miércoles, 9 de marzo de 2011

UNC 122

14./Capitulo 122.Recapitulando.


Una vez reemprendieron la marcha se dieron cuenta de que, apenas recorridos unos metros esa ciudadela se había esfumado del paisaje como si jamás hubiese existido .Por fortuna habían logrado su objetivo, el Cetro del Poder que ahora estaba en manos de Jilia .Y fue ella quién declaró con una tranquilidad y un deseo de encaminarse a nuevos retos, que parecían ignorar por completo el peligro que acababan de sortear, cuando el grupo acampó de nuevo ya al amanecer.

-Ya tenemos una de las cosas que necesitamos .Ahora ¿hacia dónde deberemos ir?.


Tanto Pelgrus como Rena miraron a Yener y este simplemente se encogió de hombros declarando.

- No lo sé aun, continuaremos tras los pasos que diera Skarn Dainlin y veremos a donde nos conducen .Lo único que sé es que nos quedan por encontrar el diamante y el anillo. Después habremos de buscar el lugar adecuado para regresar. Eso nos llevará algún tiempo .Por lo menos ahora hemos de emprender el regreso hacia los reinos del Sur, a un clima más cálido.
- Supongo que regresaremos a Anlad - conjeturó Rena -
- Es lo que hizo Skarn Dainlin ¿no?.- Inquirió Pelgrus quién como casi todas las personas de esa época, parecía estar familiarizado con el recorrido del héroe -.
- Si,- convino Yener anunciándoles a continuación - .Y desde allí iremos al desierto del Vasart y pasaremos por la ciudad de Jare.
-¿La ciudad de los ladrones?.- Inquirió el elfo entre sorprendido y alarmado -.Espero que tan sólo debamos pasar de largo.
-¿Tan mala es esa ciudad?- le preguntó Yener a su vez -.
- Es el peor antro del Magmud - aseguró Pelgrus que les explicó -.En ella se dan cita todos los ladrones, bandidos y criminales que merodean por él. Está en las afueras del Principado de Tibinco, en su región más árida, justo en las lindes del desierto de Vasart. En realidad es el único paso que existe por el río Larod, pues domina la parte más fértil del mismo, si se desea atravesar el desierto y proseguir viaje las llanuras de Sedlard, hacia la selva de Firin y el bosque de Uldaren, se debe hacer escala en ella. Sólo allí en un radio de muchísimas jornadas se puede uno abastecer de agua, comida y pertrechos .Aunque por suerte, eso se consigue en los comercios de la entrada, allí no suele suceder nada, lo malo es adentrarse en el interior de la ciudad en donde moran toda clase de delincuentes.
- Esperemos que eso no sea necesario - comentó Yener que añadió a renglón seguido -.Ya nos preocuparemos por eso cuando llegue el momento, ahora estamos a muchísima distancia.
- Si - sonrió Rena que comentó divertida arrebujándose en su chaquetón de piel para comentar -.Es curioso hablar de desierto y calor cuando aquí arrecia una tormenta de nieve.


Y era cierto, en pocos minutos el aspecto del cielo había empeorado, encapotándose por completo de nubes grisáceas y comenzando a nevar. El aire helado cortaba como un cuchillo y arrastraba los copos haciéndoles golpear contra el grupo como si de diminutas piedras se trataran .Jilia entonces les dijo a los demás, cubriéndose también con su abrigo de invierno.


