2/Capitulo 29.Algunas confidencias y nuevas experiencias.
El mensaje de Gina salió a velocidad luz por el canal subespacial instaurado recientemente entre los mundos de la Cuádruple Alianza y de la Confederación .Iba directo a Oumeya a la casa de los Stevens .Pues así se apellidaba Gordon .Tardó en llegar unas horas y en él Gina saludaba a su novio y le preguntaba como le iba, diciendo que le echaba mucho de menos. Se abstuvo de emitir algo más íntimo pues seguramente los padres del chico lo verían. A su familia le envió otro mensaje con las mismas consideraciones de añoranzas y buenos deseos. Lora recibió el comunicado también a las pocas horas y sonrió aliviada, deseándole mucha suerte a su hija y enviando la respuesta que a buen seguro tardaría otro buen rato en llegar. En el caso de Gordon fue Graham el que lo vio en primer lugar limitándose a mandarlo vía subespacio a la Tierra. En pocas horas el muchacho pudo recibirlo en la casa donde Peter, Kyra y él se habían alojado. Sus compañeros le dejaron verlo y escucharlo en privado pues iba dirigido solamente a él. En cuanto lo hizo se reunió con ellos. Su moral se había animado considerablemente en tanto miraba a Kyra que se acercó a él con una amplia sonrisa.
-¿Lo ves?- se sonrió ella también- .Ya te dije yo que te llamaría.
-¿Queréis escucharlo?,- les ofreció muy ilusionado -.
- No queremos entrometernos en vuestras cosas- rehusó Peter con gesto divertido -.
-Tranquilos- le dijo Gordon con manifiesta satisfacción -.No me dice nada privado. Ella no sabía que estabamos en la Tierra y envió este mensaje a mi casa. Además me pregunta por vosotros también.
- En ese caso, adelante- repuso Peter con interés afirmando - .Tengo ganas de saber algo de mi hermana.
Gordon se encargó de conectar la pantalla de la habitación con el mensaje. En un instante apareció el rostro sonriente de Gina que decía con voz dulce y alegre.
- Hola Gordon, espero que tú y tu familia estéis bien. ¿Cómo te va?. ¿Sigues patrullando sin parar?. Ojalá que tengas algún permiso de descanso pero cuida de que mi hermano no te líe para hacer alguna trastada- todos se rieron- .Yo estoy bien, llegué hoy mismo, aunque no sé lo que tardará este mensaje en llegar de aquí a tu casa. En la travesía me divertí mucho con una fiesta que montó el teniente Daet, es un chico muy agradable. Espero que Nerel y él se vuelvan a ver pronto. Ahora el coronel Rant me está haciendo de guía. Es un tipo amable aunque está algo loco,- se rió ella- .¡Incluso me ha querido enseñar un partido de unos bichos gigantes!. ¡En fin!, me encantaría que pudieras venir a verme aquí. Es un mundo bonito y lo ibas a pasar bien, igual que Kyra y mi hermano .Te echo mucho de menos a ti y a ellos .Bueno, me tengo que despedir. Saluda a todos de mi parte, adiós- guiñando un ojo se terminaba la comunicación- .
Gordon estaba más feliz que nunca, se podía adivinar en la chica que no tenía ningún interés por ese tipo .Además le había llamado Coronel Rant cuando antes siempre le llamaba Yener y eso desde el punto de vista de Gordon y su “agudeza para interpretarlo” era la mejor de las pruebas.
-¿Qué opináis?-. Quiso saber dirigiendo una escrutadora mirada a sus amigos- .
-¡Se está aburriendo de muerte! - rió Peter compartiendo la jocosidad con su compañero -.
- Pero es muy feliz en su nuevo cargo- aseveró Kyra- .Y te echa mucho de menos, es verdad.- Añadió para deleite de Gordon, aunque se cuidó de guardarse otras reflexiones -.
- Ya sé que parece una tontería .Llevamos sólo dos días aquí y ya tengo ganas de estar de vuelta.- Declaró el pelirrojo -.
