14/Capitulo 41.Por fin el reencuentro.
Kyra esperaba en su celda a que le llegase la hora de la comida .No se aburría pues el coronel Fertad se ocupaba de llevarle todo tipo de revistas holográficas y de charlar de vez en cuando con ella para que de este modo su arresto fuera lo más agradable posible. Ambos establecieron una relación muy parecida a la de un padre con su hija. A ello contribuyó el que Kyra le contara que era huérfana y que él le confesara que tenía una hija más o menos de su edad en Casiopenae. Desde luego, habían llegado a hacerse amigos .Lo que no le gustaba al veterano oficial casiopeano era que hubiesen tantos de esos engendros mecánicos a bordo de su nave, aunque teóricamente estuvieran de observadores. A Kyra le sucedía algo parecido, se sentía vigilada. No era cuestión de las cámaras de seguridad ni de sus guardianes, cosa algo más que natural. Había alguien que conseguía bloquear su percepción telepática y la acechaba .Ella no sabía quien podría ser y eso la inquietaba bastante. Una de tantas veces el coronel se dirigía a la celda de la muchacha para interesarse por su estado y al llegar entraba con naturalidad a sentarse junto a la chica.
-¿Cómo te encuentras hoy?.- Le inquirió el oficial -.
- Bien gracias- respondió ella levantándose de su camastro -.
Junto a ellos se encontraban dos centinelas de Casiopenae, el coronel Fertad les ordenó que se retirasen para dejarles hablar .Estos saludaron y obedecieron al momento. Aquello había llegado a convertirse en una costumbre. Fertad incluso mandaba desconectar las cámaras .Aquello provocaba no pocas sonrisas maliciosas entre algunos de sus subordinados. Estos pensaban que, con una prisionera tan atractiva completamente a merced de su superior y con aquella intimidad...afortunadamente el veterano oficial era un caballero y una buena persona, amante de cumplir con su deber, pero entristecido de que las circunstancias le obligaran a actuar como carcelero de aquella pobre muchacha. Él aguardó a que todos se fueran y cerrasen mirando algo nervioso hacia la puerta de salida del calabozo .Kyra le observó algo extrañada, hasta ahora no había hecho nada parecido a eso. Además, le notaba preocupado .Cosas que refrendó al sondearle un poco.
-¿Le ocurre algo?.- Quiso saber ella mirándole con interés -.
- No sé, está claro que a ti no puedo engañarte - sonrió el coronel que tras unos instantes de silencio reconoció -.Sí, estoy algo inquieto, no debería hablar de ello contigo, pero, por paradójico que resulte ,eres la única persona en la que creo que puedo confiar.
- No se preocupe, lo que me cuente quedará en absoluto secreto- .Le prometió Kyra como si fuese ella la que estuviera en libertad de comentárselo a cualquiera -.
- Te creo- .Afirmó Fertad que le explicó -.Verás, se trata de estos malditos androides .Cada vez me gusta menos tenerles cerca. A veces pienso que están tramando algo. Sobre todo desde que llegaron aquellos extraños tipos de ese mundo.
- Si- .Asintió Kyra que todavía se estremecía al pensar en el brutal ataque psicológico del que fuera objeto - .Quizás sean el peligro principal y no los robots. Sería terrible que acabasen controlándoles. ¿Es que su general no se da cuenta de esto?.- Remachó ella con tono entre reprobatorio, indignado y profundamente preocupado -.
- Hace poco me llegaron órdenes- le desveló el coronel- .Nos han enviado una flota de refuerzo a este sistema y nos ordenan que lo custodiemos bien con el arsenal a punto .¡No me gusta!. Quizás las cosas se estén enrareciendo. De todas maneras no temas .No voy a permitir que te suceda nada malo.
Dicho esto y para sorpresa de Kyra sacó de un bolsillo de su uniforme una especie de mando portátil y explicó.
- Esta es la clave del código de la celda y de la seguridad de la nave .Quédatela y guárdala bien, si sucediera algo y yo no pudiera sacarte de aquí, escápate.
- Esto podría costarle muy caro- .Le susurró Kyra atónita por aquel gesto tan noble -.
- No te preocupes por eso,- la tranquilizó él - .Verás, como te dije en una ocasión, tengo una hija más o menos de tu edad y no me gustaría que ella se encontrase en tu situación. Hace mucho tiempo que no la veo, ¡ojalá que un día podáis conoceros en una mejor ocasión! –.Deseó con un suspiro -.
- Me encantaría- .Le sonrió la agradecida muchacha poniendo una mano sobre las de él -.
Fertad asintió añadiendo a modo de reflexiva confesión.
- Al principio creía que simplemente eras una espía de la Confederación y que yo cumplía con mi deber. Ahora no estoy tan convencido. Sobre todo después de lo que esos bastardos te hicieron.
- Es usted un buen hombre- sonrió Kyra mirándole con una súbita ráfaga de cariño, con el tipo de afecto que habría reservado a un padre, de haberlo conocido y añadió realmente emocionada -.¡Gracias por todo lo que está haciendo por mí!.,.
El coronel sin querer aceptar esos elogios, prosiguió su argumentación...
- Yo soy un oficial de Casiopenae y mi deber es obedecer órdenes y proteger a mi mundo. Siempre he creído hacerlo en conciencia, pero las cosas ahora se están desorbitando. Esos malditos robots ganan poder y estoy seguro de que tras esto se esconden esos tipos.
- Hay algo que no me ha contado- .Adivinó Kyra dedicándole una mirada escrutadora -.
- Desde luego, no hay quien te oculte nada. Te lo diré.- .Aseveró Fertad que decidió ser totalmente sincero - .Nuestro general nos ha ordenado el estado de máxima alerta. A los oficiales de mayor rango nos ha revelado que esos robots le han enviado una especie de ultimátum. Quieren dirigir las operaciones y eso es algo que no podemos consentir. Tenías razón, mucho me temo que pretenden deshacerse de nosotros.
Aquellas palabras parecieron un aviso, los guardias entraron a los calabozos acompañando a un capitán que venía andando deprisa. El coronel se levantó tratando de separarse de la chica a fin de evitar que le sorprendiesen en tal conversación, pero su precaución era innecesaria. Su subordinado veía en tal estado de preocupación que ni siquiera hizo el saludo de rigor, sino que pasó a exponer con ritmo atropellado mientras su superior salía de la celda.
- Mi coronel .¡Tiene que acudir al puente de inmediato!. ¡Son esos tipos señor!. Han enviado a dos de ellos a parlamentar. Desean tener acceso a nuestras naves.
- Como acceso, si ya están aquí - repuso Fertad sorprendido -.
- Nos han dicho que ellos asumirán el mando y que debemos movilizarnos- .Le informó el capitán con el rostro demudado -.
-¿Qué?. Pero, ¿cómo se atreven?. ¡No nos moveremos de aquí si no recibimos órdenes concretas de Casiopenae y solamente de nuestros propios mandos!.- Declaró tajantemente el coronel mirando entre tanto a Kyra con claros síntomas de preocupación en tanto agregaba - .Ahora mismo voy a hablar con ellos...
Y se alejó mientras Kyra sentía un agudo dolor en su mente. Fue un flash pero estaba relacionado con ese hombre .Por su cabeza cruzó un terrible presentimiento .Quiso advertirle pero él ya se había ido. Cogió aquel mando que le entregara y lo apretó fuerte entre sus manos deseando equivocarse por una vez.
Peter y Murdock ya habían partido hacía tiempo a bordo de una lanzadera prestada por unos antiguos compañeros del contrabandista. Joe se quedaría esperándoles en ella para salir a toda prisa una vez tuvieran el botín. Llevaban aquellas claves que les serían de una enorme utilidad. Enseguida las usaron para acceder a uno de los destructores. Uniformados como suboficiales de Casiopenae accedieron sin dificultad al interior. Para su sorpresa dos androides que montaban guardia les detuvieron.
- Alto ahí ,¿a dónde vais?.- Preguntó uno de ellos con su voz metálica y monocorde-
-¿Qué dónde vamos?.- Inquirió a su vez Murdock, que era el encargado de hablar, haciéndolo con una mezcla de desfachatez y falsa inquietud chillona - .Te diré a donde vamos a ir si no nos dejas pasar amigo. ¡Al calabozo de cabeza!. Acabamos de llegar de permiso y...
