martes, 8 de marzo de 2011

GWT 23.175. Explicaciones y plan de acción


Leval aún no se había recuperado de su sorpresa, aguardaba ansioso el poder escuchar la prometida explicación. Logan le tranquilizó diciéndole con serena afabilidad, a la par que Mazoui se sentaba a su lado procurándose otra silla.



- Leval. Esto ha sido necesario para desviar la atención de los traficantes y de aquellos que les apoyan aún dentro del ejército y de los estamentos políticos...

- Cedric tiene razón. - Añadió Mazoui, explicando. - Yo no estaba al corriente de nada hasta que él me llamó. Fue cuando Maray resultó intoxicada con la droga, le dije que tú estabas detrás de esclarecer esto y él me pidió que te ayudase, pero que no te contara que también él estaba en el caso.

- No podía arriesgarme, lo siento. - Se disculpó Logan con sincero pesar. -

- Soy yo el que te debe una disculpa, tampoco confié en ti.- Admitió Leval para afirmar. - Me parece lógico tu proceder, en tu lugar habría hecho lo mismo.

- Sí,  no hubo otra solución. Verás, te estuve vigilando y te desempeñabas bastante bien. No te metías en nada que les causara sospecha. Y eras digamos, fácil de llevar. Pero cuando tu hija resultó afectada tú perdiste tu cautela. - Le respondió Logan - y todo el plan se podría haber ido al traste.

-¿Tú que habrías hecho Cedric...?.Si hubiese sido hija tuya -  se justificó Leval. -

- Lo mismo que tú, supongo.- Reconoció éste que le confesó a su interlocutor dejándole sorprendido. -¿No te lo dijo tu esposa?, yo también tengo una hija a la que quiero mucho y es precisamente de la edad de la tuya



Eso sorprendió a su contertulio, no era capaz de imaginar a ese tipo como padre de familia. Aunque, claro, habían pasado ya tantos años desde sus tensiones y problemas a bordo de la SSP-1 que lo más natural es que hubiese madurado y cambiado como él mismo y como el resto…



-También tuve que deshacerme de Zorton. Él tiene otra hija de la edad de Maray, si no recuerdo mal. Pero, de haberse visto comprometido, posiblemente hubiese actuado más directamente todavía que tú. Y por otra parte, creo que alguno de los involucrados habían pensando en contactarle para que se uniera a ellos. Su sector es el más importante en tráfico de naves tras el tuyo.

-Comprendo.- Suspiró Leval.- Si hubiera aceptado unirse a ellos malo, pero sino…

-Podría haber sido incluso peor.- Completó Logan.- En tu caso, estando al tanto de los poderes que tienes, no querían arriesgarse a hacerte chantaje. Eso quedó claro cuando tu hija se vio afectada. Un saiyajin cabreado podría haber arrasado su negocio y liquidarles a todos. Pero en el caso de Zorton, siendo un humano normal. De no haberse unido a ellos le habría liquidado a él o amenazado con represalias contra su familia. Por eso, tuvimos que arreglar su traslado. De este modo ellos colocaron a uno de los suyos en ese puesto y pudimos tenerles bien pillados y rastrear su conexión con las familias de los cárteles que les pagan.

-Ya veo. Realmente ha sido un modo de actuar muy inteligente.- Alabó Leval. -

 - El caso es que descubrimos que esas tres familias pugnaban por el control del tráfico de Loten en Bios. - Intervino Mazoui, explicando.- Logan estaba infiltrado haciéndoles creer que era un militar corrupto, un colaborador del Triángulo para hacerse con el mercado de Bios. Pero su misión real era obtener pruebas para detener a los componentes de esa red y desenmascarar a los verdaderos colaboradores...

- Y justamente tenías que ser tú. – Dijo Leval centrándose en su rubio interlocutor. –



Logan sonrió y tras una pausa le comentó.



- Ten en cuenta que esos tipos poseen sus propios recursos e informadores, no ignoran que tú y yo tuvimos problemas y conocen lo sucedido en la nave durante el juicio. Cuando me destinaron aquí fueron ellos quienes me contactaron. Estaba claro que pensaron que nuestras rencillas les iban a ser muy útiles. Por supuesto que yo les animé a seguir creyéndolo. ¿Quién mejor que un oficial que públicamente se hubiese significado tanto en tu contra como para tratar de hundirte y de paso hacer el negocio posible? Eso me vino de maravilla, tenía un móvil y además, creyeron poder comprarme.  Al final, eso ha resultado trabajar a nuestro favor y me ayudó para infiltrarme.

- Desde luego fuiste a por mí con una encomiable celeridad y eficacia.  - Admitió su contertulio ahora no sin un divertido sarcasmo. -

- No estaba previsto hacerlo tan rápido pero es que tú comenzaste a cruzarte en mi camino, Leval. - Le expuso Logan. – Ya te lo he explicado, tuve que andarme con cuidado cuando denunciaste lo que ocurría. Ya que ellos no sabían de donde venía tu información, agudizaron los controles y las medidas de seguridad, me lo pusiste más difícil.

- Si estabais enterados de todo, ¿qué pasó con Juan? ¿Quién lo ha matado? – Inquirió su inquisidor, tiñendo en esta ocasión sus palabras de consternación e impotencia. -

- Suponemos que cualquiera de las tres bandas. No lo sabemos con seguridad y no pudimos hacer nada. Lo siento.- Se lamentó su interlocutor. -

- Cedric llegó allí antes que tú, yo le pedí que protegiera a Juan lo que pudiese,- terció Mazoui –pero, ya estaba muerto. Entonces se le ocurrió esperar a que tú fueras a ver lo que ocurría.

- Supuse que irías.- Afirmó Logan esbozando su media sonrisa habitual. - Estarías impaciente por conseguir la prueba que necesitabas.

- Muy listo- concedió Leval con sorna para reprocharle -...y me cuelgas el muerto encima y nunca mejor dicho.

- Lo siento, pero, sabiendo que tú no habías sido, si te acusaba y te quitaba de en medio, a los ojos de los traficantes y sus colaboradores yo estaría libre de sospecha de ser un topo.- Le explicó Logan. -  Fui antes a tu despacho y tomé prestado el machete, luego lo manché con un poco de la sangre de Juan, tus huellas, claro está, las tenía en el arma. De esta forma podría continuar con la misión. No estaba planeado de esta manera, pero, ya que tú lo complicaste todo, tú has sido la forma de arreglarlo.

- Pero en cuanto analicen el arma sabrán que no fue la del crimen. - Opuso agudamente Leval. -

- No seas ingenuo. –Sonrió Cedric añadiendo con despreocupación. - A los implicados en esto les conviene que tú cargues con toda la culpa. Nadie pondrá en duda esta versión, esa gente tiene mucha influencia. Y eso, por paradójico que pueda parecer, obra ahora en nuestro favor. Nos da un tiempo precioso. Por eso es crucial que podamos desarticularles por completo, sólo entonces podrá aclararse todo.



