UNC 35

8/Capitulo 35.Una Engañosa Calma.


El viaje de patrulla efectivamente estaba resultando monótono. Las primeras horas de navegación no habían tenido nada de particular. Ambas naves irían juntas hasta la llegada al sistema de Clairson donde se separarían para reconocerlo con mayor rapidez. Peter y Kyra se encaminaron hacia la parte más exterior en tanto Gordon y su nueva compañera se adentraban en dirección a los planetas interiores.


- Bueno- suspiró Gordon tras dar la última lectura a las pantallas de navegación, ordenando aburrido -.Ya estamos aquí. Alférez, escaneé la zona a ver si encontramos algo.
-¡A la orden! - .Repuso Tania que en contrapunto a su superior, lucía evidente entusiasmo al añadir - .¡Espero que encontremos algo señor!.
- Yo no- declaró él en voz baja, deseoso de largarse de allí cuanto antes y estar de regreso en casa -.
-¿Decía usted?,- le inquirió la chica que no había escuchado bien - .
- No nada - .Sonrió Gordon agregando con simulado interés - .Que no veo nada en el radar. A ver si Peter y Kyra tiene más suerte.


Sus compañeros entre tanto, estaban en la zona exterior cerca de un cinturón de asteroides. Peter ordenó parar los motores para quedarse flotando en el espacio .En aquella zona las interferencias producidas por las múltiples masas gravitacionales de las grandes rocas que les rodeaban, imposibilitaban toda comunicación.


- Tendremos que esperar un rato para salir y comunicar que no hay nadie -.Comentó Peter con el mismo tono aburrido de su otro compañero, haciendo sonreír a Kyra -.
-¡Cómo eres!-. Le reprobó ella en tono divertido -. Estamos de acuerdo que esta misión no es nada apasionante, no hay naves enemigas por esta zona, es más, ni siquiera hay naves de cualquier clase cerca. A excepción de la de Gordon. No comprendo porqué tu padre nos ha enviado aquí.
- Para mí está muy claro y parece mentira que tú, con tus dotes de telepatía, no lo comprendas.- Contestó él algo molesto para aseverar - .Ha querido quitársenos de en medio.


La muchacha asintió ahora con expresión seria y le confesó a Peter.

- Ya os dije que noté en tu padre una extraña sensación cuando le contamos lo sucedido .No le cogió de sorpresa pero hizo lo posible por ocultarlo, lo hizo tan bien que incluso a mí me costó advertirlo al principio.
- La pregunta del millón de créditos mientras perdemos el tiempo aquí aparcados es .¿Por qué?. ¿Qué sabe mi padre que no desea que conozcamos?.- Inquirió Peter de forma retórica -.
- No lo sé- respondió la muchacha como si la pregunta fuese para ella, no obstante añadió con su mejor voluntad -.Supongo que no podrá decírnoslo, tendrá una buena razón.
- Si- .Convino Peter- . Mi padre siempre actúa con buenas razones, quizás sea mejor para nosotros permanecer al margen de lo que sea.


Kyra no le respondió, acababa de sentir algo, como una especie de flash de alarma. Dijo finalmente con tono nervioso.

- Tenemos que salir de aquí, presiento peligro Peter ,¡un peligro muy grave!.


Él se la quedó mirando atónito. ¿De qué demonios estaba hablando?. Ese era el sistema más tranquilo de toda la galaxia .Allí no iría nadie, ni siquiera por equivocación.


- No lo comprendo Kyra. Si acabamos de decir que aquí no pasa nada.- Replicó atónito -.
-¡Sal de aquí ahora! - .Le ordenó más que pedirle ella, visiblemente nerviosa -.


