Amatista
no fue capaz de esperar ni un segundo. En cuanto pudo encontrar una cabina
llamó por teléfono a Satory. Estaba muy nerviosa y excitada, loca de alegría.
Deseosa como nunca de darle aquellas buenas nuevas. Su amiga, en cambio,
descolgó despertando de su sueño, de mala gana contestó.
La sombra del Kremlin me hace parecer más
pequeño, el mausoleo de Stalin no me soltaba,
me perseguía una y otra vez.
¿Como se siente? ¿Como se siente?
Cuando se está solo
y sólo se siente frío en el interior.
Como un extraño en Moscú.
Aquí existe el peligro.
Aquí existe el peligro, cariño.
Como un extraño en Moscú.
Vivo muy solo, vivo muy solo, cariño.
Un extraño en Moscú.
-¿Sí,
quién es?..- preguntó musitando medio dormida, pero la atropellada voz de
Amatista la arrolló completamente. -
-¡Satory,
Satory!... ¡Leval está curado, se ha despertado ya!..- exclamaba con júbilo. -
-¿De
verdad? – Repitió su amiga que, de la impresión, se despabiló de golpe. - ¡Es
maravilloso!, ahora mismo voy para allá...
Amatista pensó en
decirle lo de la proposición de boda que el chico le había hecho pero, dominando
su entusiasmo a duras penas, prefirió callar por ahora. Sería mejor reservar
esa noticia.
- Llama
a los demás, por favor. Yo tengo que volver junto a Leval.- Añadió al fin. -
- Claro,
no te preocupes...
Colgaron el teléfono, Satory se
encargó de llamar a todos, comenzando por Mazoui. A la media hora el grupo de
amigos estaban junto a Leval en el hospital. Un poco antes de que se reunieran
con el chico, a aquellos que estuvieron más cerca de él, se les sometió a
diversas pruebas y se pudo descartar la posibilidad de que existiera ningún
tipo de contagio. Tal y como su amigo extraterrestre les avanzó no tenían nada
que temer. Era extraño, pero aquel tipo de virus parecía concebido únicamente
para afectar a la constitución de los saiyajin. Por tanto, resultó ser
totalmente inocuo para el resto. Eso también eran buenas noticias.
-Podría
ser un arma experimental. De cualquier modo, si volvemos a contactar con algún
guerrero del espacio, les avisaremos.- Comentó Giaal.-
-Sí, si
es que nos cruzamos con alguno. -Declaró Tracer.-
-Fue una
suerte que Leval fuese en parte humano. De ese modo pudo resistir lo bastante
como para que encontrásemos la cura.- Afirmó Mazoui.-
-Y ahora
tenemos un antídoto. No solamente para él sino para cualquier saiyajin que lo
precise. - Observó Sandy con optimismo.-
De todas maneras, y a fin de estar
totalmente seguros, aguardaron un poco todavía a concluir esos análisis y unos
contraanálisis. Después, y cuando pudieron ir a visitarle, le saludaron muy
efusivamente. El muchacho aún no estaba del todo recuperado. En palabras del
doctor, seguía débil pero fuera de peligro. Según las pruebas de un chequeo
médico que le acababan de hacer antes de que todos llegasen, esa extraña
enfermedad había remitido e incluso desaparecido por completo. El mismo Giaal,
reunido entre tanto con los médicos del hospital, coincidió con ese diagnóstico.
No obstante, el primero en acercarse fue Mazoui que le estrechó la mano
sonriente.
- Me
alegro de que estés de vuelta, amigo.
- Yo
también, gracias - repuso éste devolviéndole la sonrisa y añadiendo con mucho
reconocimiento. - Gracias a todos por lo que habéis hecho.
-¡Venga
hombre!,- intervino Tracer jocoso como siempre. - No ha sido nada del otro
mundo, con que nos invites a una buena fiesta nos damos por pagados ¿Verdad
chicos? ¡Y estírate tacaño!
Los otros rieron aprobando las
palabras de su amigo que, como siempre, sonaron de un modo divertido y
despreocupado. El mismo convaleciente se reía pese a que no pudiera hacerlo
tanto como el resto por mor de su debilidad. Lo cierto es que esas bromas
venían perfectamente para eliminar la tensión y los momentos de preocupación
que todos habían experimentado. En ese instante llegaron Giaal que acababa de
consultar las pruebas médicas de su amigo y Susan. La joven oficial fue la
primera de los dos en decirle nada más entrar.
-¡Cuánto
me alegro, señor! ¡Por fin está usted recuperado!
Éste se limitó a sonreír con
afabilidad, en tanto Giaal le saludaba a su vez con un tono más controlado pero
igualmente alegre.
- Es
maravilloso. Al parecer estás otra vez en buena forma. Celebro tenerte de
vuelta.
Esta vez Leval le estrechó la mano
con visible agradecimiento para decirle.
- De no
ser por ti, yo no seguiría vivo a estas alturas, realmente eres un médico
estupendo.
- No me
lo agradezcas solamente a mí. Todos han ayudado a curarte. - Replicó modestamente
el alien haciendo extensiva esa gratitud al resto. -
- Desde
luego, disculpadme. Estoy en deuda con todos vosotros. – Convino el paciente. –
Obviamente nadie dio importancia a
eso, más bien sonrieron. El pobre Leval apenas sí se había despertado y trataba
de situarse. Por ello, Tracer declaró, entregando a su camarada un paquete
rectangular y plano, de poco grosor, envuelto en papel de regalo.
- Ahora
tienes que recuperarte pronto y para eso propongo que comiences por hacer algo
de deporte. Así que te he comprado esto.
-¿Qué es?-
Inquirió el chico sin comprender, al igual que el resto. -
-
Ábrelo, te ayudará a mantenerte en forma para lo que te espera cuando salgas de
aquí. - Sonrió su compañero con expresión de regocijo en tanto miraba de reojo
a una curiosa Amatista, tan impaciente como los demás por ver de qué podría
tratarse aquello. Mientras el oficial añadía jocosamente. – Estoy seguro de que
te vendrá muy bien para entrenar…
Algunos miraron a Penélope que estaba cerca de Rick, pero ella
les devolvió la mirada con el mismo gesto de extrañeza. Entre tanto, Leval
rompió el papel para descubrir que aquello era ¡una revista porno! Las caras de
los demás eran un poema, excepto la de Tracer que se partía de risa y al poco
también Amatista, Sandy y Mazoui. Penélope fulminaba con la mirada a su
pretendiente y Satory se ruborizaba hasta las orejas, Susan se limitó a mirar
hacia otro lado, riendo a su vez y Giaal no parecía comprender demasiado de que
iba todo aquello.