Leval le miró boquiabierto, aquello era una monumental intriga, parecía hecha a medida para alguien de la cerebralidad de Logan. Un tipo acostumbrado a los “juegos de cabeza”, que no perdía su sangre fría. Ahora comprendía el por que su primo trabajaba con él y el que ellos dos hicieran tan buen equipo. También a Mazoui ese tipo de intrigas parecían dársele de maravilla, con los años había madurado mucho y sabía mantener la calma y la frialdad cuando convenía. Mucho más que su impulsivo primo. No obstante, Leval no podía estar más aliviado, ¡menos mal que Cedric ponía aquel talento a su favor y no en su contra como había temido cuando le detuvo! Al menos eso esperaba porque aun no acababa de fiarse del todo. Aunque si su propio primo, con sus dotes de psicólogo, confiaba en él...



El mismo Mazoui tomó la palabra sacando a Leval de esas meditaciones cuando le explicó.



- Te sacamos de Bios para que crean que te llevamos preso a la Tierra. Para mayor verosimilitud, tu hermana Kerria ha sido avisada de que necesitarás un abogado.

- ¿Qué?- Exclamó su interlocutor al que aquello no le gustó en absoluto. – No tenéis porque mezclar a mi hermana en esto. Su vida podría estar en peligro.

- No le pasará nada. Ahora tiene que estar viajando hacia aquí. Nadie se va a preocupar, sencillamente cuando llegue querrá verte y ser tu representante legal, pero tú ya no estarás allí. Tranquilo, la pondremos al corriente en su momento. Ella se ocupará de montar un numerito protestando contra tu indefensión y todo eso…

- ¿Y por qué la llamáis precisamente a ella?- Inquirió su contertulio que todavía no veía aquello con buenos ojos. –

- Porque Kerria Malden es una abogada muy prestigiosa y es tu hermana. Lo normal sería que quisiera defenderte. Y ya ha representado a personal militar en juicios civiles antes. - Replicó Logan con tono de obviedad desvelando a su perplejo interlocutor. – Hemos seguido también su carrera con mucho interés, no se arredra ante nada, sin ir más lejos, hace unos años estuvo en Nature defendiendo a una oficial militar acusada de agresión a un civil. Y lo hizo contra prácticamente todos los poderes fácticos de ese planeta. También tuvo un desempeño brillante en el proceso a otro militar de la Tierra acusado de traición. Junto con tu prima Katherine O´ Brian lograron desenmascarar y detener al verdadero culpable.



            Leval recordó entonces algunas cosas que su hermana le contase. Fue hace algunos años, desde luego, pero coincidía con la versión que le estaba dando Logan.



-Pues si Kerria se ocupa del caso, y dices conocerla tan bien, ya puedes imaginarte que nada va a detenerla.- Opuso Leval.- Es eso lo que me preocupa. No quiero que tenga problemas por mi causa.

 - Pero mientras tanto, a ti se puede arreglar un "accidente" que “acabe contigo” para que no hables en un posible juicio. O mejor aún, dilatar tu vuelta pretextando formalismo que tu hermana se ocuparía de impugnar. Mientras tú, con otra identidad, hasta que esto se resuelva, regresas a Bios. Te tendremos en la sombra para el momento del golpe definitivo contra ellos.- Le aclaró Mazoui. -

- Todo eso está muy bien.- Respondió el aludido que objetó haciendo ver su preocupación más inmediata. - Pero ¿y mi mujer y mis hijos?

- Amatista sabe ya que yo soy un infiltrado. - Le tranquilizó Logan, - vino a verme cuando estabas preso en los calabozos. - En unas cuantas palabras le refirió a Leval lo ocurrido para asegurarle. -No temas, Mazoui le contará toda la verdad...y después se lo dirán a tu hermana.

- Hay que reconocer que eres un buen actor, Logan - concedió  su interlocutor que no pudo evitar una sonrisa al añadir. - ¡La pobre Amatista tuvo que pasarlo muy mal!

- No era mi intención, - Cedric calló unos segundos y sonriendo ligeramente a su vez con cierta picardía, rectificó. - Bueno, quizás un poco sí. No te mentiré, en ciertas cosas se la tenía jurada, como a ti. De todos modos, tenía que dar la máxima sensación de realismo posible. Y ella tampoco lo hizo mal, resultó muy convincente. - Añadió acariciándose el mentón. -

- Si llegas a hacerme eso a mí- sonrió Leval no sin un claro tinte de veracidad encubierta en su tono jovial. - Te habría hecho pedazos.

- Casi lo haces en el calabozo - resopló Logan recordándoselo con cierto tono de reprobación. -

- ¡Desde luego, Leval!, tendrás que reconocer que Cedric se la ha estado jugando bien- rio Mazoui, visiblemente divertido con todo eso.- Ha hecho lo justo para que pareciera real y no cabrearte demasiado.



Su amigo asintió también sonriendo, ahora era fácil tomarlo a broma, pero en su momento fue una situación muy tensa, aunque recordando otros acontecimientos Leval inquirió a Logan  recuperando la seriedad al tiempo que le lanzaba una suspicaz mirada.



- Dime una cosa ¿No pudisteis evitar que mi hija y otros niños sufrieran esa intoxicación? o al menos atrapar a esos cerdos...

- Lo lamento, pero no tuvimos oportunidad de descubrir que iban a tratar de dar la droga en los refrescos.- Respondió éste. -Y en lugar de capturarles preferí que huyeran, pues sabía que correrían a buscar refugio en alguna de las organizaciones. Les seguí y hubo suerte. No te puedes imaginar la cantidad de drogas diferentes que tienen. No solamente hay Loten, además hemos detectado Psicodronia, Plaguen, Phobioscolina… etc. En fin, tienen un auténtico arsenal, para este planeta y para Nature.

- Y lo mejor de todo es que Logan descubrió quién era el principal contacto en el ejército.- Dijo Mazoui avivando la atención ya de por sí notable de su primo. -

-¿Quién es?.. - preguntó su primo realmente intrigado. -

- Imagínatelo...-  le medio retó Cedric al tiempo que  sonreía como si fuera obvio. -

-¿Strips?....- aventuró Leval, casi por decir el primer nombre que se le pasó por la cabeza y Logan asintió. - ¡No puedo creerlo...bueno!,- corrigió indignado - sí que puedo creerlo, pero... ¡será bastardo!

- No es el único que está implicado,- le advirtió consternadamente Mazoui. - Algunos oficiales de cuadrantes también lo están y  cuentan con la ayuda de algún que otro político de Bios.

-¿Comprendes ahora mi posición? - Intervino Logan. - No he podido contar con ningún oficial de alto grado porque no sabía con seguridad quien era un colaborador y quien no. De ti, supuse que serías leal, pero no podía asegurarlo plenamente hasta que no reaccionaste por lo de tu hija. Aunque te parezca un indeseable por decirlo, en el fondo eso fue una suerte. Así supe que podría contar contigo cuando fuera preciso...