- Te he preguntado que a dónde os dirigís - insistió aquel robot, insensible a ese tipo de técnica -.
- Volvemos a nuestros puestos- le explicó el contrabandista ahora con un tono más conciliador - Nos hemos distraído un poco y ya sabes lo que pasa .Las chicas del planeta son muy agradables y te hacen perder tiempo. Si no nos presentamos a nuestra hora lo vamos a pasar mal.
- Dadme vuestro destino -. Les pidió el otro androide con gesto imperturbable - .Vamos humanos.
Peter y Murdock se miraron atónitos, este último, sobre todo, estaba muy sorprendido. Alguna que otra vez había pasado por una de esas naves y siempre eran casiopeanos los que montaban guardia. No sabía que decir, no se podía engañar con esos pretextos a los robots.
- Vamos, hablad o seréis arrestados de inmediato- les conminó el androide con su inalterable tono y semblante - .
Sin saber que hacer ni que inventarse, estaban a punto de atacar a esos mecanoídes cuando un oficial de Casiopenae llegó a la zona .Un androide se dirigió a él y le pidió con una voz exenta por completo de amabilidad.
- Identifícate.
El oficial, visiblemente molesto, sacó su tarjeta y los androides la verificaron preguntándole a su vez.
- Destino.
- Cuadrante seis cero uno.- Replicó con voz seca -.
- Puede pasar- añadió el otro robot -.
-¡Qué casualidad mi teniente! -.Exclamó Murdock viéndose salvado o al menos tratando de agarrarse a ese clavo ardiendo -.Nos han trasladado de nave y no recordábamos nuestro destino. Estos tipos iban a arrestarnos.
- No recordar un destino es una falta grave - repuso el oficial que, sin embargo, miró con inquina a las máquinas y añadió - .Pase por esta vez. Vengan conmigo.
- Alto,- objetó un androide de inmediato -.Ellos no tiene confirmación.
-¡He dicho que vienen conmigo! - insistió el oficial con patente enfado - .Yo me ocuparé de ellos ahora.
- No tiene autorización precisa- rebatió el otro androide sin inmutarse por ese tono -.
-¡Me importa un bledo! - estalló el teniente enfrentándose con la máquina que le miraba imperturbable - .¡Eso no es asunto suyo! .De mis hombres me ocupo yo .Si no quieren tener problemas les aconsejo que nos dejen pasar.
- Pueden pasar- les permitió al fin un robot que no parecía tener muy claros sus datos a ese respecto - .Nosotros consultaremos a nuestros superiores para ulteriores situaciones.
Y se apartaron franqueándoles el paso. Los tres siguieron en tanto el teniente rechinaba entre dientes.
-¡Malditas hojas de lata!, deberíamos deshacernos de todos esos bastardos.
-¿Qué está ocurriendo aquí mi teniente?.- Inquirió Peter haciéndose el despistado y añadiendo con ingenuidad también fingida -.En nuestra nave no hay robots que nos vigilen.
-¡Pues será la única de toda la flota! ,- respondió este con tono irritado -.Están por todas partes y cada vez se meten en más cosas. En fin ,¿a dónde iban ustedes y por orden de quién?.- Quiso saber cambiando de tema -.
- Nos llamaron- repuso evasivamente Murdock - .Para relevar a los centinelas de este sector.
- No hay centinelas en este sector - objetó el sorprendido oficial que les inquirió comenzando a sospechar algo extraño - .¿De qué nave dice que vienen?.
- De esa - señaló Peter apuntando con un brazo a las ventanillas de la galería que mostraban el espacio. Esto hizo que el teniente mirase por inercia lo que permitió que el muchacho le dejara fuera de combate con un golpe -.Lo siento amigo, gracias por tu ayuda, pero no podemos perder tiempo.- Añadió arrastrando el cuerpo del tipo hasta una dependencia vacía y cerrando la puerta no sin antes cogerle los distintivos de oficial y cambiarlos por los suyos- .
- Hay que darse prisa en buscar - añadió Murdock- .Las armas deben estar por aquí, esta es la zona del polvorín.
- Quizás haya suerte y tengan a Kyra en este destructor- declaró Peter esperanzado -
- No lo sé, podría estar en cualquier nave. Vamos, en cuanto tengamos lo que vinimos a buscar nos ocuparemos de eso.- Le contestó Murdock con verdaderas ganas de salir de ahí -.
Conviniendo en ello Peter asintió y los dos comenzaron la búsqueda...
Por otro lado estaban Yener y Nerel .Ambos salieron en una lanzadera comercial. La tapadera que el nataclier tenía era la de dos abastecedores de flota. Aunque Yener prefería improvisar .Pronto llegaron al primer control. Con pases que Nerel sacó, ¡el dios Alex sabría de donde!, lo pasaron sin problemas.
-¿Cuál es nuestro objetivo?.- Quiso saber Yener -.
- La nave insignia ¿cuál si no?.- Respondió el nataclier que parecía seguir un camino determinado .Cosa que no le pasó desapercibida a su acompañante- .
-¿Me estás ocultando algo?,- le inquirió precisamente este -.
- Digamos que tendremos algo de ayuda allí dentro- le comentó Nerel- .Dispongo de un contacto.
- Está claro que tú no haces nada sin llevarlo bien atado -, sonrió Yener con aprobación -.
- Es mi trabajo -. Respondió su interlocutor devolviéndole la sonrisa- .Y me gusta hacerlo bien- añadió con lo que parecía un tinte de orgullo en su serena voz -.
- Eso espero, sino esto va a ser muy poco divertido. - afirmó Yener -.
Lo cierto es que ese Asety le sacaría de quicio en muchas cosas pero debía reconocer que era un auténtico profesional y de los mejores en su cometido. Ir con él era una garantía de éxito. Y trabajando ambos al margen de cualquier otro tipo de diferencias o rencillas personales constituían un equipo formidable. Ambos estaban descubriendo que se complementaban muy bien porque, precisamente tenían como puntos fuertes los que eran más débiles en el otro y los dos eran intuitivos, con buenas capacidades mentales, lo que casi hacía innecesarias las palabras para actuar de modo conjuntado. No obstante, dentro de poco tendrían ocasión de averiguar hasta donde llegaba esa compenetración. Su lanzadera estaba llegando a la nave insignia, un destructor de línea de la flota casiopeana .Buena nave sin duda, valoraba Yener examinando sus formas desde la lejanía .Aunque todavía no había tenido ocasión de ver esa enorme flota de la que su compañero le había hablado .La distancia se fue limando cada vez más, hasta que solicitaron permiso para aterrizar en el interior que les fue concedido, pues tan sólo les solicitaron destino e intención.
- Nave de mantenimiento- respondió Nerel- .Procedencia planeta Reco .Intención, comprobación rutinaria de sistemas.
-¿Otra comprobación?.- Inquirió atónito el operario que les hablaba -.No lo comprendo. Hace poco hicieron una.
- Ni nosotros - terció Yener imitando a la perfección los modismos y el acento casiopeano y también una creíble resignada indignación - .¡Pregúntaselo a esos tipos nuevos .Nos hacen repetir el trabajo!.
-¡No me hables de ellos! - rezongó el controlador con idéntico mal humor .-¡Pasad y que os sea leve!.
Nerel se quedó mirando a su compañero visiblemente sorprendido, hasta que este, también con evidente orgullo, le explicó.
- Técnica de Camuflaje de los señores del Kail de Somer.
- Espero que todas las técnicas sean iguales de efectivas.- Resopló Nerel con aprobación -.
Yener asintió confiadamente y se dispusieron a posarse lentamente en el hangar que les asignaron a tal efecto. Salieron de la nave equipados con sendas cajas de herramientas que realmente ocultaban armas lásers y algunos que otros decodificadores de seguridad.
-¡Adelante!, ésta debe de ser la sala de acceso al puente- le informó Nerel -.
- Si, creo que vamos bien - .Confirmó Yener sirviéndose de sus disciplinas- .¿Dónde nos aguarda tu enlace?.
- En un pasillo anexo a esa sala- le dijo Nerel consultando una especie de mini ordenador que llevaba consigo - .
En ese mismo momento, el coronel Fertad llegaba a la sala de mando .Allí le aguardaban un par de androides y esos dos tipos que interrogasen a Kyra .Amén de los oficiales de puente casiopenaos, que parecían estar expectantes ante la llegada de su superior. Nada más aparecer, el tipo pálido de Nephraler le espetó.
