domingo, 6 de marzo de 2011

UNC 76

22/.Capitulo 76.¡ A Jugar se ha dicho! .


En los aledaños del casino reinaba la actividad, numerosos individuos salían más o menos desencantados o felices por el resultado obtenido y otros muchos más, entraban eufóricos y esperanzados por lo que deseaban obtener. El grupo pasó entre ellos adentrándose en el recibidor principal, un gran espacio con numerosas máquinas de juegos ocupadas por decenas de esforzados apostantes .Yener las miró negando despectivamente con la cabeza, ahí no se podía obtener gran cosa.


- Las salas de azar con juegos de naipes, ruletas y demás están en el interior,- informó Melrom buen conocedor de la disposición del garito -.
- Vamos para allá- declaró Larus -


Así que accedieron al interior del recinto. Las cosas parecían más calmadas allí aunque las personas seguían con el mismo estado de ansiedad enfervorecida por ganar, grupos de jugadores se concentraban sobre las diversas mesas y aparatos. Algunos saltaban de júbilo al obtener una buena suma por sus apuestas o ganar una mano de cartas, la gran mayoría suspiraba desencantada y no faltaba algún exaltado protestón o pendenciero, a quienes los servicios de seguridad debían echar fuera con poca delicadeza .Por su parte y obviando cualquier tipo de agitación, los muchachos acordaron distribuirse por allí. En principio era Yener el encargado de ganar el dinero necesario pero en cuanto Larus se fijó en que allí existían unas máquinas de combates virtuales con las que se jugaban altas apuestas, sonrió encantado.


- Creo que puedo hacer algo con eso- declaró confiado de sus posibilidades -.
- Estupendo- convino sosegadamente Yener -.Ocúpate de ello, yo me encargo de la ruleta.
- Creo que yo entraré en una timba de pocker espacial- terció Nerel -.
- Amigos- sonrió Melrom - .Yo probaré suerte con los dados, siempre he sido bueno. Y tengo mis métodos para ganar.
-¿Y yo qué hago?.- Se preguntó Peter visiblemente desconcertado al añadir -.Todos saben a qué jugar menos yo.
- Siempre he dicho que en Oumeya os pasáis de puritanos con estas cosas- se rió Yener ofreciéndole con desenfado - .Anda, ven conmigo y ayúdame
-¿Cómo lo hago?. ¿Pasándote energía mental?,- le inquirió su amigo -.
- No, mejor reza - se sonrió el yumlaincer -



Con Peter aun atónito, Yener se abrió paso hasta una de las ruletas que había estado observando, sus sentidos primarios del Kail le advertían que era de las pocas que no estaban trucadas .Esa era una táctica muy simple. Si se amañaban todas, la gente no ganaría nunca y eso levantaría sospechas. Con un cálculo de beneficios los dueños del local se podrían permitir perder de vez en cuando sumas importantes. Formaba parte de la representación .Lo malo era que esa mesa de juego estaba muy concurrida. Ante la promesa de algún golpe de suerte, los jugadores se arremolinaban .Yener y Peter tuvieron que esperar a que unos cuantos se desencantaran o perdieran su dinero. Entonces ocuparon un buen lugar, justo al lado del croupier, una especie de bicho con tres ojos y un par de largos tentáculos que manejaba muy bien las fichas pese, o quizás precisamente por ello.


- No está mal el tipo - le susurró Peter a su amigo -.Hay que reconocer que hace bien su trabajo.


En ese instante el croupier avisaba a sus clientes con una voz meliflua y monótona.

- Señores, no van más apuestas. Comienza a girar la ruleta.


Yener se concentró mirando los números, esperaba que su sexto sentido y la adivinación le ayudasen a determinar el ganador.

- Saldrá rojo- declaró convencido y en efecto así fue -.
- Bueno, eso no es mucho decir- le comentó Peter de modo incrédulo y poco impresionado -.Tenías un cincuenta por ciento de oportunidades de acertar.
- Dame un poco de tiempo- le pidió Yener- .Nunca he hecho esto y necesito entrenar un poco mis percepciones.


Su amigo asintió, más valía no precipitarse .Así que pasaron un par de números hasta que se decidieron a apostar. Peter aprovechó para cambiar dinero por las fichas de juego y regresó dándole a Yener unas cuantas.