- Me lo podía esperar de ti.- Suspiró Leval más relajado y añadió mirando a su primo con un cierto tinte de reproche. - Pero tú Mazoui...podrías habérmelo dicho.

- No podía hacerlo, ¿cómo te aviso? - Le preguntó éste para responderse de inmediato. - La información que te prometí, es decir la que desenmascararía al responsable militar del tráfico de Loten, era algo que Logan había descubierto. No tuve más que confirmárselo. Te lo íbamos a decir cuando descubrimos que habían matado a Juan. Entonces vine para aquí lo antes posible. Cedric me contó que había planeado cargarte su muerte para quitarte del punto de mira de esos tipos y de paso, librarse él de sus sospechas. Me pareció bien, porque era la coartada perfecta para nuestro plan. Ahora sólo tiene que ir a hablar con Strips, que le creé uno de sus principales colaboradores. En cuanto confiese, o Logan logre que diga algo que le inculpe, le tendremos.

- Entonces yo debo salir hacia la Tierra.- Afirmó Leval incomodado por perderse la acción afirmando con inquina. – Como me gustaría agarrar a ese malnacido de Strips y sacarle la confesión yo mismo.

- Lamentablemente esa forma no sería muy legal.-  Terció Logan que le confirmó. - Sí, enseguida embarcarás en una nave custodiada. Por suerte creen que te hago chantaje con tu familia, por eso me ocupé de decirlo en alto para que lo oyesen, sino, con tus poderes, no se creerían que te hemos podido detener por las buenas...

- Y ¿cuándo vuelvo entonces? - Inquirió Leval con un gesto pensativo. -

- Estarás en una nave, cerca de aquí- le explicó Mazoui - realmente no te irás....

- Pero, me preocupan Amatista y las otras chicas, tú has dicho que habían atacado a los traficantes. Espero que estén bien.

- Por una parte, ha sido una suerte para nosotros que las chicas interviniesen.- Le confesó Mazoui. - Han desviado la atención de las bandas, pero me preocupa que interfieran en nuestras operaciones. Por eso le dije a Logan que Amatista era una justiciera, porque temía que, tras lo de Maray, ella tampoco se quedaría cruzada de brazos.

- Esa es otra razón por la que le puse a ella las cartas boca arriba.- Terció Logan que le explicó. - Al tranquilizarla respecto a ti y decirle lo que planeo, confío en que ella advierta a sus compañeras. Conociendo la verdad no harán tampoco nada demasiado arriesgado. Ni llevadas por algún deseo de venganza. Como intentar llegar hasta los cabecillas por su cuenta. ¡Al menos eso espero! - Suspiró para añadir. - Eso sí, no le dije que conocía su identidad, pues temí que eso la retrajera.

- De todos modos contamos con la colaboración de otras personas que se cuidarán de que ellas no profundicen demasiado, al menos no todavía.- Le contó Mazoui. –



El muchacho recordó la reunión que mantuvo con Lance en la Tierra, éste ya le había contado cosas anteriormente, asuntos realmente muy trascendentales al lado de los cuales toda la operación antidroga en Bios era simplemente un pasatiempo. Pero el hermano de Idina se ofreció a ayudar y le desveló a su primo.



-La Reina de la Luna Nueva es parte de mi equipo de colaboradores. Haré que venga con cualquier excusa y que de paso avise a tu hermana y a tu prima.

-No creo que sea muy buena idea hacer que Kathy venga, sobre todo a participar en una operación como ésta.

-No te preocupes por ella, es fuerte, podrá resistirlo. – Le aseguró Lance dejando al chico visiblemente sorprendido  por lo que su primo añadió con tono suave y amable. – Sé lo de tu hermana hace bastante tiempo, Mazoui.

-Yo…no lo entiendo. Solamente lo sabemos ella, Minako, bueno quiero decir, la princesa Venus, y yo…

-No temas, ni Minako Aino ni tu hermana me lo han contado. Pero no puedo decirte más – le comentó Lance agregando. – Eso es materia muy clasificada, como oficial de inteligencia debes comprenderlo.

-Me cuesta mucho hacerlo cuando mi propia hermana está implicada. – Admitió el muchacho. – ¿Lo comprendes, verdad? Tú tienes una hermana menor también.

-Igual que a mí cuando me enteré de lo de mi padre. Y con Idina tendré que hacer algo que me va a resultar muy difícil. – Suspiró Lance sentenciando. – Pero no tenemos otra elección, Mazoui. Ahora debemos cumplir con esta misión. La hermana de Leval vendrá para ayudar también, oficialmente le cuentas a tu primo que ella estará aquí para tratar de defenderle en un juicio…



Mazoui asintió, sus pensamientos se interrumpieron cuando fue precisamente Leval el que habló dirigiéndose  Logan.



-¿Cuando irás a ver a Strips?

- Cuando te embarque a ti en la nave.- Respondió  su interlocutor que pasó a urgirle. - Así que debemos irnos ya...

- Confía en nosotros, amigo...- Le pidió Mazoui dándole un abrazo. -

- ¡Qué remedio me queda! - Suspiró Leval resignadamente. -



            Logan le guiñó un ojo de forma cómplice y salió con él de esa especie de recinto, acompañó a Leval al mismo furgón. Luego de llegar al astropuerto, le metió en una nave con instrucciones de llegar a una órbita estacionaria lejana de Bios para no ser detectada y esperar allí nuevas órdenes.



-Recuerde- Le indicó al piloto, uno de sus hombres de confianza.- Vaya al punto delta tres. Y quédese allí hasta que el coronel Malden le indique.

-A sus órdenes.- Replicó ese individuo.-



            Esa lanzadera despegó elevándose con rapidez. Mazoui desapareció de la escena ocultándose.



-Bueno, ya estamos en marcha.- Se dijo, comunicando con Cédric.- Espero que todo salga bien y que Leval no se impaciente.

-Sí, la paciencia precisamente no se cuenta entre sus virtudes.- Se rio su interlocutor.-

-En esta ocasión creo que podemos confiar en que aguardará.- Afirmó Mazoui, declarando ya más serio.- Ahora te toca a ti.

-Vamos allá. Deséame suerte.

-Suerte pues. – Convino su contertulio.



Y tras cortar la comunicación, Logan por su parte se encaminó hacia el cuartel general de Bios, a charlar un rato con Strips.



-Ahora depende de mí, engañar a ese cretino.- Se dijo no sin un ligero nerviosismo.-



Y en tanto todo esto sucedía, en casa de Leval, Amatista estaba intranquila pero confiaba en que su marido estaría seguro. Con Idina y Sandy en sus respectivas casas, ella no saldría para nada. Eso sí, tenía que decirles a sus compañeras que tampoco emprendieran acciones por su cuenta, pues, como Logan había supuesto al decirle a Amatista la verdad, ella no quería hacer nada que entorpeciese su misión. Entonces sintió que alguien la llamaba desde su habitación, fue hasta allí y descubrió no sin sorpresa a Mazoui.