- No me extraña, ja, ja- .Convino Peter que también parecía estar de buen humor a pesar de lo que recitó a continuación - .Se levanta uno a las seis, desayuno a las siete, comida a la una y toque de queda a las diez .Esto no es un hotel pensión .¡Es la Academia Militar!.
-¡Es peor que la Academia! - rió Gordon con los cómplices asentimientos de sus amigos que compartieron la carcajada -.
Lo cierto es que el trío estaba de muy buen humor .Llegaron del Cosmos bastante agitados y apesadumbrados por la aventura que vivieron en él, pero estaban decididos a relajarse pese a todo y olvidar los malos tragos .La Tierra parecía invitarles a ello. Era su planeta madre y eso les fascinaba, incluso tenían el plan de indagar sobre sus antepasados en el servicio de documentación terrestre .Quizás encontrasen algo. Habían pasado unos dos días para instalarse y acostumbrarse al mundo. Hospedados en una casa muy bonita con vistas a uno de los enormes océanos terrestres .A todos les gustaba mucho, aunque era Kyra la que se había quedado prendada de aquello nada más verlo. El mar le producía una extraña atracción. Estaba fascinada por él y todo lo que le rodeaba, pero pese al bucólico marco la señora Hudson, propietaria de la casa, era una anfitriona bastante rígida. Sus horarios eran esos que los chicos habían comentado entre risas. Aunque todos debía reconocer que el lugar era muy bonito y acogedor ¡y sobre todo barato! y que la señora Hudson cocinaba de maravilla .Eso también había que admitirlo. Junto a los muchachos se alojaba también un chico bastante atractivo aunque misterioso de nombre Enil. Entre él y Kyra parecía existir una especie de conexión pues él no dejaba de observarla desde que se conocieron y a ella le sucedía otro tanto. Peter y Gordon lo habían advertido pero no decían nada. Quizás considerasen que su amiga estaba interesada también en ese individuo o simplemente no le dieran importancia. Además, el chico pese a su aureola de enigmático y sus pocas palabras, era bastante agradable. Incluso se había brindado a enseñarles buceo ya que él era natural de las islas terrestres donde se hallaba la casa en la que estaban hospedados .Una vez que terminaron de ver y escuchar el mensaje de Gina, los chicos salieron a dar un paseo .Afuera estaba Enil poniendo a punto su equipo.
- Hola- le saludó Peter- .¿Vas a bucear?.
- Si,- asintió el chico que le ofreció -.¿Queréis venir?.
- Me gustaría.- Admitió Peter - .Vamos Gordon, ¿te animas?.
- No gracias,- declinó este- .No me gusta tener tanta agua alrededor.
-¿Y tú?.- Quiso saber el chico dirigiéndose a Kyra -.
- No, creo por ahora no -, sonrió débilmente ella con un tono de voz que parecía melancólico - .Quizás mañana.
- Como quieras- concedió Enil que la miró de una forma entre comprensiva y cómplice. Parecía intuir algo en ella, aunque enseguida tornó su ánimo de lo más entusiasta para dirigirse a su recién adquirido compañero -.¡Vamos Peter! ,te enseñaré como ponerte y usar el equipo- .
- Nosotros daremos un paseo por la playa. ¿Te animas?,- le propuso Kyra a Gordon, también de modo más jovial -.
- Claro- asintió éste, también con animación -.
Los dos se alejaron rumbo a la orilla del mar en tanto Peter recibía las instrucciones pertinentes por parte de Enil.
- Verás- le explicaba el chico -.Debes ajustarte los equipos de respiración autónoma.- Le entregó dos mini botellitas de oxígeno según le informaba - .Estos recipientes tienen autonomía para 45 minutos, más sería arriesgado .Tampoco debes bajar a más de treinta metros .El equipo que llevaremos es sencillo y casi se usa solamente para pulmón libre.
- Entiendo- asintió Peter reteniendo en su mente todas las indicaciones.
