Leval aún no se había recuperado de su sorpresa,
aguardaba ansioso el poder escuchar la prometida explicación. Logan le
tranquilizó diciéndole con serena afabilidad, a la par que Mazoui se sentaba a
su lado procurándose otra silla.
- Leval. Esto ha sido necesario para desviar la
atención de los traficantes y de aquellos que les apoyan aún dentro del
ejército y de los estamentos políticos...
- Cedric tiene razón. - Añadió Mazoui, explicando. -
Yo no estaba al corriente de nada hasta que él me llamó. Fue cuando Maray
resultó intoxicada con la droga, le dije que tú estabas detrás de esclarecer esto
y él me pidió que te ayudase, pero que no te contara que también él estaba en
el caso.
- No podía arriesgarme, lo siento. - Se disculpó
Logan con sincero pesar. -
- Soy yo el que te debe una disculpa, tampoco confié
en ti.- Admitió Leval para afirmar. - Me parece lógico tu proceder, en tu lugar
habría hecho lo mismo.
- Sí, no hubo
otra solución. Verás, te estuve vigilando y te desempeñabas bastante bien. No
te metías en nada que les causara sospecha. Y eras digamos, fácil de llevar. Pero
cuando tu hija resultó afectada tú perdiste tu cautela. - Le respondió Logan -
y todo el plan se podría haber ido al traste.
-¿Tú que habrías hecho Cedric...?.Si hubiese sido hija
tuya - se justificó Leval. -
- Lo mismo que tú, supongo.- Reconoció éste que le
confesó a su interlocutor dejándole sorprendido. -¿No te lo dijo tu esposa?, yo
también tengo una hija a la que quiero mucho y es precisamente de la edad de la
tuya
Eso sorprendió a su contertulio, no era capaz de
imaginar a ese tipo como padre de familia. Aunque, claro, habían pasado ya
tantos años desde sus tensiones y problemas a bordo de la SSP-1 que lo más
natural es que hubiese madurado y cambiado como él mismo y como el resto…
-También tuve que deshacerme de Zorton. Él tiene otra
hija de la edad de Maray, si no recuerdo mal. Pero, de haberse visto
comprometido, posiblemente hubiese actuado más directamente todavía que tú. Y
por otra parte, creo que alguno de los involucrados habían pensando en
contactarle para que se uniera a ellos. Su sector es el más importante en
tráfico de naves tras el tuyo.
-Comprendo.- Suspiró Leval.- Si hubiera aceptado
unirse a ellos malo, pero sino…
-Podría haber sido incluso peor.- Completó Logan.-
En tu caso, estando al tanto de los poderes que tienes, no querían arriesgarse
a hacerte chantaje. Eso quedó claro cuando tu hija se vio afectada. Un saiyajin
cabreado podría haber arrasado su negocio y liquidarles a todos. Pero en el
caso de Zorton, siendo un humano normal. De no haberse unido a ellos le habría
liquidado a él o amenazado con represalias contra su familia. Por eso, tuvimos
que arreglar su traslado. De este modo ellos colocaron a uno de los suyos en
ese puesto y pudimos tenerles bien pillados y rastrear su conexión con las familias
de los cárteles que les pagan.
-Ya veo. Realmente ha sido un modo de actuar muy
inteligente.- Alabó Leval. -
- El caso es
que descubrimos que esas tres familias pugnaban por el control del tráfico de
Loten en Bios. - Intervino Mazoui, explicando.- Logan estaba infiltrado
haciéndoles creer que era un militar corrupto, un colaborador del Triángulo
para hacerse con el mercado de Bios. Pero su misión real era obtener pruebas
para detener a los componentes de esa red y desenmascarar a los verdaderos
colaboradores...
- Y justamente tenías que ser tú. – Dijo Leval
centrándose en su rubio interlocutor. –
Logan sonrió y tras una pausa le comentó.
- Ten en cuenta que esos tipos poseen sus propios recursos
e informadores, no ignoran que tú y yo tuvimos problemas y conocen lo sucedido
en la nave durante el juicio. Cuando me destinaron aquí fueron ellos quienes me
contactaron. Estaba claro que pensaron que nuestras rencillas les iban a ser
muy útiles. Por supuesto que yo les animé a seguir creyéndolo. ¿Quién mejor que
un oficial que públicamente se hubiese significado tanto en tu contra como para
tratar de hundirte y de paso hacer el negocio posible? Eso me vino de
maravilla, tenía un móvil y además, creyeron poder comprarme. Al final, eso ha resultado trabajar a nuestro
favor y me ayudó para infiltrarme.
- Desde luego fuiste a por mí con una encomiable
celeridad y eficacia. - Admitió su
contertulio ahora no sin un divertido sarcasmo. -
- No estaba previsto hacerlo tan rápido pero es que
tú comenzaste a cruzarte en mi camino, Leval. - Le expuso Logan. – Ya te lo he
explicado, tuve que andarme con cuidado cuando denunciaste lo que ocurría. Ya
que ellos no sabían de donde venía tu información, agudizaron los controles y
las medidas de seguridad, me lo pusiste más difícil.
- Si estabais enterados de todo, ¿qué pasó con Juan?
¿Quién lo ha matado? – Inquirió su inquisidor, tiñendo en esta ocasión sus
palabras de consternación e impotencia. -
- Suponemos que cualquiera de las tres bandas. No lo
sabemos con seguridad y no pudimos hacer nada. Lo siento.- Se lamentó su
interlocutor. -
- Cedric llegó allí antes que tú, yo le pedí que
protegiera a Juan lo que pudiese,- terció Mazoui –pero, ya estaba muerto.
Entonces se le ocurrió esperar a que tú fueras a ver lo que ocurría.
- Supuse que irías.- Afirmó Logan esbozando su media
sonrisa habitual. - Estarías impaciente por conseguir la prueba que
necesitabas.
- Muy listo- concedió Leval con sorna para reprocharle
-...y me cuelgas el muerto encima y nunca mejor dicho.
- Lo siento, pero, sabiendo que tú no habías sido, si
te acusaba y te quitaba de en medio, a los ojos de los traficantes y sus
colaboradores yo estaría libre de sospecha de ser un topo.- Le explicó Logan. -
Fui antes a tu despacho y tomé prestado el
machete, luego lo manché con un poco de la sangre de Juan, tus huellas, claro
está, las tenía en el arma. De esta forma podría continuar con la misión. No
estaba planeado de esta manera, pero, ya que tú lo complicaste todo, tú has
sido la forma de arreglarlo.
- Pero en cuanto analicen el arma sabrán que no fue
la del crimen. - Opuso agudamente Leval. -
- No seas ingenuo. –Sonrió Cedric añadiendo con
despreocupación. - A los implicados en esto les conviene que tú cargues con
toda la culpa. Nadie pondrá en duda esta versión, esa gente tiene mucha
influencia. Y eso, por paradójico que pueda parecer, obra ahora en nuestro
favor. Nos da un tiempo precioso. Por eso es crucial que podamos desarticularles
por completo, sólo entonces podrá aclararse todo.
