esperar réplica tensó su arco y atacó a aquella criatura con varias andanadas de flechas, en tanto gritaba.- ¡Vas a arder en el infierno, monstruo!



            No obstante, todos aquellos proyectiles flamígeros atravesaron inocuamente a aquella especie de aparición estrellándose contra una pared del fondo de aquel hangar y haciéndola arder.



-No pierdas el tiempo. - Suspiró Lance afirmando.- Esto te queda demasiado grande. No es como enfrentarse a la malvada Neherenia o a los vampiros. Eso era una broma comparado a los poderes de los que te estoy hablando…

- ¡Maldito seas!, eso no fue ninguna broma. A esos pudimos vencerles y a quién quiera que sea esa maldita criatura, también... – Objetó su hermana. –

- A esos seres tan patéticos no lo pongo en duda. A él no podrás.- Sentenció señalando a esa especie de monje oscuro que no se inmutaba. Entonces el chico añadió casi con tono de orden. - Escúchame. Te garantizo que lo que te voy a decir vale la pena...



            Idina bajó su arma, de todas formas no parecía servirle de nada contra aquella extraña criatura. Y permitió que el hermano continuara diciéndola.



-Hermana, piensa solamente por un momento.- Le pidió el muchacho para agregar. – Gralas era presa de sus ansias de dominar el universo. Rubeus se unió a los demonios para vengarse, Devilish Lady, o mejor dicho, nuestra querida primita Kerria, por la misma razón.  Y Nehie, ¡oh, la pobrecita reina Neherenia! – Pudo decir ahora tiñendo su tono de falsa compasión y pesar. - Estaba solita, nadie la quería, únicamente su espejo, era su único amigo y compañero, el que escuchaba sus alegrías y sus penas. Espejo, espejito…



Idina le escuchaba con los ojos y la boca muy abiertos y sintió un escalofrío. Apenas si podía pensar en algo que decir. A medida que su hermano le iba desvelando.



-Todos y cada uno de ellos fueron vueltos en nuestra contra. ¿Acaso tú no estuviste a punto de dispararle a la prima Kerria cuando estuvo poseída por su odio igual que has estado a punto de hacerlo contra mí?

-¿Cómo sabes tú eso?- Pudo balbucear su hermana, añadiendo con total incredulidad. – Nunca se lo contamos a nadie. No estabas allí…

-Te sorprenderías de la cantidad de cosas que yo sé. Tú misma llegaste a odiar tanto a ese maldito pedófilo, en aquel sótano que, de no impedirlo Sailor Shadow le habrías quemado vivo.- Añadió su hermano pasando a detallarle incluso algunos de los pensamientos que la chica tuvo en ese instante.-

-Como… ¿cómo sabes eso? - Podía ella balbucear entre espantada y atónita.- ¿te lo contaron papá o mamá. No se lo dije a nadie más. Salvo a Nehie y a mis compañeras.



            Por un terrible momento pensó que alguna de ellas la había traicionado, contado aquello. Aunque su hermano se ocupó enseguida de desmentirlo.



-Ninguno de ellos me dijo una palabra. En eso puedes estar tranquila. Yo sé muchas cosas más, algunas por desgracia son muy duras, otras tristes, algunas alegres. Y unas te tocarán a ti muy directamente. Habrá alguien muy cercano que jugará con fuerzas y usará poderes que están muy por encima de su entendimiento. Eso creará problemas, pero también será necesario.

-¿De qué hablas?- Pudo replicar la muchacha con la voz entrecortada por el enfado y el estupor.- No entiendo nada. ¿A quién te refieres, qué cosas?

-Lo lamento, pero no puedo revelártelas. No aun. - Sonrió él ahora con una expresión de lo que parecía resignado pesar para añadir. - Este juego es demasiado complicado y me temo que tú y los demás sólo sois fichas. No me interpretes mal, yo también – se apresuró a indicar Lance. – Aunque al menos, soy consciente de ello. De modo que escúchame bien, querida hermana. Porque no te lo volveré a decir otra vez. Te daré una pequeña visión del juego. Para que sepas realmente dónde estás. A partir de eso, tú decides.



Ella no respondió, llena de curiosidad e inquietud como estaba, solamente prestó atención y dejó que el muchacho le expusiera.



