sábado, 5 de marzo de 2011

UNC 38

11/Capitulo 38.El Canto a Maray.


La vuelta a casa de Yener constituyó toda una fiesta .Sus padres, amigos y demás familiares le esperaban impacientemente. El chico había avisado con una llamada de su regreso, pensaba ver allí a sus padres y a su hermano, quizás a Lota y a Karie, pero se encontró con casi todos sus parientes. Sorprendido por este recibimiento, los aplausos y alabanzas que le hicieron, él declaró divertido.


- ¡Y eso que no he cantado todavía!.
- Pero eso no impide que estemos orgullosos de ti- .Repuso su tía Dara, esbelta mujer de pelo rubio ceniza, hermana menor de su madre - .
-¡Claro que si hermano. Eres el héroe del momento! - .Convino Erel con tono entre jocoso y admirado -.
- Allí estaremos todos ,¡así que ya puedes hacerlo bien granuja!- .Exclamó su tío Yoger, marido de su tía, dándole una fuerte palmada en la espalda que casi le hace atragantarse con una copa de vino que Yener estaba bebiendo- .
- Yoger no lesiones a mi hijo,- terció Aluria visiblemente divertida, aseverando con una solemnidad no tan fingida como pretendía dar a entender -.Tiene cosas muy importantes que hacer pasado mañana.
- Y desde mañana la fiesta de Maray- Afirmó el padre de Yener con visible optimismo - .¡Qué buena ocasión para aumentar las ventas!.
- Siempre estás igual papá- le recriminó Erel -
- Es una broma. Sé que le fastidia y quiero pincharle un poco - .Sonrió su padre con gesto distendido -.


Yener sonrió, la pulla de su padre lejos de molestarle le hizo gracia. Estaba de tan buen humor que casi cualquier cosa le habría caído bien aquel día .Se sentía muy contento y satisfecho de que su familia estuviera allí, tan sólo quedaban por llegar sus abuelos, sus otros tíos y sus primos, pero su madre le informó de que lo harían al día siguiente .Miraba a su alrededor y todos se lo estaban pasando en grande, por primera vez en años los suyos se juntaban a pesar de algunos malentendidos y pequeñas disputas domésticas. Pero nadie está libre de esas cosas y en una ocasión así bien podían olvidarse y dar la oportunidad a todos de pasar un rato agradable. Sin ir más lejos, recordaba ahora que su tío y su padre habían discutido hacía relativamente poco por ciertas inversiones de Yoger en los negocios de Nevis con la luna meridional y su participación en los beneficios. Desde entonces apenas si se dirigían la palabra y mucho menos se veían. Ahora les veía palmearse la espalda, mirarle a él con orgullo y bromear sobre lo siguiente que Yener, el orgullo de la saga, lograría. Suspiró mirando al techo como si quisiera hacer partícipe a la Diosa de sus pensamientos. Si por lo menos el canto a Maray servía para que sus padres, sus tíos y resto de la familia estuvieran en armonía, eso ya sería un premio de valor incalculable .Bueno, decidió mezclarse un poco entre los suyos y mostrarse tremendamente simpático, habló con su tía y le preguntó por su prima Zaimbra.

- Vendrá mañana con tus primos. Y tus tíos .Descuida, no faltarán por nada.


Yener pensó que ojalá no hicieran lo mismo que el día de la ceremonia de su graduación en la academia de Port Duraior. Entonces la presencia de Zaimbra, (con la que nunca había congeniado bastante dicho sea de paso), y de los otros, a excepción de su primo Ires y su prima Calhda, había brillado por su ausencia. Pero no era momento de recordárselo a su tía así que sonrió con su mayor deferencia y saludó al resto. Entonces llamaron al holoportero y muy solícitamente se ofreció a abrir.


-¡Eso está bien!- .Aprobó Yoger con una carcajada- .¡Que no se te suba a la cabeza Yener! .¡Eh Nevis!. ¿ A cuántos designados para el canto a Maray has visto tú ir a abrir la puerta de casa?.


Éste se encogió de hombros tan divertido por la gracia como su autor. Erel que estaba cerca mostró una sonrisa de circunstancias y dedicó una mirada a su hermano plena de solidaridad. Yener asintió resignado. Se habría sentido más cómodo en una reunión con Nerel Asety y el mismísimo Tirelius. Estos le mostraban mucha más consideración y eran bastante más discretos y sutiles que sus parientes. Pero eran su familia y les quería, aunque podría aplicar aquella broma tan manida de, ¡muy en el fondo de Magasth !. Pensaba en esto mientras abría y se encontraba frente a Lota y Karie que lucieron dos sendas y alegres sonrisas, amén de dos bonitos vestidos, cuando le vieron.


-¡Hola Yener!- . ¡No pensé que fueras tú el que nos abriera la puerta hoy! -. Exclamó Lota por todo saludo -.
- Forma parte de mi adiestramiento previo. Y es una gran alegría para mí abríros a vosotras- Replicó el chico con divertida ironía pero sin perder su encantadora sonrisa -.


