Yener partió presto hacia su casa .Por fin después de tanto tiempo podría volver a reunirse con su familia .No le quedaba demasiado lejos, en un deslizador corto cubriría la distancia en menos de tres sexdanes. Durante el viaje dedicó su mente a pensar en los suyos, en su casa, a las afueras de la provincia de Dumlans, la capital del Imperio, en sus amigos y demás conocidos .¡Qué ganas tenía de volverles a ver y contarles todas sus peripecias! .Por unos pocos días era libre de ser él mismo, sin complicadas ceremonias, ni diplomacias, ni canales confidenciales. (Aunque a veces los cotilleos de vecindario, sobre todo conociendo a su madre y amigas, eran mucho peores que los secretos de Estado).En ese lugar había crecido y pasado gran parte de su vida y siempre agradecía volver a las inmediaciones de su primer entorno. Junto con el monasterio del Kail aquel era el sitio en el que más feliz y despreocupado se sentía.
El trayecto llegaba a su fin, Yener se apeó en la estación de la zona de Reinr, donde se encontraba su domicilio. Allí tomó un vehículo taxi que le condujo hasta las puertas de la casa de sus padres. Nada más llegar descubrió a su madre esperándole acompañada de su vecina Lota y la hija de esta, su amiga de infancia Karie...
-¡Yener hijo! ,¡qué alegría!- exclamó Aluria, su madre, corriendo a abrazarle-
-¡Mamá!- repuso él estrechándola con gran alegría también -.¡Qué ganas tenía de volver a verte!.
-¡Qué orgullosa estoy de ti hijo,!- repuso su madre enumerando atropelladamente - .¡Les he contado todo a Lota y a su hija ;tus ascensos, audiencia con el Emperador, y ayer nos hemos enterado de tu nombramiento para la oración de la Diosa Maray! .Llamé a los del Prehistar para decírselo, imaginé que ibas a ir a verlos y...
- Lo sé- rió Yener -.Me estuvieron usando a mí como balón para celebrarlo.
Momentáneamente al margen de aquella bonita escena de reencuentro permanecían las otras dos mujeres. La más joven, Karie, amiga y vecina de Yener desde los días de su primera infancia, se acercó tímidamente y se atrevió a susurrarle.
- Bienvenido a casa.
El muchacho reparó entonces en ella y en Lota. Desasiéndose por unos momentos de su propia madre pasó a abrazarlas con afecto a la par que las saludaba.
-¿Qué tal estáis?.- .Se interesó cortésmente -.Hacía mucho que no nos veíamos.
- Bastante sí- .Repuso Lota sonriente e inquisitiva mientras añadía- .¡Quien nos iba a decir que ese niño tan revoltoso iba a convertirse en alguien tan afamado! .Nos tienes que poner al corriente de todo.
- Si, es verdad. Tienes que contarnos tus aventuras- .Convino Karie con su madre -.Hacía tanto que no sabíamos de ti, parece mentira que en este tiempo te hayas convertido en la persona más importante de la Cuádruple Alianza .¡Tenemos que celebrarlo!- .Exclamó la muchacha visiblemente ilusionada-
- No seas tan exagerada- sonrió él apresurándose a restarle importancia, si bien ese empeño estaba condenado al fracaso de antemano -.
La chica sonrió también, su media melena castaña se balanceaba graciosamente amenazando con tapar sus bonitos ojos verdes. Yener la miró detenidamente por unos instantes, Karie le parecía mucho más mayor, no tanto el plano físico como en el de presencia de ánimo. O quizás era debido a que estaba con su madre .Pero había algo más, y no llegaba a poder precisar que era. Esa mocosa de trencitas, (en opinión de Yener, hechas para tirar de ellas y causarle gran fastidio), le recordaba a cualquier mujer de la flota. Su semblante estaba más apacible y en general, detecta una mayor madurez. Hacía mucho que ambos no pasaban una larga cantidad de tiempo juntos, como cuando eran niños. Si bien la había podido ver en algunas ocasiones, desde que él se licenciara, el lapso de tiempo se había hecho muy largo y ahora recordaba que, como dirían en Oumeya, habían pasado meses desde la última vez. Aparte de eso, ella parecía contemplarle como si de una lejana estatua se tratase. Más bien con admiración que con familiaridad. Como si Yener se hubiera convertido en uno de esos mitos de los que él siempre le hablaba cuando de niños, cuando le contaba alguna de sus historias o la hacía participar sus fantasías de grandes batallas contra los malignos señores Oscuros o búsquedas de espadas encantadas. Lo gracioso del asunto era que ahora, gran parte de esas ficticias aventuras se habían hecho realidad. A Karie siempre le entusiasmó oírle narrar las historias y leyendas que él mismo escuchaba a sus maestros. Siempre que él regresaba del monasterio en verano la chica acudía a su casa y se pasaban muchos sexdanes jugando y hablando sobre esas cosas. Después la propia Karie comenzó su carrera y se fue a estudiar lejos, sólo se veían en algunas ocasiones señaladas. La última precisamente cuando él salió de la Academia y estaba a punto de embarcarse en su primer destino. Ese que le había hecho contactar con una nueva civilización y le estaba colmado de tantos honores. De todos modos, ahora volvían a verse y con el estupendo humor que disfrutaba Yener, éste se vio impulsado a rememorar viejas costumbres, así que, inesperadamente la zarandeó y cogió en brazos a modo de broma.