- Deberíamos proseguir viaje hacia el sur de vuelta a la aldea en donde nos hospedamos. De ese modo nos protegeríamos de la tormenta.
- Sería perder varias jornadas de forma inútil - le rebatió Yener que aconsejó -.Construiremos una cabaña de hielo como hacían los Kalterianos.
-¿Los Kalterianos?.- Inquirió Rena sin comprender -
- Un pueblo que habitaba aquí en tiempos remotos y cuyos descendientes moran todavía más al norte de nuestra posición actual - le respondió Jilia echando mano de sus conocimientos de historia aprendidos en la escuela al añadir -.Para sobrevivir en este ambiente tan adverso construían casas con el mismo hielo, eso les garantizaba protección frente a las tormentas de nieve.
- Haremos una sin tardar apenas - agregó Yener indicándoles al resto de sus compañeros -. Fijaos, aquí hay una capa de nieve consolidada, ya que las temperaturas aun siendo benignas no bastan para fundirla por entero, con este tiempo subirá con rapidez .Sólo hemos de empezar a levantar un muro de nieve al socaire para protegernos y elevarlo en altura dándole forma circular .En poco tiempo y ayudándonos con algún palo, lo cerraremos dejando un acceso en la pared para entrar y salir.
- Perderemos nuestras monturas, no podremos alojarlas con nosotros - objetó Jilia con tono bastante preocupado ante esa eventualidad que podría ser mortal para todos. -
- Si eso ocurre no podremos continuar el viaje - comentó Pelgrus al hilo de ese mismo temor -.
- No os preocupéis, alojaremos también a los animales, pero tendremos que trabajar mucho y rápido, será duro, pero no tenemos otra opción – .Les respondió Yener que pasó a darles instrucciones detalladas de lo que pretendía -.



Y una vez explicados los pormenores de la construcción y armados de paciencia y buenos abrigos para soportar el cada vez peor clima, se pusieron a ello. En poco tiempo tuvieron un iglú que bastaba para cobijarles a los cuatro e incluso a los caballos a los que obligaron a tumbarse para poder albergarles, sin tener que levantar demasiado la construcción .Yener sabía que eso representaba un arduo trabajo y que hubieran estado mejor ganando la aldea más cercana pero algo le decía que era más conveniente afrontar allí la tormenta y no se equivocaba. Por otra parte los hombres de Sebek habían llegado a la posada en la que se alojasen antes de partir hacia la ciudadela de Karmad y ahora debían hacer un alto hasta que esa tormenta amainase. Y en ese momento de la historia, también Yener se detuvo para tratar de recapitular.


- Pasamos casi un día entero bajo esa tormenta .El problema era mantener a nuestras monturas tumbadas, pero con mi disciplina de Afinidad Animal les hice ver que corrían un grave peligro de no ser así y ellas lo comprendieron enseguida.
-¿Y cómo pudisteis salir después? .¿Rompiendo el techo del hielo?.- Inquirió Samra asombrada como el resto por aquel relato -.
- Así es - afirmó Jilia -.


Estaban todos escuchando aquello cuando intervino Halcón Certero recordándoles que ya restaba poco para el amanecer.

-¿Qué sucederá cuando amanezca?.- Inquirió el monje dirigiéndose al grupo en general -.
- Bueno - comentó Asety con el mejor y más flemático sarcasmo - .Supongo que saldrá el sol como de costumbre y nos daremos los buenos días.
- No me parece momento para bromas - le replicó Sert, molesto con aquella respuesta -.
- Si tienes alguna idea mejor no dudes en exponerla, yo al menos seguiré escuchando la historia de Yener o la de cualquiera que tenga algo importante que decirme - le respondió a su vez el nataclier sin perder en absoluto su calma ni su agudeza, pues tenía la impresión de que a su alrededor estaba pasando algo más de lo que debía enterarse -


El monje quedó en silencio, efectivamente parecían haber llegado a un compás de espera .Por lo menos ellos no sabían muy bien que hacer hasta no hablarlo y en eso Gina intervino de forma providencial para eliminar aquella tensión acumulada comentando.


- Es ya muy tarde y yo apenas si he dormido en los últimos días. Me disculparéis si voy a la cama. Y vosotros chicos deberíais hacer lo mismo.- Remachó dirigiéndose a sus hijos -.


