sábado, 5 de marzo de 2011

UNC 36

9/Capitulo 36.La Sabiduría Ancestral del Kail.


Yener contemplaba atónito la sucesión de maravillas que tenía ante los ojos. Aquello era el lugar más recóndito del Monasterio, el que guardaba los secretos de su orden. Había que llegar alto en el Kail y trabajar muy duro para poder entrar ahí. Y él estaba dentro. ¡Por fin!. Había imaginado este momento desde su infancia. ¿Como sería aquel lugar?. ¿A qué habría llegado él mismo en su adiestramiento ?. Ahora que estaba inmerso en la recia atmósfera que emanaban aquellos legendarios objetos no podía decir nada. Solo mirar con veneración. Su benévolo maestro, acostumbrado a la magia de ese lugar, le permitió unos momentos al chico para que pudiera disfrutar de aquel premio. Azor Ligero comprendía esa sensación, la misma que él tuvo tantos años atrás. Pero no había demasiado tiempo para dedicar a los sentimentalismos así que finalmente optó por sacarle de aquellos pensamientos y le indicó.

- Sígueme Gavilán...


Y el anciano se puso en movimiento. Andando detrás de Azor Ligero, su discípulo seguía admirando los objetos que le rodeaban. Espadas antiguas de un valor incalculable, collares de gemas y piedras preciosas oro, platino y Diemun, una antigua aleación de metal yumlaincer de gran resistencia y belleza. Antiguos grabados y dibujos y otras muchas cosas pero aquello, pese a ser hermoso y de gran valor material, no era ni mucho menos lo más importante. Azor Ligero le condujo más allá del atril que sostenía el Libro del Magkail, que pronto tendría ocasión de consultar de modo oficial en su ceremonia de admisión dentro del rango superior de los monjes de Somer. Pero ese ahora no era el propósito de la visita y su mentor le llevó al final de la cámara, donde se podían ver brillar las luces de aquellas seis esferas. El muchacho las observó asombrado cuando su guía le explicó.


- Esas son las esferas de la Sabiduría que Skarn Dainlin rescató hace ya más de dos mil años. Desde entonces brillan con esa luz sagrada y eterna.

-¿Por qué las tiene aquí escondidas?.- Quiso saber Yener- .Algo tan esplendoroso debería estar en un museo para que todos nuestros compatriotas pudieran verlas y sentirse orgullosos de nuestra historia.
- Me temo que el auténtico valor de estos y otros objetos guardados con ellas va mucho más allá de lo ornamental, incluso de lo histórico y lo tradicional - .Le respondió Azor que, no obstante, aceptaba con aprobación aquellas palabras de su pupilo -.
- No te comprendo Maestro- declaró Yener sintiéndose confundido.- ¿Qué podría haber más importante que eso?.- Inquirió con visible estupor para remachar -.Tú siempre me has enseñado que esas cosas son fundamentales.
- Fundamentales sí, pero no las más importantes de todas - .Le corrigió su maestro agregando con un tinte más coloquial -.Tú conoces la historia y las leyendas del Kail joven Gavilán .Y sabes lo que ocurrió en aquellos tiempos.
- Si, la lucha contra los Señores de la Oscuridad Nephralers.- Comentó el muchacho que sabía casi todas esas narraciones de memoria - .Pero la mayoría de esos relatos son puras leyendas. Exageraciones .Los Monjes de Somer hicieron mucho entonces por ayudar en la victoria frente a esos seres pero el tiempo deforma también los hechos en gran medida.- Objetó también con objetividad -.
- Quizás no tanto como tú crees- , le rebatió el anciano- .No hijo,- añadió ahora en un tono más condescendiente e incluso paternal- .La historia no está tan exagerada como piensa la mayoría de la gente .Los Señores Guerreros de la Orden de Kail y la Hermandad de Alta Magia de Esil tenemos entre ambos la responsabilidad de proteger a nuestro mundo desde tiempos inmemoriales.
- Si, de todos sus enemigos- .Añadió Yener que ya sabía aquello y que no alcanzaba a comprender que problema había aun tras muchos siglos de superados esos ancestrales temores -.
- Pero sobre todo de las fuerzas oscuras -. Le matizó Azor Ligero que parecía leer su pensamiento cuando agregó en tono concienciador - .Hicieron falta innumerables batallas para llegar a la situación de paz que disfrutamos hoy. Expulsar a los enemigos de la luz y vivir en armonía. Pero el peligro no murió del todo .Cuando esos seres fueron obligados a dejar este mundo juraron volver y vengarse. Sus descendientes son esos Nephralers que hoy viajan en naves siderales surcando el espacio, buscando la más mínima grieta en nuestras defensas para volver a la carga.
- A esos tipejos les tenemos bien controlados.- Afirmó Yener con satisfacción- .Además cuando supieron de nuestras nuevas alianzas retrocedieron inmediatamente .¡Por el Dios Kail que si se atreven a asomar sus asquerosas narices por nuestros sistemas les daremos una buena paliza!.