Como era de esperar Lota se complació mucho con esa respuesta y Karie se tapó la boca para no reír. Seguro que el pobre Yener debía de estar harto de ese tipo de comentarios. Todo porque, según la antiquísima tradición, el designado para el canto era tratado poco menos que como un rey por parte de todos hasta el momento de la ceremonia. ¡Qué se podía esperar si hasta el propio Emperador le dedicaría un trato preferencial sobre su propia persona!. Aunque la muchacha sabía que eso no iba del todo con Yener. El chico se tomaba realmente en serio su papel. No obstante, para todos los demás, eso era simplemente un gran honor con enorme repercusión social a escala mundial, ¡incluso a nivel interplanetario ! . A cualquiera de los aquí presentes le encantaría decir, yo soy el primo, el tío, el padre, etc. Del designado para el canto, y después, cuando lo hubiera entonado, del oficiante. Karie tenía en cuenta que las únicas medio- excepciones a eso seguramente serían Aluria, Erel y ella misma. La primera no podía ser más feliz por él, pero porque así también colmaba sus aspiraciones y esperanzas sobre este, anhelos que veían desde que su hijo era bien pequeño, cuando lo consiguió meter en el Monasterio del Kail. El segundo como buen hermano se sentía muy orgulloso aunque, al igual que su padre, eso si, de un modo menos descarado e incluso egoísta, no dejaba de ver las ventajas de tan insigne pariente y las posibilidades que, tanto para él mismo como para Yener tenía aquello. Y ella misma, bueno realmente se sentía muy feliz por él, no obstante cambiaría todo aquello por haber sido su pareja. Su futura mujer incluso. Haberse unido a él hubiera significado para Karie mucho más que cualquier honor. Pero pensando así también debía reconocerse egoísta. Solo estaba teniendo en cuenta su propia felicidad y no la de Yener. La muchacha esperaba que la Diosa pudiera comprenderla y perdonar su flaqueza. ¡Ojalá que sonriera a su amigo para que su canto fuera el más hermoso que se hubiese entonado nunca!.


- Ya empezaba a pensar que no ibais a venir- .Declaró Yener divertido-
-¡Ni un batallón de Monjes de tu monasterio lo hubiera impedido! - .Le respondió Lota en tono jovial -.

El muchacho iba a replicar algo cuando su vecina le dejó con la palabra en la boca. Esta ya se había lanzado hacia Aluria que también se digirió a ella a grandes pasos y con grandes voces. Se saludaron y ambas se felicitaron cordialmente por tan gran día. Karie no pudo ahora evitar la risa y Yener la observó entre resignado y divertido.

-¡Por el Dios Kail! - .Le susurró con jocosidad - .Por fin alguien con el que puedo hablar y que me hará verdadero caso.


Karie asintió, Yener notó que estaba más calmada y le miraba con una cómplice sonrisa .Él le hizo una seña y salió al jardín, ésta le siguió .Por fortuna nadie pareció darse cuenta o, por esta ocasión, no les prestaron atención. Ya fuera el muchacho suspiró y le dijo.


- Ya estaba agobiado de tanta fiesta, lo que más deseo es estar tranquilo.
- Quieres prepararte mentalmente para la ocasión ¿no es cierto?.- Le inquirió ella -.
- No, eso ya lo hice en el monasterio. Allí, entre ritos, pruebas mentales y físicas extremas, es mucho más fácil - .Bromeó arrancando otra sincera risotada de ella y agregando ya más serenamente -.Es sólo que me gustaría tener calma antes de la ceremonia, luego ya festejaremos.
-¿Y después que harás?.- Le preguntó la chica tornando su hilaridad en interés -.
- Lo que me manden, no lo sé, podré elegir cometido supongo, lo que más deseo es volver a la acción .Embarcarme de nuevo.
-¿Tan bello es el espacio exterior?.- Quiso saber Karie mirándole con semblante inquisitivo no desprovisto de asombro. -
-¡No te lo imaginas! - .Sonrió él declarando con verdadera devoción- .¡Es tan enorme y tranquilo! .Mucho más allá de las órbitas conocidas y del tráfico sideral, te da una sensación de libertad única. No conozco nada parecido .Sólo me he encontrado mejor en el Monasterio.
- Vaya- repuso la chica otra vez en tono de broma- .Pues quédate allí para completar tu adiestramiento por completo, ¡hasta llegar a ser el Gran Maestro! - .Añadió con fingida rimbombancia- ..
- No seas mala- le pidió él divertido también para agregar con un tono de mucho más respeto y admiración - .Pero aunque no lo creas lo que te digo es verdad. Allí se respira una atmósfera única .He aprendido muchísimo en este poco tiempo y estoy seguro de que aun me queda por aprender muchísimo más. He visto cosas que sólo podía imaginarme y otras que ni siquiera podría haber soñado.
-¿Qué cosas?.- Le preguntó la chica sin disimular su curiosidad -.
- No puedo decirte nada de eso, sólo lo conocen los monjes. No está al alcance de profanos- .Se negó él, ahora con pretendida solemnidad -.
-¡Venga ya, Yener!, ¿qué cosas son esas?,- le pidió ella con voz melosa -.
-¡No seas pesada gusanita! - le picó él - .No te lo pienso decir, ja, ja.
- Pues te lo haré confesar- .Repuso ella tratando de hacerle cosquillas- .


Yener se apartó y corrió perseguido por Karie. Aquello le llenaba de alegría devolviéndole por un momento a la infancia. Tras unas escaramuzas alrededor de los árboles del paseo, próximos al jardín familiar, cesaron en las carreras y ella jadeando agotada le dijo con más seriedad y no menos admiración.


- Sé que no me lo puedes contar, pero seguro que será tan maravilloso como tú afirmas.
- Lo es, confía en mí, hay cosas buenas y otras no tanto, pero están ahí para protegernos de todo mal. Como lo han estado durante siglos .¡Bueno anda!.- Añadió dejando aquel tono que se estaba haciendo trascendente por momentos por otro más jovial- .Volvamos dentro. Los demás nos estarán esperando .Seguramente se preguntarán donde habremos ido .Por cierto.- Inquirió recordando su gran pasión- .¿Qué ha hecho el Prehistar?.
- Me temo que les han eliminado en semifinales de la recopa Planetaria- .Declaró Karie con falso tono compungido, en tanto le tomaba del brazo- .
-¿Cómo?- .Exclamó él atónito- .¡Eso no puede ser!.
- Pues lo es, uno a uno aquí y cero a cero allí. Mala suerte Yener.- Sonrió ladinamente ella -.
- Ya hablaré yo con ellos, ¡será posible! - .Farfulló de mal humor, que era en parte exagerado pero en su mayor parte no. Realmente casi nada podría haberle hecho enfadar aquel día, a excepción de algo como eso -.