Leval le miró boquiabierto, aquello era una
monumental intriga, parecía hecha a medida para alguien de la cerebralidad de
Logan. Un tipo acostumbrado a los “juegos de cabeza”, que no perdía su sangre
fría. Ahora comprendía el por que su primo trabajaba con él y el que ellos dos
hicieran tan buen equipo. También a Mazoui ese tipo de intrigas parecían
dársele de maravilla, con los años había madurado mucho y sabía mantener la
calma y la frialdad cuando convenía. Mucho más que su impulsivo primo. No
obstante, Leval no podía estar más aliviado, ¡menos mal que Cedric ponía aquel
talento a su favor y no en su contra como había temido cuando le detuvo! Al
menos eso esperaba porque aun no acababa de fiarse del todo. Aunque si su
propio primo, con sus dotes de psicólogo, confiaba en él...
El mismo Mazoui tomó la palabra sacando a Leval de
esas meditaciones cuando le explicó.
- Te sacamos de Bios para que crean que te llevamos
preso a la Tierra. Para mayor verosimilitud, tu hermana Kerria ha sido avisada
de que necesitarás un abogado.
- ¿Qué?- Exclamó su interlocutor al que aquello no
le gustó en absoluto. – No tenéis porque mezclar a mi hermana en esto. Su vida
podría estar en peligro.
- No le pasará nada. Ahora tiene que estar viajando
hacia aquí. Nadie se va a preocupar, sencillamente cuando llegue querrá verte y
ser tu representante legal, pero tú ya no estarás allí. Tranquilo, la pondremos
al corriente en su momento. Ella se ocupará de montar un numerito protestando contra
tu indefensión y todo eso…
- ¿Y por qué la llamáis precisamente a ella?-
Inquirió su contertulio que todavía no veía aquello con buenos ojos. –
- Porque Kerria Malden es una abogada muy
prestigiosa y es tu hermana. Lo normal sería que quisiera defenderte. Y ya ha
representado a personal militar en juicios civiles antes. - Replicó Logan con
tono de obviedad desvelando a su perplejo interlocutor. – Hemos seguido también
su carrera con mucho interés, no se arredra ante nada, sin ir más lejos, hace
unos años estuvo en Nature defendiendo a una oficial militar acusada de
agresión a un civil. Y lo hizo contra prácticamente todos los poderes fácticos
de ese planeta. También tuvo un desempeño brillante en el proceso a otro
militar de la Tierra acusado de traición. Junto con tu prima Katherine O´ Brian
lograron desenmascarar y detener al verdadero culpable.
Leval
recordó entonces algunas cosas que su hermana le contase. Fue hace algunos
años, desde luego, pero coincidía con la versión que le estaba dando Logan.
-Pues si Kerria se ocupa del caso, y dices conocerla
tan bien, ya puedes imaginarte que nada va a detenerla.- Opuso Leval.- Es eso
lo que me preocupa. No quiero que tenga problemas por mi causa.
- Pero
mientras tanto, a ti se puede arreglar un "accidente" que “acabe
contigo” para que no hables en un posible juicio. O mejor aún, dilatar tu
vuelta pretextando formalismo que tu hermana se ocuparía de impugnar. Mientras
tú, con otra identidad, hasta que esto se resuelva, regresas a Bios. Te tendremos
en la sombra para el momento del golpe definitivo contra ellos.- Le aclaró
Mazoui. -
- Todo eso está muy bien.- Respondió el aludido que
objetó haciendo ver su preocupación más inmediata. - Pero ¿y mi mujer y mis
hijos?
- Amatista sabe ya que yo soy un infiltrado. - Le
tranquilizó Logan, - vino a verme cuando estabas preso en los calabozos. - En
unas cuantas palabras le refirió a Leval lo ocurrido para asegurarle. -No
temas, Mazoui le contará toda la verdad...y después se lo dirán a tu hermana.
- Hay que reconocer que eres un buen actor, Logan -
concedió su interlocutor que no pudo
evitar una sonrisa al añadir. - ¡La pobre Amatista tuvo que pasarlo muy mal!
- No era mi intención, - Cedric calló unos segundos
y sonriendo ligeramente a su vez con cierta picardía, rectificó. - Bueno,
quizás un poco sí. No te mentiré, en ciertas cosas se la tenía jurada, como a
ti. De todos modos, tenía que dar la máxima sensación de realismo posible. Y
ella tampoco lo hizo mal, resultó muy convincente. - Añadió acariciándose el
mentón. -
- Si llegas a hacerme eso a mí- sonrió Leval no sin
un claro tinte de veracidad encubierta en su tono jovial. - Te habría hecho
pedazos.
- Casi lo haces en el calabozo - resopló Logan
recordándoselo con cierto tono de reprobación. -
- ¡Desde luego, Leval!, tendrás que reconocer que
Cedric se la ha estado jugando bien- rio Mazoui, visiblemente divertido con
todo eso.- Ha hecho lo justo para que pareciera real y no cabrearte demasiado.
Su amigo asintió también sonriendo, ahora era fácil
tomarlo a broma, pero en su momento fue una situación muy tensa, aunque
recordando otros acontecimientos Leval inquirió a Logan recuperando la seriedad al tiempo que le
lanzaba una suspicaz mirada.
- Dime una cosa ¿No pudisteis evitar que mi hija y
otros niños sufrieran esa intoxicación? o al menos atrapar a esos cerdos...
- Lo lamento, pero no tuvimos oportunidad de
descubrir que iban a tratar de dar la droga en los refrescos.- Respondió éste.
-Y en lugar de capturarles preferí que huyeran, pues sabía que correrían a
buscar refugio en alguna de las organizaciones. Les seguí y hubo suerte. No te
puedes imaginar la cantidad de drogas diferentes que tienen. No solamente hay Loten,
además hemos detectado Psicodronia, Plaguen, Phobioscolina… etc. En fin, tienen
un auténtico arsenal, para este planeta y para Nature.
- Y lo mejor de todo es que Logan descubrió quién
era el principal contacto en el ejército.- Dijo Mazoui avivando la atención ya de
por sí notable de su primo. -
-¿Quién es?.. - preguntó su primo realmente intrigado.
-
- Imagínatelo...-
le medio retó Cedric al tiempo que
sonreía como si fuera obvio. -
-¿Strips?....- aventuró Leval, casi por decir el
primer nombre que se le pasó por la cabeza y Logan asintió. - ¡No puedo
creerlo...bueno!,- corrigió indignado - sí que puedo creerlo, pero... ¡será
bastardo!
- No es el único que está implicado,- le advirtió
consternadamente Mazoui. - Algunos oficiales de cuadrantes también lo están
y cuentan con la ayuda de algún que otro
político de Bios.
-¿Comprendes ahora mi posición? - Intervino Logan. -
No he podido contar con ningún oficial de alto grado porque no sabía con
seguridad quien era un colaborador y quien no. De ti, supuse que serías leal,
pero no podía asegurarlo plenamente hasta que no reaccionaste por lo de tu
hija. Aunque te parezca un indeseable por decirlo, en el fondo eso fue una
suerte. Así supe que podría contar contigo cuando fuera preciso...