- Como eres piloto y tienes experiencia en el espacio te será más fácil. Pero no debes fiarte. Toma - le entregó una especie de pistola aclarándole - .Es un aturdidor, si se acercase demasiado algún tiburón u otro animal marino potencialmente amenazador le disparas, esto le dejará atontado y te dará tiempo de escapar. Normalmente no suelen ser peligrosos si no eres tú quién les molesta.- Agregó para infundirle una mayor tranquilidad -.
- Descuida, espero no utilizarlo- .Comentó Peter mirando el arma con detenimiento -.
-¡Pues adelante! - .Le instó Enil ayudándole a colocarse el resto de los accesorios - .
Una vez preparados ambos se embarcaron en una lancha deslizadora que les llevaría a una zona más profunda .Enil la pilotó con destreza hasta detenerse en una zona de aguas calmas, casi ya en los dominios de la alta mar. Comprobando el equipo por última vez se zambulló de espaldas indicándole a Peter que hiciera lo propio...
- Espero que se diviertan ahí abajo- decía Gordon a su amiga en tanto caminaban en traje de baño por aquella costa arenosa - ..
- Seguro que lo harán- asintió descuidadamente ella con la mirada perdida en el horizonte marino -.
-¡Qué raro que tú no hayas querido ir!.- Comentó Gordon- .Siempre dices que te encantaría tener mar en Oumeya.
- Si, pero algo me dice que todavía no debo adentrarme en él, que no estoy preparada. Es algo extraño, pero mirarlo durante un rato me produce una sensación confusa, un recuerdo doloroso que tengo sepultado dentro de mí.- Le confesó ella con demasiada gravedad -.
Su amigo la miró atónito sin saber que decir. No entendía a que podría referirse Kyra pero decidió dejarlo pasar, llevando la conversación hacia otros temas más interesantes, sobre todo para él.
- Estoy muy contento de que acertases con Gina. Pese a que estamos lejos ahora, la siento como si estuviésemos juntos.
- La quieres mucho ¿verdad?- .Sonrió Kyra con visible simpatía hacia el muchacho -.
Su amigo asintió despacio esbozando a su vez una tímida sonrisa, incluso estaba algo colorado .Sobre todo cuando admitió a su vez.
- Siempre me gustó, desde que éramos pequeños. Su hermano y yo hemos sido amigos desde los siete años. Nuestros padres lo eran y crecimos juntos. Luego seguimos sus pasos, nos alistamos en la patrulla de la confederación y fuimos a la academia. A cumplir con las expectativas paternas- se rió -.
- Pero a vosotros os gusta mucho el espacio- repuso Kyra- .Eso se nota. No pienso que lo hicierais sólo para agradar a vuestras familias, y tampoco hubiese sido necesario.
- Tienes toda la razón. Supongo que debe de llevarse en la sangre. Mi padre y muchos de mis ancestros se dedicaron a viajar por las estrellas contribuyendo a la exploración y los descubrimientos del Cosmos. Yo, desde que era muy pequeño, siempre quise descubrir un planeta que fuera para mí sólo y llevarme allí tan sólo a mis amigos y a mis padres.- Le contó Gordon- .Vivir allí todos felices a salvo de problemas.
- Ojala la vida fuera así de sencilla- opinó ella con un tinte más ensombrecido -.
-¿Y tú?.- Quiso saber Gordon sin disimular su interés - .Hace tiempo que nos conocemos pero nunca hablas mucho sobre ti misma.
La muchacha le miró inquisitiva como esperando a que le preguntase algo en concreto, Gordon añadió con un tono más de disculpa que otra cosa.
- Perdona, si es algo de lo que no quieras hablar.
- No, tienes razón, vosotros me contáis vuestras cosas, me habéis abierto las puertas de vuestros sentimientos como si fuese de vuestra misma familia y yo, en cambio, siempre estoy callada. Pero es que realmente no tengo mucho que contar, al menos no recuerdo demasiadas cosas. Soy huérfana, me crié en una residencia para niños de Lotadia .Aunque ni siquiera sé si realmente soy de allí. Por lo poco que me contaron las personas que se ocupaban de mí, me encontraron aquí, en la Tierra.