-¡Ya era hora coronel!, ordene a sus naves que se pongan de inmediato en movimiento .Tenemos cosas que hacer.
- Un momento - le pidió el coronel tratando de contener su creciente enfado por ese descaro tan manifiesto- .Yo no me moveré de aquí si no recibo las oportunas órdenes de mis superiores .¿Acaso tiene usted su autorización?.
- Usted haga lo que yo le diga y todos nos ahorraremos problemas - respondió ese tipo con cara de pocas contemplaciones y tono de fría indiferencia -.
-¡Ni hablar! - se plantó Fertad que, además dijo con tono de clara advertencia- .Lárguense ahora mismo de mi nave, de lo contrario, sean aliados o no acabarán en el calabozo.
Todos sus subordinados asintieron con aprobación aunque entonces las manos del coronel comenzaron a temblar y él mismo parecía perder el equilibrio. El tipo pálido sonreía mirando de reojo a su encapuchado acompañante y diciendo con un falso tono condescendiente.
- No ponga las cosas difíciles coronel o será usted quien lo pase mal. ¡Por última vez, ordene que nos pongamos en marcha!.
- Nunca,- pudo decir a duras penas el oficial, tapándose la cabeza con las manos, presa de un terrible ataque psíquico- .
-¡Basta ya! - .Intervino un teniente casiopenao, sacando su arma y apuntando a esos dos extraños seres para ordenarles con tono amenazador -.Detenga lo que sea que le están haciendo al coronel o disparo.
El pálido Nephraler esbozó una maligna sonrisa en tanto su acompañante desplegaba una mano enguantada que lanzaba una invisible onda de energía contra aquel muchacho lanzándole contra una terminal informática .Cuando este cayó al suelo ya estaba muerto para horror de todos los demás Seguidamente, los androides presentes en la estancia procedieron a apuntar con lásers al resto de la dotación del puente. Mientras, el coronel se retorcía en el suelo. Finalmente dejó de hacerlo, quedando sin vida al igual que su valiente subordinado.
Kyra se estremeció de horror en su celda .Había sentido el trágico fin de ese buen hombre y la maligna aura de aquel tenebroso ser. Aun entristecida miró su mando decidida a emplearlo cuando una mujer rubia, de largo pelo y mirada fría, acompañada por dos androides se plantó en la celda conminándola a salir.
- Ven conmigo -. Le ordenó abriendo la celda -.
-¿Qué es lo que quieren de mí?.- Quiso saber ella a la defensiva, parapetándose tras su cama -
-¡Vamos, no te resistas! - le espetó la mujer arrastrándola de un brazo -.
En efecto, Kyra no pudo resistirse, aquella androide tenía bastante fuerza pero no era eso, sentía en ella algo extraño y a la vez familiar .Si, no cabía duda, era esa presencia que la había estado vigilando .Ordenaba a los androides que abriesen los códigos y en tanto lo hacían empujó a Kyra sin contemplaciones, declarando con voz monocorde.
- Vamos, tienes que comparecer ante nuestros aliados.
-¿Qué habéis hecho con el coronel malditos?.- Exclamó la muchacha con los ojos llorosos- ..
No recibió respuesta y tuvo que resignarse a obedecer las indicaciones pues esa mujer hizo señas a los dos androides de que la cogieran de cada brazo .Era inútil resistirse .Anduvieron un trecho hasta llegar a una sala anexa. Entonces los robots la dejaron y su jefa les ordenó.
- Mirad afuera y comprobad la zona.
Los androides obedecieron...
Nerel recibió una comunicación, sonrió y le advirtió a Yener.
- Dos androides vienen hacia aquí, hay que eliminarlos y reunirnos con nuestro contacto.
Su compañero asintió, ambos se agacharon mirando al suelo y simulando estar de reparaciones. Los dos robots efectivamente llegaron por un corredor y al verles se acercaron inquiriéndoles.
-¿Qué hacen aquí?.
- Está muy claro - .Le respondió Nerel sin mirarles - .Estamos reparando esta zona.
Los androides se acercaron para comprobarlo pero los muchachos se giraron con rapidez disparándoles con sendas armas que tenían escondidas a la vista de los mecanoídes, estos cayeron fuera de servicio.
- Vamos- indicó Nerel- .Camino libre.
Los dos corrieron hacia el punto de encuentro .Entre tanto Kyra estaba esperando la ocasión propicia para escapar. Cuando la androide no la prestaba atención trató de golpearla con su mando, pero su oponente parecía esperar algo así pues la atrapó derribándola en el suelo con una rápida llave de yudo o algo similar.
- No me lo estás poniendo fácil - .Sonrió esa mecanoíde para sorpresa de Kyra que, entonces comprendió- .
- Tú eres...
Sin darle tiempo a terminar aparecieron dos robots más .La androide se levantó señalando a Kyra y les dijo con desapasionamiento mecánico.
- La prisionera intenta resistirse, cogedla.
Los robots obedecieron pero su pretendida jefa les destruyó con dos disparos de un arma láser que sacó del pliegue de su bota derecha cuando se incorporaba .Ambas máquinas cayeron destruidas y entonces la falsa ciborg se reveló, arrancándose su rubio y largo pelo para dejar ver debajo el auténtico, moreno y más corto a parte de quitarse de encima un par de apliques nasales que variaban considerablemente su rostro.
-¡Seilín! - exclamó Kyra visiblemente contenta - .¡Sabía que no estabas muerta!.
- Cuando te lo comuniqué por telepatía hiciste bien en no decirlo. Habrías comprometido la operación - asintió ella -.
-¿Qué haces aquí?.- Quiso saber Kyra atónita -.
- No es momento de explicaciones, ¡vamos! - le urgió la chica añadiendo preocupada - .He arriesgado mucho para sacarte de aquí .Les tenía convencidos de que era una de ellos hasta que llegaron esos malditos Nephralers .Son unos bastardos pero sus cualidades mentales son terribles .¡Sobre todo ese cabrón encapuchado! .Le vi de lejos y casi me detectó a pesar de mi bloqueo.
- Tienen poderes psíquicos muy fuertes - corroboró Kyra - .A mí me lo hicieron pasar muy mal.
- Lo sé- .Asintió ella - .Noté tu presencia aquí precisamente por tu agitación mental. Te habían dejado sin defensas y emitías un S.O.S telepático inconsciente .Tuviste suerte de que me pudiese infiltrar en esta nave. ¡Ahora vamos!, tengo un aliado que ha venido a ayudarnos.
Las dos chicas corrieron hasta la posición que ocupaban Nerel y Yener, éste, fiado de sus sentidos del Kail, informó a su amigo de que venían aliados. Así pues se reencontraron en el punto de cita para recíproca sorpresa de Kyra y Yener.
- Me alegro de verte bien - sonrió él abrazándola- .¿Cómo estás?.
- Lo pase mal pero sobreviviré - repuso ella que enseguida preguntó .¿Sabéis algo de Peter?.
- No- negó el muchacho cariacontecido- .Creíamos que tú y él estabais juntos- .
- Caímos por separado - explicó la muchacha con pesar -
- No hay tiempo de contaros historias ahora - urgió Nerel -.Seilín - añadió saludando a la muchacha con bastante cordialidad para lo que en él era común. -.Celebro verte. ¿Qué has averiguado- .
- Hay Nephralers a bordo - le contó ella advirtiéndoles - .Uno de ellos posee un terrible poder mental.
- Es un aura maligna como jamás había sentido - .Corroboró Kyra que temblaba con sólo pensarlo- .Me atacó psíquicamente y casi me destroza.
- Déjame sondearte y sabré lo sucedido. - Le pidió Yener para conocer de que se trataba -.
Cuando Yener accedió a los recuerdos de la muchacha palideció visiblemente, su Sexto sentido le advertía de una presencia terrible. Sentenció dejando a Nerel y a Seilín horrorizados.
-¡No puede ser! .¡Un Hialghast! .¡Hay un Hialghast a bordo de esta nave!.
-¿Te has vuelto loco?- .Exclamó Nerel mostrándose más alterado de lo que nunca le habían visto -.No puede ser. Debes estar en un error.
- Si, a mí me cuadra -. Afirmó en cambio Seilin - .Lo observé de lejos y me quedé helada de terror, si no recurro a todas mis defensas telepáticas y de no ser porque ese ente no esperaría encontrar una humana entre los androides, y no debió de tantearme, no seguiría viva ahora.
