domingo, 6 de marzo de 2011

GWG 36.123. Unas maravillosas noticias

Amatista no fue capaz de esperar ni un segundo. En cuanto pudo encontrar una cabina llamó por teléfono a Satory. Estaba muy nerviosa y excitada, loca de alegría. Deseosa como nunca de darle aquellas buenas nuevas. Su amiga, en cambio, descolgó despertando de su sueño, de mala gana contestó.



-¿Sí, quién es?..- preguntó musitando medio dormida, pero la atropellada voz de Amatista la arrolló completamente. -

-¡Satory, Satory!... ¡Leval está curado, se ha despertado ya!..- exclamaba con júbilo. -

-¿De verdad? – Repitió su amiga que, de la impresión, se despabiló de golpe. - ¡Es maravilloso!, ahora mismo voy para allá...



 Amatista pensó en decirle lo de la proposición de boda que el chico le había hecho pero, dominando su entusiasmo a duras penas, prefirió callar por ahora. Sería mejor reservar esa noticia.



- Llama a los demás, por favor. Yo tengo que volver junto a Leval.- Añadió al fin. -

- Claro, no te preocupes...



            Colgaron el teléfono, Satory se encargó de llamar a todos, comenzando por Mazoui. A la media hora el grupo de amigos estaban junto a Leval en el hospital. Un poco antes de que se reunieran con el chico, a aquellos que estuvieron más cerca de él, se les sometió a diversas pruebas y se pudo descartar la posibilidad de que existiera ningún tipo de contagio. Tal y como su amigo extraterrestre les avanzó no tenían nada que temer. Era extraño, pero aquel tipo de virus parecía concebido únicamente para afectar a la constitución de los saiyajin. Por tanto, resultó ser totalmente inocuo para el resto. Eso también eran buenas noticias.



-Podría ser un arma experimental. De cualquier modo, si volvemos a contactar con algún guerrero del espacio, les avisaremos.- Comentó Giaal.-

-Sí, si es que nos cruzamos con alguno. -Declaró Tracer.-

-Fue una suerte que Leval fuese en parte humano. De ese modo pudo resistir lo bastante como para que encontrásemos la cura.- Afirmó Mazoui.-

-Y ahora tenemos un antídoto. No solamente para él sino para cualquier saiyajin que lo precise. - Observó Sandy con optimismo.-



            De todas maneras, y a fin de estar totalmente seguros, aguardaron un poco todavía a concluir esos análisis y unos contraanálisis. Después, y cuando pudieron ir a visitarle, le saludaron muy efusivamente. El muchacho aún no estaba del todo recuperado. En palabras del doctor, seguía débil pero fuera de peligro. Según las pruebas de un chequeo médico que le acababan de hacer antes de que todos llegasen, esa extraña enfermedad había remitido e incluso desaparecido por completo. El mismo Giaal, reunido entre tanto con los médicos del hospital, coincidió con ese diagnóstico. No obstante, el primero en acercarse fue Mazoui que le estrechó la mano sonriente.



- Me alegro de que estés de vuelta, amigo.

- Yo también, gracias - repuso éste devolviéndole la sonrisa y añadiendo con mucho reconocimiento. - Gracias a todos por lo que habéis hecho.

-¡Venga hombre!,- intervino Tracer jocoso como siempre. - No ha sido nada del otro mundo, con que nos invites a una buena fiesta nos damos por pagados ¿Verdad chicos? ¡Y estírate tacaño!



            Los otros rieron aprobando las palabras de su amigo que, como siempre, sonaron de un modo divertido y despreocupado. El mismo convaleciente se reía pese a que no pudiera hacerlo tanto como el resto por mor de su debilidad. Lo cierto es que esas bromas venían perfectamente para eliminar la tensión y los momentos de preocupación que todos habían experimentado. En ese instante llegaron Giaal que acababa de consultar las pruebas médicas de su amigo y Susan. La joven oficial fue la primera de los dos en decirle nada más entrar.



-¡Cuánto me alegro, señor! ¡Por fin está usted recuperado!



            Éste se limitó a sonreír con afabilidad, en tanto Giaal le saludaba a su vez con un tono más controlado pero igualmente alegre.



- Es maravilloso. Al parecer estás otra vez en buena forma. Celebro tenerte de vuelta.



            Esta vez Leval le estrechó la mano con visible agradecimiento para decirle.



- De no ser por ti, yo no seguiría vivo a estas alturas, realmente eres un médico estupendo.

- No me lo agradezcas solamente a mí. Todos han ayudado a curarte. - Replicó modestamente el alien haciendo extensiva esa gratitud al resto. -

- Desde luego, disculpadme. Estoy en deuda con todos vosotros. –  Convino el paciente. –



            Obviamente nadie dio importancia a eso, más bien sonrieron. El pobre Leval apenas sí se había despertado y trataba de situarse. Por ello, Tracer declaró, entregando a su camarada un paquete rectangular y plano, de poco grosor, envuelto en papel de regalo.



- Ahora tienes que recuperarte pronto y para eso propongo que comiences por hacer algo de deporte. Así que te he comprado esto.

-¿Qué es?- Inquirió el chico sin comprender, al igual que el resto. -

- Ábrelo, te ayudará a mantenerte en forma para lo que te espera cuando salgas de aquí. - Sonrió su compañero con expresión de regocijo en tanto miraba de reojo a una curiosa Amatista, tan impaciente como los demás por ver de qué podría tratarse aquello. Mientras el oficial añadía jocosamente. – Estoy seguro de que te vendrá muy bien para entrenar…



             Algunos miraron a  Penélope que estaba cerca de Rick, pero ella les devolvió la mirada con el mismo gesto de extrañeza. Entre tanto, Leval rompió el papel para descubrir que aquello era ¡una revista porno! Las caras de los demás eran un poema, excepto la de Tracer que se partía de risa y al poco también Amatista, Sandy y Mazoui. Penélope fulminaba con la mirada a su pretendiente y Satory se ruborizaba hasta las orejas, Susan se limitó a mirar hacia otro lado, riendo a su vez y Giaal no parecía comprender demasiado de que iba todo aquello.



- ¡Eres un guarro! - le amonestó la doctora Winters aunque no con severidad, pues ni ella podía evitar al menos sonreír por semejante ocurrencia, cuando le preguntó. - ¿Es que nunca podrás actuar con seriedad?

