Capitulo 18.Reunión de urgencia.
En la sede de la Confederación Lora había convocado al fin la reunión de emergencia, permanecía tranquila en su puesto de cabecera ultimando sus archivos en tanto su hija Gina, que oficiaba como su secretaria y asistente personal, se removía nerviosa en su asiento aguardando la llegada de los diversos embajadores.
-Espero que podamos ocuparnos bien de esa gente- .Suspiró la muchacha casi para sí -.
Lora la escuchó y le sonrió dándole ánimos. Su hija le devolvió la sonrisa sintiéndose mejor .Justo entonces entraron los embajadores de varios mundos de la confederación, seguidos por los de la Cuádruple Alianza. Al tocarle el turno a Yener este no se sorprendió de ver allí a la muchacha, quizás intuía que la presidenta querría tenerla a su lado para que adquiriese experiencia. Sea como fuere ambos se cruzaron una significativa mirada pero ninguno dijo nada. Yener ocupó su asiento y centró su atención en lo que la presidenta del Consejo tuviera que decir. Lora no se hizo esperar pues la situación lo exigía y en cuanto todos ocuparon sus lugares se levantó y declaró.
-Señoras y caballeros embajadores .Les he convocado aquí para que, entre todos, busquemos la mejor solución a una situación en extremo seria.- Hizo una pausa dramática de varios segundos para añadir -. Las vidas y el futuro de miles de personas dependen ahora de nosotros .Son personas que están totalmente indefensas y en una situación penosa- .Continuó mirando al Embajador de Casiopenae con reproche, éste que se percató de aquello pidió la palabra, Lora no tardó en cedérsela y el cónsul casiopeano respondió con voz afectada -.
-Señora presidenta, miembros de la Confederación y otros aliados, ni que decir tiene que nuestro mundo lamenta profundamente el penoso accidente de la estrella de Keber II. Nuestra base de exploración galáctica resultó destruida y agradecemos en lo que vale la ayuda solidaria de todos los miembros de la Confederación.
Yener y la mayoría de los presentes no podían creer lo que oían .¿Qué demonios estaba diciendo ese tipo?. ¿Cómo podía tener tanta cara?. Los casiopeanos se habían negado en redondo a que nadie entrase en su espacio restringido y les bloquearon amenazando con provocar una masacre .Entonces el embajador de Orionis, un ser azulado de tres brazos pidió a su vez la palabra y esta le fue concedida para expresar lo que todos sentían.
-¡No puedo creer lo que oigo, señor Cónsul!. - Expuso airado -.Su mundo no ha dejado de ponernos trabas en esta operación .Incluso llegaron a bloquear a las naves de salvamento .Su comportamiento ha sido incalificable, y por mi parte pido un voto de censura para Casiopenae.
-Si, ¡bien dicho! - apoyó el representante de Luterhi, un pequeño ser gris de ojos saltones que añadió con tinte acusador -.Además han violado muchas normas de la confederación.
-Eso es cierto- .Terció Lora -.Se ha probado que, los derechos humanos y civiles de miles de sus propios ciudadanos no se han respetado señor Cónsul .¿Qué tiene que decir a eso?.
Todos callaron pendientes de la respuesta del interpelado que, con voz conciliadora declaró.
-Les puedo asegurar que tales condiciones nos eran por completo desconocidas, seguramente al estar lejos de nuestro planeta, los mandos de la base obraron según su propio criterio .Pero les puedo demostrar que todos los obreros y personal civil trasladado allí lo fue con su expreso deseo. Estaban contratados.
-Eso no le exime de responsabilidad- .Le acusó el embajador de Nataclia -.Y desde luego que sus superiores tendrán que responder por el agravio y el peligro que supuso para nuestras naves su bloqueo.
-Sin duda fue un malentendido.- Repuso al momento el azorado cónsul que en base a sus años de experiencia comprendía que esa situación se le escapaba de las manos -.Nuestras naves desconocían la presencia de otras y lo tomarían por una aproximación hostil de objetos no identificados. Pero nadie les atacó, prueba evidente de ello es que en cuanto ustedes se dieron a conocer, ese bloqueo técnico cautelar se suspendió inmediatamente.
