13/Capitulo 40.Juegos de Seducción.
Una vez embarcados en el Tibinco, Yener y Gina pasaron los días del viaje charlando .Ella no paraba de alabar todo lo que había visto en Yumlaiance y él le respondía que todavía le restaba mucho que descubrir.
- Me impresionó mucho vuestra ceremonia del canto - .Le comentaba ella una de tantas veces, en tanto observaban el espacio por una gran ventana holográfica de un largo pasillo- .
- Es algo que, por mucho que se vea año tras año es muy emocionante.- Aseveró él -.Y para mí ha sido maravilloso tener tan gran honor. Ahora comprendo a mi maestro cuando me dijo que no volvería a ser el mismo una vez lo Oficiase. Es como si tuviera una conciencia clara de cual es mi deber.
Gina le miró sin comprender y él añadió aclarando aquello un poco.
- Quiero decir que, sé por lo que lucho y no me refiero a todo eso de patria, emperador, libertad, soberanía y esas cosas .Es algo muchísimo más profundo. Lucho por lo que soy, por lo que mi pueblo ha sido, es y por lo que en un futuro vaya a ser. Quizás todo va encajando ahora. Es como si me hubiese conectado a los grandes hechos del pasado. Esos que para mí eran antes tan sólo unas crónicas de batallas heroicas contra las fuerzas del mal. Ahora los veo mucho más cercanos.
- Lo más bonito que puede existir en esta vida es saber para que la vivimos -. Afirmó Gina con un suspiro -. Y al menos en vuestro mundo sabéis honrar a las personas que han vivido así con estas ceremonias tan bellas.
- Tendrías que haber visto la ceremonia de los intérpretes de Anlad.- Sonrió Yener -.
-¿En qué consiste?.- Quiso saber la muchacha -.
- Tocan un instrumento llamado el golat, e invocan un antiguo hechizo de la hermandad de Esil. Esil es la ciudad capital de ese reino. Y originariamente ese himno era un poderoso conjuro contra los seres oscuros. Suelen interpretarlo unos dos días antes de la Ceremonia del Canto.
- Estaba regresando de Oumeya entonces – .Repuso ella tiñendo su tono de melancolía - .
- No te preocupes- .Le animó Yener- .Algo me dice que tu hermano y su compañera están a salvo. Mi sexto sentido no se equivoca nunca.
- Entonces te ocurre como a Kyra - pudo sonreír la muchacha más animada desde luego, al escuchar esas palabras -.
Él la tomó de las manos asintiendo, aquel momento les pareció a ambos especial, existía una atmósfera de comunicación entre los dos. Algo que era casi mágico. Tentado estuvo Yener de acercarse y darla un beso. En ese instante ella seguramente no se habría opuesto aunque no dio lugar a eso pues escucharon una voz femenina que les hizo separarse.
- Señor, escuché su canto desde la nave, estuvo usted maravilloso -. Declaró la voz de mujer que pertenecía a la alférez Delaier que añadía con enorme respeto - .Permítame que le felicite.
Yener se volvió sonriente .Aquel encanto parecía haberse roto, aunque algo le decía que tan sólo momentáneamente, que aun seguía flotando en el ambiente .Gina en cambio parecía más desconcertada al ver aproximarse a esa alta, atractiva y rubia mujer, que saludó militarmente.
- Descanse alférez,- le pidió Yener que ofició esta vez de anfitrión - .Gina, seguro que recuerdas a la alférez Delaier. Alférez, le estaba hablando a la señorita Gina Larans en su calidad de agregada cultural de la embajada de Oumeya en nuestro planeta de la celebración de los escuadrones intérpretes de Anlad.
- Es un placer volver a verla señora.- Afirmó Delaier saludando militarmente y ofreciéndole una mano rápidamente desenguantada a Gina que ésta estrechó a la par que agregaba con satisfacción -. Yo soy Anladesa y estoy muy orgullosa de nuestra tradición, espero que le gustase.
- No, quiero decir, no tuve ocasión de asistir. Pero la próxima vez que vaya a su mundo no me lo perderé, - respondió esta tímidamente- .Bueno- .Añadió sintiéndose algo tonta- .Debo regresar a mis deberes .Mi superior el embajador me pidió que me ocupase personalmente de algunos asuntos antes de regresar a casa y me temo que los he descuidado un poco.