-¿Cómo has?.. ¡Ah, claro!, la translación instantánea. – Sonrió ella para querer saber de inmediato. - ¿Sabes algo de Leval?

-Sí, no te inquietes, está bien y a salvo. –Le confirmó él con afabilidad.-

-Logan me dijo que él estaba trabajando encubierto.- Le contó su interlocutora. –

-Es cierto. Por esta vez te ha dicho la verdad. – Sonrió ahora su amigo que someramente le hizo un resumen de lo sucedido. –

-Eso confirma lo que estaba pensando – le refirió ella.- No moverme y esperar, las chicas tendrán que hacer lo mismo…

-Trata de avisarlas, por favor. - Le pidió Mazoui afirmando. – Yo tengo cosas urgentes que hacer…



Y concentrándose en alguna otra energía desapareció. De modo que la esposa de Leval se quedó aguardando en casa pero al salir de su habitación y tras un rato sus hijos comenzaron a preguntarle por su padre.



- Oye, mamá. ¿No va a venir papá?...ya es muy tarde.- Se preocupaba Maray. -

- Cariño, tu padre ha tenido que ir a la Tierra por su trabajo,- le explicó su madre con la voz más calmada que pudo  añadiendo con tinte más jovial. - ¡Tardará algunos días en volver!..

-¿No le ha pasado nada malo, verdad? - Insistió la chica que parecía asustada  sobre todo al añadir con visible angustia. -¿No estará en la cárcel?

 - No, mi vida. Tranquilízate. - Sonrió Amatista y acarició a su hija al tiempo que le aseguraba.-  Todo va bien, te lo prometo.



Desde luego que se alegraba de saber la verdad. Quizá de creer que Leval estaba en apuros, no habría sido capaz de mentirle a la niña. Tenía que reconocer que no era tan buena actriz como Logan, y suspiró agradecida de que, al menos en esto, no engañaría a su hija a la que ahora abrazó dándole un beso en la cabeza.



-Maray, tienes que calmarte. Déjanos esto a nosotros. No va a le pasar nada malo a papá, ¿Eh?..



La niña asintió, aunque con los ojos llorosos. Asthel se acercó y escuchó la conversación, no sabía lo que pasaba exactamente pero tenía la sensación de que efectivamente, su padre estaba a salvo y pensó que, además, él podría ayudar. Se metió en su habitación y consultó aquel libro que Lance le diera. Ahora pudo leer algo en páginas que antes habían estado vacías. Allí todo estaba escrito con meridiana claridad. Supo entonces lo que hacer. Saliendo de su habitación tras esconder el libro se acercó a su madre y le propuso.



- Mamá. Me gustaría hacer algo...

-¿El qué, hijo?...- le preguntó Amatista sin saber a qué se refería. -

- Podría ayudar a papá a atrapar a esos hombres, los que nos atacaron a mí y a Madeleine. - Le expuso él. -

- No hijo, de momento no hagas nada.- Le indicó tajantemente ella. -Quizá lo único que se pueda hacer es ayudar a que no se venda la droga, pero tú no te metas. Hay algunas personas que están tratando de detener a los culpables y podríamos estorbarles...

- Vale mamá. Pero podría ayudaros a ti, y a Sandy e Idina. - Propuso con visible interés. -

- Tengo que decirles una cosa a las dos pero no por vídeo teléfono, podría estar intervenido ¿Puedes llevarme allí sin que nos vean? - Le preguntó su madre recordando la habilidad que poseía su hijo para ello. -

-¡Claro, mamá!- aseguró él que la levantó en brazos entusiasmado por poder intervenir. -

-¡Uhh, ten cuidado! - Le dijo Amatista sorprendida por esto, con las risas de fondo de Maray, sobre todo cuando su madre preguntó, no sin tono inquieto. - ¿Crees que podrás conmigo?...

- ¡Venga ya...soy muy fuerte!...- sonrió Asthel restándole importancia a eso para declarar con entusiasmo. - ¡Ahora vamos a ver a Sandy!



            Desaparecieron a través de uno de esos pasillos que Asthel sabía abrir y de modo instantáneo reaparecieron en casa de Sandy. Ésta no se sorprendió mucho, pero a Coraíon si le sobresaltó. Granate, que estaba por ahí, también se quedó impresionado.



-¡Eh, Asthel! ¿Cómo hacéis eso? - Le preguntó  el chico con la boca abierta aquello no se lo había enseñado cuando entrenaban. -

- Ya te lo enseñaré, es uno de mis trucos favoritos.- Replicó éste con visible satisfacción para dirigirse después a su madre en tanto la dejaba de pie.  - Bueno mamá. Aquí estás.



Amatista le sonrió, dándole un cariñoso pellizco en el moflete a su hijo, cosa que lo avergonzó bastante, para después pasar a decirle a Sandy y a Coraíon.



- Lamento interrumpir. Pero he venido a advertirte de que no hagas nada en el asunto de los traficantes por tu cuenta, Sandy.

- No te preocupes,- convino su amiga - de momento ya les hemos dado un buen golpe....pero ¿A qué viene eso? - Quiso saber con patente desconcierto y curiosidad. -

- Por el momento no puedo ser demasiado explícita, pero hay un plan desde dentro para desarticular la banda. No debemos estropearlo, ya te diré más cuando pueda.- Amatista se dirigió a su hijo para indicarle con urgencia. - Vamos Asthel, a casa de Idina...



            Ambos dieron las buenas noches y el chico volvió a sostener en brazos a su madre. Se transportó otra vez, vía agujero y Amatista informó de lo mismo a Michael. Aunque el ambiente estaba algo tenso, finalmente él pudo decir tratando de sonar conciliador.



-Al menos en esto estamos totalmente de acuerdo. No te preocupes, en cuanto se despierte claro que se lo diré.

-Ninguna queremos salir dañada.- Afirmó Amatista ahora, tratando de ser también más afable.- Pero, entiéndelo. No sólo podemos mirar por nuestro bienestar. Tenemos esta obligación…

-Creo que ya la habéis cumplido con creces.- Repuso su interlocutor añadiendo con inquietud.- Lo único que quiero es que mi mujer no sufra daños, al igual que vosotras tiene una familia que la quiere y se preocupa por ella.

-Lo sé. Lo siento Michael.- Se disculpó su contertulia.- Solo te puedo prometer que trataremos de terminar con esto lo antes posible. Danos un voto de confianza, por favor…



El esposo de Idina no contestó, algo a regañadientes se limitó a asentir. La presencia de ese muchacho allí por un lado le llenaba de tranquilidad y por otro le inducía a guardar las apariencias. Amatista suspiró aliviada. Al menos habían suavizado un poco aquello. Despidiéndose, le indicó a su hijo que la llevase de vuelta. Asthel por su parte percibió algo. Supo entonces que tenía que ir a hablar con alguien. Lo haría cuando retornase con su madre a casa. Aunque antes le comentó en tanto atravesaban otro de aquellos corredores dimensionales.



