jueves, 3 de marzo de 2011

UNC 21

Capitulo 21.Nuevos destinos.

Yener se dirigió al despacho de la presidenta de Oumeya al efecto de informarle de la llegada de las flotas combinadas de los Aliados. Tras la petición formal de rigor, ésta le invitó a pasar y el muchacho entró saludando con una ligera inclinación, deferencia habitual para personas de alto rango, que sin embargo había desterrado en los últimos tiempos con Lora al haber adquirido una confianza con ella. La presidenta se sorprendió mucho de la seriedad y el protocolo que exhibía el chico, demasiado aparatoso para lo que últimamente acostumbraban y cuando éste le puso al corriente de las noticias, enseguida preguntó.

-¿A qué se debe tal despliegue militar?.
-Lamento no poder responderle a eso- .Contestó éste con gesto cariacontecido -.Pero es algo que ni yo mismo sé.
-Vaya, pues entonces habrá que esperar- .Repuso resignadamente Lora -.
-Y debo informarle también de que seré relevado como embajador de mi planeta tan pronto llegue mi sustituto que viaja en una de esas naves.- Declaró el chico con un tono de pesar -.Me transfieren de ejército con grado de coronel y me envían de vuelta a Yumlaiance.
-Será una lástima, ha hecho usted grandes cosas y se ha ganado nuestro aprecio.- Le sonrió la presidenta de Oumeya que le dedicaba ese elogio con sinceridad y profundo agradecimiento, lo cierto es que ese muchacho había salvado a su hijo ya en dos ocasiones -.Le vamos a echar de menos capitán Rant. Perdone usted, coronel. Aunque quizás pueda servirle de mucho a nuestra legación porque vamos a mandarles un grupo diplomático. Entre el cual irá seguramente mi propia hija.

Yener se permitió una falsa sonrisa de cortesía que eliminó rápidamente para asegurar.

-Será un honor servirles de guía en el viaje y su llegada durante el tiempo que me permitan hacerlo.


Lora se extrañó de esas palabras, habían sonado algo frías pese a la aparente cordialidad que el yumlaincer había tratado de imbuir en ellas y Yener, consciente también de esto, le aclaró intentando enmendar esa apreciación.

-Supongo que tendré que prepararme para mis nuevas obligaciones, pero le aseguro que si su hija viene a mi planeta me ocuparé personalmente de que sus primeros días de estancia sean lo más agradables posibles. Supongo que tendré que comentárselo para saber cuando vendrá.
-El caso es que mi hija aun no lo sabe.- Le desveló la presidenta en tono confidencial -.Tengo que decírselo.
-Quizás ella no quiera - .Conjeturó Yener con tono dubitativo-
-Soy su madre y la conozco- sonrió Lora con expresión benévola, desvelándole a su interlocutor con tono más distendido -.Está muy ilusionada con la carrera diplomática y un destino en su mundo le encantará.
-Entonces con su permiso debo dejarla- .Se despidió Yener en lo que parecía una forma algo brusca pese a su tinte de pretendida amabilidad -.Aun me quedan cosas que organizar .Adiós y buena suerte señora presidenta, fue un placer conocerla y tratar con usted.


Lora le observó atónita en tanto que Yener salía del despacho directo a sus siguientes obligaciones. Lo cierto es que la posible compañía de Gina en el viaje no le hacía excesiva gracia. Ella había elegido ya y salía con ese tarugo de la confederación. Además, él tendría que ocuparse de muchas cosas a su vuelta. Sobre todo de su elección para el canto de Maray. Quizás le relevasen por eso, tenía que entrenarse y aprender a entonar la canción. Aunque a decir verdad, ahora no tenías demasiadas ganas de cantar.


Gina por su parte no se sentía demasiado bien, no dejaba de darle vueltas a la cabeza, sus estudios, la frialdad de Yener , pensó en estas dos cuestiones durante toda la cena con Gordon y estuvo algo ausente .Afortunadamente él no se dio cuenta, a la chica le bastaba con sonreírle de vez en cuando para mantenerle encandilado .¡Pobre muchacho! .Pero ella no paraba de pensar en como había pasado Yener a su lado sin molestarse siquiera en mirarla .Siempre existía la posibilidad de que no la hubiera visto, o que no la reconociera, pero eso era engañarse a sí misma. Lo más seguro es que después de la conversación que mantuvieron él hubiese decidido ignorarla.