-¿Qué tiene de malo mi idea?- inquirió éste con fingido tono inocente, para añadir de forma pícara. - Falta le va a hacer entonarse para recuperar el tiempo perdido, ¿verdad, Amatista?



La muchacha se limitó a repasar bien la cabeza del ocurrente oficial a capones, roja de vergüenza. Aunque luego le abrazase entre risas. Mazoui tomó el relevo fingiendo acogotar a su amigo y los demás comentaban entre divertidos y atónitos esa ocurrencia. Por su parte, Leval y Amatista se miraron sonriendo y asintieron. Aquella parecía la ocasión propicia. Entonces ella le pidió a su novio con voz melosa y al tiempo impaciente.



-¡Vamos, díselo tú!...



            El chico asintió, visiblemente satisfecho y feliz, esperó unos instantes hasta que los demás se percataron  de que deseaba hablar para dirigirse a todos y una vez obtuvo la atención del resto, que aguardaba sin comprender, declaró con solemnidad.



- Tracer, tendrás tu fiesta, amigo. En realidad, haremos algo mejor que eso, chicos. Amatista y yo queremos deciros algo.

- Bueno, ¿de qué se trata? - Inquirió Penélope que a pesar de su carácter más frío, esta vez no podía sujetar la enorme curiosidad que la embargaba.  -

- Le he pedido a Amatista que se case conmigo y ella ha dicho que sí.- Anunció Leval sonriente. -



            Todos se quedaron boquiabiertos. Satory fue la primera en reaccionar abrazando a  su amiga, Tracer y Mazoui hicieron lo propio con Leval, aunque cuidando de no apretujarle mucho. Penélope y Sandy sonreían y también felicitaron a su compañera. Lo mismo que Susan y Giaal. La prometida al fin habló muy emocionada.



- ¡Hoy es el día más feliz de mi vida! - Declaró la muchacha enumerando con creciente entusiasmo  - Leval está a salvo, voy a ser su mujer y todos mis amigos están conmigo. ¡No se puede pedir más! - Se quedó pensativa un momento, suspiró y entonces sí que rectificó añadiendo. - Bueno, quizás sí, ¡ojalá aquellos que nos faltan y nos son tan queridos pudiesen estar aquí!...Ahora mismo desearía poder contarles esto a mis padres.

- Estoy seguro de que les volveremos a ver.- La animó Leval. - No pierdas la esperanza.

-Y tampoco las facturas, a ver si os pagan la boda.- Sonrió Rick en otra de sus ocurrencias.-



            El resto  se rio de nuevo, aunque ahora Amatista solamente esbozó una sonrisa llena de emoción para declarar.



-Al menos contigo haciendo estas bromas, me ha parecido por un momento que Granate estaba con nosotros. Creo que él hubiera dicho lo mismo.

-Sí, es cierto.- Convino Mazoui.- Los dos os hubierais llevado muy bien.

-Gracias chicos.- Repuso el oficial, algo afectado también, al añadir ahora con seriedad.- Para mí es un honor que me comparéis con él. Debió de ser un tipo magnífico.

-Juntos habríais sido terribles. ¡Cualquiera hubiese aguantado vuestras bromas! - Sonrió Leval para eliminar algo de ese ambiente tan emotivo.-

- Lo único que yo sé es que debemos celebrarlo. No se dan noticias así todos los días.- Pudo replicar el aludido para evaporar del todo aquel momento de nostalgia. - ¡Así que, venga, a por el champán!

- Tracer, en esta ocasión coincido contigo.- Convino Mazoui.-



Y le dio una palmada en la espalda que casi le tira al suelo, aunque dejó que su amigo se recobrase para añadir con más calma.



- Pero creo que lo mejor será que por hoy nos vayamos todos a descansar. Reservémonos para otra ocasión.

- Estoy de acuerdo,- asintió Penélope - ha sido una noche muy agitada y por lo que hemos estado investigando, mañana será un día movido también.

-¿Habéis descubierto algo nuevo? - Preguntó Satory pasando a ese tema con visible interés. -

- Hemos descubierto que ese planeta cercano es perfectamente colonizable, y ya tenemos desarrollado en su mayor parte el proyecto de terraformación. - Respondió Sandy con palpable alegría -

- Pero hay más.- Añadió Penélope de forma enigmática. - Cerca del planeta la sección de navegación de la nave ha detectado una alteración en el espacio, no estamos seguras, pero...

- Podría ser otro agujero negro en el espacio...- dijo Mazoui, que algo había oído de eso, adelantándose a Penélope. -

- Sí, podría ser eso - admitió ella que no obstante advirtió con su talante científico.  - Pero, como ya he dicho, debemos confirmarlo antes de aventurarnos a exponer esa teoría de forma oficial.

- Estoy seguro de que ese agujero, o lo que sea, es la puerta de entrada a nuestro sistema solar.- Terció Leval añadiendo de un modo pensativo. - No sé por qué, no puedo explicarlo. Pero es una intuición.

-¡Ojalá tengas razón, cariño! - Suspiró Amatista añadiendo esperanzada. - Podríamos volver a casa...sería perfecto. ¡Oh, quiera Dios que sea así!…



Hubo un reflexivo silencio al escuchar estas palabras, el ambiente estaba algo tenso, ninguno quería hacerse demasiadas ilusiones pero al mismo tiempo deseaban que aquello pudiera  convertirse en realidad. Por fin Satory rompió aquel momento de meditación para disolver la reunión con un suave...



- Bueno, mañana seguiremos hablando. Leval tiene que descansar y nosotros también...



            Todos estuvieron de acuerdo en eso. Fueron a dormir, al día siguiente las chicas se dispusieron a ir al centro de telemetría a continuar sus estudios. Mazoui fue el primero en acercarse a ver a Leval, le comentó que Freejar y los demás le mandaban saludos a su peculiar estilo.



            El muchacho recordaba en una de las ocasiones en las que coincidió con el superior de su primo. El mayor le inquirió con jovialidad que trataba de disimular su preocupación.



-¿Qué tal va ese chico? ¿Ha terminado ya de haraganear en la cama del hospital? Tendré que ir a visitarle para sacarle de la oreja.