-Si usted lo dice- .Intervino Yener con tono sarcástico agregando a renglón seguido con seriedad y un poso de contenida indignación -. Pero yo estoy plenamente de acuerdo con mi colega de Nataclia. La estrella de Keber II estaba a punto de explotar y si no recurrimos a las amenazas no nos hubiesen dejado salir. Habríamos muerto todos, incluidos sus propios hombres.
Hubo un tenso silencio hasta que el cónsul pudo responder tratando de disimular su propia irritación.
-Le aseguro a usted que no fue a causa de eso, repito que en cuanto verificaron su identidad no hubo ya problemas, las amenazas no eran necesarias. Eso es algo que lamento profundamente y que va en contra del pacto suscrito por nuestros mundos ,pacto que si no recuerdo mal usted mismo firmó y que obligaba a su planeta a no entrar en espacios restringidos del nuestro .En ninguna circunstancia salvo expreso permiso- .Remarcó estas últimas palabras con patente énfasis a modo de contraataque -.
Ahora fueron Yener y sus aliados los que callaron, estaba claro que en eso, al menos, el Cónsul llevaba algo de razón .Aquel punto del tratado ponía a los mundos de la Cuádruple Alianza en una situación incómoda. Aunque Lora intervino pronto en su ayuda, ahora con un tono más duro y cortante.
-¡Señor Cónsul, lo que verdaderamente se han violado han sido los derechos de miles de personas, todas ellas de su propio mundo! .Según la legislación interplanetaria que ustedes suscribieron al ingresar en esta confederación, ese tipo de maltrato no puede tolerarse. Me veo obligada a proponer, como ya han pedido otros miembros, un voto de censura que conlleve las sanciones pertinentes.
-Haga usted lo que crea oportuno- .Repuso el Cónsul casiopeano sin disimular ahora su enfado y añadiendo con prepotente irritación -.¡Pero aténganse a las consecuencias!, sepa que informaré a mi gobierno de esto inmediatamente.
-Puede usted informar de ello cuando lo deseé- .Replicó Lora con calma y serenidad, pese a su más que palpable enfado, haciendo oídos sordos a aquella amenaza -.Aquí no le pondremos trabas. Ahora, si me disculpa propondré la votación. Por favor, señores Embajadores emitan su voto- les invitó la presidenta -.
Cada embajador o representante de los diversos mundos poseía unos botones o accesorios, según las formas anatómicas de cada especie a la que pertenecieran .Estos botones, llamémosles así, emitían unas luces estándar que todos podían distinguir del mismo modo. Un haz verdoso, para el “Si”, uno rojo para el “No” y uno amarillo para la abstención. Al confirmarse los datos, las votaciones partidarias del “sí” eran de seis, del “no” cinco y sorprendentemente también aparecían abstenciones, en total cuatro, que curiosamente pertenecían al grupo de Yener y su Cuádruple Alianza.
-Vaya- .Declaró el Cónsul con suficiencia para añadir con tono irónico -.De modo que han ganado ustedes el voto, les felicito.
-Debemos imponerle una sanción- .Declaró Lora visiblemente incomodada por aquella embarazosa situación -.El castigo será una multa leve y que paguen los gastos de manutención y estancia de sus ciudadanos.
-¿Y ya está?.- Sonrió el cónsul con gesto entre confiado y pretendídamente sorprendido para añadir con sorna -.Esperaba más dureza atendiendo a esta solemne votación. No obstante si esa es la voluntad de la mayoría, aunque sea por un voto de diferencia, que no se diga que Casiopenae peca de poco democrática, aceptaremos. Pero como ya advertí, informaré de esto inmediatamente y eso quiere decir ahora mismo. Si me disculpan.
Levantándose antes de que Lora otorgase la tradicional dispensa a tal efecto ni diese por concluida la reunión, el cónsul salió de la sala y se dirigió al centro de comunicaciones .Sin querer que las cosas pasaran a mayores y en vista de los murmullos generalizados que se habían levantado entre la mayoría de los representantes de la Confederación y los mundos satélites de Casiopenae, la presidenta declaró.
- Ahora ocupémonos de esas personas, que era lo que nos traía aquí. Oumeya propone mantenerles en las naves salvo los casos más graves o los niños que podrán bajar al planeta a fin de recibir atenciones médicas y escolares más adecuadas. Además, el resto del pasaje podrá rotar su estancia en el planeta a fin de que la permanencia en el espacio orbital no les suponga ningún problema. ¿Qué opinan ustedes?.