-¡Tenemos que salir de aquí y rápido! - apremió más que nunca Asety -.
Ajenos a ese reencuentro entre sus amigos, Peter seguía buscando junto con Murdock. Parecía que en la nave reinaba el caos .Los oficiales de Casiopenae corrían de un sitio a otro. Ambos quedaron perplejos cuando en la nave se desencadenó un tiroteo entre los soldados de Casiopenae y los androides.
-¿Qué demonios está pasando?.- Inquirió Peter sin poder dar crédito a lo que sucedía -
- No lo sé, pero a río revuelto - le respondió su compañero agregando con urgencia -.¡Vamos a la sala de armas central!.
Corrieron hacia allí, por fortuna hombres de Casiopenae controlaban aquello y Murdock les abordó diciendo.
- Necesitamos armas, esos bastardos nos atacan fuerte.
-¡Cojan lo que sea del arsenal! - les autorizó de inmediato un sargento- .Aunque sólo tenemos armas ligeras
-¿Qué ha ocurrido?.- Le interrogó Peter que realmente quería saberlo.-
-¡Esos cabrones se han rebelado mi teniente! .Hemos recibido una transmisión de urgencia de la nave insignia. Uno de los oficiales del puente que ha logrado escapar informó de que han asesinado al coronel en jefe y que quieren apoderarse de la flota. ¡Malditos bastardos! -escupió - .En esa nave tenemos todos los códigos de acceso a las principales reservas de munición pesada.
Murdock y Peter se miraron. Los soldados ni siquiera se preocupaban de que estos dos,”compañeros suyos” hablasen en idioma internacional de la confederación y Peter interpretando a la perfección su papel de oficial, tomó la palabra con decisión.
-¡No lo permitan! - .Les conminó- .Nosotros y un grupo de soldados iremos a la Insignia y la recuperaremos.
-¡Así se habla señor!- le saludó el sargento entregándole un par de armas láser- .¡Suerte!. Vayan por el pasillo c-25.Lo controlamos todavía y da acceso a las lanzaderas.
- Gracias sargento y suerte muchachos - le respondió Murdock que si se tomó la molestia de hacerlo en Casiopenao, del que sabía hablar algo, en tanto los dos corrían hacia allí - .
Sin problemas llegaron a la zona y abordaron una con el mismo pretexto que le dieron al sargento, nadie estaba para hacer preguntas y en cambio sí que les ofrecieron todo el apoyo que necesitasen. Pero Murdock les comentó que era una misión suicida y que ellos solos se bastarían. Peter les arengó nuevamente a luchar por Casiopenae lo que llenó de moral a los soldados e incluso invirtió unos instantes en posicionarlos mejor y darles informes de lo que había visto en su camino. Para él era un obligación moral, a pesar de todo se trataba de una lucha de humanos contra máquinas. Los soldados de Casiopenae agradecieron estas indicaciones redoblando así sus esfuerzos. Y entre tanto, Peter y Murdock despegaron sin oposición tras ser informados a su vez de cual era la nave Insignia por uno de los oficiales que la vio moverse, afectada por lo que parecían resplandores de explosiones internas.
La lucha efectivamente había comenzado. Los androides no eran demasiados pero sorprendieron en un primer momento a los soldados y oficiales casiopeanos .Aunque ahora estos ganaban terreno. Los dos Nephralers obligaron a los aterrados miembros del puente a poner en marcha la nave al tiempo en que aparecía la tremenda flota androide .Eso significaba que estos recibirían refuerzos y que la batalla estaría decidida a su favor tarde o temprano.
Yener y los demás se esforzaban por llegar a una lanzadera para escapar, aunque no quedaba ninguna, o estaban destruidas o habían abandonado la nave. Entonces llegó una .La aguardaron escondidos tras unos paneles y vieron descender a dos casiopenaos. Nerel dio la señal de atacarles para apoderarse de la nave pero tanto Kyra, como Seilín, como Yener reconocieron a Peter de inmediato, tanto visual como mentalmente .Kyra se comunicó telepáticamente con él y en pocas palabras le puso al corriente de su posición pidiéndole que protegiese la lanzadera.
-¡Está aquí! - Exclamó el muchacho señalando hacia los paneles- .
-¿Quien?.- Quiso saber Murdock sin comprender -.
-¡Mi compañera! - respondió exultante para indicar - .Volvamos a la nave, hay que largarse.
-¿Bromeas?.- Espetó su compañero- .Después de jugarnos el cuello para entrar aquí. ¡Tengo que coger esas armas!.
- Te daremos armas para llenar un transbordador, te doy mi palabra.- Aseguró Peter deseoso de escapar cuanto antes -.
Entonces los demás salieron de su escondite corriendo hacia allí .No hubo palabras para expresar la alegría del reencuentro entre Peter y Kyra y el abrazo que fundió a ambos muchachos. Yener también sonreía, lo mismo que Seilín. Peter pudo mirarla con incredulidad, ella consciente de esto, le indicó telepáticamente que se lo explicaría después. Todos estaban deseosos de intercambiar historias y más saludos aunque Murdock añadió con su sorna habitual.
- Esto es todo precioso pero, ¿y si lo dejáramos para después, eh?. Cuando estemos un poquito más lejos de aquí, por ejemplo.
- Buena idea - convino Nerel que señalando a la nave de transporte preguntó - .¿Está operativo este cacharro?.
- Lo estaba ahora mismo cuando nos trajo aquí amigo - .Afirmó el contrabandista -.
- Pues no perdamos ni un segundo- .Instó Yener que sintió una fría oleada recorrerle antes de poder levantar una pantalla de protección y aunque por fortuna no se tratase de un ataque sino más bien de un barrido de búsqueda, sintió un terrible escalofrío - .
En la sala de máquinas un hasta entonces silencioso encapuchado siseó con furia sorprendiendo a su compañero.
-¡Hay un Señor del Kail aquí. Tenemos que encontrarlo! .
-¿Pero cómo?-, quiso saber su colega el pálido, sin explicarse aquello -.
- Sentí algo hace un rato, pero creí que se trataba de esa maldita humana telépata .Hay demasiadas emociones que obstaculizan la percepción, pero ahora lo he notado claramente. Ha bajado su guardia y le he detectado.- Explicó con un rabioso siseo gutural -.
-¡Nos ha localizado! - confirmó espantada Seilín -.
- Para lo que le va a servir, ¡rápido vamos a la nave! - .Ordenó Yener ya recobrado de aquella desagradabilísima impresión -.
Todos subieron y salieron de allí sin perder tiempo. Una vez lejos de aquello pudieron observar con horror todas las naves androides que rodeaban a la flota de Casiopenae. Por fortuna el enemigo, absorto en dominar la situación, no estaba interesado en destruirles y ellos se alejaron a toda prisa.
- Este trasto no tiene mucha energía- valoró Peter- .No llegaremos al planeta.
- Dirígete hacia este punto- .Le indicó Murdock señalando una ruta en la pantalla a Nerel que pilotaba - .Mi compañero nos aguarda allí.
Sin preguntar nada éste asintió, por suerte Joe seguía allí posado, oculto tras un asteroide. La nave del grupo descendió junto a la otra y conectaron ambas para poder acceder a la que aguardaba .Cuando entraron el compinche de Murdock exclamó con su brusquedad habitual.
-¿Quiénes son estos?. ¿Dónde están las armas?
- Te lo contaré todo más tarde - le respondió su jefe con tono sarcástico para pasar a apremiarle -.¡Ahora sácanos de aquí! y rápido porque se avecina una buena!. Rumbo a Reco, no creo que vayan a hacia allí.
Esta vez Joe no rechistó, por experiencia sabía cuando había que obedecer con rapidez para salvar el pellejo. Despegó dirigiéndose hacia ese planeta. El grupo estaba momentáneamente a salvo y ahora, con más tranquilidad e incluso un buen humor fruto del distendimiento de haber escapado, podrían hablar largo y tendido contándose sus respectivas peripecias.
El que no estaba para alegrías era Tirelius. Cuando recibió el informe de lo que estaba pasando reaccionó primero con incredulidad y más tarde con ira. Sin pensárselo dos veces, puso a todas sus naves en pie de guerra y ordenó atacar a los que hasta entonces habían sido sus incondicionales aliados.
