jueves, 3 de marzo de 2011

UNC 20

Capitulo 20.Poco tiempo de relax


En cuanto llegaron a la base de Oumeya Yener se ocupó de informar puntualmente a su superior el contralmirante Cresat de lo que Nerel le había contado. Fue a su despacho y explicó lo ocurrido.

-¿Estás seguro de eso?.- Inquirió Cresat visiblemente alarmado -.
-Ese tal Asety es un tipo raro y bastante misterioso, confieso que en ocasiones me saca de quicio y no me fío demasiado de él, pero en este caso y dado que esto compete a la Cuádruple Alianza en pleno, no creo que nos esté engañando. Pertenece a la inteligencia militar de Nataclia y suele estar bien informado.- Razonó Yener con toda lógica -.
-Eso es precisamente lo que más me preocupa,- respondió el contralmirante enunciando una disyuntiva poco agradable -.Una de dos .O los nuestros no lo saben, o no han querido decírnoslo .Por si acaso cursaré un informe advirtiendo de esto por canales estrictamente confidenciales.
-Yo iré a decírselo a la presidenta de la Confederación. Nos interesa que nuestros aliados de aquí estén vigilantes.- Repuso Yener por su parte -.
-Espera a que nos autorice el alto mando.- Le rebatió el contralmirante de forma seca para añadir luego de un modo más amable e incluso familiar -. Sé que no puedo ordenártelo porque tus atribuciones diplomáticas te permiten actuar según tu criterio, pero te aconsejo que esperes. Quizás no lo aprueben .Por el momento, ¡máxima cautela! .Tenlo presente .- Cresat pareció estar pensándose algo durante unos instantes para añadir acto seguido -.¿Lo sabe alguien más?.
-Un oficial de nuestra flota, no recuerdo su nombre- .Respondió Yener sin querer descubrir a Larus -.
-Pues búscale y ordénale máxima discreción.- Le indicó el contralmirante sin querer dejar cabos sueltos -.
-Si señor- .Asintió Yener saludando y retirándose raudo del despacho de su superior militar -.


Su amigo Larus en tanto se encontraba en los salones recreativos jugando una partida al simulador. Yener supuso que lo encontraría allí. No estaba con Nerel así que eso favorecería las cosas. Nada más verle su compañero le saludó militarmente.

-¡Déjate de tonterías Larus! - .Le pidió Yener incomodado por tanto formalismo -.Ahora estamos fuera de servicio.
-Hay que mantener el respeto por el grado- respondió este encogiéndose de hombros con el gesto divertido -.
-Bueno, vengo a decirte que de lo que Nerel te ha dicho no debes comentar nada. ¿Entendido?.- Declaró Yener con lo que era un tono demasiado agresivo y apresurado por quitarse de encima tan enojosa cuestión -.


Larus le dedicó una mirada desconcertada, a fin de cuentas, él no iba a contar nada por ahí, Ya sabía que cualquier cosa relacionada con eso era confidencial y así se lo dijo a su compañero y superior con un tono evidentemente molesto.

-Bueno, no te preocupes, me imaginaba que no es algo que se deba ir contando por ahí así como así. No hace falta que te enfades. No tengo por costumbre cotillear con secretos oficiales.
-Perdona- suspiró Yener justificándose dando a entender el fastidio que le producía aquello -.Debo de estar nervioso a causa del ajetreo de estos días. Muchas veces pienso que no estoy hecho para la política. Esto de ser tan cauto y tan amable con auténticos cabrones me saca de mis casillas...
-Te entiendo- .Sonrió Larus ahora mirándole con simpatía. Se hacía cargo de eso, aquel mundo diplomático era más acorde a la personalidad de Nerel que a la de Yener, este último siempre deseoso de ser directo y claro .Por ello le animó a pasar página sobre eso. -.Venga, vamos a tomarnos algo, te invito.
-¿No has quedado con Nerel hoy?.- Le inquirió Yener esta vez sin mala intención ni doble sentido ninguno -.
-No, está de misión- repuso Larus de forma algo esquiva y añadió con gesto algo más serio y precavido -.Mira Yener, sé que no te ha gustado que él y yo...

Su amigo le interrumpió con un gesto para decir más conciliatoriamente.