Nueva consulta y en esta ocasión los votos del sí fueron unánimes excepto evidentemente el de Casiopenae que se mantuvo inactivo.
- Pues si nadie de los presentes desea exponer nada más, la sesión queda terminada- .Suspiró Lora satisfecha al menos de que se hubiera aprobado su propuesta -.
Los miembros del consejo se fueron retirando en silencio, Lora se dirigió a Yener antes de que se marchase y le abordó reprochándole con un tono disgustado que no se molestó en ocultar.
-¡No esperaba que nos hicieran ustedes esto!. Sus votos eran muy importantes para reforzar nuestra decisión .Sin su apoyo esta sanción le ha sabido al cónsul a victoria. No creo que necesite explicarle que hay otros cuatro mundos que se han negado a sancionar a Casiopenae al ser satélites de su política o tenerle miedo a Tirelius. Yo contaba con eso pero al no tener una mayoría de al menos dos tercios me es imposible actuar con mayor contundencia. Ustedes lo sabían, creo que comparten nuestra misma postura. ¿Por qué han se han abstenido, por qué?.
El yumlaincer la observó fijamente sin decir nada durante unos instantes que a ambos se les antojaron eternos, por fin se decidió a responder cuando el resto de los presentes hubo salido...
- Verá señora Presidenta- comentó Yener con gesto cariacontecido e indignado -.Nada me hubiera complacido más que votar a favor de una sanción contra esos malditos. No olvide que yo y mis naves estuvimos allí. Pero los de Casiopenae tenían razón en algo, nosotros rompimos el protocolo que firmamos con ellos. Al menos en alguna de sus partes. Así que ni yo ni mis aliados podíamos sancionarles. Sería como pasar por encima del tratado.
- No se lo pensó cuando tuvo que ir a ayudar a esa gente- .Replicó Lora no de forma acusadora sino más relajada e incluso comprensiva -.¿Por qué ahora sí?.- Agregó de modo más incisivo -.
- Como usted sabe bien, los resortes de la política tienen estas cosas.- Le respondió Yener de modo conciliador -. Por favor, comprenda nuestra postura, mi planeta no puede permitirse el lujo de enemistarse con Casiopenae ni tampoco los restantes planetas de mi alianza. Hicimos lo debido en materia de rescate y por ahí quizás justifiquemos esta conculcación del tratado que suscribimos con ellos .La explosión de la estrella nos da la razón y el gobierno de Casiopenae tampoco deseará un enfrentamiento, ni siquiera diplomático. Cederán en eso, pero no lo harían si les hubiéramos condenado porque, a fin de cuentas, por injusto e inhumano que resulte, nosotros no somos quién para inmiscuirnos en su política interna, eso fue lo que firmamos. Recuerde que aunque acordamos que tendríamos voz y voto en sus reuniones, no somos integrantes activos de su confederación sino una Alianza que ha firmado algunos protocolos de ayuda y cooperación con ustedes, mantenemos nuestra independencia y tan sólo respondimos a una petición formal de ayuda que nos hizo su confederación.
Lora asintió despacio, en esos términos no podía negarle la razón al embajador. Por retorcido e injusto que fuese a veces aquello era así desde el punto de vista político y diplomático. Suspiró con resignación, al menos podía ver que ese chico era muy hábil en política pese a su juventud. Por lo visto aprendía muy deprisa y sabía convencer. No le extrañaba que su hija se sintiera tan atraída hacia él, lo que dicho sea de paso también era peligroso. Aunque se alegraba de tenerle de su parte. Decidió dejarlo correr y concedió.
-Le comprendo bien, pero nosotros nos hemos visto obligados a condenarle y eso, esté usted seguro de ello, nos traerá consecuencias.
-Sabe que cuenta con nuestro apoyo- .Le aseguró Yener confirmando las impresiones de Lora -.Tampoco permitiremos que les hostilicen. Y no creo que se atrevan a hacerlo. –Hizo una pausa con la que dio a entender que la conversación había concluido para despedirse instantes después -. Ahora si me disculpa, me veo reclamado por mis deberes...