- ¡Eres
un guarro! - le amonestó la doctora Winters aunque no con severidad, pues ni
ella podía evitar al menos sonreír por semejante ocurrencia, cuando le preguntó.
- ¿Es que nunca podrás actuar con seriedad?
-¿Qué
tiene de malo mi idea?- inquirió éste con fingido tono inocente, para añadir de
forma pícara. - Falta le va a hacer entonarse para recuperar el tiempo perdido,
¿verdad, Amatista?
La muchacha se limitó a repasar bien la cabeza del ocurrente
oficial a capones, roja de vergüenza. Aunque luego le abrazase entre risas.
Mazoui tomó el relevo fingiendo acogotar a su amigo y los demás comentaban
entre divertidos y atónitos esa ocurrencia. Por su parte, Leval y Amatista se
miraron sonriendo y asintieron. Aquella parecía la ocasión propicia. Entonces
ella le pidió a su novio con voz melosa y al tiempo impaciente.
-¡Vamos,
díselo tú!...
El chico asintió, visiblemente
satisfecho y feliz, esperó unos instantes hasta que los demás se
percataron de que deseaba hablar para
dirigirse a todos y una vez obtuvo la atención del resto, que aguardaba sin
comprender, declaró con solemnidad.
-
Tracer, tendrás tu fiesta, amigo. En realidad, haremos algo mejor que eso,
chicos. Amatista y yo queremos deciros algo.
- Bueno,
¿de qué se trata? - Inquirió Penélope que a pesar de su carácter más frío, esta
vez no podía sujetar la enorme curiosidad que la embargaba. -
- Le he
pedido a Amatista que se case conmigo y ella ha dicho que sí.- Anunció Leval
sonriente. -
Todos se quedaron boquiabiertos.
Satory fue la primera en reaccionar abrazando a
su amiga, Tracer y Mazoui hicieron lo propio con Leval, aunque cuidando
de no apretujarle mucho. Penélope y Sandy sonreían y también felicitaron a su compañera.
Lo mismo que Susan y Giaal. La prometida al fin habló muy emocionada.
- ¡Hoy
es el día más feliz de mi vida! - Declaró la muchacha enumerando con creciente
entusiasmo - Leval está a salvo, voy a
ser su mujer y todos mis amigos están conmigo. ¡No se puede pedir más! - Se quedó
pensativa un momento, suspiró y entonces sí que rectificó añadiendo. - Bueno,
quizás sí, ¡ojalá aquellos que nos faltan y nos son tan queridos pudiesen estar
aquí!...Ahora mismo desearía poder contarles esto a mis padres.
- Estoy
seguro de que les volveremos a ver.- La animó Leval. - No pierdas la esperanza.
-Y
tampoco las facturas, a ver si os pagan la boda.- Sonrió Rick en otra de sus
ocurrencias.-
El resto se rio de nuevo, aunque ahora Amatista
solamente esbozó una sonrisa llena de emoción para declarar.
-Al
menos contigo haciendo estas bromas, me ha parecido por un momento que Granate
estaba con nosotros. Creo que él hubiera dicho lo mismo.
-Sí, es
cierto.- Convino Mazoui.- Los dos os hubierais llevado muy bien.
-Gracias
chicos.- Repuso el oficial, algo afectado también, al añadir ahora con
seriedad.- Para mí es un honor que me comparéis con él. Debió de ser un tipo
magnífico.
-Juntos
habríais sido terribles. ¡Cualquiera hubiese aguantado vuestras bromas! -
Sonrió Leval para eliminar algo de ese ambiente tan emotivo.-
- Lo
único que yo sé es que debemos celebrarlo. No se dan noticias así todos los
días.- Pudo replicar el aludido para evaporar del todo aquel momento de
nostalgia. - ¡Así que, venga, a por el champán!
-
Tracer, en esta ocasión coincido contigo.- Convino Mazoui.-
Y le dio una palmada en la espalda que casi le tira al
suelo, aunque dejó que su amigo se recobrase para añadir con más calma.
- Pero
creo que lo mejor será que por hoy nos vayamos todos a descansar. Reservémonos
para otra ocasión.
- Estoy
de acuerdo,- asintió Penélope - ha sido una noche muy agitada y por lo que
hemos estado investigando, mañana será un día movido también.
-¿Habéis
descubierto algo nuevo? - Preguntó Satory pasando a ese tema con visible
interés. -
- Hemos
descubierto que ese planeta cercano es perfectamente colonizable, y ya tenemos
desarrollado en su mayor parte el proyecto de terraformación. - Respondió Sandy
con palpable alegría -
- Pero
hay más.- Añadió Penélope de forma enigmática. - Cerca del planeta la sección
de navegación de la nave ha detectado una alteración en el espacio, no estamos
seguras, pero...
- Podría
ser otro agujero negro en el espacio...- dijo Mazoui, que algo había oído de
eso, adelantándose a Penélope. -
- Sí,
podría ser eso - admitió ella que no obstante advirtió con su talante científico. - Pero, como ya he dicho, debemos confirmarlo
antes de aventurarnos a exponer esa teoría de forma oficial.
- Estoy
seguro de que ese agujero, o lo que sea, es la puerta de entrada a nuestro
sistema solar.- Terció Leval añadiendo de un modo pensativo. - No sé por qué,
no puedo explicarlo. Pero es una intuición.
-¡Ojalá
tengas razón, cariño! - Suspiró Amatista añadiendo esperanzada. - Podríamos
volver a casa...sería perfecto. ¡Oh, quiera Dios que sea así!…
Hubo un reflexivo silencio al escuchar estas palabras, el
ambiente estaba algo tenso, ninguno quería hacerse demasiadas ilusiones pero al
mismo tiempo deseaban que aquello pudiera
convertirse en realidad. Por fin Satory rompió aquel momento de
meditación para disolver la reunión con un suave...
- Bueno,
mañana seguiremos hablando. Leval tiene que descansar y nosotros también...
Todos estuvieron de acuerdo en eso.
Fueron a dormir, al día siguiente las chicas se dispusieron a ir al centro de
telemetría a continuar sus estudios. Mazoui fue el primero en acercarse a ver a
Leval, le comentó que Freejar y los demás le mandaban saludos a su peculiar
estilo.
El muchacho recordaba en una de las
ocasiones en las que coincidió con el superior de su primo. El mayor le
inquirió con jovialidad que trataba de disimular su preocupación.
-¿Qué
tal va ese chico? ¿Ha terminado ya de haraganear en la cama del hospital? Tendré
que ir a visitarle para sacarle de la oreja.