Karie, que le conocía de sobra, sonrió de nuevo y ahora dijo más alentadoramente.

- Anda no gruñas tanto, que en basket ya se han clasificado para la siguiente ronda de los playoffs.
-¡Vaya cosa!, contra esos mantas que tenían por rivales era lo normal.- Repuso él desapasionadamente- .


Karie negó con la cabeza sonriendo una vez más, ¡este chico siempre sería el mismo!. Ella entonces sonrió de forma algo más apagada y le confesó con un entusiasmo algo artificial.

-¿Sabes una cosa?. Para verte en la ceremonia me he comprado un vestido nuevo precioso.


Yener le dedicó una atónita mirada, replicó con amabilidad y agradecimiento en un tono entre condescendiente y afectuoso.

-¡No debiste hacerlo, tonta!.

- La ocasión lo merecía. ¡Ya tengo ganas de estrenarlo!.


Yener le guiñó un ojo y acarició el pelo de la muchacha rodeándole los hombros con uno de sus brazos, en tanto volvían hacia la casa. Karie apenas podía mirarle ahora ni pronunciar palabra. Lo cierto es que ese vestido estaba ahí desde que supo que el chico volvía de Oumeya. Aquella vez que le confesó que se sentía atraído por esa mujer de la confederación. Karie lo había guardado con todo cariño esperando haberse atrevido a pedirle salir entonces y poder lucirlo en su primera cita. Pensaba entonces que aquella no era una idea tan lejana e imposible. Después ya no tuvo valor para ponérselo en ninguna ocasión, le traía recuerdos demasiado dolorosos. Pero ahora sí que tenía la oportunidad perfecta. Podría borrar la mala memoria a la que había asociado ese traje y sustituirla por algo tan importante y hermoso.



Y Yener no era tan ajeno a los sentimientos de la chica en esta ocasión como en las anteriores. A pesar de que ella lo disimulaba admirablemente sentía un poso de tristeza en la muchacha que se había agudizado cuando mencionó lo del vestido. No era un reproche hacia él, Karie tenía mucha dignidad, tanta que era capaz de tornar su pesar en alegría, y aunque no podía descifrar del todo el motivo, Yener se daba perfecta cuenta de que su amiga renunciaba valerosamente a otras aspiraciones en pro de su amistad y del cariño que ambos se tenían y la quiso aun más por ello .Así que él también disimuló sin permitir que ella supiera que estaba al corriente. La condujo abrazada hacia la puerta y ninguno de los dos habló más. No hacía falta. Karie le entendía muy bien, siempre lo había hecho. Ella pensaba en eso también. Lo que habría dado por perpetuar esos momentos, esas conversaciones y esa intimidad y haber llevado su relación mucho más allá. ¡Tenían tanto en común y se comprendían tan bien!. Quizás fuera precisamente por eso por lo que Yener solo la veía como su amiga, e incluso muchas veces, más bien como a una hermana menor. La ironía del destino era que tanta cercanía y familiaridad habían hecho de ellos familia en ese sentido y no en el que Karie hubiera deseado, ¡en el que había soñado durante esos años!. Pero no era el momento ni el lugar para entristecerse. Aquel día era el de Yener, ¡su gran día! y ella estaría a su lado de forma completamente leal y desinteresada. Además, se prometió superar aquello y atesorar los mejores momentos que ambos compartieran a partir de entonces y este era uno más. Una jornada muy especial en la que Yener había compartido esos sexdanes previos al gran momento con ella .Y a diferencia de los otros, Karie no iría por ahí diciendo. “Yo estuve con el designado poco antes de que entonase la canción”. Muy al contrario, aquello quedaría guardado en su corazón, en el sitio de honor reservado para sus mejores momentos. Sólo para los dos.


Ya era tarde avanzada cuando entraron y continuaron divirtiéndose junto a los demás .La fiestecilla duró hasta la llegada de la noche. Aun era temprano cuando todos se fueron para que Yener pudiera descansar .Al día siguiente, como mandaban los cánones, debía presentarse ante el Emperador y el Consejo para recibir el placet y la designación ceremonial para el canto. El muchacho se levantó antes del alba, todavía le quedaba esa costumbre del Monasterio. Se arregló con sus mejores galas y partió despidiéndose de sus padres y hermano hasta después de la ceremonia. Ya no vería a sus amigos y familia hasta después. Cogiendo un deslizador enviado por la corona a tal efecto se plantó en la ciudad en una hora. Bajó del mismo y se encaminó hacia el palacio Imperial. Mostrando su acreditación, los guardias le flanquearon el paso de inmediato, saludándole en posición de firmes. Por fin, estuvo ante la puerta de audiencias y oficialmente fue anunciada su llegada al propio Emperador.


-¡El aspirante a Entonar el Canto a la diosa Maray ha llegado! .¡Es con honor recibido en audiencia!- .Exclamó el comandante de la Guardia cumpliendo a rajatabla el protocolo- .
- Háganle pasar para que pueda perpetuar nuestra alianza con la Diosa y así renueve la esperanza en su ayuda, amor y bondad - .Fue la respuesta del otro lado -.


La puerta se abrió y Yener, uniformado con su jubón verde de gala del Kail y su sable ceremonial, amén de lucir sobre su pechera sus condecoraciones y en los hombros los símbolos de su grado de coronel, pasó. Se cuadró ante el trono, saludó y después hizo una marcada reverencia hincando una rodilla en tanto era contemplado por el propio Emperador que se sentaba en este .La Emperatriz Salicia, ataviada con un largo traje inmaculado y luciendo la tiara imperial le flanqueaba sentada a su derecha y el hijo de ambos, el príncipe heredero Lonel, con uniforme de gala de teniente de los tres ejércitos unificados, pues cursaba sus estudios militares, permanecía en pie como muestra de respeto hacia los dos soberanos . Algo alejados y por supuesto en pie, estaban allí Azor Ligero, su maestro y representante de los Monjes de Somer y Roden Sartas el Primer Maestre de la hermandad de Alta Magia de Esil. Después, los jefes de los distintos ejércitos, representantes de las instituciones de gobierno y un largo etc de personalidades, amén de los embajadores de los diversos mundos y algunos de sus agregados y entre ellos, muy atrás, tapada completamente por la gente y vestida elegantemente con un traje rojo borgoña, se encontraba Gina Larans.