- Muy bien- asintió Yener preguntando con visible interés - .¿Te veré a la hora de la cena?.
- Si claro- convino Gina- .Hasta luego, adiós alférez y encantada de saludarla de nuevo.
Delaier sonrió asintiendo con la cabeza y observó como la chica se perdía por un pasillo anexo al gran corredor.
- Es muy hermosa y desde luego parece buena chica - afirmó ella sin pudor -.
- Si que lo es- acordó Yener añadiendo con ligero pesar - .¡Lástima que tenga novio!.
- He visto su cara cuando le miraba señor y si me permite usted decirlo...
- Se lo permito- repuso Yener divertido por aquella espontánea complicidad que había surgido entre ambos. -.
- Creo que esa chica le valora a usted como algo más que un amigo.- Aseveró Delaier -.
- Podría ser que sí- convino él, objetando acto seguido- .Pero de momento ella está comprometida y no seré yo quien se inmiscuya en eso.
- Es una postura muy razonable- opinó Delaier- .Aunque si de mí se tratase no miraría nada que no fuera conseguir a la persona a la que quiero.
- Por cierto- quiso saber Yener- .¿Qué tal le va con su compañera? .Si se lo puedo preguntar.
- Bueno, lo dejamos hace poco -. Suspiró Delaier con aire resignado, explicando -.Como usted bien pudo comprobar Jilia es muy celosa, cualquiera que se me acerca, sea hombre o mujer, no le inspira mucha confianza y eso termina por agobiar .Se lo he advertido muchas veces pero llega un momento en el que las cosas no se pueden mantener.
Yener asintió comprensivamente en tanto se interesaba.
-¿Entonces está usted sin acompañante?.
- Si señor. Ahora soy una mujer libre.- Declaró mirando a Yener con los ojos entornados añadiendo con un claro tono insinuador- .Seguro que si esa chica estuviera en esta misma situación usted no se lo pensaría tanto mi coronel .¿Me equivoco?.
-¿Es una proposición, alférez?.- Le inquirió él con una sonrisa algo maliciosa -.
- No me gustaría darle una impresión equivocada señor- .Afirmó ella devolviéndole la sonrisa- .Ni tampoco hacerle pensar que me estoy burlando de usted en absoluto.
-¿Y por qué iba a pensar tal cosa?.- La interrogó Yener que se estaba divirtiendo con esa charla tan informal e incitadora -.
- Puede que usted piense que soy lesbiana.- Contestó Delaier -.
-¿Acaso no lo es?,- preguntó interesadamente él -.
- A veces sí, a veces no - fue la esclarecedora respuesta de ella que sentenció - .Cuando me atrae una persona no me importa su sexo .A decir verdad, ambos sexos me resultan muy atractivos.
Yener no dijo nada, sólo asintió despacio con la cabeza .Fue Delaier la que añadió cambiando ahora de tercio en tanto se alejaba.
- Nunca imaginé que sin ser creer en los Dioses pudiera impresionarme tanto el canto a Maray .Tiene usted algo especial coronel, muy especial. Ahora, con su permiso me retiro, debo volver a mis ocupaciones. Espero verle por la nave en algún rato de ocio.
Su superior le concedió aquel permiso y puede que también ese deseo, de modo tácito limitándose a sonreír y la chica se perdió por otro de los pasillos dejando a Yener pensativo...
Entre tanto las cosas en Casiopenae no estaban demasiado claras .Tirelius había recibido un comunicado de sus aliados androides que no le gustó nada. Querían cambiar la relación de influencias en su alianza relegando a Casiopenae a un papel claramente secundario. El General no estaba dispuesto a eso y rápidamente quiso reforzar su posición enviando unas escuadras a su base más alejada, emplazada en el planeta Ferindas IV. Sería un modo de demostrarles a esos tipos que Casiopenae era un mundo fuerte. Pese a que muchos de sus consejeros militares trataron de disuadir a Tirelius, éste era un hombre orgulloso y lo malo de ello es que dejaba que esto nublase su juicio estratégico y diplomático que en condiciones normales era bastante certero. Así pues un gran número de destructores de ataque y de línea se dirigieron hacia ese sector. Enterado de ello el senado del planeta, convertido ahora en un mero órgano decorativo, quiso pese a todo darle un aviso a Tirelius y eligieron al senador más veterano ese Gailus que siempre se opuso a los belicistas planes del general .Ambos conversaron en entrevista privada.