- Vale, apostaré por el 34 negro - comentó el monje con creciente confianza en sus percepciones al aseverar -.Estoy seguro de que saldrá...
- Muy bien- asintió el de Oumeya- .Yo haré una apuesta simbólica, unas fichitas al 6 rojo.


Dejaron las apuestas sobre el tapete y el croupier declaró cerradas las mismas mientras giraba la ruleta, que movió la bolita durante unos largos segundos hasta que esta fue frenándose para caer en el...

- 34 negro par y pasa.- Cantó el croupier ante el alborozo de ambos -.
-¡Bien! - exclamó Yener que calculó con rapidez - .Teníamos diez monedas así que nos llevamos trescientas sesenta.
- Treinta y seis veces la puesta - sonrió Peter - .Un par de jugadas así con algo más de riesgo y ya estará .¿A cuál apostarás ahora?.
- Déjame pensar- le pidió Yener mesándose la barbilla, en tanto el croupier le acercaba las ganancias, diciendo -.Al ocho negro.


Dicho y hecho, Peter depositó confiadamente unos mil créditos sobre la mesa, aquella apuesta llamó la atención de algunos clientes por parecer elevada .Yener les miró esbozando una sonrisita estúpida mientras se justificaba diciendo.


- Hoy es nuestro día de suerte .Hemos escapado de la trena.


La ruleta ya giraba una vez más para darle el resultado apetecido.


- Ocho negro par y falta- declaró el croupier levantando murmullos entre los jugadores -.
-¡Muy bien! - saltó Peter loco de contento -.Con esto son treinta y seis mil créditos. Otra mano más y nos podremos largar...
- Está bien- le dijo su compañero reflexionando en voz alta - .Veamos....¿A cuál lo pondré ahora?...


Nerel, por su parte, se había apuntado a una partida de pocker espacial compartiendo mesa con tres seres de lo más variopinto. Un humano normal de mediana edad. Una especie de reptil rosa del planeta Agdas VI y una gran mata de pelo con dos brazos del Mundo Lenor. Todos dándoselas de duros. Asety miró su capital, no tenía más que seiscientos créditos. Aunque por suerte la apuesta mínima era de quinientos. No obstante, antes de empezar debería pedir prestado algo, de lo contrario no podría ir a las manos ni echar restos.


-<>- se decía a sí mismo con humor -.
-¡Vamos!.¿Juegas o qué?- le espetó el humano que se sentaba enfrente suyo con cara de pocos amigos -.
- Si claro, sólo necesito que venga un amigo para dejarme algo más de créditos- le comentó Nerel con su tranquilo tono de costumbre -.
-¡Aquí se viene con los créditos preparados! - le espetó aquella bola de pelo con voz chillona -.
- Caballeros, no sean impacientes- les pidió Nerel dirigiendo calmosamente la vista en derredor de sus compañeros -.


La fortuna pareció aliarse con él. Larus había estado jugando en el simulador y no tuvo rival. Ganó fácilmente hasta diez mil créditos. Con ese capital se acercó buscando a Nerel que le reclamó enseguida mientras les decía a sus compañeros de partida.


- Aquí está, ¿por qué has tardado tanto?- le inquirió a Larus para sorpresa de éste que no supo que responder, aunque no le hizo falta ya que su amigo añadió - .Venga déjame unos créditos.
- Bueno, he ganado algo, ¿cuánto necesitas?- le preguntó este con interés -.
- Cinco mil bastarán- le contestó despreocupadamente el nataclier -


Larus le entregó la cantidad requerida sin siquiera protestar, quedándose un poco al margen a fin de observar la partida sin molestar a ningún jugador. Así las cosas ya se podía empezar a repartir.


Melrom estaba haciendo de las suyas con los dados. Poseía un mini imán transparente que conectaba a las caras de estos cuando le tocaba tirar y los retiraba al pasárselos a sus rivales con la excusa de acariciarlos para obtener suerte, de ese modo estaba ganando. Como poseía otro imán de similares características que había ocultado bajo la mesa, siempre lograba sacar una buena tirada, a veces no lo hacía para disimular y aunque se cambiaran los dados podía seguir aplicando su trampa, de ese modo nadie sospechaba y ya llevaba ganados quince mil créditos. Entre tanto Yener decidió apostar al color rojo.