Para la muchacha ser recibida junto a su embajador en audiencia por el Emperador aunque fuera conjuntamente con todas aquellas rimbombantes personalidades, fue algo impresionante .Tan sólo había escuchado historias sobre los monarcas del pasado en la Tierra, su planeta madre. Y de Yumlaiance sabía lo poco que Yener y el resto de la gente que había conocido en su estancia en este mundo le contase .Pero la pompa, solemnidad y el ambiente regio que se respiraba, aumentado si cabe por la importante ocasión que se conmemoraba, la habían desbordado por completo .Una vez allí su deseo era ver llegar a Yener. El muchacho, en sus conversaciones durante el viaje a este planeta, le había contado que él sería el protagonista de aquella celebración y que acudiría vestido con las galas del Kail. Ella tenía curiosidad por ver como sería y ahora lo encontraba realmente guapo. Esa capucha que llevaba sobre la cabeza y que se había quitado ahora, al estar en presencia del Emperador, le daba un aire misterioso y muy atractivo. Ella se moría por preguntarle muchisímas cosas pero debía permanecer en silencio en tanto se desarrollase el trámite de la designación ceremonial. El Emperador entonces dio comienzo a la misma levantándose de su trono, vestido con la indumentaria tradicional, su espada, cetro y manto, amén de una armadura, réplica de las que se usaran hacía milenios. Se dirigió hacia Yener preguntándole con pretendida duda.


-¿Eres tú aquel que ha sido designado para el Canto por el muy noble Consejo Real?..
- Si mi Señor, yo soy...Gavilán Veloz, miembro de la orden de los Monjes Guerreros de Somer .Conocido también para los ajenos a mi orden como Yener Rant D,lal. Coronel del ejército de Yumlaiance.
-¿Reclamas entonces tu derecho a Entonar este Canto conociendo los honores, privilegios y obligaciones que representa y aceptándolos en su totalidad, sin dilación ni marcha atrás?.
- Si, lo reclamo, si, lo acepto y si, juro, no vacilar ni volverme atrás.- Respondió Yener con determinación cumpliendo el ancestral formulismo- .


Transcurrieron unos segundos de silencio que envolvió aquel enorme salón decorado en blanco y oro. El Emperador entonces tomó nuevamente la palabra y concedió.


- Sea pues, con nuestros mejores deseos y que las bendiciones de Alex, el dios de la medicina y los misterios arcanos, Maray la diosa de la bondad y la belleza, madre de nuestro pueblo a la que vas a honrar y Kail su hijo, dios de la guerra y sabiduría que originó a los de tu noble orden, te bendigan. Dando ellos su aprobación por medio del consejo ni el propio Emperador puede negarse...



Matizó estás últimas palabras para simbolizar hasta que punto era trascendente aquella ceremonia. Cumplimentada esta, el soberano volvió a su trono y ahora de modo muy cortés invitó a todos los presentes a ocupar sus localidades, en tanto él y le príncipe se retiraban .Todos le hicieron una reverencia y Yener fue también en dirección a la salida norte del palacio, la que comunicaba con un larguisimo paseo, flanqueado por la Guardia Imperial que presentaba armas .Por fin, en el salón de trono los congregados pudieron hablar y Gina, que no podía reprimir la curiosidad que le daba ese suspense, preguntó a un agregado nataclier que tenía a su lado.


-¿Qué pasará ahora?.
- El designado, ya oficialmente sancionado por el Emperador, tiene que recorrer la larga distancia que separa el palacio Imperial del templo dedicado a la diosa. Allí, se sitúa un altar que corona las escalinatas de acceso al templo. Él deberá subirlas y frente a la estatua de la diosa comenzará la oración. En las escalinatas y a una distancia de varios metros suya, se alinearan a ambos lados abanderados con los estandartes de todos los reinos, la Orden del Kail y la Hermandad de Alta Magia de Esil. Todos a un tiempo harán flamear las banderas manejándolas con gran pericia mientras dura la oración .Una fila de trompeteros Imperiales llevará los acordes de la melodía .Y un gran amplificador aumentará la música que el mismo Entonante produzca.
-¿Música que él produzca?.- Se sorprendió ella- .¿No tenía que cantar?. ¿Es que además debe tocar un instrumento?.
- No, no es eso- .Sonrió débilmente el agregado Ciloner que estaba también próximo a ella y lo hizo en forma condescendiente ante el desconocimiento de la muchacha -.Ya lo verás .Es una de esas disciplinas secretas de los monjes, no sé como lo logran pero hacen una melodía muy bella..
- Debe ser muy hermoso- .Declaró Gina visiblemente sorprendida y preguntando otra cosa más- .¿Y el Emperador?. He oído que él también va.
- Detrás del designado se forma una comitiva- le explicó su colega- .El mismo Emperador la encabeza a una distancia considerable .Se detiene al pie de las escalinatas y se arrodilla igual que todos los que le siguen, eso en tanto dura la oración. Después, al terminar, el ya Oficiante vuelve sobre sus pasos y atraviesa la comitiva siéndole flanqueado el paso por el mismo Emperador para volver a este salón, presentar de nuevo sus respetos y presidir el banquete que se celebra posteriormente.
- Tengo muchas ganas de verlo- .Afirmó Gina deseosa de que todo comenzase -.Seguro que Yener lo hará muy bien.
- Si, así lo hará- convino una mujer madura, de pelo castaño claro y ojos del mismo tono que le preguntó a su vez a la muchacha- .¿Conoce usted al que entona el Canto?.
- Si- .Asintió Gina con una tímida sonrisa - .Le conocí en Oumeya, mi planeta natal, fue embajador allí .Ahora yo estoy de agregada en su mundo .Él mismo me trajo. Es un chico muy amable y le deseo mucha suerte. ¿Es usted una embajadora de algún planeta de su alianza?.- Quiso saber a su vez -.
-¡No!,- sonrió la divertida mujer que le reveló dejándola atónita-, no ocupo un cargo tan importante, sólo soy su madre.
-¡Oh, encantada de conocerla señora Rant! -.Repuso la atónita Gina visiblemente azorada cuando se presentó de modo formal - .Me llamo Gina Larans Dair.
- Llámame Aluria,- le pidió esta dejando de lado los formalismos y declarando con aprobación - es un placer. Ven, ponte a nuestro lado en la ceremonia y te presentaré al resto de la familia.