Azor Ligero sonrió negando con la cabeza .Diríase que divertido por aquel entusiasta arrebato cuasi infantil aunque enseguida replicó con más seriedad.

- Son mucho más peligrosos que todo eso. No creas que el problema estaría en luchar contra sus naves solamente .Los Nephralers tienen también sus dioses y sus armas secretas. Existen muchos seres terribles que moran en su mundo.
- Los Hialgasth de la leyenda- sonrió Yener con despreocupación.- .Mi madre me asustaba de pequeño con ellos. Decía que si me portaba mal vendrían por la noche a llevárseme. Pero esos miedos eran cosas de críos.
- A mí todavía me asustan- le contradijo su maestro con aire de meditación, dejándole anonadado. Sobre todo cuando afirmó - .Esos seres son tan reales como podamos serlo tú y yo. Hay constancia de ellos en la historia de nuestro propio mundo aunque aquí, Skarn Dainlin con la espada Somerlaiance, lograse acaudillar a nuestras tropas en la batalla decisiva contra ellos y sus compañeros maléficos. Pero siguen allí, en su nuevo planeta, llenos de odio y rencor hacia nosotros, aguardando volver un día para destruirnos.
- Si eso fuese así ya habrían llegado hace tiempo -. Le contradijo Yener con incredulidad -.¿Qué se lo impide?. La espada Somerlaiance se perdió .El Emperador tiene una réplica ceremonial. Si son tan poderosos podrían haberse infiltrado y matarnos.
- Ellos aun temen la fuerza del Kail y no se fían de que la Espada Somerlaiance desapareciera .Además están las técnicas superiores del Kail capaces de destruirles y también los conjuros de Esil. Esos dos pilares sostienen a Yumlaiance, a la Cuádruple Alianza y demás planetas amigos .Y sobre todo, nuestra Fe en los dioses Maray, Alex y Kail. Por ello, el Canto a la Diosa que harás en menos de un mes es tan importante. No sólo por honrar la tradición, que también .Sino para renovar año tras año nuestra promesa de lealtad a la Diosa y obtener de ésta su bendición .Eso es algo que aterra a esos seres de pesadilla. Y no es en absoluto meramente simbólico como la mayoría de la gente de hoy piensa.
- Mejor lanzar un ataque contra ellos y volar su mundo en pedazos- .Declaró resueltamente el muchacho aunque él mismo sabía que eso no era posible sin más. Pero era divertido pensarlo-
- No sería tan sencillo. No se les puede destruir con armas normales.- Rebatió también Azor Ligero, que no se molestó en argumentar las otras razones, perfectamente conocidas por el muchacho -.


Hubo unos instantes de silencio entre ambos hasta que el anciano añadió con tono más solemne.

- Por eso te he traído aquí .Debes ver por tus ojos que muchas de las cosas que se consideran mera leyenda existen .No es malo que la gente normal piense que casi todo es superchería pues de saber la autentica realidad muchos temblarían. Pero un Monje del Kail, un Señor Guerrero de Somer tiene esta obligación. Y a medida que progresa en su entrenamiento y asciende de nivel aun contrae una mayor responsabilidad .Por ello, cuando estés preparado te mostraré más cosas.
-¿Qué hay junto a esas esferas?.- Quiso saber Yener dedicando su atención hacia algunos arcones próximos a las mismas que reposaban cerrados en el suelo - .¿No se puede ver?.- Y antes de que su maestro respondiera añadió otra cuestión. - ¿Si las tocas te transmiten la sabiduría como dice la tradición?.- Preguntó alargando una mano para tocarlas siendo detenido por su maestro - .
- Están protegidas por un campo de energía espiritual, fruto de un antiguo campo defensivo que periódicamente alimentamos -. Le explicó Azor Ligero- .No debes tocarlo o te fulminaría. Tan sólo los que conocemos las palabras y el ritual podemos abrirlo .Tras este escudo impenetrable hay cosas vitales para el Kail y todo el planeta. Pero eso debe seguir siendo un secreto para ti. Al menos todavía.
- Me entrenaré a conciencia para poder estar a la altura y un día descubrir lo que contienen -.Afirmó el chico con determinación, admirado de todo aquello. -.
-¡Bien muchacho! - le sonrió jovialmente su mentor palmeándole la espalda para añadir con su sereno tono habitual - .Ahora debemos volver...Y tú completar tu preparación para el canto.
- Pero sigo sin dominar la última disciplina- recordó Yener con inquietud -.
- A su tiempo, todo a su tiempo, joven guerrero- .Respondió enigmáticamente Azor- .