Kyra esperaba en su celda a que le llegase la hora de la comida .No se aburría pues el coronel Fertad se ocupaba de llevarle todo tipo de revistas holográficas y de charlar de vez en cuando con ella para que de este modo su arresto fuera lo más agradable posible. Ambos establecieron una relación muy parecida a la de un padre con su hija. A ello contribuyó el que Kyra le contara que era huérfana y que él le confesara que tenía una hija más o menos de su edad en Casiopenae. Desde luego, habían llegado a hacerse amigos .Lo que no le gustaba al veterano oficial casiopeano era que hubiesen tantos de esos engendros mecánicos a bordo de su nave, aunque teóricamente estuvieran de observadores. A Kyra le sucedía algo parecido, se sentía vigilada. No era cuestión de las cámaras de seguridad ni de sus guardianes, cosa algo más que natural. Había alguien que conseguía bloquear su percepción telepática y la acechaba .Ella no sabía quien podría ser y eso la inquietaba bastante. Una de tantas veces el coronel se dirigía a la celda de la muchacha para interesarse por su estado y al llegar entraba con naturalidad a sentarse junto a la chica.
-¿Cómo te encuentras hoy?.- Le inquirió el oficial -.
- Bien gracias- respondió ella levantándose de su camastro -.
Junto a ellos se encontraban dos centinelas de Casiopenae, el coronel Fertad les ordenó que se retirasen para dejarles hablar .Estos saludaron y obedecieron al momento. Aquello había llegado a convertirse en una costumbre. Fertad incluso mandaba desconectar las cámaras .Aquello provocaba no pocas sonrisas maliciosas entre algunos de sus subordinados. Estos pensaban que, con una prisionera tan atractiva completamente a merced de su superior y con aquella intimidad...afortunadamente el veterano oficial era un caballero y una buena persona, amante de cumplir con su deber, pero entristecido de que las circunstancias le obligaran a actuar como carcelero de aquella pobre muchacha. Él aguardó a que todos se fueran y cerrasen mirando algo nervioso hacia la puerta de salida del calabozo .Kyra le observó algo extrañada, hasta ahora no había hecho nada parecido a eso. Además, le notaba preocupado .Cosas que refrendó al sondearle un poco.
-¿Le ocurre algo?.- Quiso saber ella mirándole con interés -.
- No sé, está claro que a ti no puedo engañarte - sonrió el coronel que tras unos instantes de silencio reconoció -.Sí, estoy algo inquieto, no debería hablar de ello contigo, pero, por paradójico que resulte ,eres la única persona en la que creo que puedo confiar.
- No se preocupe, lo que me cuente quedará en absoluto secreto- .Le prometió Kyra como si fuese ella la que estuviera en libertad de comentárselo a cualquiera -.
- Te creo- .Afirmó Fertad que le explicó -.Verás, se trata de estos malditos androides .Cada vez me gusta menos tenerles cerca. A veces pienso que están tramando algo. Sobre todo desde que llegaron aquellos extraños tipos de ese mundo.
- Si- .Asintió Kyra que todavía se estremecía al pensar en el brutal ataque psicológico del que fuera objeto - .Quizás sean el peligro principal y no los robots. Sería terrible que acabasen controlándoles. ¿Es que su general no se da cuenta de esto?.- Remachó ella con tono entre reprobatorio, indignado y profundamente preocupado -.
- Hace poco me llegaron órdenes- le desveló el coronel- .Nos han enviado una flota de refuerzo a este sistema y nos ordenan que lo custodiemos bien con el arsenal a punto .¡No me gusta!. Quizás las cosas se estén enrareciendo. De todas maneras no temas .No voy a permitir que te suceda nada malo.
Dicho esto y para sorpresa de Kyra sacó de un bolsillo de su uniforme una especie de mando portátil y explicó.
- Esta es la clave del código de la celda y de la seguridad de la nave .Quédatela y guárdala bien, si sucediera algo y yo no pudiera sacarte de aquí, escápate.
- Esto podría costarle muy caro- .Le susurró Kyra atónita por aquel gesto tan noble -.
- No te preocupes por eso,- la tranquilizó él - .Verás, como te dije en una ocasión, tengo una hija más o menos de tu edad y no me gustaría que ella se encontrase en tu situación. Hace mucho tiempo que no la veo, ¡ojalá que un día podáis conoceros en una mejor ocasión! –.Deseó con un suspiro -.
- Me encantaría- .Le sonrió la agradecida muchacha poniendo una mano sobre las de él -.
Fertad asintió añadiendo a modo de reflexiva confesión.
- Al principio creía que simplemente eras una espía de la Confederación y que yo cumplía con mi deber. Ahora no estoy tan convencido. Sobre todo después de lo que esos bastardos te hicieron.
- Es usted un buen hombre- sonrió Kyra mirándole con una súbita ráfaga de cariño, con el tipo de afecto que habría reservado a un padre, de haberlo conocido y añadió realmente emocionada -.¡Gracias por todo lo que está haciendo por mí!.,.
El coronel sin querer aceptar esos elogios, prosiguió su argumentación...
- Yo soy un oficial de Casiopenae y mi deber es obedecer órdenes y proteger a mi mundo. Siempre he creído hacerlo en conciencia, pero las cosas ahora se están desorbitando. Esos malditos robots ganan poder y estoy seguro de que tras esto se esconden esos tipos.
- Hay algo que no me ha contado- .Adivinó Kyra dedicándole una mirada escrutadora -.
- Desde luego, no hay quien te oculte nada. Te lo diré.- .Aseveró Fertad que decidió ser totalmente sincero - .Nuestro general nos ha ordenado el estado de máxima alerta. A los oficiales de mayor rango nos ha revelado que esos robots le han enviado una especie de ultimátum. Quieren dirigir las operaciones y eso es algo que no podemos consentir. Tenías razón, mucho me temo que pretenden deshacerse de nosotros.
Aquellas palabras parecieron un aviso, los guardias entraron a los calabozos acompañando a un capitán que venía andando deprisa. El coronel se levantó tratando de separarse de la chica a fin de evitar que le sorprendiesen en tal conversación, pero su precaución era innecesaria. Su subordinado veía en tal estado de preocupación que ni siquiera hizo el saludo de rigor, sino que pasó a exponer con ritmo atropellado mientras su superior salía de la celda.
- Mi coronel .¡Tiene que acudir al puente de inmediato!. ¡Son esos tipos señor!. Han enviado a dos de ellos a parlamentar. Desean tener acceso a nuestras naves.
- Como acceso, si ya están aquí - repuso Fertad sorprendido -.
- Nos han dicho que ellos asumirán el mando y que debemos movilizarnos- .Le informó el capitán con el rostro demudado -.
-¿Qué?. Pero, ¿cómo se atreven?. ¡No nos moveremos de aquí si no recibimos órdenes concretas de Casiopenae y solamente de nuestros propios mandos!.- Declaró tajantemente el coronel mirando entre tanto a Kyra con claros síntomas de preocupación en tanto agregaba - .Ahora mismo voy a hablar con ellos...
Y se alejó mientras Kyra sentía un agudo dolor en su mente. Fue un flash pero estaba relacionado con ese hombre .Por su cabeza cruzó un terrible presentimiento .Quiso advertirle pero él ya se había ido. Cogió aquel mando que le entregara y lo apretó fuerte entre sus manos deseando equivocarse por una vez.
Peter y Murdock ya habían partido hacía tiempo a bordo de una lanzadera prestada por unos antiguos compañeros del contrabandista. Joe se quedaría esperándoles en ella para salir a toda prisa una vez tuvieran el botín. Llevaban aquellas claves que les serían de una enorme utilidad. Enseguida las usaron para acceder a uno de los destructores. Uniformados como suboficiales de Casiopenae accedieron sin dificultad al interior. Para su sorpresa dos androides que montaban guardia les detuvieron.
- Alto ahí ,¿a dónde vais?.- Preguntó uno de ellos con su voz metálica y monocorde-
-¿Qué dónde vamos?.- Inquirió a su vez Murdock, que era el encargado de hablar, haciéndolo con una mezcla de desfachatez y falsa inquietud chillona - .Te diré a donde vamos a ir si no nos dejas pasar amigo. ¡Al calabozo de cabeza!. Acabamos de llegar de permiso y...
- Te he preguntado que a dónde os dirigís - insistió aquel robot, insensible a ese tipo de técnica -.
