20./Capitulo 101.Conversaciones de interés.
Calina apenas tuvo tiempo de llegar a su casa para reposar y tratar de recobrarse de la decepción que había sufrido, fue convocada por el Maestre Dilain con el recado de que acudiera urgentemente a la sede de Esil. Dilain en efecto la había llamado, así como a más gente. El Maestre se había movido mucho después de lo ocurrido con Jilia y lo que Calina le contase. Con sus influencias había trabado contacto con gentes muy importantes de varios mundos y deseaba celebrar una reunión entre ellos a fin de poner en claro algunas cosas. El primero de sus invitados se dirigía ya hacia allí. Le había dado indicaciones precisas para encontrarse en Esil y Calina sería la encargada de recibirle. Aunque lo que en verdad sorprendió gratamente a la maga era que aquellos dignatarios venían en la nave que mandaba su hermana. ¡Ojalá tuviera tiempo de verla aunque solamente fuese por unos minutos!, hacía bastante que no podían charlar de cosas de familia. Así pues Calina se dirigió al astropuerto de Anlad, el más cercano a la ciudad de los magos, y esperó .Al poco una lanzadera aterrizó en la pista y de ella bajaron varias personas, una de ellas efectivamente era Menra, las otras dos ,hombre y mujer, estaban a su lado con sendos uniformes de marinería espacial. La capitana Delaier pareció darles una orden puesto que ambos asintieron saludando y se alejaron de allí. Al poco, Menra divisó a su hermana y sonrió acercándose a ella .Calina hizo lo propio y ambas se fundieron en un abrazo.
-¡Qué sorpresa!, ¿Qué haces tú por aquí?.- Le preguntó Menra -.¿Acaso sabías que venía?.
- No, quiero decir sí - respondió Calina sintiéndose algo extrañada cuando le contó -.Verás, me mandó el Maestre Dilain para recibirte a ti y a un invitado que debe reunirse con él.
- Si claro, no te preocupes - le respondió Menra -.Dentro de poco estarán con nosotros.
Y según terminaba de hablar un vehículo deslizador se dirigió hacia ellas, se detuvo a su lado y abrió una de sus puertas .Menra le pidió a su hermana que entrase y Calina pasó encontrándose que ese marinero de antes tripulaba el vehículo. A su lado estaba también la otra marinera en cuestión. Menra subió tras su hermana pequeña y una vez lo hizo el deslizador cerró la puerta y se puso en marcha en tanto la capitana Delaier sonreía y presentaba.
- Calina, estos son el general Nerel Asety y la Teniente coronel Seilín Naris, pertenecientes al servicio de Inteligencia de Nataclia. General, Coronel, ella es la maga del segundo nivel de Esil Calina Delaier, mi hermana menor.- Remachó con orgullo -.
- Un placer conocerles - declaró la muchacha -.
- El placer es nuestro - respondió Nerel -.
- Si,- añadió Seilin -.Confío en que disculpe este modo tan particular de darnos a conocer pero la situación nos exigía llegar de incógnito.
- En efecto- puntualizó Nerel -.La reunión que tenemos es secreta, a petición del Maestre de Esil.
- Si señor- convino Calina -.
-¿Puede usted avanzarnos alguna cosa de lo que el maestre tiene que decirnos?,- le inquirió Seilin -.
- No señora - repuso la maga -.Él no me ha informado de nada.
- Muy bien- asintió Nerel como si esto lejos de molestarle le satisficiera -.
El deslizador avanzaba con piloto automático y curso trazado hacia la Hermandad de Esil y llegó allí en pocos minutos .Los cuatro salieron del vehículo y Calina les franqueó el paso al interior del edificio .No tuvieron que recorrer muchos metros antes de encontrarse con el Maestre Dilain aguardándoles al pie de una escalinata de blanco mármol.
- Encantado de tenerles aquí, síganme por favor.