La muchacha convino en ello encantada y Aluria la llevó junto al resto de los parientes de Yener a los que la presentó .También estaban allí Lota y Karie con su vestido nuevo, un conjunto de color blanco y violeta con hermosas flores a juego en el pelo. Esta última saludó con amabilidad pero no podía dejar de pensar en que era esa chica la que había conquistado el corazón de Yener.¡ Valiente tonta!, teniendo un chico como ese loco por ella y salía con otro. ¡Ojala ella hubiese tenido esa oportunidad! .Por una parte ardía en deseos de decírselo. Decirle como había sufrido indirectamente por su culpa. No obstante, ese no era momento y además la chica parecía muy simpática y era guapa, sobre todo viéndola con ese vestido que llevaba , la agregada de Oumeya tampoco desmerecía de la ocasión .Karie debía reconocer a su pesar que Yener no tenía mal gusto y que esa muchacha estaría en el mismo brete que su amigo de la infancia. Si amaba a otra persona no podía corresponderle y mucho menos ser culpable de que Yener se hubiera enamorado de ella.


- Me alegro mucho de conocerte, Yener nos habló de ti. Eres de las primeras personas que conoció en Oumeya .Si algún día quieres charlar con alguien o te aburres llámame. Me encantaría contarte cosas de ese chico de las que ni siquiera él recuerda.- Aseveró Karie con tono amistoso y jovial -.
- Muchas gracias- le sonrió Gina correspondiendo del mismo modo -.Tú debes de ser su amiga de la infancia. También me habló de ti, cuando le conocí en mi mundo .Te quiere como una hermana y siempre te recordaba.
-¡Vaya, cuanto me alegro! - pudo decir Karie no sin cierta amargura encubierta que su contertulia no llegó a detectar, pasando a dejar ese tema con otra cortés puntualización - .Ahora que te he conocido y tengo la oportunidad, te agradezco mucho que le ayudases a adaptarse cuando estuvo en tu planeta.
-¡No hay de que! , él también ha hecho mucho por mí desde que llegué .Más de lo que hice yo en Oumeya por ayudarle.- Reconoció la chica no sin rubor -.
- Así que tú eres la agregada esa de Oumeya -. Terció Erel que a juicio de Gina, era algo más bajo y con un tono de pelo más claro que el de su hermano mayor. Aunque parecía incluso más bromista cuando agregó con simulado horror - .¡Me alegro de conocerte!. Deberían condecorarte. Aguantar al plomo de mi hermano a veces es tarea heroica.- Karie le lanzó una mirada de reprobación en tanto el chico que lo advirtió sonrió añadiendo - .Era una broma.


Gina sonrió, cambió de tercio comentando.

- Tu hermano me contó muchas de vuestras leyendas e historias. También me habló un día de una especie de profecía que existía en el canto pero no llegó a decirme de que se trataba.
- Yo te la puedo contar -.Se ofreció Erel a quien tal preciosidad estimulaba a recordar relatos de la infancia hacía mucho tiempo olvidados- .Aunque no debes hacer demasiado caso a mi hermano .Para mí que se cree a pies juntillas todas las supersticiones y mitos de nuestro mundo. ¡Claro que para eso es un Monje de Somer!. ¡Es su obligación!.
-¡Erel! - le recriminó su madre que la había escuchado sentenciando con disgusto -.Parece mentira que digas eso y más en este día.
- Perdona mamá, es broma. - Contestó conciliador dirigiéndose de nuevo a Gina -.Te cuento. Se dice que la Oración a Maray fue creada por un rey para agradecerle a la Diosa su ayuda en la guerra contra los poderes oscuros y que cada año renueva la promesa de fidelidad y agradecimiento de nuestro pueblo .La diosa por su parte se comprometía a seguir prestándonos su ayuda. Pues la profecía dice que un día un oficiante que vuelva a ser Orador la invocará y la Diosa responderá para advertir de un gran peligro, una nueva lucha contra la oscuridad. Según esa antigua profecía la Diosa cobrará forma humana a partir de su estatua o cerca de ella, no recuerdo bien, e iluminará los corazones y las almas de nuestro pueblo unido, ayudando a su invocador a guiarnos a través del peligro para vencer al mal.
- Sabía el origen de la plegaria, pero no lo demás. ¿De cuándo es esa profecía?.- Quiso saber Gina con verdadero interés. -
- Se remonta a muchos siglos atrás- .Intervino respetuosamente Karie -.
- La última vez que eso ocurrió, según los escritos antiguos, claro, fue cuando Skar Dainlin la invocó por segunda vez. Hace casi dos mil años.
- Vuestra cultura es apasionante- alabó la muchacha- .¡Me gustaría aprender tanto sobre ella!.
- Ya tendrás tiempo si te quedas una temporada- .Respondió Karie complacida por lo que presentía era un verdadero interés, comenzaba a comprender bien el porqué del atractivo de esa chica sobre Yener -.