-No, no es eso Larus, de verdad, eres mi amigo, si estás bien yo estoy bien .Incluso ese Nerel no me parece ahora tan mal tipo. Nos ayudó mucho en la evacuación, ha descubierto todo esto de los nephralers. Y nos ha informado inmediatamente de ello como corresponde, es un buen aliado y un hombre muy inteligente...
-Eso es lo que te preocupa.- Dedujo Larus mirándole algo inquieto -.
-Los nephralers son una continua preocupación, hace muchas décadas que están quietos, pero...en fin. – Sin más deseos de preocuparse por ese tema, al menos de momento, Yener cambió de tema para decir más animadamente -.Te tomo la palabra, ¡invítame a algo!.


También Larus asintió complacido por dejar aparcado esos temas asintiendo y cuando los amigos se disponían a salir de la sala fueron abordados por una atractiva chica que vestía uniforme de su propio ejército, con el rango de alférez, se cuadró y saludó a ambos .Era rubia, de larga melena que le llegaba hasta casi la cintura y tenía unos ojos verdes muy profundos y bonitos con los que miraba alternativamente a ambos chicos. Por fin pareció decidirse a hablar dirigiéndose a Larus.


-Perdone señor, no he podido evitar verle jugar con el simulador .Y me pregunto sí...
-Descanse alférez y hablará mejor- .La interrumpió Yener observándola divertido -.
-A la orden señor- .Respondió ella que fijándose más detenidamente en su interlocutor añadió sorprendida- .¡Es usted nuestro embajador!.
-Si- sonrió Yener replicando con humor -.Hasta los embajadores tenemos derecho a divertirnos .¿No le parece?.
-Por supuesto señor- .Pudo responder la muchacha -.Discúlpenme, no deseaba entrometerme en su asueto ni en el de su amigo-, remarcó esta palabra con cierto matiz de sarcasmo que Yener sin embargo detectó -.
-Es mi mejor amigo, alférez- .Aseguró con la mirada fija en la chica -.El teniente primero Larus Daet .Pero solamente eso.
-¿Perdón señor?.- Inquirió la muchacha haciéndose la tonta, pero maldiciéndose por su falta de tacto -.


La alférez Delaier, que así se apellidaba aquella chica, había oído hablar mucho del embajador Rant y por supuesto que lo admiraba como la mayoría de sus compatriotas, sobre todo, en el caso de las mujeres de la flota. Había escuchado también ciertos rumores sobre las capacidades y destrezas de éste y aquello no podía ignorarse. Menra, que así se llamaba la muchacha. Estaba recién salida de la academia espacial y llena de ambiciones. Procedía de una familia de larga tradición militar y deseaba hacer méritos lo antes posible. Actualmente para cualquier joven en su caso solo existían dos alternativas de vivir aventuras y promocionarse en algo que no fueran aburridas patrullas rutinarias por su sistema solar. Una, la zona de vigilancia de Nephraler, que había estado calmada durante años, y dos, la nueva frontera con esa Confederación de Oumeya. Este fue el lugar que eligió y por fortuna, sus calificaciones fueron sino brillantes, lo bastante buenas como para permitirle elegirla como destino. Ahora tan solo necesitaba la ocasión de tener buenos contactos que le ayudasen y aprovechando su afición a los holojuegos, compartida con el teniente Daet, esperaba conseguirlos. Menra no era tonta, se había dedicado a observar a Larus, gracias a los rumores que corrían sobre él y Yener. Ambos eran amigos, por lo menos eso decían, y la muchacha no descartaba cualquier otro tipo de relación. ¿Por qué no?. Eso no era tan infrecuente, ¡qué se lo dijeran a ella!. De todos modos, si era o no cierto trataría de darse a conocer, y aprovechar cualquier ocasión para mostrarle su valía a tan alto personaje. Primer paso, conocerle a través de su amigo, con la excusa perfecta. Partida de simulador. Pero quizás se había pasado de lista o se hubiera equivocado al comentar según que cosas. Por fortuna fue el teniente Daet el que intervino en su favor.


-Déjalo Yener - rió Larus que miraba divertido los intentos de la chica por tratar de permanecer impávida ante aquella embarazosa situación, desde luego debía de estar lamentando ahora el haber dejado caer que Yener y él fueran algo más -.La alférez no quiso insinuar nada ¿verdad?.
-Claro que no señor- .Se apresuró a responder ella más aliviada por contar con un aliado -.
-Me alegro- terció Yener con una sonrisa maliciosa -.Porque las guardias en el puente de mando del Tibinco son muy, pero que muuuy largas...