-Tú, Alan, Katherine, Amatista e incluso la misma Kerria ahora, no importáis en este juego. Vuestros poderes no son relevantes o simplemente no tenéis ninguno. Nuestros mismos padres por ejemplo, tampoco planteaban ya ningún problema. El tío Roy, Diamante, Zafiro, ya no forman parte de la trama principal. Están mayores, jubilados. Todos seguiréis con vuestras vidas, tendréis cosas de las que ocuparos, sí…pero no serán importantes. Bueno, como ya te he dicho tú sí tendrás a alguien que marcará un punto fundamental para todos. Desgraciadamente, ni tan siquiera yo mismo sé todavía de quién se trata exactamente y qué es lo que hará.

-¿Me estás diciendo que todo eso está de algún modo escrito?- Inquirió su interlocutora sin poder ocultar su asombro.-

 -Lo está. Como lo estaban todas las cosas que han sucedido. De todos modos vuestros casos ahora no son lo que nos preocupa. Pero los primos Leval y Mazoui, sin ir más lejos, sí. Y tuvimos que asegurarnos. ¿Recuerdas lo que nos contaron? Aquel juicio que se celebró en la nave.

-Sí- admitió Idina. – Pero creo que Amatista  me dijo que fue por culpa de un compañero celoso que les tenía mucha inquina a ambos.



Lance sonrió moviendo la cabeza para rebatir.



-Ese oficial estaba cumpliendo órdenes que le venían dadas desde la Tierra. Pertenecía al servicio de inteligencia de las Naciones Unidas. El objeto de las instrucciones que tenía al embarcar era muy sencillo. Comprobar en un entorno de seguridad si nuestros primos podían suponer algún problema. En otras palabras, si eran controlables o no. Y ahora sigue cumpliendo órdenes. Pero ni él mismo conoce su auténtico alcance.

Idina estaba horrorizada. ¿Qué se suponía que significaba eso? Pero su hermano sabía posiblemente lo que cruzaba por la mente de la chica y enseguida le aclaró.



-Mira. Ponte en el lugar de los gobiernos de este mundo. Si tuvieras en la Tierra a seres tan poderosos que son capaces de destruir el planeta ¿cómo harías para poder prevenir ese peligro?

-¡Pero ellos jamás harían tal cosa!- Opuso la chica. –

-Mazoui por ejemplo, ¿acaso no fue nuestro tío Roy quien le interceptó en el aire cuando perdió el control siendo un muchacho? Claro, ellos no os lo han contado, pero nuestro primo era muy inestable. Igual que otros de su especie con los que contactamos. Algunos trabajaron para nosotros y a su vez, probaron a Sandy Wallance. Bueno, no espero que te sepas todas las historias, pero la de la pobrecita Sandy es muy triste, más aún que la de tu querida Nehie. ¡Y eso que buena la lio la Soberana de la Luna Nueva por causas más que ridículas como el culto a su imagen!

-¡Eres un monstruo sin corazón! - Escupió su hermana sin poder asimilar lo que oía - ¿Cómo puedes burlarte de ellas de una forma tan cruel? ¡Sufrieron mucho! Neherenia estaba sola, no tenía amigos. Y algo sé de lo que la pobre Sandy tuvo que pasar.

-¡Oh! Tu amiguita Nehie sabía perfectamente desde hacía mucho tiempo que tendrías unas duras pruebas que pasar. Ella entró en este juego por una buena razón. Por eso te ayudó a que no sucumbieras a tus deseos de venganza. Yo se lo advertí. Pero no has respondido a mi pregunta – le recordó inexorablemente Lance que ahora incluso le dedicaba una mirada que parecía divertida ante el demudado rostro de su hermana cuando oyó esa revelación.-

- No, no puede ser, no, Nehie no… ¡ella es mi amiga!…

-¡Ay, Idina!, siempre serás una ingenua. Neherenia será tu amiga pero antes de nada es reina de la Luna Nueva. Tienes obligaciones que cumplir y se debe a instancias mucho más elevadas que tu amistad. Pero ahora céntrate.- Le pidió su interlocutor cuando insistió, casi sonando a acertijo. – Tienes un demonio, un súper guerrero del espacio y otros seres enormemente poderosos. ¿Cómo asegurarte de que no sean un peligro para este planeta?

