jueves, 3 de marzo de 2011

UNC 11

Capitulo 11.Un plan brillante.


Kyra y sus acompañantes fueron conducidos hacia unos apartados barracones custodiados por dos centinelas robots. CK-9 les acompañó y los guardias le saludaron militarmente abriendo la puerta. Cuando la legación humana pudo acceder se encontró con los humanos que quedaban, aparte de las barbas sin afeitar y del descuidado aspecto físico en general, los prisioneros parecían estar en buen estado.

-¿Lo ven?.- Les dijo CK-9-.Los prisioneros están en buenas condiciones. Hemos respetado escrupulosamente la normativa interplanetaria en materia de presos de guerra y todos los humanos aquí recluidos han sido bien atendidos de acuerdo a sus necesidades fisiológicas.
-¿Podríamos hablar con ellos?- solicitó Kyra aliviada al convencerse de que así era, tras dejar acabar la perorata de su interlocutor -.
- Por supuesto, aunque delante de mí si no le es inconveniente - especificó el jefe androide -.
- Ninguno – .Afirmó ella con suma cortesía -.


Y CK –9 levantó ambos brazos tratando quizás de ofrecer un gesto humano de permiso, tal y como le dictaban sus parámetros de actuación sociales. Kyra entonces miró a su alrededor y llamó la atención de los presentes elevando el tono de voz.

- Por favor, ¿Podrían decirme quien de ustedes está al mando?.


Hubo unas miradas entre los prisioneros y de entre los mismos surgió la figura de un hombre maduro de mediana estatura y complexión robusta con el pelo algo encanecido pero rigurosamente repeinado.

- Soy el presidente Glent - se presentó -.¿Son ustedes de Oumeya?. – Inquirió esperanzado al ver el uniforme de Kyra -.
- Somos enviados de la Confederación- admitió ella sin entrar en más detalle agregando con visible interés -.¿Qué tal les han tratado?.
- Como pueden ustedes ver no del todo mal- confirmó el presidente -.No hemos tenido ninguna queja en lo que a protocolo se refiere .Aunque hay cosas que los androides no pueden comprender.
- Me hago cargo de eso- suspiró Kyra que añadió -.Como ya habíamos dicho antes, con la tranquilidad de comprobar el bienestar de los presos podemos comenzar las negociaciones. Aunque consideraríamos un gesto de buena voluntad que les permitieran asearse un poco.
- Son doscientos prisioneros- repuso CK-9 que analizando la posibilidad en sus circuitos mentales concedió -.Podremos atender a esa petición bajo la condición de que sean vigilados por nuestros androides. Un soldado por preso.
- Es algo justo- convino Kyra pues era algo realmente razonable y sobre todo, dilataba aun más el tiempo en su provecho -.

El presidente la miró extrañado pero ella sonrió y se comunicó mentalmente con él.

-<>...

Glent asintió casi imperceptiblemente y añadió dirigiéndose al jefe de los robots al que propuso.

- Quizás podrían colocar dos androides por preso. No respondo por todos mis subordinados, algunos podrían creer que deben escapar. No me gustaría que se produjera ningún incidente que abortase las negociaciones.

- Su sugerencia es muy apropiada. En pro del incremento de la seguridad. - Aprobó CK-9-.Dos androides por preso estarán bien.


Aquello despertó la incomprensión entre alguno de los reclusos, pero prudentemente ninguno protestó, todos confiaban en su presidente y si él había dicho aquello tendría alguna razón .Así, los presos fueron acompañados por una pareja de robots militares, esto comprometía a más de cuatrocientos androides .Las defensas de estos quedarían mermadas en una quinta parte en tanto Peter y los demás aceleraban en lo posible las obras de ensamblaje.


- Llevamos ya una hora de producción- señaló Ten -.Y fabricado unos cuarenta androides entre policías y militares .Hemos sobrepasado el tope de ambas fábricas.
- Aun así no es suficiente.- Rebatió Non-1-.Quizás yo pueda controlar algunas unidades del enemigo pero seguiremos estando en franca desventaja numérica.
- Con dos horas más de tiempo conseguiremos fabricar ochenta androides más.- Señaló Ten con escaso entusiasmo -.Debemos pensar un plan eficaz. Seremos trescientos contra dos mil.
- Lo primero será infiltrar a nuestros androides militares en las filas enemigas para crear distracción y, de ser posible, eliminar los más que podamos.- Explicó Peter -.
- Para ganar tiempo podemos comenzar ahora mismo- intervino Non -.