Sin más palabras el grupo obedeció siendo conducidos a una sala algo apartada, en una de las alas de aquel gran edificio. Una vez dentro, Dilain cerró la puerta e invito a todos a sentarse en unas butacas dispuestas en círculo, el maestre permaneció de pie para dirigirse a todos a fin de iniciar aquellas conversaciones.
- Seguramente se estarán preguntando el motivo de que les haya hecho venir. Gracias por traerles Calina, capitana Delaier - .Comentó recibiendo una inclinación de cabeza por parte de Menra y el saludo protocolario de Calina, tras lo cual el mago prosiguió -.General Asety, coronel Naris, sé perfectamente que ambos están muy ocupados con materias de gran importancia pero les aseguro que el tema que debo tratar con ustedes es de lo más delicado.
- Estamos seguros de ello- repuso Nerel -.Conocemos su reputación Maestre Dilain y sabemos que no nos habría convocado por una nimiedad, usted está muy bien considerado en mi mundo y en el resto de la Cuádruple Alianza .En nuestros círculos, realmente es tenido por el principal valedor actual de Yumlaiance.
Dilain agradeció esas palabras con una leve inclinación de cabeza y añadió
- Que esos halagos provengan del mejor especialista en Inteligencia de la Alianza es algo que me satisface mucho, pero créame, ojala que no recayese sobre mí esa carga tan pesada .No me gusta ser el principal valedor de Yumlaiance ya que actualmente mi mundo atraviesa por una muy difícil situación.
- No es lo que parece, al menos de cara al resto de los planetas - intervino Seilín que parecía querer hacer de abogado del diablo al referir -.Conocemos la situación económica de Yumlaiance, es próspera y su nivel de vida se ha elevado considerablemente a raíz de ello.
- Si, claro, es como los padres que le compran juguetes a su hijo para compensarle la falta de atención - declaró Dilain para empezar a abordar verdaderamente el problema, dirigiéndose, como de costumbre, al grano -.Verán, no sé si ustedes conocen lo sucedido con la comandante Jilia Renar
- Lamentamos su fallecimiento, la conocimos personalmente era una muy valiosa oficial y buena persona- dijo Seilin con visible afectación -.
- Capitana Delaier - le comunicó Dilain con tono serio y directo, como solía hacer al abordar una cuestión especialmente importante - .Sepa que siento profundamente lo sucedido, pero ahora voy a contarles algo que de seguro la afectará a usted. Espero que sepa comprendernos y perdone nuestro proceder.
Menra le miró sorprendida y sin saber que responder, algo le decía que iba a escuchar palabras que darían un vuelco a su situación y pondrían su vida patas arriba. Aunque tal y como estaban las cosas seguro que no podría ser peor de lo que había padecido, así que con una mezcla de temor y curiosidad asintió pidiéndole al Maestre que hablase .Dilain entonces se dirigió a todos en tanto Calina sujetaba de una mano a su hermana mayor.
- Pues sepan ustedes que no ha fallecido - sentenció el Maestre dejándoles atónitos y matizando tras esto para aumentar aun más la confusión .Sobre todo, la de la capitana Delaier que se quedó pálida sin poder articular palabra mientras Calina la rodeaba de los hombros con un brazo -.Al menos no de la forma que cualquiera podría entender por una muerte normal. En realidad está en el Dalarzian.
-¿El Dalarzian?.- Inquirió asombrado Nerel levantándose del sillón y rompiendo por unos momentos su frialdad nataclier para preguntar impresionado -.¿Realmente existe eso?.
- Si que existe - repuso Dilain que sonrió satisfecho añadiendo -.Y si ni siquiera usted estaba al corriente de ello es que hemos sabido guardar bien el secreto en Esil.- Entonces Dilain, a petición sobre todo de una descolocada Menra, les contó lo que realmente había sucedido con la comandante Renar y concluyó su increíble relato añadiendo para mayor sorpresa de sus interlocutores- .Allí es donde está el propio general Rant.
Eso si que dejó a los de Nataclia sin capacidad de reacción. Así pues Yener Rant no estaba realmente muerto, aunque a decir verdad ¿qué diferencia había? .Eso mismo comentó Nerel además de decir...