-¿No vas a ver a las tías Kerria y Katherine?

-Pero, ¿cómo sabes tú que…?- Amatista se interrumpió sin poder acabar la pregunta mirando a su hijo con la boca abierta. –

-Lo sé.- Afirmó él sin darle más importancia para añadir. – No podría decirte como. Pero creo que les vendrá bien que las visites.

-No tengo ni idea de dónde podrían estar. – Confesó su madre. – Esa es la verdad.

-Pero yo, sí – sonrió el muchacho. –



Amatista asintió cada vez más atónita, si su hijo lo decía tan convencido posiblemente llevase razón. De hecho tendría que haberles comentado eso mismo, pero por mor del secreto de su presencia en Bios no quiso pedirle a Asthel que la llevase, y además era cierto que ¡tampoco hubiese sabido a dónde!



-Bueno, pues, llévame junto a  ellas, cariño. Por favor. - Le pidió la anonadada mujer.-

-Eso está hecho, mamá.- Sonrió él.-



Ajenas a todo aquello Kerria y Kathy estaban en el hotel principal de Vitae, la capital de Bios.



-Estoy muy cansada.- Bostezó Kerria.- Me vendrá bien dormir un poco.

-Sí, es lo que tiene hacerse mayor.- Se sonrió su prima.-

-¡Oye, rica!- Replicó su interlocutora a medio camino de la chanza y la reivindicación.- ¡No soy tan mayor!

-¡Anda! - se rio Katherine.- A ponernos el pijama, como cuando hacíamos fiesta en tu casa.

-Sí, con Tist y con Idina, cuando entrenábamos al principio de ser justicieras. ¡Cómo pasa el tiempo! ¿verdad?- Comentó Kerria ahora con una mezcla de nostalgia y afabilidad.-

-Pasa muy deprisa.- Suspiró Kathy que parecía sentirse realmente agotada, notando como su corazón latía cada vez más deprisa.- ¡Oh, no! No ahora.- Pensó preocupada.-



Estaba desde luego deseando ir a dormir, y antes de eso pasar por el baño para calmar esa sensación. Su prima también parecía estar muy cansada. Grande fue su sorpresa cuando, tomándolas casi a medio desvestir, apareció Asthel llevando en brazos a Amatista. El muchacho se ruborizó y enseguida se dio la vuelta al verlas.



-¡Vaya! Éste sí que es un medio de transporte novedoso. – Comentó Kerria que todavía estaba atónita y tapándose con su camisa. –

-Si nos hubierais avisado de que llegabais incluso habría sido mejor. – Recalcó Katherine algo molesta en tanto se cubría a su vez con una sábana. –

-Lo siento, chicas. Asthel tuvo que traerme de esta manera para evitar llamar la atención. – Se disculpó Amatista. –

-Tú dirás - Terció Kerria ya vestida y dándose la vuelta. –Ya puedes mirar, Asthel. – Le dijo a su azorado sobrino -



Kathy estaba a su vez dispuesta, lo cierto es que ambas compartían la habitación. La chica se sentía sin embargo nerviosa, tenía algo que no deseaba que le descubrieran. Juraría que el hijo de Amatista la observaba inquisitivamente, como si lo supiera, pero esa impresión pasó cuando el muchacho se centró en las palabras de su madre que les dijo a sus amigas.



-Veréis. Por lo que sé todo está dentro de una  gran operación secreta. Mi esposo no corre peligro, el mismo Mazoui está dirigiéndolo todo.

-¿Mi hermano?- Se sorprendió Katherine. –

-Sí, no te preocupes, Kathy. Me ha asegurado que todo está controlado y le creo.- Afirmó Amatista.-

-Entonces, ¿qué tenemos que hacer nosotras?- Inquirió Kerria comentando a su vez.- Iba a tratar de ver a mi hermano para ofrecerme como su abogada.

-Pues será menor que no hagáis nada. Al menos hasta que os lo comunique. Además creo que oficialmente ninguna deberíais estar aquí. Sobre todo tú, Kerria. Sé que desearías ayudar a Leval, pero confía en mí. No le hace falta.

-Sabes que confío plenamente en ti. Fue Neherenia la que nos pidió que viniésemos y nos contó que había problemas. – Le informó a su vez su cuñada. –

- No lo sé a ciencia cierta. Pero tengo la impresión de que su hermosa y gentil Majestad sabe bastante más de lo que nos ha dicho. – Reflexionó Kathy llevándose una mano a la barbilla, como en sus mejores momentos periodísticos. –

-En cualquier caso, esperad hasta mañana. – Les insistió su compañera. –

-Tranquila, con lo cansada que estoy no tengo demasiadas ganas de aventuras. Es más, si mi hermano no precisa de mi ayuda, ni legal ni de otra clase, creo que me voy a acostarme ya mismo. De hecho es lo que iba a hacer. – Respondió Kerria mirando una de las camas. –

-Sí, será lo mejor. – Apuntó Katherine que tampoco sentía ya muchos deseos de entrar en acción, al menos por esa noche.  -

-Entonces que descanséis. – Les deseó Amatista que indicó a su hijo que debían retornar. –



Asthel volvió a tomarla en brazos y abriendo de nuevo uno de esos pasillos regresaron a casa.



-¡Vaya una película! – suspiró Kerria poniéndose su pijama y tumbándose en la cama. –

-Voy un momento al baño, si me disculpas. – Le dijo su prima. –



Su interlocutora ni contestó ya se estaba metiendo en la cama con ganas de dormir. Recordaba ahora. Cuando Neherenia  las avisó por conferencia de video la había sorprendido en medio de una montaña de documentos y códigos de leyes. Estaba preparando un caso de discriminación y apenas sí había dormido la noche anterior. Por fortuna, Sam tenía unos días libres del trabajo. Junto a  Bertie y Roy  se quedaron con Brian. A ella no le gustaba la idea de dejar de ver a su hijo y no poder estar con su esposa, pero la soberana le pidió encarecidamente que la acompañase. La chica estuvo algo remisa pero aceptó, sobre todo cuando Nehie le comentó que su hermano Leval estaba en apuros. Ahora, toda esa tensión acumulada y el cansancio le pasaban factura, cayéndole encima como una losa…



-Hasta mañana. - Pudo decir con un gran bostezo a su prima que ya estaba en el cuarto de baño y ni la escuchó.-



De hecho, Katherine respiraba de forma agitada. Aquello había sido un golpe de suerte, o quizás una desgracia, no estaba segura pero a ella se le habían acabado sus pastillas. Sacó de su bolso una de aquellos paquetitos que se llevase de aquel almacén. Lo abrió con cuidado y lo probó. Era plaguen. Tuvo mucha suerte dado que en un principio lo tomó por heroína. Esto era justo lo que necesitaba. Con mucho cuidado calculó una dosis y sacando su jeringuilla la rellenó. Con la práctica que le daba la experiencia se ató la goma que siempre llevaba consigo en su brazo derecho por encima del codo. Cuando se encontró la vena se inyectó. Suspiró con un gran alivio cuando esa sustancia penetró en su torrente sanguíneo. Ahora enseguida le haría efecto y podría descansar. ¡Menos mal! De no haber podido procurarse esa dosis habría estado temblando y con aquel terrible síndrome de abstinencia. Kerria lo habría descubierto sin duda. Pero, pasado ese momento de imperiosa necesidad, la culpa la invadía. Le afloraron unas lágrimas que de inmediato se secó. No podía salir así. Se arregló un poco y guardó todo en el bolso. Al fin salió del baño y se acostó. Por fortuna su prima ya estaba dormida.