-Sí, ya está mucho mejor, y deseando reincorporarse. - Le contó Mazoui que no podía dejar de sonreír al observar a aquel tipo y sus vanos esfuerzos por camuflar su inquietud. – Dentro de poco volverá a sacarte de quicio con sus cosas, Winston.



De hecho, Freejar había llegado a apreciarles bastante a ambos, y a Leval casi le consideraba, sino una especie de hijo, casi como a un hermano pequeño o un sobrino. Aquel oficial, a pesar de las apariencias, tenía un gran corazón y también echaba de menos mucho a su familia. A su esposa Elise, de la que muchas veces hablaba o al menos hacía referencias, y a sus hijos. Pero en lugar de amargarse como otros en su misma situación, trataba de ser optimista y comerse el mundo con esa apariencia de chabacana rudeza. Mazoui podía percibir eso con claridad cuando le sondeaba aunque fuese de forma superficial, pues tampoco iba a invadir la intimidad de aquel socarrón individuo al que de veras apreciaba y que ahora le dijo.



-¡Pues dile a ese alcornoque que no se alegre tanto de volver! Ya verás la cantidad de trabajo atrasado que va a tener que recuperar.

-¡Espero que nos seas muy duro con él! - rio su interlocutor, más cuando le comentó. - Tiene la intención de casarse con su novia.

-¿Casarse? ¡Ese está mal de la cabeza! – Exclamó Freejar agregando con fingida solidaridad e incluso algo de ironía al sentenciar. -  Estaba equivocado, lo suyo es mucho más grave de lo que creía. Tiene que regresar a la cama del hospital, la enfermedad le ha debido afectar al cerebro. No puedo encomendarle ninguna tarea hasta que no se recupere de eso.



Y Mazoui se rio sin casi poderlo evitar dándole una amistosa palmada en el hombro a su colega que simplemente sonrió. Cuando se lo refirió a su primo Leval éste también se rio declarando con incluso un tinte de afecto en su voz.



-¡Ese chalado! Aunque parezca mentira tengo muchas ganas de volver a verle.

-Pues ha amenazado con venir a visitarte uno de estos días…-Se rio su primo.- Y dice que le da igual lo que digan en el hospital, piensa fumarse un puro contigo para celebrar tu recuperación.

-Mejor dile que no es necesario. A sabe la que montaría con sus ocurrencias.- Se sonrió el chico tratando de imaginarlo.- Le creo perfectamente capaz de fumar aquí…



            Tras reírse un poco más, Mazoui le comentó que Freejar y algunos compañeros iban a salir en una escuadrilla de reconocimiento para observar más de cerca la perturbación. Antes de eso, se había lanzado una sonda. Ésta llevaba varias horas en vuelo, acercándose hacia esa anomalía espacial, la analizó y envió datos. Luego  desapareció. El alto mando, extrañado, decidió evitar que los cazas se acercasen demasiado y envió otra sonda que alcanzó también su objetivo y se mantuvo alejada durante más tiempo, suministrando nuevos datos.



-Aquí grupo alfa verde uno. - Informaba Freejar consultando sus lecturas – el pájaro uno ha volado, no tenemos contacto visual ni de radar. La extraña perturbación parece un agujero negro. Tiene alto poder de atracción gravitatorio. El pájaro dos sí que está emitiendo telemetría y datos. Por ahora se mantiene seguro, pero se está acercando y podría caer en ese campo de atracción. Corto.

-Muy bien.- Convino el puente de mando que ordenó. - Regresen a la base. Dejen todo en manos de la sonda dos.

-Recibido, regresamos.- Repuso Freejar dirigiéndose al resto de su escuadrilla.- ¡Vamos zánganos!, que se enfría el rancho…



            Y en tanto los pilotos volvían, Amatista, junto con las demás, se afanaba en analizar toda la información que llegaba de la segunda sonda. Tras varias horas de servicio, ésta también cayó en el foco de gravedad de esa extraña perturbación y dejó de emitir datos. Sin embargo al cabo de unas horas más, empezaron a llegar transmisiones en la banda de uhf. Satory fue la primera en escucharlas y en decir sobresaltada.



-¡Son señales de radio, son transmisiones de ondas radiofónicas! ¡Vienen de la Tierra, estoy segura!...son noticias.



            Sandy, que era la más cercana a ella sintió un pálpito, su amiga debía de estar en lo cierto. A todo correr se llegó junto a su compañera



 - A ver - le pidió a Satory los auriculares que llevaba, ella se los prestó y comenzó a escuchar. Es cierto,- confirmó sorprendida. - Transmiten también en onda corta. Y ahora escucho música. ¡Son canciones! Pero, ¿de dónde viene esto?

- Seguro que proviene desde más allá del agujero.- Afirmó Satory. -

- No puede ser de otro sitio. Tienen que venir de ahí. - Sentenció Amatista pidiéndolas con apremio en tanto exploraba más bandas de transmisión.  -¡Por favor, dejadme a mí!...- le pasaron los cascos y la muchacha al ponérselos y escuchar sonrió declarando con tono lo más sereno posible. - Sí, esto que sintonizo ahora es una señal de televisión, el programa me es conocido...Pasadlo a audio de salas. – Las pidió no sin emoción.-



            Las chicas asintieron con el mismo entusiasmo. Y al hacerlo pudo oírse por los altavoces del laboratorio. Aquella era una canción de la Tierra. ¡Y no podía ser más apropiada! Todas la escucharon con emoción.



Aquí hay una canción
Del lado equivocado de la ciudad
Donde estoy atado
Al suelo
Por el sonido más solitario
Que golpea desde adentro
Y me está clavando



Aquí hay una página
Desde el escenario más vacío
Una jaula o la cruz más pesada jamás hecha
Un indicador de la trampa más mortal jamás puesta  


Y te agradezco
Por traerme aquí
Por mostrarme mi hogar
Por cantar estas lágrimas
Finalmente he encontrado
Que aquí pertenezco 



El calor y el más enfermizo
Dulce aroma de sábanas
Que se aferran de mis rodillas
Y mis pies
Pero me estoy ahogando en el tiempo
Hacia un ritmo desesperado 



Se siente como casa
Debí haberlo sabido
Desde mi primer respiro 



Dios envió al único verdadero amigo
Lo llamo mío
Pretendo que haré enmiendas
La próxima vez
Apreciaré el gloria del final de la línea 



Y te agradezco
Por traerme aquí
Por mostrarme mi hogar
Por cantar estas lágrimas
Finalmente he encontrado
Que aquí pertenezco



(Home. Depeche Mode, crédito al autor)



Y no solamente por la palabra hogar sino por ese sentimiento de amistad e incluso hermandad que había surgido entre todas durante ese viaje. Ahora se abrazaban entre ellas,  con lágrimas en las mejillas. Al fin, su jefa, algo más sobria y moderada como de costumbre,  se acercó a las demás en tanto Satory decía bastante contenta.