- En mi mundo se conoce la leyenda del Dalarzian .Incluso se decía que, en tiempos pasados también existió un acceso cerca de nuestra región de Turans. Y habían llegado a mis oídos rumores sobre la muerte de Yener .Incluso a través de fuentes en Nephraler, una facción de estos creyeron incluso que podría tratarse de una maniobra yumlaincer para hacerles pensar que Yener había desaparecido de su camino .Yo mismo llegué a meditar sobre ello y traté de indagar para saber si podría ser o no cierto...
- Y no consiguió encontrar ninguna evidencia de que así fuera ¿me equivoco?.- Le preguntó Dilain -.
Nerel negó dando a entender que el Maestre de Esil no se equivocaba, entonces terció Seilín con otra pregunta.
-¿Qué sucedió entonces realmente?. ¿Qué interés tendría el general en adentrarse en aquella extraña dimensión?.
- Verá coronel, les supongo enterados de que nuestra Hermandad posee conjuros y encantamientos muy poderosos que incluso infundirían temor a los propios Señores Oscuros. Pues uno de ellos abre la puerta hacia aquella dimensión y es capaz de controlar el tránsito a través de la misma y el general Rant se adentró en ella para encontrar un remedio a la situación de nuestro planeta.
-¿Todo esto está relacionado con la propia Jilia y la forma en que la poseyó ese ser tan horrendo?.- Pudo preguntar Menra con la voz entrecortada, casi a punto de llorar -.
- Así es - le confirmó Dilain -.Su compañera sabía que no tenía otra opción para salvarse que entrar en aquella dimensión, seguramente tratará de encontrar al general y puede que entre ambos logren traer de vuelta lo que nuestro mundo necesita.
- Si el general y Jilia logran encontrarse y unen sus fuerzas todo será posible. Estoy segura de que nada se les podrá resistir.- Balbuceó Menra embargada por la emoción a la par que se abrazaba a su también emocionada hermana -.
Los presentes la miraron con afecto y solidaridad, deseando que así fuera .Aunque el momentáneo silencio que hicieron tras esas palabras tenía que ser roto para seguir esa interesante conversación y fue Seilin la que, con un tono más dominado y sereno preguntó, eso sí, no sin asombro.
-¿Y qué es eso que Yumlaiance precisa de modo tan urgente que ha obligado a Yener a partir al Dalarzian en su busca?.
- La espada Somerlaiance - le respondió Dilain dejando nuevamente sorprendidos a sus interlocutores - .No sé exactamente como podrá ayudarnos pero el mismo Yener tuvo visiones relacionadas con ella en el pasado.
- Todo va encajando - musito Menra recobrada en parte de su llanto , tanto que pudo agregar con furia y rotundidad -.¡Esos cabrones nephralers nos están invadiendo. Quieren apropiarse de nuestras almas, pero no se lo vamos a consentir!.
- Eso es tan sólo una parte del problema - intervino Calina con más templanza -.Yo misma hablé con la comandante Draker y le eché en cara sus maniobras .Aunque sé que me oculta algo, en su rostro podía leerse el desconcierto .Deben de existir cosas que ni siquiera los propios nephralers, al menos los de a pie, conocen.
-¡Esa mujer no es una nephraler de a pie! - rebatió Menra ahora con indignación -.Es una de sus principales cabecillas, debe de estar al corriente de todo.¡ Yo digo que vayamos a por ella y la obliguemos a confesar!.
- No hará ninguna falta - la cortó Dilain con tono tranquilo- .Yo también tengo mis fuentes en Nephraler y sé que existen dos facciones enfrentadas en ese mundo. Los que abogan por aniquilarnos con más virulencia por ejemplo los Hialgasth y sus simpatizantes los Drakaramins y el grupo moderado que sostiene la conveniencia de irnos dominando poco a poco hasta manipular por entero nuestra sociedad. Esa sería una invasión lenta e indolora que mataría paulatinamente todas nuestras instituciones y formas de vida. Y ahora ha surgido una tercera rama,- añadió para mayor asombro del resto -.Un grupo que ha comenzado a preguntarse si esto que hacen está bien y que incluso desean convivir en paz dejando atrás las rivalidades seculares entre nuestros mundos. Yo creo que la comandante Draker e incluso su superior directo Lord Carnalsk, se mueven entre estas dos últimas opciones.