- Me lo podía esperar de ti.- Suspiró Leval más
relajado y añadió mirando a su primo con un cierto tinte de reproche. - Pero tú
Mazoui...podrías habérmelo dicho.
- No podía hacerlo, ¿cómo te aviso? - Le preguntó éste
para responderse de inmediato. - La información que te prometí, es decir la que
desenmascararía al responsable militar del tráfico de Loten, era algo que Logan
había descubierto. No tuve más que confirmárselo. Te lo íbamos a decir cuando
descubrimos que habían matado a Juan. Entonces vine para aquí lo antes posible.
Cedric me contó que había planeado cargarte su muerte para quitarte del punto
de mira de esos tipos y de paso, librarse él de sus sospechas. Me pareció bien,
porque era la coartada perfecta para nuestro plan. Ahora sólo tiene que ir a
hablar con Strips, que le creé uno de sus principales colaboradores. En cuanto
confiese, o Logan logre que diga algo que le inculpe, le tendremos.
- Entonces yo debo salir hacia la Tierra.- Afirmó
Leval incomodado por perderse la acción afirmando con inquina. – Como me
gustaría agarrar a ese malnacido de Strips y sacarle la confesión yo mismo.
- Lamentablemente esa forma no sería muy legal.- Terció Logan que le confirmó. - Sí, enseguida
embarcarás en una nave custodiada. Por suerte creen que te hago chantaje con tu
familia, por eso me ocupé de decirlo en alto para que lo oyesen, sino, con tus poderes,
no se creerían que te hemos podido detener por las buenas...
- Y ¿cuándo vuelvo entonces? - Inquirió Leval con un
gesto pensativo. -
- Estarás en una nave, cerca de aquí- le explicó
Mazoui - realmente no te irás....
- Pero, me preocupan Amatista y las otras chicas, tú
has dicho que habían atacado a los traficantes. Espero que estén bien.
- Por una parte, ha sido una suerte para nosotros
que las chicas interviniesen.- Le confesó Mazoui. - Han desviado la atención de
las bandas, pero me preocupa que interfieran en nuestras operaciones. Por eso
le dije a Logan que Amatista era una justiciera, porque temía que, tras lo de
Maray, ella tampoco se quedaría cruzada de brazos.
- Esa es otra razón por la que le puse a ella las
cartas boca arriba.- Terció Logan que le explicó. - Al tranquilizarla respecto
a ti y decirle lo que planeo, confío en que ella advierta a sus compañeras. Conociendo
la verdad no harán tampoco nada demasiado arriesgado. Ni llevadas por algún
deseo de venganza. Como intentar llegar hasta los cabecillas por su cuenta. ¡Al
menos eso espero! - Suspiró para añadir. - Eso sí, no le dije que conocía su
identidad, pues temí que eso la retrajera.
- De todos modos contamos con la colaboración de
otras personas que se cuidarán de que ellas no profundicen demasiado, al menos
no todavía.- Le contó Mazoui. –
El muchacho recordó la reunión que mantuvo con Lance
en la Tierra, éste ya le había contado cosas anteriormente, asuntos realmente
muy trascendentales al lado de los cuales toda la operación antidroga en Bios
era simplemente un pasatiempo. Pero el hermano de Idina se ofreció a ayudar y
le desveló a su primo.
-La Reina de la Luna Nueva es parte de mi equipo de
colaboradores. Haré que venga con cualquier excusa y que de paso avise a tu
hermana y a tu prima.
-No creo que sea muy buena idea hacer que Kathy
venga, sobre todo a participar en una operación como ésta.
-No te preocupes por ella, es fuerte, podrá
resistirlo. – Le aseguró Lance dejando al chico visiblemente sorprendido por lo que su primo añadió con tono suave y
amable. – Sé lo de tu hermana hace bastante tiempo, Mazoui.
-Yo…no lo entiendo. Solamente lo sabemos ella,
Minako, bueno quiero decir, la princesa Venus, y yo…
-No temas, ni Minako Aino ni tu hermana me lo han
contado. Pero no puedo decirte más – le comentó Lance agregando. – Eso es
materia muy clasificada, como oficial de inteligencia debes comprenderlo.
-Me cuesta mucho hacerlo cuando mi propia hermana
está implicada. – Admitió el muchacho. – ¿Lo comprendes, verdad? Tú tienes una
hermana menor también.
-Igual que a mí cuando me enteré de lo de mi padre.
Y con Idina tendré que hacer algo que me va a resultar muy difícil. – Suspiró
Lance sentenciando. – Pero no tenemos otra elección, Mazoui. Ahora debemos
cumplir con esta misión. La hermana de Leval vendrá para ayudar también,
oficialmente le cuentas a tu primo que ella estará aquí para tratar de
defenderle en un juicio…
Mazoui asintió, sus pensamientos se interrumpieron
cuando fue precisamente Leval el que habló dirigiéndose Logan.
-¿Cuando irás a ver a Strips?
- Cuando te embarque a ti en la nave.- Respondió su interlocutor que pasó a urgirle. - Así que
debemos irnos ya...
- Confía en nosotros, amigo...- Le pidió Mazoui dándole
un abrazo. -
- ¡Qué remedio me queda! - Suspiró Leval resignadamente.
-
Logan
le guiñó un ojo de forma cómplice y salió con él de esa especie de recinto,
acompañó a Leval al mismo furgón. Luego de llegar al astropuerto, le metió en
una nave con instrucciones de llegar a una órbita estacionaria lejana de Bios
para no ser detectada y esperar allí nuevas órdenes.
-Recuerde- Le indicó al piloto, uno de sus hombres
de confianza.- Vaya al punto delta tres. Y quédese allí hasta que el coronel
Malden le indique.
-A sus órdenes.- Replicó ese individuo.-
Esa
lanzadera despegó elevándose con rapidez. Mazoui desapareció de la escena
ocultándose.
-Bueno, ya estamos en marcha.- Se dijo, comunicando
con Cédric.- Espero que todo salga bien y que Leval no se impaciente.
-Sí, la paciencia precisamente no se cuenta entre sus
virtudes.- Se rio su interlocutor.-
-En esta ocasión creo que podemos confiar en que
aguardará.- Afirmó Mazoui, declarando ya más serio.- Ahora te toca a ti.
-Vamos allá. Deséame suerte.
-Suerte pues. – Convino su contertulio.
Y tras cortar la comunicación, Logan por su parte se
encaminó hacia el cuartel general de Bios, a charlar un rato con Strips.
-Ahora depende de mí, engañar a ese cretino.- Se
dijo no sin un ligero nerviosismo.-
Y en tanto todo esto sucedía, en casa de Leval,
Amatista estaba intranquila pero confiaba en que su marido estaría seguro. Con
Idina y Sandy en sus respectivas casas, ella no saldría para nada. Eso sí,
tenía que decirles a sus compañeras que tampoco emprendieran acciones por su
cuenta, pues, como Logan había supuesto al decirle a Amatista la verdad, ella
no quería hacer nada que entorpeciese su misión. Entonces sintió que alguien la
llamaba desde su habitación, fue hasta allí y descubrió no sin sorpresa a
Mazoui.