Join no parecía estar en desacuerdo ya que su boca se abría en repetidas ocasiones pese a sentirse muy interesado en el relato que su padre y la comandante Renar estaban narrando. El muchacho aceptó de buen grado irse a dormir, lo cual no podía aplicarse a su hermana Samra que apenas acusaba el cansancio con todas las emociones que había vivido últimamente. De todos modos, su madre la persuadió que sería lo mejor y la muchacha aceptó retirarse de igual modo .Peter se excusó también alegando que tenía que hablar con su cónsul en la embajada. Se iría a transmitirle en persona unas instrucciones del Consejo de la Confederación, aunque en realidad sus propósitos eran otros. Su esposa le había pedido que, discretamente, dejase aquella reunión ya que tendrían que hablarse cosas que tan sólo alguien con capacidades de defensa psíquicas podría conocer sin miedo a ser sondeado. La única que permanecería allí por mor de su periplo en el Dalarzian sería la comandante Renar. También Nerel Asety, que había demostrado también un gran control merced a su entrenamiento especial de la Brigada Nastrasy. A éste precisamente era a quien debían de dar algunas explicaciones cuando al fin sólo permaneciera allí el grupo preparado para recibirlas. Y fue Kyra la que tomó la palabra para decirle al resto.



- Muy bien, como sin duda sabéis la mayoría hemos tenido que quedarnos a solas para debatir un asunto bastante peligroso. Es el momento de recapitular y explicarle a Nerel el porqué de los mensajes que le dejamos en su legación.
- Si - convino Calina añadiendo -.Te hicimos llamar de modo indirecto puesto que no podíamos comunicarte la situación sin peligro de que la mente de nuestro enemigo la interceptase sondeando la tuya en algún momento de descuido.
- Efectivamente eso habría echado por tierra nuestro plan - remató Dilain -.
- Bueno, espero que ahora me diréis lo que sucede - repuso Nerel observándoles con interés -.
- Se trata de Seilin - le comunicó Yener sin más rodeos - .Está poseída por Aradanchil o alguno de sus esbirros.
- No puede ser - replicó el nataclier con gesto incrédulo enmascarado en un tono de aparente control, pero hasta en él se adivinaba la sorpresa -.
- Pues lo es - insistió Kyra -.Tuve un mal presentimiento cuando viajaba hacia aquí. Mi hija también lo tuvo. Gracias a nuestras percepciones podemos reconocer el aura de una persona sin necesidad de sondearla, es algo instintivo, eso nos da ventaja, mientras que para los monjes de Somer o los magos de Esil por ejemplo, es fruto de un entrenamiento .Ello provoca que deban sondear aunque sea de modo muy ligero a una persona para saber si está bien o no .Y la diosa que ocupa el cuerpo de Seilin lo advertiría de inmediato. Nosotros podemos protegernos de sus intentos de exploración gracias a nuestras capacidades psíquicas.
- La diosa es menos perceptiva y más vulnerable cuando ocupa un cuerpo mortal - explicó Dilain -.Sus capacidades de sondeo se hayan limitadas .Por ello podemos movernos hasta cierto punto .Pero no permitir que alguien sin defensas psíquicas lo sepa o al analizarle, ella sabría enseguida que la hemos descubierto.
-¿Entonces qué podemos hacer?.- Inquirió Rachel con gesto desconcertado -.
- Lo principal, que ella no sepa que la hemos descubierto - replicó Yener -.Después hay que moverse y averiguar lo que ha estado haciendo .Y si ha contactado con alguien.
- Un momento - recordó Calina entonces a todos los presentes -.También vino a darle instrucciones a la coronel Draker, puede que lo que le haya dicho sea una trampa.


El grupo se miró entre sorprendido e inquieto aunque fue Dilain quien rompió aquel silencio respondiendo despreocupadamente.

- De todas formas no importa demasiado. Ella es nephraler también y quién nos asegura que ambas no estén de acuerdo.
- Yo creo que Yashira es una amiga - replicó Rachel -.
- Si - convino su madre apoyándola con plena convicción -.Siempre he intuido en ella verdadero deseo de ayudar y de cumplir con su deber.
- A eso me refiero - les aclaró el mago -.Su deber es el que le ordenen sus superiores...