-¿En la Tierra?.- Exclamó Gordon atónito- .¡Así que eres de este planeta!.
- A veces creo que lo soy, si- afirmó ella- .Otras no estoy segura de ello. Quizás también me trajeran aquí. Pero no sé nada sobre mis padres, ni donde nací en realidad.
- Debe ser duro no haber conocido a tus padres, lo siento -.Se disculpó el chico visiblemente azorado y apenado por su compañera -.
- No te preocupes, no es culpa tuya- .Le sonrió animosamente Kyra que añadió- .Tuve a varias personas que me cuidaron y me criaron .Una de ellas, una mujer estupenda a la que quería mucho, me puso por nombre Kyra. Aunque en los documentos de mi recogida ponía que me llamaba Meredith Cantbell.
-¿Y se te quedó el de Kyra?.- Sonrió Gordon -.
- Si, en honor a la musa griega de la música .La señora Hylles, la mujer que me lo puso, decía que yo tenía el don de inspirarla, ella componía música. Unas melodías muy bellas. Aunque siempre me contaba que todas ellas le venían transmitidas en sueños por un apuesto príncipe. Supongo que era más bonito de contar a una niña que reconocer su propio talento y trabajo.
- Y además de ese don tienes el de la telepatía.- Recordó él -.
- Si, desde que era muy pequeña sabía como se encontraba la gente y muchas veces lo que pensaban, en la mayoría de las ocasiones no es algo agradable, te lo puedo asegurar.
–Lo imagino- convino Gordon-
El chico no podía evitar sentirse culpable en la parte que le tocase por todos los malos pensamientos que hubiera podido tener cerca de su amiga, que sin duda los habría recibido. Pero Kyra jamás había hecho alusión a nada de eso y su sonrisa y comprensión nunca dejaban de ser serenas y amables con todos ellos. A Gordon se le ocurría pensar ahora que esa muchacha tendría también, sus propios problemas, esperanzas, deseos y miedos, como el resto de las personas. Pero ella, que trataba en todo momento de aliviarles y aconsejarles cuando lo necesitaban no tenía a su vez ese apoyo. Debió ser duro para Kyra crecer sin unos padres y dejar después a las personas que la criaron.
Y la chica una vez más, le sonrió a Gordon cogiendo una mano de él entre las suyas para decirle con dulzura y gratitud.
- Vosotros sois mi familia. Y siempre que estoy a vuestro lado me siento la más feliz del Universo entero.
Gordon no pudo evitar ruborizarse. Sólo podía asentir y tratar de desviar aquello que le hacía sentirse bastante cortado. Lo cierto es que la sensibilidad no era su fuerte y nunca era capaz de soportarlo sin querer meterse bajo tierra. Era demasiado bruto. Aunque su amiga sabía que él tenía un gran corazón a pesar de sus impulsos y su aparente rudeza. De todos modos, ella no quiso ponerle en una situación más apurada y dejó que él cambiase de tercio.
- Siempre me he preguntado como eres capaz de controlar tan bien tu capacidad.
- Me enseñaron a usar ese don y a perfeccionarlo en una academia especial para este tipo de personas. Después, cuando tuve edad suficiente me alisté en la academia.- Le contó ella -.
-¿También querías ver el universo?.- Le inquirió el muchacho, aliviado con el éxito del cambio de tercio -.
- Si y sobre todo deseaba viajar por los distintos planetas y un día encontrar el de mis padres. Pensaba que perteneciendo a la patrulla de la confederación podría tener más posibilidades de descubrir mis orígenes.
-¡Vaya, menuda historia!. ¡Ojala que algún día lo consigas! .Si puedo hacer algo por ayudarte aquí me tienes- .Se ofreció el chico de modo tan espontáneo, entusiasta y sincero, que hizo reír a su amiga con visible gratitud -.