-¡Pues para comenzar a celebrarlo. Voy a hacer contigo lo que me han hecho los chicos del equipo!.- Exclamó maliciosamente-
-¡No seas tonto que me vas a marear!- rió ella -.
- Vamos hijo, deja a la pobre Karie en el suelo -. Le pidió su madre con una amable sonrisa a modo de amonestación-
- Es increíble- terció Lota sonriendo de modo cómplice a su vecina e insistiendo a la vista de tal demostración -.Con lo travieso que era de pequeño y las cosas que sigue haciendo y mírale convertido en todo un embajador.
Yener dejó a su amiga en el suelo y ya más serio preguntó.
-¿Dónde están papá y Erel?.
- No tardarán,- .Respondió su madre -.En cuanto se enteraron dijeron que vendrían lo más rápido que pudieran.
- Tengo muchas ganas de verles- confesó él -.
- Oye Yener- terció Karie cogiéndole de una mano con una no disimulada impaciencia, propia de tiempos pasados -.¿Por qué no nos adelantamos dando un paseo y me cuentas todas tus aventuras?.
- Claro- convino este francamente agradado - .Así haremos tiempo.
- No tardéis mucho, la cena estará dentro de dos sexdanes - .Le advirtió su madre -.
- Descuida mamá- sonrió él que sabía positivamente que su madre no perdonaba retrasos en ese tipo de reuniones -.
Y los dos muchachos se alejaron paseando ante la orgullosa mirada de sus madres .Complacida, Lota les seguía con la vista en tanto le comentaba a su vecina y amiga.
- Hacen una magnífica pareja, ¿verdad? .
La madre de Yener asintió sonriente con la cabeza .Pensaba lo mismo que su amiga, aunque esos chicos se habían criado prácticamente juntos y la muchacha era para ella como otra hija. Pero, ¿quién sabe? .No estaría nada mal que Yener eligiera a una muchacha como Karie con la que tanto congeniaba. Suspiró esbozando una sonrisa y ofreció a Lota acompañarla a la casa .Mientras, los dos chicos caminaban deprisa y sin decir nada hasta que Karie aminoró el paso, Yener hizo lo propio y la muchacha se dirigió a él cogiéndose de uno de sus brazos y declarando con fingida pompa.
- Gran Almirante de la Flota de Yumlaiance. ¿Has tenido que luchar contra muchos monstruos del espacio?.
Yener se rió para amonestarla con talante divertido.
- No seas irrespetuosa conmigo ¿Eh?. Ahora soy una autoridad.
- Y a mí que.- Se burló Karie -.Yo no te tengo que obedecer, tonto.
Yener torció el morro para responder con falsa severidad.
- Pues no te diré nada de lo que me ha pasado, gusana.
La chica esbozó una mueca de pretendida desilusión.
-¡Cuéntamelo, anda!- insistió Karie una vez se habían distanciado lo bastante a través del frondoso paseo arbolado que cruzaba su urbanización.
Él aceptó sonriente y contó todas sus peripecias .Su amiga le escuchaba absorta e incluso impresionada .Intervino cuando Yener pareció tomarse un respiro.
-¡Debe ser tremendamente difícil lidiar todos esos asuntos de política Inter galáctica! .
- Bueno, así lo creí yo en un principio, pero luego te das cuenta de que basta con tener buenos asesores, algo de sentido común y sobre todo buena voluntad.- Repuso él dándole un enfoque más cotidiano -.