Lora asintió, también daba por terminada la conversación y Yener sin más palabras al percibir que Gina se acercaba hacia ellos, dejó el salón del pleno. Pero había algo que ni él, ni Lora ni nadie sabía. Tirelius por supuesto fue informado de todo por su subordinado pero aquello no le preocupaba lo más mínimo .Tenía otros aliados nuevos y muy poderosos, una extraña civilización dotada de una gran flota de guerra y tremendas posibilidades y él se había ganado su estima. Eso pese a que varias operaciones que Casiopenae había emprendido para ellos no llegasen a buen puerto, el motín de Let, la propia base ubicada en Keber II y alguna más que sí marchaba por el momento, a salvo de ser descubierta por la confederación .Además, con sus dotes de persuasión, el general de Casiopenae había convencido a esos seres de que los culpables de todo eran los miembros de la Confederación de Oumeya. En cuanto se enteró del voto de censura, decidió que había llegado el momento de cambiar de estrategia y dejar los paños calientes. Le ordenó a su embajador.
-¡Dígale a la presidenta que quiero comunicarme con ella inmediatamente!, ya estoy muy harto de las intromisiones de su confederación en nuestra política interna.
El cónsul sonrió satisfecho, Tirelius también lo hizo, ahora con los apoyos que tenía podría eliminar la oposición de Oumeya y la de su propio senado. Este, al menos teóricamente, le hacía contrapeso jurídico en su mismo mundo. Los senadores eran en su mayoría, en opinión del general, un grupo de estúpidos pacifistas que limitaban el expansionismo necesario que él planificaba para su planeta. Siempre le habían obligado a negociar con la confederación de mundos, pero ahora llevaría a cabo su golpe de mano, le habían brindado la ocasión perfecta .Más todavía cuando su cónsul le dijo que ni Yumlaiance, ni sus mundos aliados a los que verdaderamente Tirelius temía, le habían censurado .Nada le importaba a él que hubieran ayudado en las tareas de rescate, sabía que siempre sería achacado a motivos humanitarios y que si él no se daba por ofendido, las relaciones de paz con esas cuatro potencias se mantendrían sin problemas , al menos hasta que sus poderosos aliados lo estimasen oportuno .Por lo que el general había visto tenían capacidad más que sobrada para acabar también con los mundos de la Cuádruple Alianza .Sonrió nuevamente regocijándose al pensar en lo que significaría ser el amo absoluto de la galaxia...
El cónsul pidió comunicación con Lora, esta se encontraba junto a su marido y Graham que les había puesto al corriente de los pormenores de la evacuación, durante la reunión se constató que faltaba una nave, un carguero en el que seguramente viajarían Peter y Kyra además de miles de refugiados. Se emprenderían labores de rescate, claro que eso sería como buscar una aguja en un pajar, ojala que los muchachos se comunicasen de algún modo .Estaban con esa preocupación cuando el cónsul salió en la pantalla y sonriendo maliciosamente habló.
-Mi general desea hablarles ahora, ya ha sido informado de todo. Y dará una respuesta institucional al más alto nivel.
-¡Qué rápido se lo ha dicho al senado de Casiopenae! - .Sonrió Pier con sarcasmo -.
El cónsul fingió no haber escuchado esa clarísima indirecta y antes de que nadie hiciera más comentarios la imagen de Tirelius llenó el monitor. Éste como si hablase de memoria, recitó las siguiente palabras con estudiada indignación.
-¡En vista de la creciente hostilidad y las desconsideradas injerencias en nuestros asuntos por parte de su Confederación de Planetas unidos, les notificamos que hemos decidido abandonar su alianza. A partir de ahora cualquier nave que se adentre en nuestro espacio sin el debido permiso será destruida!.- Cortó el mensaje sin más, dejándoles con la boca abierta -.
-Esperaba algo, pero desde luego no esto.- Pudo decir Lora al fin, saliendo como pudo de su sorpresa -.
-¡Se ha vuelto loco del todo o qué demonios pretende ese tipo!.- Añadió Pier atónito -.
-Amigos míos - .Terció Graham aportando serenidad y preocupación en idénticas dosis - .Habrá que tener mucho cuidado a partir de ahora, tengo miedo de pensar que nuestros hombres y mujeres y los refugiados perdidos estén en un mundo bajo el ámbito de Casiopenae....
