domingo, 6 de marzo de 2011

UNC 61

7/.Capitulo 61.Nuevas ideas.


En el salón de actos de la Hermandad de Magia de Esil, se estaba celebrando la ceremonia de entrega de diplomas a la graduación. De entre las decenas de magos y magas allí reunidos y rebosantes de alegría, una muchacha se sentía particularmente feliz y no dejaba de recibir los parabienes de su familia, reunida expresamente para tal ocasión.


-¡Felicidades Calina! - .Exclamaba la orgullosa madre de la muchacha -.
- Si, enhorabuena hermanita - sonreía Menra enfundada en su uniforme de gala con el que había asistido a la ceremonia -.
- Gracias a todos- pudo decir la chica bastante emocionada -.
- Esto de confirmarte como maga de Esil es un orgullo para nosotros- comentó su padre -.
- Estaba muy nerviosa- reconoció ella - pero gracias a los dioses que todo me salió bien.
- Además eres la maga más guapa que he visto nunca- le halagó Jilia vestida con galas militares al igual que su pareja -.


La chica se sonrojó, era un cumplido muy especial, sobre todo viniendo de la compañera de su hermana. Jilia al advertirlo enseguida añadió de forma mucho más moderada.

- Me refería a lo bien que te queda la túnica celeste. Significa que eres ya una maga superior ¿no?.
-¡Qué más quisiera! -.Sonrió la muchacha- .La túnica celeste se les otorga a los magos y magas que han terminado sus estudios básicos .Antes llevé la de color azul oscuro durante los años que pasé de aprendiza.
- Siempre me lío con eso- terció Menra -.Y sé que me lo has explicado muchas veces pero nunca lo recuerdo,..
- Ya, los grados de la cofradía- repuso Calina con tono cansino para añadir con ademán admonitorio -. A ver, desmemoriada, te los digo por última vez así que presta atención, ¿eh?.- Su hermana convino en ello asintiendo divertida y la chica añadió- .En primer lugar están los aprendices de magos .Llevan túnica azul oscura .Luego estamos los ya iniciados, reconocidos como magos aunque elementales, con la túnica celeste. Por encima de nosotros se sitúan los magos de tercer nivel que tienen una túnica celeste con ribetes rojizos .Luego los magos de segundo nivel con ribetes plateados. Los del primer nivel con ribetes dorados y por fin los Maestros en magia cuyas túnicas son blancas. Después, en la cúspide, los Altos Maestros cuyas túnicas blancas están perladas de estrellas doradas. Esta descripción sería algo más compleja pues dentro de cada categoría pueden existir subtipos, aunque no creo que necesites saberlos todos.
- Así que todavía te queda mucho para llegar hasta ese nivel- sonrió su madre -.
- Si, mamá, pero soy joven y mis maestros dicen que hasta ahora he aprendido deprisa .Si trabajo bastante duro podría ser una maga tercer nivel en tan sólo tres años más.- Afirmó no sin orgullo -.
- Vaya, pues no es tanto tiempo- señaló Jilia -.
- A partir de ahí es más costoso - respondió Calina, ahora con más realismo- .Se tardan muchos años siendo realmente bueno en progresar por los demás niveles .Nunca se termina de aprender y hay magos que llevan más de treinta años como tales y no han pasado del primer nivel.
- Bueno, todo llegará con paciencia - afirmó su padre - .Por ahora celebremos tu graduación.
- Si, oye ¿por qué no haces aparecer un buen banquete y ahorras a papá los gastos de la comida?,- propuso Menra con tono muy bromista que hizo reír a todos -
- Ya me gustaría, pero aparte de prohibirnos usar la magia para frivolidades o intereses personales, tales hechizos están muy por encima de mi nivel actual.- Arguyó su hermana como respuesta creyendo que esa propuesta podría ir en serio y dejando de paso atónitos al resto, que no pensaban realmente que aquello pudiera realizarse, pero la chica lo había dicho como si de veras fuese factible. -.
- Por esta vez pagaré yo- convino su padre con una sonrisa- .El día de mañana ya veremos, ¡anda, vamos a comer!.