-Sí, ya
está mucho mejor, y deseando reincorporarse. - Le contó Mazoui que no podía
dejar de sonreír al observar a aquel tipo y sus vanos esfuerzos por camuflar su
inquietud. – Dentro de poco volverá a sacarte de quicio con sus cosas, Winston.
De hecho, Freejar había llegado a apreciarles bastante a
ambos, y a Leval casi le consideraba, sino una especie de hijo, casi como a un
hermano pequeño o un sobrino. Aquel oficial, a pesar de las apariencias, tenía
un gran corazón y también echaba de menos mucho a su familia. A su esposa Elise,
de la que muchas veces hablaba o al menos hacía referencias, y a sus hijos.
Pero en lugar de amargarse como otros en su misma situación, trataba de ser
optimista y comerse el mundo con esa apariencia de chabacana rudeza. Mazoui
podía percibir eso con claridad cuando le sondeaba aunque fuese de forma
superficial, pues tampoco iba a invadir la intimidad de aquel socarrón individuo
al que de veras apreciaba y que ahora le dijo.
-¡Pues
dile a ese alcornoque que no se alegre tanto de volver! Ya verás la cantidad de
trabajo atrasado que va a tener que recuperar.
-¡Espero
que nos seas muy duro con él! - rio su interlocutor, más cuando le comentó. -
Tiene la intención de casarse con su novia.
-¿Casarse?
¡Ese está mal de la cabeza! – Exclamó Freejar agregando con fingida solidaridad
e incluso algo de ironía al sentenciar. -
Estaba equivocado, lo suyo es mucho más grave de lo que creía. Tiene que
regresar a la cama del hospital, la enfermedad le ha debido afectar al cerebro.
No puedo encomendarle ninguna tarea hasta que no se recupere de eso.
Y Mazoui se rio sin casi poderlo evitar dándole una amistosa
palmada en el hombro a su colega que simplemente sonrió. Cuando se lo refirió a
su primo Leval éste también se rio declarando con incluso un tinte de afecto en
su voz.
-¡Ese
chalado! Aunque parezca mentira tengo muchas ganas de volver a verle.
-Pues ha
amenazado con venir a visitarte uno de estos días…-Se rio su primo.- Y dice que
le da igual lo que digan en el hospital, piensa fumarse un puro contigo para
celebrar tu recuperación.
-Mejor
dile que no es necesario. A sabe la que montaría con sus ocurrencias.- Se
sonrió el chico tratando de imaginarlo.- Le creo perfectamente capaz de fumar
aquí…
Tras
reírse un poco más, Mazoui le comentó que Freejar y algunos compañeros iban a
salir en una escuadrilla de reconocimiento para observar más de cerca la
perturbación. Antes de eso, se había lanzado una sonda. Ésta llevaba varias horas
en vuelo, acercándose hacia esa anomalía espacial, la analizó y envió datos.
Luego desapareció. El alto mando,
extrañado, decidió evitar que los cazas se acercasen demasiado y envió otra
sonda que alcanzó también su objetivo y se mantuvo alejada durante más tiempo,
suministrando nuevos datos.
-Aquí
grupo alfa verde uno. - Informaba Freejar consultando sus lecturas – el pájaro
uno ha volado, no tenemos contacto visual ni de radar. La extraña perturbación
parece un agujero negro. Tiene alto poder de atracción gravitatorio. El pájaro
dos sí que está emitiendo telemetría y datos. Por ahora se mantiene seguro,
pero se está acercando y podría caer en ese campo de atracción. Corto.
-Muy
bien.- Convino el puente de mando que ordenó. - Regresen a la base. Dejen todo
en manos de la sonda dos.
-Recibido,
regresamos.- Repuso Freejar dirigiéndose al resto de su escuadrilla.- ¡Vamos
zánganos!, que se enfría el rancho…
Y en tanto los pilotos volvían,
Amatista, junto con las demás, se afanaba en analizar toda la información que
llegaba de la segunda sonda. Tras varias horas de servicio, ésta también cayó
en el foco de gravedad de esa extraña perturbación y dejó de emitir datos. Sin
embargo al cabo de unas horas más, empezaron a llegar transmisiones en la banda
de uhf. Satory fue la primera en escucharlas y en decir sobresaltada.
-¡Son
señales de radio, son transmisiones de ondas radiofónicas! ¡Vienen de la
Tierra, estoy segura!...son noticias.
Sandy, que era la más cercana a ella
sintió un pálpito, su amiga debía de estar en lo cierto. A todo correr se llegó
junto a su compañera
- A ver - le pidió a Satory los auriculares
que llevaba, ella se los prestó y comenzó a escuchar. Es cierto,- confirmó
sorprendida. - Transmiten también en onda corta. Y ahora escucho música. ¡Son
canciones! Pero, ¿de dónde viene esto?
- Seguro
que proviene desde más allá del agujero.- Afirmó Satory. -
- No
puede ser de otro sitio. Tienen que venir de ahí. - Sentenció Amatista
pidiéndolas con apremio en tanto exploraba más bandas de transmisión. -¡Por favor, dejadme a mí!...- le pasaron los
cascos y la muchacha al ponérselos y escuchar sonrió declarando con tono lo más
sereno posible. - Sí, esto que sintonizo ahora es una señal de televisión, el
programa me es conocido...Pasadlo a audio de salas. – Las pidió no sin
emoción.-
Las chicas asintieron con el mismo
entusiasmo. Y al hacerlo pudo oírse por los altavoces del laboratorio. Aquella
era una canción de la Tierra. ¡Y no podía ser más apropiada! Todas la
escucharon con emoción.
Aquí hay una canción
Del lado equivocado de la ciudad
Donde estoy atado
Al suelo
Por el sonido más solitario
Que golpea desde adentro
Y me está clavando
Del lado equivocado de la ciudad
Donde estoy atado
Al suelo
Por el sonido más solitario
Que golpea desde adentro
Y me está clavando
Aquí hay una página
Desde el escenario más vacío
Una jaula o la cruz más pesada jamás hecha
Un indicador de la trampa más mortal jamás puesta
Desde el escenario más vacío
Una jaula o la cruz más pesada jamás hecha
Un indicador de la trampa más mortal jamás puesta
Y te agradezco
Por traerme aquí
Por mostrarme mi hogar
Por cantar estas lágrimas
Finalmente he encontrado
Que aquí pertenezco
Por traerme aquí
Por mostrarme mi hogar
Por cantar estas lágrimas
Finalmente he encontrado
Que aquí pertenezco
El calor y el más enfermizo
Dulce aroma de sábanas
Que se aferran de mis rodillas
Y mis pies
Pero me estoy ahogando en el tiempo
Hacia un ritmo desesperado
Dulce aroma de sábanas
Que se aferran de mis rodillas
Y mis pies
Pero me estoy ahogando en el tiempo
Hacia un ritmo desesperado
Se siente como casa
Debí haberlo sabido
Desde mi primer respiro
Debí haberlo sabido
Desde mi primer respiro
Dios envió al único verdadero amigo
Lo llamo mío
Pretendo que haré enmiendas
La próxima vez
Apreciaré el gloria del final de la línea
Lo llamo mío
Pretendo que haré enmiendas
La próxima vez
Apreciaré el gloria del final de la línea
Y te agradezco
Por traerme aquí
Por mostrarme mi hogar
Por cantar estas lágrimas
Finalmente he encontrado
Que aquí pertenezco
Por traerme aquí
Por mostrarme mi hogar
Por cantar estas lágrimas
Finalmente he encontrado
Que aquí pertenezco
(Home. Depeche Mode, crédito al autor)
Y no solamente por la palabra hogar sino por ese sentimiento
de amistad e incluso hermandad que había surgido entre todas durante ese viaje.