Todos se miraron sin decir nada .Desde luego esta nueva situación era desconocida para Peter y los demás. En el mundo donde se encontraban había caído la noche y las guardias estaban organizadas .Con trajes térmicos los centinelas recorrían un puesto montado ante la puerta principal de acceso. Peter estaba dentro, a él le tocaría hacer la guardia siguiente .Kyra había terminado su turno de vigilancia con los heridos y se acercó a él para charlar, traía un semblante preocupado .Él la vio llegar y sonrió preguntándole.
-Un día duro ¿verdad?...
-Y más que lo será- .Suspiró Kyra dejándose caer en un sillón junto a él -. Tenemos víveres para tan sólo tres días, agua para cuatro y muy pocas medicinas y calmantes para toda esta gente .Y todo eso racionándolos con severidad. Espero que detecten nuestras señales y nos vengan a rescatar pronto.
-No te apures- .Respondió él cogiéndola de una mano -.Este planeta es de clase habitable, cuando amanezca y haga buen tiempo saldremos en busca de agua y comida. Ahora me toca a mí hacer guardia. Debo relevar...
Un estridente chillido le interrumpió, provenía de fuera, del puesto de guardia. Peter y Kyra se levantaron como un resorte y junto con ellos varios soldados más. No podían salir dadas las bajas temperaturas, pero abrieron la puerta y recogieron a uno de los guardias, al menos el que quedaba haciendo unos movimientos frenéticos con los brazos .Entre dos hombres le metieron dentro y le liberaron de la capucha, el centinela pudo decir con la voz entrecortada.
-¡Cerrad las puertas, rápido! .Nos atacaron todos a la vez, casi ni les vimos venir.
-¡Cerrad, rápido! -. Ordenó Peter a lo que dos guardias obedecieron al punto atracando los batientes -.¿Qué ha ocurrido?.- Inquirió pausadamente al aterrado centinela -.
-¡Señor, aparecieron de pronto, un montón de seres extraños y nos atacaron.! .¡Acabaron con todos mis compañeros! .- Explicó con la voz quebrada por el terror -.
-¿Estás seguro de que han muerto todos?- .Le inquirió el sargento yumlaincer a lo que aterrado soldado asintió con frenesí- ¿Pudiste ver como eran?.- Le preguntó de nuevo el sargento mayor haciendo gala de gran calma profesional.-
-¡No dio tiempo ,el ataque fue muy rápido y apenas pude verlos .Destruyeron los focos!. - Respondió este casi al borde de la histeria -.
-Esta bien, calmémonos- terció Peter tratando de tranquilizar a ese muchacho -.Está claro que no podemos volver a salir .Sea lo que sea lo que os atacó seguirá ahí fuera. Aguardaremos a que amanezca y formaremos un grupo armado que patrulle los alrededores en busca de algún indicio. Mantendremos doble guardia junto a las puertas y los accesos más débiles de la nave esta noche.
Todos asintieron y se distribuyeron los turnos, Peter en persona se quedó en la primera guardia durante cuatro horas, luego durmió. Al despertar ya había amanecido .Él, junto a cuatro más, se aventuraron al exterior donde la temperatura era ya soportable .Nada más salir descubrieron restos de los trajes térmicos y las armas, pero ni rastro de cuerpos lo que producía aun más temor. Pese a ello los restos de lucha eran evidentes y había manchas de sangre que teñía parte del fuselaje de la nave .Unas de color rojo y otras de una extraña tonalidad verdosa.
- Tendremos que llevar cuidado- .Advirtió Peter -.Pueden estar escondidos entre los altos matojos .Quizás por eso se movían así el otro día.
- Si señor-, convino el sargento mayor que le acompañaba -.Puede que basen sus ataques en la sorpresa.
- Nos mantendremos juntos y en campo abierto- indicó Peter -.Si fueran guerreros normales nos habrían atacado ayer cuando nos alejamos de la nave. No se hubieran limitado a observar escondidos y además hubiesen cogido las armas. De todas formas, no tenemos opción, es necesario salir para tratar de aprovisionarnos. Quién sabe el tiempo que tendremos que permanecer en este mundo.