-Entonces, es verdad, hemos acertado con nuestra suposición, es el camino de vuelta a casa y está ahí, ¡tan cerca del planeta que buscábamos!...

- No nos precipitemos. - Le indicó Penélope haciendo gala de su templanza. – Antes de comunicarlo oficialmente hay que confirmarlo al cien por cien.

-Esta transmisión no proviene de nuestra propia nave. Lo he comprobado.- Terció Sandy.-

-¡Pero hay que decírselo al alto mando! - Indicó Amatista con mucho mayor entusiasmo ahora. -

- Sí, deben saberlo sin pérdida de tiempo. Necesitaremos su confirmación. - Convino Satory tratando de contener en lo posible aquel alborozo para centrarse en los detalles técnicos. – De cualquier transmisión y ancho de banda.

- Seguramente ya lo saben. Ellos tienen mejores equipos de escucha que los nuestros. - Aventuró Sandy  añadiendo con más tranquilidad. – Sin embargo, Penélope tiene razón. Esta noticia es demasiado importante, debemos verificarla del todo. No puede haber ni el menor margen de error. Sería catastrófico dar a la gente falsas esperanzas.



            Las chicas convinieron en eso y trabajaron sin descanso hasta que ya no hubo duda posible. Por la fecha de emisión de esos programas a la velocidad de la luz, estaba claro que se habían emitido desde la Tierra hacía tan sólo unas cuantas horas. Sólo podía haber una explicación, esas señales habían llegado hasta los planetas gaseosos del sistema exterior y allí, entrado por esa discontinuidad espacial  que les envió a esa parte tan lejana de la galaxia. Ahora la apertura que las sondas estaban analizando bien podría ser un pasillo análogo. Luego ambas se comunicaban o estaban relacionadas de algún modo. Solamente restaba saber algo crucial, además de las ondas de luz y las sondas. ¿Podría pasar el enorme asteroide en el que viajaban?



-Tenemos que realizar cálculos de presión gravitacional para garantizar la seguridad de la nave. Si mantenemos este rumbo iremos directos hacia ese agujero.- Les indicó Penélope.-

-Así es. He enviado lo que recibimos al alto mando. Supongo que ellos serán capaces de completar la información.- Convino Sandy, afanada también en comprobar algunos experimentos.-

-Bueno, yo me pongo con los cálculos junto con Amatista. Entre eso y los datos de la sonda podremos hacernos una idea. - Dijo Satory con el asentimiento de la aludida.-

- A ver cuando nos envían más información desde el puente.- Terció la francesa con la misma impaciencia contenida que las demás.- La necesitaremos para estar seguras al cien por cien.



            Efectivamente la información del satélite de exploración había llegado al comodoro Hazzar que a su vez informó de inmediato al contralmirante Spar. Éste, con la misma prudencia que tuvieron las chicas, decidió esperar a recibir más datos. Además, para asegurarse definitivamente, ordenó que la sonda transmitiese un mensaje hacia el interior del agujero...



-Vamos a realizar un intento de comunicación. - Informó a las chicas.- Tan pronto sepamos algo serán las primeras en ser informadas.

-Muy bien, contralmirante, quedamos a la espera y continuamos con nuestras investigaciones.- Respondió al doctora Winters.-



            Así se dio luz verde al proyecto. El ingenio procedió a transmitir, pasaron horas antes de que se volviese a recibir algo que no fueran transmisiones de radio. Al fin llegó un mensaje al centro de mando, ¡eran saludos de la Tierra!, todos los componentes de la sala de control saltaron de alegría abrazándose sin poderlo evitar. Incluso los mandos se permitieron por unos momentos aquellas muestras de camaradería antes de retomar el control sobre sus emociones y transmitir una respuesta. El mensaje les pedía posición y a su vez daba las coordenadas de la misma Tierra. Spar, siempre cauteloso por experiencias pasadas, ordenó verificar la información una y otra vez. En la mente del veterano militar y por qué no decirlo, en la de muchos de sus oficiales, anidaba un temor. ¿Y si fuera el enemigo que tratara de tenderles una trampa? Pese a que creyeron que había sido destruido no se fiaban. Pudiera ser que la gran nave nodriza no fuese la única de la que dispusieran. ¿Y si una flota de ellas les aguardaba al otro lado? ¿Y si ese pasaje era un agujero negro que pudiera destruirles y les estuvieran guiando hacia su perdición? Hazzar lo comentaba con su superior preguntándole.



-¿Qué debemos hacer, señor? La tripulación está ansiosa por comunicar con la Tierra y saber de sus seres queridos, Y no digamos de la posibilidad de regresar.

-Lo sé. – Admitió su interlocutor afirmando sin embargo.- Pero sabe tan bien como yo que no podemos permitirnos el lujo de dejarnos llevar por la imprudencia. Es mucho lo que nos jugamos.

-Pero. ¿Cómo podríamos saber si es un mensaje genuino?- Inquirió el comodoro con tono casi suplicante.- No me gustaría que los nuestros se crearan falsas esperanzas.

- Quizás preguntando algo que únicamente pudieran saber en la Tierra. Personas allegadas a algunos de los tripulantes. Algo que nuestros enemigos jamás pudieran ni imaginarse.- Le respondió el contralmirante.-



            Hazzar asintió. Esa era una gran idea. Recordó echando mano de sus conocimientos de historia.