-¿Y qué planes tienes ahora?-. Quiso saber Karie añadiendo con tono de admiración -.Para alguien que ha sido ascendido tan rápido, recibido por el Emperador y designado para la oración a la diosa Maray no debe de quedar mucho que conseguir. Ni siquiera por imaginar.
-¡No, que va!, ni mucho menos- . Rebatió Yener con entusiasmo -. ¡Acabo solo de empezar! ,¡tengo mucho que demostrar!, sobre todo que soy merecedor de todo esto, cumpliendo con mis deberes lo mejor posible.
- Entonces, ¿volverás a ese planeta?.- Le preguntó ella -.
- Si, debo partir dentro de dos días. Es necesaria mi presencia allí. Además hay una persona que tengo muchas ganas de volver a ver.
-¿Tan pronto!- .¡Qué pena! – .Agregó ella con ligero desencanto aunque añadió más animada e incluso de modo jocoso. ¿Te espera alguna amiga de la flota? .
- No de la flota, es una chica muy guapa que he conocido allí- .Respondió él con tono confidencial y sincero -.
La sonrisa de la chica se desvaneció lentamente y su rostro trató de enmascarar una progresiva decepción .Sabía que él era popular con las chicas y que había tenido algunas novias pero nunca nada serio desde luego, y en la flota por lo que se decía, era común ligar. De todos modos eso no parecía ser importante para Yener. Pero ahora, la intuición de Karie y la manera que tenía de comprenderle, desde que ambos eran niños, le decía que hablaba de modo más serio. Durante unos instantes no le dijo nada hasta que asimiló esas palabras de su amigo y pudo preguntarle, ahora con más gravedad y deseos de saber detalles.
-¿Una mujer de ese mundo?.
- Si, así es.- Asintió Yener ajeno a esa metamorfosis de su amiga -.¡Ya lo ves!, tanto tiempo sin encontrar a nadie en nuestro mundo que de veras me importase para emparejarme y voy a caer con una extraterrestre .- Guardó otro breve e incómodo silencio, no por creer que su amiga hubiera recibido aquello como un jarro de agua fría en el cogote, sino porque mentalmente dedicó unos instantes para pensar en Gina. Después, no quiso ser menos que Karie y le inquirió -. ¿Y tú?. Supongo que una chica tan bonita tendrá ya novio o unos cuantos que se te disputen.
- No, no todavía- .Pudo decir ella remontando a duras penas el tono alicaído que amenazaba con teñirle la voz -.Yo aun no encontré a nadie que me interese hasta ese extremo.
-¡Lo encontrarás, seguro! -. La animó Yener dándole una suave palmada en un hombro- ¡.Anda volvamos ya!, la cena debe de estar lista.
Karie convino en eso con un leve asentimiento de cabeza .Tras esa revelación de Yener había perdido todo el entusiasmo. Incluso desearía irse a su casa .Pero no podía contrariar así a la familia del chico ni a la suya propia, a fin de cuentas, Yener no sabía lo que ella sentía por él. De siempre la había tratado como una amiga, al principio una compañera de juegos y después alguien con quien confiarse sus mutuos secretos, sueños, esperanzas .Todavía recordaba cuando él volvió del Monasterio la última vez. Desde hacía unos años casi se veían solo por espacio de las cortas vacaciones de las que disponía el chico. Luego, una vez acabó su adiestramiento básico del Kail, él le confió su deseo de alistarse en la flota y ver el espacio. Ella le animó aunque sentía separarse nuevamente y ahora, después de todo este inesperado éxito en la vida de Yener, cuando creía tener tiempo de volver a verle armarse de valor e incluso llevar su relación hacia un terreno más íntimo que desembocara en noviazgo, se encontraba con eso. Pero pese a ese aparentemente serio interés de él por esa alienígena, quizás se tratase solo de un apasionamiento momentáneo. De todos modos, valía más permanecer callada y disimular.
Los dos muchachos volvieron hacia la casa de Yener, él hablaba y hablaba diciéndole a Karie todo lo que iba a hacer en cuanto regresase y la chica tan sólo asentía mecánicamente. Por fin entraron y la madre de Yener al verles les llamó.
- La cena está lista y además han llegado más invitados,- sonrió dirigiéndose a su hijo -.
Yener entró en el salón y allí se encontró con su padre y su hermano Erel.
-¡Yener que alegría!- .Exclamó a bocajarro su hermano pequeño al verlo entrar -.