-Me lo he pasado muy bien- .Sonrió Gordon observándola con ojos de ternero degollado cuando se volvían a sus habitaciones -.Tendremos que repetirlo a menudo.
-Si claro- convino ella de forma desapasionada -.Supongo que un día de estos.

El chico la miró sorprendido, a lo que ella reaccionó para subsanar su lapsus con un tono más animado añadiendo.


-Cuando nuestro trabajo nos deje claro, además, no quiero arruinarte, ja, ja...
-Bueno, la verdad es que el sueldo de un teniente no da para tanto.- Rió él, también convencido de que todo marchaba estupendamente.-


Por fin llegaron a sus estancias, Gordon se despidió de su novia con un beso en los labios que prolongó durante unos segundos. Gina se dejó hacer y cuando se separaron él la deseó buenas noches y se alejó silbando de contento. Ella se metió en su cuarto y mecánicamente conectó el videocontestador, se sorprendió al descubrir la cara de circunstancias que mostraba su madre que le decía.

-¡Gina hija!, pásate a verme a casa!. No te preocupes por la hora, seguramente estaré despierta, además, tu padre y yo tenemos que decirte algo importante.


La curiosidad e incluso la preocupación abordaron a la muchacha. ¿Qué sería tan importante para que fuera a ver a sus padres a cualquier hora? .Sin pérdida de tiempo se cambió de ropa por otra más cómoda y fue a la casa de estos.

Lora y Pier estaban los dos sentados en el sofá. Ella le había comentado a su marido los que habló con Yener y él le respondió no teniéndolas todas consigo.

-Bueno, si la niña está de acuerdo. A mí me parece bien, pero ¿tú crees que podrá hacerlo?.
-No me cabe duda- .Afirmó su mujer -.Es una chica lista y le conviene ir adquiriendo experiencia.


La conversación entre los dos se desarrolló durante unos minutos más hasta que llamaron a la puerta. Con el videoportero holográfico descubrieron que era Gina, enseguida le abrieron y la muchacha entró preguntando sin más rodeos.

-¿Qué es eso tan importante que tenéis que decirme?.

Sus padres se miraron y Lora entonces respondió con otra pregunta.

-¿Has terminado ya los informes que te pedí?.


Gina la miró atónita durante unos instantes, después sonrió y meneó la cabeza visiblemente desconcertada y contestando a su vez con una sonrisa incrédula e incluso con un tinte molesto en su voz.

-Mamá, ¿me llamas a estas horas para preguntarme eso? .¡Pues claro que sí!, me llevó toda la tarde...
-¡Estupendo hija! - .Declaró Lora con excesiva satisfacción cambiando totalmente de tema como si eso fuera lo más natural- .Entonces, si no tienes nada más que hacer .¿Qué te parecería un nuevo destino?.
-¿Nuevo destino? ,¿a dónde?.- Inquirió ella completamente desorientada por la sorpresa -.
-Vamos a enviar una legación diplomática fuera de la confederación .He pensado que te gustaría ir para adquirir experiencia. Eso es todo.- Respondió su madre-
-¿Podría ir?.- Sonrió Gina entusiasmada inquiriendo de inmediato con desbordante curiosidad -.¿A qué planeta sería?..
-A Yumlaiance,- respondió rotundamente Lora con un inequívoco tinte complacencia. –


Gina se quedó aturdida. En un instante su cabeza se vio surcada por muchos pensamientos a la vez. Era un caleidoscopio de emociones tan contrapuestas en algunos casos que no sabía ni como se sentía .Emoción, miedo a la responsabilidad, ganas de comenzar su carrera diplomática en serio con una oportunidad única, agradecimiento a sus padres por confiar en ella. Por otro lado reparo por ir al planeta de Yener mientras él permanecía en Oumeya y también lástima por dejar a Gordon y que él no lo tomase bien. Era algo tan complejo que sólo pudo musitar un...