- Volvemos a nuestros puestos- le explicó el contrabandista ahora con un tono más conciliador - Nos hemos distraído un poco y ya sabes lo que pasa .Las chicas del planeta son muy agradables y te hacen perder tiempo. Si no nos presentamos a nuestra hora lo vamos a pasar mal.
- Dadme vuestro destino -. Les pidió el otro androide con gesto imperturbable - .Vamos humanos.
Peter y Murdock se miraron atónitos, este último, sobre todo, estaba muy sorprendido. Alguna que otra vez había pasado por una de esas naves y siempre eran casiopeanos los que montaban guardia. No sabía que decir, no se podía engañar con esos pretextos a los robots.
- Vamos, hablad o seréis arrestados de inmediato- les conminó el androide con su inalterable tono y semblante - .
Sin saber que hacer ni que inventarse, estaban a punto de atacar a esos mecanoídes cuando un oficial de Casiopenae llegó a la zona .Un androide se dirigió a él y le pidió con una voz exenta por completo de amabilidad.
- Identifícate.
El oficial, visiblemente molesto, sacó su tarjeta y los androides la verificaron preguntándole a su vez.
- Destino.
- Cuadrante seis cero uno.- Replicó con voz seca -.
- Puede pasar- añadió el otro robot -.
-¡Qué casualidad mi teniente! -.Exclamó Murdock viéndose salvado o al menos tratando de agarrarse a ese clavo ardiendo -.Nos han trasladado de nave y no recordábamos nuestro destino. Estos tipos iban a arrestarnos.
- No recordar un destino es una falta grave - repuso el oficial que, sin embargo, miró con inquina a las máquinas y añadió - .Pase por esta vez. Vengan conmigo.
- Alto,- objetó un androide de inmediato -.Ellos no tiene confirmación.
-¡He dicho que vienen conmigo! - insistió el oficial con patente enfado - .Yo me ocuparé de ellos ahora.
- No tiene autorización precisa- rebatió el otro androide sin inmutarse por ese tono -.
-¡Me importa un bledo! - estalló el teniente enfrentándose con la máquina que le miraba imperturbable - .¡Eso no es asunto suyo! .De mis hombres me ocupo yo .Si no quieren tener problemas les aconsejo que nos dejen pasar.
- Pueden pasar- les permitió al fin un robot que no parecía tener muy claros sus datos a ese respecto - .Nosotros consultaremos a nuestros superiores para ulteriores situaciones.
Y se apartaron franqueándoles el paso. Los tres siguieron en tanto el teniente rechinaba entre dientes.
-¡Malditas hojas de lata!, deberíamos deshacernos de todos esos bastardos.
-¿Qué está ocurriendo aquí mi teniente?.- Inquirió Peter haciéndose el despistado y añadiendo con ingenuidad también fingida -.En nuestra nave no hay robots que nos vigilen.
-¡Pues será la única de toda la flota! ,- respondió este con tono irritado -.Están por todas partes y cada vez se meten en más cosas. En fin ,¿a dónde iban ustedes y por orden de quién?.- Quiso saber cambiando de tema -.
- Nos llamaron- repuso evasivamente Murdock - .Para relevar a los centinelas de este sector.
- No hay centinelas en este sector - objetó el sorprendido oficial que les inquirió comenzando a sospechar algo extraño - .¿De qué nave dice que vienen?.
- De esa - señaló Peter apuntando con un brazo a las ventanillas de la galería que mostraban el espacio. Esto hizo que el teniente mirase por inercia lo que permitió que el muchacho le dejara fuera de combate con un golpe -.Lo siento amigo, gracias por tu ayuda, pero no podemos perder tiempo.- Añadió arrastrando el cuerpo del tipo hasta una dependencia vacía y cerrando la puerta no sin antes cogerle los distintivos de oficial y cambiarlos por los suyos- .
- Hay que darse prisa en buscar - añadió Murdock- .Las armas deben estar por aquí, esta es la zona del polvorín.
- Quizás haya suerte y tengan a Kyra en este destructor- declaró Peter esperanzado -
- No lo sé, podría estar en cualquier nave. Vamos, en cuanto tengamos lo que vinimos a buscar nos ocuparemos de eso.- Le contestó Murdock con verdaderas ganas de salir de ahí -.
Conviniendo en ello Peter asintió y los dos comenzaron la búsqueda...
Por otro lado estaban Yener y Nerel .Ambos salieron en una lanzadera comercial. La tapadera que el nataclier tenía era la de dos abastecedores de flota. Aunque Yener prefería improvisar .Pronto llegaron al primer control. Con pases que Nerel sacó, ¡el dios Alex sabría de donde!, lo pasaron sin problemas.
-¿Cuál es nuestro objetivo?.- Quiso saber Yener -.
- La nave insignia ¿cuál si no?.- Respondió el nataclier que parecía seguir un camino determinado .Cosa que no le pasó desapercibida a su acompañante- .
-¿Me estás ocultando algo?,- le inquirió precisamente este -.
- Digamos que tendremos algo de ayuda allí dentro- le comentó Nerel- .Dispongo de un contacto.
- Está claro que tú no haces nada sin llevarlo bien atado -, sonrió Yener con aprobación -.
- Es mi trabajo -. Respondió su interlocutor devolviéndole la sonrisa- .Y me gusta hacerlo bien- añadió con lo que parecía un tinte de orgullo en su serena voz -.
- Eso espero, sino esto va a ser muy poco divertido. - afirmó Yener -.
Lo cierto es que ese Asety le sacaría de quicio en muchas cosas pero debía reconocer que era un auténtico profesional y de los mejores en su cometido. Ir con él era una garantía de éxito. Y trabajando ambos al margen de cualquier otro tipo de diferencias o rencillas personales constituían un equipo formidable. Ambos estaban descubriendo que se complementaban muy bien porque, precisamente tenían como puntos fuertes los que eran más débiles en el otro y los dos eran intuitivos, con buenas capacidades mentales, lo que casi hacía innecesarias las palabras para actuar de modo conjuntado. No obstante, dentro de poco tendrían ocasión de averiguar hasta donde llegaba esa compenetración. Su lanzadera estaba llegando a la nave insignia, un destructor de línea de la flota casiopeana .Buena nave sin duda, valoraba Yener examinando sus formas desde la lejanía .Aunque todavía no había tenido ocasión de ver esa enorme flota de la que su compañero le había hablado .La distancia se fue limando cada vez más, hasta que solicitaron permiso para aterrizar en el interior que les fue concedido, pues tan sólo les solicitaron destino e intención.
- Nave de mantenimiento- respondió Nerel- .Procedencia planeta Reco .Intención, comprobación rutinaria de sistemas.
-¿Otra comprobación?.- Inquirió atónito el operario que les hablaba -.No lo comprendo. Hace poco hicieron una.
- Ni nosotros - terció Yener imitando a la perfección los modismos y el acento casiopeano y también una creíble resignada indignación - .¡Pregúntaselo a esos tipos nuevos .Nos hacen repetir el trabajo!.
-¡No me hables de ellos! - rezongó el controlador con idéntico mal humor .-¡Pasad y que os sea leve!.
Nerel se quedó mirando a su compañero visiblemente sorprendido, hasta que este, también con evidente orgullo, le explicó.
- Técnica de Camuflaje de los señores del Kail de Somer.
- Espero que todas las técnicas sean iguales de efectivas.- Resopló Nerel con aprobación -.
Yener asintió confiadamente y se dispusieron a posarse lentamente en el hangar que les asignaron a tal efecto. Salieron de la nave equipados con sendas cajas de herramientas que realmente ocultaban armas lásers y algunos que otros decodificadores de seguridad.
-¡Adelante!, ésta debe de ser la sala de acceso al puente- le informó Nerel -.
- Si, creo que vamos bien - .Confirmó Yener sirviéndose de sus disciplinas- .¿Dónde nos aguarda tu enlace?.
- En un pasillo anexo a esa sala- le dijo Nerel consultando una especie de mini ordenador que llevaba consigo - .
En ese mismo momento, el coronel Fertad llegaba a la sala de mando .Allí le aguardaban un par de androides y esos dos tipos que interrogasen a Kyra .Amén de los oficiales de puente casiopenaos, que parecían estar expectantes ante la llegada de su superior. Nada más aparecer, el tipo pálido de Nephraler le espetó.
-¡Ya era hora coronel!, ordene a sus naves que se pongan de inmediato en movimiento .Tenemos cosas que hacer.