Todos convinieron en ello. Menra iba junto a su hermana en tanto Jilia charlaba con los padres de la homenajeada. Delaier estaba muy orgullosa de su hermanita que había crecido y robustecido su antaño delgada figura, hasta convertirse en toda una señorita muy atractiva ahora además, graduada en la prestigiosa escuela de Esil. Ardía en deseos de contárselo a Gina y al general Rant. Hacía tiempo que no sabía de ellos. A decir verdad lo último que habló con ambos fue poco después de aquel discurso del legado Nephraler Lord Carnalsk y comentaron lo poco que se fiaban de ello .Aunque los acontecimientos parecían empeñados en quitarles la razón porque desde entonces y hasta la fecha, no había ocurrido nada malo. Y esa situación de bonanza y paz ya se alargaba varios años después de la derrota androide. Una vez terminaron de comer Menra se excusó para llamar a Gina. Tenía ganas de saludarla y de paso ver a la pequeña hija de esta y de Yener que contaba tan sólo un par de meses de edad. Sus padres la habían llamado Samra y estaba siendo acunada por Gina cuando sonó el holocomunicador.


-¿Dígame?- .Preguntó Gina por inercia según se iluminaba la pantalla- .¡Menra! - sonrió reconociendo el rostro de la oficial yumlaincer -.
- Hola, ¿Cómo os va?.- Quiso saber la chica esbozando otra sonrisa a su vez -.
- Pues aquí estoy con mi niña. Yener está en su brigada ocupado con un sinfín de cosas como de costumbre .¿Y tú?.
- Estoy con mi familia y con Jilia en la ceremonia de graduación de mi hermana, la niña ¡ya es toda una maga de Esil!.- Le contó con patente orgullo -.
-¡Felicidades! - le respondió Gina, muy contenta por ella -.
-¿Cómo van las cosas en Oumeya?.- Quiso saber Menra con talante cortés y afable -.
-¡Oh muy bien! .Mi hermano y Kyra también están como locos con su hija. Mi sobrina Rachel es una ricura .Igual que mi chiquitina, dile hola a la tía Menra- le pidió a su bebé con dulzura cogiéndola una de sus manitas -.


Delaier sonrió observando a esa monada de niña que le devolvía una mirada curiosa a la pantalla para acto seguido dedicarse a hacer unas babillas que era lo que mejor se le daba a su corta edad.

- Celebro que las cosas os marchen bien- .Comentó ahora Menra de modo más serio- .Teniendo en cuenta que los tiempos están cambiando deprisa.
- Aunque siempre he sido la primera en decir que deseo el entendimiento entre ambos mundos, creo también que se debe uno asegurar antes, no comprendo como pueden ignorar tan alegremente lo que Yener y vosotros les advertís- respondió Gina ahora contrariada al remachar - .Sobre todo siendo quienes sois.


Menra suspiró. Las cosas habían variado radicalmente en poco tiempo, a la declaración de Lord Carnalsk siguió un auténtico revuelo de índole comercial, poderosos empresarios lograron persuadir al gobierno de que debía alentar los intercambios con sus vecinos y abrir la navegación estelar, de siempre muy vigilada por esa zona. Yener y muchos de los componentes del Estado Mayor yumlaincer protestaron juzgando esto muy apresurado, pero no consiguieron que estas medidas se detuvieran. Gina recordaba también los no pocos enfados de su esposo y su contrariedad, cuando incluso algunos de los políticos más afines a los magnates llegaron a decirle que no existía ya ninguna amenaza que él debiera de afrontar y que eso debería alegrarle.


- Pero los intereses económicos y de imagen política desgraciadamente pueden más que otras consideraciones- aseveró desencantada la comandante Delaier - .Parece ser que los Nephralers están dispuestos a cerrar ventajosos negocios para muchos de nuestros empresarios .Son un mercado potencial muy amplio y queda muy bien eso de ser “el artífice de la paz definitiva con nuestros inveterados enemigos”- .Añadió Menra citando con una mezcla de sarcasmo e ironía esa frase, que había sido dicha por otro de aquellos politicastros emergentes con intereses empresariales en tal asunto -.
- Díselo a Yener, su padre es uno de esos que están dispuestos a ir al planeta Nephraler para crear lazos comerciales. Hace poco tuvieron una fuerte discusión a causa de eso y hace días que no se hablan.- Se lamentó Gina -.
-¿Y Erel?. ¿Se ha peleado también con el general?.- Quiso saber Menra con inquietud -.
- No, el hermano de Yener es más diplomático, comprende a ambos pero no le acaba de dar la razón a ninguno. Siempre está entre los dos, tratando de atemperar los ánimos .¡Pobre muchacho!.
- Hace mucho que no le veo, me gustaría quedar con él. Pero no tengo su dirección- repuso Delaier -.
- Yo te la puedo dar- le ofreció Gina solícitamente, para indicarle -.Te la paso por el módem.