- Draker podría ser - dijo Nerel que de seguido objetó con desconfianza -.Pero Carnalsk...me cuesta creer que ese tipo desee una convivencia feliz entre ambos pueblos. Yener nunca se fió plenamente de él .Podría estar detrás incluso de todos los ataques Hialgasth.
- No puedo ni afirmarlo ni desmentirlo- reconoció Dilain- .Por ello me gustaría que usted general se encargase de eso .Incluso que se entrevistase con Carnalsk, después de Yener no conozco a nadie capaz realmente de poder entrever lo que piensa ese hombre.
- Lo intentaré, pero un encuentro entre los dos llamaría mucho la atención- comentó Nerel proponiendo a su vez -.Quizás una reunión previa entre mi ayudante la coronel Naris y la comandante Draker ayudase.
- He pensado en ello - convino Dilain, satisfecho de que el nataclier tuviera una visión tan afín a la suya - .Mi ayudante la maga Delaier la acompañará. Entre ambas seguro que lograrán sacarle a la nephraler la verdad sobre este asunto y un compromiso para posteriores encuentros a más alto nivel.
-¿Y por qué no habla usted mismo con Carnalsk.- Inquirió Menra -.
- Porque no deseo que me suceda lo mismo que al general Rant.- Le contestó el mago explicando -.En mi opinión Yener cometió el error de significarse demasiado y yo estoy tan vigilado y atado como podría estarlo él hace años .Por causa de eso no puedo comprometerme tan abiertamente. No sé quienes pueden ser afines o incluso formar parte del enemigo y si intervengo tan a las claras no tardarían en apartarme de su camino alejándome de la Corte y del Gobierno. Al menos desde mi posición actual intervengo algo en la política y controlo lo que puedo el curso de los acontecimientos, lo que me permite irme adelantando a las cosas. La situación en Dumlans es muy precaria y el príncipe Lonel tiene más peso día a día, es como si el Emperador se inhibiera en los principales temas de Estado cada vez con mayor frecuencia.
- Así que de momento el principal problema es esta especie de velada invasión por parte de los Hialgasth - comentó Seilin que quiso saber con inquietud -.¿Tan grave es que incluso les ha afectado a ustedes?.
- Por desgracia, así es- admitió Dilain -.El caso más serio hasta el momento ha sucedido en nuestra Sede de Esil. Estos espíritus malignos se han llevado por delante la vida de varios de nuestros magos. Tapamos lo sucedido lo mejor posible y el asunto apenas ha trascendido. Tan sólo lo saben algunas de las familias de los fallecidos, les dijimos que fue un accidente de magia. Se da también la circunstancia de que ni a nosotros ni a nuestros enemigos les interesa que exista publicidad en este tema. Por fortuna pudimos solucionar la amenaza y acabar con esos Hialgasth, aunque esto no habrá sentado nada bien a los que les enviasen.
- El mal no descansa - apuntó Calina para sentenciar -de seguro que ya traman algo peor en otra parte.
- Por ello es tan importante que yo tenga libertad para ocuparme de esos asuntos mientras ustedes hablan con Lord Carnalsk, si tenemos suerte y reprueba esos métodos de los suyos podríamos conseguir un valiosísimo aliado, si no, al menos intentaremos negociar.
-¿A qué se refiere con negociar? .Me suena a una especie de rendición con condiciones - interrumpió Menra con desconfianza y nada entusiasmada con ello -.
- Nadie habla de rendirse - aseveró Dilain con rotundidad tratando de tranquilizar el ánimo de la mujer -.Al decir negociar, hago alusión a cambiar el punto de vista nephraler y darles a entender, caso de que sea necesario, que no les será nada fácil y que incluso podríamos contraatacarles.