Ahora se abrazaban entre ellas, con
lágrimas en las mejillas. Al fin, su jefa, algo más sobria y moderada como de
costumbre, se acercó a las demás en
tanto Satory decía bastante contenta.
-Entonces,
es verdad, hemos acertado con nuestra suposición, es el camino de vuelta a casa
y está ahí, ¡tan cerca del planeta que buscábamos!...
- No nos
precipitemos. - Le indicó Penélope haciendo gala de su templanza. – Antes de
comunicarlo oficialmente hay que confirmarlo al cien por cien.
-Esta
transmisión no proviene de nuestra propia nave. Lo he comprobado.- Terció
Sandy.-
-¡Pero
hay que decírselo al alto mando! - Indicó Amatista con mucho mayor entusiasmo
ahora. -
- Sí,
deben saberlo sin pérdida de tiempo. Necesitaremos su confirmación. - Convino
Satory tratando de contener en lo posible aquel alborozo para centrarse en los
detalles técnicos. – De cualquier transmisión y ancho de banda.
-
Seguramente ya lo saben. Ellos tienen mejores equipos de escucha que los
nuestros. - Aventuró Sandy añadiendo con
más tranquilidad. – Sin embargo, Penélope tiene razón. Esta noticia es
demasiado importante, debemos verificarla del todo. No puede haber ni el menor
margen de error. Sería catastrófico dar a la gente falsas esperanzas.
Las chicas convinieron en eso y
trabajaron sin descanso hasta que ya no hubo duda posible. Por la fecha de
emisión de esos programas a la velocidad de la luz, estaba claro que se habían
emitido desde la Tierra hacía tan sólo unas cuantas horas. Sólo podía haber una
explicación, esas señales habían llegado hasta los planetas gaseosos del
sistema exterior y allí, entrado por esa discontinuidad espacial que les envió a esa parte tan lejana de la
galaxia. Ahora la apertura que las sondas estaban analizando bien podría ser un
pasillo análogo. Luego ambas se comunicaban o estaban relacionadas de algún
modo. Solamente restaba saber algo crucial, además de las ondas de luz y las
sondas. ¿Podría pasar el enorme asteroide en el que viajaban?
-Tenemos
que realizar cálculos de presión gravitacional para garantizar la seguridad de
la nave. Si mantenemos este rumbo iremos directos hacia ese agujero.- Les
indicó Penélope.-
-Así es.
He enviado lo que recibimos al alto mando. Supongo que ellos serán capaces de
completar la información.- Convino Sandy, afanada también en comprobar algunos
experimentos.-
-Bueno,
yo me pongo con los cálculos junto con Amatista. Entre eso y los datos de la
sonda podremos hacernos una idea. - Dijo Satory con el asentimiento de la
aludida.-
- A ver
cuando nos envían más información desde el puente.- Terció la francesa con la misma
impaciencia contenida que las demás.- La necesitaremos para estar seguras al
cien por cien.
Efectivamente la información del
satélite de exploración había llegado al comodoro Hazzar que a su vez informó
de inmediato al contralmirante Spar. Éste, con la misma prudencia que tuvieron
las chicas, decidió esperar a recibir más datos. Además, para asegurarse
definitivamente, ordenó que la sonda transmitiese un mensaje hacia el interior
del agujero...
-Vamos a
realizar un intento de comunicación. - Informó a las chicas.- Tan pronto
sepamos algo serán las primeras en ser informadas.
-Muy
bien, contralmirante, quedamos a la espera y continuamos con nuestras
investigaciones.- Respondió al doctora Winters.-
Así se dio luz verde al proyecto. El
ingenio procedió a transmitir, pasaron horas antes de que se volviese a recibir
algo que no fueran transmisiones de radio. Al fin llegó un mensaje al centro de
mando, ¡eran saludos de la Tierra!, todos los componentes de la sala de control
saltaron de alegría abrazándose sin poderlo evitar. Incluso los mandos se
permitieron por unos momentos aquellas muestras de camaradería antes de retomar
el control sobre sus emociones y transmitir una respuesta. El mensaje les pedía
posición y a su vez daba las coordenadas de la misma Tierra. Spar, siempre
cauteloso por experiencias pasadas, ordenó verificar la información una y otra
vez. En la mente del veterano militar y por qué no decirlo, en la de muchos de
sus oficiales, anidaba un temor. ¿Y si fuera el enemigo que tratara de tenderles
una trampa? Pese a que creyeron que había sido destruido no se fiaban. Pudiera
ser que la gran nave nodriza no fuese la única de la que dispusieran. ¿Y si una
flota de ellas les aguardaba al otro lado? ¿Y si ese pasaje era un agujero
negro que pudiera destruirles y les estuvieran guiando hacia su perdición?
Hazzar lo comentaba con su superior preguntándole.
-¿Qué
debemos hacer, señor? La tripulación está ansiosa por comunicar con la Tierra y
saber de sus seres queridos, Y no digamos de la posibilidad de regresar.
-Lo sé.
– Admitió su interlocutor afirmando sin embargo.- Pero sabe tan bien como yo
que no podemos permitirnos el lujo de dejarnos llevar por la imprudencia. Es
mucho lo que nos jugamos.
-Pero.
¿Cómo podríamos saber si es un mensaje genuino?- Inquirió el comodoro con tono
casi suplicante.- No me gustaría que los nuestros se crearan falsas esperanzas.
- Quizás
preguntando algo que únicamente pudieran saber en la Tierra. Personas allegadas
a algunos de los tripulantes. Algo que nuestros enemigos jamás pudieran ni
imaginarse.- Le respondió el contralmirante.-
Hazzar asintió. Esa era una gran
idea. Recordó echando mano de sus conocimientos de historia.