Y Delaier recibió las señas y el número para llamar, agradeciendo el detalle, a pesar de que ese pequeño flirteo casi concluyó antes de terminar, ella y Erel se habían caído bien y no existía ninguna razón para no ser buenos amigos. Ahora, además, estaba segura de que Jilia no lo vería mal, aunque Gina la advirtió.


- No te será fácil encontrarle, se pasa el tiempo yendo de un sitio a otro .Nosotros estamos tratando de localizarle para vernos algún día pero es casi imposible.
- Lo intentaré, así al menos charlaré con él un poco- afirmó Delaier -.
- Espero que Jilia no se enfade- sonrió Gina -.
- No te preocupes- le tranquilizó su contertulia al hilo de sus anteriores pensamientos - .Jilia ha cambiado bastante en eso .Y yo estoy enamorada de ella .Lo cierto es que tardé en darme cuenta, pero ahora no la dejaría escapar por nada del mundo.
- Me alegro- afirmó Gina que le pidió con afecto - dale recuerdos de mi parte y la de Yener.
- Se los daré- le aseguró Menra que añadió- .Y dáselos al general de la nuestra.
- Dalo por hecho- asintió la esposa de Yener con el vivo deseo de que así fuera - .A ver si quedamos algún día.



Delaier convino en ello y ambas se despidieron, ahora que tenía las señas de Erel le llamaría, tenía deseos de saber de él, y aunque lo ella pensaba y le comentase a Gina era cierto, había algo que no acababa de entender, pero que tampoco quería tomar demasiado en serio, ese chico despertaba en ella una cierta atracción. De todos modos no se planteaba que tuviera nada que ver con los sentimientos, esos los tenía claros hacia su pareja.


Entre tanto, la propia Jilia estaba charlando con Calina sobre su nuevo rango y las responsabilidades que ello comportaba.

- Me siento muy nerviosa y esperanzada a la vez- le confesaba la chica- .Lo que deseo es saber donde me enviarán.
-¿Los magos de Esil también tenéis que ir destinados?.- Quiso saber Jilia sorprendida -.
- Si, suelen enviarnos a practicar nuestros conocimientos por un margen de tiempo, en cualquier sede que tenga la Hermandad por el planeta .Incluso en otros mundos aliados .Yo no sé donde me tocará. Espero que no muy lejos.
- Tu hermana moverá influencias, seguro.- Repuso despreocupadamente Jilia -.
- Me gustaría quedarme en Anlad o como mucho ir a Yum o a Somer - le confesó ilusionadamente la muchacha -.
- Pues coméntaselo a Menra y que ella hable con el general Rant, seguro que él hace algo.
-¿De veras lo crees?.- Exclamó Calina visiblemente esperanzada -.
- Claro, nos llevamos muy bien con él y con su esposa .Además, creo que tu hermana estaba hablando con ella ahora.- Le contó Jilia con una divertida y animosa sonrisa -.


Menra apareció en ese instante y su pareja le comentó esta conversación.

-Vaya,- se lamentó- .Acabo de cortar la comunicación ahora mismo, Calina si me lo hubieras dicho antes. – Dejó caer con ligera reprobación, que de inmediato eliminó para añadir con más dinamismo - Aunque puedo intentar hablar con el general.
- Hazlo por favor- le pidió su hermana, que no podía creer en la suerte que tenía si eso fuera posible.-.
- En cuanto volvamos a nuestra base pediré comunicación- .Le prometió Menra con la cómplice sonrisa de Jilia -.


Y así fue, las dos mujeres retornaron pronto, debían reincorporarse a sus puestos y una vez allí Menra solicitó contactar con el general Rant. Este era difícil de encontrar, su propia esposa le veía poco últimamente, se pasaba el tiempo en el monasterio del Kail o en reuniones con sus mandos. Todo ello, cuando no trataba de averiguar más cosas sobre esas nuevas relaciones con los nephralers .Pero por suerte, al cabo de un par de semanas logró dar con él en su brigada. Yener estaba instalado en su despacho atendiendo a multitud de informes cuando recibió la llamada por el holocomunicador .Aceptó inmediatamente la comunicación al saber de quien se trataba y saludó con amabilidad aunque manteniendo el tratamiento ya que estaban en comunicación por canal militar.