Aquello si que era sorprendente, la muchacha jamás usaría ese tono si realmente no creyera que estaban en serio peligro. Peter no quiso desoír sus consejos. Ya iba a conectar los motores cuando ocurrió algo, los medidores de ondas se volvieron locos. ¡La cantidad de ondas clase alfa era tremenda, sobrepasaba todas las escalas posibles!. Los muchachos sufrieron un destello cegador que inundó las pantallas, tapándose los ojos. Cuando pudieron mirar no daban crédito a lo que veían .¡Estaban rodeados por cientos, miles de naves y muchas de ellas de un enorme tamaño! .Afortunadamente permanecían junto a un gran asteroide que les escudaba protegiéndoles de ser vistos.


-¿Pero qué es esto?,- exclamó Peter atónito -.
- Lo he sentido como una fuerza de choque- le explicó Kyra aun pálida por la impresión- .
-¿De dónde han salido tantas naves?.- Volvió a preguntar Peter a nadie en particular - .


Kyra estaba con la boca abierta, dándole golpes en el brazo para tratar de llamar su atención, hasta que le pidió.

-¡Mira eso!...


Cuando el muchacho observó a la pantalla que ella le indicaba se quedó lívido. Podía verse una nave gigantesca, ¡era inmensamente grande! .Cualquier crucero de batalla o destructor estelar de Casiopenae e incluso los grandes Portanaves de Yumlaiance que habían visto, eran insignificantes a su lado .Pero lo peor es que no estaba sola. Se le aproximaban tres más de idénticas características y dimensiones .Ninguno de los chicos pudo pronunciar palabra cuando las cuatro enormes naves se ensamblaron formando un aspa descomunal que giraba sobre sí misma .Las puntas de esta se iluminaron de un tono rojizo y lanzaron cuatro haces convergentes hacia el centro de la nave, justo en el punto de unión de los bloques que la conformaban ,de allí surgió un gran plato que acumuló esos rayos y los devolvió hacia el espacio .Pero no de forma arbitraria. Iban dirigidos a uno de los planetas del sistema que en unos microsegundos resultó alcanzado y destruido por aquella descarga que lo redujo casi a polvo.


-¿Has visto eso?- .Pudo decir Peter al fin - .¡Es un arma de una potencia increíble .Ha volatilizado un planeta del tamaño de Oumeya en un segundo!.
-¡Y tiene unas dimensiones tremendas! - .Añadió Kyra tratando en vano de serenar su voz -. Esto no me gusta nada, tenemos que volver a informar.
- Espero que Gordon y Tania esté lejos de aquí.- Deseó Peter en voz alta -.


Sus compañeros claro está, no fueron ajenos a la cantidad de ondas alfa acumuladas .Aunque estas no les llegaron de forma tan potente como a sus amigos, también bloquearon sus medidores .Gordon ordenó a su copiloto acercarse hasta la zona del epicentro de emisión .Y una vez Tania lo hizo, detectó la enorme cantidad de naves del lugar .Su superior tuvo entonces el buen juicio de ordenarle apagar los motores quedando a la deriva.


- Esto impedirá que nos detecten - .Explicó a su subordinada, tan perpleja como él ante la visión de esa incontable flota -.Unas naves tan enormes nos tomarán por un meteorito cualquiera.
-¿No intentamos comunicar con la otra patrullera o con Oumeya para avisarles?.- Le inquirió Tania, que impresionada por lo que veía se olvidó de algo fundamental que Gordon le recordó enseguida de forma categórica - .
-¡Ni hablar!. Entonces seríamos detectables y no me parece que fuéramos a ser bien recibidos. Esperaremos, tan rápido como han llegado pueden marcharse.


La chica asintió, el teniente tenía razón sin duda, pero ¿qué iban a hacer allí mientras no se fueran todas esas naves? .¿Cuándo se marcharían?. Dentro de minutos, horas, ¿tal vez días?...


Peter y Kyra también estaban nerviosos deseando que todo aquello acabase. Pero su situación era peor .Los restos de aquella exhibición iban hacia ellos. De resultas de la destrucción de ese planeta, saltaron miles de fragmentos rocosos a una velocidad tremenda. Miles de meteoritos les llegaban a vertiginosa rapidez.