-En la
Guerra Hispano- Norteamericana de mil ochocientos noventa y ocho, se vieron en
una tesitura muy similar. Los españoles fueron derrotados. No obstante, una
pequeña guarnición resistió en el fuerte de Baler, en Filipinas. Estuvieron más
de seis meses rechazando los ataques de los tagalos, que estaban apoyados por
las tropas estadounidenses. Y cada vez que iba alguien a decirles que se
rindieran, que la guerra había terminado, lo expulsaban de inmediato tachándole
de agente enemigo y acusándole de intentar engañarles.
-Sí,
recuerdo esa historia de la academia.- Comentó Spar.- Al final, les trajeron
periódicos de la propia España y un oficial leyó una noticia que sus enemigos
no podían haber falsificado. El compromiso matrimonial de un compañero suyo. Así
supieron que lo que estaban diciéndoles durante todo ese tiempo era cierto.
-Por
eso, tendremos que buscar un tipo de confirmación parecida.- Arguyó Hazzar.-
Pidió permiso a su superior que, de inmediato, le autorizó a
poner esa idea en práctica. De este modo el comodoro preparó una serie de
cuestiones que seleccionó de algunas preguntas que miembros de su personal le
formularon. Eran relativas a recuerdos y vivencias que únicamente podrían saber
seres queridos y personas muy determinadas. Era imposible o al menos de una
probabilidad de uno contra varios millones que el enemigo supiera las
respuestas. Cuando se transmitieron todos aguardaron con gran expectación. Tras
bastantes minutos e incluso varias de horas llegaron las contestaciones. La
alegría desbordó a todos al confirmar que las réplicas eran certeras a todas las
preguntas. Fue entonces cuando Spar, tan feliz como el resto de sus
subordinados, ordenó responder de inmediato. Así, pasaron un par de días y
Leval por fin se levantó de la cama. Ahora sí que con una sola alubia se
encontró en plena forma. Junto con Mazoui se reincorporó de inmediato al
servicio y pidió ver al contraalmirante. Ambos fueron inmediatamente recibidos.
Su superior les hizo pasar y ambos se pusieron firmes. Spar les pidió que
descansasen y se sentasen, luego les preguntó por el motivo de su petición de
hablar con él no sin antes dirigirse a Leval.
-
Celebro verle reestablecido, teniente Malden. Le hemos echado de menos.
- Muchas
gracias, señor. Estoy encantado de volver.
- Me
alegro, hijo - repuso su superior permitiéndose hacerlo en un tono más paternal
de lo que solía, aunque enseguida recuperó su forma de ser más protocolaria y
les preguntó. - En cuanto me
transmitieron su petición para hablar conmigo les he recibido. Supongo que será
importante. Bien, ustedes dirán.
- Verá
señor,- explicó Leval. - Hemos pensado que ya que podemos trasladarnos
instantáneamente, si logramos acercarnos lo suficiente podríamos captar la
energía que emiten nuestros padres desde la Tierra y acelerar el contacto.
- Es una
buena idea,- afirmó Spar añadiendo con interés
- ganaríamos mucho tiempo. En cuanto podamos acercarnos serán informados.
-
Gracias señor,- repuso Mazoui - no tenemos nada más que pedirle.
-
Entonces pueden retirarse, ¡ah teniente Malden! - le dijo Spar a Leval antes de
que saliera por la puerta, esbozando una amable sonrisa. - ¿Está usted seguro
de que ya se encuentra apto para el servicio? ¿Necesita algún día más para
recuperarse?
- Estoy
perfectamente. Muchas gracias por su interés, señor. No necesito ningún día
más. Al contrario, estoy deseando volver a la acción. - Repuso el chico que, tras saludar, iba a cerrar la puerta
cuando cayó en la cuenta de algo y aun le dijo a su superior. - Con su permiso,
he recordado algo, señor. No tiene relación con el servicio, es un favor muy
personal que me gustaría pedirle...
- Muy
bien. - Asintió Spar agregando con su atención puesta en el muchacho. - Usted
dirá...
Leval esbozó una amplia sonrisa y
pasó a exponer su petición. Su primo le esperaba fuera y una vez salió, le
inquirió extrañado.
-¿Qué le
has pedido a Spar?
- Ya te
enterarás. - Replicó entre misteriosa y divertidamente éste. -
Mazoui sonrió también, algo en su interior ya
conocía la repuesta a eso. Pero ahora debían ocuparse de otras cosas más
urgentes. Ambos fueron enseguida a ver a las chicas que estaban en el centro de
telemetría. Al reunirse, Amatista se abrazó a su prometido y tras besarle en
los labios le dijo entusiasmada.
-¡No
puedo creerlo! , quizá nuestro sueño de ver a nuestras familias otra vez se
cumplirá después de todo.
- Claro,
ya te lo dije,- sonrió él como si lo hubiese sabido de siempre. - Ahora sólo
hay que esperar a que nos acerquemos lo bastante. Así podremos transportarnos.
-
Debemos investigar más para estar por completo seguros de que eso es posible. -
Le advirtió Penélope. - Pero creo que podremos hacer una especie de puente de
sondas para lograr una conexión mejorada.
- Sí, es
una buena idea.- Convino Sandy aconsejándoles con tino. - Deberíais decírselo a
vuestros superiores.
- Lo
comunicaremos al comandante,- intervino Mazoui - él transmitirá la idea a
nuestros superiores.
- Pues
cuanto antes mejor. No tenemos tiempo que perder. - Indicó Satory, a lo que el
chico asintió con ganas. -
Los dos se fueron a pedirle a Zorton
que trasmitiese su petición.
-¿Da
usted su permiso, señor?- Le pidió Mazoui con la característica prevención que
tenía cada vez que iba a ver a su superior. -
-Pasen,
por favor. – Les pidió a su vez éste con mucho mejor humor de lo que en él era
habitual. -
Ambos muchachos entraron en posición de firmes pero su
comandante se apresuró a decir con un tono que les sorprendió por lo jovial.
-
Descansen, muchachos. Pero siéntense. No se queden ahí de pie. Malden, ¿cómo se
encuentra?
-Totalmente
reestablecido y listo para la acción, gracias por su interés, señor.- Pudo
decir el aludido.-
-Me
alegro, pero tomen asiento, por favor.- Insistió su superior con jovialidad al
verles todavía de pie.-
Obedecieron cruzando sendas miradas
de asombro. Ese parecía otro oficial. Aunque enseguida supieron el porqué de
aquel cambio de humor.
-Me han
comentado que se ha descubierto un agujero que interconecta este espacio con
nuestro sistema Solar ¿Es eso correcto?