- General- le expuso el senador con visible preocupación - .Esos aliados no son de fiar. Quien no nos dice que esto no sea un primer paso para romper nuestro pacto e incluso volverse en contra nuestra.
- Eso no ocurrirá querido senador- le tranquilizó Tirelius -. Precisamente lo que tratan de comprobar es que seamos un mundo fuerte. Si cedo a sus demandas lo tomarían como una muestra de debilidad. Les he adivinado el juego .En cuanto comprueben nuestra determinación volverán a su sitio.
- Hemos tenido informes de otro mundo que ha entrado en la Alianza y eso nos preocupa mucho .Aun más si cabe,- le confesó el anciano senador- .Sabemos que son enemigos declarados de la Cuádruple Alianza.
- No me preocupan los de la Cuádruple Alianza, la potencia combinada de nuestras flotas es muy superior a la suya- .Repuso el general con suficiencia -.
-¿Y si ellos estuvieran malmetiendo a nuestros aliados en contra nuestra?.- Le preguntó Gailus - .Podrían unirse y jugarnos una mala pasada .¿Ha pensado en eso?.
- Absolutamente imposible - rechazó Tirelius asegurando de inmediato - .Nuestro entendimiento con ellos es absoluto. Ya le he dicho que esto no ha sido más que una vulgar prueba. De haberles concedido sus peticiones nos habrían quitado terreno. Pero ahora comprobarán que eso no es posible. Además, no he permanecido de brazos cruzados. Tenemos una flota completa alrededor del planeta Ferindas IV .Es un contingente muy poderoso. Y hay otra flota en construcción que en breve estará terminada.
- Pero eso cuesta muchísimos créditos - .Replicó el senador que objetó- .Nuestro mundo no puede permitirse tal exceso.
- Confíe en mí por una vez- sonrió Tirelius despreocupadamente- .En cuanto llevemos a cabo los planes que me he trazado podremos permitirnos construir mil flotas .Es más, las necesitaremos para patrullar el extenso imperio comercial y colonial que poseerá nuestro planeta. Y todo ello sin siquiera tener que luchar. Sólo con aparecer delante de nuestros vecinos les haremos temblar y nos cederán el marco de los mundos autónomos y los no colonizados.
- Sólo pido porque esto no se convierta en un desastre - .Repuso tímidamente el senador que adujo problemas de salud para acabar con al entrevista .Tirelius accedió, pensando muy satisfecho, que había logrado rebatir los argumentos del anciano y tenaz opositor -.
Pasaron un par de jornadas más, Yener simultaneó las cenas y conversaciones con Gina y los entrenamientos y charlas más informales con la alférez Delaier. Esta última comenzaba a atraerle cada vez más. Realmente era una mujer hermosa e inteligente, parecía saber a que atenerse, pero para el muchacho sus encuentros no pasaban de ser una relación amistosa. Todavía no podía quitarse de la cabeza a Gina. Más cuando ella estaba en esa misma nave. Quizás cuando llegasen y ella volviera con ese idiota con el que salía sería capaz de aclarar sus intenciones con Menra. De este modo el Tibinco llegó por fin a Oumeya .Gina pudo reunirse con sus padres y preguntó por su hermano y su amiga Kyra. Desafortunadamente nada nuevo se sabía pero ella les transmitió las palabras de apoyo de Yener y les contó lo maravillada que quedó al presenciar su canto.
- Yener es como Kyra, tiene un sexto sentido que no le ha fallado nunca- les confesó ella con visible confianza- .
-¡Ojala sea cierto hija!- .Suspiró Lora sin compartir aquel optimismo -.
- Bueno, debo decíros otra cosa además- les informó Gina -.
- Dime- le pidió su padre que parecía esperarlo con urgencia- .
- El embajador me ha pedido que os comunique que los problemas de material están solucionados. Que todo puede llevarse a cabo.