-¡Kyra, conecta los motores y los escudos! ,¡no tenemos elección!- .Ordenó Peter -.


La chica obedeció deprisa y la pantalla deflectora estuvo activada justo a tiempo, se arriesgaban a ser detectados pero entre toda aquella lluvia de piedras seguramente pasarían desapercibidos. Estos restos se estrellaban contra el escudo y los impactos hacían temblar toda la nave .Los muchachos tuvieron que recurrir a sus anclajes magnéticos para no terminar en el suelo.

-¡Maldita sea!- .Espetó él - .Esto no aguantará mucho tiempo.
- Si no logramos salir de la trayectoria de esta lluvia de aerolitos estaremos perdidos -. Sentenció Kyra no obstante manteniendo la serenidad -.
-¡Potencia máxima y vámonos de aquí!, no hay otra alternativa- .Ordenó Peter con urgencia - .


La nave por fin se movió saliendo de aquella zona pero fue como escapar del fuego para caer en las brasas .Los sistemas defensivos estaban muy dañados y la energía escaseaba .Y además fueron detectados. Innumerables naves de caza con forma cilíndrica salieron en su persecución.

-¡Van por nosotros!- .Advirtió Peter- .Espero que podamos ocultarnos.
- Lo tenemos muy difícil- .Repuso Kyra con tinte poco optimista- .Son muchos.
- Probaremos a posarnos en un meteorito y apagar los motores- .Propuso él -.
- No sé si resultará- dudó ella- .Aun no estamos demasiado lejos del radio de acción de la lluvia de aerolitos .Si paramos motores para despistarles y nos da un pedazo de roca adiós.
-¡Maldita sea!.- Escupió Peter- .Pues no hay más remedio que meterse entre la lluvia de meteoros para evitarles.
- Son naves más pequeñas que la nuestra y más manejables, no es buena idea, nos cogerían enseguida - .Opuso ella con toda la razón -
- No sé si querrán capturarnos- repuso el chico con tono de inquieta duda -.


Su pregunta tuvo una rápida respuesta .Varias de esa naves les disparaban .Aunque no pretendían darles, el margen de error era demasiado evidente. A buen seguro querrían capturarles para saber lo que ellos habían visto y sobre todo si lo habrían transmitido a su base.

- Si hubiera un planeta habitable por aquí- dijo Kyra tratando de encontrar una salida - .Quizás podríamos perderles.
- Busquemos uno de urgencia.- Convino rápidamente Peter mientras le pedía esa información al ordenador - .


Entonces les llegó una transmisión de aquellas naves. Una voz con un extraño matiz metálico les conminó a rendirse.

- Detengan su nave y déjense abordar .No vamos a hacerles daño .Pero si no acceden nos veremos obligados a derribarles.
-¿Qué podemos hacer?.- Quiso saber Kyra -.
-¿No sientes nada en ellos?,- le inquirió Peter tratando de decidir -.
- No, es como cuando estabamos en el Cosmos .No noto ninguna sensación humana, ni de cualquier otro ser vivo.
-¡Maldita sea! - .Exclamó él que preguntó- .¿Qué prefieres? huir y exponernos a ser destruidos por ellos o por un pedazo de roca o que nos capturen y nos obliguen a decir cuanto sabemos.
- Ya sabes la respuesta- .Contestó ella sin vacilar- .Acelera y tratemos de despistarles.