Eso hizo guardar silencio a las de Oumeya. Aunque fue Calina la que cogió el relevo diciendo acto seguido.


- También confío en la coronel Draker. Ella es ante todo sacerdotisa de Alasir y Aradanchil ha traicionado y desafiado también a su diosa como ha hecho con los nuestros.
- No sé si podremos localizarla todavía - comentó Yener -.Ojala que pudiéramos avisarla. Tenemos poco tiempo y hemos de darnos prisa en jugar nuestras cartas.
-¿De todos modos qué podría intentar esa diosa ahora?,- le preguntó inocentemente Jilia añadiendo con seguridad -.Ya hemos impedido que sacrificase a tu hija en Magasth.
- A mi hija sí, pero siempre podrá encontrar alguna otra doncella virgen.- Replicó Yener -.
-¿Y qué va a hacer?,- replicó Nerel con una media sonrisa llena de sarcasmo, que en un primer momento podría parecer frívola, pero que estaba teñida por su agudo razonamiento cuando agregó - .¿Irá preguntándoles a todas las chicas que vea?. No debe ser tan sencillo, y tampoco se conformará con la primera que encuentre, o de lo contrario no habría tenido que tomarse tantas molestias.
- No, supongo que además deben darse otras condiciones para efectuar un rito como ese - convino Halcón Certero que añadió con cierta inquietud -. Pero yo de ti, me preocuparía por tu amiga.


Los demás miraron alternativamente al monje y al nataclier guardando silencio y sintiendo la atmósfera cargada por los temores de todos.

- Claro que se preocupa. Pero como siempre se ha dicho - .Intervino Yener haciendo gala de algo de humor para relajar la situación, al hilo del particular humor de Nerel -. Solo el Nataclier comprende al nataclier. Como el merodeador estepario es el mejor amigo del merodeador estepario.


Todos, hasta el propio Nerel, sonrieron ante la mención de aquel antiguo dicho popular yumlaincer, aunque el alivio para sus reflexiones fue solo momentáneo, enseguida volvieron a discurrir en como podrían anticiparse a esa maligna diosa, si es que ella no había tomado ya la delantera.


Y mientras todos hacían cábalas sobre los movimientos más inmediatos de Aradanchil la coronel Draker despertó en un calabozo que no reconocía .Su estilo de construcción distaba de ser nephraler, más bien parecía del tipo yumlaincer y no demasiado moderno. Una vez se levantó de una especie de camastro en el que estaba dio vueltas por toda la habitación parándose ante la puerta con una especie de ventanilla enrejada en la que golpeó repetidas veces llamando a gritos a los guardianes.


-¡Dejadme salir!, os aseguro que informaré a Lord Carnalsk de lo que habéis hecho. ¡Abridme u os acordaréis de esto!. - les exigió con enfado -


Y finalmente obtuvo respuesta, uno de sus captores Hialgasth se acercó hasta la puerta y le siseó con tintes de mofa.

- Grita cuanto quieras, pero tu magnífico señor no podrá salvarte ahora, tú estás destinada para algo más importante que llevarle recados.
- Soy una sacerdotisa de Alasir, una de las diosas de nuestro pueblo y te juro que te maldeciré en su nombre y ella misma lo hará, de no liberarme enseguida - le amenazó Yashira con voz indignada.-


Como respuesta escuchó las risas de fondo provenientes de aquel ser y de lo que parecían guardianes más humanos que además se burlaban de ella sobre todo con ciertas frases bastante obscenas de lo que la harían si se lo permitían sus jefes. Yashira podía comprenderles aunque hablasen en subukor, un dialecto bastante raro en su mundo. Aunque ella lo dominaba al haber estudiado en esa región cuando era una niña .Dejó de pensar en eso cuando el Hialgasth añadió con desprecio.