-Sí, mi
comandante – se apresuró a responder
Mazoui. - Precisamente veníamos a pedirle a usted que, si fuera tan amable, transmitiera a los
mandos una propuesta que se nos ha ocurrido junto con el personal del
laboratorio.
En pocas palabras le refirieron la idea y Zorton no pudo por
menos que asentir de inmediato para afirmar.
-Denlo
por hecho. Si quieren alguna cosa más.
-No
señor, le agradecemos mucho su ayuda y su comprensión. – Pudo decir Leval que
ya estaba escarmentado de ocasiones anteriores. –
-Al
contrario, teniente. Soy yo quién les agradece sus desvelos. Para con la nave y
con sus ocupantes. Díganme, por favor. Si esa idea funciona, ¿podríamos
comunicar con la Tierra?
-Teóricamente
hablando sí, mi comandante. – Contestó Mazoui que agregó esperanzado.- Una vez
se compruebe eso incluso sería posible establecer contacto con nuestras
familias.
-¡Eso
sería estupendo! – Convino su superior que entonces les desveló.- Hace mucho
que no he hablado con mi esposa y mis hijos. Y creí que nunca podría volver a
hacerlo.
-No
sabíamos que estuviese casado, señor. Perdón, no es de mi incumbencia. – Se
apresuró a disculparse Leval por adelantado. –
Pero en ésta ocasión, lejos de mostrar
contrariedad o de endurecer sus facciones como acostumbraba en esos casos, su
superior esbozó una leve sonrisa para replicar con tono bastante animado para
lo que solía.
-No
tiene por qué excusarse, teniente. Soy yo el que no habla mucho de mi vida privada.
Bueno, supongo que todos estamos igual de expectantes. Ustedes también tendrán
familiares en la Tierra que les echen de menos.
Deseo de corazón que su plan tenga éxito. A partir de este momento no
duden en venir a verme para cualquier cosa que precisen. Sea de día o de noche.
Pidan lo que necesiten y veré lo que puedo hacer…
-Muchas
gracias, señor. Con su permiso nos retiramos para comunicarle su respuesta al
personal técnico del laboratorio.- Repuso Mazoui.-
Zorton asintió, los dos saludaron y se fueron. Ahora
comentaron sorprendidos aquel cambio en su superior.
-¿Les has
oído hablar?- Sonrió Leval ligeramente casi declarando con sorna.- Por unos
instantes creí que era un enemigo que hubiera tomado su apariencia.
-No, era
él.- Repuso Mazoui quien con tinte reflexivo afirmó.- Ese hombre ha estado
sometido a mucha tensión, al igual que todos nosotros. Y tal y como ha dicho,
pensaba en que jamás volvería a ver a su familia. Por eso se comportaba así.
-Comprendo.-
Convino su primo agregando.- La presión nos afecta a todos sí, pero de maneras
diferentes.
-Supongo
que tendrá mucho que ver con nuestros caracteres o con el grado de optimismo
que se tenga.- Declaró Mazoui.-
Leval asintió. Realmente su comandante no era tan huraño,
aunque sí bastante formalista. No obstante cuando creyó haber perdido para
siempre la posibilidad de volver a ver a su familia su humor debió de
agriársele. Pero ahora todo era distinto, al parecer había recobrado la
esperanza. Y sobre todo, había llegado a respetar mucho a esos dos valientes
oficiales. No ignoraba todo lo que habían hecho por la nave y se lo agradecía.
De modo que transmitió rápidamente la petición al alto mando que la concedió
sin dilación. Las sondas se lanzaron y a medida que la nave se acercaba mejoraba
la comunicación.
-Espero
que esos dos muchachos estén en lo cierto. Tengo muchos deseos de volveros a
ver.- Pensaba Zorton en la soledad de su despacho.-
Por su parte Leval pudo quedar con
Amatista. En una pausa para tomarse un descanso de aquel frenético ritmo. A
decir verdad, tendrían todavía unas horas hasta que sus indagaciones dieran
fruto. La pareja de novios decidió dar un paseo por la nave.
-¿Sabes?
Seguimos recibiendo noticias y música de la Tierra.- Sonrió ella, visiblemente
feliz.- Y cada vez nos llega con menor retardo.
-Es
cuestión de tiempo.- Afirmó él, tan optimista como su novia.-
Se pararon a respirar entre un grupo
de árboles y en un gesto reflejo, Amatista miró hacia lo alto.
-Me
parece tan irreal. Pensar que estamos en una gran nave espacial y no en un
parque de la propia Tierra. Pero ahora paradójicamente, es cuando más
consciente soy de eso.
El chico asintió, pasando un brazo
tras los hombros de ella y mirando también a ese cielo que tenían sobre sus
cabezas. Curiosamente vieron algunas nubes. Al parecer se avecinaba un
chaparrón. Ese sistema para provocar lluvia era una de las cosas que contribuía
a hacerles pensar que estaban en casa. Y en esta ocasión ninguno tuvo deseos de
refugiarse del agua. Más al contrario, se quedaron allí observando hacia lo
alto, en tanto una de las canciones que se estaban sintonizando provenientes de
la Tierra, llenaba el ambiente del parque a través de algunos altavoces en
tanto una fina lluvia comenzaba a empaparles.
Voy vagando por la lluvia.
Como en una vida imaginaria, creía estar loco.
Esa rápida y repentina caída en la desgracia,
los días soleados parecen estar muy lejos.
Como en una vida imaginaria, creía estar loco.
Esa rápida y repentina caída en la desgracia,
los días soleados parecen estar muy lejos.
La sombra del Kremlin me hace parecer más
pequeño, el mausoleo de Stalin no me soltaba,
me perseguía una y otra vez.
Mazoui estaba escribiendo algunos informes, miró por la
ventana, complacido de ver llover, suspirando, siguió con ese papeleo
escuchando aquella canción, que, por fortuna, no reflejaba ya su estado de
ánimo.
Quisiera que la lluvia me dejara en paz.
¿Como se siente? (¿Como se siente?)
¿Como se siente? ¿Como se siente?
Cuando se está solo
y sólo se siente frío en el interior.
¿Como se siente? (¿Como se siente?)
¿Como se siente? ¿Como se siente?
Cuando se está solo
y sólo se siente frío en el interior.
Sandy descansaba tumbada en su cama, abrazada a su osito.
Ahora se sentía con renovadas esperanzas. Tras haber encontrado a esos
maravillosos amigos que la aceptaban como a una más entre ellos, pese a conocer
su secreto. También escuchaba absorta aquella melodía.
Estoy abandonado aquí, en mi fama,
Armagedón en mi cerebro
Armagedón en mi cerebro
La KGB me perseguía.
Apunta mi nombre y
déjame en paz.
Entonces, un chico mendigo
gritó mi nombre.