Y precisamente en este tiempo tan misterioso e impredecible, llave de tantas y tantas cosas y sin que Yener lo supiera, sus amigos Peter y Kyra habían desaparecido .Gina fue informada de ello y pidió una dispensa en la embajada para ir a su planeta natal y estar con sus padres, le fue concedida y partió aunque tras unos días de permanecer en Oumeya y reencontrarse con Gordon había decidido volver a Yumlaiance. Quiso tomar esa aparentemente insensible decisión pues, por un lado sufría más estado allí, recordando a su hermano y por otro su misma madre la animó a hacerlo. Lora le aseguró que tanto ella como Pier se encontraban bien y que si deseaba ser diplomática tendría que aprender a sobrellevar esta clase de cosas por el provecho común .Un diplomático debe muchas veces dejar a un lado sus sentimientos y problemas personales para poder trabajar en pro de la felicidad de sus conciudadanos y su mundo. Así pues, mientras Yener completaba su instrucción, ella volvió a su puesto en la legación retomando el trabajo como antes, y también usándolo de refugio para mitigar su preocupación y su temor por la suerte de sus seres queridos.


Y en el Monasterio, cuando el muchacho se acostó en su habitación, después de aquel día tan revelador paradójicamente se durmió enseguida .No acababa de creerse todo lo que su maestro le había contado. Y más bien estaba preocupado pues los días que le restaban eran cada vez menos y pasaban deprisa .Dormido por fin tuvo otra vez aquel sueño. Estaba en una verde campiña de Somer y algo dentro de él le pedía que cuidase de aquello. Yener se preguntaba a sí mismo de que manera debía hacerlo.

- Ellos vendrán- .Escuchó responderle a una voz indeterminada que provenía de un lugar desconocido- .


Sintiéndose desconcertado trató de preguntar a quién se refería esa voz misteriosa .No obtuvo una respuesta directa, pero lo que ocurrió es que el sol se puso tras el horizonte y Yener sintió frío .Un frío intenso que sobrepasaba las valoraciones físicas .Advirtió que aquello era algo más allá de un mero rigor climático y también que estaba soñando, pero a la vez que lo que sucedía era también más que una mera pesadilla. Recurrió a sus disciplinas de Concentración y Tanteo Psíquico, creando un escudo mental que le ayudó a sentirse mejor. Pudo ver entonces la cara de un ser monstruoso de enormes fauces que trataba de destruirle por medio de un ataque telepático intenso. Sus ojos refulgían rojizos y desprendían chispas .Él se defendía con su pantalla y resistía, pero aquello no era suficiente. El monstruo acabaría por afectarle ya que Yener perdía fuerzas al mantener tal defensa durante mucho tiempo .Debía contraatacar y esa era precisamente la disciplina que le faltaba.

- Debes aprenderla tú mismo- le volvió a decir aquella voz ajena a esa comprometida situación arengándole de modo tajante- .¡Saca tu poder e impúlsalo!.


Yener lo intentó pero no lograba nada. Esa bestia no era afectada y su muro defensivo comenzaba a resquebrajarse. Moviéndose en un baño de sudor, el muchacho intentaba desesperadamente resistir. ¡Era necesario atacar con más fuerza para aniquilar a su enemigo antes de que éste hiciera lo propio con él!. Volvió a intentarlo recurriendo a toda su determinación, a sus valores, a todo lo que le era precioso y deseaba defender, pensado que, si el caía, todo lo demás sería destruido a continuación. Finalmente, aunó su concentración y pensó en aniquilar a ese ser con su fuerza mental multiplicada por todos esos recuerdos y deseos de salvaguardar a su planeta y poco a poco resultó .La cara de esa criatura se torcía en muecas grotescas que parecían acusar el ataque psíquico a que era sometida y finalmente desapareció, todo volvió a la normalidad bucólica que había comenzado el sueño y esa voz sonó nuevamente felicitando al agotado chico.


-¡Bien hecho Gavilán Veloz!. Ya has dominado la última disciplina que te faltaba para completar tu nivel básico. Ahora descansa. Otras duras pruebas te aguardan en el futuro.


Y Yener se quedó profundamente dormido, esta vez sin más sobresaltos, hasta el día siguiente. Cuando despertó, como siempre al rayar el alba, se sentía cansado, aquel sueño le había exigido mucha energía .Pero eso no le excusaba con los demás, debía atender a sus obligaciones .Se vistió comenzando con sus tareas .Iba a salir para su carrera matutina cuando hacia él se acercó Zorro Astuto que le llamó.

- No hace falta que corras hoy joven Gavilán- le dijo con aprobatorio tono -. Bastante agotado estás ya.