-¿Cómo has?.. ¡Ah, claro!, la translación
instantánea. – Sonrió ella para querer saber de inmediato. - ¿Sabes algo de
Leval?
-Sí, no te inquietes, está bien y a salvo. –Le
confirmó él con afabilidad.-
-Logan me dijo que él estaba trabajando encubierto.-
Le contó su interlocutora. –
-Es cierto. Por esta vez te ha dicho la verdad. – Sonrió
ahora su amigo que someramente le hizo un resumen de lo sucedido. –
-Eso confirma lo que estaba pensando – le refirió
ella.- No moverme y esperar, las chicas tendrán que hacer lo mismo…
-Trata de avisarlas, por favor. - Le pidió Mazoui
afirmando. – Yo tengo cosas urgentes que hacer…
Y concentrándose en alguna otra energía desapareció.
De modo que la esposa de Leval se quedó aguardando en casa pero al salir de su
habitación y tras un rato sus hijos comenzaron a preguntarle por su padre.
- Oye, mamá. ¿No va a venir papá?...ya es muy tarde.-
Se preocupaba Maray. -
- Cariño, tu padre ha tenido que ir a la Tierra por
su trabajo,- le explicó su madre con la voz más calmada que pudo añadiendo con tinte más jovial. - ¡Tardará
algunos días en volver!..
-¿No le ha pasado nada malo, verdad? - Insistió la
chica que parecía asustada sobre todo al
añadir con visible angustia. -¿No estará en la cárcel?
- No, mi vida.
Tranquilízate. - Sonrió Amatista y acarició a su hija al tiempo que le
aseguraba.- Todo va bien, te lo prometo.
Desde luego que se alegraba de saber la verdad. Quizá
de creer que Leval estaba en apuros, no habría sido capaz de mentirle a la niña.
Tenía que reconocer que no era tan buena actriz como Logan, y suspiró
agradecida de que, al menos en esto, no engañaría a su hija a la que ahora
abrazó dándole un beso en la cabeza.
-Maray, tienes que calmarte. Déjanos esto a
nosotros. No va a le pasar nada malo a papá, ¿Eh?..
La niña asintió, aunque con los ojos llorosos. Asthel
se acercó y escuchó la conversación, no sabía lo que pasaba exactamente pero
tenía la sensación de que efectivamente, su padre estaba a salvo y pensó que,
además, él podría ayudar. Se metió en su habitación y consultó aquel libro que
Lance le diera. Ahora pudo leer algo en páginas que antes habían estado vacías.
Allí todo estaba escrito con meridiana claridad. Supo entonces lo que hacer.
Saliendo de su habitación tras esconder el libro se acercó a su madre y le
propuso.
- Mamá. Me gustaría hacer algo...
-¿El qué, hijo?...- le preguntó Amatista sin saber a
qué se refería. -
- Podría ayudar a papá a atrapar a esos hombres, los
que nos atacaron a mí y a Madeleine. - Le expuso él. -
- No hijo, de momento no hagas nada.- Le indicó
tajantemente ella. -Quizá lo único que se pueda hacer es ayudar a que no se venda
la droga, pero tú no te metas. Hay algunas personas que están tratando de
detener a los culpables y podríamos estorbarles...
- Vale mamá. Pero podría ayudaros a ti, y a Sandy e
Idina. - Propuso con visible interés. -
- Tengo que decirles una cosa a las dos pero no por
vídeo teléfono, podría estar intervenido ¿Puedes llevarme allí sin que nos vean?
- Le preguntó su madre recordando la habilidad que poseía su hijo para ello. -
-¡Claro, mamá!- aseguró él que la levantó en brazos
entusiasmado por poder intervenir. -
-¡Uhh, ten cuidado! - Le dijo Amatista sorprendida
por esto, con las risas de fondo de Maray, sobre todo cuando su madre preguntó,
no sin tono inquieto. - ¿Crees que podrás conmigo?...
- ¡Venga ya...soy muy fuerte!...- sonrió Asthel
restándole importancia a eso para declarar con entusiasmo. - ¡Ahora vamos a ver
a Sandy!
Desaparecieron
a través de uno de esos pasillos que Asthel sabía abrir y de modo instantáneo reaparecieron
en casa de Sandy. Ésta no se sorprendió mucho, pero a Coraíon si le sobresaltó.
Granate, que estaba por ahí, también se quedó impresionado.
-¡Eh, Asthel! ¿Cómo hacéis eso? - Le preguntó el chico con la boca abierta aquello no se lo
había enseñado cuando entrenaban. -
- Ya te lo enseñaré, es uno de mis trucos favoritos.-
Replicó éste con visible satisfacción para dirigirse después a su madre en
tanto la dejaba de pie. - Bueno mamá.
Aquí estás.
Amatista le sonrió, dándole un cariñoso pellizco en
el moflete a su hijo, cosa que lo avergonzó bastante, para después pasar a
decirle a Sandy y a Coraíon.
- Lamento interrumpir. Pero he venido a advertirte
de que no hagas nada en el asunto de los traficantes por tu cuenta, Sandy.
- No te preocupes,- convino su amiga - de momento ya
les hemos dado un buen golpe....pero ¿A qué viene eso? - Quiso saber con
patente desconcierto y curiosidad. -
- Por el momento no puedo ser demasiado explícita,
pero hay un plan desde dentro para desarticular la banda. No debemos
estropearlo, ya te diré más cuando pueda.- Amatista se dirigió a su hijo para
indicarle con urgencia. - Vamos Asthel, a casa de Idina...
Ambos
dieron las buenas noches y el chico volvió a sostener en brazos a su madre. Se
transportó otra vez, vía agujero y Amatista informó de lo mismo a Michael.
Aunque el ambiente estaba algo tenso, finalmente él pudo decir tratando de
sonar conciliador.
-Al menos en esto estamos totalmente de acuerdo. No
te preocupes, en cuanto se despierte claro que se lo diré.
-Ninguna queremos salir dañada.- Afirmó Amatista
ahora, tratando de ser también más afable.- Pero, entiéndelo. No sólo podemos
mirar por nuestro bienestar. Tenemos esta obligación…
-Creo que ya la habéis cumplido con creces.- Repuso
su interlocutor añadiendo con inquietud.- Lo único que quiero es que mi mujer
no sufra daños, al igual que vosotras tiene una familia que la quiere y se
preocupa por ella.
-Lo sé. Lo siento Michael.- Se disculpó su
contertulia.- Solo te puedo prometer que trataremos de terminar con esto lo
antes posible. Danos un voto de confianza, por favor…
El esposo de Idina no contestó, algo a regañadientes
se limitó a asentir. La presencia de ese muchacho allí por un lado le llenaba
de tranquilidad y por otro le inducía a guardar las apariencias. Amatista
suspiró aliviada. Al menos habían suavizado un poco aquello. Despidiéndose, le
indicó a su hijo que la llevase de vuelta. Asthel por su parte percibió algo.