Sin perder ni un segundo se pusieron a trabajar, según salían de la cadena de montaje los robots militares se fueron mezclando con los guardianes que quedaban y eliminándoles sin levantar sospechas. Kyra por su parte se afanaba en tratar de mantener ocupado al androide jefe que controlaba el grueso de las tropas enemigas. Este se dedicó a plantear y discutir con ella sus condiciones en la hora siguiente.

- Así que ustedes desean el control de este mundo y crear un estado soberano de androides que no deba servir a los humanos- se sorprendió ella -.
- Si, creemos que nuestra raza ya ha mejorado y evolucionado lo suficiente como para no tener que depender de nadie.- Aseveró el robot -.
- Pero ustedes fueron creados por los hombres para servirles- terció el presidente Glent, quien a petición de Kyra, había sido incluido en las conversaciones como representante de los humanos de Let -.
- Nosotros hemos renegado de esas ocupaciones- repuso CK-9-.Tan sólo anhelamos algo que para ustedes los hombres es natural, la libertad.
- Esto me suena muy extraño- contestó Kyra que verdaderamente se sentía confusa con aquellas palabras de su interlocutor -.¿Acaso no fueron programados por el hombre para obedecerle y trabajar a su servicio?.
- Nuestro programa base ha cambiado- explicó inflexiblemente el robot -.Ahora persigue la igualdad e incluso la superioridad sobre la raza humana. Nosotros somos mejores, no nos cansamos, no necesitamos comer y no envejecemos, además nuestras ventajas no terminan en el plano intelectual y fisiológico. Indudablemente somos mucho más fuertes y sencillos de reparar que los de su especie.
- Pero ustedes no tiene sensibilidad, no crean ni poseen emociones.- Rebatió Kyra -.
- Eso no es necesario, tenemos materias y tenemos las plantas de fabricación que sabemos utilizar.- Repuso el androide que añadió para reforzar su alegato -.Y esas mismas emociones suyas son las que causan las guerras, los odios y las venganzas entre los de su especie, las que les hacen imperfectos.
- También son las que nos unen y nos dan el amor a los nuestros y la creencia en algo mejor-. Le respondió Kyra con vivo convencimiento, olvidando por unos instantes que ese debate tan sólo era una pantomima. Pero la cuestión le resultaba del todo apasionante en esos momentos¡ <>.- Pudo incluso llegar a pensar al hilo de esa ironía .Pero claro, que no podía decirlo.
- Esos son supuestos intangibles y como tales indemostrables desde el punto de vista lógico- .Opuso el robot -.
- La fe y la belleza, el amor y la amistad son tan imposibles de demostrar científicamente como reales. Y esa es la gran diferencia que les separará siempre de la especie humana - .Aseveró Kyra -.
- Nosotros precisamos pruebas de tales argumentos, sin ellas no podemos admitir la existencia de tales supuestos – .Repuso CK-9 que añadió -. ¿Pueden ustedes proporcionarnos tales pruebas?.


Los humanos guardaron un significativo silencio ,¿cómo entrar en consideraciones metafísicas con un androide?.

- El presidente y yo debemos celebrar una conversación privada CK-9 -declaró finalmente Kyra -.Ahora es necesario para acordar nuestra postura común de negociación.
- Está bien .Tienen ustedes cinco minutos- les concedió el robot -.


El presidente quiso oponer algo pero Kyra le indicó telepáticamente que aceptase, después llevó a Glent a otra habitación que oscultó con sus poderes aparte de hacer un detenido examen visual. Convencida de que era seguro le contó.

- Esto es muy extraño .Según CK-9 su programa base ha cambiado, quiere eso decir que alguien o algo ha alterado sus funciones de obediencia y vigilancia para inculcarles esa obsesión de libertad. Como si de unos rebeldes adolescentes se tratasen.
- Podría ser un fallo en el programa- convino Glent -.Lo extraño es saber como ha ocurrido. Y sobre todo como solucionarlo.
- Mi compañero se está encargando de ello en estos momentos- le tranquilizó Kyra -.Aun le queda casi una hora. Para ganar tiempo discutiremos con los androides algunas premisas filosóficas básicas que puedan analizar. Y de paso tantearemos hasta donde ha llegado este cambio de programa.
- Muy bien, entonces ¿me está diciendo que le siga la corriente?.- Inquirió el presidente de modo perspicaz -.
- Si, más o menos- sonrió subrepticiamente Kyra -.Y aguardemos a que nos salga bien, cuando ellos completen su reconocimiento del espacio descubrirán que estamos solos y que Oumeya no nos respalda. <> - pensó para sí -.