- De ese modo no habrá sospechas, si ganamos tenemos un cincuenta por ciento.
- Yo apostaré al negro- declaró Peter -.
- Pondré treinta mil créditos- afirmó su amigo Yumlaincer -.
- Pues yo coloco los seis mil restantes- repuso el de Oumeya -.


Y la bolita giró y giró para caer en el .

- Dos negro- declamó aquel tipo para espanto de Peter, que, pese a ganar, vio como su compañero había perdido la mayor parte del dinero -.
-¿Cómo es posible?. ¡Has fallado!- exclamó atónito mientras Yener se encogía de hombros -.
- La verdad es que esta vez decidí arriesgarme- sonrió estúpidamente este -.Con la mitad de probabilidades.....no he usado mis percepciones.
- Ahora tenemos doce mil créditos - suspiró Peter añadiendo resignado -.Bueno, al menos si te empleas de nuevo con ganas, sacaremos por lo menos el doble de esto.


Yener se concentró, pero por una extraña razón no veía claro el color que iba a salir. Se lo comentó a Peter que le propuso para salir del paso.


- La mitad a cada color. Así ni ganamos ni perdemos...
- No es mala idea- convino su amigo -.


Y así lo hicieron esperando pacientemente el resultado en cuanto la bola se puso a girar. Aunque daba igual porque iban a seguir con el mismo capital pasara lo que pasara... O al menos eso creían ellos...


- No está mal caballeros- sonrió Nerel que merced a su habilidad con las cartas había logrado multiplicar por cuatro sus ganancias -..¿Continuamos?.- Ofreció barajando diestramente para comenzar a repartir -.


- Yo me retiro, ¡ya he perdido bastante! - declaró la enojada bola de pelo -
-¿Alguno más?.- Inquirió el nataclier haciendo gala de su templada cortesía -.
-¿Puedo entrar en la partida?.- Preguntó un rudo ser de casi dos metros de alto y fornidos brazos de color piedra grisácea -..
- Si tienes dinero no hay problema.- Le respondió el humano que se sentaba frente a Nerel -.
- Entonces aquí está- declaró colocando de golpe sobre la mesa una gran bolsa que sonaba repleta de monedas de casino -.
- Adelante- animó Nerel repartiendo con celeridad las cartas -.


Melrom ya había ganado casi cuarenta mil créditos cuando decidió dejarlo, pese a sus precauciones, muchos de los jugadores comenzaban a abrigar sospechas .Fue listo y perdió dos manos seguidas con cierta cantidad de dinero sobre la mesa para justificar el final de su racha....


De la mesa de ruleta se alejaban dos desolados muchachos. Peter negaba con la cabeza no pudiendo creer en su mala suerte, en tanto Yener trataba de excusarse una y otra vez.

-¿Cómo me iba a imaginar que ganaría la banca?. ¡Claro!, por eso no me salía ni rojo ni negro en las percepciones.
-¡Hemos perdido todo el dinero!- se lamentaba Peter, llevándose las manos a la cabeza sin parecer escucharle -.
- Todo, todo no- rebatió tímidamente Yener -. Aun nos quedan mil créditos que teníamos apartados.
-¡Estupendo, es un gran capital! .Solo restan noventa y nueve mil de nada - repuso su contrariado compañero con ironía –


El de Yumlaiance encajó el comentario con estoicismo, a fin de cuentas la culpa había sido suya, debía resarcir a Peter y a su propio orgullo de algún modo, eso pensaba cuando vio algo que si podía servirle para ello.

- Mira- le indicó Yener creyéndose salvado- .Un concurso de tiro al blanco, con arco y flechas.


Efectivamente así era. En un tenderete próximo a la salida del casino se colocaban unos pocos curiosos .Contemplaban una hilera de velas encendidas y una diana a unos veinte metros. La prueba, según descubrieron los chicos al acercarse, consistía en acertar en el centro de la misma apagando todas las velas con la flecha. Algo casi imposible, pero Yener seguía viendo ahí la posibilidad de resarcirse.

-¿En cuánto está la apuesta?.- Quiso saber el monje preguntándole a un curioso -.
- Es de veinte a uno a que nadie lo logra - le respondió este que añadió para más información - .Y lo han intentado tipos muy buenos sin conseguirlo.
- Me interesa- afirmó el Yumlaincer con tono confiado- .Creo que podré.


El curioso, atónito al escucharle, elevó el tono para los que les rodeaban pudieran oírlo.