Supo entonces que tenía que ir a hablar con alguien. Lo haría cuando retornase
con su madre a casa. Aunque antes le comentó en tanto atravesaban otro de
aquellos corredores dimensionales.
-¿No vas a ver a las tías Kerria y Katherine?
-Pero, ¿cómo sabes tú que…?- Amatista se interrumpió
sin poder acabar la pregunta mirando a su hijo con la boca abierta. –
-Lo sé.- Afirmó él sin darle más importancia para
añadir. – No podría decirte como. Pero creo que les vendrá bien que las
visites.
-No tengo ni idea de dónde podrían estar. – Confesó
su madre. – Esa es la verdad.
-Pero yo, sí – sonrió el muchacho. –
Amatista asintió cada vez más atónita, si su hijo lo
decía tan convencido posiblemente llevase razón. De hecho tendría que haberles
comentado eso mismo, pero por mor del secreto de su presencia en Bios no quiso
pedirle a Asthel que la llevase, y además era cierto que ¡tampoco hubiese
sabido a dónde!
-Bueno, pues, llévame junto a ellas, cariño. Por favor. - Le pidió la
anonadada mujer.-
-Eso está hecho, mamá.- Sonrió él.-
Ajenas a todo aquello Kerria y Kathy estaban en el
hotel principal de Vitae, la capital de Bios.
-Estoy muy cansada.- Bostezó Kerria.- Me vendrá bien
dormir un poco.
-Sí, es lo que tiene hacerse mayor.- Se sonrió su
prima.-
-¡Oye, rica!- Replicó su interlocutora a medio
camino de la chanza y la reivindicación.- ¡No soy tan mayor!
-¡Anda! - se rio Katherine.- A ponernos el pijama,
como cuando hacíamos fiesta en tu casa.
-Sí, con Tist y con Idina, cuando entrenábamos al
principio de ser justicieras. ¡Cómo pasa el tiempo! ¿verdad?- Comentó Kerria
ahora con una mezcla de nostalgia y afabilidad.-
-Pasa muy deprisa.- Suspiró Kathy que parecía sentirse
realmente agotada, notando como su corazón latía cada vez más deprisa.- ¡Oh, no!
No ahora.- Pensó preocupada.-
Estaba desde luego deseando ir a dormir, y antes de
eso pasar por el baño para calmar esa sensación. Su prima también parecía estar
muy cansada. Grande fue su sorpresa cuando, tomándolas casi a medio desvestir,
apareció Asthel llevando en brazos a Amatista. El muchacho se ruborizó y
enseguida se dio la vuelta al verlas.
-¡Vaya! Éste sí que es un medio de transporte
novedoso. – Comentó Kerria que todavía estaba atónita y tapándose con su camisa.
–
-Si nos hubierais avisado de que llegabais incluso
habría sido mejor. – Recalcó Katherine algo molesta en tanto se cubría a su vez
con una sábana. –
-Lo siento, chicas. Asthel tuvo que traerme de esta
manera para evitar llamar la atención. – Se disculpó Amatista. –
-Tú dirás - Terció Kerria ya vestida y dándose la
vuelta. –Ya puedes mirar, Asthel. – Le dijo a su azorado sobrino -
Kathy estaba a su vez dispuesta, lo cierto es que ambas
compartían la habitación. La chica se sentía sin embargo nerviosa, tenía algo
que no deseaba que le descubrieran. Juraría que el hijo de Amatista la
observaba inquisitivamente, como si lo supiera, pero esa impresión pasó cuando
el muchacho se centró en las palabras de su madre que les dijo a sus amigas.
-Veréis. Por lo que sé todo está dentro de una gran operación secreta. Mi esposo no corre
peligro, el mismo Mazoui está dirigiéndolo todo.
-¿Mi hermano?- Se sorprendió Katherine. –
-Sí, no te preocupes, Kathy. Me ha asegurado que
todo está controlado y le creo.- Afirmó Amatista.-
-Entonces, ¿qué tenemos que hacer nosotras?-
Inquirió Kerria comentando a su vez.- Iba a tratar de ver a mi hermano para
ofrecerme como su abogada.
-Pues será menor que no hagáis nada. Al menos hasta
que os lo comunique. Además creo que oficialmente ninguna deberíais estar aquí.
Sobre todo tú, Kerria. Sé que desearías ayudar a Leval, pero confía en mí. No
le hace falta.
-Sabes que confío plenamente en ti. Fue Neherenia la
que nos pidió que viniésemos y nos contó que había problemas. – Le informó a su
vez su cuñada. –
- No lo sé a ciencia cierta. Pero tengo la impresión
de que su hermosa y gentil Majestad sabe bastante más de lo que nos ha dicho. –
Reflexionó Kathy llevándose una mano a la barbilla, como en sus mejores
momentos periodísticos. –
-En cualquier caso, esperad hasta mañana. – Les
insistió su compañera. –
-Tranquila, con lo cansada que estoy no tengo demasiadas
ganas de aventuras. Es más, si mi hermano no precisa de mi ayuda, ni legal ni
de otra clase, creo que me voy a acostarme ya mismo. De hecho es lo que iba a hacer.
– Respondió Kerria mirando una de las camas. –
-Sí, será lo mejor. – Apuntó Katherine que tampoco
sentía ya muchos deseos de entrar en acción, al menos por esa noche. -
-Entonces que descanséis. – Les deseó Amatista que
indicó a su hijo que debían retornar. –
Asthel volvió a tomarla en brazos y abriendo de
nuevo uno de esos pasillos regresaron a casa.
-¡Vaya una película! – suspiró Kerria poniéndose su
pijama y tumbándose en la cama. –
-Voy un momento al baño, si me disculpas. – Le dijo
su prima. –
Su interlocutora ni contestó ya se estaba metiendo
en la cama con ganas de dormir. Recordaba ahora. Cuando Neherenia las avisó por conferencia de video la había
sorprendido en medio de una montaña de documentos y códigos de leyes. Estaba
preparando un caso de discriminación y apenas sí había dormido la noche
anterior. Por fortuna, Sam tenía unos días libres del trabajo. Junto a Bertie y Roy se quedaron con Brian. A ella no le gustaba la
idea de dejar de ver a su hijo y no poder estar con su esposa, pero la soberana
le pidió encarecidamente que la acompañase. La chica estuvo algo remisa pero
aceptó, sobre todo cuando Nehie le comentó que su hermano Leval estaba en
apuros. Ahora, toda esa tensión acumulada y el cansancio le pasaban factura,
cayéndole encima como una losa…
-Hasta mañana. - Pudo decir con un gran bostezo a su
prima que ya estaba en el cuarto de baño y ni la escuchó.-
De hecho, Katherine respiraba de forma agitada.