- Un momento - le pidió el coronel tratando de contener su creciente enfado por ese descaro tan manifiesto- .Yo no me moveré de aquí si no recibo las oportunas órdenes de mis superiores .¿Acaso tiene usted su autorización?.
- Usted haga lo que yo le diga y todos nos ahorraremos problemas - respondió ese tipo con cara de pocas contemplaciones y tono de fría indiferencia -.
-¡Ni hablar! - se plantó Fertad que, además dijo con tono de clara advertencia- .Lárguense ahora mismo de mi nave, de lo contrario, sean aliados o no acabarán en el calabozo.
Todos sus subordinados asintieron con aprobación aunque entonces las manos del coronel comenzaron a temblar y él mismo parecía perder el equilibrio. El tipo pálido sonreía mirando de reojo a su encapuchado acompañante y diciendo con un falso tono condescendiente.
- No ponga las cosas difíciles coronel o será usted quien lo pase mal. ¡Por última vez, ordene que nos pongamos en marcha!.
- Nunca,- pudo decir a duras penas el oficial, tapándose la cabeza con las manos, presa de un terrible ataque psíquico- .
-¡Basta ya! - .Intervino un teniente casiopenao, sacando su arma y apuntando a esos dos extraños seres para ordenarles con tono amenazador -.Detenga lo que sea que le están haciendo al coronel o disparo.
El pálido Nephraler esbozó una maligna sonrisa en tanto su acompañante desplegaba una mano enguantada que lanzaba una invisible onda de energía contra aquel muchacho lanzándole contra una terminal informática .Cuando este cayó al suelo ya estaba muerto para horror de todos los demás Seguidamente, los androides presentes en la estancia procedieron a apuntar con lásers al resto de la dotación del puente. Mientras, el coronel se retorcía en el suelo. Finalmente dejó de hacerlo, quedando sin vida al igual que su valiente subordinado.
Kyra se estremeció de horror en su celda .Había sentido el trágico fin de ese buen hombre y la maligna aura de aquel tenebroso ser. Aun entristecida miró su mando decidida a emplearlo cuando una mujer rubia, de largo pelo y mirada fría, acompañada por dos androides se plantó en la celda conminándola a salir.
- Ven conmigo -. Le ordenó abriendo la celda -.
-¿Qué es lo que quieren de mí?.- Quiso saber ella a la defensiva, parapetándose tras su cama -
-¡Vamos, no te resistas! - le espetó la mujer arrastrándola de un brazo -.
En efecto, Kyra no pudo resistirse, aquella androide tenía bastante fuerza pero no era eso, sentía en ella algo extraño y a la vez familiar .Si, no cabía duda, era esa presencia que la había estado vigilando .Ordenaba a los androides que abriesen los códigos y en tanto lo hacían empujó a Kyra sin contemplaciones, declarando con voz monocorde.
- Vamos, tienes que comparecer ante nuestros aliados.
-¿Qué habéis hecho con el coronel malditos?.- Exclamó la muchacha con los ojos llorosos- ..
No recibió respuesta y tuvo que resignarse a obedecer las indicaciones pues esa mujer hizo señas a los dos androides de que la cogieran de cada brazo .Era inútil resistirse .Anduvieron un trecho hasta llegar a una sala anexa. Entonces los robots la dejaron y su jefa les ordenó.
- Mirad afuera y comprobad la zona.
Los androides obedecieron...
Nerel recibió una comunicación, sonrió y le advirtió a Yener.
- Dos androides vienen hacia aquí, hay que eliminarlos y reunirnos con nuestro contacto.
Su compañero asintió, ambos se agacharon mirando al suelo y simulando estar de reparaciones. Los dos robots efectivamente llegaron por un corredor y al verles se acercaron inquiriéndoles.
-¿Qué hacen aquí?.
- Está muy claro - .Le respondió Nerel sin mirarles - .Estamos reparando esta zona.
Los androides se acercaron para comprobarlo pero los muchachos se giraron con rapidez disparándoles con sendas armas que tenían escondidas a la vista de los mecanoídes, estos cayeron fuera de servicio.
- Vamos- indicó Nerel- .Camino libre.
Los dos corrieron hacia el punto de encuentro .Entre tanto Kyra estaba esperando la ocasión propicia para escapar. Cuando la androide no la prestaba atención trató de golpearla con su mando, pero su oponente parecía esperar algo así pues la atrapó derribándola en el suelo con una rápida llave de yudo o algo similar.
- No me lo estás poniendo fácil - .Sonrió esa mecanoíde para sorpresa de Kyra que, entonces comprendió- .
- Tú eres...
Sin darle tiempo a terminar aparecieron dos robots más .La androide se levantó señalando a Kyra y les dijo con desapasionamiento mecánico.
- La prisionera intenta resistirse, cogedla.
Los robots obedecieron pero su pretendida jefa les destruyó con dos disparos de un arma láser que sacó del pliegue de su bota derecha cuando se incorporaba .Ambas máquinas cayeron destruidas y entonces la falsa ciborg se reveló, arrancándose su rubio y largo pelo para dejar ver debajo el auténtico, moreno y más corto a parte de quitarse de encima un par de apliques nasales que variaban considerablemente su rostro.
-¡Seilín! - exclamó Kyra visiblemente contenta - .¡Sabía que no estabas muerta!.
- Cuando te lo comuniqué por telepatía hiciste bien en no decirlo. Habrías comprometido la operación - asintió ella -.
-¿Qué haces aquí?.- Quiso saber Kyra atónita -.
- No es momento de explicaciones, ¡vamos! - le urgió la chica añadiendo preocupada - .He arriesgado mucho para sacarte de aquí .Les tenía convencidos de que era una de ellos hasta que llegaron esos malditos Nephralers .Son unos bastardos pero sus cualidades mentales son terribles .¡Sobre todo ese cabrón encapuchado! .Le vi de lejos y casi me detectó a pesar de mi bloqueo.
- Tienen poderes psíquicos muy fuertes - corroboró Kyra - .A mí me lo hicieron pasar muy mal.
- Lo sé- .Asintió ella - .Noté tu presencia aquí precisamente por tu agitación mental. Te habían dejado sin defensas y emitías un S.O.S telepático inconsciente .Tuviste suerte de que me pudiese infiltrar en esta nave. ¡Ahora vamos!, tengo un aliado que ha venido a ayudarnos.
Las dos chicas corrieron hasta la posición que ocupaban Nerel y Yener, éste, fiado de sus sentidos del Kail, informó a su amigo de que venían aliados. Así pues se reencontraron en el punto de cita para recíproca sorpresa de Kyra y Yener.
- Me alegro de verte bien - sonrió él abrazándola- .¿Cómo estás?.
- Lo pase mal pero sobreviviré - repuso ella que enseguida preguntó .¿Sabéis algo de Peter?.
- No- negó el muchacho cariacontecido- .Creíamos que tú y él estabais juntos- .
- Caímos por separado - explicó la muchacha con pesar -
- No hay tiempo de contaros historias ahora - urgió Nerel -.Seilín - añadió saludando a la muchacha con bastante cordialidad para lo que en él era común. -.Celebro verte. ¿Qué has averiguado- .
- Hay Nephralers a bordo - le contó ella advirtiéndoles - .Uno de ellos posee un terrible poder mental.
- Es un aura maligna como jamás había sentido - .Corroboró Kyra que temblaba con sólo pensarlo- .Me atacó psíquicamente y casi me destroza.
- Déjame sondearte y sabré lo sucedido. - Le pidió Yener para conocer de que se trataba -.
Cuando Yener accedió a los recuerdos de la muchacha palideció visiblemente, su Sexto sentido le advertía de una presencia terrible. Sentenció dejando a Nerel y a Seilín horrorizados.
-¡No puede ser! .¡Un Hialghast! .¡Hay un Hialghast a bordo de esta nave!.
-¿Te has vuelto loco?- .Exclamó Nerel mostrándose más alterado de lo que nunca le habían visto -.No puede ser. Debes estar en un error.
- Si, a mí me cuadra -. Afirmó en cambio Seilin - .Lo observé de lejos y me quedé helada de terror, si no recurro a todas mis defensas telepáticas y de no ser porque ese ente no esperaría encontrar una humana entre los androides, y no debió de tantearme, no seguiría viva ahora.
-¡Tenemos que salir de aquí y rápido! - apremió más que nunca Asety -.