-¡Estupendo! - exclamó Pier visiblemente animado por primera vez en bastante tiempo -.Lo necesitamos más que nunca, ¡ojala que no sea tarde!.
-¿Tarde para que?.- Quiso saber la muchacha -.
- No deberíamos decírtelo, pues es un secreto- le comentó su padre, que pese a todo, añadió de modo más condescendiente -.Pero ya que has sido tú la que trajo la noticia te lo contaré.
- No debes revelárselo a nadie- .Le advirtió Lora -.
- No lo haré - .Prometió Gina que incluso parecía molesta por esa falta de seguridad que parecían tener sus padres hacia ella y remachó. - .Sabéis que podéis confiar en mí.
Sus padres asintieron y Pier le explicó.
- Hace ya un tiempo la confederación se embarcó en la construcción de ocho cruceros de Línea. En vista de la actitud cada vez más hostil y desafiante de Casiopenae el consejo lo decidió por votación de urgencia entre los mundos de confianza.
- Pero por desgracia nuestro presupuesto no era lo suficientemente grande- .Añadió Lora- .De los ocho tenemos cuatro casi terminados pero los demás aun están en fase de ensamblaje primaria. Pedimos a Yumlaiance y los mundos de la Cuádruple Alianza ayuda para poder terminarlos y esperábamos su respuesta .Y por fin, una empresa yumlaincer nos ha asegurado el suministro de material a un precio muy asequible .A cambio , nosotros les aseguramos la prioridad en el abastecimiento de repuesto y material para la flota de la confederación.
- Vaya, es un buen tratado comercial -. Afirmó Gina con aprobación -.
- Lo es, aunque no nos hubiese gustado invertir tanto en naves de guerra, no es la política de la confederación.- Declaró resignadamente Pier -.No obstante y dadas las circunstancias, por los informes que nos están llegando de los servicios secretos de la Cuádruple Alianza ,quizás no nos quede otro remedio.
Gina se quedó pensativa. Ojalá que no hiciera falta emplear el poder de aquellas naves. No quiso preguntar por la naturaleza de aquellas informaciones ya que en esta ocasión estaba segura de que sus padres callarían. Lo dejó correr pensando únicamente en lo que podría suceder en el futuro más inmediato.
Yener entre tanto se había reunido con su embajador para transmitirle saludos de parte de los altos cargos de su mundo. Éste para su sorpresa le pidió que acudiera a una reunión con el servicio de inteligencia Aliado .Esta se encontraba presidida por un viejo conocido, el ahora capitán Asety que tenía mucho que contarles .Llegando a la sala de encuentros se sentaron todos alrededor de una mesa circular. Además de ellos se encontraban allí agregados militares y los embajadores de Ciloner y Akapler.
- Vaya- le saludó Yener, esta vez con sincera cordialidad - . Celebro verte Nerel y enhorabuena por tu ascenso.
- Gracias, lo mismo digo por tu canto - respondió este con gesto serio. Extraño en él, más cuando agregó - .Pero ahora no tenemos mucho tiempo para felicitaciones.
- La situación es bastante seria coronel- terció el embajador de Ciloner -.
- Escuchémosle pues, ¿Qué tienes que contarnos Nerel?.- Quiso saber Yener con visible interés- .
El agente secreto nataclier les informó de la presencia de aquella gran flota de combate cosa que los embajadores ya sabían, pero lo que todos desconocían era la colaboración que esta mantenía con fuerzas de Nephraler.
-¡Pero eso es algo muy grave capitán! - .Intervino el embajador de Akapler con manifiesta inquietud -.
- Por la descripción que ha hecho de sus fuerzas ni siquiera con las cuatro flotas que tenemos aquí podríamos hacerles frente.- Agregó el representante de Ciloner con la misma honda preocupación que los demás tenían -.
Nerel asintió despacio y todavía pudo añadir para mayor horror de sus oyentes:
- Y eso no es todo, según información corroborada por la propia confederación de Oumeya, disponen de unos ingenios tan poderosos como para volatilizar un planeta de tamaño medio en cuestión de segundos.
Todos se miraron perplejos .Aquello si que era algo terrible.
-¿Qué podremos hacer?.- Inquirió el embajador de Ciloner -.