- Eso sería ir de farol, me gusta - añadió Nerel -.
- Lo malo es que no podremos ni tan siquiera mostrarles el que tenemos, no se les puede decir lo del Dalarzian - objetó Seilin -.
- Los faroles no se enseñan, precisamente por eso son faroles - le respondió su superior, añadiendo -.Y puede que Yener vuelva algún día, le creo perfectamente capaz de ello .Si alguien puede cambiar las cosas a nuestro favor es él.
- Hice bien al llamarle, general - dijo Dilain -.Tenemos los mismos pensamientos en esto .Le dejo este asunto y confió en que podrá manejarlo con su gran habilidad.
- Lo primero que debemos hacer es mantener silencio - repuso categóricamente éste, agregando de igual modo mientras paseaba la mirada hacia el resto de los presentes -.Nada de lo que se ha dicho en esta sala deberá salir de aquí.
Todos los demás asintieron, incluso Menra que ahora mantenía una leve esperanza de volver a ver a su pareja algún día. Ahora comprendía como pudo ser poseída por aquel maldito monstruo. En cierto modo, Jilia se sacrificó por ella y por todos y supo luchar contra el mal que existía en su interior ,¡pobrecilla!. Menra se daba cuenta entonces de lo mucho que su compañera habría sufrido y el porqué de sus deseos de unirse a ella de modo oficial, eso era algo que nada, ni nadie le podría quitar, y el sacrificio de Jilia no sería vano. Desde ahora Menra se consagrará a defender su mundo y velar por él para evitar que los nephralers lo invadieran, al igual que su amada, lo mismo que su bisabuela y el propio General Rant. Las palabras de éste resonaban en su cabeza cuando recordaba la aventura con la Wayard, ellos les habían pasado el testigo y ahora le tocaba el turno a ella y a Calina, a Dilain, a Nerel y a Seilín, y seguramente a otros muchos más empeñados en salvaguardar Yumlaiance. No quedaba tiempo para lamentarse por uno mismo cuando algo tan trascendente estaba en juego.
Y la reunión se levantó, Seilín y Nerel se separaron, el nataclier volvió junto con Menra para dirigirse a su mundo y esperar a que su subalterna comenzase la operación. Seilin por su parte sería conducida por la maga para mantener ese primer encuentro con la comandante Draker .Habría que tantearla con cuidado, aunque después de lo que la propia Calina le comentó sería más complicado hacerlo. La nephraler seguramente estaría muy a la defensiva y negaría todo aquello .Aunque ninguna de las dos podía saber que Yashira había pedido hablar con su superior principal, el propio Lord Carnalsk, por conducto secreto, para lo cual no tendría más remedio que viajar a una estación orbital de nephraler ya que había mucho riesgo de que sus conversaciones fueran interceptadas, ya fuese por los servicios de inteligencia de la Cuádruple Alianza o por los de su propio mundo. Yashira por tanto partió dejando su templo y viajó hasta la misma frontera de Yumlaiance en una de las naves civiles que realizaban este servicio regular, de incógnito. Como una viajera más acudió a la terminal y allí se encontró con el propio noble nephraler que iba asimismo vestido con una ropa de calle, un elegante traje de color gris cuyo único adorno era el propio pelo negro de su portador cayendo sobre ambos hombros .Yashira se dirigió hacia él descuidadamente y Carnalsk comenzó a caminar a su lado hasta que ambos llegaron a un lugar más apartado, entonces el noble le dijo.
- Espero que tenga algo importante que decirme Draker, esto no es muy aconsejable.
- Señor. Tengo razones para pensar que en Yumlaiance conocen nuestro operativo mejor que nosotros. Al menos sé que han desmantelado una red de Hialgasth en Somer.
- Eso lo sabe todo el mundo a nivel extraoficial - le respondió Carnalsk -.Supongo que no habrá venido sólo a decirme eso.