-En la Guerra Hispano- Norteamericana de mil ochocientos noventa y ocho, se vieron en una tesitura muy similar. Los españoles fueron derrotados. No obstante, una pequeña guarnición resistió en el fuerte de Baler, en Filipinas. Estuvieron más de seis meses rechazando los ataques de los tagalos, que estaban apoyados por las tropas estadounidenses. Y cada vez que iba alguien a decirles que se rindieran, que la guerra había terminado, lo expulsaban de inmediato tachándole de agente enemigo y acusándole de intentar engañarles.

-Sí, recuerdo esa historia de la academia.- Comentó Spar.- Al final, les trajeron periódicos de la propia España y un oficial leyó una noticia que sus enemigos no podían haber falsificado. El compromiso matrimonial de un compañero suyo. Así supieron que lo que estaban diciéndoles durante todo ese tiempo era cierto.

-Por eso, tendremos que buscar un tipo de confirmación parecida.- Arguyó Hazzar.-





Pidió permiso a su superior que, de inmediato, le autorizó a poner esa idea en práctica. De este modo el comodoro preparó una serie de cuestiones que seleccionó de algunas preguntas que miembros de su personal le formularon. Eran relativas a recuerdos y vivencias que únicamente podrían saber seres queridos y personas muy determinadas. Era imposible o al menos de una probabilidad de uno contra varios millones que el enemigo supiera las respuestas. Cuando se transmitieron todos aguardaron con gran expectación. Tras bastantes minutos e incluso varias de horas llegaron las contestaciones. La alegría desbordó a todos al confirmar que las réplicas eran certeras a todas las preguntas. Fue entonces cuando Spar, tan feliz como el resto de sus subordinados, ordenó responder de inmediato. Así, pasaron un par de días y Leval por fin se levantó de la cama. Ahora sí que con una sola alubia se encontró en plena forma. Junto con Mazoui se reincorporó de inmediato al servicio y pidió ver al contraalmirante. Ambos fueron inmediatamente recibidos. Su superior les hizo pasar y ambos se pusieron firmes. Spar les pidió que descansasen y se sentasen, luego les preguntó por el motivo de su petición de hablar con él no sin antes dirigirse a Leval.



- Celebro verle reestablecido, teniente Malden. Le hemos echado de menos.

- Muchas gracias, señor. Estoy encantado de volver.

- Me alegro, hijo - repuso su superior permitiéndose hacerlo en un tono más paternal de lo que solía, aunque enseguida recuperó su forma de ser más protocolaria y les preguntó. -  En cuanto me transmitieron su petición para hablar conmigo les he recibido. Supongo que será importante. Bien, ustedes dirán.

- Verá señor,- explicó Leval. - Hemos pensado que ya que podemos trasladarnos instantáneamente, si logramos acercarnos lo suficiente podríamos captar la energía que emiten nuestros padres desde la Tierra y acelerar el contacto.

- Es una buena idea,- afirmó Spar  añadiendo con interés - ganaríamos mucho tiempo. En cuanto podamos acercarnos serán informados.

- Gracias señor,- repuso Mazoui - no tenemos nada más que pedirle.

- Entonces pueden retirarse, ¡ah teniente Malden! - le dijo Spar a Leval antes de que saliera por la puerta, esbozando una amable sonrisa. - ¿Está usted seguro de que ya se encuentra apto para el servicio? ¿Necesita algún día más para recuperarse?

- Estoy perfectamente. Muchas gracias por su interés, señor. No necesito ningún día más. Al contrario, estoy deseando volver a la acción. - Repuso el chico  que, tras saludar, iba a cerrar la puerta cuando cayó en la cuenta de algo y aun le dijo a su superior. - Con su permiso, he recordado algo, señor. No tiene relación con el servicio, es un favor muy personal que me gustaría pedirle...

- Muy bien. - Asintió Spar agregando con su atención puesta en el muchacho. - Usted dirá...



            Leval esbozó una amplia sonrisa y pasó a exponer su petición. Su primo le esperaba fuera y una vez salió, le inquirió extrañado.



-¿Qué le has pedido a Spar?

- Ya te enterarás. - Replicó entre misteriosa y divertidamente éste. -



             Mazoui sonrió también, algo en su interior ya conocía la repuesta a eso. Pero ahora debían ocuparse de otras cosas más urgentes. Ambos fueron enseguida a ver a las chicas que estaban en el centro de telemetría. Al reunirse, Amatista se abrazó a su prometido y tras besarle en los labios le dijo entusiasmada.



-¡No puedo creerlo! , quizá nuestro sueño de ver a nuestras familias otra vez se cumplirá después de todo.

- Claro, ya te lo dije,- sonrió él como si lo hubiese sabido de siempre. - Ahora sólo hay que esperar a que nos acerquemos lo bastante. Así podremos transportarnos.

- Debemos investigar más para estar por completo seguros de que eso es posible. - Le advirtió Penélope. - Pero creo que podremos hacer una especie de puente de sondas para lograr una conexión mejorada.

- Sí, es una buena idea.- Convino Sandy aconsejándoles con tino. - Deberíais decírselo a vuestros superiores.

- Lo comunicaremos al comandante,- intervino Mazoui - él transmitirá la idea a nuestros superiores.

- Pues cuanto antes mejor. No tenemos tiempo que perder. - Indicó Satory, a lo que el chico asintió con ganas. -



            Los dos se fueron a pedirle a Zorton que trasmitiese su petición.



-¿Da usted su permiso, señor?- Le pidió Mazoui con la característica prevención que tenía cada vez que iba a ver a su superior. -

-Pasen, por favor. – Les pidió a su vez éste con mucho mejor humor de lo que en él era habitual. -



Ambos muchachos entraron en posición de firmes pero su comandante se apresuró a decir con un tono que les sorprendió por lo jovial.



- Descansen, muchachos. Pero siéntense. No se queden ahí de pie. Malden, ¿cómo se encuentra?

-Totalmente reestablecido y listo para la acción, gracias por su interés, señor.- Pudo decir el aludido.-

-Me alegro, pero tomen asiento, por favor.- Insistió su superior con jovialidad al verles todavía de pie.-



            Obedecieron cruzando sendas miradas de asombro. Ese parecía otro oficial. Aunque enseguida supieron el porqué de aquel cambio de humor.



-Me han comentado que se ha descubierto un agujero que interconecta este espacio con nuestro sistema Solar ¿Es eso correcto?