-¡Qué miedo! .¿Acaso te crees que una deidad de segunda fila nos impresiona a nosotros los protegidos de Aranchil y Aradanchil? .Tu diosa no hará nada .Lo mejor que puedes hacer tú es callarte y esperar a que nos puedas ser útil y rézale a tu patética diosa para que lo seas.



Y esa voz guardó silencio dejando a Yashira desconcertada .¿Qué podían querer de ella los partidarios de la diosa Aradanchil?. Seguramente que utilizarla para algún tipo de traición, probablemente contra Lord Carnalsk. Ya saldría de dudas en cuanto viniesen a buscarla y confiaba en que fuera pronto ya que de ese modo quizás pudiese estar en situación de impedir cualquier ataque contra su superior o sus amigos yumlaincers. No tuvo que esperar mucho. La puerta de su celda se abrió lentamente y por ella cruzó la coronel Naris. Yashira se alegró de verla aunque luego lo pensó mejor y le dijo con pesar.


- También la han capturado a usted.
- Eso me temo - comentó la nataclier con gesto serio -.
-¿Pudo darle el mensaje a los demás?.- Le inquirió Yashira -.
- No he podido hacerlo, una vez me marché de su templo, coronel, me cogieron, me estaban esperando sin duda.
-¡Maldita sea! , no comprendo esto - masculló Draker paseando con las manos en la espalda -
- Creo que nos van a llevar de aquí, he oído a los guardianes hablar cuando me traían.



Yashira la escuchó prestándole mucha atención, esa mujer era alguien muy notable si comprendía el nephralers, y sobre todo el dialecto subukor que hablaban esa pareja de guardianes a los que ella había escuchado anteriormente. De todos modos, dejando eso a parte le preguntó.


-¿No sabe a dónde han dicho que nos llevarían?.
- No lo sabían, sólo que alguien importante vendría a trasladarnos - comentó Seilin -.
- Podría ser Lord Carnalsk - especuló Yashira más animada -.Y si es él, en cuanto venga estos idiotas se van a arrepentir.
- Que los dioses te oigan - replicó Seilin sentándose despreocupadamente sobre el camastro -.
-¿Ha podido ver en dónde estamos?.- Le inquirió la nephraler con visible interés -.
- No, me trajeron vendada - repuso la nataclier -.Bueno, espero que no nos tengan aquí demasiado tiempo, y en cuanto nos saquen veremos lo que quieren de nosotras.
- Somos dos prisioneras valiosas - le comentó Yashira que pretendía subirse la moral más a sí misma que a su compañera de cautiverio cuando prosiguió - .No nos harán el menor daño o ya nos habrían eliminado, seguramente nos querrán para algo.
- Yo soy una vulgar espía, no sé si les serviré para otra cosa que no sea eliminarme .Y es una pena. Me voy a quedar con las ganas de acostarme con mi jefe.- Sonrió haciendo que la coronel Draker la mirase atónita a lo que Seilin añadió divertida -.Vamos, ¿por qué no? .Es un hombre muy atractivo. ¿Qué más da que lo desee?. Sobre todo ahora que seguramente no volveré a verle.
- No diga eso - la animó la coronel Draker esta vez sí que dirigiéndose a su contertulia para asegurarla con optimismo -.No nos harán nada estoy segura.
-¿Usted cree?- le rebatió Seilin mirando por la ventanilla enrejada para declarar reflexivamente .Mire coronel, yo lo veo de otro modo, sabemos demasiado y estorbamos a alguna facción de su planeta. Se nos puede arreglar un accidente, a fin de cuentas torres más altas han caído y la vida ha seguido su curso ¿no?.
- Podría ser - concedió Yashira que entonces argumentó a su vez - .Entonces habría sido más fácil matarnos nada más capturarnos y no tomarse tantas molestias para encerrarnos aquí.
- Puede que piensen que todavía tenemos información interesante para ellos, pero en cuanto comprueben lo contrario o comprendan que no hablaremos no dudarán en matarnos, estoy segura, tengo experiencia en estas cosas.