-No lo sé…



Fue la única respuesta, apagada y sincera que ella podía dar, totalmente desbordada por aquello. ¿Qué quería decir con lo de Nehie? ¿Acaso su amiga estaba en esa conjura? Aunque volviendo a la cuestión de su hermano se permitió el lujo de añadir con sentimiento.



– Demostrándoles quizás que no son nuestros enemigos, ni extraños aquí. Que se les quiere por su forma de ser y no por sus poderes. Pero que pueden hacer mucho bien con esos dones.

-¡Oh, el factor Idina! Te hicieron ser tan adorable, hermanita. - Repuso su hermano de forma irónica para agregar. – Pero lo último que has dicho es la respuesta correcta. Pueden hacer mucho bien. Pero también mucho mal. En el caso de nuestros primos era sencillo. Aislados en el espacio, de haberse vuelto incontrolables existían instrucciones para destruir la nave entera.

La muchacha pudo mirarle con estupor. Sus ojos y su boca estaban más abiertos aun cuando trataba de asimilar tal iniquidad.



-¿Hubierais matado a nuestros primos y a todas las personas que iban con ellos?

-Siempre que sepas de matemáticas te darás cuenta de que cincuenta mil hubiera sido preferible a diez mil millones. - Fue la fría respuesta que recibió. -

-No, no puede ser. ¡Esto es una pesadilla!, no puede ser real. Me despertaré.- Logró balbucir la chica -.

Su hermano se aproximó caminando un par de pasos pero ella se irguió espetando con furia.



-¡No te acerques a mí!

-Idina. – Declaró él con tono tranquilo, pese a todo tras detenerse. – Hay razones más importantes. Más allá del amor y la amistad y todas esas tonterías que Guerrero Luna y sus amigas inculcaron a nuestra madre y a sus hermanas. Pues me temo que tengo malas noticias para ti. Eso no funciona siempre. Y ellas lo saben. Las mismas princesas planetarias y los soberanos comprenden que, a veces, se deben hacer sacrificios. Sino pregúntales a los expedicionarios de la SSP-2. O recuerda a los muertos en los ataques que ha sufrido Nature. Y nosotros no nos podemos permitir el lujo de dejar nada al azar o a vuestras dotes de persuasión. De modo que usamos la forma más segura.

-¿Y cuál es vuestro modo? ¿Matarles? ¿Amenazarles?- Escupió ella con visible desprecio. -

-Casi, pero no. Es decir, no a ellos. Pero creamos buenas historias permitiendo que algunas amenazas exteriores llegasen a la Tierra, nuestros amigos y parientes se ocuparon tan diligentemente de combatirlas que no tuvieron tiempo de pensar en otra cosa.

-Eso es rastrero y cruel. – Denunció la chica que no podía dar crédito a esas palabras. – No puedo creer ni por un momento que seáis tan retorcidos.

-Pues créelo. Pero tienes razón, Es cruel y rastrero. Sin embargo, por mor de un interés muchísimo mayor y para salvaguardar este mundo y a los que viven en él. Incluso otros planetas y lugares que ni te imaginas, no nos podemos permitir el lujo de usar el sentimentalismo.- Replicó Lance, que ahora de forma más severa, sentenció. - Esto es todo lo que te diré. Hay más motivos de los que tú puedas llegar ni siquiera a soñar. No te permitas juzgarnos con tanta ligereza. 

-Tendría que contarles todo esto a Leval y Mazoui, o mamá. Menos mal que papá no está vivo para ver en lo que te has convertido. Me gustaría verte intentando darles una buena explicación. – Siseó ella con tintes de abierto reproche, luchando por no llorar. –

-Adelante… – Le ofreció él sin parecer preocupado. - Ve y destrózales la vida. Según tus convicciones, la verdad aunque caiga el mundo. Vamos a jugar a ser sinceros. Díselo a nuestra madre si tanto te gusta la verdad. Ya verás lo feliz que la vas a hacer. Que piense que su vida al lado de nuestro padre no ha significado nada. Al menos él murió feliz y con unos hermosos recuerdos.- Remachó ahora sí, dejando translucir un tinte consternado en sus palabras.- Nuestra madrina Rei, la princesa Mercurio y Neherenia se ocuparon de ello. Es lo menos que él merecía.



Idina temblaba pero ahora de pesar e impotencia. En eso su hermano llevaba razón. ¡No podía revelarles aquello! Y ahora además debería guardarlo como una losa sobre su conciencia. Entonces su hermano sonrió, ahora de forma adusta e incluso con mayor pesar para decirle con tono más solidario.