Peter asintió, no esperaba otra cosa. Puso los motores a máxima potencia y mantuvo lo que pudo del escudo, pero esas naves eran rápidas y no se arredraban .Algunas fueron destruidas por impactos de meteoros no demasiado grandes pues no tenían escudo resistente que las protegiese bastante al ser naves de caza pero eso no parecía importarles .Era desde luego, como si fuesen guiadas por un piloto automático. Lo que Kyra y Peter sospechaban era que debían de ser androides .El problema es que ellos si debían evitar las rocas a la deriva y eso les restaba velocidad. Entonces fueron alcanzados por dos disparos, uno de los cuales atravesó el ya débil escudo y dañó la nave en uno de sus motores. No había velocidad suficiente para escapar y los enemigos se les echaban encima con rapidez. Por fortuna Peter detectó en el ordenador un planeta cercano y dirigió la nave hacia él.


- Nos cogerán o quizás nos destruyan antes - .Advirtió Kyra con pesar -.
- Tenemos que abandonar la nave- .Le indicó Peter - .Vamos a las cápsulas de salvamento.
-¿No tenemos otra opción, verdad?.- Preguntó ella mirándole a los ojos con una angustia apenas disimulada -.
- También sabes la respuesta- .Le contestó lacónicamente él- .¡Vamos , no tenemos tiempo que perder!- .La urgió en tanto el enemigo recortaba distancias con rapidez-


Los dos chicos se dirigieron al compartimento inferior de la nave, donde se ubicaban las cápsulas .Ambas eran individuales así que cada uno se lanzaría a su suerte ¡Ojala que pudiesen caer juntos!, pero dada su apurada situación no podrían programar ni tan siquiera el destino de aterrizaje. Estaban a merced de la providencia. Los dos lo sabían y Kyra sentía que no podía esperar más. Algo en ella le decía que esta podría ser una separación definitiva. Mientras tanto Peter se acercó y le dijo animoso.

-¡Buena suerte, espero verte abajo!.


Como única respuesta, ella le rodeó el cuello con sus brazos y le dio un largo beso en los labios .Al apartarse, Peter la miraba sorprendido, ella sonrió débilmente y le susurró.


- Por si acaso no volviéramos a vernos.


Él cogió su mano acariciándola con suavidad y respondió mirándola fijamente.

- No podrás librarte tan fácilmente de mí, y ahora menos que nunca...
- Entonces nos veremos en el planeta- .Afirmó ella iluminando su emocionado rostro con una sonrisa. -
- Si, allí te esperaré- .Convino él que acto seguido le ordenó -. ¡Métete en la cápsula!.
-¡No quiero que hagas ninguna tontería!- .Le pidió ella preocupada, tenía miedo de que Peter no saltase y tratase de distraer la atención del enemigo mientras ella se lanzaba y sus rápidos sondeos mentales hacia él le confirmaban aquella impresión -.
- No te preocupes, te prometo que iré detrás de ti- .Le aseguró él que pasó a añadir con no muy fingida seriedad - .Salte usted lugarteniente, es una orden. Quizás sea la última que le doy y deseo que la obedezca.


Ella le miró con ojos llorosos pero obedeció .Una vez estuvo asegurada se liberó de la nave y la cápsula fue expulsada al espacio siendo inmediatamente atraída por la gravedad del planeta. El enemigo se percató de ello y mando varias naves en su persecución. Peter pudo darle un poco de tiempo a su compañera y destruir algunas desde la suya antes de quedarse sin energía en el láser y sin torpedos.


-<<¡Ahora es mi turno!>>- .Se dijo con firmeza, cuando su nave comenzaba a caer también, con su fuselaje ardiendo al contacto con la atmósfera del planeta, presa de la creciente gravitación.


Saltando con su cápsula fue enseguida atrapado por el campo gravitacional de ese planeta. Por fortuna para él sus enemigos no le prestaron atención. Es más, parecían estar únicamente interesados en la cápsula de Kyra .Así que los dos se estrellaron varios kilómetros por separado y su nave cayó también algo alejada de ellos. El choque contra la superficie del mundo fue brutal y ambos perdieron el sentido, por suerte las medidas de protección de sus cápsulas les salvaron pero eso era algo que ninguno podría saber respecto del otro .Al menos por el momento. Aquella enorme flota mandó más naves a efectuar un rastreo a conciencia del planeta del que lograron llevarse a alguien. Conseguido esto volvieron a sus bases nodrizas y la flota se desvaneció del espacio como si nunca hubiera estado. Gordon entonces aprovechó para tratar de comunicarse. Él y Tania habían presenciado con horror esa terrible demostración de potencia de fuego en el sector donde estaban sus amigos.