Yashira guardó silencio y asintió lentamente, eso también entraba en lo probable .Aunque deseaba mantener la esperanza de que su situación llegaría a oídos de Lord Carnalsk y así se lo comentó a Seilin. La nataclier entonces dedicándola una mirada inquisitiva, preguntó.


- Usted tiene mucha confianza en ese hombre .¿Acaso le sucede como a mí con mi jefe?.
- No le comprendo - repuso Yashira -.
- Ya le he dicho lo que yo pensaba antes y conociendo a Lord Carnalsk ,¿no le gustaría a usted haber pasado una noche con él de saber esto?. ¿O acaso la ha pasado ya?.


Yashira tenía cara de circunstancias, había oído hablar de lo libertinos que eran los natacliers, más bien de la poca importancia que concedían al sexo, para ellos era algo tan normal y poco ceremonioso como almorzar, pero estar en ese trance con muchas cosas vitales en juego y dedicarse a hablar sobre eso. En fin, quizás no importase ya demasiado.


- Vamos - sonrió Seilin animándola a que hablase de ello - .Si fuera usted amante de Lord Carnalsk quizás estos idiotas tuvieran más cuidado .A fin de cuentas él podría interesarse por usted. No es que yo quiera saberlo y no deseo ser indiscreta, pero es una carta que podríamos jugar.
- No,- musitó Yashira - .Bueno, quiero decir que no somos amantes ni nada por el estilo, es mi superior y nada más.
-¿Quiere decir que no se ha acostado con él?,- replicó Seilin con un tinte decepcionado en la voz -.
- Nunca podría hacer eso, ni con él ni con nadie - repuso la coronel Draker -.
- Es usted muy considerada respecto de su deber - sonrió la nataclier que quiso saber con tono más desenfadado -.Aunque creo que esto ya es pasarse. ¿Tienen ustedes normas contra ello quizás?.
- No es eso, bueno, en parte si, - rectificó Yashira explicándole - es que soy sacerdotisa de Alasir como usted sabe y nuestra diosa exige mujeres vírgenes para oficiar sus ritos.


La nataclier abrió la boca perpleja para exclamar.

-¿Quiere decir que nunca ha hecho el amor con nadie?. ¿Es usted virgen?.
- Yo, bueno,- replico la coronel Draker con envaramiento para pedirle a su interlocutora con un susurro -.Nunca con un hombre .Y baje el tono por favor. No quiero que se enteren los guardias.
- Perdone - rectificó Seilin hablando más bajo -.Entonces es usted lesbiana Coronel .Por lo menos lo ha dicho implícitamente.
- No soy lesbiana - negó Yashira sintiéndose cada vez más incómoda con ese improvisado interrogatorio ,desde luego la nataclier era espía hasta el final, eso no podía negarse y ella se vio en la obligación de justificarse -.Fue por otra circunstancia ajena a mi voluntad.
- Tranquila, eso no quiere decir que haya dejado usted de ser físicamente virgen, ni tampoco de corazón - sonrió Seilin con tono más tranquilizador -.
- Mi diosa no me lo reprochó - suspiró aliviádamente Yashira -.Para todos los efectos sigo siendo virgen y puedo cumplir con mis atribuciones y deberes.
-¡Cuánto me alegra saberlo! - sonrió nuevamente Seilin aunque ahora mucho más pérfidamente lo que extrañó a Yashira, pero lo que la dejó petrificada fue escuchar a la nataclier llamar a voces a los guardias en dialecto de subekor -.
-¿Qué significa esto?.- Inquirió la coronel Draker mientras se abría la puerta y la que creía su compañera de cautiverio salía tranquilamente de la celda flanqueada por los guardias, que entraron acto seguido a por ella sujetándola de los brazos pese a sus forcejéos -.
- Nos va a prestar un gran servicio esta noche - le respondió Seilin que entonces se quitó la máscara añadiendo con sorna -.Gracias a ti, estúpida sacerdotisa de la patética Alasir yo Aradanchil convocaré a los muertos de Magasth. ¡Sacádla de aquí y llevádla al Abismo! - ordenó a los dos Hialgasth que también entraron para hacerse cargo de ella -.
-¡Malditos bastardos!- gritó Yashira intentando soltarse sin lograrlo dándose cuenta también -.Entonces sigo en Yumlaiance, esto ha sido una trampa desde el principio.
-¡Qué lista eres!- observó Aradanchil dándose media vuelta y dirigiéndose hacia la pila de sacrificios -.