Ambos se abrazaron efusivamente entre la sonrisa de complacencia del resto.
- Yo también me alegro mucho de volver a verte hijo. Ha pasado bastante tiempo - .Añadió su padre con un tono más templado -.
Yener le dedicó una mirada más distante a la par que respondía de una forma análogamente fría pero cortés.
- Si, lo imagino papá .¿Qué tal?. ¿Cómo van las cosas?.
- Estupendamente - repuso éste alzando ahora una amplia sonrisa y agregando con desenfado, reunido a costa de una buena y “trabajada” naturalidad -.Pero vamos a dejar eso ahora, lo principal es que me cuentes tú. ¿Por dónde empiezo?, Embajador, Capitán de Navío o Invitado a orar para la Diosa Maray. Mis amigos y clientes no se lo podían creer. Un miembro de la familia Rant elevado a tales distinciones.
- Y supongo que tú tampoco podrías al principio- .Declaró Yener con un tono marcado por el sarcasmo -.
- Bueno sí, claro que era difícil de creer.- Admitió su padre eludiendo aquella indirecta-
- Luego habláis Nevis - .Terció Aluria dirigiéndose a su marido para frenar en seco aquellos posibles nubarrones - que la cena está dispuesta y se va a enfriar.
Todos estuvieron de acuerdo con ello y cenaron. Tras una charla intrascendente alrededor de los platos Lota y su hija se despidieron deseándole suerte a Yener y confiando en volver a verlo pronto. Entonces Nevis le inquirió a su hijo de una forma particularmente interesada y cordial. Tan particular que resultaba incluso forzada.
- Bueno, ahora cuéntanos como son las cosas en ese mundo.
- Si, claro - repuso Yener sin contener cierta irritación -. Si quieres te digo donde instalar alguna sucursal para tus negocios.
Hubo un incómodo silencio hasta que Aluria se encargó de romperlo reprochando a su hijo con suavidad conciliadora.
- Yener, no debes contestarle así a tu padre, no está bien.
- Déjale Aluria - intervino Nevis con el mismo tono - .Es lógico.
- Deberíais enterrar de una vez por todas vuestras diferencias- .Añadió ella con sensación de malestar -.
- Yo lo estoy intentando- .Declaró el padre de Yener tensando el tono en la ya forzada cuerda de su paciencia -.
- Si, ahora que me han concedido todos esos nombramientos- .Terció el muchacho con visible gesto de enfado para reprocharle pese a ello con voz mesurada de tono -.Tú nunca aprobaste que fuera al Monasterio, ni que ingresara en la Academia, sólo te interesaba que siguiera con los negocios familiares .Pero una vez que estoy a este nivel todo te parece estupendo .Si te hubiera hecho caso no creo que estuvieras tan orgulloso como parece que estás ahora.
- Hijo habría estado muy orgulloso también si te hubieras decidido a seguir mis pasos .Igual que lo estoy de tu hermano .No menosprecies lo que él hace. - Le respondió su padre también visiblemente molesto -.
- Yo no lo menosprecio - se defendió Yener- .Sólo quería libertad para vivir mi propia vida, papá.
- Pues la has tenido- respondió Nevis contundentemente ahora con un tinte más elevado de voz -,¡Siempre has hecho lo que has querido, no te podrás quejar!.
- Si, pero he tenido que luchar bastante contigo para conseguirlo- le recordó su hijo tratando de no perder su aparente aplomo -.
Tanto Aluria como Erel miraban alternativamente a uno y a otro sin atreverse a intervenir. Al fin fue la madre de Yener la que dirigió una suplicante mirada a su esposo que comprendió aquel mensaje, inspiró hondo y tomó la palabra.
- Esta bien- .Admitió Nevis con tono otra vez conciliador para reconocer -.Todos los que pensábamos de otra forma nos equivocamos, tu madre y tú teníais razón. La carrera militar es lo tuyo.
- Si Yener- convino su hermano tratando de ayudar a que los ánimos se serenasen -.Desde luego que has triunfado, aunque ni yo en mis mejores sueños imaginase que tanto .¿Cómo lo has hecho? ¿A quién has engatusado?.- Inquirió divertido para aliviar la tensión -.