-¿Qué tal comandante?.
- Muy bien señor, me ha costado mucho trabajo dar con usted - .Contestó Delaier para romper el hielo -.
- Las cosas últimamente están muy agitadas- le respondió Yener con no demasiado entusiasmo -.
- Si, hablé con su esposa y ella me ha contado algo.- Confesó la chica, que de inmediato se interesó de modo más profesional -.¿Hay problemas con los Nephralers?.

Yener le hizo un gesto y pasó a un canal privado, espero a que ella hiciera otro tanto para replicar.

- Eso es lo que me preocupa, que no hay ninguno- repuso él de mala gana- .Son tan asquerosamente amables que me ponen enfermo .Sobre todo ese tal Carnalsk. No soporto verle en la pantalla de la holotele de mi casa. De un tiempo a esta parte sale más que los anuncios.
- Entonces quizás no le llamo en buen momento - .Suspiró la comandante perdiendo un poco de la seguridad que la impulsó a hacerlo -.
- Dime ,¿querías algo en especial?.- Le inquirió Yener, que ahora reparaba en eso pasando ya a tutearla -.
- Lo cierto es que sí.- Replicó tímidamente esta, que pasó a contarle -. Verá usted, mi hermana pequeña acaba de ganar el grado de magia elemental de Esil.
-¡Enhorabuena! - le deseó sinceramente Yener, feliz de recibir una buena nueva al fin -.Algo me comentó mi esposa sí. Recuerdo a tu hermana, la conocí en la ceremonia de condecoraciones tras del batalla contra los androides, hará unos años.
- Si, entonces ella iba a ingresar en la orden .Ahora ya ha terminado el primer ciclo y va a ser destinada, pero me preocupa que le toque un puesto comprometido .Ella desearía quedarse en Anlad o en Yum. Si usted pudiera hacer algo.- Le explicó Menra con prevención -.


Yener suspiró poniendo gesto reflexivo para declarar segundos después....

- No sé si podré hacer algo .No tengo nada que ver con la hermandad de Alta magia de Esil. Pero haré lo que pueda, quizás mi maestro del Kail Azor Ligero pueda hablar con el Gran Maestre. Son amigos desde hace muchos años.
- Se lo agradecería de corazón señor- repuso Menra aliviando su semblante y luciendo una gran sonrisa -. Como sabe, mi hermana le admira a usted muchísimo y saber que además le ha ayudado para ella sería muy importante.
- Todo sea por los compañeros de otros tiempos y las jóvenes promesas de la magia- sonrió Yener que a renglón seguido se brindó de modo solícito -.Si hay algo más que pueda hacer por ti o por Jilia no dudéis en pedírmelo.
- De momento nada señor, se lo agradezco mucho en nombre de mi hermana y de mis padres.- Le dijo Menra cuyo rostro resplandecía de satisfacción -.


Yener sonrió, tenía otra comunicación en espera y tuvo que despedir a Delaier. Conectó a su otro interlocutor que no era otro que su superior inmediato, el general de división Matersy, hombre regordete y de talante poco activo, se limitó a transmitirle un mensaje.


- General Rant, el alto mando le pide que acuda a una reunión de acercamiento con los Nephralers que tendrá lugar dentro de tres días en la sede de Dumlans.
-¿Con los Nephralers?.- Exclamó Yener escandalizado- .¿Qué demonios hacen esos bastardos en nuestra capital ,señor?.
- A mí no me lo pregunte- suspiró su superior que no disimulaba el poco agrado que eso le producía -.Me hace tan poca gracia como a usted. Son las órdenes que hay .Al parecer su principal mediador ha pedido expresamente que esté usted presente.


A Yener no le sorprendió demasiado aquello, si esos tipos no eran tontos y desde luego podrían ser muchas cosas menos eso, sabrían que él, aparte de oficiante del Canto a Maray y Maestro del Kail, tuvo un papel importante en la lucha contra los Androides .No sabía tampoco el motivo exacto de aquella petición pero así, por lo menos, podría sondear a los enviados enemigos y conocer sus intenciones.


- Bien señor, si es un requerimiento del Estado Mayor no puedo negarme- convino al fin- .Iré aunque antes quisiera pasarme por mi monasterio.
- Claro- concedió Matersy con tranquilidad -. Haga usted lo que tenga que hacer.