-Sí, mi comandante – se apresuró a  responder Mazoui. - Precisamente veníamos a pedirle a usted  que, si fuera tan amable, transmitiera a los mandos una propuesta que se nos ha ocurrido junto con el personal del laboratorio.



En pocas palabras le refirieron la idea y Zorton no pudo por menos que asentir de inmediato para afirmar.



-Denlo por hecho. Si quieren alguna cosa más.

-No señor, le agradecemos mucho su ayuda y su comprensión. – Pudo decir Leval que ya estaba escarmentado de ocasiones anteriores. –

-Al contrario, teniente. Soy yo quién les agradece sus desvelos. Para con la nave y con sus ocupantes. Díganme, por favor. Si esa idea funciona, ¿podríamos comunicar con la Tierra?

-Teóricamente hablando sí, mi comandante. – Contestó Mazoui que agregó esperanzado.- Una vez se compruebe eso incluso sería posible establecer contacto con nuestras familias.

-¡Eso sería estupendo! – Convino su superior que entonces les desveló.- Hace mucho que no he hablado con mi esposa y mis hijos. Y creí que nunca podría volver a hacerlo.

-No sabíamos que estuviese casado, señor. Perdón, no es de mi incumbencia. – Se apresuró a disculparse Leval por adelantado. –



            Pero en ésta ocasión, lejos de mostrar contrariedad o de endurecer sus facciones como acostumbraba en esos casos, su superior esbozó una leve sonrisa para replicar con tono bastante animado para lo que solía.



-No tiene por qué excusarse, teniente. Soy yo el que no habla mucho de mi vida privada. Bueno, supongo que todos estamos igual de expectantes. Ustedes también tendrán familiares en la Tierra que les echen de menos.  Deseo de corazón que su plan tenga éxito. A partir de este momento no duden en venir a verme para cualquier cosa que precisen. Sea de día o de noche. Pidan lo que necesiten y veré lo que puedo hacer…

-Muchas gracias, señor. Con su permiso nos retiramos para comunicarle su respuesta al personal técnico del laboratorio.- Repuso Mazoui.-



Zorton asintió, los dos saludaron y se fueron. Ahora comentaron sorprendidos aquel cambio en su superior.



-¿Les has oído hablar?- Sonrió Leval ligeramente casi declarando con sorna.- Por unos instantes creí que era un enemigo que hubiera tomado su apariencia.

-No, era él.- Repuso Mazoui quien con tinte reflexivo afirmó.- Ese hombre ha estado sometido a mucha tensión, al igual que todos nosotros. Y tal y como ha dicho, pensaba en que jamás volvería a ver a su familia. Por eso se comportaba así.

-Comprendo.- Convino su primo agregando.- La presión nos afecta a todos sí, pero de maneras diferentes.

-Supongo que tendrá mucho que ver con nuestros caracteres o con el grado de optimismo que se tenga.- Declaró Mazoui.-



Leval asintió. Realmente su comandante no era tan huraño, aunque sí bastante formalista. No obstante cuando creyó haber perdido para siempre la posibilidad de volver a ver a su familia su humor debió de agriársele. Pero ahora todo era distinto, al parecer había recobrado la esperanza. Y sobre todo, había llegado a respetar mucho a esos dos valientes oficiales. No ignoraba todo lo que habían hecho por la nave y se lo agradecía. De modo que transmitió rápidamente la petición al alto mando que la concedió sin dilación. Las sondas se lanzaron y a medida que la nave se acercaba mejoraba la comunicación.



-Espero que esos dos muchachos estén en lo cierto. Tengo muchos deseos de volveros a ver.- Pensaba Zorton en la soledad de su despacho.-



            Por su parte Leval pudo quedar con Amatista. En una pausa para tomarse un descanso de aquel frenético ritmo. A decir verdad, tendrían todavía unas horas hasta que sus indagaciones dieran fruto. La pareja de novios decidió dar un paseo por la nave.



-¿Sabes? Seguimos recibiendo noticias y música de la Tierra.- Sonrió ella, visiblemente feliz.- Y cada vez nos llega con menor retardo.

-Es cuestión de tiempo.- Afirmó él, tan optimista como su novia.-



            Se pararon a respirar entre un grupo de árboles y en un gesto reflejo, Amatista miró hacia lo alto.



-Me parece tan irreal. Pensar que estamos en una gran nave espacial y no en un parque de la propia Tierra. Pero ahora paradójicamente, es cuando más consciente soy de eso.



            El chico asintió, pasando un brazo tras los hombros de ella y mirando también a ese cielo que tenían sobre sus cabezas. Curiosamente vieron algunas nubes. Al parecer se avecinaba un chaparrón. Ese sistema para provocar lluvia era una de las cosas que contribuía a hacerles pensar que estaban en casa. Y en esta ocasión ninguno tuvo deseos de refugiarse del agua. Más al contrario, se quedaron allí observando hacia lo alto, en tanto una de las canciones que se estaban sintonizando provenientes de la Tierra, llenaba el ambiente del parque a través de algunos altavoces en tanto una fina lluvia comenzaba a empaparles.



Voy vagando por la lluvia.
Como en una vida imaginaria, creía estar loco.
Esa rápida y repentina caída en la desgracia,
los días soleados parecen estar muy lejos.


La sombra del Kremlin me hace parecer más
pequeño, el mausoleo de Stalin no me soltaba,
me perseguía una y otra vez.





Mazoui estaba escribiendo algunos informes, miró por la ventana, complacido de ver llover, suspirando, siguió con ese papeleo escuchando aquella canción, que, por fortuna, no reflejaba ya su estado de ánimo.



Quisiera que la lluvia me dejara en paz.
¿Como se siente? (¿Como se siente?)
¿Como se siente? ¿Como se siente?
Cuando se está solo
y sólo se siente frío en el interior.



Sandy descansaba tumbada en su cama, abrazada a su osito. Ahora se sentía con renovadas esperanzas. Tras haber encontrado a esos maravillosos amigos que la aceptaban como a una más entre ellos, pese a conocer su secreto. También escuchaba absorta aquella melodía.



Estoy abandonado aquí, en mi fama,
Armagedón en mi cerebro

La KGB me perseguía.
Apunta mi nombre y
déjame en paz.
Entonces, un chico mendigo
gritó mi nombre.