Tuvo que reconocer que Gina le había caído bien pese a todo, quizás el hecho de saber que salía con otro muchacho que no era Yener contribuía a ello y ahora que comprendía que entre ella misma y este nunca podría haber nada más que una buena amistad o incluso una relación de cariño fraterno, casi hubiera deseado que la de Oumeya hubiera correspondido al muchacho .Pero no tuvo tiempo de pensar más en eso , la comitiva imperial se había puesto en marcha y ellos debía ocupar sus localidades en el gran anfiteatro que se levantaba a unas decenas de metros en frente del templo de la Diosa.

-¡Vamos! - urgió Nevis -.Debemos ir para allá...


Todos asintieron, no debía llegar tarde a sus puestos de familiares pues eso sería una grave falta. Afortunadamente la marcha de la comitiva era muy lenta y todavía se tardaba casi media hora en llegarse a los pies de la escalinata .Todos se instalaron en su posición de privilegio enmudecidos por el gran momento que les aguardaba .Sólo habían visto esta ceremonia por la holotele ¡y ahora estaban en vivo, allí! .Ninguno se atrevía casi ni a respirar por miedo a empañar de algún modo ese solemne momento .También Azor Ligero que había estado cerca de la madre de Yener y de Gina cuando estas se conocieron, aguardaba con un sentimiento de orgullo y confianza en el muchacho .Recordaba cuando él mismo fue oficiante hacía ya tantos años. Pensando nostálgicamente para sí.

-<>.


Yener avanzaba lentamente por la avenida .A los lados los componentes de la Guardia Imperial de Yumlaiance le presentaban armas .También estarían los miembros más destacados de su Monasterio y de la Hermandad de Esil haciéndole los honores más adelante como abanderados .Él mismo siempre soñó con ser uno de ellos, ¡pero jamás pudo imaginar que sería el encargado de entonar el canto! .Ahora comenzaban a asaltarle otra vez las dudas e incluso los nervios, aunque se decía que estaba sobradamente preparado, era algo que no se podía evitar. Todavía le quedaban bastantes metros para llegar al pie de las escalinatas. Con la vista de todo su mundo y los restantes de la Cuádruple Alianza e incluso otros muchos planetas puesta en él. Sin girarse, sentía que la comitiva imperial le seguía pausadamente a medio centenar de metros .Todo el mundo se hallaba en silencio. Las gentes, unas decenas de metros tras la separación de seguridad, apartadas de los guardias (situados a ambos lados del camino), no pestañeaban .Yener seguía avanzando sin prisa pero con determinación y finalmente llegó hasta las escaleras. Los abanderados de su monasterio y de la hermandad de Esil levantaron los mástiles de sus banderas en vertical cuando él se paró a los pies de la escalinata del templo a Maray. Los trompeteros Imperiales en posición de firmes levantaron sus trompetas llevándoselas a los labios .Ahora, en tanto ascendía pausadamente los escalones todos aguardaban a que él, comenzase el canto .Tras unos segundos de expectación general y aliento contenido hasta llegar a la cima junto a la estatua de Maray, y encomendándose nuevamente a todos los dioses, Yener empezó .Recurriendo a lo mejor de sus disciplinas creó aquella mágica melodía que pronto siguieron los intérpretes con sus instrumentos. Y comenzó a cantar, elevando sus plegarias a la estatua de la Diosa que parecía mirarle con expresión de cariño maternal. Yener cantó con un enorme sentimiento, utilizando las enseñanzas de su maestro a la perfección. No le costaba ningún trabajo, parecía que su alma hubiera tomado el control inspirada directamente por la Diosa. Y mientras cantaba percibía que en ese instante todo su mundo dependía de él. Todas las promesas, ilusiones y esperanzas de su pueblo y otros muchos se fundían ahí. Durante más de cien generaciones habían estado puestas en aquel canto sagrado cuyas estrofas escuchaban emocionados y con profunda admiración Gina y los demás. (Aunque la muchacha de Oumeya no comprendiese la mayor parte pues estaba en el antiguo idioma del reino de Anlad). La canción traducida, venía a decir entre estribillo y estribillo de... “Por siempre te glorificaremos ¡oh madre de la luz, la bondad y la pureza! ”.Lo siguiente...


“Oh Diosa Maray, bienamada madre y guardiana de nuestro pueblo.
Concédenos tu amor y tu ayuda en las horas de tinieblas que nos amenacen.
Que los sueños y esperanzas de todos tus hijos
Nunca se pierdan en la negrura del pozo sin fondo del olvido.


Escucha la plegaria de éste, tu humilde siervo. Danos tu fuerza e intercede por nosotros.
¡Qué las lágrimas derramadas por tu pueblo en las horas de angustia
Sean diamantes que brillen con la luz de mil soles para ti
Y que con ellas nos ilumines mostrándonos el camino!.


Junto a tu poder, el conocimiento sanador de tu amante esposo y la sabiduría de tu noble hijo
Aunaremos la fortaleza que nos permita vencer a los demonios oscuros.
Para terminar contra ellos, acabando por fin con la sombra de su maldad
Sepultándoles para siempre en el insondable vacío.


Y si tengo que morir, lo haré con la promesa de reunirme contigo en el paraíso.
Allá a donde irán todos mis seres amados y las nobles gentes que te han servido.
Ningún sacrificio será demasiado alto si la victoria sonríe a tu pueblo amado.
Nunca desfalleceremos con la esperanza de reposar a tu lado


Danos tu aliento de vida y esperanza hasta en la hora del adiós.
Inspíranos ahora y por siempre con tus dones divinos
Humildemente te lo suplicamos bella y santa Diosa Maray.
Señora resplandeciente, luz de la aurora divina


Para que podamos honrarte a ti y a todos los que nos precedieron en esta larga lucha
Guerra eterna contra nuestros inveterados enemigos,
Que desde el principio al fin de los tiempos son los tuyos y los míos.
Y concédenos por fin la paz y un apacible futuro bajo tu maternal manto”.