-¡Maldita sea!.- Aulló Gordon llevado por la desesperación- .¡Esos bastardos han acabado con ellos!.
- Tranquilícese teniente, puede que hayan logrado escapar.- Le animó la chica aunque poco convencida de ello en realidad -.
- Si, es verdad, puede ser- .Suspiró Gordon tratando de calmarse y de aferrase a esa esperanza .De este modo pudo añadir con mayor control -.Vamos a rastrear la zona y dispón la comunicación con Oumeya. ¡Rápido!, podrían estar en cualquier planeta o haber intentado contactar con nuestra base.


Tania se apresuró a obedecer, desde luego ella esperaba vivir aventuras pero no de un modo tan repentino .Acababa de salir de la Academia y estaba envuelta en algo serio, muy grave a decir verdad. Se sentía desbordada pero confiaba en su superior .El chico había calmado su ataque de furia y controlaba ahora la situación, aunque su preocupación fuese más que manifiesta. En unos pocos minutos se pudo establecer contacto con Oumeya y Gordon informó inmediatamente. Fue su propio padre el que le respondió, como siempre haciendo gala de su profesionalidad, con calma y determinación.


- No os mováis de ahí, enviamos ahora mismo un par de cruceros para ayudaros en la búsqueda.
- Sólo podemos esperar -. Suspiró Gordon visiblemente desasosegado ante la mirada compasiva y solidaria de Tania -.


Varias horas pasaron hasta que llegaron las naves de apoyo de Oumeya. En ese tiempo Gordon y Tania estuvieron rastreando varias veces el sistema y haciendo barridos de superficie en varios planetas. Pero no encontraron nada .Posteriormente con la ayuda de las otras naves no consiguieron mejores resultados.


-¡Maldición! - .Escupió Gordon tras toda esa infructuosa búsqueda- .¿Dónde estarán?.

Preguntó a su padre que se había unido a ellos al mando de un crucero ligero, pero Graham no sabía nada de los muchachos desaparecidos. Tampoco habían tratado de comunicarse con Oumeya. Profundamente apenado tuvo que decirle a su hijo.

- Tenéis que volver a Oumeya, aquí habéis hecho todo lo posible.
- Papá, no quiero volver, ellos pueden estar aquí, en cualquier mundo, esperando a que les rescatemos.- Se resistió el chico -.
- No hemos encontrado nada, hemos de aceptar la posibilidad de que hayan muerto o sido capturados y vuestra nave no va equipada para mantener demasiada autonomía vital -. Repuso su padre con pesar - .
-¡Ni hablar!- .Estalló Gordon insistiendo con rotundidad -.¡Yo no me iré de aquí hasta que no les encuentre!.
-¡Ya basta teniente! -.Le replicó su padre con tono de mando- .Vuelva a la base, es un orden.


Graham era igual de firme e incluso más inflexible que Pier y además tenía mucha menor sutileza. Gordon visiblemente furioso, saludó escupiendo la respuesta.

-¡Si señor!.- .Cortó la comunicación y añadió dirigiéndose a Tania con visible e indignado sarcasmo - .Ya lo ha oído alférez, volvemos a la base dejando a nuestros compañeros a su suerte, pero es una orden.

- Lo siento mucho teniente- .Pudo contestar ella con un hilo de voz - .


Y al fin pusieron rumbo a su mundo. Sin dejar de preguntarse que habría ocurrido con sus compañeros.

-<>- .Se decía Gordon una y otra vez entre la frustración, la rabia y el pesar -.