- Si te digo la verdad, ni yo mismo lo sé- .Reconoció humildemente Yener bajando por fin la guardia y sintiéndose satisfecho, al menos parcialmente, de haber obtenido esa concesión por parte de su padre. Ahora estaba más sereno y continuó en modo reflexivo -.Es verdad, lo hice bien en la Academia, incluso cuando contactamos con la Confederación de Oumeya .Fui el único capaz de comunicarme aceptablemente gracias a las técnicas del Kail, así que el capitán de mi nave me encargó ir para hablar con ellos sin otro oficial de más rango que me acompañase y el resto, ya lo sabéis.
-¡Ha sido una maravillosa casualidad!. A parte de que debías ser el único en tu nave con preparación en disciplinas del Kail.- Añadió su madre con un palpable tono de orgullo que de paso la reivindicaba aun más frente a su ya rendido esposo -.
- Me gustaría ir contigo a ese planeta- declaró Erel asaltado por una curiosidad no exclusivamente aduladora -.Quizás cuando me tome las vacaciones de la Universidad. Si papá no me necesita.
- Claro, así me dices como es ese mundo- .Convino su padre que rió añadiendo a modo de auto parodia con la que ofrecía aun más claramente su rendición incondicional -. ¡Qué tu hermano te lo enseñe! . ¡Quizás Yener tuvo una buena idea con eso de la sucursal!.
- No tienes arreglo, pero desde luego no es mala idea. Creo que tendríais mucho terreno por explotar- sonrió éste ya completamente relajado, aceptando aquel puente tendido por su padre y dando así por zanjado su enfado -.
La familia entera se rió, por fin el clima de crispación parecía haberse disipado. Yener estaba contento, su padre había tardado pero reconocía que él hizo bien y que tenía razón .Eso le daba nuevas fuerzas para volver a sus ocupaciones. No se demoraría mucho en hacerlo, tras pasar un día más en casa y darse una vuelta por su barrio de siempre, intercambiar algunas conversaciones con algunos de sus viejos amigos y con Karie, amén de empaparse otra vez de su entorno, embarcó en uno de los cruceros de la flota con rumbo a Oumeya. Éste escoltaba a las primeras naves comerciales que partían desde Yumlaiance .Durante el viaje su cabeza ya estaba asaltada por innumerables proyectos y deseos de poder mostrar su eficiencia y su capacidad. Sobre todo ahora que en poco tiempo iba a ser Oficiante. Así llegó por fin a Oumeya, dirigiéndose directamente a la sede de su embajada. Se instaló, poniéndose al corriente de los últimos asuntos a nivel diplomático y en cuanto pudo no tardó en buscar a Larus. Le encontró en una de las salas de ocio para oficiales y ambos se saludaron con alegría. Su amigo le preguntó de inmediato con patente interés.
- ¿Cómo fue la vuelta a casa? .¿Qué tal la audiencia?.
-¡De maravilla! .¿Sabes?. Al fin he podido hacer las paces con mi padre.- Le contestó Yener con la ilusión pintada en el semblante -.
- Me alegro mucho, estabas muy preocupado con ese tema.- Convino Larus con él puesto que habían hablado de ello desde los tiempos de la academia, cuando peor lo pasó su compañero.-
- Y además. ¿A que no te imaginas quien va a hacer el canto a la Diosa Maray este año?.- Le inquirió este con un tono pleno de divertida ironía -.
Su amigo al principio no entendió, pero instantes después le miró con la boca abierta y los ojos como platos para poder balbucear...
-¿Tú? .¡No es posible!, ¿cómo ha sido?. ¡Tienes que contármelo!.- Le urgió anonadado -.
Yener le explicó en esencia lo que le ocurrió al ser recibido por el Emperador .Para después preguntar a su vez también con sumo interés.
-¿Y por aquí?. ¿Cómo han estado las cosas?.
- No parece que haya novedades, supongo que en cuanto a la diplomacia ya estarás enterado por Cresat. El resto de nuestros aliados han hecho como nosotros, política común de ayuda y buenas relaciones.- .Resumió Larus sin demasiado afán -.
-¿Y qué me dices de ti? .¿Todo va bien?- .Quiso saber Yener aunque eso llevase la conversación a un punto algo más embarazoso -.
- Bueno, estoy bien, Nerel y yo nos hemos visto con frecuencia. ¡Es un buen tío!, de verdad. Quizás no te lo parezca porque no le conoces demasiado.- Le respondió Larus que trataba de hacer menos enojosa la cuestión, sabiendo del recelo de su amigo por el Nataclier -.