Dicho esto cortó la comunicación, Yener siguió pensando en todo aquello cuando volvía a casa .Iría a ver a su maestro para consultarle que posibles medidas tomar. Azor Ligero seguía aconsejándole y ayudándole en su preparación ,pese a que era ahora el segundo monje en la jerarquía .Su inmediato precursor había muerto y tan sólo quedaba por encima el centenario jefe de la orden que ya apenas estaba más que para los asuntos espirituales de su propia meditación, de modo que el mentor de Yener seguía siendo el representante del Kail a todos los efectos y ahora también tomaba las decisiones en el Monasterio .Pero siempre tenía tiempo de atender a su pupilo .Éste, llegando a casa, se encontró con que Gina había regresado ya, la muchacha dejaba a la hija de ambos al cuidado de personal especializado de la embajada y acudía a su legación ,seguía ocupando su puesto aunque ahora disponía también de la ciudadanía Yumlaincer. Samra, por su parte, estaba en su cuna durmiendo plácidamente.

-¿Qué tal el día cariño?,- se interesó él acercándose para mirar también a su hija -.
- Lleno de obligaciones como de costumbre- sonrió cansadamente ella- .Pero celebro que todo haya acabado al menos por hoy. ¿Y tú que tal?.


Yener le contó en pocas palabras, sus conversaciones con Delaier y con el general Matersy, su esposa escuchó atentamente para decir.


- Aprovecha cuando veas a Azor Ligero y pídele que hable con el jefe de la chica .Eso no es problema, aunque lo que sí me preocupa es esa reunión.
- A mí tampoco me hace gracia, pero he pensado que si esos tipos traman algo de este modo podré enterarme.
- Si, pero tampoco te dejes influenciar demasiado por tus prejuicios contra ellos- le pidió Gina -.Es un consejo de diplomática.
- Ya fui embajador ¿recuerdas?.- Sonrió él y Gina asintió ¿cómo no iba a recordarlo?. Su marido le respondió también - .Además, eso es algo que aprendí de igual modo estando en el monasterio. Tus sentimientos no deben inmiscuirse en tus percepciones .Y esto es algo muy importante como para permitir que lo hagan.



Dejando a su esposa más aliviada con ese comentario Yener le propuso cenar. Pasaron así el resto de la noche tranquilos excepto por algún que otro llanto de la pequeña que reclamaba así la atención de sus padres para según que menesteres necesitase. De mañana ambos debían acudir a sus respectivas obligaciones. Gina con la niña marchó hacia su embajada y Yener se dirigió sin tardanza a ver a su maestro en el monasterio. El viaje no se le hizo largo, como casi siempre contemplaba aquella sucesión de paisajes a la alta velocidad del monorraíl. Después el paseo de rigor en deslizador y por último el trecho a pie. Había cosas que no variaban nunca y ojala que siguiera siendo así. Aunque esta vez se llevó una sorpresa .Azor Ligero le esperaba nada más comenzar la senda.


-¡Maestro! - le reconoció Yener sorprendido- .No pensaba que te encontraría aquí. ¿Regresas también o sales del Monasterio?.
- A decir verdad te estaba esperando Gavilán.- Respondió éste cortésmente a la vez que inquiría -. ¿Cómo están tu mujer y tu hija?.
- Muy bien, Gina sigue tan guapa como siempre y la niña es una preciosidad. Por favor, ven a verlas un día. Mi esposa siempre me pregunta por ti - Le ofreció el muchacho de muy buena gana y con el vivo deseo de que así fuera -.
- Eso es algo que me encantaría- .Declaró su interlocutor que aseveró después con el gesto más serio- .Pero hay cosas que reclaman mi atención ahora. Y lo que debo decirte es una de ellas.

Yener le escuchó atentamente y su mentor añadió.

- Como sabes ahora estoy al frente del Monasterio, eso me va a impedir tener una participación tan activa como debiera en los asuntos de política de la capital .Se que te han propuesto acudir a las conversaciones que van a desarrollarse con los Nephralers. Y conozco esta circunstancia por obviedad. Aparte de ese dignatario Nephraler, también yo se lo he solicitado al mismo Emperador.


Yener le miró con la boca abierta en tanto su maestro terminaba de decir.