Yener le dedicó una mirada de sorpresa. ¿Cómo sabía eso si acababa de verle?. Seguramente estaría usando una percepción del Kail. Aunque lo que el anciano añadió después le dejó más perplejo aun.


- Luchaste bien contra tu pesadilla. Estamos complacidos de ello.
-¿Qué quiere decir Maestro?.- Quiso saber Yener- .¿Estabais al corriente de mi sueño?.
- Claro - .Sonrió Zorro Astuto que parecía divertido cuando agregó -.Te lo enviamos nosotros para que pudieras completar tu aprendizaje.


Viendo la cara de pasmo del joven el veterano monje añadió.

- Eres un alumno aventajado Gavilán Veloz, aprendes muy deprisa, generalmente los monjes suelen fallar en esta prueba la primera vez. Pero tú pareces tener una habilidad innata para proyectar tus pensamientos.
- Entonces ¿ya está?.- Inquirió el atónito muchacho, preguntando incrédulo - .Mi adiestramiento ha terminado.
- No del todo, te queda la parte más importante de él.- Le respondió Zorro Astuto- .Tienes que aprender a Entonar el Canto a la Diosa Maray.


Vaya, ¡era cierto!, después de este tiempo casi se le había olvidado. ¡Y era precisamente lo más importante que tenía que saber.! . ¡Menudo intérprete estaba hecho! .¡Si casi había perdido la noción de lo que tenía que hacer!. Para colmo a Yener la canción no se le daba muy bien y eso le preocupaba, Si fuera como Larus eso sería pan comido. Su amigo tenía un talento enorme para eso, creyó recordar que una vez le preguntó por su afición a cantar. Este le contestó que en su familia existía una larga tradición de cantantes. Algunos de sus tíos e incluso sus padres se habían dedicado al mundo de la lírica. En realidad el propio Larus era una de las pocas excepciones a la regla familiar. De todos modos siempre que podía se ejercitaba para deleite de sus amigos y compañeros, amenizando fiestas, como aquella que le dio antes de llegar a casa por su día de Fremark, o las que montaban cuando se licenciaron en la Academia. Si le hubiese propuesto a su compañero entonar el canto, podría haberlo hecho de inmediato, además, esa voz aguda que sabía poner cuando lo deseaba y sus largos sostenidos le hacían perfecto para el estilo de la oración. Y ahora que pensaba en ello, ¿acaso todos los oficiantes anteriores tenían esa misma voz?. Nunca escuchó un canto grave, como por ejemplo el que él mismo haría al tener un timbre de voz que tiraba a ello casi con exceso. ¿Acaso en el Monasterio le iban a dar lecciones de canto?. ¡Ojala que pudieran ayudarle a mejorar. ¡Y mucho en tan poco tiempo!, pues realmente se sentía preocupado y hasta asustado, incluso más que por la mera responsabilidad .Quizás en el fondo de su pensamiento lo que le inquietaba era temer que su canto resultase un desastre. ¿Iría a hacer el ridículo delante de cientos de millones de personas y ser recordado como el primer oficiante que provocó la risa?. Mejor no imaginarlo. Tragó saliva y objetó confesando su temor.


- Pero a mí cantar se me da fatal .Tengo miedo de quedar en mal lugar maestro.


Zorro Astuto se rió .Yener no comprendía el porqué hasta que este le explicó.

- El Canto a Maray no es una cuestión de tener talento musical o artístico. Reside en el corazón. Y ahora que dominas las técnicas mentales y de pensamiento puedes aprender a emitirlos de forma que sean audibles .Usando tus cuerdas vocales y tu voz sólo para amplificarlos, no para que estas vibren y los produzcan.
-¿De veras puedo hacer eso?.- Preguntó el muchacho sin poderlo creer aun -.
- Se ha venido haciendo desde hace muchos siglos- sonrió su maestro con una mezcla de divertido regocijo y tinte tranquilizador para añadir - .No veo porque no se podría seguir llevando a cabo.
-¡Cuándo aprenderé!. – Se dijo en voz alta a modo de auto reproche, para interrogar con visible entusiasmo .-¿No me llevará demasiado tiempo verdad?. ¿O sí?.


El anciano monje le hizo una seña con las manos para que refrenase esa euforia y respondió calmoso.