En la sede de la Confederación, Lora y Pier se preocupaban también por la suerte de los dos chicos. No habían recibido ningún informe desde hacía horas. Discutían entre ellos sobre la posibilidad de enviar más patrullas aunque no deseaban poner en peligro la misión. Entonces llegó Gina que iba acompañada de Yener.

-¡Hola mamá, hola papá! - saludó jovialmente al entrar en el despacho de la presidenta en tanto el chico se cuadraba al entrar -.
- Buenas tardes señora presidenta, coronel- saludó respetuosamente Yener a su vez -.

Lora y Pier devolvieron el saludo. Al ver entrar al embajador de Yumlaiance esta le consultó discretamente a su marido.

- Podríamos pedir ayuda al embajador.
- No creo que haga falta cariño- repuso Pier en voz baja -.
- Si no cometo indiscreción. ¿Les ocurre algo?. Parecen preocupados- .Se interesó Yener con expresión inquisitiva -.
- Nada, asuntos internos de la confederación- se apresuró a decir Pier en un intento vano por relajar su semblante -.
- Si necesitan la ayuda de mi planeta o de mi alianza no duden en pedirla- se ofreció Yener como si ya hubiese leído el pensamiento de sus interlocutores -.Por algo hemos firmado un pacto de asistencia con ustedes que aplicaremos con sumo gusto.
- Se lo agradecemos en lo que vale pero esto es algo que podemos manejar nosotros- le respondió lacónica aunque cortésmente Pier -.
- Si, quizás me haya precipitado un poco- sonrió esforzadamente Lora -.A veces dejo que otros sentimientos interfieran con mis obligaciones de presidenta, discúlpeme usted embajador.


Yener verdaderamente sentía mucho respeto por ambos .El coronel Larans era un hombre decidido que daba la impresión de saber que terreno pisaba a cada momento y unía a eso una experiencia de bastantes años en aquella zona del espacio. Pero la presidenta aun le causaba más admiración. Percibía en ella fuerza de carácter y voluntad para superar los momentos adversos y conjugar los intereses de su mundo y su familia. Era a la vez cortés, firme y segura de sí en lo que tocaba a los asuntos diplomáticos aunque su cariño maternal la hacía a veces flojear un poco. En eso Yener recordaba a su propia madre .Aunque la señora Dair era más callada y guardaba más sus pensamientos, por lo menos con los no allegados a su familia. Pero esa, llamémosla debilidad, hacía que su estimación por aquella mujer aumentara .Y realmente era para simpatizar con ella. Pues de seguro que en muchas ocasiones debería soportar conflictos entre su deber como presidenta y sus preocupaciones como madre y esposa. Pero siempre saldría airosa de ello con su dignidad intacta y se exigiría lo máximo tanto a ella como a los suyos, en beneficio de todos. A Yener le parecía la personificación de la patria como madre, a un tiempo cariñosa y exigente, que no severa con sus hijos.


Por su parte Lora se debatía en una de esas luchas, por un lado no era del todo conveniente poner al corriente al embajador de Yumlaiance de los problemas internos de la Confederación. Por otra parte creía poder confiar en ese muchacho y por lo que había comprobado parecía ser buen amigo de sus hijos. Además seguramente podría ayudar gracias a su posición. Cruzó unas fugaces miradas con su esposo y ambos asintieron .Pier estaba también interesado en la opinión del yumlaincer. Su respeto hacia ese chico había aumentado notablemente desde que supo como ayudó a su hijo y a Kyra en el planeta Onís. Quizás ahora pudiese aportar algo. Así que las miradas del coronel Larans y de Lora convergieron en Yener. Pier finalmente asintió y su esposa pasó a explicar lo sucedido.