-Hasta mañana, Ky.- Musitó en la oscuridad sin recibir respuesta.-



            Por su parte, Asthel y su madre concluyeron aquel periplo. De vuelta en casa Amatista  felicitó a su hijo que se sintió muy orgulloso de haber podido colaborar…



-¡Gracias cariño, me has sido muy útil! Ahora dedícate a tus cosas y no te preocupes...



            Asthel sonrió visiblemente satisfecho y se fue a su habitación. Ahora pasaría a ir a ver a alguien con quien debía hablar. Amatista por su parte siguió aguardando. Tenía muchas ganas de poder intervenir en ayuda de Logan y Leval. Cuando sus hijos se acostaron decidió dormir al fin, vencida por el cansancio de un día muy intenso y pensando.



-Espero que todo salga bien… 



Su hijo entre tanto había creado otro pasillo. Apareció en una habitación cerrada en donde estaba Lance quien no pareció sorprendido al verle.



-Mensajero. – Pudo decir por todo saludo - ¿Qué haces aquí?

-Deberías saberlo. – Contestó el interpelado que a su vez preguntó no sin un tono de reproche. - ¿Por qué le dijiste todo aquello a tu hermana?



Lance suspiró, sentándose en una cercana butaca.  Ante la mirada inquisitiva de su interlocutor le confesó con tono entre cansado y entristecido.



-Cuando llevas tantos años ocultando cosas y actuando en la sombra a veces aprovechas la oportunidad. Quiero a mi hermana y a mi familia más que a nada y no soporto hacerles esto. Pero al menos pude decirle la verdad a ella. Aunque fuera de esa forma.

-Pero podrías haberle destrozado la vida. – Opuso Asthel con desaprobación. –

-Todo estaba previsto, como de costumbre, no dejamos cabos sueltos. – Sonrió Lance que le comentó. – Sufrió una alucinación producto de una intoxicación por drogas. Yo ni siquiera habré estado en Bios. La pobre ni se atreverá a preguntarme y si lo hace le diré que estuve con nuestra madre, lo que será verdad porque me iré enseguida. Se sentirá como una tonta.

-Comprendo. – Pudo replicar el muchacho bajando la cabeza para remachar con sentido pesar. – Lo siento mucho, sé que esto no ha debido de ser fácil para vosotros. Todos estos años hasta mi aparición.

-Al menos los demás han tenido un nuevo comienzo. – Afirmó Lance. – Ahora mismo hasta Nehie cree que todo lo que está haciendo corresponde al plan que le contamos Mazoui y yo. Está con su hija, con su antigua doncella Anaris, su amiga Heather y los hijos de ésta, deseosa de quedar con mi hermana y mis sobrinos mañana para pasar un buen día con sus antiguas amigas de la universidad. Y así será.

-Tú también podrás ser feliz. – Le animó Asthel – Algún día…

-Ahora al menos hago algo más bonito, estoy con mi madre y cuando todo esto termine trataré de animarla en lo que pueda. Lo merece. Gracias a ella y a tu abuela, mi tía Bertie, por ejemplo estamos todos aquí. Y con suerte mi hermano y su familia vendrán dentro de poco a visitarnos. Sé que a ti ya te queda menos para comenzar tu misión. – Agregó su contertulio para sentenciar con solidario tono. – Y cree que no te envidio. Si quieres mi consejo, fruto de la experiencia, aprovecha el tiempo que aún te quede con los tuyos.

-Lo haré, aun deberán pasar quizás algunos años. Supongo que en cuanto vengan los dioses que faltan al fin sabré realmente que debo hacer y todo empezará. – Suspiró el chico que dándole la mano a Lance se despidió. – Ahora debo volver. Y por cierto, gracias por el libro, es muy interesante…

-Ya puede serlo. Le costó la vida a mi padre. - Suspiró Lance con marcada tristeza.-

-No será en vano, eso te lo aseguro.- Le prometió el chico realmente apenado por ese buen hombre.-

-Gracias, en ti confío. Pero ten cuidado, ese libro cambia a veces. Algunas realidades pueden reescribirse, y me refiero a un modo, literal.

-Por cierto. Ya que lo mencionas.- Repuso agudamente el chico.- ¿Terminaste con esos asuntos pendientes?

-No del todo, pero ojalá que no me lleven mucho tiempo.- Suspiró su interlocutor añadiendo con un tinte más tranquilizador.- En cualquier caso, no debes preocuparte por ello. Tú ya tendrás bastantes cosas que atender. Ojalá pueda serte de más utilidad. Pero, si no te veo más, buena suerte, Mensajero. – Le sonrió su interlocutor. –



Asthel asintió reconocido, abrió otro pasillo dimensional y regresó a su habitación, deseando descansar. Por su parte Lance sacó una especie de agenda negra de entre sus pertenencias y la ojeó, musitando.



-Tendré que ocuparme de esto lo antes posible. Hay cosas que no recuerdo haber leído…y hacen referencia a Nature. Alguien está dedicándole mucho tiempo a cambiar cosas allí, y me temo que sé quien es…



            Ajeno a todas aquellas situaciones, Cedric llegó a la sede del cuartel general. Tras su identificación de rigor, entró a la zona del despacho de su superior, el general Strips, que le recibió enseguida, estaba muy satisfecho. Logan saludó y su superior le ordenó descanso, éste le sonrió con su hipocresía fingida que tanto y tan bien dominaba.



- Se presenta el Teniente Coronel Cedric Logan, a sus órdenes, señor...

- Muy bien, Coronel.....me alegro de poder contar con usted. ¿Ha resuelto el pequeño problema del que le hablé?...- Se interesó su interlocutor. -

- Todo está resuelto,- repuso Cedric con un tono triunfalista para añadir no sin regocijo. - Me temo que el objeto de nuestras preocupaciones ahora tiene las suyas propias...señor...