Satory miraba con esperanza a través de los cristales de una cafetería. Había salido a tomarse algo y a leer un libro de poesía. Ahora se deleitaba con la caída de la lluvia tras los cristales, sintiéndose contenta por esa más que posible vuelta a casa.



Los días felices borrarán el dolor.
Una y otra vez se me echaba encima.
Otra vez, y otra vez, y otra vez ..
Apunta mi nombre y
déjame en paz.



            Por su parte Penélope seguía en el laboratorio, revisando las pruebas una y otra vez. Ya estaba totalmente segura, pero aun así, no quería pasar por alto ni el más mínimo detalle. Aunque cuando esa canción sonó, se quedó escuchando y sonrió. Se sentó durante unos minutos para tomarse un descanso.



¿Como se siente? ¿(Como se siente)?
¿Como se siente? ¿Como se siente?
¿Como se siente? ¿(Como se siente)?
¿Como se siente? ¿Como se siente?
Y sólo se siente frío en el interior.



            Tracer bromeaba con algunos compañeros cuando la lluvia comenzó. Ellos la contemplaron en tanto el hilo musical les transmitía esa canción. Todos sonrieron ilusionados, conscientes de que provenía de su mundo madre…



¿Como se siente? ¿(Como se siente)?
¿Como se siente? ¿Como se siente?
¿Como se siente? ¿(Como se siente)?



Giaal se maravillaba de aquella lluvia artificial, tan fiel a la auténtica. Y sobre todo, percibía un ambiente de paz y alegría que inundaba toda aquella enorme nave. Escuchaba esa canción que, paradójicamente, le transmitía esperanza.


¿Como se siente? ¿Como se siente?
Cuando se está solo
y sólo se siente frío en el interior.



            Susan también estaba mirando el agua caer y correr por los cristales de su habitación. Se había levantado de la cama tras descansar. Pensó una vez más en sus padres y su hermana Debbie, llena de esperanza por volver a abrazarles de nuevo.



Como un extraño en Moscú,
como un extraño en Moscú.
Aquí existe el peligro.
Aquí existe el peligro, cariño.



            Y Freejar disfrutaba de uno de sus puros en el despacho, con los pies sobre la mesa y esbozando una leve sonrisa. A su lado, la foto de su esposa e hijos, a los que estaba seguro de que, muy pronto, volvería a ver.


Como un extraño en Moscú.
Aquí existe el peligro.
Aquí existe el peligro, cariño.
Como un extraño en Moscú.
Vivo muy solo, vivo muy solo, cariño.
Un extraño en Moscú.



(Michael Jackson. Strangers in Moscow. Crédito al artista)



            Amatista y Leval decidieron ir a refugiarse al fin, cuando escucharon uno de esos truenos que se producían en la tormenta. Corrieron de la mano hasta llegar a una cercana cafetería. Al entrar, volvieron a mirar por última vez, en tanto concluía la música de esa canción, que daba al ambiente un aire de reflexión melancólica. Curioso contraste a la felicidad que ambos sentían, mirando de nuevo hacia lo alto, como si así pudieran atravesar las paredes de la misma nave y, a través del universo, ser capaces de ver su casa.



-Hola.- Les saludó entonces la voz de Satory.-

-¡Qué coincidencia!- Sonrió Amatista al verla allí, aferrada a un libro y con una humeante taza de café, preguntándole a su amiga.- ¿Podemos unirnos a ti?

-Estaré encantada.- Asintió ella.-



            De modo que enseguida avisaron a Clarisa, la camarera amiga de Gin.



-¿Cómo está Ginger?- Quiso saber Amatista, en cuanto esa rubia muchacha les tomó nota de su pedido.-

-Bien, en su casa. Pero mucho más animada.- Les contó su interlocutora.- Ha estado sometiéndose a un tratamiento con el doctor Ginga. Entre eso, y los rumores de que podremos volver a casa, la verdad. Estamos todos mucho más contentos.- Sonrió.-



            Los demás asintieron aunque no querían dar más pábulo a esos rumores para no crear demasiadas expectativas. Aunque también compartían esa ilusión. Entre tanto, en el reino de la Luna, los oficiales de transmisión y de vigilancia del espacio detectaron aquella señal enviada por la SSP-1. Sin tardar avisaron a sus superiores. Estos a su vez al gobierno, que informó a su soberana. Neherenia llegó de inmediato al centro de operaciones, tras excusar a los oficiales de hacerle reverencias se interesó con expectación.



-¿Entonces no hay ninguna duda?

-No, vuestra gentil y hermosa Majestad.- Repuso un capitán que estaba al mando cuando se detectó aquello.- Son señales que identifican a esa nave como la SSP-1.



            La soberana no pudo reprimir una gran sonrisa, pensaba en lo felices que iban a estar todos los amigos y parientes de aquella tripulación dada por perdida. Sobre todo su amiga Idina, ahora que habían terminado el segundo curso en la Golden, ésta sería la mejor noticia de cara a las vacaciones que proyectaban pasar juntas. Aunque quizás, a la vista de esto, los planes de su querida amiga variasen.



-Somos los primeros en recibir la transmisión, Majestad. Al estar en la cara oculta nos ha llegado segundos antes.- Le informó uno de los oficiales, sacándola de esos pensamientos.-

- Informen a la Tierra de inmediato y soliciten comprobación.- Repuso la soberana, añadiendo con un tono que translucía su felicidad.- Hay muchas personas buenas que serán muy felices cuando lo sepan.

           

            Ella misma tenía aquellos dos sentimientos encontrados, de alegría por el retorno de esa nave, y de añoranza y melancolía por los recuerdos que despertaba en ella. Pensaba en Granate sin poderlo evitar pero sonrió. Imaginaba que aquel magnífico chico haría lo mismo si estuviese allí.



-Sí, mi amor- pensó la joven reina.- Me alegro mucho por ti y tu familia y por todos tus parientes y amigos. Pronto podrán abrazarse otra vez…



      De vuelta a sus aposentos, Nehie corrió a llamar a su amiga la princesa Chiba. Ella apareció de inmediato en la  pantalla de su comunicador.



-¡Chibiusa!- Exclamó la soberana.- ¡Han vuelto!