Aquello había sido un golpe de suerte, o quizás una desgracia, no estaba segura
pero a ella se le habían acabado sus pastillas. Sacó de su bolso una de
aquellos paquetitos que se llevase de aquel almacén. Lo abrió con cuidado y lo
probó. Era plaguen. Tuvo mucha suerte dado que en un principio lo tomó por
heroína. Esto era justo lo que necesitaba. Con mucho cuidado calculó una dosis
y sacando su jeringuilla la rellenó. Con la práctica que le daba la experiencia
se ató la goma que siempre llevaba consigo en su brazo derecho por encima del
codo. Cuando se encontró la vena se inyectó. Suspiró con un gran alivio cuando
esa sustancia penetró en su torrente sanguíneo. Ahora enseguida le haría efecto
y podría descansar. ¡Menos mal! De no haber podido procurarse esa dosis habría
estado temblando y con aquel terrible síndrome de abstinencia. Kerria lo habría
descubierto sin duda. Pero, pasado ese momento de imperiosa necesidad, la culpa
la invadía. Le afloraron unas lágrimas que de inmediato se secó. No podía salir
así. Se arregló un poco y guardó todo en el bolso. Al fin salió del baño y se
acostó. Por fortuna su prima ya estaba dormida.
-Hasta mañana, Ky.- Musitó en la oscuridad sin
recibir respuesta.-
Por
su parte, Asthel y su madre concluyeron aquel periplo. De vuelta en casa
Amatista felicitó a su hijo que se
sintió muy orgulloso de haber podido colaborar…
-¡Gracias cariño, me has sido muy útil! Ahora
dedícate a tus cosas y no te preocupes...
Asthel
sonrió visiblemente satisfecho y se fue a su habitación. Ahora pasaría a ir a
ver a alguien con quien debía hablar. Amatista por su parte siguió aguardando.
Tenía muchas ganas de poder intervenir en ayuda de Logan y Leval. Cuando sus
hijos se acostaron decidió dormir al fin, vencida por el cansancio de un día
muy intenso y pensando.
-Espero que todo salga bien…
Su hijo entre tanto había creado otro pasillo.
Apareció en una habitación cerrada en donde estaba Lance quien no pareció
sorprendido al verle.
-Mensajero. – Pudo decir por todo saludo - ¿Qué
haces aquí?
-Deberías saberlo. – Contestó el interpelado que a
su vez preguntó no sin un tono de reproche. - ¿Por qué le dijiste todo aquello
a tu hermana?
Lance suspiró, sentándose en una cercana
butaca. Ante la mirada inquisitiva de su
interlocutor le confesó con tono entre cansado y entristecido.
-Cuando llevas tantos años ocultando cosas y
actuando en la sombra a veces aprovechas la oportunidad. Quiero a mi hermana y
a mi familia más que a nada y no soporto hacerles esto. Pero al menos pude
decirle la verdad a ella. Aunque fuera de esa forma.
-Pero podrías haberle destrozado la vida. – Opuso
Asthel con desaprobación. –
-Todo estaba previsto, como de costumbre, no dejamos
cabos sueltos. – Sonrió Lance que le comentó. – Sufrió una alucinación producto
de una intoxicación por drogas. Yo ni siquiera habré estado en Bios. La pobre
ni se atreverá a preguntarme y si lo hace le diré que estuve con nuestra madre,
lo que será verdad porque me iré enseguida. Se sentirá como una tonta.
-Comprendo. – Pudo replicar el muchacho bajando la
cabeza para remachar con sentido pesar. – Lo siento mucho, sé que esto no ha
debido de ser fácil para vosotros. Todos estos años hasta mi aparición.
-Al menos los demás han tenido un nuevo comienzo. –
Afirmó Lance. – Ahora mismo hasta Nehie cree que todo lo que está haciendo
corresponde al plan que le contamos Mazoui y yo. Está con su hija, con su antigua
doncella Anaris, su amiga Heather y los hijos de ésta, deseosa de quedar con mi
hermana y mis sobrinos mañana para pasar un buen día con sus antiguas amigas de
la universidad. Y así será.
-Tú también podrás ser feliz. – Le animó Asthel –
Algún día…
-Ahora al menos hago algo más bonito, estoy con mi
madre y cuando todo esto termine trataré de animarla en lo que pueda. Lo merece.
Gracias a ella y a tu abuela, mi tía Bertie, por ejemplo estamos todos aquí. Y
con suerte mi hermano y su familia vendrán dentro de poco a visitarnos. Sé que
a ti ya te queda menos para comenzar tu misión. – Agregó su contertulio para
sentenciar con solidario tono. – Y cree que no te envidio. Si quieres mi
consejo, fruto de la experiencia, aprovecha el tiempo que aún te quede con los
tuyos.
-Lo haré, aun deberán pasar quizás algunos años.
Supongo que en cuanto vengan los dioses que faltan al fin sabré realmente que
debo hacer y todo empezará. – Suspiró el chico que dándole la mano a Lance se
despidió. – Ahora debo volver. Y por cierto, gracias por el libro, es muy
interesante…
-Ya puede serlo. Le costó la vida a mi padre. - Suspiró
Lance con marcada tristeza.-
-No será en vano, eso te lo aseguro.- Le prometió el
chico realmente apenado por ese buen hombre.-
-Gracias, en ti confío. Pero ten cuidado, ese libro cambia
a veces. Algunas realidades pueden reescribirse, y me refiero a un modo,
literal.
-Por cierto. Ya que lo mencionas.- Repuso agudamente
el chico.- ¿Terminaste con esos asuntos pendientes?
-No del todo, pero ojalá que no me lleven mucho
tiempo.- Suspiró su interlocutor añadiendo con un tinte más tranquilizador.- En
cualquier caso, no debes preocuparte por ello. Tú ya tendrás bastantes cosas
que atender. Ojalá pueda serte de más utilidad. Pero, si no te veo más, buena suerte,
Mensajero. – Le sonrió su interlocutor. –
Asthel asintió reconocido, abrió otro pasillo
dimensional y regresó a su habitación, deseando descansar. Por su parte Lance
sacó una especie de agenda negra de entre sus pertenencias y la ojeó,
musitando.
-Tendré que
ocuparme de esto lo antes posible. Hay cosas que no recuerdo haber leído…y
hacen referencia a Nature. Alguien está dedicándole mucho tiempo a cambiar
cosas allí, y me temo que sé quien es…
Ajeno a todas aquellas situaciones, Cedric llegó a
la sede del cuartel general. Tras su identificación de rigor, entró a la zona
del despacho de su superior, el general Strips, que le recibió enseguida,
estaba muy satisfecho. Logan saludó y su superior le ordenó descanso, éste le
sonrió con su hipocresía fingida que tanto y tan bien dominaba.
- Se presenta el Teniente Coronel Cedric Logan, a
sus órdenes, señor...
- Muy bien, Coronel.....me alegro de poder contar
con usted. ¿Ha resuelto el pequeño problema del que le hablé?...- Se interesó
su interlocutor. -
- Todo está resuelto,- repuso Cedric con un tono
triunfalista para añadir no sin regocijo. - Me temo que el objeto de nuestras
preocupaciones ahora tiene las suyas propias...señor...
- Mis amigos se alegrarán de saberlo, ya empezaban a
inquietarse. Y eso no nos convenía. Debo reconocer que su idea ha sido genial,
sabía que, con usted aquí, Malden tenía los días contados.