-¡Eh!, aquí hay uno que dice que lo va a intentar.


Todas las miradas convergieron en Yener y antes de que éste o Peter pudieran pensarlo mejor, se abrió un pasillo entre la gente, de él surgió un hombre de pelo oscuro y corto, con facciones duras, que le inquirió con desconfianza.

-¿Tú eres el que se cree capaz de conseguirlo?.
- Déjame ver tus arcos- le pidió Yener -.


El tipo pareció pensárselo, durante unos instantes miró fijamente a ese chico, que impasible, le devolvió la mirada sin decir nada.

- Está bien, elige el que quieras - le ofreció señalando un grupo de arcos sujetos sobre un soporte de madera -.


Yener echó una detenida ojeada, uno de los arcos algo más largo le llamó la atención .Lo cogió tanteándolo y probando su flexibilidad.

- Éste me gusta.- Declaró satisfecho tras su examen -.


Peter observaba entre incrédulo y expectante, ¿podría Yener hacer diana y apagar las velas a un tiempo?...


Nerel estaba terminando otra mano con bastante fortuna, entre altos y bajos, en conjunto llevaba ganados más de veinte mil créditos. Así pues, decidió terminar su participación declarando con serenidad.

- Señores ha sido un placer, pero ya he tenido suficiente.
-¡Oye tú! - le espetó aquel tipo de aspecto rudo que se acababa de incorporar, sentenciando a modo de orden -.Nadie se va de la mesa sin dar ocasión a los otros de recuperarse.
- Eso lo dirás tú- sonrió Asety sin parecer en absoluto amedrentado -.
- No te lo aconsejo amigo- le secundó el otro humano dejando ver un arma blanca bajo su manga - .He perdido mucho y no me hace gracia quedarme así.
- Nadie te ha obligado a jugar- le respondió Nerel con total tranquilidad, ignorando por completo ese cuchillo -


El nataclier se incorporó de su asiento y la reacción de su contrincante no se hizo esperar, sacando su arma se levantó encarándose con él lo que provocó que todos los que estaban alrededor formaran un corro .El tipo ese blandía amenazador lo que en efecto parecía un cuchillo de hoja curva y se acercaba hacia Nerel rodeando lentamente la mesa....


-¡Te vas a enterar!- amenazaba tratando de aproximarse lo bastante para emplearlo -.
- Eres tú el que no se ha enterado- sonreía el nataclier sin inmutarse -.


Su enemigo le atacó con un mandoble que Nerel detuvo bloqueándole el brazo para hacérselo girar después, de modo que se lo clavase en su propia pierna .Aquel tipo chilló de dolor cayendo al suelo y Nerel dijo de modo tan imperturbable como antes.

-¿A alguno más le molesta que me retire?.


Ni siquiera ese tipo de apariencia tan brutal respondió. El corrillo se disolvió lentamente dejando que Nerel acompañado de Larus saliese. Ambos se encaminaron hacia la puerta cuando descubrieron la expectación que se había suscitado alrededor de la zona de tiro con arco.


-¡Vaya, es Yener! - reconoció Larus exclamando atónito -.¡Y va a participar!.
- Eso será digno de verse. - Respondió su compañero que no se mostraba en absoluto nervioso -.


Los dos se llegaron hasta su amigo que estaba preparándose para su disparo. Nerel entonces quiso apostar por él.

- Póngame diez mil créditos a favor del tirador.- Le pidió al gestor de las apuestas -.
- Espera- le objetó Larus que no las tenía para nada consigo, o mejor dicho con su amigo - .Esta prueba es muy difícil, si Yener falla podríamos no tener suficiente dinero.
- Bueno- repuso indiferentemente su compañero -.¿Cuánto crees que debemos apostar?.
- Como está veinte a uno a que no lo consigue, creo que con mil créditos bastará- le respondió su pareja dando por sentado con total seguridad -.Además, ellos habrán ganado mucho en la ruleta y no conviene llamar la atención.
- Es verdad- reconoció el nataclier que juzgó aquella suma más moderada -.


Y su apuesta fue de las últimas, en tanto varios tipos más hacían las suyas, siendo interrumpidos tan sólo por la voz del encargado de admitirlas.

- No va más señores- declaró éste - .El cupo se ha cerrado...