Apunta mi nombre y
déjame en paz.
Entonces, un chico mendigo
gritó mi nombre.
Satory miraba con esperanza a través de los cristales de una
cafetería. Había salido a tomarse algo y a leer un libro de poesía. Ahora se
deleitaba con la caída de la lluvia tras los cristales, sintiéndose contenta
por esa más que posible vuelta a casa.
Los días felices borrarán el dolor.
Una y otra vez se me echaba encima.
Otra vez, y otra vez, y otra vez ..
Apunta mi nombre y
déjame en paz.
Una y otra vez se me echaba encima.
Otra vez, y otra vez, y otra vez ..
Apunta mi nombre y
déjame en paz.
Por su parte Penélope seguía en el
laboratorio, revisando las pruebas una y otra vez. Ya estaba totalmente segura,
pero aun así, no quería pasar por alto ni el más mínimo detalle. Aunque cuando
esa canción sonó, se quedó escuchando y sonrió. Se sentó durante unos minutos
para tomarse un descanso.
¿Como se siente? ¿(Como se siente)?
¿Como se siente? ¿Como se siente?
¿Como se siente? ¿(Como se siente)?
¿Como se siente? ¿Como se siente?
Y sólo se siente frío en el interior.
¿Como se siente? ¿Como se siente?
¿Como se siente? ¿(Como se siente)?
¿Como se siente? ¿Como se siente?
Y sólo se siente frío en el interior.
Tracer
bromeaba con algunos compañeros cuando la lluvia comenzó. Ellos la contemplaron
en tanto el hilo musical les transmitía esa canción. Todos sonrieron
ilusionados, conscientes de que provenía de su mundo madre…
¿Como se siente? ¿(Como se siente)?
¿Como se siente? ¿Como se siente?
¿Como se siente? ¿(Como se siente)?
¿Como se siente? ¿Como se siente?
¿Como se siente? ¿(Como se siente)?
Giaal se
maravillaba de aquella lluvia artificial, tan fiel a la auténtica. Y sobre
todo, percibía un ambiente de paz y alegría que inundaba toda aquella enorme
nave. Escuchaba esa canción que, paradójicamente, le transmitía esperanza.
¿Como se siente? ¿Como se siente?
Cuando se está solo
y sólo se siente frío en el interior.
Susan también estaba mirando el agua
caer y correr por los cristales de su habitación. Se había levantado de la cama
tras descansar. Pensó una vez más en sus padres y su hermana Debbie, llena de
esperanza por volver a abrazarles de nuevo.
Como un extraño en Moscú,
como un extraño en Moscú.
Aquí existe el peligro.
Aquí existe el peligro, cariño.
como un extraño en Moscú.
Aquí existe el peligro.
Aquí existe el peligro, cariño.
Y
Freejar disfrutaba de uno de sus puros en el despacho, con los pies sobre la
mesa y esbozando una leve sonrisa. A su lado, la foto de su esposa e hijos, a
los que estaba seguro de que, muy pronto, volvería a ver.
Como un extraño en Moscú.
Aquí existe el peligro.
Aquí existe el peligro, cariño.
Como un extraño en Moscú.
Vivo muy solo, vivo muy solo, cariño.
Un extraño en Moscú.
(Michael Jackson. Strangers in Moscow. Crédito
al artista)
Amatista
y Leval decidieron ir a refugiarse al fin, cuando escucharon uno de esos
truenos que se producían en la tormenta. Corrieron de la mano hasta llegar a
una cercana cafetería. Al entrar, volvieron a mirar por última vez, en tanto
concluía la música de esa canción, que daba al ambiente un aire de reflexión
melancólica. Curioso contraste a la felicidad que ambos sentían, mirando de
nuevo hacia lo alto, como si así pudieran atravesar las paredes de la misma
nave y, a través del universo, ser capaces de ver su casa.
-Hola.- Les saludó entonces la
voz de Satory.-
-¡Qué coincidencia!- Sonrió
Amatista al verla allí, aferrada a un libro y con una humeante taza de café,
preguntándole a su amiga.- ¿Podemos unirnos a ti?
-Estaré encantada.- Asintió
ella.-
De
modo que enseguida avisaron a Clarisa, la camarera amiga de Gin.
-¿Cómo está Ginger?- Quiso saber
Amatista, en cuanto esa rubia muchacha les tomó nota de su pedido.-
-Bien, en su casa. Pero mucho más
animada.- Les contó su interlocutora.- Ha estado sometiéndose a un tratamiento
con el doctor Ginga. Entre eso, y los rumores de que podremos volver a casa, la
verdad. Estamos todos mucho más contentos.- Sonrió.-
Los demás asintieron aunque no
querían dar más pábulo a esos rumores para no crear demasiadas expectativas.
Aunque también compartían esa ilusión. Entre tanto, en el reino de la Luna, los
oficiales de transmisión y de vigilancia del espacio detectaron aquella señal
enviada por la SSP-1. Sin tardar avisaron a sus superiores. Estos a su vez al
gobierno, que informó a su soberana. Neherenia llegó de inmediato al centro de
operaciones, tras excusar a los oficiales de hacerle reverencias se interesó
con expectación.
-¿Entonces
no hay ninguna duda?
-No,
vuestra gentil y hermosa Majestad.- Repuso un capitán que estaba al mando
cuando se detectó aquello.- Son señales que identifican a esa nave como la
SSP-1.
La soberana no pudo reprimir una
gran sonrisa, pensaba en lo felices que iban a estar todos los amigos y
parientes de aquella tripulación dada por perdida. Sobre todo su amiga Idina,
ahora que habían terminado el segundo curso en la Golden, ésta sería la mejor
noticia de cara a las vacaciones que proyectaban pasar juntas. Aunque quizás, a
la vista de esto, los planes de su querida amiga variasen.
-Somos
los primeros en recibir la transmisión, Majestad. Al estar en la cara oculta
nos ha llegado segundos antes.- Le informó uno de los oficiales, sacándola de
esos pensamientos.-
- Informen
a la Tierra de inmediato y soliciten comprobación.- Repuso la soberana,
añadiendo con un tono que translucía su felicidad.- Hay muchas personas buenas
que serán muy felices cuando lo sepan.
Ella misma tenía aquellos dos
sentimientos encontrados, de alegría por el retorno de esa nave, y de añoranza
y melancolía por los recuerdos que despertaba en ella. Pensaba en Granate sin
poderlo evitar pero sonrió. Imaginaba que aquel magnífico chico haría lo mismo
si estuviese allí.