Ante la cara de temor de la chica que realmente se puso blanca después de oír aquello. Yener se apresuró a añadir de modo despreocupado.

-¡Es una broma, no se preocupe alférez¡ ,¿por cierto ,que deseaba?.
-Vera señor, quería pedirle al teniente si me concedería jugar una partida en el simulador.- Se atrevió a exponer esta que todavía estaba tensa por el penúltimo comentario de su superior -.
-Será un placer alférez. - Sonrió Larus que preguntó a su vez -.Y no estaría mal que se presentase. ¿Cómo se llama usted?.
-Menra Delaier señor, llámeme Delaier si lo desea.
-Como quiera alférez Delaier.- .Concedió Larus de forma amable pasando a ofrecerle -. Entonces ¿jugamos?.


La muchacha asintió con una sonrisa que la embellecía todavía más y junto con Larus se sentó ante la consola, pulsando un botón apareció la modalidad combate con dos mandos y ella empuñando el suyo con decisión, le advirtió.

-Debo informarle que también soy bastante buena. En mi nave he ganado todos los torneos.
-¿Qué nave es la suya?.- Quiso saber Yener visiblemente interesado -.
-Estoy destinada en el portanaves Tibinco- .Repuso ella declarando atónita -. ¡Creí que ya lo sabía!, como antes dijo que....
-Lo dice por mi comentario de antes.- Se rió Yener muy divertido por la coincidencia -.¡No, que va, ha sido casualidad! . No tenía ni idea. Ya le dije que solo fue una broma. No piense más en eso- .La alivió con jocosidad -.Bueno, ¡vamos!, quiero ver quien de los dos es mejor.- Remachó divertido -.


Yener se lo estaba pasando bien con aquella chica. Con sus destrezas del Kail había podido intuir algo en ella. No es que fuese demasiado claro pero percibía la intención que tenía esa muchacha por agradarles, quería mostrarles lo que era capaz de hacer. Aunque el monje de Somer no podía precisar si tan solo se refería al juego o eso llegaba a más situaciones. Lo que estaba claro también es que ella se tomaba mucho interés en Larus y tampoco apartaba la atención del propio Yener. Lo mejor por el momento sería limitarse a observar los acontecimientos.


Y entre tanto ambos contendientes asintieron decididos y la partida comenzó .Al principio las cosas estaban igualadas, Larus se sorprendió gratamente, esta chica era una contrincante difícil de ganar, pero él demostró más práctica y acabó por llevarse la victoria. Delaier esbozó una leve sonrisa y reconoció su derrota.

-Es usted todo un maestro teniente. Lo admito .Nunca me habían ganado antes de ahora en esta forma. Y jamás un hombre.- Sentenció con una dureza impropia de su educado tono- .
-¿Y eso es importante?.- Le inquirió Larus con extrañeza -.
-No, supongo que no- se encogió de hombros ella con una voz queda agregando -.Muchas gracias por aceptar mi reto, espero que me concederá la revancha algún día.
-Cuando usted quiera, será un placer para mí. Suelo venir bastante por aquí- .Contestó él levantándose -. Ahora nos vamos, hasta luego.


Delaier saludó de nuevo en tanto los dos chicos se alejaban, ahora era ella la que estaba impresionada, el teniente Daet era alguien fuera de serie a la hora de jugar. Y el propio embajador Rant parecía transmitir una gran fuerza solo con su mirada. Tenido en cuenta lo que había oído sobre él, si la mitad de las cosas eran ciertas, ¡menudo tipo!. ¡Ojala que pudiera ingeniárselas para acercársele, era la ocasión perfecta y quién sabe si... mejor no, su actual pareja no estaría demasiado contenta con la idea. En fin, decidió dejar el tema por el momento y jugar otra partida, le hacía falta mucho entrenamiento si quería derrotar al teniente Daet. .Entre tanto, Yener le comentó divertidamente a Larus cuando se dirigían a la cantina.