Y Yener ya estaba tensando el arco y miraba con suma concentración hacia la diana y el camino de velas que tenía por delante. Dar en el blanco no sería tan difícil, pero lo realmente complicado sería apagarlas todas. No podía imaginar como hacerlo con la flecha .Si disparaba bajo para que el aire que surcase ésta hiciese de extintor, a buen seguro no daría en el centro .Y si corregía la trayectoria para acertar, la corriente que generase no bastaría para lograr el objetivo de apagar toda esa hilera de llamitas que se interponían entre la victoria y él. ¿Cómo hacerlo?. Para una persona normal era prácticamente imposible, para alguien con sus disciplinas del Kail....

-<<¡Ánimo Yener! >>- pensaba Peter no queriendo desconcentrar a su amigo con palabras -.


Y la gente que les rodeaba debía de compartir aquella opinión, pues nadie abría la boca. Casi ni se escuchaba el sonido de respiración alguna .Las miradas de tensión y de curiosidad de la concurrencia se centraban en aquel chico que, apuntando a su objetivo, estaba presto a disparar....


Y la flecha surcó el aire a toda velocidad en tanto que las llamas de las velas se extinguían casi al unísono .Cuando Larus y Peter se atrevieron a mirar, escucharon los vítores de la multitud a su alrededor y a Nerel decir en un tono exento de prácticamente de pasión o euforia.

- Diana.

-¡Sí!- exclamó jubilosamente Yener que dio incluso un salto- .¡Lo conseguí!.


Todos los allí congregados le aplaudieron e incluso recibió algunas palmadas en la espalda. El retador , aun con la sorpresa reflejada en su rostro, les pagó sus veinte mil créditos y Peter se acercó a él dándole un abrazo a la par que preguntándole atónito.

-¿Cómo lo has conseguido?..
- Bueno, no fue muy difícil una vez que combiné dos de mis disciplinas .Con mi manejo de las armas y mi adiestramiento fue fácil acertarle a ese blanco, lo que realmente estaba complicado era el apagar las velas .Para eso recurrí al poder mental y las apagué creando una oleada de energía telequinética que iba tras la flecha .Para el ojo humano ambas cosas fueron prácticamente instantáneas.
- Sabía que no fallarías. Aunque fuese con alguna pequeña trampa - sonrió Nerel con satisfacción -.
- Pues ya sabías más que yo- .Contestó el yumlaincer con pretendido tono divertido, aunque en verdad que había llegado a temer por el éxito -.
- Es que no dudaba de tus técnicas del Kail. Aposté por ti -. Le dijo el nataclier -.
- Entonces nos hemos forrado, seguro- elucubró Yener -.Conociéndote habrás apostado una buena suma a mi favor.
- Bueno, sí y no - le replicó su interlocutor con cara de circunstancias -.
-¿A qué te refieres con eso de sí y no?.- Le interrogó Yener temiéndose alguna mala jugada -.
- Veras- terció tímidamente Larus con tono culpable -.Le pedí que no apostase mucho por si fallabas y no reuníamos lo suficiente, además no quería que llamásemos mucho la atención.
-¿Qué no te fiabas?,- exclamó Yener poniéndose una mano en el pecho en tanto abría la boca de forma desmesurada -.¿Cómo es posible? .¿Cuando he fallado yo ,eh?.


Escuchó un carraspeo de Peter que le indujo a mostrarse más precavido. Máxime cuando Larus se defendió añadiendo.


- Suponía que ya habrías ganado lo suficiente en la ruleta. Y que no necesitábamos significarnos mucho.
- Bueno, sí,- pudo decir su compatriota con un tono dubitativo -, aunque el caso es que...
- Lo perdimos todo en la ruleta- confesó Peter de una vez -
-¿Qué vosotros qué?- exclamó Larus, boquiabierto a su vez -.


Peter le explicó lo sucedido y el yumlaincer no podía dar crédito a lo que oía. Pero si que pudo decir, siendo él quien el que recriminó a Yener en esta ocasión.


- Así que no fallabas nunca ¿eh?.
- Vale, admito que me confié y quise tentar la suerte- reconoció su amigo que trató de rehabilitarse al agregar con más decisión - .Pero cuando me concentro...


Larus se disponía a replicar algo así como, ¿Por qué no lo has hecho antes?. Pero Nerel no le dio ocasión a ello y cortó aquella inútil perorata que conducía a una discusión todavía más carente de sentido, con un toque de pragmatismo.