- No es tan fácil como te piensas, tardarás por lo menos un par de semanas en dominarlo básicamente y otra más en afianzarlo. Pero una vez lo controles tiene la ventaja de que los nervios no te harán fallar la voz, ni tendrás que preocuparte por estar afónico.
- Entonces, utilizado el pensamiento en teoría puedo imitar a la perfección cualquier voz en la que piense -.Conjeturó el chico -.
- No exactamente, porque al usar tus cuerdas vocales como amplificador siempre llevas un tono de tu propia voz, pero prácticamente sí. Y la influencia de tu garganta disminuye a medida que domines mejor la técnica. Es por ello que debes entrenarla mucho.
-¿Y si mi voz no es todo lo bella que se debe para esa ocasión?.- Quiso saber Yener inquietado también por eso -.
- No temas, las voces que nacen del corazón y la mente que se guía por la pureza de la fe y el deseo de homenaje a la Diosa siempre son muy bellas. En cuanto practiques tu oración te convencerás. Podría decirse que no volverás a ser el mismo.- Sonrió el monje -.
-¿Qué quiere decir?...
- Es algo que tú mismo descubrirás- .Le respondió Zorro Astuto que dio por zanjada la charla diciendo- .Azor Ligero te aguarda en la sala de prácticas .Ve para allá.


Yener asintió y tras hacer una ligera inclinación de cabeza hacia aquel veterano monje partió raudo hacia el lugar indicado .En aquella habitación desprovista de adornos y hasta casi de muebles, exceptuando un pequeño banco de madera y algo similar a un púlpito, estaba efectivamente su maestro .Yener le saludó de modo respetuoso y declaró.

- Zorro Astuto me ha contado que el sueño fue cosa vuestra .Para ayudarme a dominar la última disciplina.

EL anciano asintió lentamente y repuso tomándose un cauto interés.

- Así es ,¿te pareció muy difícil?.
- Al principio si, mucho - .Admitió Yener- .Luego pude reunir energías y enfrentarme a esa bestia .Era muy dura de vencer pero lo logré aunque quedé agotado, todavía lo estoy.


Y desde luego que lo estaba, sentía que sus miembros pesaban como el plomo y su mente se encontraba en un estado que le obligaba a mantenerse con todos sus sentidos alerta para evitar ser asaltado por la soñolencia al menor descuido. En tales condiciones difícilmente podría comenzar a aprender ninguna técnica. Pero Azor Ligero no era ajeno a ello.

- Acércate- le pidió su maestro al chico que obedeció -.


Yener se aproximó y cuando estuvo al lado del anciano este levantó sus manos y pareció concentrarse, al momento un aura envolvió al joven que sintió como le volvían las fuerzas. Estaba perplejo, su maestro estaba utilizando en él una disciplina del Magkail .La de Sanación, aunque a un nivel superior a lo que él conocía. Azor Ligero dio por terminada la cura y le sonrió inquiriendo.

-¿Mejor ahora?.
- Si, desde luego- .Convino el muchacho que se notaba como nuevo, todos esos síntomas se habían esfumado como si jamás hubieran estado ahí -.Noto que me han vuelto las fuerzas.- Declaró con sorpresa y agradecimiento -.

Pero su mentor le miró con aire inquisitivo y le dijo con suma seriedad.

- Has de saber hijo que esa visión de pesadilla que te enviamos y de la que te deshiciste acertadamente y con tanto esfuerzo no era sino una burda parodia de los enormes poderes que poseen las criaturas de la Oscuridad.


Su discípulo le miró atónito, en tanto su mentor añadía con tono de sentencia.


- El poder de un Hialgash haría que esa visión fuera tan sólo un alegre pensamiento. Comparada con estos terribles seres te hemos enviado un bebé indefenso. Una pequeña broma.

Yener estaba anonadado, casi pálido, si esos Hialgash realmente existían y eran tan poderosos y terribles rezaba porque jamás se topase con ninguno de ellos.

- Bueno, pero dejemos eso ahora -.Terció nuevamente su maestro, reemplazando sus sombrías palabras de antes por otras dichas con un tono despreocupado- .Lo que cuenta es instruirte en el canto. ¡Ven y mira!.


El joven asintió centrando su atención en el anciano que se arrodilló delante de esa especie de púlpito y dijo con tono solemne, lleno de respeto.

- Diosa Maray .Esposa del Dios Alex, madre de nuestro Dios Guerrero Kail. Permitid que os honremos ahora con nuestra promesa de fidelidad eterna que ahora se renueva.


Dicho esto el viejo siervo se concentró y una música salida de ninguna parte se pudo escuchar por toda la estancia. Yener reconoció asombrado la melodía del canto a la Diosa y se arrodilló al instante. Su maestro entonces entonó aquel canto y parecía que al hacerlo la habitación entera resplandeciese. Cuando terminó y tras mostrar una vez más sus respetos a la diosa, se dirigió a su alumno.