-Gracias mamá.
-¿Solo eso?.- Exclamó Pier mirando a su hija con expresión incrédula dibujada en su normalmente sereno rostro -.Creía que ibas a saltar de alegría cuando tu madre te lo contara .Además, irás en una nave de Yumlaiance acompañando al embajador saliente. Tu amigo el coronel Rant.
-¿Embajador saliente?.- Repitió la chica todavía más sorprendida -.¿Se va?.
-Si,- le explicó Lora -.Vino a decirme que le han relevado y que regresa a su planeta. He pensado que podrías hacer viaje con él para que te ayude a adaptarte. El coronel Rant me ha contestado que lo hará encantado .Aunque también tiene obligaciones que atender en cuanto llegue.
-No quisiera ser un estorbo- .Objetó Gina cabizbaja y apresurándose en agregar - y quizás no esté preparada todavía .Mejor elige a otra persona- .Añadió con pesar para asombro de sus padres -.
-¿Qué te ocurre hija?.- Quiso saber Lora atónita también -.Estaba segura de que ibas a aceptar.
-No sé,- intentó contestar ella tratando de pensar en algo - .Me hubiera gustado pero...
-Pero que- la interrogó su padre sin dejarla terminar -.Es normal que tengas dudas, ser diplomática en cualquiera de los mundos de la Confederación es una gran responsabilidad.


La cara de su hija no parecía alterarse por ese discurso. Lora se daba cuenta de ello y añadió con más sutileza.

-No debes echarte atrás, confiamos plenamente en ti, estás preparada y en esta carrera uno debe saber controlar sus emociones personales en beneficio de los demás .Y de todos modos no puedo contar con otra persona en la que crea más que en ti. Tienes conocimientos del idioma y te has relacionado con oficiales de alto rango de ese mundo. ¿Qué me dices hija?.
-Todavía son unos conocimientos muy precarios mamá- Afirmó modestamente ella añadiendo a renglón seguido con poco entusiasmo –Y mis relaciones con los yumlaincers, bueno, no son tan...influyentes.- Pudo decir tras emplear unos tensos instantes en buscar una palabra no excesivamente delatora -.


Lora no era tonta y sospechaba que había ocurrido algo entre su hija y el Coronel Rant. No era lógico por una parte, el nulo entusiasmo de éste cuando ella le comentó que Gina podría ir destinada a su planeta, y por otra, la renuncia de su hija justificada en esos absurdos y sombríos términos. Lora la conocía lo bastante bien como para darse cuenta de que si ese ofrecimiento hubiera llegado meses antes, cuando Rant fue a su planeta, Gina habría saltado de alegría. Su hija era de temperamento callado y muy tímido, además de ser demasiado sensible, era normal, a fin de cuentas había estado muy protegida desde niña. Peter de siempre fue más aventurero y suficiente. Le tocó una etapa particularmente difícil en las carreras de sus padres que no pudieron dedicarle excesivo tiempo. Dos años después, cuando Gina nació, Lora había obtenido su plaza por oposición en la diplomacia de Oumeya tras haber pasado algunos años en la Tierra como agregada. Pier, entre tanto, acababa de ascender a jefe de patrulla del mismo mundo. Su hija fue para ambos un premio más a sus recién conseguidos logros y pudieron cuidarla con más tiempo y dedicación en sus primeros años. Peter al ser mayor acompañaba muchas veces a su padre a las bases de la Confederación y podía decirse que jugaba con naves de verdad en lugar de maquetas. Gina en tanto al tener menor edad precisó los cuidados directos de su madre que ya no se despegó de ella hasta que la chica cumplió los doce años, cuando comenzó la escalada definitiva de Lora que la llevaría a la presidencia del congreso. Fue un golpe quizás para Gina que a esa edad tan problemática del cambio a mujer su madre le dedicase menos tiempo. Pero la niña creció, pese a todo protegida ahora por su hermano y ella se dedicó a imitarle. Cuando Peter ingresó en la academia espacial ella se decidió a hacerlo también. Pero en realidad y su madre lo sabía bien, a la muchacha le hubiera gustado más centrarse en la política desde el principio. Siempre tuvo vocación de mediadora y sabía escuchar a los demás. Con la dulzura de su carácter y su timidez lograba conciliar situaciones comprometidas y hacer que casi todo el mundo se sintiera cómodo con ella. Lo malo es que carecía de un temperamento fuerte para casos de necesidad. Y eso debía de aprenderlo. Por ello y reflexionando sobre el tema, Lora creyó bueno para ella que fuese a Yumlaiance. Si la relación entre su hija y el ya ex embajador Rant se había vuelto tensa, tanto mejor. Si tenía que verle a menudo y obligarse a conversar con él iría de este modo forjando su carácter. Eso le haría mucha falta. ¡Bien que lo sabía la propia Lora!. Se recordaba a sí misma cuando era aun una jovencita llena de ilusiones y con mucha candidez en ese mundo tan enrevesado de la política interplanetaria. Había tenido que aprender a costa de muchos malos tragos y sinsabores. Por suerte Pier estuvo allí para apoyarla, aunque en muchas ocasiones llegasen a discutir por problemas ajenos del todo a su matrimonio. Pero los dos habían madurado y aprendido de aquello y ahora tanto su marido como ella deseaban que su hija hiciera algo parecido si realmente quería seguir la carrera de diplomática. Pier debía de estar pensado eso mismo cuando tomó la palabra dirigiéndose a su hija.