-Es duro tener que callar y mantener en la ignorancia a otros para proteger algo más importante, ¿verdad? Es mucho más fácil decir ¡Eh!, un malvado, ¡vamos a combatirle y a salvar al débil! – Exclamó con teatralidad moviendo la cabeza al agregar - ¡Siempre has sido muy inocente! Mi querida hermanita. Para mí esto no es fuente de placer alguno. Saber lo que está destinado a suceder y no poder hacer absolutamente nada para cambiarlo. Pero claro, yo soy el malo, tú y los demás sois los héroes del cuento…

-No puedo creerlo…no puede ser verdad. - Gemía ella moviendo la cabeza.-



Lance guardó unos instantes de silencio, observando como algunas lágrimas rodaban por las mejillas de Idina, aunque eso no le detuvo de remachar con tintes más severos e incluso desapasionados.



 -Ahora ya sabes cómo son las cosas. Y si tratas de interferir no habrá ningún tipo de contemplaciones, ni contigo, ni con las demás. Otros que se acercaron lo pagaron caro. Además de nuestro padre, Jen, y algunos que ni llegaste a conocer. Verás, todos nos jugamos algo demasiado grande. Como ya te dije. Olvida todo esto, dedícate a capturar a algún ladrón de vez en cuando y siéntete bien por ello. O mejor, ocúpate de los niños. Ahora además tienes marido e hijos. ¿No es eso lo que siempre deseaste? Por eso apareció Michael en tu vida. Tú misma lo pensaste, te llegó como caído del cielo. Esa fue una recompensa por tu buena actuación en esta especie de representación. Pues ahora aprovecha tu oportunidad. Mantén sus ilusiones y las tuyas a salvo. Dedícate a la vida familiar, dale oportunidad a los tuyos de estar contigo. Al menos mientras todo esto dure. Y sobre todo quiere mucho a tus dos hijos, puede que más tarde no tengas oportunidad.



Y sin más se dio la vuelta y se alejó. La muchacha no pudo verle salir de aquella nave, estaba llorando y se derrumbó de rodillas en el suelo. La cabeza todavía le daba vueltas. No pasó mucho hasta que el resto retornó. Las damas del Viento y del Hielo llegaron las primeras tras desbloquear aquel pasillo de los resto de cajas que había esparcidos.



-¡Qué te ocurre!- Le preguntó Kerria visiblemente sorprendida y preocupada por su prima, dado que ni siquiera llevaba puesto su antifaz.-

-¿Estás bien?- Quiso saber Amatista  compartiendo aquella inquietud.- ¿Te alcanzó la explosión?

Su compañera no respondió, parecía sumida en sus pensamientos. Pero no dejaba de verter lágrimas. Sailor Shadow llegó al poco acompañada de las Damas del Trueno y del Rayo.



-No está por ninguna parte. No lo comprendo. Dijo a las otras encogiéndose de hombros, aunque enseguida reparó en Idina. - ¿Qué te pasa? ¿Estás herida?



Las otras justicieras se aproximaron con preocupación. ¿Qué le pasaba a su compañera?.. Cuando Kathy iba a aproximarse más se detuvo al escuchar a su prima musitar entre lágrimas.



-Todo es una farsa. Toda mi vida luchando por nada.

-¿Pero qué te ocurre?- Se interesó ahora Sandy visiblemente inquieta. –

-¡Déjame!, ¡dejadme todas!- Espetó Idina poniéndose en pie para restañar sus lágrimas, pero ahora con un tono de ira tal que incluso asustó a sus compañeras que se echaron hacia atrás. -



Y para estupor y horror de sus compañeras la Dama del Fuego arrojó su arco al suelo con fuerza y de seguido se arrancó su collar. Inmediatamente su transformación se revirtió y quedó vestida con sus ropas civiles. Las otras no daban crédito a lo que habían visto.



-¿Pero qué te pasa?- Inquirió Sailor Shadow que fue la única en aproximarse. –

-Tú- la señaló su interlocutora con un dedo acusador.- Creía que eras mi amiga. Y durante todo este tiempo te has estado riendo de mí.