- Si, ahora tenéis veinte mil créditos y nosotros cuarenta y cinco mil. Quiero decir que en total hemos ganado sesenta y cinco mil.
- Nos faltan treinta y cinco mil - se lamentó Peter -.


En ese momento se escuchó un pitido agudo y repetitivo .Las gentes al oírlo comenzaron a correr.

- Una alarma - indicó Yener sorprendido -.


Así era, por raro que pareciera pues ellos habían asumido que eso no tenía horario de clausura, aunque por desgracia, esa tarde noche la gente había ganado demasiado y la banca peligraba. No de forma grave pero los propietarios no querían perder más .Y para evitar que los jugadores se enfadasen se había activado la alarma de incendios. Por desgracia para los muchachos, eso quería decir que se suspendían las partidas y la forma de ganar dinero hasta el día siguiente .Por fortuna, pudieron cambiar sus fichas por créditos antes de irse. Y a la salida del local encontraron a Melrom que les explicó que aquello era una cosa común en esos casos. Pero el contrabandista lejos de estar molesto se sentía muy feliz, cosa que extrañó a los demás aunque Yener utilizando sus percepciones básicas ya adivinaba el motivo, así que le inquirió de modo sarcástico.

- No se te ha dado mal la nochecita ¿eh?.
- Bueno, algo he ganado.- Contestó el preso de modo reticente -.
- Cuanto.- Terció Nerel con aparente desinterés -.
- Muy poquito, para una cena- repuso su interlocutor con aparente modestia -
- No nos vaciles o te caliento el coco- le amenazó Yener -.
- Vale, unos veinte mil- confesó el reo -.
- Ya será algo más - le rebatió el general Yumlaincer mirándole con los ojos entornados -.
- Quizás sean veinticinco.- Sonrió estúpidamente el contrabandista -.
- Y treinta y cinco también- afirmó Yener devolviéndole una sonrisa más maliciosa, estaba claro que las mentiras de Melrom no colaban -.
-¡Qué casualidad! - intervino Peter de modo divertido- .Justo lo que nos falta a nosotros.
-¡Oye no!, ¡tío ni hablar! - se resistió Melrom abrazándose a sus créditos que llevaba ocultos en una bolsa bajo la chaqueta marrón desgastada que lucía -.
- Vamos, no seas malo- le dijo Larus de modo sibilino -.
- Si, en la cárcel esos créditos no sirven para nada.- Añadió Nerel tiñendo de regocijo su aparente objetividad -.


Una voz familiar interrumpió aquella charla .Se trataba de aquel tipo que el nataclier hiriese en la partida, profería amenazas e insultos contra él en tanto se acercaba cojeando y blandiendo la misma arma de antes.

-¡Te mataré bastardo!....


Nerel no hizo demasiado caso, se limitó a girarse y a tumbar (dejando fuera de combate de una patada) ,a su atacante, ante la despreocupada pasividad del resto de su grupo y añadió retomando la palabra sin acusar emoción alguna.


- Como iba diciendo, será mejor para ti que colabores.
- Es por una buena obra - insistió Yener que, junto a su colega nataclier, se acercó hacia el bandido hasta casi acorralarle contra una pared -.
- Está bien- cedió éste a disgusto pero bastante más atemorizado por lo que aquellos dos locos le pudieran hacer que enfadado por quedarse sin su dinero -..
-¡Magnífico!- exclamó Peter con entusiasmo infantil - .Ya tenemos los cien mil.
- Y no nos ha costado tanto después de todo - declaró triunfalísticamente Yener -.
- Así es fácil decirlo- rezongó Melrom que al advertir como le miró el Maestro del Kail yumlaincer, enseguida matizó con una risita de circunstancias - .En equipo es mucho más fácil, je, je,...
-¡Pues adelante, vamos a charlar largo y tendido con ese ciego! .- Arengó Larus -.


Sus compañeros convinieron en ello y marcharon rumbo al “Sapo Rabioso”. Querían conocer el paradero de Murdock cuanto antes y ojalá que este les pusiera en alguna pista que por fin les condujese a Rachel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, si sois tan amables y no os es molestia, comentar vuestras impresiones sobre lo que habéis leído. Me vendría muy bien para mejorar y conocer vuestras opiniones sobre mis historias. Muchas gracias. ;)