-Gina, tendrás que sufrir muchos inconvenientes y soportar cantidad de sinsabores. Te sucederá en cualquier parte a la que debas ir, si es que quieres realmente llegar a hacer carrera en el oficio de tu madre.


Lora asintió solidariamente y su hija hizo lo propio con cierta gravedad, para después volver a sonreír. Sus padres tenía razón, no había ningún motivo para renunciar, una oportunidad así difícilmente se presentaría otra vez, y si la tenía sin duda sería después de mucho tiempo .Y sobre todo era un reto, para su preparación y para sus propios sentimientos .Ella de siempre había rehuido los conflictos pero sabía que no podría hacerlo durante toda la vida. Si pretendía luchar por algo que le mereciese la pena era precisamente por esto.

- Si, iré- Declaró ahora del todo convencida -.Y no os decepcionaré.
-Estamos seguros de ello- .Afirmó su padre dándole un abrazo -.
-Mejor vete a descansar- .Le aconsejó su madre -.Mañana se lo contaremos a tu hermano y los otros.
-Pienso también en Gordon- suspiró la chica con el semblante de nuevo preocupado- .No sería justo dejarle.
-¡No le vas a dejar!, además, él lo entenderá, también es oficial de la confederación y debe salir a patrullar por la galaxia. Es parte de nuestro trabajo. Y eso no quiere decir que no podáis veros en permisos o llamaros.- Arguyó Lora -.
-Si lo vuestro es serio- .Añadió Pier dando en la diana -.Seguro que esto os lo reforzará. Recuerdo que tu madre y yo pasamos bastante tiempo alejados cuando ella estuvo en la Tierra.
-Y fue una temporada estupenda- .Afirmó Lora -.Tu padre estuvo de lo más atento, tenía miedo de que me quedase con un terrícola, ja, ja- .Rió en tanto Pier le tapaba la boca visiblemente azorado -.
-Aprenderé mucho- asintió su hija que sonriendo ante aquello se alejó rumbo a la puerta -.¡Hasta mañana y muchas gracias !- .Se despidió con los ánimos renovados, dejando solos a sus padres -.


Una vez se hubo ido su hija Pier suspiró e hizo algunas bromas a raíz de aquel comentario de Lora. Ninguno de los dos, no obstante, quiso profundizar en el tema que implicaba a Yener y a su hija. Sin tener que hablar de ello ambos sabían de sobra lo que sucedía. Y después de una breve pausa de silencio, el coronel Larans pasó a cosas más serias, o mejor dicho, de interés planetario, sentándose de nuevo en el sofá con una pierna cruzada sobre la otra e inquiriéndole a su mujer.

-Casi lo olvidaba. Quería preguntarte sobre esa flota de la Cuádruple Alianza .¿No te dijo Rant por qué venían tantas naves?.
-No, no podía decírmelo, me explicó que ni él lo sabía.- Respondió Lora -.Quizás sean asuntos al margen de nuestra confederación.
-¿Entonces qué iban a hacer aquí?.- Exclamó Pier a modo de pregunta retórica -.


Su mujer no contestó, estaba claro que también se hacía esa misma pregunta .Pero las respuestas habría que dejarlas para el día siguiente .Y la mañana que siguió la flota combinada de la Cuádruple Alianza estaba ya cerca de Oumeya. Pidieron permiso para mandar una nave lanzadera, a bordo de la cual iba el nuevo embajador y el almirante jefe de la flota de Yumlaiance, así como otros altos cargos de los tres planetas restantes de la flota. Lora concedió el permiso deseando a su vez de averiguar el motivo de la presencia de tales fuerzas en el espacio de la federación. Yener por su parte también se disponía a recibir a su nuevo Embajador. Aunque esto no sería oficial hasta que se celebrase la ceremonia de traspaso de poderes .Junto al muchacho estaban su amigo Larus y también Nerel que había vuelto de su misión.