-¿Qué estás diciendo? No sé de que hablas.- Fue capaz de replicar Nehie observándola con una mezcla de sorpresa e incredulidad.-



            Aunque para asombro y alarma del resto, Idina le dio una tremenda bofetada a Sailor Shadow que casi la derriba. En tanto preguntaba llena de rabia.



-¿Desde cuándo? ¿Desde que éramos niñas? ¿Entonces ya lo sabías?

- Pero ¿qué te pasa?- Pudo sollozar ahora la interpelada dedicándole una mirada llena de preocupación y temor.-

-¡Se acabó! – Escupió su amiga temblando de rabia. - ¡Jamás volveré a jugar a esto!

-¿Se puede saber a qué te refieres?- Le preguntó Katherine, tan confusa y asustada como las demás.-

-No voy a desperdiciar ni un minuto más de mi vida por interpretar esta mascarada.- Pudo oponer Idina dejándolas heladas a todas. – Michael tenía razón. Tengo un marido y dos hijos que cuidar. Eso es lo único que importa, es lo único que existe…

-Escucha.- Terció Kerria acercándose con toda la dulzura que pudo. – No sé qué te ha ocurrido. Pero lo que hacemos es algo muy importante. Salvamos a personas inocentes y luchamos contra la injusticia. Esto por ejemplo…tenemos que evitar que esta droga llegue a los niños y a otras gentes de Bios.

De nuevo sucedió algo que ninguna hubiera sido capaz de prever. Idina las miró a todas una por una y esbozó una sonrisa, de ahí pasó a una mueca burlona y comenzó a reírse. Se reía con un desagradable tono que parecía combinar la sorna con la burla. E incluso señalaba a sus espantadas amigas con un dedo acusador en tanto podía decir entre sus carcajadas.



-¡Sí!… Todos los días salvamos el mundo un par de veces. Así nos mantienen entretenidas.  Es muy divertido. ¿Verdad? ¡Vaya un grupo de estúpidas!

Amatista y Sandy se miraron con la misma expresión de desconcierto y temor. Fue la morena quién pudo decir al resto encogiéndose de hombros con absoluto estupor.



-No siento en ella ningún tipo de aura maligna. No lo entiendo. No comprendo lo que pasa. Nadie la está controlando…

Entonces, para nueva sorpresa de todas, Idina dejó de reír y sentenció con amargura.



-No te haces una idea de lo mucho que te equivocas, nos controlan a todos. Ese es el problema querida Sandy. No lo comprendes, ¿verdad? ni siquiera con esos supuestos dones que te crees que tienes. Yo tampoco lo entendía, hasta ahora…





            Ahora sí que el resto se miraba entre asustadas y totalmente atónitas por lo que oían. Pero ¿de qué estaba hablando su compañera?... ¿Qué le había pasado? Quizás fuera a resultas de esa explosión… Su cabeza podría haberse trastornado por la onda expansiva. Desde luego no encontraban otra explicación.



-Por favor Idina, te juro que no sé a lo que te refieres. ¡Explícanos que te ha pasado! – Le pidió Sailor Shadow con tono suplicante en tanto se acercó a ella poniendo sus dos manos sobre los hombros de la muchacha, asegurando entre sollozos. – Te lo pido por nuestra amistad. Te juro por mi hija que siempre he sido tu amiga.

-Sí Nehie. Sé que lo crees de verdad. Mi querida amiga. Ojalá que fueras real… mi pobre padre. ¿Lo habrá sido alguna vez?...– Pudo replicar ésta casi con un susurro, parecía que su cabeza le daba vueltas y su mirada deambulaba perdida, entre sus más que asustadas compañeras. - ¿Acaso yo soy real?...

La atormentada chica no pudo contenerse más y cayó de rodillas, lloró con amargura y desconsuelo. Las otras la observaron con manifiesta preocupación. Sandy sin embargo se fijó en los restos de polvillo por ahí esparcidos. Entonces sintió algo extraño, más cuando con sus dedos provistos de guantes tocó algo de esa extraña materia.



-¡Claro! - Se dijo como si se hubiese dado cuenta de algo importante. – Amatista, ven y mira esto. – Le pidió a su compañera de trabajo y amiga. –



Ésta corrió a acercarse y se percató a su vez de esa fina película de color rojizo que cubría parte del suelo. Entonces miró a Idina que estaba ahora de rodillas en el suelo y vio cómo su amiga también tenía restos en su pelo y hasta en su cara, sin dudarlo le dijo a Neherenia que estaba al lado de la pobre chica.