- Esto es lo que debes decir y hacer cuando llegue el momento del canto .Y es lo que practicarás desde ahora hasta entonces.
-¡Qué maravilla maestro!. ¿Y la música? .¿De dónde ha salido?.- Quiso saber él mirando maravillado en todas direcciones -.
- De mi interior. Igual que brotará del tuyo. Pues como la letra de la canción la interpreta tu espíritu y tu corazón. Ayudados por tus destrezas y por la propia Diosa.
- Sólo tengo una duda más- .Afirmó Yener sin reponerse todavía de su asombro , tiñendo su voz de preocupación -.¿Y si yo no fuese el intérprete que la Diosa desea? .Hay otros muchos con más méritos que yo. Que han hecho muchas más cosas por la paz y por nuestro Mundo .¿Y si le desagrada mi elección?.


Azor Ligero sonrió ampliamente y negó con la cabeza.

- No le desagradará. Has sido nombrado por el consejo y por el Emperador.
-¡Ojala que no se hayan equivocado! ,y no es que quiera poner en tela de juicio su decisión. Alex, Kail y Maray me libren de ello.- Se apresuró a añadir como si el mismo soberano estuviera escuchándole -
- No se equivocan Yener, te lo puedo asegurar. Tú has sido elegido por una razón. Cual es, ni siquiera yo lo sé, pero es algo que no debe dudarse .La diosa te aprobará.
- Me hace usted muy feliz maestro- suspiró el muchacho añadiendo entre aliviado y en actitud de disculpa- .Perdone si le he parecido desagradecido con mis dudas.
- Todos los que fueron designados a través de los siglos para entonar el Canto han temido lo mismo que tú. Yo también tuve esos mismos temores cuando me honraron con esto hace ya tantos años. ¡Es más!, me habría preocupado seriamente si no hubieras albergado tales dudas. No hacen sino confirmar el acierto de haberte elegido .Tan solo preocúpate en poner toda tu alma y empeño en ello.
-¡Lo haré Maestro! - sonrió él lleno de entusiasmo -.¡Y comenzaré ahora mismo!.


Azor Ligero asintió complacido e indicó a Yener los pasos de la ceremonia .El muchacho probó suerte con la oración pero al principio fue un desastre. O no lograba conectar bien sus pensamientos o esa música no salía. Así transcurrieron varios días .Su mentor le animaba con palabras de tranquilidad. ”Esto es lo normal” le decía .O,” no temas, irás lográndolo poco a poco”,. Así fueron pasando las semanas y Yener por fin entonó aquello de forma aceptable .Le quedaban varios días para pulirlo y afianzarse en el dominio de sus técnicas y lo fue logrando .Cuando quedaban tan sólo dos días de permanencia en el Monasterio, Azor Ligero le llamó y posando sus manos sobre los hombros del muchacho le dijo.


- Estoy muy orgulloso de tus progresos Gavilán .Ahora sólo te resta un último paso.
-¿Cuál es maestro?- .Preguntó el chico sin comprender a que podría referirse ahora su instructor- .
- Ponerte en armonía con todo lo que te rodea .Ya lo estás, sino el canto jamás podría haberte salido, pero debes notarlo con intensidad. Hoy y mañana meditarás en solitario. En la sala de prácticas donde has rezado, tendrás conciencia de ti mismo y de lo que te rodea. Y probablemente descubras coas que no imaginas .Estarás en ayuno y cuando concluyas vendrás a mí para despedirte y volverás a tu casa.
-¿Cómo sabré cuando he terminado mi meditación?.- Inquirió Yener -.
- Lo sabrás -. Afirmó el Maestro- .No tendrás ninguna duda sobre eso. Además, es algo que nadie puede decidir por ti. Cuando creas haber terminado así será. Y tendrás una guía.
-¿Cuál?. ¿A qué se refiere?.- Inquirió pero solo obtuvo un sonriente silencio por respuesta hasta que Azor ligero declaró -.
- Ve, te está esperando. Cuando te encuentres preparado lo verás.


El muchacho permaneció en silencio reflexionando sobre las palabras de su mentor en tanto se dirigía a la sala de meditación. Una vez llegó allí cerró la puerta. Tendría muchas horas para poder pensar .Lo primero que se le vino a la mente nada más concentrarse fue.


-¿Qué hago aquí?. ¿Qué naturaleza tiene todo esto?. ¿Es lo que mi maestro me ha contado o llega todavía más allá?. ¿Estoy verdaderamente preparado?...

“Esto debe ser así, no puede ser de otra manera- le vino como respuesta- .Estarás preparado cuando tu corazón y tu alma lo crean verdaderamente. Los hechos acaecidos y los que vendrán están inexorablemente unidos .Los acontecimientos no se suceden gratuitamente. Debes velar por tus seres queridos, por tu patria y por tus dioses, pero sobre todo eso, por el triunfo de la luz, la verdad y la armonía sobre la oscuridad, el engaño y el caos. Renovar la promesa de fidelidad hacia Maray en nombre de tu mundo es tan sólo un primer paso .No es la finalidad en sí. Comprende esto y tampoco trates de mostrarte perfecto ni de serlo. Debes admitir tus imperfecciones y ser humano para poder ser lo que debes ser. Y hacer lo que de ti se exige”.