-¡Vaya, esto es increíble!, aun no comprendo como ha enviado a tantas flotas al completo. - Declaró asombrado Larus -.
-No creo que se deba a la presencia de los de Casiopenae - .Repuso perspicazmente Nerel -.
-Si no más bien a que deben saber lo que tú nos contaste.- Añadió preocupadamente Yener -.La amenaza de los Nephralers debe ser incluso mucho más grave de lo que parece.
-No hay que ser tan alarmista- repuso Nerel -.Puede que no sea sólo eso .O quizás no tenga que ver.
-¿Ya sabes alguna cosa más que nosotros desconocemos?.- Le inquirió Yener con marcado retintín -.
-Tampoco soy un oráculo. No lo sé todo - .Sonrió su interlocutor que parecía regocijarse con la cara a medio camino entre el alivio y la decepción que sus oyentes ponían al oírle dar tal respuesta.-


Yener sobre todo estaba bastante harto de esas réplicas tan evasivas o carentes de significado. La capacidad para hablar mucho y no decir nada de ese nataclier le exasperaba hasta límites insospechados. Más cuando no podía sacarle nada, ni siquiera utilizando sus disciplinas del Kail. De buena gana le hubiera atornillado el cerebro a veces con un ataque psíquico para “hacerle confesar”. Pero violaría un montón de protocolos y acuerdos. Y Nerel era inasequible a un mero tanteo. Por eso al nataclier no le extrañó que Yener le comentase con irritación contenida pero bien perceptible para cualquiera que le escuchase.

-Me estoy empezando a cansar de tus adivinanzas. ¿Algún día te dignarás dar una respuesta clara?.

Nerel sólo se encogió de hombros, se preguntaba cuanto más se iba a molestar Yener por ese gesto y pudo comprobar no sin satisfacción, que bastante. Por fortuna, Larus estaba bien atento a eso y optó por mediar como siempre.

-Dale un respiro Yener- le pidió a su amigo -.Nerel no está al corriente de todo lo que sucede.


El de Nataclia asintió sabiendo que había llegado la hora de ser conciliador para decir con mucha más amabilidad.

-Te agradezco que me tengas en tan alta estima pero Larus tiene razón. Tengo acceso a una información limitada, solo soy un mero oficial de inteligencia, no el jefe del servicio Yener.


El de Yumlaiance tenía un debate interno, no sabía que era más irritante en ese nataclier, su tono puntilloso y enigmático o su pretendida cordialidad. Ambas le daban cien patadas pero en este caso el tipo parecía ser sincero. Aunque tampoco podía estar seguro de ello. Tratándose de ese bastardo le estaría ocultando alguna carta con truco. Y si Yener llegaba a descubrirla Asety le diría. “Eso no me lo preguntaste” o “ no interpretaste bien lo que quise decir “. Y declararía algo así sin inmutar su estúpida sonrisita.–


-<<¡Qué pena de ataque psíquico, aunque fuera uno pequeñito, para que le doliera la cabeza un rato! >>- .Pensaba Yener con resignada frustración. –
-Bueno, ahora dejemos esos temas- .Terció Larus que, para animar a su compañero le ofreció -.-¿Qué te parece si cuando estemos en la nave montamos una fiesta?.


Yener sonrió. Aquella era una buena idea y le gustó la oferta de su amigo por dos razones. Primera, para hacerle prometer a Larus que cantaría algo. Segunda para fastidiar a Nerel. En primer lugar, porque el nataclier no iba a estar en ella, en segundo para que el propio Yener pudiera dejar de esbozar ese gesto avinagrado que seguramente tendría hasta este momento y sustituirlo por otro distendido a fin de dejar de divertir a ese maldito nataclier .Creyó haberlo logrado cuando este volvió a la carga con otra de sus afiladas observaciones, que como siempre parecía ir disfrazada con la mejor de las intenciones.


-Lo que sí me sorprende es que te hayan relevado- .Dijo entonces Asety -.Según tengo entendido lo estabas haciendo muy bien al frente de la embajada.
-Quizás sea por eso mismo- .Terció Larus no en broma como solía hacer sino con un profundo tinte reflexivo -.


Yener no respondió, a lo mejor en esto era de veras sincero el nataclier. Objetivamente hablando su gestión no podía valorarse de forma negativa. Y la última observación de Larus era muy aguda. Quizás estaba demasiado bien encaminada. De todos modos, esas elucubraciones cesaron pues llegó Cresat para unirse a ellos en el grupo de los que aguardaban la llegada de las nuevas autoridades .Todos saludaron de inmediato y el contralmirante les devolvió el saludo.