Yener prefirió no responder a eso, ese Asety le seguía pareciendo alguien en quien no se podía confiar abiertamente, pero suponía que su relación con Larus no comprometía ningún secreto militar ni diplomático. Además, respetaba a su amigo y se sentía demasiado bien como para estropear su humor con eso, así que lo dejó estar y respondió con voz cordial.
- Me alegro por ti y perdóname si te parecí brusco la otra vez.
-¡No, no te preocupes! - .Se apresuró a decir este justificando incluso la actitud de su compañero -.Es natural que te sorprendieses, en lugar de encontrarme con una mujer, me viste con él.
- Eso me da igual- .Sonrió Yener haciéndole ver a Larus que desviaba la cuestión -.Cada uno tiene la vida privada que quiere .Lo que no soporto es que seas hincha de un equipo tan malo y te juntes con un tipo de otro aun peor, si eso es posible.- Añadió burlonamente conjurando así el envaramiento-
- Oye- replicó su amigo haciendo gala de ese tono también -.¿Quién ha ganado la última liga de Fútbol, eh?.
-¿A quién le han machacado el otro día en el Realem por catorce puntos eh?.- Contestó jocosamente Yener -.
- Tuvisteis suerte con el arbitraje- respondió de inmediato Larus entre divertido y picado -.
- Ya, pues vaya dos tontos que sois Nerel y tú, a su equipo le hemos eliminado en los cuartos de la liga Planetaria.
- Ya me he enterado- .Respondió la voz del Nataclier que se había llegado hasta ellos sin que se percatasen -.
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- Ya os eliminaremos a la próxima- .Se limitó a contestar este sin parecer demasiado preocupado -.
-¡Sigue soñando! - se burló su interlocutor -.
- Venía a buscar a Larus y de paso a saludarte- .Añadió el Nataclier cambiando de tema, aunque eso sí, explicando con exquisita corrección -.Quedamos para dar una vuelta y supuse que antes estaría tomando algo contigo para saber las nuevas de vuestro mundo.
- Si, bueno, me parece muy bien- .Convino Yener maniobrando a su vez de modo irreprochablemente diplomático -.Yo también debo ir en busca de cierta persona.
- Supongo que te refieres a Gina Larans, la segundo teniente de Oumeya. ¿Me equivoco?.- Sonrió Nerel con cierta sorna -.
- Bueno, eso es cosa mía y no del Nastralsi. ¿No te parece?. Y es alférez que yo sepa- .Contestó Yener poniéndose ahora a la defensiva -.
- Ya no, la han ascendido -. Rebatió Nerel con tono neutro -.
- No te enfades Yener- .Le pidió Larus alerta siempre a cualquier posible foco de fricción entre su pareja y su amigo -.Nerel sólo quiere darte un consejo.
Yener estudió al Nataclier con gesto incrédulo a la vez que observaba a su amigo Larus que ahora parecía como si estuviera al borde de una cuerda floja .Sobre todo cuando Asety añadió con cierto retintín.
- Si, no es por nada, pero quizás te estés metiendo en aguas peligrosas .Créeme, sé de lo que estoy hablando- .Le aseguró con calmosa suficiencia -.
-¡Vaya perdona!, no es que me las dé de conquistador, pero creo que en materia de mujeres no necesito demasiados consejos .Y además, lo tuyo no son las mujeres Nerel. Y conste que no hay nada contra ti Larus - Sonrió despóticamente Yener a la par que añadía esto último a modo de latigazo –
Su amigo asintió dando a entender que ya lo sabía. No obstante Nerel le corrigió, dando una sorpresa a su interlocutor y sin parecer acusar el golpe. Sobre todo cuando añadió de modo paternalista, como si se dirigiera a un imprudente muchachuelo.
- Yo he tenido relación con mujeres también Yener- -.Y no voy por ahí, simplemente quiero decirte algo que he oído. Verás,- le explicó ahora obviando el cinismo - últimamente he estado cerca de ella pues mi legación se ubica casi al lado de las oficinas principales de la federación y esa chica ha sido destinada allí ahora. Quizás no te guste saberlo, pero tiene novio.
- Si claro y ese soy yo- .Le cortó Yener si creerse aquello en absoluto-
- No, de veras que no te miento- .Prosiguió Nerel dando a sus palabras un cada vez mayor matiz de seriedad -.Está saliendo con un oficial de Oumeya, uno con pinta de bruto y que es pelirrojo.