-¡ Menudo bombón tienen en el Tibinco! y ha ido derechita a por ti. Le debes haber gustado.
-¡Oh vamos Yener, déjalo! - .Le pidió su amigo visiblemente ruborizado -.Sabes de sobra que yo..
-Vale- .Sonrió este pasándole amistosamente un brazo alrededor de los hombros a la par que exclamaba divertido - .¡Entonces para mí!.
-¿Y qué pasa entonces con esa atractiva oficial de Oumeya?.- Le inquirió su amigo devolviéndole la puya -.
-Me parece que ya tiene sus planes hechos sin mí - .Suspiró Yener que pareció decaer en su tono jovial -.
-¡Venga hombre, no te desanimes! - .Le pidió Larus que inquirió con pretendido despiste -.La alférez ¿cómo dijo que se llamaba?.
-Era un nombre muy raro si- .Convino Yener -.No me extraña que nos pidiera llamarla por su apellido, ja ,ja.

Ambos amigos se rieron y ocuparon sitio en la barra para tomarse un refresco.


Gina en tanto había estado muy ocupada en ese tiempo. Después de reencontrarse con su hermano y Kyra tuvo que pasar los informes de las reuniones del Consejo .Era un trabajo duro y aburrido pero su madre confiaba en ella y eso la llenaba de moral. Era algo muy importante para la meta que se había trazado. Desde siempre quiso llegar a algo importante en la vida. Por un lado tenía el ejemplo de su madre, en la diplomacia. Por otro el de su padre en la patrulla espacial, y por si fuera poco, su hermano Peter también destacaba en esta. No obstante Gina se había sentido algo relegada cuando se comparaba al resto de su familia. A ella no le entusiasmaba surcar el espacio como a su hermano o a su padre y no creía poseer el talento de su madre para manejar las comprometidas situaciones interplanetarias. Aunque ésta siempre le decía que esa habilidad se adquiría con la experiencia. Ella por el momento no la tenía y cuando miraba a su hermano se daba cuenta de que Peter había vivido tantas experiencias peligrosas en el cumplimiento de misiones arriesgadas que casi no podría ni recordarlas. ¡Y sólo era un par de años mayor que ella!. A veces tenía la impresión de ser la oveja negra de la familia en capacidad. No podía compararse a Peter, ni a Kyra ni a Gordon en pericia. De todos modos, ella ingresó en la academia espacial para hacerse un currículum que la ayudase después a pasar al servicio diplomático. Podía hacerse con unas buenas notas de acceso y siempre se tenía prioridad sobre los aspirantes que se limitaban a ingresar por la escuela de estudios diplomáticos desde el primer año. Estar graduada en la patrulla daba experiencia en relaciones con otros mundos. Pero sobre todo, le había ayudado a convalidar muchas asignaturas de la carrera. Ella había estado estudiando desde que terminó en la academia y ya pasó el curso puente .Pero eso no significaba nada aun. Cuando concluyera vendrían las oposiciones al cuerpo diplomático. Gina sabía que el ser hija de la presidenta no la ayudaría en nada a la hora de presentarse a esas pruebas, pero si lo haría que su madre le permitiera, en su calidad de oficial de Oumeya, el auxiliarla en ciertos cometidos menores. Por fortuna ella tenía también un curso de secretariado que le permitía ejercer como asistente de la presidenta en esas labores .Y sobre todo, al estar matriculada ahora en los cursos superiores de la escuela diplomática le serviría para ir aprendiendo .Era el complemento práctico ideal para sus clases de academia .Además, ahora con la inclusión de nuevos mundos se le abrían unas perspectivas inmejorables. Gracias a ser de las primeras en contactar pudo tener acceso a los idiomas de esos planetas. No era tonta y supuso que los que fuesen destinados a las legaciones que se deberían instalar en ellos, deberían dominar por lo menos el Comunitario, que era como llamaban los de la Cuádruple Alianza al idioma homologado y de uso común para todos sus planetas. Gina no había conseguido aun comenzar a estudiarlo en condiciones, pero había tenido mejor acceso al yumlaincer. Y para eso el conocer al embajador le había ayudado bastante. ¡Lástima que entre ellos se hubiera enfriado la amistad!. La muchacha suspiró, aun le quedaba mucho trabajo y estaba dejando que su mente se ausentase con esos pensamientos. Quiso continuar pero ya era tarde y podía dejar aquello para el día siguiente, se lo merecía. Gordon no tardaría en ir a buscarla, habían quedado para verse y realmente a ella le apetecía. Apreciaba mucho a ese chico, se conocían desde niños .Incluso le quería. Bueno, mejor no pensar en eso. Aunque ahora eran novios a veces eso le hacía sentirse incómoda .Le parecía que Gordon iba muy deprisa .O es que quizás ella deseaba ir más despacio o no se sentía preparada todavía. Si ese presuntuoso embajador no hubiera vuelto. No podía evitar que su mente acudiera a Yener una y otra vez, por el motivo que fuese. Pero de seguro que él se habría olvidado ya de ella, tenía muchas chicas para elegir.