-Muy bien muchachos- .Declaró con visible curiosidad -.Espero que ahora el Almirante Tolert se digne explicarnos lo que sucede.
-Pronto lo sabremos señor- .Intervino Larus señalando una nave que tomaba tierra en el astropuerto -.Ahí están.

Efectivamente era la lanzadera de desembarco .Un grupo de soldados formados para rendir honores y una representación al completo de dignatarios de la confederación de mundos aguardaban también. Cresat, Yener y los demás se encaminaron hacia allí y esperaron junto a Lora ,Pier y algunos otros representantes de los diversos planetas .Finalmente la lanzadera se abrió y de ella, precedidos por un pelotón de soldados descendieron el Almirante y el Conde de Chrest .Lora, en representación de la confederación de planetas les dio la bienvenida y tras los saludos de rigor, el almirante, hombre alto y corpulento de barba morena y pelo corto del mismo tono, pasó a dirigirse hacia sus oficiales .Cresat y los demás se cuadraron y saludaron en el acto.


-Descansen- .Les pidió Tolert -.¡Me alegro de conocerles por fin!, tengo excelentes referencias de ustedes .- Tras unos instantes reanudó sus palabras presentando al nuevo embajador -.Este es el Conde Onit de Chrest. Designado por su majestad imperial como nuevo embajador.

El conde de Chrest era un hombre ya entrado en años, de pelo cano y mediana estatura. Enseguida tomó la palabra para dirigirse a Yener preguntando.

-¿Usted es el embajador saliente, verdad?.
-Si señor- .Corroboró este -.Capitán de navío Yener Rant, transferido al ejército con el grado de Coronel.
-Muy bien, tengo para usted un mensaje personal de su mentor del Kail, el maestro Azor Ligero.- Le informó el conde sacando un pergamino lacrado con el sello del monasterio que entregó a su joven interlocutor -.Debe saber que el Emperador se encuentra muy satisfecho de su labor y que su relevo no obedece sino al interés que tienen por usted algunas de las más altas instancias de nuestro planeta.
-Muy bien.- Sonrió el almirante Tolert retomando la palabra de forma campechana -.Supongo que tendrán ustedes preguntas que hacernos .Hablen pues que tengo ganas de responderlas y marcharme a descansar.
-Señor- terció respetuosamente Cresat -.Si no es inconveniencia creo que todos aquí estamos sorprendidos de que se haya enviado una flota de tan tremendas dimensiones...
-Si, lo imaginaba- .Resopló el almirante que respondió despreocupadamente -.El alto estado mayor de la Cuádruple Alianza ha juzgado que en vista de las dimensiones del espacio descubierto y la cantidad de planetas nuevos que han entrado en juego debemos aumentar el centro de operaciones de nuestras flotas .Separar sus bases entre ellas, pues de seguir con el modelo que imperaba habría un gran desequilibrio de distancia .Así, en el caso de nuestro mundo, la segunda flota se instalará en la zona de Oumeya y se dedicará plenamente a las operaciones relacionadas con su confederación. La tercera irá al sistema Neger en el cuadrante suroccidental para vigilar nuestras fronteras con los Nephralers y la primera estará en nuestro propio sistema solar, no muy lejos de Yumlaiance.
-Pero señor- objetó Yener con hablar pausado y coherente -.Pese a que nuestras flotas son grandes es demasiada distancia las que las va a separar, no podrán apoyarse como antes.
-No se preocupe Capitán.- Sonrió Tolert casi de forma condescendiente -.Para eso están las flotas de los demás mundos aliados .Nos iremos turnando y unas veces escuadras de unas y de otras se posicionarán en lugares intermedios a fin de mantener una comunicación .La flota de Nataclia será la primera en ocuparse del enlace. ¿Verdad teniente?.- Inquirió a Nerel que enseguida convino en ello con gran cortesía y respeto -.
-Naturalmente señor. Pueden contar con nosotros.
-ja, ja- rió el almirante añadiendo para el nataclier -.¡Espero que lo hagan mejor que en el fútbol .Les hemos ganado tres a uno!.


Yener y Larus se sonrieron, hasta el contralmirante Cresat pareció divertido por aquel comentario en tanto que Nerel azorado y sobre todo sorprendido, pudo responder con su invariable ecuanimidad.

-Bueno, pues les felicito señor, aunque otra vez ya ganaremos nosotros.
-Si, supongo, pero que ganas tenía de coger a un nataclier para restregárselo- .Rió el almirante con ganas a la par que proseguía con un tinte conciliador -.No se lo tome a mal ,es una broma.
-No, por supuesto señor- .Asintió Nerel soportando estoicamente las risitas de sus amigos, sobre todo las de Yener que se estaba tomando su revancha personal y parecía disfrutar bastante -.