- Mis amigos se alegrarán de saberlo, ya empezaban a inquietarse. Y eso no nos convenía. Debo reconocer que su idea ha sido genial, sabía que, con usted aquí, Malden tenía los días contados.

- Hace mucho tiempo que esperaba esta ocasión, le estoy muy agradecido.- Pudo replicar Logan con afectada amabilidad. -

- Muy bien. - Repuso el general aliviado para agregar con tono de apremio. - Entonces, al grano Coronel. Dentro de poco vendrán un par de naves desde la Tierra, traen mercancía muy valiosa. No debe de haber ningún problema. Usted se encargará de que así sea. ¿Queda claro?...

- Sí, señor... ¿cuándo y dónde llegarán? - Quiso saber Logan. -

- Dentro de tres días en la zona del cuadrante que nuestro amigo ha dejado vacante - repuso Strips con una mezquina sonrisa -

- Por cierto, habrá que sustituir al teniente coronel Malden, señor. Con alguien que no sea tan… puntilloso en el cumplimiento del deber. Del mismo modo que nos deshicimos de Zorton. - Recordó Logan igual de sonriente. -



Su jefe asintió, con una seguridad en el tono propia del que ya tenía aquello previsto de antemano, cuando le confirmó.



- Tengo algunos oficiales de confianza. No se preocupe, daré orden inmediata de que se ocupe ese puesto. Nada más, puede retirarse por ahora.

- Una cosa más, señor- le dijo Logan añadiendo con prevención. - Espero que no le suene mal, pero con el ajetreo del asunto Malden he tenido ciertos gastos...ya me comprende. Espero que sus amigos serán generosos con nosotros.

- No lo dude, tendrá una buena parte, lo bastante como para retirarse si le apetece. Ahora retírese, aunque sólo sea de mi despacho.- Le indicó Strips.-



Aquel tipo rio por su propia ocurrencia, lo cierto es que se encontraba de un inmejorable humor porque todo iba como él había planeado, al menos eso creía. Por su parte, Logan le siguió el juego riendo a su vez, pero pensaba.



- Ríe maldito cretino, por esta vez no has dicho nada lo suficientemente inculpatorio, pero ya caerás...- y sin perder su aparente jovialidad saludó y se retiró.-

           

            El general esperó a que Logan se hubiera marchado y llamó a su vez. Estuvo pegado al auricular del vídeo teléfono cuya imagen no era visible con claridad. Esa imagen semi borrosa le habló.



-¿Todo arreglado, Strips?...

- Sí.- confirmó éste. - He tenido confirmación por fuentes solventes. El camino está despejado...

- El cargamento podrá llegar seguro y a tiempo, supongo. - Terció aquel misterioso individuo. -

- No habrá problema.- Todo está controlado.-  Le aseguró el general, que quiso saber. - ¿Cuándo sabremos quién va a controlar el comercio y la distribución?

- Eso está en negociación, por ahora no hay un acuerdo, pero a nadie le interesa una guerra en estos momentos. No tema, se resolverá satisfactoriamente para todos....

- Muy bien, pero eso retrasará la venta y también los beneficios.- Objetó Strips. -

- Usted no se preocupe por eso.- Le indicó aquella voz para asegurarle. -Tendrá su comisión, la cantidad pactada, como y cuando se acordó.

- Me gustará retirarme antes de que terminase el año.- Le confesó el general, agregando con tono insidioso y amargado. - Ya estoy harto de la misma rutina.

- Usted podrá ser un respetable ciudadano de Bios, incluso llegar a algún cargo importante en política.- Le alentó aquel interlocutor. - Ahora debo dejarle, tengo muchas cosas que atender.- Pero cuando iba a cortar la comunicación, pareció recordar algo y agregó. - Hay algo más, hemos sabido que unas mujeres sin identificar han atacado y detenido a muchos de nuestros traficantes, se rumoreaba que podrían ser las justicieras. Eso podría echar al traste toda la operación, quiero que dejen de ser una molestia...

- Me encargaré de eso enseguida...no tema, si vuelven a aparecer serán historia.- Le respondió Strips.-



 Aquella figura pareció quedar satisfecha con eso. Asintió de forma casi imperceptible y el vídeo teléfono se apagó. Logan había pinchado el aparato del general y estaba escondido en un furgón con escuchas, tuvo la fortuna de grabar toda la conversación. Con eso podría incriminar a Strips, aunque quería más evidencias y, claro está, identificar a ese misterioso capo que le controlaba. Habría que esperar un poco más.



-Todo a su tiempo.- Musitó.-



Después suspiró,  sabedor de que el  ejercicio de la paciencia era clave en esta trama y se marchó de allí. Leval por su parte viajaba ya en la nave que estaba llegando a su órbita, deseoso de poder volver lo antes posible a la escena. Unas horas antes, en la legación del reino de la Luna en Bios, los niños jugaban ajenos a todas esas enrevesadas tramas. Anaris fue quien les llamó con tono cariñoso.



-Princesa Alice, Briseida, John. A merendar…



            Las dos niñas enseguida acudieron, el pequeño hijo de Heather se tomó algo más de tiempo, encantado como estaba, jugando con unos muñecos. Fue su madre quien se aproximó cariñosamente a él y le tomó en brazos.



-Hala, cariño. Es hora de merendar, como las niñas grandes.- Le susurró con ternura en tanto miraba a esas dos crías.-



            Lo cierto es que los modales de ambas eran impecables. Las dos se fueron a lavar las manos y retornaron enseguida, sentándose discretamente en sendas sillas, alrededor de una mesa exquisitamente puesta con panecillos recién horneados, mermelada de varias clases, algo de jamón y zumos de naranja. Fue Alice quien preguntó con tono dubitativo.



-Lady Anaris, ¿no aguardamos a mi madre?

-No sé a ciencia cierta si vendrá, Alteza. Me dio instrucciones no obstante para que vuestra hora de la merienda no se viese alterada. - Repuso la interpelada.-

-Sí, tu madre es una persona muy ocupada.- Intervino Heather, añadiendo con tinte entre evocador y divertido.- Recuerdo cuando íbamos juntas a la universidad y la pobre tenía que faltar tan a menudo. Yo no lo entendía, o pensaba que estaba enferma o que era muy caprichosa. Y resulta que la pobre tenía un reino que gobernar en tanto se sacaba la carrera y ensayaba como animadora.

-¿Animadora?- Inquirió Briseida con tono curioso, queriendo saber.- ¿Qué es eso?

-Bueno, una clase de bailarina.- Le explicó su madre.-

-Chicas muy deportistas que saben bailar y que animan en los descansos de los partidos de baloncesto o de football.- Le matizó Heather .- Yo misma fui animadora, junto con la madre de Alice y nuestra amiga común Idina. Tengo ganas de que nos reunamos todos y que vosotras podáis jugar con Loren y Tom.