-¡Gracias Gordon!, sé que puedo contar contigo, con Peter, con Gina y con todos mis amigos .Aunque quizás sea mejor que no lo sepa.
-¿Cómo puedes decir eso?,- .Le recriminó amistosamente él para asegurar- .Peinaremos toda la galaxia.
Aunque ahora Kyra negó suavemente con la cabeza y sonrió más débilmente para replicar.
- Quien sabe, muchas veces lo pienso y de un lado me gustaría conocer mis orígenes aunque de otro me da miedo descubrir algo que no me guste.
- Bueno, al tiempo y lo que sea sonará - suspiró el chico, decidido a restar trascendencia a la charla, en realidad se sentía incómodo en ese terreno y prefería las cosas más mundanas - .Y eso me recuerda que dentro de poco sonará la campana de la señora Hudson llamándonos a la mesa. ¡Ya tengo hambre!.
Kyra volvió a reír, su amigo siempre daba por zanjadas las conversaciones más profundas con aquellas palabras .¡Realmente las tenía miedo!. Aunque ella sabía que la alusión a la comida, no la decía por decir. ¡Desde luego era un tragón y no necesitaba ser telépata para saberlo!.
- Volvamos a la casa- .Convino con él -.
Los dos dieron la vuelta para desandar el largo camino realizado. Peter ajeno a todo esto seguía buceando tras Enil. Su guía le indicó con gestos de las manos que no separase de él. Aquella zona era muy bella, multitud de bancos de peces se agitaban entre ellos siguiendo las diferentes corrientes. A pocos metros tenían una estribación arenosa cubierta en parte de algas y corales. Enil le señaló una parte especialmente bella, un castillo coralino de varios colores. Por fortuna el sol aun podía llegar hasta esa profundidad e iluminar tan variado espectáculo. Tras contemplarlo por unos instantes bajaron un poco más .Estaban en el limite de los treinta metros y Enil cambió el rumbo para nadar siguiendo una de las corrientes .El chico las conocía a la perfección. Peter sólo tuvo que seguirle .A poca distancia se perfilaba una enorme mancha que al irse acercando se relevó como la gran silueta de un tiburón ballena. Peter se quedó sobrecogido por su tamaño, era un enorme pez de unos quince metros de largo. Por suerte era del todo inofensivo. Pudieron acariciarlo incluso mientras el gigante movía su cola lenta y apaciblemente y abría sus enormes fauces para inundarlas de agua a fin de destilar de esta el plácton, su verdadero alimento.
Pasaron así unos minutos, lejos de estar asustado, Peter estaba ahora encantado .Era una sensación de tranquilidad infinita la que se sentía allí. Parecía que el tiempo se ralentizara hasta detenerse .Era muy similar a un paseo espacial. Pero aquí, además, la vida te rodeaba por todas partes y podía sentir el ambiente en la propia piel no como en los trajes espaciales que aislaban totalmente del mundo exterior. Enil le indicó que debían emerger y su compañero convino en ello con otro gesto. Poco a poco dejaron atrás las aguas más profundas y cenitales y ascendieron a las cada vez más iluminadas y cercanas a la superficie. Tras efectuar algunas paradas de seguridad sacaron al fin la cabeza del agua. Quitándose la mascarilla de buceo Enil le preguntó.
-¿Qué te ha parecido?.
-¡Una auténtica maravilla! - .Respondió Peter visiblemente entusiasmado- .Es mucho mejor que estar en el espacio .¡Tenemos que repetirlo!.
- El próximo día os llevaré a un lugar muy especial para mí- .Le prometió su instructor añadiendo con un vivo deseo de que así fuera - .¡Espero que los otros también se animen!.
-¡Seguro que sí, les arrastraré de las orejas si es necesario! - .Aseveró Peter con verdadero deseo de llevarlo a cabo -.