-¿Quiénes?- Quiso saber su interlocutora observándola en un principio con extrañeza.-

-¡La nave!- Le desveló con un tono lleno de alegría.- Hemos recibido sus transmisiones.

-¡Eso es maravilloso! - Repuso la princesa.-  Informaré a mis padres de inmediato.

-Sí, hazlo por favor. – Le pidió Nehie.- A ellos y a las guerreras les encantará saberlo. Sobre todo a las madrinas de esos chicos y chicas. Y luego transmíteselo a sus padres.



            Creyó recordar que, al menos, Ami y Minako, eran madrinas de dos de los chicos que iban a bordo. Los primos de Granate. Aunque no ignoraba que el resto de sus compañeras compartirían la felicidad de esa noticia.



-Ahora debo dejarte. Se lo diré. Un abrazo, Nehie, pronto nos veremos.- Se despidió Chibiusa.-



      Y cumplió su promesa de inmediato. En aquella sede del futuro reino del Milenario de Plata, sus padres y las sailors estaban reunidos. Había sido Serenity quien las convocara. Y la futura soberana, al ver entrar a su hija a todo correr y obviando el protocolo, sonrió. Pero no pronunció palabra dejando que Chibiusa pregonase exultante.



-¡Han vuelto…los chicos de la nave, han vuelto!…



            Las caras de asombro de las guerreras enseguida se trocaron en expresiones llenas de emoción. Todas se abrazaban y sobre todo, Ami y Minako lloraban llenas de alegría.



-Es estupendo. Sus padres se alegrarán mucho.- Pudo decir Rei, abrazando a Minako.-

-Sí, todos nos alegramos.- Convino Makoto, haciendo lo propio con Ami.-

-Es un gran momento.- Declaró Endimión.- Tras un largo periplo vuelven a nosotros.

-Así es.- Sonrió su esposa.- Ayer soñé con ello. Iba a revelároslo, pero al ver entrar a Chibiusa…

-Al fin, un sueño que no es una pesadilla.- Suspiró Makoto.-

-Algo que termina bien.- Convino Ami, afirmando.- Bertie se alegrará tanto…y Kerria y Roy…

-Y Kalie.- Añadió Minako con mucha emotividad en sus palabras.- Y también mi ahijada Kathy…sobre todo. Necesita mucho a su hermano.

-Es una gran noticia. Nos alegramos muchísimo.- Comentó Haruka, igualmente emocionada y feliz por sus compañeras.-

-Habría que informar a Masters de esto enseguida. Él también tiene allí a su hija.- Les recordó Hotaru.-

-Sí, es cierto.- Intervino Michiru.- Seguro que así recobrará la alegría…

-Y enviemos también un mensaje a mi planeta.- Añadió una muy contenta Seren.- Supongo que Doran se ocupará de hacérselo llegar. Pero mis padres se alegrarán de saber que su sobrino, mi primo Leval, ha vuelto, y de tener la confirmación por un aviso doble…



            Y Serenity asintió, además propuso festejarlo. Comentando con desenfado…



- Mamo-chan. Chicas. Ropas civiles y al Crown… o mejor. A la cafetería de Mako-chan.

-Tú, con tal de no pagar…- Se sonrió Rei.-

-Pues pienso invitaros a todas. ¿Qué dices a eso, listilla?- Exclamó Serenity que más bien sonaba a Usagi.-

-¡Que no me lo creo! - Replicó la aludida sacándole la lengua.-



            Y he ahí que empezó otra de sus inefables guerras “lingüísticas”. Aunque en esta ocasión fue Makoto la que, sonriendo, las interrumpió para declarar.



-No es necesario que pagues, Usagi-chan. Hoy invito yo…En memoria de mi ahijado y para celebrar la vuelta de los demás.



Y todas asintieron emocionadas. Junto con Chibiusa y Mamoru fueron a celebrarlo a Tokio. Entre tanto, en la gran nave, tras varias horas de espera se pudo al fin entrar en contacto con las emisoras terrestres y lunares que trasmitían las noticias más recientes, señal de que estaban mucho más cerca. Incluso, para euforia de todos, les llegó el mensaje de bienvenida de la Soberana de la Luna Nueva. Neherenia apareció con una amplia sonrisa en la imagen que les llegó al puente de mando.



-Amigos de la nave SSP-1. En mi nombre y en el de mis súbditos del reino de la Cara Oculta de la Luna os damos la bienvenida. Os ofrecemos también toda la ayuda logística que podáis precisar.



Animados por aquello se probó a pasar un ingenio de reconocimiento por el agujero y durante el tiempo que se tardó, podría decirse que todos contuvieron la respiración. Aquello era la prueba de fuego que decidiría si podrían o no regresar a casa. Estaba claro que, una cosa era que pasasen sondas o mensajes y otra que ese agujero pudiera permitir el paso del asteroide y sus tripulantes. Y por fin llegó la confirmación, la sonda logró llegar al otro extremo sin sufrir daños. No había rastro de radiación perjudicial ni otras consecuencias salvo las típicas del espacio. Todos lo celebraron con alegría desatada, porque significaba que las naves de transporte también podrían pasar. En realidad, cualquier tipo de materia podría hacerlo. Incluso, dado el tamaño de aquella perturbación, la del gran asteroide que les cobijaba. Sin embargo, éste se mantendría en su posición por el momento, permitiendo el intercambio de lanzaderas entre la Tierra y su ubicación, a fin de estar totalmente seguros de la ausencia de cualquier tipo de riesgo. La noticia se  propagó rápidamente por toda la gigantesca nave. Tanto el alcalde de la ciudad como el contraalmirante dispusieron una gran fiesta para dentro de dos días. Los preparativos discurrieron entre la euforia general.



-Por ahora la SSP-1 se quedará aquí. -Dictaminó Spar, explicando a su cúpula de oficiales.- Tenemos que prepararnos para cumplir con nuestra principal misión.



 Y es que estaban ya en la órbita del planeta más apto a la terraformación que habían encontrado y a punto de poder recibir transmisiones visuales de la Tierra. Los dos grandes objetivos estaban a un paso de ser alcanzados. No obstante todavía quedaban muchas y duras jornadas de arduo trabajo para cumplir los sueños de todos.


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