- Es algo muy complicado, a nosotros nadie nos ha atacado, ni siquiera amenazado- repuso el embajador de Yumlaiance que razonó - .No podemos tomar ninguna acción militar contra ellos, y lo que es peor, no debemos darnos por enterados.
- Eso es inevitable, saben que una patrullera de Oumeya les ha visto- .Confirmó Nerel -.
- Si, pero esa patrullera desapareció- intervino el agregado militar Akapler - .Según los informes de Oumeya la otra regresó a salvo sin ser descubierta.
Yener se quedó atónito, ahora todas las piezas iban encajando claramente. ¡La nave perdida era la de Peter y Kyra!.
- A mí no me preocupan tanto esas naves tan enormes por sí mismas, como de lo que serían capaces de hacer con ellas los Nephralers si lograsen controlarlas - .Sentenció el embajador nataclier- .Mi jefe del servicio de Información tiene un plan- .Hizo clara alusión a Nerel en quien confluyeron las miradas y éste siguió explicando- .
- Se me ha ocurrido que un par de voluntarios podrían intentar infiltrarse en una de esa naves y obtener más información a fin de tener algo que emplear contra ellas llegado el caso.
-¿Y quién sería capaz de hacer algo semejante?.- Le inquirió el agregado militar Ciloner -.
- Yo seré uno de ellos, necesito otro que sea diestro en todo tipo de habilidades de lucha y ocultación.
-¿Por ejemplo un maestro del Kail de Somer te vendría bien?.- Terció Yener de forma irónica -.
- No me vendría nada mal, si conoces a alguno. - Le respondió Nerel del mismo modo -.
- Ya lo tienes - acordó Yener afirmando esta vez de forma rotunda -.Yo iré contigo.
-¡Así me gusta, no esperaba menos de un Monje Guerrero de Somer! .- Exclamó el embajador de Yumlaiance sin poder reprimir su fervor patriótico -.
Todos le miraron atónitos y el conde de Chrest añadió algo azorado.
- Discúlpenme ustedes, ha sido la emoción del momento.
- No se preocupe usted.- Sonrió divertido el embajador de Akapler- .Lo entendemos y confiamos en que con estos dos magníficos oficiales todo saldrá perfectamente.
-¡No se hable más!, dispónganse a partir y volver sanos y salvos a fin de contarnos lo que descubran.- Ordenó el embajador de Nataclia -.
- Todo tipo de debilidades del posible enemigo y hasta que grado coopera con los Nephralers.- Añadió el embajador de Ciloner -.
Nerel y Yener saludaron al unísono y fueron autorizados a marcharse. Tendrían mucho que preparar para emprender aquella peligrosa aventura, infiltrarse en el corazón del enemigo sin ser descubiertos y lograr aquella información. De camino y tras intercambiar algunas impresiones, Yener preguntó por Larus.
- Hace tiempo que no le veo- le contestó Nerel- .Han debido destinarle a otra sección. Creía que tú estarías al corriente de su paradero.
- Ni idea - negó Yener -.Al contrario, pensaba que tú que lo sabes todo y que además sales con él me darías una respuesta.
- Ojala lo supiera todo- sonrió levemente Nerel rebatiendo - .Pero no es tan sencillo como tú piensas. Tenemos a muchos buenos oficiales trabajando en multitud de lugares arriesgando sus vidas para obtener estas informaciones.
- Imagino que no será fácil - convino Yener cuyos pensamientos se estaban yendo en otra dirección y así dijo.- .Ahora, si me disculpas .Antes de partir me gustaría despedirme de una persona.
- Esta misión es secreta- le recordó su compañero -
- Lo sé, no me voy a despedir explícitamente -. Afirmó Yener dejando sorprendido al nataclier aunque éste enseguida comprendió cuando su acompañante le aclaró - .¿Si Larus estuviera aquí no le darías por lo menos un beso? .Yo tengo que dárselo a cierta persona.
- Ten cuidado amigo -.Le aconsejó Nerel casi con cierta jocosidad encubierta en su irónico, aunque cordial tono -.¡Que no te maten antes de empezar!.
Yener asintió y se alejó rumbo a su objetivo. Realmente ahora si que tenía claras sus emociones. Fue lo primero en que pensó, cuando barajó la posibilidad de no volver de aquella misión.