-¡Hola hermanita! - .La saludó Peter que llegaba del gimnasio -. ¿Trabajando?.
-¿Eh?. Si eso hacía.- Pudo sonreír ella, -. Lo cierto es que su mente seguía en otra parte y su hermano la había cogido aun regresando a la realidad -.
-¡Pues no trabajes tanto, es una orden! - Río él que estaba de estupendo humor tras haber regresado a salvo de su periplo -.
-¿Qué tal Kyra?. ¿La has visto?- Le inquirió su hermana -.
-No, ella estará descansado supongo, se sentía agotada, tuvo que forzar sus sentidos para ayudarnos en el planeta, me dijo algo así como que esos seres bloqueaban sus poderes. Algo raro, pero bueno, lo principal es que todos estamos de vuelta.- Suspiró y añadió apesadumbradamente ahora, sintiéndose culpable por su olvido -.Bueno, todos no .¡Soy un estúpido!. Faltan dos de nuestros oficiales y varios más de otros planetas que murieron allí y yo me permito estar contento.
-Tú no tuviste la culpa de aquello.- Le animó Gina sintiéndose solidaria por él- .Bastante hiciste manteniendo a salvo a los demás.
-Labor de equipo- .Respondió Peter cambiando su semblante abatido por el más optimista que traía antes -.¿Y tú?.- Contraatacó queriendo saber -.Te he notado ausente.
-La responsabilidad, a veces me abruma .Mamá espera que yo haga un buen trabajo y no puedo decepcionarla.- Admitió ella en tono confidencial -.
-Y no lo harás, tú nunca podrías decepcionar ni a mamá ni a ninguno de nosotros - sonrió él besándola en la frente -.Estoy seguro...

Su hermana sonrió reconfortada, entonces llamaron a la puerta.

-¡Gina cariño! - .Se escuchó la voz melosa e impaciente de Gordon -.


Esta iba a responder cuando su hermano le hizo una seña para que se callase y entreabrió la puerta conteniendo la risa.

-¡Ya estoy aquí preciosa! - .Añadió entusiásticamente Gordon entrando por ella como una exhalación -.
-¿Qué tal cielo?.- Respondió Peter poniendo voz de falsete -.


La cara de su amigo era un poema. Estaba poniéndose rojo por momentos, casi del mismo color de su pelo .Peter y Gina le miraban fijamente sin decir nada tratando de aguantarse pero al final no pudieron evitar reírse a carcajadas.


-¡Bueno, ya os habéis cachondeado bastante! - .Pudo decir al fin el azorado muchacho levantando la vista a duras penas -.
-¡Perdona hombre- respondió Peter entre risas que amenazaban con hacerle caer al suelo -.Anda que os dejo solos para que puedas ensayar tu repertorio romántico.
-¡Que te zurzan! - le ladró su amigo dándole una colleja, mientras Peter se escabullía camino de su habitación sin parar de reír -.


Una vez que se fue, Gordon volvió a dirigirse hacia Gina que le miraba esbozando una amplia sonrisa.

-Tu hermano se porta a veces como un cretino pero me alegro mucho de que haya vuelto ya.
-Si- .Afirmó ella sin poder dejar de sonreír -.
-Cuando quieras nos vamos y deja ya de reírte, me haces avergonzar- .Le susurró él -.
-No me río de ti tonto, es la situación- .Repuso ella como pudo para evitar de nuevo la hilaridad -.Espera un poco, me cambio de ropa y nos marchamos.


Gordon se sentó en un sofá anexo a la habitación mientras su novia entraba en su cuarto y se arreglaba .La espera no duró demasiado pero aun de haber sido así, desde luego que merecía la pena. Gina salió luciendo un bonito vestido rojo y blanco que se ajustaba como un guante a su cuerpo.