Los suboficiales y soldados a su alrededor concedieron en silencio. De todas formas tenían ganas de ajustar las cuentas a quienes quiera que hubiesen sido los causantes de las desapariciones de sus compañeros. Tras prepararse salieron al exterior. Mientras los miembros del grupo obedecían las instrucciones de Peter, en la nave, los encargados de las comunicaciones habían reparado en parte el equipo. Sandes y sus tripulantes aguardaban nerviosos y preocupados .Tenían miedo al igual que los demás por aquel misterioso y terrible asalto que sufrieran ayer. Pero lo que aun produjo más inquietud y disensión en el grupo fue recibir transmisiones procedentes del espacio. Eran conversaciones procedentes de una nave de Casiopenae que recibía las noticias de lo acaecido en el consejo de Oumeya y las disposiciones del general Tirelius.
- Podemos pedirles ayuda- .Propuso Sandes -.
- Si, es verdad.- Convino otro de sus tripulantes -.Están cerca y nos sacarán de aquí. Además después de lo de anoche vale más que nos rescaten cuanto antes.
-Si,- tuvo que conceder Kyra a su pesar -. No me hace gracia caer en manos de los de Casiopenae, sobre todo tras como se han puesto las cosas .Pero no sólo estamos nosotros, estas gentes son también de Casiopenae y deben ser repatriados.
- Es usted la que está al mando ahora teniente- .Afirmó el alférez dirigiéndose a Kyra y preguntándole con un interés bien controlado por la frialdad de carácter nataclier - .¿Qué hacemos?.
- Si pueden manden un mensaje a la nave de Casiopenae- .Respondió ella -.
-¡Menos mal!- .Añadió Sandes simulando un alivio todavía mayor del que sentiría -.Me alegra comprobar que usted es menos terca y más inteligente que su compañero.
Kyra le dedicó una mirada de pocos amigos pero prefirió callarse. Estaba bastante claro hasta para alguien que no fuera telépata, que todos estaban nerviosos y asustados y que deseaban salir cuanto antes de allí, poco importaba quien les rescatase. Ya se ocuparían de la política después. Además esto elevaría la moral de los refugiados. Esas personas hambrientas, heridas y asustadas necesitaban buenas noticias cuanto antes y no ser abordadas por nuevas preocupaciones .Lo cierto es que los oficiales trataron de evitar que la masacre de los centinelas llegase a oídos de los civiles pero se habían corrido rumores y la situación estaba cada vez más difícil .¡Ojalá Peter volviese pronto!.
-Teniente- intervino uno de los operarios de comunicaciones sacándola de sus reflexiones -.Tenemos en antena otra nave, está algo más lejos pero creo que es de Yumlaiance.
-¡Magnífico! - .Exclamó Kyra que no pudo ocultar su alegría -.¡Traten de contactar!..
-¿Y el mensaje a la nave de Casiopenae?.- Inquirió Sandes -.
- Si mandamos comunicación a las dos naves, tendremos más posibilidades- .Arguyó Kyra a lo que el segundo de a bordo tuvo que asentir -.
En ese momento Peter estaba tratando de decidir si avanzaban más o si volvían cuando le llegó a su mente un mensaje de Kyra advirtiéndole de lo que pasaba.
-Nos retiramos de vuelta a la nave- .Ordenó de inmediato-
Todos le siguieron aunque entonces y desde unos no muy lejanos matorrales les llegaron unos extraños sonidos .Parecían algún tipo de llamada y se acercaban a ellos. Pronto, y desde los ramajes emergieron multitud de seres de color pardo, grandes cabezas y varias extremidades que blandían palos, ramas y otras armas primitivas. Su tamaño parecía similar al humano y su número muy superior al de la expedición.
-¡Corramos! - .Urgió Peter al ver que iban hacia ellos con intenciones muy poco amistosas, ordenando -.Hagan disparos de advertencia contra algunos de ellos.
Dos soldados obedecieron derribando a un par de aquellos seres. El resto pareció pensárselo dos veces y se detuvo. Los hombres aprovecharon para huir y abordar un pequeño deslizador que tenían aparcado cerca. Pero esas criaturas recobraron enseguida sus deseos de atacar y les persiguieron, por fortuna gracias al vehículo pudieron dejarles atrás con rapidez .El grupo de patrulla llegó a la nave donde Kyra les informó formalmente de lo ocurrido. Peter y sus hombres les contaron de igual forma su escaramuza.
-¿A qué distancia está la nave de Yumlaiance?.- Quiso saber Peter con renovado optimismo -.