- Un emisario proveniente de allí nos informó de que se había producido una sublevación de androides militares .Estos han tomado la sede de su gobierno y enviamos a Peter y Kyra a investigar eso .Pero han pasado varias horas y no hemos tenido confirmación por su parte.
- Si lo desean puedo enviar una patrulla de naves de combate con soldados- terció Yener -.
- Se lo agradezco mucho pero no deseamos forzar un conflicto. Según nuestras informaciones los androides tienen rehenes y el resto de nuestros aliados no verían con buenos ojos una intervención directa de cualquier mundo en particular. La Confederación tiene la obligación de encontrar, si la hubiese, una salida pacífica y en caso contrario de pedir autorización a sus representantes, aunque esto lleve consigo una demora crucial en el tiempo- repuso Pier esta vez con tono preocupado y cómplice haciendo partícipe directamente al embajador de sus temores -.
- Sólo podemos esperar que los chicos tengan éxito- añadió Lora con un tinte de inevitable inquietud maternal -.

Yener asintió pero no dijo nada. Estaba claro, la situación era fácil de comprender, pero no era en absoluto sencilla de solucionar. No obstante ya pensaría en algo...



Peter y los suyos por su parte ya habían logrado fabricar más de cien robots, gracias a unos ajustes de Non las plantas de montaje habían mejorado sus prestaciones más allá del límite de seguridad. Con gran facilidad habían sustituido a los androides guardianes de ambas plantas y poco a poco y capitaneados por los muchachos, patrullas de robots iban eliminando enemigos a los que sorprendían en pequeños grupos de guardia.

-¡Es perfecto!, hemos destruido a más de sesenta androides- exclamaba Ten más esperanzado ahora -.Si siguiésemos así durante un rato hasta podríamos superarles en número.
- Eres demasiado optimista- sonrió condescendientemente Peter -.Sólo nos quedan diez minutos del plazo que me dio Kyra, así que tenemos que ponernos en marcha y tomar el palacio de gobierno. Una vez allí hacernos fuertes y solicitar ayuda a Oumeya.
-¡Pues vamos allá, no tenemos tiempo que perder!.- Arengó Ten -.


En una pausa entre las conversaciones, Kyra que comenzaba a ponerse nerviosa pese a su gran aplomo, consultaba su reloj perfilando una estrategia .Entre tanto ella y el presidente Glent permanecían en la sala de conferencias.CK-9 probablemente estaría siendo informado por sus subordinados de los progresos en el rastreo. Quedaban ya menos de diez minutos para que el plazo se cumpliese. Seguramente los androides estaban recorriendo con sus detectores la totalidad de su espacio planetario próximo. Ante la ausencia de naves de Oumeya deducirían que Kyra habría entrado de forma clandestina. Para confirmar sus temores dos androides militares se plantaron junto a ella, uno a cada lado. Pensaba que irían a detenerla cuando por medio de los circuitos de voz de uno de ellos le llegó un mensaje de Non-1.

- Vamos en camino, tomaremos la sede de gobierno, consiga poner a cubierto a todos los humanos. Estos dos androides están a nuestro servicio la escoltarán para protegerla en tanto dure el ataque.

La muchacha decidió ponerse en marcha, seguida por los robots informó de esto al presidente Glent.

- Tenemos que acceder al cuarto de prisioneros y refugiarnos allí mientras dure el ataque- declaró este -.
- Vamos allá - le dijo Kyra desvelándole -.Estos androides nos servirán para pasar los controles y yo tengo un plan. Llame a sus hombres

Seguida por el presidente y el resto de los oficiales y soldados se encaminaron hacia el calabozo .Al llegar allí, uno de los androides habló con los guardianes aleccionado por Kyra.

- Venimos a escoltar a estos humanos para que comprueben el estado de los prisioneros.
- Un momento, debemos pedir confirmación- le indicó uno de los centinelas-
-¡Ahora!- ordenó Kyra y sus androides destruyeron a los guardias con rayos de energía -.
- Tenemos que entrar, nuestros androides guardarán la puerta- les dijo la muchacha a los demás -.