En la sede de la confederación una llorosa Lora era consolada por su también cariacontecido esposo cuando recibieron los informes negativos de la búsqueda.

-¡No puede ser! - sollozaba ella sin dejar de repetir -.Ese sistema era seguro, no pasaba ni una sola nave. ¿Cómo es posible que les haya tenido que ocurrir esto?.


Pier bajaba abatido la cabeza, él que había enviado allí a los chicos para alejarles de todo .¡Era irónico! en su afán de protegerles, les había enviado a la muerte, aunque quizás no todo estuviera perdido .Si no estaban en alguno de los mundos periféricos quizás hubieran sido capturados. Eso les daba esperanzas de volverles a ver. Por desgracia, estas eran muy tenues. No sabían nada de sus atacantes, excepción hecha de lo que ese oficial de Nataclia les comentase .Decidió llamarle para informarle de lo ocurrido, quizás pudiera ayudarles .Y también habría que decírselo a Gina .Aquella era una situación muy dolorosa y terrible, pero ahora más que nunca debían mantenerse tranquilos y firmes.


- Tranquilízate Lora -. Pudo decirle a su deprimida esposa con su mejor tono alentador- .Los chicos estarán bien, estoy convencido .Además, tenemos que decírselo a nuestra hija y debemos ser fuertes.
- Si, tenemos que serlo, por todos.- Asintió ella enjugándose las lágrimas y añadiendo con amargura- .A veces es terrible ocupar este cargo Pier .Ya es duro ser una madre normal que sufre y se preocupa por sus hijos, pero encima tener que tomar decisiones como estas y no poder expresar casi nunca lo que se siente por ellos...
- Creíamos hacer lo mejor -. La animó Pier tratando de hacerlo consigo mismo también para quitarse esa maldita impresión de responsabilidad que le oprimía -.No podíamos suponer esto. ¿Quién podría haberlo pensado?.
- Llamaré a Gina, pero quizás será mejor hacerlo dentro de unos días. Puede que Peter y Kyra aparezcan y sería asustarla sin necesidad.- Repuso Lora recobrando débilmente la esperanza y serenando en lo posible su estado de ánimo -.


Pier no dijo nada pero desgraciadamente no creía que eso pudiera producirse. No obstante convino en esperar un par de días. Quizás ocurriese un milagro y los muchachos reapareciesen sanos y salvos. ¡Ojala que estuvieran donde estuvieran permanecieran juntos y seguros!.




Peter tardó en recobrar el conocimiento. Cuando abrió los ojos tenía la vista nublada, en un principio no veía bien aunque las imágenes se le fueron aclarando .Se sorprendió al encontrarse tumbado en un destartalado camastro y tapado por una gruesa manta. Un vistazo más detenido a su alrededor le dejó claro que alguien debía de haberle recogido. Cerca de él había una mesa de madera y un par de sillas y poco más que destacar en una habitación de paredes encaladas y forma irregular que él asoció enseguida con una cueva. Trató de levantarse pero no podía, también estaba vendado en brazos y piernas .Lo único que pudo hacer fue incorporarse al sentir que alguien abría una puerta que probablemente daba entrada al recinto. Por ella pasó un hombre moreno de toscos ropajes grises y pelo corto .Un fino bigote era el único adorno en su rostro castigado por algunas cicatrices, con sus ojos castaños pareció examinar a Peter y por fin le dijo con tono calmo y levemente acentuado por el sarcasmo y una particular amabilidad.


- Vaya, señor oficial de la Confederación. Por fin te has despertado. Ya iba siendo hora. Llevabas un día completo inconsciente .Comenzábamos a pensar que te habías ido a reunir con el Creador.
-¿Dónde estoy?. ¿Cuánto tiempo llevo así? .¿Y mi compañera?.- Fueron las primeras cuestiones que cruzaron por la mente de Peter y lo que replicó. El chico prácticamente no había prestado atención a las palabras de ese hombre -.