-Sí, mi
amor- pensó la joven reina.- Me alegro mucho por ti y tu familia y por todos
tus parientes y amigos. Pronto podrán abrazarse otra vez…
De vuelta a sus
aposentos, Nehie corrió a llamar a su amiga la princesa Chiba. Ella apareció de
inmediato en la pantalla de su
comunicador.
-¡Chibiusa!-
Exclamó la soberana.- ¡Han vuelto!
-¿Quiénes?-
Quiso saber su interlocutora observándola en un principio con extrañeza.-
-¡La
nave!- Le desveló con un tono lleno de alegría.- Hemos recibido sus
transmisiones.
-¡Eso es
maravilloso! - Repuso la princesa.- Informaré
a mis padres de inmediato.
-Sí, hazlo
por favor. – Le pidió Nehie.- A ellos y a las guerreras les encantará saberlo.
Sobre todo a las madrinas de esos chicos y chicas. Y luego transmíteselo a sus
padres.
Creyó recordar que, al menos, Ami y
Minako, eran madrinas de dos de los chicos que iban a bordo. Los primos de
Granate. Aunque no ignoraba que el resto de sus compañeras compartirían la
felicidad de esa noticia.
-Ahora
debo dejarte. Se lo diré. Un abrazo, Nehie, pronto nos veremos.- Se despidió
Chibiusa.-
Y cumplió su promesa
de inmediato. En aquella sede del futuro reino del Milenario de Plata, sus
padres y las sailors estaban reunidos. Había sido Serenity quien las convocara.
Y la futura soberana, al ver entrar a su hija a todo correr y obviando el
protocolo, sonrió. Pero no pronunció palabra dejando que Chibiusa pregonase
exultante.
-¡Han
vuelto…los chicos de la nave, han vuelto!…
Las caras de asombro de las
guerreras enseguida se trocaron en expresiones llenas de emoción. Todas se
abrazaban y sobre todo, Ami y Minako lloraban llenas de alegría.
-Es
estupendo. Sus padres se alegrarán mucho.- Pudo decir Rei, abrazando a Minako.-
-Sí,
todos nos alegramos.- Convino Makoto, haciendo lo propio con Ami.-
-Es un
gran momento.- Declaró Endimión.- Tras un largo periplo vuelven a nosotros.
-Así
es.- Sonrió su esposa.- Ayer soñé con ello. Iba a revelároslo, pero al ver
entrar a Chibiusa…
-Al fin,
un sueño que no es una pesadilla.- Suspiró Makoto.-
-Algo
que termina bien.- Convino Ami, afirmando.- Bertie se alegrará tanto…y Kerria y
Roy…
-Y
Kalie.- Añadió Minako con mucha emotividad en sus palabras.- Y también mi
ahijada Kathy…sobre todo. Necesita mucho a su hermano.
-Es una
gran noticia. Nos alegramos muchísimo.- Comentó Haruka, igualmente emocionada y
feliz por sus compañeras.-
-Habría
que informar a Masters de esto enseguida. Él también tiene allí a su hija.- Les
recordó Hotaru.-
-Sí, es
cierto.- Intervino Michiru.- Seguro que así recobrará la alegría…
-Y
enviemos también un mensaje a mi planeta.- Añadió una muy contenta Seren.- Supongo
que Doran se ocupará de hacérselo llegar. Pero mis padres se alegrarán de saber
que su sobrino, mi primo Leval, ha vuelto, y de tener la confirmación por un
aviso doble…
Y Serenity asintió, además propuso
festejarlo. Comentando con desenfado…
-
Mamo-chan. Chicas. Ropas civiles y al Crown… o mejor. A la cafetería de
Mako-chan.
-Tú, con
tal de no pagar…- Se sonrió Rei.-
-Pues
pienso invitaros a todas. ¿Qué dices a eso, listilla?- Exclamó Serenity que más
bien sonaba a Usagi.-
-¡Que no
me lo creo! - Replicó la aludida sacándole la lengua.-
Y he ahí que empezó otra de sus
inefables guerras “lingüísticas”. Aunque en esta ocasión fue Makoto la que,
sonriendo, las interrumpió para declarar.
-No es
necesario que pagues, Usagi-chan. Hoy invito yo…En memoria de mi ahijado y para
celebrar la vuelta de los demás.
Y todas asintieron emocionadas. Junto con Chibiusa y Mamoru
fueron a celebrarlo a Tokio. Entre tanto, en la gran nave, tras varias horas de
espera se pudo al fin entrar en contacto con las emisoras terrestres y lunares
que trasmitían las noticias más recientes, señal de que estaban mucho más
cerca. Incluso, para euforia de todos, les llegó el mensaje de bienvenida de la
Soberana de la Luna Nueva. Neherenia apareció con una amplia sonrisa en la
imagen que les llegó al puente de mando.
-Amigos
de la nave SSP-1. En mi nombre y en el de mis súbditos del reino de la Cara
Oculta de la Luna os damos la bienvenida. Os ofrecemos también toda la ayuda
logística que podáis precisar.
Animados por aquello se probó a pasar un ingenio de
reconocimiento por el agujero y durante el tiempo que se tardó, podría decirse
que todos contuvieron la respiración. Aquello era la prueba de fuego que
decidiría si podrían o no regresar a casa. Estaba claro que, una cosa era que
pasasen sondas o mensajes y otra que ese agujero pudiera permitir el paso del
asteroide y sus tripulantes. Y por fin llegó la confirmación, la sonda logró
llegar al otro extremo sin sufrir daños. No había rastro de radiación
perjudicial ni otras consecuencias salvo las típicas del espacio. Todos lo
celebraron con alegría desatada, porque significaba que las naves de transporte
también podrían pasar. En realidad, cualquier tipo de materia podría hacerlo.
Incluso, dado el tamaño de aquella perturbación, la del gran asteroide que les
cobijaba. Sin embargo, éste se mantendría en su posición por el momento, permitiendo
el intercambio de lanzaderas entre la Tierra y su ubicación, a fin de estar
totalmente seguros de la ausencia de cualquier tipo de riesgo. La noticia
se propagó rápidamente por toda la
gigantesca nave. Tanto el alcalde de la ciudad como el contraalmirante
dispusieron una gran fiesta para dentro de dos días. Los preparativos
discurrieron entre la euforia general.
-Por
ahora la SSP-1 se quedará aquí. -Dictaminó Spar, explicando a su cúpula de
oficiales.- Tenemos que prepararnos para cumplir con nuestra principal misión.
Y es que estaban ya en
la órbita del planeta más apto a la terraformación que habían encontrado y a
punto de poder recibir transmisiones visuales de la Tierra. Los dos grandes
objetivos estaban a un paso de ser alcanzados. No obstante todavía quedaban
muchas y duras jornadas de arduo trabajo para cumplir los sueños de todos.
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