-Ten cuidado con eso. No te aproximes más. Podría ser algún tipo de droga alucinógena.



Su interlocutora asintió, Idina se levantó trabajosamente. Aun aturdida. No sabía que le había ocurrido. Poco a poco su mente se iba aclarando. Había estado sumida en una especie de pesadilla terrible. Ahora comenzaba a reaccionar. Al poco escuchó la voz de Nehie llamándola con el tono teñido de preocupación.



-Dama del Fuego, Dama del Fuego, responde…Idina, ¿me oyes? ¿Estás bien?...



La chica pudo apenas elevar la vista hacia su compañera y musitar con un apagado tono de voz.



-Estoy aquí, en la intersección del callejón, pero….- Miró a su alrededor, no había nada y se dijo a sí misma con total desconcierto. – Juraría que vi a… no puede ser.



Sus compañeras fueron acercándose una a una y Amatista le preguntó



-¿Estás bien?  Escuchamos tu llamada pero luego no respondías. Y después… - guardó silencio, mejor no comentarle nada de su extraño y agresivo comportamiento, de modo que finalmente añadió.- Has debido de intoxicarte con esto. -  Y señaló esa especie de polvillo que casi cubría todo el suelo de alrededor. -

-Esperad. – Les pidió Kathy tocando aquello sin muchos problemas. – Creo que sé lo que es.



Y con los gestos inquisitivos de las otras les explicó.



-Es psicodronia, una droga alucinógena. Puede crear visiones muy complejas, y eso con solo tomar una pequeña cantidad. En eso Amatista tienes razón, pero no se contagia por tocarla, es por ingestión.

-¿Cómo sabes tanto sobre esto?- Le preguntó Kerria con sorpresa. –

-Hice algunos reportajes sobre drogas. – Replicó su prima cambiando rápidamente de tema para añadir.- Idina tiene una herida, eso ha debido de caerle en ella y se ha mezclado con su torrente sanguíneo. Y posiblemente también la haya inhalado por causa de la explosión. Por eso ha experimentado una reacción tan fuerte. Esta droga suele tomarse por disolución con algún líquido y proporciona una especie de viajes, se ven cosas. Pero ella la ha recibido sin rebajar. Sería conveniente llevarla al hospital.

-Me duele mucho la cabeza. – Pudo decir la afectada que ahora estaba siendo sostenida en pie casi únicamente por el esfuerzo de Nehie y Amatista. –

-Lo mejor será que la llevemos a casa. – Afirmó Sandy - yo me ocuparé de ayudarla con mi aura curativa. Por lo que percibo en ella está recobrándose…

Las demás convinieron en eso. Entre sus primas Kerria y Kathy la ayudaron a andar para salir. Una vez fuera todas adoptaron sus identidades civiles. Sandy con sus poderes curativos redujo la herida. La muchacha comenzó a encontrarse mejor, se le aclaró la cabeza lo suficiente como para decir.



-Apenas si me acuerdo de lo que ha pasado, perseguía a alguien…luego ese agujero y esa figura tan negra.

-¿Qué agujero?- le preguntó Kerria con visible desconcierto. –

-Debiste de tener una alucinación tremenda. – Valoró Katherine. –

-Sí. Eso debió ser. – Convino débilmente la muchacha que ahora se miró su collar roto, por suerte su amiga Amatista lo había recogido y se lo devolvió. - ¿Qué le ha pasado a mi colgante?- Pudo decir con pleno desconcierto en su voz, agregando al percatarse. – No estoy transformada en justiciera…

-Te lo arreglaremos – le ofreció Neherenia que comentó ahora con cierto tono de inquietud. – Tengo que regresar con Heather y las niñas. –

-Te acompañaremos – se brindó Kerria a su vez afirmando. – Se supone que no estamos oficialmente aquí. No quiero que mi hermano me vea. Lo que haré es presentarme mañana en la prisión como su abogado.

-Yo voy a tomar notas y algunos planos con mi móvil.- Repuso Kathy aseverando convencida. - tendremos pruebas para encerrar a esos tipos durante mucho tiempo.

-Por favor, os pido que de momento no lo divulguéis, chicas. – Terció Amatista. – Si esto es una operación secreta como Logan me contó podríais estropearla. Kerria, no vayas a ver a tu hermano todavía.