El Conde de Chrest que parecía menos interesado en esos asuntos, intervino de nuevo diciéndole a Yener.

-Me gustaría que me pusiera al corriente de cómo están aquí las cosas. Quisiera encargarme de todo cuanto antes a fin de dejarle a usted vía libre para sus preparativos de viaje.
-Le informaré de todo con sumo gusto- respondió este -.Pero hay algo que a todos nos inquieta y que debo preguntarles.
-Con su permiso- .Le cortó Nerel -.Tengo que irme a informar a mis superiores.
-Claro, puede marcharse- .Le autorizó el almirante que, de inmediato, invitó a Yener a continuar de forma más clara una vez que Asety se hubo ido e incluso parecía estar ansioso por que lo hiciera cuando agregó con apremio -.¡Díganos capitán!.
-El oficial que se acaba de marchar nos informó de que habían avistado naves de Nephralers en un sistema solar no muy lejano de aquí. Una flota apreciable. ¿No será que han traído tantas naves a causa de ello?.- Le preguntó Yener a su vez -.

Los rostros de todos se tornaron expectantes mientras el almirante se tomaban unos instantes para responder.

-Efectivamente- declaró este -.Recibimos su informe vía subespacio cuando nos dirigíamos hacia aquí. Ya conocíamos los movimientos de la flota nephraler pero no tiene tantas naves como para inquietarnos seriamente. Con las actuales fuerzas podríamos hacerles frente en caso de necesidad. Este despliegue se debe, como ya les he explicado, a una reestructuración estratégica.
-Eso nos deja más tranquilos sin duda- afirmó Cresat -.¿Entonces que ocurrirá con las naves destacadas aquí hasta la fecha?.
-Volverán a Yumlaiance, se han ganado un descanso.- Les respondió el almirante enunciando a continuación -.Usted contralmirante también regresará .El alto mando de la flota desea que se tome unas vacaciones .Su labor aquí ha sido más que meritoria y estamos muy complacidos.
-Gracias señor- respondió el aludido visiblemente complacido pues notaba que su superior no lo decía con doble intención, como en los casos de relevo por escasa competencia -.
-¿Ha oído señor?.- Sonrió Yener visiblemente satisfecho -.¡Nos volvemos juntos! .
-En realidad casi todos los oficiales y soldados que han prestado servicio aquí serán autorizados a regresar- .Les desveló el almirante -.Ya que estamos aquí los relevos. Ahora vámonos a comer algo, me muero de hambre.


Todos rieron distendidamente, felices ante la perspectiva de volver a casa. Entre tanto. Peter, Kyra y Gordon fueron puestos al corriente del próximo viaje de Gina .Su hermano y su amiga se alegraron y le desearon suerte, lamentando a su vez que ella se marchase tan lejos pero Gordon pareció quedar contrariado .La muchacha trató de conciliarse con palabras amables tales como.

-Para mí es una gran oportunidad .Y no debo dejarla pasar así...
-Lo entiendo,- pudo decir él con el rostro cariacontecido, y aunque le costó logró esbozar al fin una sonrisa y añadió -.¡Que tengas mucha suerte y no te olvides de llamar! .- La besó con ganas mientras Peter y Kyra sonreían contemplando aquella escena. De todos modos la de Kyra era una sonrisa más frugal pues podía percibir algunas de las emociones de su amiga -.


Yener por su parte puso al corriente al nuevo embajador y le traspasó el cargo oficialmente, ahora sí podría embarcarse .Lo hizo a bordo del Tibinco, nave insignia de su escuadra .Gina también abordó esa misma nave tras despedirse de su familia. Ambos comenzarían un viaje bastante largo, derechos a una nueva etapa en sus vidas.


Pero las cosas en Oumeya tampoco iban a detenerse porque Yener, Gina y muchos otros se marcharan .Al poco de zarpar las naves de vuelta a Yumlaiance Pier llamó a Peter y Kyra a su presencia.