-¿Con ese imbécil?.- Exclamó Yener atónito, suponiendo erróneamente que se trataba de una nueva burla -.¡No me hagas reír Nerel!.
- Yo les he visto en actitudes muy cariñosas en estos días- .Le informó el nataclier dejándole pasmado -.Mi consejo es que tengas cuidado, no sería bueno para Yumlaiance que su embajador se estrellase en Oumeya por una mujer.
-¿Y desde cuando le importa a un nataclier lo que le ocurra a nuestro planeta?. Deberías estar encantado si hago que mi mundo se perjudique.- Inquirió malhumorado mirando a su amigo Larus e incluyéndole tácitamente en su bando -.
- No digas eso Yener. Es injusto. Nerel sólo te está dando un consejo de amigo- .Terció su propio compañero de armas para tratar de calmarle y aflojar aquella situación -.
- Si que lo es- .Acordó Nerel con su fría actitud habitual, que pasó a suavizar cuando agregó ahora en tono más conciliador- .Mira, sabes que salgo con Larus y él te aprecia mucho, eres su mejor amigo, por eso hice algunas averiguaciones; soy del servicio de inteligencia de mi mundo, eso lo sabes bien. Igual que tampoco ignoras que, pese a la rivalidad que de siempre han tenido nuestros planetas entre sí, ahora somos aliados y debemos unir nuestras fuerzas e intereses. Un problema del embajador de Yumlaiance compromete a nuestro mundo también. Y he descubierto que a esa chica la han trasladado precisamente para que no participe en misiones estelares. Teniendo en cuenta que sus nuevas ocupaciones harán más difícil que os crucéis salvo en alguna reunión diplomática con un grupo de consejeros de por medio. Al parecer en Oumeya no desean que ella y tú os mezcléis demasiado en otros terrenos, no me preguntes porqué pues no lo sé. Pero lo cierto es que es así.
Yener se quedó pensativo. No le parecía que ese chico tratase ahora de pincharle, ni mucho menos. Realmente estaba dándole una información interesante y un buen consejo. Otra cosa es que a él le gustara lo que había oído. Pero eso no era culpa de Asety. De modo que se tragó su malestar para decir con un tono bastante más calmado y razonable.
- Te agradezco tu ayuda Nerel, lo siento, quizás no te he juzgado como debiera.
- No hay de que y no tienes que disculparte- .Repuso este ofreciéndole la mano que Yener aceptó.-.Ahora debemos dejarte.
Larus se levantó y se despidió de su amigo en tanto Nerel añadía antes de marchar.
- Recuérdalo, ten cautela.
Yener asintió despacio y se quedó allí sentado, ahora no estaba tan contento como antes, a decir verdad se sentía bastante alicaído .Había estado fuera tan sólo un mes y pocos días de tiempo de Oumeya .En fin...quizás esa chica tampoco fuera apropiada para él. De todos modos sería mejor no pensar más en ello. Decidió darse una vuelta por la ciudad para despejarse.
En cuanto Peter y Kyra se enteraron de que Yener había vuelto se alegraron, no era mal tipo, pese a parecer en ocasiones algo engreído en el fondo les caía bien. Gordon desde luego no pensaba lo mismo. Ese tipo había vuelto y de nuevo sería una amenaza, aunque ahora era distinto. Por fin había logrado salir con Gina en serio y no permitiría que ese yumlaincer se acercase como hasta entonces lo había hecho .Después de todo lo que le había costado defendería bien su relación. Todo ocurrió hacía tan sólo dos semanas. Él volvió a pedírselo recurriendo a todo su aplomo y capacidad de convicción y resultó .Ella le dio el sí y ahora eran novios .¡ De modo que si ese estúpido volvía a intentar pegarse a ella sabría lo que es bueno!. .Ahora las cartas estaban boca arriba y él tenía la mejor jugada, eso le tranquilizaba.