-¡Vaya, que bonita estás! - Balbuceó el chico que lucía un traje de paisano de color ocre y sin muchas pretensiones, recorriéndola con la vista continuamente sin cansarse de hacerlo -.


-¿A dónde me vas a llevar?.- Le inquirió ella con una voz melosa -.Espero que a un sitio caro porque hoy estreno este vestido que me ha costado una fortuna.
-Bueno, se hará lo que se pueda- .Contestó Gordon que, disimuladamente echó mano a su tarjeta, ojalá que los créditos no se le hubieran agotado en exceso -.Esto de tener novia resulta caro a veces,- susurró ante la atenta mirada de Gina que frunció el ceño cómicamente -.
-¿Qué insinúas?.- Le inquirió fingiendo enfado -.
-¡Nada, nada! - se apresuró a rectificar él -. ¡Que vámonos o llegaremos tarde!.- Le ofreció un brazo del que ella se agarró con ganas y ambos salieron de la estancia -.


Cresat por su parte, se preocupaba de cosas menos agradables, en cuanto pudo cursó el informe vía subespacio para que llegase en menor tiempo .Y desde luego la contestación se hizo esperar todavía menos .En cuanto le llegó a las manos llamó a uno de sus subalternos.


-¡Busquen al Embajador y tráiganlo aquí rápido!, no importa donde esté ni lo que esté haciendo- .Ordenó tajantemente -.


Ajeno a esto Yener y su amigo Larus terminaron de beberse el refresco y de charlar distendidamente de los viejos tiempos, aficiones y como no, llegaron al inevitable tema de los deportes.

-Este año os vamos a dar una paliza- .Aseguraba Yener -.No tenéis nada que hacer.
-Si, seguro- sonrió Larus con cara de incredulidad -.Ya veremos quien se ríe al final.
-Pues nosotros como de costumbre -. Declaró Yener con tono de superioridad -.Ya lo estoy viendo, campeones de Liga, copa, Liga planetaria...
-¡Tú sueñas!.- Se pitorreo Larus -.Por cierto - recordó este cambiando algo de tercio aunque anclado en el mismo tema -.¿No jugaba la selección?.
-Si, iban a hacerlo cuando salí de Yumlaiance. Y no tengo ni idea de cómo quedarían.- Le respondió Yener mesándose la barbilla en actitud pensativa -.
-Esto de estar tan lejos de casa- .Se lamentó Larus que ahora sí varió de tema -.En fin, dentro de poco tendré permiso y me marcharé a ver a mi familia.
-Te lo mereces, son muchos meses fuera - convino Yener -.Pero vais a palmar...- Añadió de forma inmisericorde -.

Los dos seguían con las chanzas cuando un suboficial les vio y corrió a llamar a Yener.

-Señor. El contralmirante requiere su presencia de forma urgente.
-Voy- .Repuso éste despidiéndose a desgana de su amigo -.Luego nos vemos Larus...


Sin pérdida de tiempo siguió al suboficial al despacho del contralmirante. Quiso el azar que se cruzara con Gina y Gordon. Esta le saludó con la mano pero él pasó sin apenas reparar en ella lo que dejó bastante disgustada a la chica. Su novio aprovechó para comentar con pretendida indignación aunque en el fondo esa especie de deprecio le aliviaba e incluso regocijaba sobremanera, puesto que le daba la razón en lo que siempre había dicho sobre el tipo aquel.

-¡Ese tipo es un maleducado! .Yo lo dije desde que le vi la primera vez .Se cree superior a nosotros.
-Vayamos a cenar ¿quieres?.- Le pidió ella con tono alicaído, no quería hablar de ese tema-

Siguieron su camino mientras Yener se presentaba de inmediato ante su superior.