- Hace mucho tiempo que esperaba esta ocasión, le
estoy muy agradecido.- Pudo replicar Logan con afectada amabilidad. -
- Muy bien. - Repuso el general aliviado para
agregar con tono de apremio. - Entonces, al grano Coronel. Dentro de poco
vendrán un par de naves desde la Tierra, traen mercancía muy valiosa. No debe
de haber ningún problema. Usted se encargará de que así sea. ¿Queda claro?...
- Sí, señor... ¿cuándo y dónde llegarán? - Quiso
saber Logan. -
- Dentro de tres días en la zona del cuadrante que
nuestro amigo ha dejado vacante - repuso Strips con una mezquina sonrisa -
- Por cierto, habrá que sustituir al teniente
coronel Malden, señor. Con alguien que no sea tan… puntilloso en el
cumplimiento del deber. Del mismo modo que nos deshicimos de Zorton. - Recordó
Logan igual de sonriente. -
Su jefe asintió, con una seguridad en el tono propia
del que ya tenía aquello previsto de antemano, cuando le confirmó.
- Tengo algunos oficiales de confianza. No se preocupe,
daré orden inmediata de que se ocupe ese puesto. Nada más, puede retirarse por
ahora.
- Una cosa más, señor- le dijo Logan añadiendo con
prevención. - Espero que no le suene mal, pero con el ajetreo del asunto Malden
he tenido ciertos gastos...ya me comprende. Espero que sus amigos serán
generosos con nosotros.
- No lo dude, tendrá una buena parte, lo bastante
como para retirarse si le apetece. Ahora retírese, aunque sólo sea de mi despacho.-
Le indicó Strips.-
Aquel tipo rio por su propia ocurrencia, lo cierto
es que se encontraba de un inmejorable humor porque todo iba como él había
planeado, al menos eso creía. Por su parte, Logan le siguió el juego riendo a su
vez, pero pensaba.
- Ríe maldito cretino, por esta vez no has dicho
nada lo suficientemente inculpatorio, pero ya caerás...- y sin perder su
aparente jovialidad saludó y se retiró.-
El
general esperó a que Logan se hubiera marchado y llamó a su vez. Estuvo pegado
al auricular del vídeo teléfono cuya imagen no era visible con claridad. Esa
imagen semi borrosa le habló.
-¿Todo arreglado, Strips?...
- Sí.- confirmó éste. - He tenido confirmación por
fuentes solventes. El camino está despejado...
- El cargamento podrá llegar seguro y a tiempo,
supongo. - Terció aquel misterioso individuo. -
- No habrá problema.- Todo está controlado.- Le aseguró el general, que quiso saber. - ¿Cuándo
sabremos quién va a controlar el comercio y la distribución?
- Eso está en negociación, por ahora no hay un acuerdo,
pero a nadie le interesa una guerra en estos momentos. No tema, se resolverá
satisfactoriamente para todos....
- Muy bien, pero eso retrasará la venta y también los
beneficios.- Objetó Strips. -
- Usted no se preocupe por eso.- Le indicó aquella
voz para asegurarle. -Tendrá su comisión, la cantidad pactada, como y cuando se
acordó.
- Me gustará retirarme antes de que terminase el año.-
Le confesó el general, agregando con tono insidioso y amargado. - Ya estoy
harto de la misma rutina.
- Usted podrá ser un respetable ciudadano de Bios, incluso
llegar a algún cargo importante en política.- Le alentó aquel interlocutor. - Ahora
debo dejarle, tengo muchas cosas que atender.- Pero cuando iba a cortar la
comunicación, pareció recordar algo y agregó. - Hay algo más, hemos sabido que
unas mujeres sin identificar han atacado y detenido a muchos de nuestros
traficantes, se rumoreaba que podrían ser las justicieras. Eso podría echar al
traste toda la operación, quiero que dejen de ser una molestia...
- Me encargaré de eso enseguida...no tema, si
vuelven a aparecer serán historia.- Le respondió Strips.-
Aquella
figura pareció quedar satisfecha con eso. Asintió de forma casi imperceptible y
el vídeo teléfono se apagó. Logan había pinchado el aparato del general y
estaba escondido en un furgón con escuchas, tuvo la fortuna de grabar toda la
conversación. Con eso podría incriminar a Strips, aunque quería más evidencias
y, claro está, identificar a ese misterioso capo que le controlaba. Habría que
esperar un poco más.
-Todo a su tiempo.- Musitó.-
Después suspiró,
sabedor de que el ejercicio de la
paciencia era clave en esta trama y se marchó de allí. Leval por su parte
viajaba ya en la nave que estaba llegando a su órbita, deseoso de poder volver
lo antes posible a la escena. Unas horas antes, en la legación del reino de la
Luna en Bios, los niños jugaban ajenos a todas esas enrevesadas tramas. Anaris
fue quien les llamó con tono cariñoso.
-Princesa Alice, Briseida, John. A merendar…
Las
dos niñas enseguida acudieron, el pequeño hijo de Heather se tomó algo más de
tiempo, encantado como estaba, jugando con unos muñecos. Fue su madre quien se
aproximó cariñosamente a él y le tomó en brazos.
-Hala, cariño. Es hora de merendar, como las niñas
grandes.- Le susurró con ternura en tanto miraba a esas dos crías.-
Lo
cierto es que los modales de ambas eran impecables. Las dos se fueron a lavar
las manos y retornaron enseguida, sentándose discretamente en sendas sillas,
alrededor de una mesa exquisitamente puesta con panecillos recién horneados,
mermelada de varias clases, algo de jamón y zumos de naranja. Fue Alice quien
preguntó con tono dubitativo.
-Lady Anaris, ¿no aguardamos a mi madre?
-No sé a ciencia cierta si vendrá, Alteza. Me dio
instrucciones no obstante para que vuestra hora de la merienda no se viese
alterada. - Repuso la interpelada.-
-Sí, tu madre es una persona muy ocupada.- Intervino
Heather, añadiendo con tinte entre evocador y divertido.- Recuerdo cuando
íbamos juntas a la universidad y la pobre tenía que faltar tan a menudo. Yo no
lo entendía, o pensaba que estaba enferma o que era muy caprichosa. Y resulta
que la pobre tenía un reino que gobernar en tanto se sacaba la carrera y
ensayaba como animadora.
-¿Animadora?- Inquirió Briseida con tono curioso,
queriendo saber.- ¿Qué es eso?
-Bueno, una clase de bailarina.- Le explicó su
madre.-
-Chicas muy deportistas que saben bailar y que
animan en los descansos de los partidos de baloncesto o de football.- Le matizó
Heather .- Yo misma fui animadora, junto con la madre de Alice y nuestra amiga
común Idina. Tengo ganas de que nos reunamos todos y que vosotras podáis jugar
con Loren y Tom.