Gina por su parte se sentía confusa, en un principio casi le alivió que Yener se fuera, la situación con Gordon era cada vez más tensa y tenía miedo de que él y ese chico de Yumlaiance tuvieran algún disgusto serio. Por otra parte ella se había sentido atraída por él. Al partir pensó que volvía a su planeta y que ya no le volvería a ver, quizás sólo había significado una conquista de otro mundo para ese muchacho, algo de lo que poder hacer gala cuando regresase junto a sus amigos de allá .Por eso, en parte, decidió aceptar al fin la propuesta de Gordon, era un buen muchacho y la quería .Las cosas entre ellos parecían marchar bien, sobre todo ahora que él era su novio y que Yener no estaba, eso le había tornado en una persona mucho más abierta y dicharachera. Pero ahora...Yener había vuelto y eso seguro que traería problemas. Gina se percató de que uno de esos oficiales destacados cerca de ella la había observado con cierto interés, reconoció en él a uno de los que estaban con el embajador de Yumlaiance aquella vez, cuando ella les vio mientras cenaba con Gordon. Puede que este informase a Yener, por ello Gina no se negó a que Gordon la besara en público .Quizás fuera mejor así y ese yumlaincer desistiera de su empeño .Aunque, con la mano en el corazón a ella no le gustaría que lo hiciera. Pensaba en todo esto mientras se dirigía a su cita con Gordon, una vez terminada su jornada de trabajo en su nuevo destino, la oficina de relaciones inter federales de Oumeya. Quiso ir allí porque en un futuro deseaba emprender la misma carrera política de su madre, quizás llegase también a presidenta y lo cierto es que a sus padres les encantó la idea .En esto reflexionaba caminando distraída cuando la casualidad hizo nuevamente que ambos coincidieran en uno de los corredores, fue ella la que le saludó primero desconcertada todavía por aquel inesperado encuentro y sobre todo algo incomodada.
- Hola Yener, me alegro de volver a verte.
- Lo mismo digo- .Respondió él de forma más fría de lo habitual -. Acabo de regresar de mi mundo y parece que el destino se empeña siempre en juntarnos, aunque sea a nuestro pesar- .Añadió esto último con algo de retintín -.
- Si, bueno, eso parece- .Pudo responder ella desviando la mirada puesto que el muchacho la había hecho sentir sumamente incómoda -
-¿Qué tal por tu nuevo destino?.- Inquirió él aflojando aquel duro talante -.Me han dicho que te trasladaron. Por cierto, enhorabuena por tu ascenso
- Si, gracias, ahora estoy en la sección diplomática, me gustaría dedicarme a las relaciones interplanetarias el día de mañana.- Explicó Gina tratando de tantear el terreno con tacto- .
- Noble tarea y difícil, quizás demasiado para mí, yo en cambio estoy pensando en pedir mi relevo como embajador.- Respondió él mirando vagamente hacia el techo de corredor -.
Ella le miró sorprendida, no le había parecido que Yener estuviera a disgusto .Él mismo se sorprendió al escucharse hablar. Hasta ese momento ni siquiera había pensado en ello pero ahora, sobre todo tras su audiencia y las responsabilidades que recaían en él quizás no fuera algo tan descabellado, volvería al servicio activo .Pudiera ser que le degradasen dado que su ascenso pudiera ser tan sólo para estar a tono con el cargo. No, eso no creía que lo hicieran. Aunque quizás fuera peor, languidecería para siempre como un simple capitán de crucero. De todos modos eso ahora no venía al caso, había dicho aquello casi con desdén, al ser preguntado por esa muchacha. Como ella pertenecía ahora a la legación de su mundo, por lógica se verían con mayor frecuencia en encuentros diplomáticos. Pero mucho menos fuera del servicio. Casi mejor así, él ya no deseaba tenerla delante tan a menudo, no desde que Nerel le revelase que salía con ese zopenco .Sería como si le restregasen su derrota a la cara.
- Todos pasamos por malos ratos, o tenemos dudas- .Intervino comprensivamente ella tratando de acabar con una densa e incómoda atmósfera que parecía crecer por momentos alrededor de los dos- .No te desanimes.
- No, claro que no lo haré, no sé ni porqué he dicho eso - .Pudo sonreír él al fin pensando que estaba actuando como un idiota -.
- Bueno, debo irme, he quedado- .Confesó la chica con envarada reserva añadiendo con voz queda -.Hasta luego Yener, espero volver a verte pronto.
- Seguramente sí- convino él rehaciendo sus palabras con ironía -.Estaremos muy cerca desde ahora. Al menos en lo referente al trabajo.
Gina siguió su camino sin mirar atrás y él hizo lo propio, ni siquiera la había sondeado con su habilidad mental del Kail para averiguar sus sentimientos. ¡Para qué!, él mismo se sentía muy confuso y prefería ponerse en orden las ideas .En fin, mejor volver a su estancia, descansar y dejar pasar las cosas hasta que llegasen días mejores.
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