Gina había salido de la reunión que mantuviera con sus padres y estaba de camino a su estancia. Gordon la había estado esperando allí y en cuanto ella apareció se saludaron con un largo beso, que en el caso de él fue mucho más apasionado.
-¡Tenía tantas ganas de verte de vuelta al fin! -. Exclamó el muchacho -.
- Yo también me alegro de haber vuelto- sonrió tímidamente la chica que sin embargo objetó - .Aunque es temporal, dentro de unos días regresaré a mi puesto.
- No sé lo que podrá ocurrir dentro de unos días.- Repuso Gordon ahora con gesto preocupado- .Las cosas parecen ir cada vez más rápidas .Esa enorme flota que descubrimos no se quedará parada por mucho tiempo.
-¿También tú tienes presentimientos ahora?.- Le dijo ella con cierto tomo de humor que trataba de animarlo -.
Y lo consiguió. Eso hizo sonreír a Gordon sacudiéndole aquella seriedad inquieta que tenía.
- Todavía no, lo único que tengo es ganas de que cenemos los dos, esta noche, en un sitio muy romántico.
- Eso suena muy bien- asintió ella inquiriéndole -.¿Dónde te gustaría?.
-¿Qué tal en mi camarote?,- le propuso él -.Digamos a las nueve.
- Me dejas sólo una hora para cambiarme - .Objetó ella divertida- .Pero allí estaré.
Se despidieron con un ligero beso y Gina le vio alejarse. Cuando Gordon desapareció ella se metió en su camarote, se sentía animada y hasta contenta. Hasta que alguien reclamó su atención tocándole un hombro. Sobresaltada se giró para descubrir sorprendida que se trataba de Yener.
-¿Qué haces aquí?.- Pudo decir sin poder casi pronunciar las palabras por la agitación de la sorpresa -.
- Vengo a decirte adiós, no sé si volveré - le confesó suavemente él tomándola de los hombros-
Antes de que la chica fuese capaz de pronunciar palabra, él se acercó lentamente en tanto la miraba a los ojos y la besó .Primero de forma suave y después de un modo más intenso. Gina se sentía como hipnotizada. No era capaz ni de reaccionar ni de resistirse, se dejó llevar hasta terminar abrazándole. En el fondo también lo deseaba, desde hacía mucho tiempo. Cuando estaban en la nave viajando a Yumlaiance, cuando le vio entonando aquel cántico y a la vuelta. Se había sentido mal al verle coquetear con esa alférez, pero sabía que no podía exteriorizar esos sentimientos. A fin de cuentas ella tenía su novio. ¿Acaso Yener había querido darle celos?. De ser así lo había conseguido. Gina se sentía confusa. Por un lado se consideraba culpable de traicionar a Gordon, a las palabras que le había dicho durante todo este tiempo. Ella afirmaba que lo quería, y así era, pero no del modo en que el muchacho hubiera deseado. Con Yener era al contrario, le rechazó y ahora se entregaba a él. Aunque tampoco comprendía el significado de las palabras del chico. ¿A dónde iba?. Pero fue incapaz de preguntárselo. Quería guardar ese momento, el instante en el que él se había declarado de forma inequívoca. Guardó silencio y por fin el chico se separó de ella y con otra mirada muy profunda sonrió y se despidió...
- Me alegra haberte conocido, ¡ojalá que podamos volver a vernos.! Alaris mas ,Lira Istar Dairas.
Y sin esperar ninguna respuesta salió de la habitación .Cuando la chica pudo hacer amago de ir tras él ya había desaparecido. Ahora Gina debería analizar sus emociones y tomar una determinación sobre lo que debería hacer. Yener por su parte no quiso que aquello se prolongase más. Doblando una esquina de aquel largo pasillo se encontró con Nerel que le aguardaba.
-¿Te has despedido ya?.- Le inquirió con tono condescendiente -.
- Si, podemos irnos- . Afirmó Yener plenamente seguro de ello y ahora ansioso por retornar a salvo, pues sentía que Menra tenía razón, él no le era indiferente a esa muchacha -.
Entonces su compañero asintió palmeándole un hombro y los dos se dispusieron a enfrentar aquella peligrosa aventura...
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