Y Yener sintió que ya había terminado su meditación, habían pasado tan sólo treinta horas .Cuando levantó la vista de lo que hasta ese momento le había parecido una estancia vacía, descubrió un atril y en él, abierto e invitándole a leerlo reposaba el Libro del Magkail. El chico lo contempló atónito, no podía dar crédito a sus ojos. ¡Si antes no estaba ahí!. Además, él siempre creyó que la ceremonia de leer el libro se hacía delante de todos sus maestros. Quizás no fuera así, o al menos no siempre. De todos modos. ¿Qué debía hacer?. ¿Acaso estaría preparado para ojearlo?. Si había aparecido allí, junto a él, suponía que debía hacerlo. Pero, ¿y si fuera una prueba más?. Dudó entre llegarse al libro o salir de la habitación. No obstante se detuvo a medio camino de ambas opciones y reflexionó. Llevaba haciéndolo muchas horas así que unos minutos más no se notarían. ¿O tal vez sí? .¿Qué tenía que hacer? .¿Qué esperarían que hiciera?. Aunque esa no era la cuestión, ya había alcanzado el grado de maestro y estaba preparado para entonar el canto a Maray. Solamente él debía decidir. Allí no había nadie más y no podrían censurarle nada. Tanto si decidía en un extremo u en otro. Se arrodilló enfrente del atril. Los rayos del atardecer se filtraban sobre unos largos ventanucos que se hallaban a gran altura, entre la pared y el techo, uniendo a ambas estructuras. El sol iluminaba ahora plenamente las páginas del libro, tal y como la antigua leyenda decía que sucedió cuando Skarn Dainlin lo encontró y consultó por vez primera. Yener ya había decidido. Él era un vástago de aquel legendario monje, un hijo del Kail y como tal tenía el deber de ayudar a mantener y mejorar a su orden para que esta jamás se perdiera. Ese era uno de los votos que todo maestro del Kail debía jurar. Él lo hizo de modo solemne y respetuosamente entonó la oración al dios Kail, usando para ello las técnicas aprendidas en el canto.


Soy aire a tus pies .¡Oh gran Dios Kail!.
Sin tus enseñanzas nosotros tus hijos nos sentiríamos confusos y perdidos.
Te honro y te venero padre de nuestra orden
Como lo hicieron nuestros antiguos maestros
Y lo harán nuestros futuros pupilos en los siglos venideros.

Dame tu fuerza y tu conocimiento.
¡De quién es el poder y la grandeza de nuestro espíritu!.
Sino de la luz que nos diste por guía.

Bendecimos tu nombre y el de tus Padres elevados.
Que te dieron el aliento de Vida, el Amor y el Conocimiento.
Que sobre nosotros has derramado.


Y cuando terminó, aun permaneció algún tiempo arrodillado, entonces se puso en pie y con paso todavía indeciso y manos temblorosas alcanzó aquel gran Libro. Con la emoción apenas contenida en su corazón, que tamborileaba casi queriendo salírsele del pecho, pudo clavar la vista en el texto, acariciar sus apergaminadas páginas doradas y leer en tinta roja.


“Aquí se guarda la sabiduría ancestral Del Kail .Pongo en escritos este incalculablemente valioso regalo del gran dios Kail, hijo de los dioses Alex y Maray, a los hombres del Magmud de hoy y del porvenir. Que todo aquel que lo consulte en los siglos venideros obtenga la gracia de beneficiarse de sus grandes conocimientos, los use siempre para el bien y la defensa del Magmud y sus gentes.”


Y aquel párrafo estaba firmado nada menos que por ¡Kar Alan!. ¡El fundador de su orden!. Yener apenas podía mantenerse sereno a la vista de aquello. Pero siguió leyendo otro párrafo escrito debajo con letras azules.


“Después de muchos siglos el don divino que otorgase el Dios Kail a nuestro fundador Kar Alan, se ha devuelto a Somer. Yo Skarn Dainlin, renuevo el juramento de fidelidad y empeño a nuestra orden y a su engrandecimiento y recuperación de aquí al final de los tiempos”. Y hago asimismo jurar a todos los maestros que vengan tras de mí, con el propósito de mantener siempre libre y a salvo de la maldad de los oscuros a nuestro Magmud”.