-¿Querías vernos papá?.- Le preguntó el chico-
-Sí, me gustaría que salierais en misión de reconocimiento.
-¿Hacia dónde?.- Quiso saber Peter -.
-Al sistema Onehganis .Nuestros informes indican que hay mucha actividad de ondas alfa.- Le explicó Pier -.
-¿Ondas alfa?.- Terció Kyra para afirmar con el peso de la razón -.Actividad estelar o movimiento de naves.
-Si, podría ser actividad estelar pero nuestros analizadores espectrográficos no lo confirman.- Respondió el coronel Larans con gesto dubitativo -.Tal actividad es muy importante. Si no es de una estrella debe ser de un gran número de naves.
-Serían muchas naves para poder confundirse con una estrella- Observó Kyra-
-Ese sistema está lejos y es fácil que las lecturas se confundan- .Afirmó Peter sin darle mayor importancia -.
- De todos modos, creo que es conveniente un reconocimiento- .Insistió Pier aunque sin poner demasiado énfasis en ello a pesar de añadir- .No creo que sea otra maniobra de Tirelius, pero por si acaso id prevenidos.
-Lo estaremos no te preocupes. Entonces partiremos enseguida papá- .Asintió Peter -.
-Bueno, no corre tanta prisa, esa actividad se viene registrando de forma cíclica desde hace una semana y sigue. Podría ser un pulsar o quizás una ruta establecida para el tránsito de naves de gran porte, en cualquier caso no se moverá de ahí. Así que tomaros un par de días si queréis para preparar el viaje y tened cuidado- .Les pidió Pier despidiéndoles -.

Cuando los chicos se hubieron marchado. Pier fue a ver a Lora .Ella le había dejado un mensaje .Al parecer importante. En cuanto llegó a su despacho su mujer le puso al corriente.

-Hemos recibido una comunicación de Casiopenae, con un tono bastante conciliador .Han agradecido la ayuda que prestamos a sus refugiados y también han dado expresivas gracias a los miembros de la Cuádruple Alianza.
-Vaya, Tirelius se ha mostrado más razonable de lo que parece- .Repuso Pier con sorna -.¿Y qué? .Fue algo notorio que las tropas que enviamos salvaron a una de sus compañías de una emboscada y a muchos miles de sus ciudadanos de una muerte cierta. Todavía estamos repatriándoles. En fin- .Suspiró adoptando un tinte más reflexivo -.El senado de Casiopenae habrá tenido que ver en ello. Y Tirelius no es tonto, tampoco le conviene eliminarlo así como así y de paso deja la puerta abierta a una reconciliación con nosotros. Necesita usar muchos de los pasillos comerciales que tenemos en nuestro espacio, sobre todo los que llevan hacia la Cuádruple Alianza.
-Si- .Convino Lora -.No sólo eso. Además han comunicado que, de ahora en adelante, anulan aquel ultimátum que dieron. Nuestras naves no correrán peligro si entran en su espacio. Siempre y cuando se identifiquen previamente obtendrán salvoconducto inmediato, excepto en las zonas que ellos califiquen como espacio restringido.
-Bueno, por lo menos eso normaliza un poco las cosas. Casi las deja como antes- valoró Pier -.Pero eso sí, siempre se reservan una carta en la manga. Si sucede cualquier incidente dirán que la nave en cuestión no se identificó o vete a saber. De veras Lora, no comprendo del todo que demonios estará tramando Tirelius .De todas formas he mandado a los chicos a que hagan un reconocimiento en un sistema solar que no queda demasiado lejos de Casiopenae .Por si fuera un nuevo pasillo de sus naves.
-Espero que no tengan complicaciones- deseó Lora tratando de desterrar la preocupación de sus palabras sin lograrlo -.
-No te preocupes, no las tendrán, saben cuidarse- le animó su esposo agregando para más tranquilidad a modo de explicación -.Les he dicho que esperen un par de días. Si para entonces no captamos esa discontinuidad sabremos que se trataba de naves y no hará falta ir porque habrán concluido su paso. Si prosigue y van, también podría tratarse de una estrella rotatoria, cualquier pulsar podría emitir esa señal. Cuando su foco apuntase hacia nuestros sensores de distancia. Sus ciclos por segundo pueden confundirse fácilmente con los reactores de la mayor parte de naves pesadas que tienen los de Casiopenae. Y en el caso de que fueran naves, no se dejarán ver, son los mejores en eso. Afirmó con seguridad -.

Su esposa sonrió sintiéndose más aliviada por el tono tranquilo de las palabras de él.

Pero ninguno hubiera estado tan calmado de saber que, mientras tanto Tirelius, embarcado en uno de los destructores de su flota, asistía impresionado al despliegue militar de sus aliados que le obsequiaron con una demostración sorprendente.

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