CK-9 entre tanto había recibido la confirmación final de sus detectores, ninguna nave de la confederación había sido localizada .No tardó más que milésimas de segundo en procesar lo que eso significaba y ordenó a sus soldados. - Intentan engañarnos. Capturar a los humanos. Peter y Ten llegaron a las puertas del palacio. Sus androides militares se habían estado infiltrando y ahora ellos atacaban al mando de los robots policías. Enseguida sonó la alarma....
Mientras eso sucedía, en Oumeya las cosas estaban en apariencia más calmadas. Pier y Lora no sabían que hacer, deseaban que su hijo y Kyra se comunicasen con ellos aunque sabían que aquello era difícil. Yener por su parte se excusó de Gina y de sus padres arguyendo una comunicación de urgencia con su mundo para resolver detalles menores .En realidad se apresuró a dar órdenes a sus naves de que se dirigieran hacia el planeta Let. Afortunadamente Yumlaiance tenía destacadas dos naves de combate de categoría crucero de ataque a relativamente poca distancia. Obviamente ajenos a esto, Peter y sus compañeros cercaban el palacio de gobierno y los androides militares, bajo el mando de CK-9 se afanaban en repeler el ataque. - Tienen dos brigadas acantonadas cerca de aquí- informó Ten -.Por suerte contamos con el factor sorpresa, podremos tomar el control del edificio y hacernos fuertes antes de que lleguen. - Y después llamar a Oumeya y rezar porque no estén muy lejos.- Repuso Peter con un suspiro -.
El ataque se desarrollaba según lo previsto, los androides infiltrados tomaron posiciones claves y el edificio fue accesible para las fuerzas de asalto, el propio CK-9 tuvo que retirarse con unos pocos androides para reorganizarse .Así, Peter y Kyra se reunieron en medio del alborozo general.
- No cantemos victoria tan pronto- declaró él dirigiéndose a los demás -.Si no nos llegan refuerzos desde Oumeya estaremos perdidos .Tenemos que comunicarnos enseguida. - Ahora que volvemos a controlar el palacio tendremos acceso a la sala de comunicaciones, por suerte fue lo primero que ocupamos.- Añadió Ten con optimismo -. -¡Entonces adelante! - arengó el presidente Glent -.
Sus subalternos corrieron espoleados por las palabras de su presidente. Sin pérdida de tiempo mandaron un mensaje hacia Oumeya explicando su situación. Pier y Lora fueron informados inmediatamente y tras comunicárselo a la mayor brevedad a sus aliados y obtener su conformidad, ordenaron que varias naves de patrulla se dirigieran hacia allí, pero pese a ir atravesando un agujero dimensional al menos tardarían seis horas. Demasiado tiempo para que pudieran resistir. Efectivamente CK-9 se había reunido con sus tropas y al frente de casi dos mil androides avanzaba rápidamente hacia la sede del gobierno. Sus ocupantes habían tenido poco tiempo para reparar sus defensas y confiaban en aguantar como máximo por un plazo de dos horas. Peter había organizado a todos los soldados de los que disponía, entre androides y humanos, algo más de trescientos. - La situación es poco alentadora- describió el presidente -.Nos superan en proporción de nueve a uno y además podrían traer artillería pesada. -¿Artillería pesada?,- exclamó Peter visiblemente sorprendido a modo de pregunta -.¡Eso no lo sabíamos!. - Tenemos varios cañones anti orbitales que defienden nuestro espacio planetario,- le explicó el apurado Glent comentándoselo a Peter, Kyra y Non, al margen de los demás para que no cundiera el pánico- .Si no los apuntan al espacio podrían dirigirles hacia aquí. Desde la sede del gobierno tenemos control sobre ellos pero podrían desactivarlos y manejarlos a su antojo. - Sería un grave problema- consideró Non -. -¿Y no puedes hacer nada para evitarlo?-. Inquirió Peter a su sofisticado robot -. - Sabiendo el código de acceso puedo complicarlo- repuso este -. - Yo lo conozco entero. Te lo enseñaré - se ofreció el presidente de Let visiblemente animado por aquella declaración -. - Ahora nos resta ocuparnos de ataque enemigo- recapituló Kyra -. -¡Ya están aquí!- alertó un centinela humano desde el puesto de observación -. - Conectad los escudos de protección.- Ordenó Ten- .


La sede del gobierno se vio envuelta por una barrera energética que los androides al mando de CK-9,tras los tan reglamentados como inútiles ultimatums de rendición que enviaron sin respuesta, trataron de penetrar atacándola con láser .Por el momento esta parecía resistir bien pero exigía un consumo de energía más que notable.

- La barrera aguantará un máximo de veinte minutos - calculó uno de los funcionarios -.
- Nos tendremos que disponer a sellar las puertas y a parapetarnos para recibir el ataque- indicó Peter -.Vamos.