Enil subió con gran rapidez y destreza a la lancha y ayudó a su menos habituado compañero a hacer lo propio. Después puso rumbo hacia la orilla.
A las dos horas ya estaban todos reunidos. Sentados a la mesa Peter les contó a sus amigos todo lo que había experimentado allí abajo, pidiéndoles encarecidamente que no se negasen a ir en la siguiente ocasión .Logró, tras mucho insistir, la promesa de Kyra y la del más reticente Gordon que argumentaba su poca simpatía hacia la humedad, aunque más bien lo decía en tono de broma .La muchacha por su parte si que parecía más reacia pese a asegurarle a su amigo que lo haría. Enil la miró de forma escrutadora.
-¿Temes quizás algo que sabes y no recuerdas?. ¿Algo que el mar te puede revelar?.- Preguntó para sorpresa de los muchachos -.
- Sé que algo me espera bajo las aguas .Y es un secreto que tengo dentro de mí, sí. – Admitió de forma seria y solemne para sorpresa de sus amigos -.
-¿Qué tipo de secreto?.- Quiso saber Peter mirándola atónito -.
- Ni yo misma lo sé- le confesó su amiga cruzando las manos bajo su barbilla y especulando con voz queda -.Podría estar relacionado con mis orígenes.
-¿De dónde eres tú Enil?.- Inquirió Gordon para desviar la atención que todos prestaban a Kyra - .Dijiste que de una de estas islas.
- Si, yo soy descendiente de los Guanches .Una antigua tribu que vivía en las Islas Canarias.- Afirmó frotándose un hombro -.
-¿Te has hecho daño en la inmersión?.- Quiso saber Peter con preocupación -.
-No- sonrió serenamente éste para contestar - .Es una herida que tengo desde siempre .Me duele cada vez que me meto en el mar. A mí me ocurre lo que a ti- añadió mirando fijamente a Kyra- .Siempre supe que había algo en el océano .Algo que marcaba mis orígenes. Y aunque tardé, pude descubrirlo.
-¿De qué se trata?- .Le inquirió ella deseosa de saberlo, quizás le ayudase a descubrir su propio enigma -.
- Eso es algo que os contaré en cuanto hagamos esa inmersión que habéis prometido. - Sonrió más desenfadadamente él -.
- Bueno, ¡vaya misterio!- .Resopló Gordon -.Ya tengo ganas de sumergirme para que nos lo cuentes.
- Pues vayamos mañana mismo- propuso Enil añadiendo con seguridad -. El tiempo será bueno.
- Por mí de acuerdo- convino Peter- .Con misterio o sin él,¡ estoy deseando volver a meterme!. Las sensaciones son únicas. Jamás experimenté nada igual.
- Yo estoy dispuesta - .Declaró también Kyra con un brillo de esperanza en sus ojos que sólo Enil pudo detectar -. Mañana me parece perfecto.
- Pues esta noche no os acostéis tarde- les sugirió Enil, visiblemente complacido- .Mañana habrá que madrugar. Saldremos antes del amanecer.
- Pero si la señora Hudson siempre nos hace levantarnos a esa hora- .Suspiró Gordon apoyando indolentemente la cabeza entre las manos- .¡Así no hay quien pegue ojo!.
Todos celebraron el comentario con risas .Ya era de tarde y se decidieron a pasear por la isla y hacer algunas compras en sus tiendas, a su vuelta cenaron y se fueron pronto a la cama. Durmieron de un tirón hasta que llegó la hora pactada .En cuanto se levantaron Enil ya les estaba esperando.
- Vamos, ¡tenemos que salir inmediatamente!.
-¿Y no podemos desayunar algo antes?,- le inquirió Gordon concatenando los bostezos -.
- La hora indicada para ver lo que deseo mostraros es esta, durante los momentos previos y posteriores al amanecer. Es cuando se deja ver.
-¿El qué?- .Preguntó Peter -.
- Ya lo sabrás en cuanto lo veas- le respondió su instructor de modo enigmático -.