- Y quiero proponerte que seas tú el que ocupe mi lugar en la Corte de Dumlans representando al Kail. En la corte sé que lo aceptarán.
- Pero maestro ¿Yo?.- Exclamó Yener señalándose a sí mismo con incredulidad- .No creo estar preparado para asumir tal compromiso. Quiero decir que estos son momentos difíciles y necesitamos a alguien experto.
- Y considero que tú lo eres- le contestó resueltamente el anciano -.¿Quién sino?. Exembajador en Oumeya, oficiante del Canto a Maray, héroe de Yumlaiance, General de Brigada y Maestro del Kail. ¿Te parecen pocos méritos los que atesoras?. Eres el hermano de la orden en el que más confío, el único que puede llevar a cabo esa tarea. Asesora bien al Emperador, Gavilán .Él y los demás altos cargos lo van a necesitar en estas horas de aparente calma.
- Tú, al igual que yo, no confías en esos tipos ¿verdad?.- Le preguntó Yener -.
- Como Monje de Somer no puedo fiar en quienes han sido nuestros enemigos desde tiempos inmemoriales. Eso es lo que te ocurre a ti también .Creo que cuando Skar Dainlin se te apareció te estaba advirtiendo para que nunca bajases la guardia en momentos como estos, que son siempre los más peligrosos.
- Si, creo que una vez me explicaste lo que sucedía en este tipo de circunstancias- recordó Yener- .Dijiste que los tiempos de engañosa calma son los más peligrosos, pues nadie está preparado para enfrentarse a una crisis creyendo vivir en armonía. Cuando hay verdadera paz no existe peligro y cuando hay un conflicto todos están en guardia y preparados, listos para entrar en acción. Se decide con más contundencia y calibrando bien la situación .Este no es el caso y eso me preocupa.
- De ti mismo ha partido la respuesta a tu pregunta- le indicó Azor Ligero con satisfacción -.¿Ves como eres el más conveniente para este puesto?. Además, quedan pocos monjes que alcancen tu nivel. Hoy día, la mayoría de los que ingresan llegan tan sólo al rango de iniciado, sus familias se quedan contentas así .Luego pasan a la academia Militar o a ocupar otros cargos y puestos de importancia descuidando lo aprendido .Pocos continúan para ser realmente monjes más avanzados. Y de estos, casi ninguno alcanza el grado de maestro o se desmoraliza abandonando la instrucción al cabo de poco tiempo .Tú has sido una honrosa excepción.
- Quizás las circunstancias que he vivido me ayudaron, he adquirido experiencia en acciones que la mayoría no han conocido.- Declaró Yener con modestia -.Y debo seguir aprendiendo pero cada vez tengo menos tiempo.
- Ya me he encargado de eso- le prometió su maestro -.También le pedí al emperador que, si lo deseas, te conceda una excedencia de tus responsabilidades militares por una temporada .De momento mantendrás tu grado pero eres libre para ocuparte tan sólo de los asuntos del Kail. Si es que deseas hacerlo.


Yener asintió lentamente y respondió.


- Si, creo que así debe ser .Por desgracia para nuestra orden es como tú dices .Las veces que he venido a visitarte he podido darme cuenta de que el nivel entre los alumnos está bajando.
- Debemos tener cuidado Yener, mucho cuidado.- Le recordó Azor Ligero- .Pues un Imperio no suele ser destruido nunca por el ataque del exterior por muy certero y fuerte que sea .En verdad cae cuando las gentes que viven bajo su protección dejan de creer en él. Abandonan sus instituciones o se consideran demasiado poderosos como para ser vencidos .La prepotencia y el descuido son dos corrientes poderosas que socavan cualquier reino o país, aunque éste fuera tan sólido como la roca.
- El agua es de las pocas cosas que puede socavar hasta las rocas más fuertes.- Admitió Yener -.Tienes razón como siempre Maestro .Desde ahora trataré de hacérselo ver también al Emperador y a sus colaboradores.
- Sé que harás lo posible por lograrlo.- Afirmó Azor Ligero -.Y que pondrás todo tu corazón y tu empeño en ello .Pues esto es algo mucho más difícil que cualquier otra cosa que hayas tenido que llevar a cabo. Hasta pronto Gavilán, te veré en Dumlans para informar oficialmente al Emperador del relevo.


Yener convino en esto con un profundo asentimiento de cabeza, para cuando la levantó su maestro ya no estaba allí .Él supo que ya no debía continuar hacia el Monasterio, en lugar de eso volvería a su casa para prepararse de cara a esa importante reunión. Aunque ahora recordaba que no había sacado el tema de la hermana de la comandante Delaier. No importaba, si iba a ser el nuevo encargado de relaciones con la corte, de seguro que podría conocer a los representantes de Esil y hacer él mismo la petición. Pero eso, como todo lo demás, quedaría pendiente hasta el momento adecuado.

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