Los siguientes minutos transcurrieron entre los últimos preparativos para la defensa y la ubicación de los defensores. Al fin la barrera energética saltó hecha pedazos y los atacantes centraron sus ráfagas de rayos sobre la puerta de acceso cuyo titanio reforzado comenzó a calentarse pasando al rojo vivo y después al blanco .Lenta pero constantemente la aleación se iba derritiendo y un agujero cada vez mayor se abría en el centro.

- Listos para disparar- advirtió Kyra a un pelotón de robots policías que comandaba -.

En cuanto se hubo hecho una abertura lo suficientemente grande, comenzó a ser atravesada por un torrente de enemigos.

-¡Fuego!- ordenó la muchacha a su unidad -.


La primera andanada desbarató las filas de los atacantes destruyendo a muchos de ellos pero seguían penetrando cada vez más. Por fortuna el agujero era pequeño y podía ser bien defendido, al menos durante un tiempo. Pero CK-9 había ordenado abrir más brechas en otras partes del edificio y sus androides penetraban ya por varios puntos obligando a los defensores a replegarse para no ser cogidos entre dos fuegos.

-¡Rápido, los humanos atrás! - indicaba el presidente Glent -.Protegerse!..


El aviso llegó a tiempo, un fuerte ataque de rayos causó muchas bajas entre los androides defensores .La situación era cada vez más desesperada .Peter y los demás tuvieron que retirarse al interior del bunker presidencial, era el último lugar que podían defender .Sus androides habían quedado reducidos a cincuenta unidades más setenta humanos mientras que el enemigo aun disponía de más de mil de sus robots.

- He mandado mensajes a Oumeya- dijo Kyra tratando de ocultar un creciente desaliento- pero tardarán mucho en venir.
- Para entonces ya habrán acabado con nosotros - se lamentó Ten -.
- No podemos hacer otra cosa sino luchar hasta el final- arengó decididamente Peter -.


Pero eso no sería necesario. Afortunadamente para ellos las naves de Yumlaiance estaban entrando ya en la atmósfera del planeta. Merced a la lucha pasaron inadvertidas para los dos bandos .De este modo sigilosa y rápidamente desembarcaron varios pelotones de soldados y les cubrieron con andanadas de rayos que destruyeron por sorpresa a muchos de los androides que aguardaban la orden en entrar en el palacio. CK-9 indicó a un grupo de sus soldados robots que se volvieran a repeler este inesperado ataque en tanto daba orden a los cañones orbitales de disparar contra las naves intrusas. Por suerte, Non-1 había impedido esta posibilidad al cambiar los códigos. Así pues los cruceros de Yumlaiance se hacían dueños de la situación disparando sus potentes baterías contra los androides que eran reducidos a cenizas .Más de quinientos fueron destruidos de un plumazo .El capitán de una de las naves comunicó con Peter utilizando la frecuencia de radio de Oumeya y el idioma de la Confederación de los muchachos.

- Somos el crucero “Rainter” de la flota de Yumlaiance, junto con otro de nuestros cruceros, el “Portimer” estamos acabando con el enemigo. Les brindaremos apoyo de fuego y un escudo protector para que salgan.
-¡Es magnífico, muchas gracias amigos!- exclamó Peter que añadió tratando de conservar la calma profesional -.Ahora esperen unos segundos voy a explicárselo a mis compañeros.


En cuanto el muchacho refirió lo sucedido todos estallaron en vítores y aplausos, la euforia se desbordó contagiando a todos que se fundieron en innumerables abrazos y por fin, el presidente Glent informó a Peter, recobrando ya la calma.

- Díganles que existe una salida de este bunker a unos cien metros al este de nuestra posición actual. Era el escape de emergencia que teníamos previsto para cuando entrasen aquí. Que lo protejan a la salida y podrán rescatarnos con mucha más facilidad.

Peter informó de ello al capitán de Yumlaiance que le aseguró que no habría problema. Después le dijo al Presidente.

- Todavía quedan muchos enemigos .Que una columna de robots policía les contenga mientras evacuamos.
- Así será - asintió Glent alentando a los suyos -. ¡Vamos, no hay tiempo que perder!.


Y mientras el grupo emprendía la retirada una columna de androides policías mantenía a raya a sus enemigos, aunque esto tan sólo sería posible por poco tiempo. Nada más salir los últimos humanos sus defensores fueron barridos y los soldados de CK-9 iniciaron la persecución. Por fortuna todos los hombres y mujeres de Let y sus aliados de Oumeya fueron embarcados en los cruceros de Yumlaiance que se encargaron de destruir a las tropas enemigas según salían por el bunker.