Y en tanto se desarrollaba la canción aquellos abanderados agitaban contra la brisa del atardecer todos sus estandartes que relumbraban en sus hilos y borlas doradas creando un espectáculo de gran belleza. Cuando la canción fue decayendo, llegándose lenta y dulcemente a su final, Yener que había estado en pié, se arrodilló bajando la cabeza casi en estado de trance, en ademán de esperar una bendición proveniente de la diosa. Diríase entonces que el sol casi en el ocaso refulgía con más fuerza y que los alrededores de la escalinata que él ocupaba habían brillado de una forma especial con tonos dorados .¿Acaso sería una señal de complacencia de la Diosa? .¿Influencia de los últimos rayos del anaranjado astro?.


Una vez terminada la oración, contrariamente a lo que Gina hubiera pensado, nadie aplaudió, era tal el respeto que existía que todos permanecían en silencio .A la madre de Yener y a Karie incluso se les escapaban las lágrimas de felicidad y orgullo. Ambas estaban visiblemente embargadas por la emoción más honda y bella que jamás hubiera visto la chica de Oumeya .En efecto que no había sobre Yumlaiance madre más orgullosa y agradecida que Aluria ni amiga más feliz y conmovida que Karie. Gina no pudo evitar contagiarse de aquel ambiente, y eso que ella al ser extranjera, no podía comprender esa ceremonia en toda su profundidad y extensión. Aun así debía admitir que pocas cosas de las que había presenciado en su vida le parecieron tan maravillosas como aquella .Vio entonces como el propio Emperador efectivamente se levantaba ante el Oficiante y le abría camino entre el resto de miembros de la comitiva que, según dejaban paso a ambos, se ponían en pie y comenzaban a seguirles . Todos los espectadores de los palcos se incorporaron entonces de sus asientos y volvieron hacia el salón del trono .Ahora ya podían romper el silencio y lo hicieron en decenas de murmullos.


- Nos toca regresar al palacio- Apuntó Erel que exclamó con júbilo- ¡Yener ha estado genial!. Mi hermano es el mejor tipo del mundo.
-¿Lo dudabas?- sonrió ampliamente Karie aun enjugándose alguna lágrima rebelde y con la voz tomada por la emoción - .


El hermano menor del ya Oficiante le devolvió la sonrisa y negó con la cabeza. Así volvieron al palacio donde aguardaron hasta que Yener entró en primer lugar y se arrodilló delante del trono en espera del Emperador que llegó instantes después junto a su mujer e hijo. Los monarcas ocuparon su lugar y el presidente de Yumlaiance con una ceremonial reverencia para obtener el placet de su majestad, habló dirigiéndose a Yener.


- Coronel Rant, Gavilán Veloz, Maestro de la Orden del Kail. Has ofrecido la plegaria a la Diosa, glorificándola a ella nos has honrado a todos .¡Pide ahora!, pues tienes derecho a elevar una súplica al Emperador a cambio.


Yener pareció pensárselo por unos instantes para decir con todo el respeto que la ocasión requería.

- Mi primera petición es de índole familiar, si place a su majestad imperial el escucharla.
- Me place de buen grado.- Afirmó el emperador- .Habla pues.
- Concierne a la familia de mi madre. Pues tenemos antiguos escritos que nos prueban herederos del Condado de Frelen .Suplicamos a su majestad se digne examinarlos y actuar en conciencia.
- Es algo que gustosamente haremos. Decid si tenéis alguna otra petición.- Replicó el soberano esperando cordialmente -.
- Mi deseo es volver a servios fielmente en la zona por la que, con tanta generosidad vos y el consejo, decidisteis concederme el gran honor de Entonar este Canto.


Hubo murmullos entre todos los presentes. La mayoría de sorpresa. Algunos sencillamente no entendían que, pudiendo pedir un ascenso de grado o incluso un destino en el propio Palacio Imperial, ese muchacho solicitara, sin más, regresar a tan apartado rincón del Universo. Pero si ese era su deseo .El Emperador esbozó una ligera sonrisa de satisfacción y al instante volvió a ceñirse al protocolo aseverando.


- Concedido también .¿Deseáis alguna cosa más?.
- Solo la oportunidad de seguir sirviendo fielmente a vuestra majestad imperial y al pueblo que representa.- Sentenció humildemente Yener -
- Entonces continuad como hasta ahora .Podéis retiraros y ¡que prosigan las celebraciones del día de Maray! - .Decretó el Monarca ahora sí, en medio del aplauso general -.


Yener asintió y tras levantarse respetuosamente y hacer una nueva reverencia fue a reunirse con su familia .Su madre, padre y hermano así como los demás parientes le abrazaron. Karie hizo lo propio, susurrándole al oído casi a punto de llorar.


-¡Estoy muy orgullosa de ti!.
- Muchas gracias Karie, eso significa mucho para mí- .Afirmó él acariciándole las mejillas con gran alegría e idéntica emoción -.

La chica se ruborizó aunque trató de que no se le notase, advirtiendo a Yener.

- Aquí hay una chica que querrá saludarte.- Indicó con la mirada la presencia de Gina que aguardaba a unos pocos metros departiendo con algunos de los otros invitados- .


Yener agradeció a su amiga el aviso y tras prometerla que se verían después se acercó hasta la agregada cultural de Oumeya. Ella le vio acercarse atraída por el resto de las miradas que inevitablemente convergían en el protagonista de aquel evento .Aunque antes de poder reunirse y charlar Yener tuvo que aceptar algunas felicitaciones y apretones de manos en el camino .Finalmente ambos quedaron juntos y un poco al margen del resto y ella se apresuró a alabarle.