-A dos horas más de camino que la de Casiopenae - .Le respondió uno de los navegantes -.
-¡Llámenles a ellos! - .Le ordenó Peter -.Podremos aguantar dos horas más.
-¡Eso es una locura! - .Espetó Sandes llevado por un rictus alarmista y los deseos de oposición a su antagonista -.Esas criaturas que describen deben de ser miles y deseosas de acabar con nosotros.
-Con la tecnología tan rudimentaria que tienen no podrán entrar aquí en tan poco tiempo. - Rebatió decididamente Peter -.Y prefiero ser rescatado por una nave de Yumlaiance, creo que la mayoría de los oficiales sino todos también.
-Hable por usted,- replicó Sandes con desdén -.Yo y mis tripulantes tenemos negocios con Casiopenae y no nos llevamos mal con ellos. ¡Y sobre todo están más cerca! .
-Kyra- .Le indicó Peter aparentemente sin prestarle atención -. Emitid en frecuencia clave de Yumlaiance, que el Sargento Mayor Talus se encargue de hacerlo.
-¡Protesto! - aulló Sandes afirmando con insistente terquedad -.¡Esta nave es ahora de mi responsabilidad!.
Peter le dirigió una fría mirada y sin más sentenció.
-¡Enciérrenle hasta nueva orden!. Los demás ocúpense de reforzar las defensas de la nave.
Pero Sandes y los suyos no estaban por la labor, se encararon con los oficiales sacando armas que debían de haber tenido escondidas. Estos a su vez desenfundaron las suyas.
-¡Basta! - intervino Kyra tratando de mediar- .Esto no nos lleva a ningún lado.
-¡Dígaselo a su jefe! - .Escupió uno de los tripulantes con gesto desencajado -.
-Esta nave es ahora jurisdicción de la Confederación.- Declaró severamente Peter -.Y no permitiré que se ponga en duda. Sé lo que estoy diciendo. Los de Yumlaiance nos rescatarán. Tan sólo hemos de aguantar esta posición un par de horas más.
-¡Prefiero ser un cobarde vivo que no un héroe muerto!.- Espetó despectivamente Sandes -.Y si no quiere escucharme tendrá que obligarme. ¡Estúpido mocoso de la confederación, te daría una buena zurra si no te escondieras detrás de ese uniforme.
Peter dejó su arma en manos de un soldado y se despojó de su guerrera. En tanto Kyra que podía leer claramente sus intenciones le preguntaba nerviosa .Tratando de disuadirle.
-¿Qué vas a hacer? .¡No caigas en la provocación!. Es lo que lleva intentando desde el principio.
-Es la única manera de acabar con esto de una vez por todas.- Repuso secamente él que añadió- .¡Vamos Sandes arreglemos esto! .Si usted gana llamaremos a Casiopenae, si gano yo, se hará a mi modo.
-Tienes agallas amigo, eso me gusta -. Sonrió este de forma provocativa en tanto se quitaba su chaqueta y blandía sus puños -.
Todos dejaron un espacio para que ambos contendientes pudieran luchar, la pelea no fue demasiado larga .Sandes atacó con burdas tretas de lucha callejera, pero Peter estaba más que entrenado para responder a eso con artes marciales. Esquivó los ataques con facilidad y propinó a Sandes una buena paliza que dio con éste en el suelo. Después ordenó a los soldados reiterándose en sus instrucciones.
-¡Encerrádle hasta nueva orden! .Los demás- .Añadió mirando desafiántemente al resto de los tripulantes que seguían al reducido segundo oficial -. ¿Alguno más quiere desobedecer también?.
Nadie se atrevió a decir nada, así que Peter ordenó llamar a la nave de Yumlaiance .Aunque por desgracia los de Casiopenae también habían recibido el primer mensaje emitido antes de cambiar la frecuencia. Para todos los allí congregados las cuestiones ahora eran estas .¿Quién les encontraría antes?. ¿Los de Casiopenae que sabían el planeta pero no la posición exacta, o los de Yumlaiance que conocían esta también, pero que llegaban con dos horas de retraso?. ¿Daría tiempo a evacuar antes de que la gélida noche volviese al planeta?,. Y sobre todo. ¿Qué harían esas terribles y extrañas criaturas?.
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