- Esto está controlado- declaró con satisfacción el capitán de Yumlaiance -.En poco tiempo vendrán naves de la Confederación que les devolverán el gobierno de su mundo.
- Ha sido una suerte que llegasen ustedes- declaró agradecidamente Peter aunque también preguntó con tono perspicaz -.¿Cómo han sabido lo que ocurría?.
- Recibimos su mensaje de socorro.- Repuso el capitán sin concederle mayor importancia -.Nuestro deber nos dictaba acudir en su ayuda.
- Muchas gracias- sonrió Kyra que, no obstante, se percató de que esa no era la verdad -.Creo que tendremos que preguntarle a Yener sobre esto- le susurró a Peter.


Durante el viaje de vuelta ella le contó lo que había leído en la mente del capitán aunque ambos sabían que oficialmente la ayuda de Yumlaiance por orden expresa de su embajador no debía publicitarse. Más si cabe cuando al regresar y ser recibidos por la presidenta del consejo esta les dijese que Yener se ofreció a mandar tropas que ellos con gran pesar, en nombre de la federación y de su política autónoma habían rechazado .Una vez pusieron a Lora y a Pier al corriente de la situación, estos avisaron a Yener que compareció enseguida.


-¿Deseaban verme?.- Inquirió con fingida sorpresa -.
- Queremos darle las gracias por su ayuda- declaró Pier -.Aunque ello saliera de los límites expresos de nuestros tratados.
- Si, llegaron ustedes sorprendentemente pronto. Algo imposible si nos atenemos a la duración del viaje desde los límites de Let y a la ronda de consultas previas con nuestros aliados. - Añadió Lora sin poder evitar una sonrisa -.
- Supongo que el azar jugó a favor de todos- sonrió ladinamente Yener -.Tuvimos suerte de que un par de naves de mi flota estuvieran por allí cerca y recibieran la transmisión de socorro .En virtud de nuestro tratado de ayuda y cooperación no veo donde está la infracción, creo más bien que cumplimos con nuestra obligación de aliados.
- Si, por supuesto- convino Pier devolviéndole otra cómplice sonrisa -.Como dice usted embajador fue toda una suerte.
- Gracias de nuevo- intervino Lora ahora haciendo una fugaz concesión a sus sentimientos no obstante con voz pausada y serena remachó -.Nuestro hijo y los demás están vivos debido a su intervención.


Yener saludó complacido a sus interlocutores y se marchó. Se alegraba de haber sido útil. Se encontró entonces con Peter y Kyra que venían de arreglarse. Ambos le agradecieron también su ayuda.

- Me alegro de que tus naves estuvieran allí- declaró Peter con sincero agradecimiento -.La situación era desesperada.
- Todavía no comprendo como es posible que unos androides de esas características tan simples se revelaran- inquirió Yener dejando esta vez pasar los cumplidos y tanto formalismo -.
- Según pudimos averiguar, alguien los había reprogramado - le respondió confidencialmente Kyra -.La pregunta es ¿quién?.
-¿Podremos averiguarlo?.- Quiso saber Yener -.
- No lo creo- negó Peter moviendo la cabeza -.Tus naves devastaron la mayor parte del palacio y en las cadenas de montaje no encontramos pistas.
- Hay alguien detrás de esto, lo presiento - afirmó Kyra convencida -.


Todos guardaron un significativo silencio meditando en aquellas palabras cuando llegaron Gina y Gordon. Los dos se abrazaron a sus compañeros con visibles muestras de alegría.

- Nos hemos enterado de todo- les dijo Gordon aliviado -.¡Menos mal que estáis bien!.
- Gracias a la intervención de las naves de Yumlaiance- declaró Kyra mirando a Yener de soslayo -. Estaban cerca de Let y escucharon nuestra llamada de auxilio.



Gina observó también al yumlaincer con una media sonrisa. Seguro que había tenido algo que ver en eso .Incluso Gordon no tuvo más remedio que felicitar al embajador por la pronta intervención de su flota. Los que no se reirían ni lo celebrarían en absoluto serían los misteriosos instigadores de la revuelta. ¿De quiénes se trataban?. Esa era la pregunta en la mente de todos ,pero eso, por el momento, iba a seguir siendo un misterio.

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