-Aquí estoy,- informó según entraba y saludaba -.
-Deja los saludos- le pidió Cresat con rictus serio -.¡He recibido respuesta de Yumlaiance .Mandé el informe hace poco más de veinte minutos y ya me han contestado! -.Agregó con un remarcado acento de asombro -.
-¿Cómo es eso posible señor?.- Quiso saber Yener sin poderlo creer -.¡De aquí a nuestro planeta se tardarían por lo menos cuatro horas de Oumeya, y eso por canal subespacial!.
-Es sencillo, mi mensaje fue recibido directamente por nuestra segunda flota, que al completo se dirige hacia aquí.- Le reveló el contralmirante -.
-¡La segunda flota al completo!.- Exclamó Yener visiblemente sorprendido -.
-Acompañada de la tercera de Ciloner y la segunda y la primera de Nataclia y Akapler respectivamente.- Le terminó de informar su superior -.
-¡Pero eso son cuatro flotas! - .Repuso el muchacho atónito -.Nunca se han unido un contingente así de fuerzas. ¿Qué demonios está pasando?.
-No lo sé, pero la cosa debe de ser muy grave. Los informes de ese Nataclier son exactos y el almirante Rodert, que manda nuestra flota, nos ha felicitado por la discreción que hemos demostrado. Nos ha ordenado también que preparemos la recepción para el nuevo Embajador el Conde de Chrest. – Una vez dijo eso Cresat suspiró añadiendo con pesar -. Lo siento muchacho, has sido relevado
-No, no se preocupe señor- .Sonrió Yener que parecía sentirse más que contrariado incluso aliviado -. Prefiero quitarme de en medio en materias de política .Me he dado cuenta de que prefiero la acción. Con una nave estaré más que contento.
-Es que hay más que te concierne- .Le explicó el Contralmirante -.Van a enviarte al ejército con grado de coronel. Y de allí a Yumlaiance, debes volver al monasterio del Kail. Órdenes directas del Emperador según me han dicho.


Yener se quedó atónito, no acertaba a comprender nada. Ahora cuando más familiarizado estaba con su gestión y mejor desempeñaba su cometido era relevado, eso todavía podría tener una explicación pero ser enviado de vuelta a Yumlaiance y concretamente al monasterio, no podía entenderlo pero eran órdenes imperiales y nada más había que discutir .Simplemente proceder como le habían mandado.

-Enseguida comenzaré a prepararlo todo señor.- Declaró con gran profesionalidad dispuesto para acatar las órdenes sin reservas -.
-Muy bien muchacho- .Afirmó aprobatoriamente Cresat dándole una ligera palmada en la espalda y añadiendo con amabilidad -.Por si te sirve de algo lo has hecho muy bien, puedes sentirte orgulloso.


El todavía embajador se retiró cabizbajo .Entre tanto, en la sede de gobierno de Casiopenae el senado debatía intensamente la política a seguir. Claro que ahora sus decisiones no tenían demasiada validez. Tirelius había tomado el poder pero tuvo la suficiente sensatez como para mantenerlos como órgano consultor .Con mucho interés, al menos en apariencia, asistía desde su sillón presidencial a los argumentos encontrados de las diversas facciones.


-Yo creo- .Declaró un anciano senador tocado con la púrpura más distinguida - que después del incidente de Keber II y el rescate de nuestros conciudadanos debemos replantearnos nuestra política externa con la Confederación regresando a su seno.
-Pues yo pienso lo contrario- .Rebatió un miembro del partido militar adepto, claro está, de Tirelius -.Nuestras decisiones deben permanecer inalteradas. Sería reconocer que hemos cometido un error.
-No se trata de eso-, terció otro miembro, compañero del anciano, del partido del pueblo, formación esta de talante pacifista -.Los de la Confederación y la Cuádruple alianza ,¡salvaron a una de nuestras compañías de soldados de caer víctimas de una muerte segura!. El informe de su capitán así lo expone .¡Se comportaron como aliados!. Además de ocuparse de salvar a nuestros paisanos de la muerte tan horrible que les hubiera acaecido en Keber II. Cosa que nuestra gran flota - y subrayó esta frase con ironía- .No tuvo ocasión de hacer al estar ocupada en otros propósitos más importantes según expusieron ustedes.
-Y en verdad que era así. Hay prioridades en la cuestión de la defensa de nuestro planeta -. Arguyó el activista militar -.A veces, por duro y terrible que parezca deben sacrificarse a unos miles por la seguridad de millones.
-Señores,- intervino Tirelius con un tono bastante relajado y hasta conciliador -.Bien está que todos discutamos acerca de lo mejor para nuestro planeta. Todos queremos eso y de seguro que eso saldrá de este noble senado .Aquí se han dado muy buenas sugerencias...- Silencio dramático que el general rompió para continuar su argumentación- .Paz...y amistad. Claro que queremos eso. Con todos los pueblos del universo. Pero también tenemos la obligación de velar por el desarrollo y bienestar de nuestro planeta. Necesitamos expandirnos y buscar más riqueza .Eso debe hacerse en otros mundos y ya sabemos todos lo inflexible que se muestra la confederación de Oumeya para tales propósitos. Nos constriñen a un espacio que es ínfimo para nuestras posibilidades, la ruptura con ellos era pues inevitable .Pero ello no significa que estemos enemistados ni vayamos a la guerra, nada más lejos de nuestra intención .Lo mismo ocurre con este augusto senado al que respetamos y queremos pero que ahora no es el mejor vehículo para dictar la política de Casiopenae.