Ajenos a ese reencuentro entre sus amigos, Peter seguía buscando junto con Murdock. Parecía que en la nave reinaba el caos .Los oficiales de Casiopenae corrían de un sitio a otro. Ambos quedaron perplejos cuando en la nave se desencadenó un tiroteo entre los soldados de Casiopenae y los androides.
-¿Qué demonios está pasando?.- Inquirió Peter sin poder dar crédito a lo que sucedía -
- No lo sé, pero a río revuelto - le respondió su compañero agregando con urgencia -.¡Vamos a la sala de armas central!.
Corrieron hacia allí, por fortuna hombres de Casiopenae controlaban aquello y Murdock les abordó diciendo.
- Necesitamos armas, esos bastardos nos atacan fuerte.
-¡Cojan lo que sea del arsenal! - les autorizó de inmediato un sargento- .Aunque sólo tenemos armas ligeras
-¿Qué ha ocurrido?.- Le interrogó Peter que realmente quería saberlo.-
-¡Esos cabrones se han rebelado mi teniente! .Hemos recibido una transmisión de urgencia de la nave insignia. Uno de los oficiales del puente que ha logrado escapar informó de que han asesinado al coronel en jefe y que quieren apoderarse de la flota. ¡Malditos bastardos! -escupió - .En esa nave tenemos todos los códigos de acceso a las principales reservas de munición pesada.
Murdock y Peter se miraron. Los soldados ni siquiera se preocupaban de que estos dos,”compañeros suyos” hablasen en idioma internacional de la confederación y Peter interpretando a la perfección su papel de oficial, tomó la palabra con decisión.
-¡No lo permitan! - .Les conminó- .Nosotros y un grupo de soldados iremos a la Insignia y la recuperaremos.
-¡Así se habla señor!- le saludó el sargento entregándole un par de armas láser- .¡Suerte!. Vayan por el pasillo c-25.Lo controlamos todavía y da acceso a las lanzaderas.
- Gracias sargento y suerte muchachos - le respondió Murdock que si se tomó la molestia de hacerlo en Casiopenao, del que sabía hablar algo, en tanto los dos corrían hacia allí - .
Sin problemas llegaron a la zona y abordaron una con el mismo pretexto que le dieron al sargento, nadie estaba para hacer preguntas y en cambio sí que les ofrecieron todo el apoyo que necesitasen. Pero Murdock les comentó que era una misión suicida y que ellos solos se bastarían. Peter les arengó nuevamente a luchar por Casiopenae lo que llenó de moral a los soldados e incluso invirtió unos instantes en posicionarlos mejor y darles informes de lo que había visto en su camino. Para él era un obligación moral, a pesar de todo se trataba de una lucha de humanos contra máquinas. Los soldados de Casiopenae agradecieron estas indicaciones redoblando así sus esfuerzos. Y entre tanto, Peter y Murdock despegaron sin oposición tras ser informados a su vez de cual era la nave Insignia por uno de los oficiales que la vio moverse, afectada por lo que parecían resplandores de explosiones internas.
La lucha efectivamente había comenzado. Los androides no eran demasiados pero sorprendieron en un primer momento a los soldados y oficiales casiopeanos .Aunque ahora estos ganaban terreno. Los dos Nephralers obligaron a los aterrados miembros del puente a poner en marcha la nave al tiempo en que aparecía la tremenda flota androide .Eso significaba que estos recibirían refuerzos y que la batalla estaría decidida a su favor tarde o temprano.
Yener y los demás se esforzaban por llegar a una lanzadera para escapar, aunque no quedaba ninguna, o estaban destruidas o habían abandonado la nave. Entonces llegó una .La aguardaron escondidos tras unos paneles y vieron descender a dos casiopenaos. Nerel dio la señal de atacarles para apoderarse de la nave pero tanto Kyra, como Seilín, como Yener reconocieron a Peter de inmediato, tanto visual como mentalmente .Kyra se comunicó telepáticamente con él y en pocas palabras le puso al corriente de su posición pidiéndole que protegiese la lanzadera.
-¡Está aquí! - Exclamó el muchacho señalando hacia los paneles- .
-¿Quien?.- Quiso saber Murdock sin comprender -.
-¡Mi compañera! - respondió exultante para indicar - .Volvamos a la nave, hay que largarse.
-¿Bromeas?.- Espetó su compañero- .Después de jugarnos el cuello para entrar aquí. ¡Tengo que coger esas armas!.
- Te daremos armas para llenar un transbordador, te doy mi palabra.- Aseguró Peter deseoso de escapar cuanto antes -.
Entonces los demás salieron de su escondite corriendo hacia allí .No hubo palabras para expresar la alegría del reencuentro entre Peter y Kyra y el abrazo que fundió a ambos muchachos. Yener también sonreía, lo mismo que Seilín. Peter pudo mirarla con incredulidad, ella consciente de esto, le indicó telepáticamente que se lo explicaría después. Todos estaban deseosos de intercambiar historias y más saludos aunque Murdock añadió con su sorna habitual.
- Esto es todo precioso pero, ¿y si lo dejáramos para después, eh?. Cuando estemos un poquito más lejos de aquí, por ejemplo.
- Buena idea - convino Nerel que señalando a la nave de transporte preguntó - .¿Está operativo este cacharro?.
- Lo estaba ahora mismo cuando nos trajo aquí amigo - .Afirmó el contrabandista -.
- Pues no perdamos ni un segundo- .Instó Yener que sintió una fría oleada recorrerle antes de poder levantar una pantalla de protección y aunque por fortuna no se tratase de un ataque sino más bien de un barrido de búsqueda, sintió un terrible escalofrío - .
En la sala de máquinas un hasta entonces silencioso encapuchado siseó con furia sorprendiendo a su compañero.
-¡Hay un Señor del Kail aquí. Tenemos que encontrarlo! .
-¿Pero cómo?-, quiso saber su colega el pálido, sin explicarse aquello -.
- Sentí algo hace un rato, pero creí que se trataba de esa maldita humana telépata .Hay demasiadas emociones que obstaculizan la percepción, pero ahora lo he notado claramente. Ha bajado su guardia y le he detectado.- Explicó con un rabioso siseo gutural -.
-¡Nos ha localizado! - confirmó espantada Seilín -.
- Para lo que le va a servir, ¡rápido vamos a la nave! - .Ordenó Yener ya recobrado de aquella desagradabilísima impresión -.
Todos subieron y salieron de allí sin perder tiempo. Una vez lejos de aquello pudieron observar con horror todas las naves androides que rodeaban a la flota de Casiopenae. Por fortuna el enemigo, absorto en dominar la situación, no estaba interesado en destruirles y ellos se alejaron a toda prisa.
- Este trasto no tiene mucha energía- valoró Peter- .No llegaremos al planeta.
- Dirígete hacia este punto- .Le indicó Murdock señalando una ruta en la pantalla a Nerel que pilotaba - .Mi compañero nos aguarda allí.
Sin preguntar nada éste asintió, por suerte Joe seguía allí posado, oculto tras un asteroide. La nave del grupo descendió junto a la otra y conectaron ambas para poder acceder a la que aguardaba .Cuando entraron el compinche de Murdock exclamó con su brusquedad habitual.
-¿Quiénes son estos?. ¿Dónde están las armas?
- Te lo contaré todo más tarde - le respondió su jefe con tono sarcástico para pasar a apremiarle -.¡Ahora sácanos de aquí! y rápido porque se avecina una buena!. Rumbo a Reco, no creo que vayan a hacia allí.
Esta vez Joe no rechistó, por experiencia sabía cuando había que obedecer con rapidez para salvar el pellejo. Despegó dirigiéndose hacia ese planeta. El grupo estaba momentáneamente a salvo y ahora, con más tranquilidad e incluso un buen humor fruto del distendimiento de haber escapado, podrían hablar largo y tendido contándose sus respectivas peripecias.
El que no estaba para alegrías era Tirelius. Cuando recibió el informe de lo que estaba pasando reaccionó primero con incredulidad y más tarde con ira. Sin pensárselo dos veces, puso a todas sus naves en pie de guerra y ordenó atacar a los que hasta entonces habían sido sus incondicionales aliados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, si sois tan amables y no os es molestia, comentar vuestras impresiones sobre lo que habéis leído. Me vendría muy bien para mejorar y conocer vuestras opiniones sobre mis historias. Muchas gracias. ;)