- No señor- convino Yashira- .Pero me preocupa mi posición allí .Incluso la maga Delaier me ha culpado directamente de la muerte de la comandante Renar, la pareja de su hermana. Yo por supuesto he negado cualquier tipo de conocimiento, pero esa mujer no es tonta y sus superiores tampoco y seguro que atan cabos.
- Eso hasta nos podría convenir - comentó Carnalsk dejando atónita a su subalterna -.Sé de buena tinta algunas cosas de las que suceden en la Hermandad de Esil. Tengo mis confidentes allí.
-¿Puedo hablar con libertad señor?.- Le pidió Yashira -
- Por supuesto - concedió este -.Sino, no sé a que ha venido aquí.
- Verá - declaró Draker -.No me está gustando nada la forma que tiene nuestros mandos de llevar a cabo la operación. ¿Realmente es necesario todo esto cuando se ha probado que ambos mundos pueden coexistir sin problemas? .Incluso el culto a la Diosa Alasir ha ganado adeptos en Yumlaiance cuando su doctrina ha sido conocida. Y la relación con los seguidores de Maray no es tan mala como se pensaba.
- Si, me he dado cuenta de que muchos de los nuestros simpatizan con los yumlaincers y que incluso llegan a relacionarse sentimentalmente con ellos. ¿Es ese su caso?,- le inquirió Carnalsk a su subordinada dejándola perpleja -.
- No señor, le aseguro que no estoy ligada emocionalmente a ninguno de ellos, el incidente con la comandante Renar fue aislado y de seguro achacable a la influencia del Hialgasth que la controlaba, me cogió por sorpresa anulando mis defensas psíquicas.
Carnalsk asintió, al parecer dando por buena esta respuesta, aunque añadió de forma entre admonitoria y preventiva.
- No es bueno para nosotros el que se cree demasiada familiaridad, originalmente se trataba de acabar con los yumlaincers, no de unirse a ellos. Al menos todavía no es prudente entablar contactos a nivel demasiado personal. ¿Entiende a lo que me refiero?.
Yashira asintió tímidamente pero en realidad no llegaba a comprender de que lado estaba Lord Carnalsk, éste parecía nadar y guardar la ropa moviéndose con soltura entre varios intereses contrapuestos .¿A cuales serviría él realmente? .¡Cualquiera lo sabría!, pero la comandante Draker sólo estaba segura de una cosa, era su superior directo, a quien debía informar y rendir cuentas y de quien recibía las instrucciones.
- Muy bien - continuó Lord Carnalsk - .Vuelva a Yumlaiance y manténgase alerta ,siga como hasta ahora en actitud receptiva y amistosa pero no se implique, sólo que parezca que lo hace, eso engañará a los yumlaincers y la próxima vez que desee informarme de algo digamos comprometido, hágalo en formato clave seis.
- A la orden - asintió Yashira evitando saludar en razón del incógnito -.
Y dicho esto la comandante Draker se perdió por los pasillos de la terminal para abordar la nave que la llevaría de vuelta .Carnalsk por su parte todavía tenía asuntos que tratar por allí .Le había ocultado a su subordinada algunos detalles como al decirle por ejemplo que siguiera siendo amistosa para engañar a los yumlaincers, había omitido que también se trataba de engañar a algunos Nephralers .Las cosas se estaban complicando mucho y Lord Zagart había ido ganado posiciones en la asamblea .Sus Hialgasth habían ido demasiado lejos pero Carnalsk no podía acusarle de nada salvo de ser un chapucero .Por fortuna la derrota de Somer le daba la ocasión de presionar a Zagart echándole en cara su fracaso y el peligro que constituía para la misión, pero éste, lejos de arredrarse, había prometido ser mucho más cuidadoso. Carnalsk sabía que fraguaba otro plan pero desconocía de qué podría tratarse, sólo sospechaba que podía incluir a un antiguo conocido, y que aun faltaba bastante para ponerlo en marcha. Menos mal que en Yumlaiance tenía un valioso confidente que le mantenía al tanto de muchas cosas y con quien acababa de hablar no hace mucho y a buen seguro que volvería a saber de él en muy breve espacio de tiempo.
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