Éste le observó con calma, tomo aire y respondió pacientemente.

- Ya te he dicho que llevabas inconsciente un día completo .Te encontramos entre los restos de una cápsula espacial .Delirabas algo acerca de volver a Oumeya .Escuchamos el ruido de tu nave al estrellarse a pocos kilómetros y fuimos a investigar .Por suerte te encontramos a ti .De haberte quedado ahí más tiempo el sol del desierto te habría matado.
-¿Y mi compañera?. ¿La tienen aquí?.- Insistió Peter con brusquedad tratando de levantarse sin conseguirlo- .
-¡De nada! - .Respondió aquel tipo con sorna y sin perturbar su calmo semblante, para agregar aun con tono conciliador pero tajante al tiempo - .Mira muchacho, sólo te encontramos a ti. ¡Y tuviste mucha suerte de que lo hiciéramos!, poco después de que te estrellaras aparecieron unos cazas de superficie que rastrearon la zona. Un diseño raro no cabe duda. Nunca lo había visto antes. – .Añadió como nota curiosa pero enseguida retornó al hilo de sus palabras y concluyó - Pudimos escondernos contigo a tiempo de que no nos viesen .Seguramente os estaban buscando.


Peter se tranquilizó, a fin de cuentas ese hombre le había salvado la vida y debía mostrarse al menos agradecido en ese aspecto. Lo demás ya iría surgiendo. Contestó ahora más calmado.

- Gracias, de veras .Lo siento, no debí perder los nervios. De no ser por usted estaría muerto.

Su interlocutor sonrió y añadió con voz más desenfadada.

- Tranquilo. Comprendo que no ha sido nada agradable .Y puedes tutearme muchacho. – Le concedió agregando con un prisma más objetivo -. No te preocupes, en cuanto podamos saldremos a buscar a tu amiga, aunque creo que no la vamos a encontrar y eso sería lo mejor.
-¿Qué quieres decir?.- Inquirió Peter, nada tranquilo al escuchar aquello -.
- Este mundo tiene unos contrastes climáticos brutales. Por suerte cuando tú caíste acababa de amanecer .La temperatura era soportable, pero dos horas más y la superficie habría estado a cincuenta grados. Y en pleno apogeo del sol sube hasta los setenta. De noche no es mejor, desciende hasta los treinta bajo cero .Tú amiga, por muy buen módulo de salvamento que tuviera, no podría sobrevivir a eso sola .Pero estoy seguro de que esos tipos han debido de encontrarla. Con tantas naves buscándola y si iba en una cápsula como la tuya, a estas horas la tendrán ellos y así posiblemente haya salvado la vida.
-¡ Si la han capturado debo ir a rescatarla!-. Declaró resueltamente Peter- .
- De momento no irás a ninguna parte- le rebatió pacientemente aquel tipo -.Te diste un buen golpe y tienes algunas lesiones de consideración. Comenzando por una buena fractura en la pierna derecha. Hasta que no venga nuestro médico con el aparato recalcificador y te la suelde no podrás moverte. Con todo, tendrás que guardar un reposo al menos de tres días una vez arreglado.
- Cada minuto que pase puede ser decisivo -. Le expuso Peter dándole los argumentos de aquella urgencia- .Un grave peligro se cierne sobre la Confederación y es mi deber advertir a mis superiores. Debo volver a Oumeya .O al menos comunicarme con ellos. Señor.
- Me llamo Murdock.- Se presentó éste que añadió- y eso no será tan fácil. Sólo tenemos una nave y no precisamente para ir a Oumeya.
- Soy el primer teniente Peter Larans - .Le dijo este a su vez- .Si me llevan hasta allí Oumeya les recompensará.- Prometió el chico con palpable sinceridad en sus palabras -.


Murdock no respondió, tan solo esbozó una condescendiente sonrisa negando con la cabeza. Pero otra voz, que se aproximaba a ellos si que habló.