-¿Acaso te fías de ese tipo?- Le inquirió Sandy con incredulidad para sentenciar. – Yo desde luego no lo haría.



Amatista suspiró devolviendo a su compañera una mirada de duda, aunque enseguida afirmó.



-No puedo estar segura. Sin embargo, creo que esta vez estaba diciendo la verdad… Vamos a darles un día más. De cualquier modo mi esposo estará a salvo, no pueden hacerle daño. Y siempre tendremos tiempo de actuar.

-Como tú quieras. – Suspiró Kerria a su vez.



Y en compañía de Kathy y de Nehie, las tres se alejaron tras asegurarse de que su compañera, la maltrecha Idina, parecía estará mejor. Las otras tres retornaron a sus hogares. Al llegar a la casa de la afectada por aquella intoxicación llamaron y Michael les abrió la puerta. Al ver a su mujer se puso a gritar histérico.



-¿Qué ha ocurrido?... ¿estás bien? ¡Voy a llamar al médico!

- Tranquilízate.- Le pidió Sandy. - La herida no es tan seria como parece. Y ya le hemos cortado la hemorragia.

- Por favor, Michael.- Añadió serenamente Idina. - Habla más bajo...vas a despertar a los niños… y me duele la cabeza…

- ¡Venga, quítate esa ropa! Vamos a ver hasta donde te han herido...- le pidió él recobrando la calma.



Idina obedeció despojándose de la manga de su vestido, tenía una herida aunque de poca importancia, a una altura entre el hombro y el codo.



- Ya está mejor.- Reconoció Amatista. - Te ha sangrado mucho, pero es más aparatoso que otra cosa.

-¡Esto es lo que sucede por iros a jugar a las heroínas! - Espetó él con visible enfado -¡Maldita sea! ¿Quién os mandaba meteros en eso?



            Sandy y Amatista le dedicaron sendas miradas de indignación. ¡Aquello no era ningún juego! No obstante, respiraron hondo. Ambas veían el estado de nervios y de preocupación del esposo de su amiga. Eran capaces de comprender su angustia y temor por Idina. Por ello lo dejaron pasar.



-Se pondrá bien. No te asustes.- Declaró lapidariamente Sandy.-

- Gracias por traerla,- les dijo Michael de forma seca, se le adivinaba el disgusto cuando les pidió abruptamente. – Ahora, por favor, dejadnos solos a mi mujer y a mí.

           

            Las interpeladas asintieron sin querer polemizar con el nervioso esposo de su compañera y se despidieron de ambos. Por supuesto que ni se les ocurrió hablarle de los episodios de alucinaciones que ésta había experimentado. Afortunadamente su amiga apenas si recordaba nada de eso. De modo que, sin decir siquiera buenas noches, se marcharon.



-¿Cómo te sientes, cariño?- Quiso saber Michael mirándola con inquietud.-

-Me da vueltas la cabeza y tengo algo de frio.- Repuso ella con un susurro.-



            Su esposo no tardó en levantarla en brazos e ir con ella a la cama. Con toda la delicadeza que pudo la depositó sobre ésta y le quitó su ropa poniéndola un camisón…



-Duérmete. Lo necesitas. Seguro que estarás mejor por la mañana…

-Sí- Sonrió débilmente ella que se notaba cada vez más fatigada, apenas si agregó con un hilo de voz.- Que alivio que seas tan real…Y nuestros hijos también, ¿verdad?...

-Los niños hace un rato que están en la cama.- Le contestó su esposo sin comprender a qué podría referirse ella.- No te preocupes por ellos, ahora tienes que descansar. Hasta mañana, mi amor.- Remachó dándola un suave beso en los labios y arropándola bien.-



            Michael suspiró, viendo como su esposa se quedaba dormida prácticamente al instante. Aquello era demasiado, esperaba que no volviera a tener el deseo de salir como justiciera nunca más. Por otra parte, Amatista y Sandy caminaban en dirección a sus casas, charlando un poco.



-Si no fuera por las circunstancias y porque sé que es un buen tipo, le habría hecho tragarse los dientes.- Masculló Amatista, con patente enojo.-

-Estaba muy asustado. Eso se podía percibir.  Tiene miedo, por él,  por Idina y por sus hijos.- Afirmó Sandy.- No seas demasiado severa con Michael.