-¡Ha sido maravilloso, nunca en mi vida había presenciado algo semejante!.
- Me alegro mucho- .Sonrió agradecidamente él que en cambio confesó -.Ahora que ha pasado me siento más tranquilo, incluso mucho mejor conmigo mismo.
- Debe ser algo muy bello el rezarle así a una diosa- convino Gina -.
- Lo es, ¡ojala pudiera explicártelo! pero son sensaciones que te desbordan y no se pueden expresar con palabras .Realmente ella me escuchaba. ¡Ahora estoy más convencido que nunca !. – Aseveró con entusiasmo el chico para exclamar -.¡Tengo ganas de volver a Oumeya y decírselo a Larus, a tu hermano y Kyra!.


Al oír esto la cara de la chica se ensombreció. Yener lo advirtió inmediatamente, notaba que algo no iba bien.


-¿Qué ocurre?.- Quiso saber con talante preocupado -.
- Mi hermano y Kyra desaparecieron en el espacio -. Le contó ella con pesar - .Tuvieron que enfrentarse a una flota desconocida o algo así. No me quisieron dar más detalles.
-¿Y no sabéis nada de ellos?.¿ Ningún indicio?. - Se interesó Yener, visiblemente afectado por esa terrible noticia -.


La muchacha negó con la cabeza y él la miró compasivamente añadiendo casi de modo culpable.

- Lo siento, tú con ese pesar y yo aquí, diciéndote lo maravillosamente bien que me siento.
- No debes reprocharte eso, al contrario, me has hecho sentir bien por primera vez desde que me dieron esa terrible noticia .Gracias a ti incluso he recobrado las esperanzas de volverles a ver a salvo. ¡Ojalá que tu oración a la diosa sirva también para que ella ayude a mi hermano y a Kyra!.
-¡Claro que si!. ¡Estoy convencido de que les volveremos a ver!, ¡te ayudaré a buscarles con toda la flota aliada si hace falta!. - Convino él con renovado optimismo -.


Gina esbozó una sonrisa sintiéndose desde luego mucho mejor. Quizás sería por el momento o por la solemnidad y belleza del acto que acaba de presenciar que todo le parecía posible.



El Emperador en tanto se había retirado a descansar por unos instantes y su presidente, informado a su vez por el estado mayor de lo sucedido en la zona de Oumeya, le puso al corriente de ello en presencia de Azor Ligero y del Gran Maestre de Esil. Una vez enterado, inquirió al Señor del Kail.


-¿Acaso será esta la señal que estábamos esperando?. Ya hemos encumbrado y consolidado .¿Toca ya la hora de la verdad?.
- No podría asegurarlo majestad - .Terció el Maestre de Esil- .Los pliegos no dan esa información de una forma tan exacta .¿No es así amigo Azor Ligero?- .Le preguntó a su acompañante -.
- Así es, podría ser la hora o tan sólo una prueba más. Aunque de gran importancia. Por lo pronto todo lo que se anunciaba está siendo cumplido .Un joven surgirá, Maestro del Kail que será encumbrado con honores y Consolidado con el Canto a Maray y que después, tras algunas duras pruebas más deberá tomar la gran responsabilidad y el olvido sobre sí. Pero no indica el tiempo ni el lugar con exactitud, majestad. Eso deberá saberse con el curso de los acontecimientos.
- Sin duda su deseo de volver a esa zona confirma las profecías -. Aseveró Roden Sartas- .Va por el buen camino .No creo necesario el preocuparnos tanto. Las cosas se desenvuelven bien por sí solas.
- Yo estoy de acuerdo en eso -. Convino el presidente Enir Taoh - .
- Si todos ustedes están conformes con los hechos yo también lo estoy- concedió el Monarca- .Esperemos que sus suposiciones sean acertadas.



Nadie dijo nada pero todos esperaban que así fuera .Mientras y ajenos a esto, los familiares de Yener y demás personas invitadas aguardaban hasta que volviera el monarca. Había llegado la hora del banquete y la posterior fiesta que abría oficialmente tres días de alegres celebraciones para Yumlaiance .El Emperador compareció con su esposa a la hora prevista y se celebró el banquete. Tras algunas palabras de Yener, que presidía la mesa en frente de su soberano y destacadas personalidades, se brindó y se cenó, luego cada cual se divirtió cuanto pudo en la fiesta que se desarrolló a continuación. Una vez que la familia Imperial se hubo retirado todos se marcharon del palacio dirigiéndose a continuar el festejo a donde les pareciera mejor, ahora ya de una manera informal .Así estuvieron hasta altas horas y después todos se fueron a dormir. Yener se despidió de Gina con la promesa de volver a verla en breve antes de partir nuevamente hacia Oumeya. También se despidió de su propia familia, de Karie, Lota y de sus otros parientes que volvieron a sus casas .Él decidió descansar en Dumlans capital donde quería poner en orden todos los trámites necesarios para su vuelta al servicio en la zona nueva, o del Contacto, como era llamada en su planeta. Además de para ver a sus amigos del Prehistar y echarles la bronca, pero se olvidó de ello cuando todos le felicitaron efusivamente vía holomail, por su canto. ¡Qué se le iba a hacer!, pensó Yener, en deporte como en la vida, unas veces se gana y otras se pierde y desde que entonó la oración ya no estaba tan seguro de que un partido fuese tan importante, ¡aunque se tratase de uno de recopa!. En definitiva, los días pasaron volando y pronto estuvo dispuesto para embarcarse en un portanaves con rumbo a su destino. No había olvidado a sus amigos desaparecidos y se prometió hacer lo posible por encontrarles. Aunque para su sorpresa Gina volvería con él pues su embajador la mandaba con un recado para su madre y presidenta del Consejo. Había sido informado de la situación tan delicada que tenía Oumeya y debía transmitirle una propuesta por parte de una empresa de dicho mundo. Gina sería la encargada de comunicársela a su madre personalmente. Así pues los dos muchachos se disponían a volver ajenos a todas las peripecias que Peter y Kyra vivían cada uno por su lado.

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