Todos estaban deseosos de saber a qué se refería su guía. Así que nadie dijo nada más y tras coger sus equipos y comprobar que todo estaba en orden embarcaron en la lancha y partieron .Esta vez el viaje era más largo. Casi una hora a toda velocidad hasta llegar a un punto indeterminado de alta mar, cuando el sol comenzaba a asomarse por el horizonte acuoso. Enil les dijo que era hora de ponerse los equipos .Todos asintieron y se los fueron colocando. El mismo chico les revisó uno por uno para asegurarse de que estaban en condiciones de iniciar la inmersión. Un vistazo a su propio equipo y declaró.
- Conforme, todo está en orden, ahora ¡escuchadme bien y prestad atención!. Hoy llevamos un equipo mejor y más completo que el que llevábamos Peter y yo ayer .Podemos descender con relativa seguridad hasta los doscientos cincuenta metros, ¡pero ni un milímetro más allá! .No os separéis. Llevaremos indicadores luminosos que se verán cuando nos adentremos en la oscuridad de las aguas. Seguidme todos y que nadie quiera investigar por su cuenta, podría perderse .Las reservas de aire son suficientes para dos horas. Así pues tendremos que economizar. Recordar que a mayor profundidad, mayor presión y aunque con este equipo logramos paliar esto bastante, sigue siendo necesario hacer paradas de seguridad a medida que efectuemos tanto el descenso como el ascenso .¿Lo habéis entendido?.
Todos asintieron y Enil añadió.
- Tenéis dos relojes, uno es el medidor de profundidad que debéis vigilar siempre y otro, también muy importante el cronómetro que indica el tiempo de inmersión .Si no nos alejamos demasiado, con seguirme a mí cuando comience a subir será suficiente. Si no, en cuanto lleguéis a la hora comenzad el ascenso parando durante cinco minutos en unos intervalos de espacio de veinticinco metros. Eso referente a las condiciones de inmersión. En lo que respecta a la fauna marina, ante todo no os preocupéis si se os acercan peces .En caso de que aparezcan marrajos u otros tiburones no hagáis movimientos bruscos y procurad no separaos .Mantened vuestras armas paralizadoras cerca y no las uséis si no es estrictamente necesario. Ahora nos iremos sumergiendo. Peter será el primero, sabe como hacerlo, luego vosotros dos, yo iré detrás al principio para asegurarme de que vais bien. En cuanto bajemos cinco metros me pondré en cabeza del grupo y guiaré el descenso .¿Alguna pregunta?.- Insistió el chico -.
- Sólo una- terció Kyra- .¿Si alguien quisiera subir antes de terminar o tuviese algún problema?.
- Los demás le acompañaríamos- respondió inflexiblemente Enil- .Como no tenéis experiencia no me arriesgo a dejaros solos en el mar .Y recordad que la máxima principal de un buceador es que nunca se debe bucear sólo. ¡Por eso es muy importante que no os separéis!, ya sé que soy pesado pero ocurra lo que ocurra y sea lo que sea que creáis ver .¡Tened mucho cuidado!, podría ser influencia de la borrachera de la profundidad.
-¿Qué es eso?- Inquirió Gordon con gesto desconcertado. –
- Algo similar a un fallo en la regulación de oxígeno cuando estás en el espacio. Solo que esto sucede bajo el agua. - Le indicó Peter -.
- Así es- .Corroboró Enil que matizó -.Cuando el organismo no regula bien el oxígeno que recibe ocurre como con los borrachos, se crea una falsa euforia muchas veces acompañada de alucinaciones que puede llegar a ser muy peligrosa, ¡incluso fatal!. Al menor síntoma extraño hacédmelo saber y subiremos.
Todos guardaron silencio y convinieron al fin en ello. Entonces Enil le dijo a Peter que podía sumergirse. Este lo hizo lanzándose de espaldas como le enseñara el experto buceador. Acto seguido le tocó a Gordon, después a Kyra y por fin su guía les siguió rumbo a esas misteriosas profundidades.
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