Yashira se sentía perdida, es más, había picado como una estúpida. No podía permitir que dispusieran de ella para esa ceremonia diabólica, siendo sobre todo una sacerdotisa de Alasir, aunque pensándolo bien si recurriera a eso…A fin de cuentas su diosa tenía el santuario en el que ella la servía no demasiado lejos de allí.


-¡Alasir, oh Alasir!, diosa de la misericordia y la belleza divinas. Escucha mis ruegos y mis oraciones y ven en mi ayuda castigando a mis enemigos. - Comenzó a invocar reuniendo toda su fe -.


Los dos Hialgasth se miraron al parecer extrañados, más cuando pudieron llevar sin resistencia a su prisionera hasta el altar y una vez allí tumbarla .Pero antes de que Aradanchil diera la señal para comenzar con el rito del sacrificio la coronel Draker comenzó a entonar el canto a su diosa .Y era de una fuerza tal que ni siquiera los Hialgasth podía acercarse a ella al ser rechazados por una especie de escudo místico.


Y en la casa de los Rant hasta el propio Yener sintió la llamada de la coronel Draker. Identificándola dentro de si, como aquel canto que ya escuchara tantos años atrás en la ceremonia que la Nephraler ofició en honor a Larus. Y levantándose de pronto ante la sorpresa de todos declaró con urgencia.


-¡Tenemos que volver al Abismo de Magasth y rápido. La vida de la coronel Draker depende de nosotros!.
- Yo también lo he sentido - comentó su sobrina Rachel añadiendo con el mismo tono inquieto y sorprendido -.¡Es el canto a su diosa!.


Y en el santuario Navilia se agitó. Dormía profundamente pero una voz suave y al tiempo profunda de mujer se le apareció en medio de su sueño y le dijo.


- “Escúchame, nosotros estamos aquí, para ayudar y proteger, no para destruir. Somos dioses que llevamos velando por vosotros desde hace muchos, muchos siglos y ahora he escuchado las plegarias de mi hija que necesita mi socorro”…


Navilia abrió los ojos atónita, con aquellas palabras resonando todavía en su mente .La muchacha pensó de inmediato que todo obedecía a un sueño y creyó seguir soñando cuando en su habitación apareció un resplandor plateado que envolvía la figura de una mujer, ningún detalle más podía verse de ella salvó escuchar su voz, la misma del sueño que le decía.


- “Vehículo has sido y lo volverás a ser, reúnete con aquella a quien agraviaste como yo agravié y entre las dos ayudadnos a derrotar a las fuerzas malignas que nos han confundido. Para impedir el río de lágrimas y dolor, de sangre y sufrimiento que los enviados del mal pretenden hacer correr”.


Navilia estaba desconcertada, no entendía el significado de esas palabras y cuando quiso replicar esa luz y la silueta habían desaparecido. Sólo sabía una cosa, presentía que su tía estaba en grave peligro .Yener entre tanto, apremiaba a los demás sabiendo que el momento de invocar todo lo que había aprendido estaba ya muy cerca. Estaban en la recta final de la batalla contra los Poderes de la Oscuridad y ganaría el que se diese más prisa en reunir todas las fuerzas que tuviese de su lado y sobre todo, en emplearlas contra el otro. Y de momento, los poderes del mal les llevaban ventaja.

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