Todos los congregados escuchaban en silencio, los dignatarios del partido del pueblo, indignados, los del partido militar de Tirelius con evidente satisfacción .Entonces la mano del anciano se alzó y el general, con gestos de gran cortesía, le cedió la palabra que éste tomó.


-Este senado ha dirigido los destinos de este mundo desde hace siglos. Bajo sus dictámenes que a usted no le parecen ahora válidos, Casiopenae ha prosperado y se ha engrandecido.
-Si, venerable senador Gailus - concedió Tirelius con inusitada amabilidad aunque añadiendo acto seguido de una forma firme -.Pero eso fue en el pasado. Hoy son nuevos tiempos, tiempos que requieren visiones nuevas y que implican decisiones no solo importantes sino que deben tomarse de forma rápida. Este senado es magnifico como órgano consultivo, pero las deliberaciones tan costosas que requiere le invalidan para ejercer la autoridad práctica. Tenemos nuevos y poderosísimos aliados que nos ayudarán a llevar a cabo nuestros propósitos. Yo personalmente me ocupé de trabar amistad con ellos y encauzar nuestros caminos .Pero, son duros negociadores y desean contrapartidas, ¡y no esperan!.- Sentenció dejando esta última frase en suspenso para hacer constar su importancia y después añadió para hacer ver de forma magistral la forma en la que se debía actuar -. Debemos estar dispuestos a responder con rapidez y agilidad a sus peticiones.
-¿No serán demandas?.- Terció Gailus con un tono de advertencia que bordeaba el drama -.¡Cuidado Tirelius!, pues si son tan poderosos como aseguras no te será posible dominarlos. Y eso, un día no muy lejano podría volverse en contra no solo tuya y de tu ejército, sino de toda Casiopenae.


Al término de la alocución del anciano se levantaron rumores de aprobación entre los de su partido y de duda en los afines a Tirelius, aunque este se encargó pronto de acallarlos para decir.

-Tu preocupación como siempre es necesaria tratándose de un padre de la patria. Desde la perspectiva de la vejez es normal que seas prudente, pero te aseguro que no hay nada que temer .Estos aliados son fieles y se mueven con los mismos intereses que nosotros. Además, a ellos no les interesan las conquistas terrenales .Su objetivo es la continua mejora de su especie.
-¿De qué especie nos está hablando general?.- Quiso saber otro miembro del partido opuesto con franca curiosidad -.
-Esa es una sorpresa que, no tardando mucho, les revelaré, pero todavía no ha llegado el momento.- Replicó este con un tinte de misterio casi burlesco -.


Hubo rumores e incluso protestas por aquel secretísmo en asuntos de estado, pero en esta ocasión Tirelius les desatendió y una vez se acallaron por sí solos volvió a hablar para dar por terminada la sesión. El senado se disolvió y el general abandonó la sala. Los aliados de los que hablaba se dirigían hacia un sistema solar cercano a la Confederación con una enorme flota y cuatro gigantescas naves .Lejos de ellos, también la flota de la Cuádruple Alianza se acercaba a Oumeya. ¿Chocarían las dos grandes armadas?. ¿Se tratarían de aquellos misteriosos y temidos Nephralers que tanto temían los de la Cuádruple Alianza ?. ¿O por el contrario no tendrían nada que ver con los misteriosos aliados de los que Tirelius presumía?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, si sois tan amables y no os es molestia, comentar vuestras impresiones sobre lo que habéis leído. Me vendría muy bien para mejorar y conocer vuestras opiniones sobre mis historias. Muchas gracias. ;)