-Ya te lo he dicho, no lo he sido.- Pudo sonreír ahora su interlocutora para suspirar en un intento por relajarse.- De lo contrario estaría en el hospital…pero tienes razón. Ha sido una tarde muy dura. Nos merecemos un descanso.

- Seguro que Leval será liberado muy pronto.- Quiso animarla su amiga.-



Amatista le agradeció esas palabras y ambas se despidieron para ir al fin a sus hogares, también tenían unos hijos de los que preocuparse. En otro lugar, Leval era trasladado en un furgón deslizador especial. Llovía a cántaros, una densa cortina de agua dificultaba la visibilidad, eso pareció gustar a Logan que ordenó arrancar. El furgón se puso en movimiento y al cabo de unos diez minutos Leval fue instado a descender. Decidió hacer lo que le decían, tenía la sensación de que iba a conocer a quién manejaba los hilos y entonces podría detenerles a todos. Logan en persona le hizo bajar, tanto mejor, así ajustaría cuentas con él. Durante el paseo ninguno habló, ambos entraron a una especie de hangar que estaba a oscuras. Cedric hizo que Leval se sentara en una silla que había allí dispuesta. Al cabo de un momento oyó pasos que se encaminaban hacia él, le preguntó a interlocutor que estaba allí de pié a su lado.



-¿Quién demonios está ahí, Logan?... ¿Algún jefazo de esta maldita trama?

- Caliente, caliente… ¡ja, ja! Todo a su tiempo.- Contestó éste añadiendo casi con regocijo - enseguida lo sabrás…



            Los pasos se detuvieron y a Leval le pareció advertir dos centelleos...Cedric dio una luz próxima a él y Leval pudo ver de quién se trataba, simplemente no pudo creerlo. Logan le dijo divertido en tanto cruzaba sus brazos a la altura del pecho.



-¿No te lo esperabas, eh? Aquí tienes al que maneja todo en la sombra, amigo...

- ¡Pero, no puede ser! - Exclamó el atónito prisionero. - Esto tiene que ser un truco, ¿tú? ¿Cómo es posible?....

- Leval, no necesito presentarte al Coronel Mazoui O` Brian.- Terció Cedric casi aguantándose para no reír. Verdaderamente esto le hacía resarcirse de muchas cosas. -...Creo que le conoces bastante bien. O al menos eso pensabas.



Y Mazoui también sonrió, parecía igualmente divertido observando la cara de su atónito primo. Se puso a su lado y le dijo con jovialidad.



- Sí Leval, soy yo, no comprendo a que viene esa cara que pones...

-¿Cómo que a qué viene mi cara? - Aulló éste para denunciar -¿Estás loco? Te veo compinchado con éste canalla de Logan para conspirar y todavía crees que no me tengo que sorprender.

- La verdad es que sí, estoy compinchado con Logan y todo es a causa de este negocio del Loten.- Admitió Mazoui para horror de su primo y amigo y por si no bastara con eso agregó  -...por cierto, he recibido noticias de que las justicieras han atacado a los traficantes. ¡Menudo lio han armado! Espero que no hayan puesto al descubierto toda la operación.

- No lo entiendo.- Negó Leval con la cabeza sin querer creer lo que escuchaba -...no puedo entender que tú...



            Suspirando, Mazoui juzgo que aquello ya era suficiente. Interrumpió a su asombrado primo con una sonrisa y declaró tranquilizador.



- Leval, amigo mío, no te preocupes. Ahora mismo te lo explicaré y sabrás el porqué de todo esto. Comprenderás que toda esta representación ha sido necesaria, porque, gracias a ti, vamos a poder  desarticular por fin a estas bandas...escúchame con atención…



Su primo tardó unos instantes en asimilar aquello, ¡menos mal! Ahora le parecía  salir de una terrible pesadilla de la que únicamente se sabe que es absurda y ridícula una vez que se ha despertado. Y más calmado, tomó la palabra y  aseguró a su interlocutor con total interés y asombro, teñidos de un gran alivio.



- ¡Te escucho, vaya si te escucho!



            Mazoui y Logan, cruzaron entonces sendas miradas de complicidad y se prepararon para contarle a su desconcertado compañero  la verdadera historia de lo que estaba ocurriendo.


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