Aunque
Briseida y Alice intercambiaron unas miradas de apuro, no parecían demasiado
entusiasmadas con esa posibilidad. Amén de parecerles algo muy vulgar. De
hecho, las dos habrían preferido estar en la Luna. No entendían el porqué la
reina las había hecho viajar a ese planeta. Pero si su Majestad así lo quería,
suponían que eso estaría bien. Fue la propia princesa entonces quien comentó,
extrañada.
-¿Y está bien que una reina baile delante de todo el
mundo?
-Bueno, Alteza, cuando vuestra madre fue a la Tierra
lo hizo de incógnito. Es decir, nadie sabía que era una reina. Quiso actuar
como una persona más para aprender todas las costumbres y saber como pensaban y
que les gustaba a las gentes de otros países. Así se les puede comprender
mejor.- Le explicó Anaris.-
-Mi madre siempre habla con todos en el reino.-
Admitió la princesa.- Dice que desea conocer lo que preocupa a sus súbditos.
-Tu madre es una magnífica soberana.- La alabó
Heather.- Y lo que es más importante, una estupenda amiga.
Justo
entonces escuchó la reconocida voz de la aludida.
-Muchas gracias. Tengo mucha suerte de contar con
amigas tan maravillosas como tú y como Idina…
-¡Mamá!- exclamó Alice quien por esta vez, se saltó
el protocolo levantándose a todo correr
para ir a abrazarse a su progenitora.
Neherenia
le devolvió ese abrazó y le dio un cálido beso en la frente, se agachó un poco
para tener su rostro cerca del de su hija y, tras acariciar las mejillas de
ésta, sonrió y quiso saber con patente afecto.
-Hola cariño. ¿Os lo estáis pasando bien?
-Sí, mucho.- Repuso Alice, refiriéndole.- Tu amiga
Heather nos ha contado que bailabas con ella en la universidad.
-Es verdad.- Se sonrió la soberana, afirmando con
nostalgia.- ¡Qué buenos tiempos fueron esos!
Entre
tanto, su hija se sentó una vez más, junto al resto terminaron la merienda. La
propia reina les acompañó tomando un té junto con Anaris y Heather. Al fin,
cuando los críos fueron autorizados a levantarse para volver a sus juegos, la
amiga de Nehie le preguntó.
-¿Has podido ver a Idina?
-He estado muy ocupada.- Replicó la interpelada sin
querer mentir, añadiendo.- Pero hablé con ella y espero que mañana podamos
vernos todos.
Uno
de los funcionarios de la legación se aproximó entonces. Aunque no tenía ningún
mensaje para la reina, sino para su antigua doncella.
-Lady Anaris, un mensaje de su esposo. – Le comentó
aquel tipo.-
-Si me excusáis , Majestad. Señorita Roberts.- Dijo educadamente
ésta.-
Ambas
mujeres asintieron y la rubia condesa siguió a aquel hombre hasta una estancia
privada.
-La pobre debe de extrañar a su marido.- Comentó
Heather.-
-Anaris siempre ha sido una magnífica doncella e
incluso una amiga leal.- Admitió Nehie.- Celebré mucho que se enamorase de
aquel muchacho. Pese a no ser aristócrata. Al principio, su familia no lo tomó
bien. Ella es la hija de un barón de la Luna.- Le contó en confidencia a su
amiga, para agregar.- Pero lo solucioné dándoles a ella y a su marido el título
de condes cuando contrajeron nupcias.
-¿Y qué puede importar tener un título si se aman?-
Inquirió Heather.-
-Siempre olvido que los americanos no tenéis de esas
cosas.- Se sonrió Neherenia, quien más seriamente ahora, le explicó.- Puede que
en tu país, e incluso en tu mundo, eso no tenga ya importancia. Pero en la Luna
hay familias con un rancio abolengo. Muchos de mis súbditos descienden de los
habitantes del Milenario de Plata. Cuando Serenity me otorgó el reino de la
cara oculta de la Luna, bastantes de esas personas vinieron conmigo para ayudar
a que el territorio prosperase. Y aunque Briseo comentó que su familia venía
también de un remoto pasado, no tenía evidencias que lo sustentasen.
-Nunca he entendido eso de que en la Luna había una
antigua civilización.- Repuso una perpleja Heather.-
-Quizás un día de estos te pueda contar la historia con
detalle. Al menos lo que sus Majestades Serenity y Endimión, me contaron a mí
siendo niña. - Le prometió Neherenia.-
Su contertulia asintió, tenía desde luego mucho
interés en ello. Sin embargo, dejaron ese tema y continuaron charlando de cosas
más corrientes, como del deseo de ver a su amiga común Idina. Por su parte
Anaris entró en esa habitación de comunicaciones. Allí, en un monitor de holo
televisión, sintonizó aquel mensaje. Era su esposo quien aparecía con gesto
sonriente.
-Hola mi amor.- La saludaba afablemente. - ¿Qué tal
todo por Bios?. Espero que Brise y tú lo estéis pasando bien. Os echo mucho de
menos a las dos. Por aquí seguimos con trabajo y más trabajo. Puedes eso sí,
decirle a la reina, que todo va conforme a lo previsto. Dentro de poco, la zona
meridional va a ser la más hermosa de la Luna. Bueno, ahora debo dejarte. Tengo
muchas cosas por hacer. Os quiero.
Y
así se cortaba esa comunicación que había estado grabada haría ya algunas
horas. Anaris entonces sonrió, musitando.
-Yo también te quiero, mi amor… espero que pronto regresaremos…
Y
en el reino de la Luna nueva, Briseo había concluido su mensaje y ahora estaba
reunido con un tipo de tez morena, con el que departía a solas en su despacho.
-¿Va todo bien, conde?- Le preguntó ese individuo.-
-Mejor de lo que podría esperarse.- Afirmó éste,
añadiendo casi con regocijo.- ¡Esa estúpida nos cree sus más fieles vasallos! Y
por el momento no hemos hecho nada para que eso cambie.
-Muy bien, y así debe ser. Por ahora las cosas deben
ir como la seda por aquí.- Le indicó aquel tipo, preguntándole con interés.- ¿Y
su esposa, qué piensa de esto?
-Anaris es una buena mujer, le tengo afecto y no la
he hecho participe de nada. Es mejor así. Su entusiasmo y devoción por esa
usurpadora extranjera es totalmente real. Esa es la manera perfecta de no
levantar sospechas.
Su
misterioso interlocutor asintió con aprobación para aconsejarle.
-Siga siendo cuidadoso, conde. Pese a las
apariencias, la reina Neherenia no es tonta, ni tampoco su esposo el rey Doran.
Tienen un buen servicio secreto y muchos informantes. Lo mismo que Serenity y
Endimión. No nos podemos permitir ni un solo paso en falso. La hora todavía no
ha llegado.
-Lo sé, señor.- Respondió Briseo con un tinte de gran
respeto, más al añadir.- Espero que le comunique a nuestro líder mi total
lealtad y compromiso con la causa.
-Pierda cuidado, así lo haré.- Le prometió su
contertulio.-
Dicho
esto la conversación concluyó, ambos salieron del despacho y Briseo apagó las
luces, dejando aquella estancia en oscuridad y absoluto silencio.
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