            Aunque Briseida y Alice intercambiaron unas miradas de apuro, no parecían demasiado entusiasmadas con esa posibilidad. Amén de parecerles algo muy vulgar. De hecho, las dos habrían preferido estar en la Luna. No entendían el porqué la reina las había hecho viajar a ese planeta. Pero si su Majestad así lo quería, suponían que eso estaría bien. Fue la propia princesa entonces quien comentó, extrañada.



-¿Y está bien que una reina baile delante de todo el mundo?

-Bueno, Alteza, cuando vuestra madre fue a la Tierra lo hizo de incógnito. Es decir, nadie sabía que era una reina. Quiso actuar como una persona más para aprender todas las costumbres y saber como pensaban y que les gustaba a las gentes de otros países. Así se les puede comprender mejor.- Le explicó Anaris.-

-Mi madre siempre habla con todos en el reino.- Admitió la princesa.- Dice que desea conocer lo que preocupa a sus súbditos.

-Tu madre es una magnífica soberana.- La alabó Heather.- Y lo que es más importante, una estupenda amiga.



            Justo entonces escuchó la reconocida voz de la aludida.



-Muchas gracias. Tengo mucha suerte de contar con amigas tan maravillosas como tú y como Idina…

-¡Mamá!- exclamó Alice quien por esta vez, se saltó el protocolo levantándose  a todo correr para ir a abrazarse a su progenitora.



            Neherenia le devolvió ese abrazó y le dio un cálido beso en la frente, se agachó un poco para tener su rostro cerca del de su hija y, tras acariciar las mejillas de ésta, sonrió y quiso saber con patente afecto.



-Hola cariño. ¿Os lo estáis pasando bien?

-Sí, mucho.- Repuso Alice, refiriéndole.- Tu amiga Heather nos ha contado que bailabas con ella en la universidad.

-Es verdad.- Se sonrió la soberana, afirmando con nostalgia.- ¡Qué buenos tiempos fueron esos!



            Entre tanto, su hija se sentó una vez más, junto al resto terminaron la merienda. La propia reina les acompañó tomando un té junto con Anaris y Heather. Al fin, cuando los críos fueron autorizados a levantarse para volver a sus juegos, la amiga de Nehie le preguntó.



-¿Has podido ver a Idina?

-He estado muy ocupada.- Replicó la interpelada sin querer mentir, añadiendo.- Pero hablé con ella y espero que mañana podamos vernos todos.



            Uno de los funcionarios de la legación se aproximó entonces. Aunque no tenía ningún mensaje para la reina, sino para su antigua doncella.



-Lady Anaris, un mensaje de su esposo. – Le comentó aquel tipo.-

-Si me excusáis , Majestad. Señorita Roberts.- Dijo educadamente ésta.-



            Ambas mujeres asintieron y la rubia condesa siguió a aquel hombre hasta una estancia privada.



-La pobre debe de extrañar a su marido.- Comentó Heather.-

-Anaris siempre ha sido una magnífica doncella e incluso una amiga leal.- Admitió Nehie.- Celebré mucho que se enamorase de aquel muchacho. Pese a no ser aristócrata. Al principio, su familia no lo tomó bien. Ella es la hija de un barón de la Luna.- Le contó en confidencia a su amiga, para agregar.- Pero lo solucioné dándoles a ella y a su marido el título de condes cuando contrajeron nupcias.

-¿Y qué puede importar tener un título si se aman?- Inquirió Heather.-

-Siempre olvido que los americanos no tenéis de esas cosas.- Se sonrió Neherenia, quien más seriamente ahora, le explicó.- Puede que en tu país, e incluso en tu mundo, eso no tenga ya importancia. Pero en la Luna hay familias con un rancio abolengo. Muchos de mis súbditos descienden de los habitantes del Milenario de Plata. Cuando Serenity me otorgó el reino de la cara oculta de la Luna, bastantes de esas personas vinieron conmigo para ayudar a que el territorio prosperase. Y aunque Briseo comentó que su familia venía también de un remoto pasado, no tenía evidencias que lo sustentasen.

-Nunca he entendido eso de que en la Luna había una antigua civilización.- Repuso una perpleja Heather.-

-Quizás un día de estos te pueda contar la historia con detalle. Al menos lo que sus Majestades Serenity y Endimión, me contaron a mí siendo niña. - Le prometió Neherenia.-



Su contertulia asintió, tenía desde luego mucho interés en ello. Sin embargo, dejaron ese tema y continuaron charlando de cosas más corrientes, como del deseo de ver a su amiga común Idina. Por su parte Anaris entró en esa habitación de comunicaciones. Allí, en un monitor de holo televisión, sintonizó aquel mensaje. Era su esposo quien aparecía con gesto sonriente.



-Hola mi amor.- La saludaba afablemente. - ¿Qué tal todo por Bios?. Espero que Brise y tú lo estéis pasando bien. Os echo mucho de menos a las dos. Por aquí seguimos con trabajo y más trabajo. Puedes eso sí, decirle a la reina, que todo va conforme a lo previsto. Dentro de poco, la zona meridional va a ser la más hermosa de la Luna. Bueno, ahora debo dejarte. Tengo muchas cosas por hacer. Os quiero.



            Y así se cortaba esa comunicación que había estado grabada haría ya algunas horas. Anaris entonces sonrió, musitando.



-Yo también te quiero, mi amor… espero que pronto regresaremos…



            Y en el reino de la Luna nueva, Briseo había concluido su mensaje y ahora estaba reunido con un tipo de tez morena, con el que departía a solas en su despacho.



-¿Va todo bien, conde?- Le preguntó ese individuo.-

-Mejor de lo que podría esperarse.- Afirmó éste, añadiendo casi con regocijo.- ¡Esa estúpida nos cree sus más fieles vasallos! Y por el momento no hemos hecho nada para que eso cambie.

-Muy bien, y así debe ser. Por ahora las cosas deben ir como la seda por aquí.- Le indicó aquel tipo, preguntándole con interés.- ¿Y su esposa, qué piensa de esto?

-Anaris es una buena mujer, le tengo afecto y no la he hecho participe de nada. Es mejor así. Su entusiasmo y devoción por esa usurpadora extranjera es totalmente real. Esa es la manera perfecta de no levantar sospechas.



            Su misterioso interlocutor asintió con aprobación para aconsejarle.



-Siga siendo cuidadoso, conde. Pese a las apariencias, la reina Neherenia no es tonta, ni tampoco su esposo el rey Doran. Tienen un buen servicio secreto y muchos informantes. Lo mismo que Serenity y Endimión. No nos podemos permitir ni un solo paso en falso. La hora todavía no ha llegado.

-Lo sé, señor.- Respondió Briseo con un tinte de gran respeto, más al añadir.- Espero que le comunique a nuestro líder mi total lealtad y compromiso con la causa.

-Pierda cuidado, así lo haré.- Le prometió su contertulio.-



            Dicho esto la conversación concluyó, ambos salieron del despacho y Briseo apagó las luces, dejando aquella estancia en oscuridad y absoluto silencio.



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