- Si, con una condena de varios años en la cárcel espacial- .Repuso sarcásticamente otro tipo calvo y de constitución bastante forzuda según entraba en la habitación - .No amigo, ¡olvídate de eso!.

Ante la cara de asombro de Peter, Murdock le explicó.

- Digamos que nuestros negocios no son muy bien vistos por la Confederación...
-Si,- añadió jocosamente el tipo calvo que le secundaba- .¡Los contrabandistas no somos muy admirados por tu patrulla espacial muchacho!.
- No tenías que haber sido tan explícito Joe -. Le amonestó Murdock con severidad fingida pues realmente no parecía importarle demasiado - .
-¡Contrabandistas!. ¡Aquí! -.Exclamó Peter atónito- .
-¡Claro chaval- .Le contestó el forzudo Joe casi en tono de burla -.¿Te crees que estamos en este planeta por que nos guste hacer turismo?.
- Te diré lo que haremos -.Sonrió Murdock dedicándole una simpática mirada a su “invitado” - .Te cuidaremos hasta que te recuperes y te llevaremos a un mundo desde el que puedas volver a tu casa. Y un día quizás puedas devolvernos el favor.
- Si, ¡seguro! - terció Joe con sorna- .Trayendo a una flotilla de naves patrulleras para trincarnos a todos. ¡Desde luego Murdock!, a veces no sé porqué haces las cosas. No se te ocurre una idea mejor que la de rescatar a un tipo de la patrulla espacial.- Le reprochó con los brazos en jarras -.
- Si me ayudan informaré de ello a mis superiores y ustedes obtendrán beneficios en caso de ser arrestados- .Les prometió Peter que ahora temía verse en un aprieto por haber hablado demasiado, claro que, con solo un vistazo a su uniforme habrían descubierto quien era.-
-¡Qué generoso!- se burló Joe -.
- Basta. ¡Cállate ya! - .Le ordenó Murdock a su compañero dándole un capón en la calva - .Deja descansar a nuestro amigo, tiene que recuperarse para estar listo.

Joe se marchó rezongando, Murdock entonces comentó divertido.

- Es un buen tipo, aunque algo quisquilloso, pero razones no le faltan.


Peter miró a su anfitrión sorprendido para declarar con total sinceridad.

- Yo tampoco lo comprendo, ¿por qué me ayuda? .Tan sólo le voy a crear problemas .Soy oficial de la confederación y tengo un deber y una responsabilidad que no puedo soslayar.
- Será porque me gusta el riesgo y apostar por la gente. Mi madre siempre me decía que no me fiase de los extraños y siempre hago caso a ese consejo, pero supongo que va con mi carácter el jugármela de vez en cuando.- Repuso Murdock esbozando una débil sonrisa y añadiendo con interés - .Ahora descansa un poco, te traeré algo de comer y hablaremos. Tengo curiosidad por saber en que líos andas metido, teniente Peter Larans.


Y Peter asintió, ese hombre no parecía mala persona y con su ayuda quizás lograse advertir a Oumeya y encontrar a Kyra .El tal Murdock era el compañero que necesitaba para ello, de eso estaba seguro. Pasados unos minutos el contrabandista le trajo un plato de guiso y Peter, bastante hambriento, dio cuenta de él con avidez sin pararse a pensar de qué podría estar hecho. Después, ambos conversaron un rato y el muchacho le puso al corriente de lo sucedido y volvió a pedirle su ayuda. Su anfitrión se quedó visiblemente sorprendido y afirmó encontrar el asunto lo suficientemente interesante como para pensar en ello. Peter deseaba fervientemente que Murdock aceptase. El oficial de Oumeya se encontraba ya ansioso de poder saltar cuanto antes de esa cama y volver a la acción. Pero, a su pesar, debería tener paciencia, curar esa pierna y rezar por que no fuera demasiado tarde para cuando pudiera comenzar su búsqueda.