Y por supuesto que allí estaba la firma de Skarn Dainlin. A Yener ahora parecía que se le fuera a parar el corazón. No se cansaba de leer y releer los párrafos y de pensar en sus palabras. Magmud, era una de las que más le venían a la cabeza. En Someres antiguo significaba mundo. Entonces aun no existía Yumlaiance, todo era un mosaico de reinos más o menos poderosos y enemistados o no entre sí, pero que habían hecho frente común contra su mismo enemigo, Los Señores de la Oscuridad. ¡Y los vencieron!. Salieron victoriosos y más tarde se unirían formando un Imperio .Ahora Yener estaba a punto de formar parte de todos los monjes que alcanzaron el grado de maestros durante el correr de los milenios. Y de ellos, tan solo dos, habían podido escribir su nombre y sus votos en aquel libro. Su fundador y primer escritor y su recuperador.


Y Yener pasó horas y horas absorto en las primeras lecturas de ese libro sagrado para los suyos. Y cuando al fin estuvo listo y lo juzgo suficiente salió con reverencia de la habitación y fue a reunirse con su maestro que le recibió a la puerta del Monasterio. Habían pasado más de cuarenta horas desde que entró. Este entonces le dijo con tono jovial al verle llegar.

- Has tardado mucho .¿Estás preparado Hijo?.- Agregó con afecto paternal -.
- Lo estoy maestro Azor Ligero. Y he leído el libro del Magkail - .Afirmó el muchacho con seguridad y emocionado orgullo a un tiempo -.

El anciano asintió complacido.

- Maestro- .Le inquirió entonces Yener -.Pensaba que serías tú el que me dejase leerlo, o que lo haría en presencia de todos vosotros los más sabios.


Azor Ligero puso una mano el hombro derecho del chico para responderle con voz queda y serena.

- Tal y como hicieron nuestros grandes maestros hemos hecho todos. Ante el Libro del Magkail solo cuentan las impresiones de cada uno. Tan importantes como los conocimientos que almacena son las reflexiones que surgen de tu corazón, tu mente y tu espíritu.
- Pero. Yo no esperaba leer el libro durante mi preparación para el canto a Maray -. Comentó el chico aun sorprendido por ello -.
- Normalmente no se hace así, pues son dos ceremonias distintas, pero en tu caso ambas han llegado de la mano. ¿Y quienes mejor para estar juntos que una madre y su hijo?.- Le preguntó de modo retórico su maestro a la par que sonreía y remachaba -.¡Es un buen presagio Gavilán!. Pocos monjes han hecho ambas cosas unidas.
- Le recé al dios Kail con la técnica de la diosa. Espero que sea correcto- .Le confesó Yener sintiéndose un poco apurado -.
- Ambos dioses te estarán muy agradecidos puesto que has unido el amor hacia la madre con el del hijo- .Le aseguró su maestro con visible aprobación -.Obraste bien y tus palabras son la respuesta que deseaba escuchar .¡Ahora ve!, vuelve a tu casa y dispónte a cumplir con tu honrosa tarea.
- Así lo haré -. Convino respetuosamente Yener- .Muchas gracias por todo lo que de ti he aprendido y por lo que seguramente me enseñarás en el futuro.
- Todos somos nuestros propios maestros Gavilán - .Le contestó su mentor- .Nadie aprende nada si no lo desea. Y no hay maestros que puedan enseñarte algo nuevo.¡ Anda ve!, para que con los dioses, todos nos sintamos orgullosos de ti.


El muchacho sonrió asintiendo con energía. Se sentía renovado y feliz. Había llevado a buen término su adiestramiento y superado aquellas pruebas para honra propia y de su maestro. ¡Y eso último le era aun más importante!. Para él, Azor Ligero era como un segundo padre ,¡incluso muchas veces más padre que el suyo propio!. En pocas ocasiones le había decepcionado y menos aun aquel anciano monje le había amonestado o expresado contrariedad. Del mismo modo, a pesar de felicitarle cuando cumplía bien con sus labores en contados momentos le había visto tan satisfecho y orgulloso como ahora .Azor Ligero translucía esos sentimientos sin disimularlos, eso hacía que el corazón de Yener se alegrase como no podría hacerlo por nada más. Después de todo este tiempo entrenando el cuerpo, la mente y el espíritu, ahora se sentía preparado. Podría cumplir con su misión. Volvió a su celda y recogió sus cosas despidiéndose de sus compañeros y tomando aquel camino donde dejara su vehículo.

-<>- .Se dijo apurado- .<>.


No obstante, al llegar ese vehículo no estaba allí, se lo había llevado y encontró otro deslizador con un recado que le decía.

“Gastos de desplazamiento a cuenta de la casa Imperial .Feliz canto Gavilán Veloz”.


Yener sonrió visiblemente halagado y no menos agradecido, disponiéndose a volver a casa .Aun restaban tres días para el acontecimiento y deseaba ver a su familia, a Karie y también a Gina para ir con ellos a la ceremonia en Dumlans.

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