lunes, 7 de marzo de 2011

UNC 85

4./Capitulo 85.La Leyenda de los Dioses Nephralers.


Calina tomó un poco de aire, suspiró y comenzó el relato.


- En los tiempos antiguos, al principio de la formación de los mundos, existían unos seres muy evolucionados que ayudaron a que los planetas recién creados se poblasen con criaturas de la raza humana. Muchas veces quizás os habréis preguntado como es posible que muchos planetas de la confederación de Oumeya, de la Cuádruple Alianza e incluso los Nephralers tengan seres tan parecidos y costumbres y usos tan similares entre sí. Pues bien, el motivo responde a que estos seres, llamémosles dioses, en un principio eran también humanos. Se dice que existieron en una era anterior a la nuestra y concluida esta los más notables de ellos trascendieron a un plano espiritual más elevado y evolucionaron. El Creador, que es el Supremo Hacedor del Cosmos, les encargó que velasen por el recomienzo del mismo ayudando a sus mensajeros Luzbel y Asthel. Estos dos eran seres muchísimo más evolucionados aun que nuestros propios dioses, incluso velaron por ellos cuando Maray o Alex tan sólo eran humanos .No se sabe exactamente como pero así fue .Pero vamos al grano .Cuenta la leyenda que Maray y Alex obtuvieron merced a su trascendencia al nivel de dioses el cuidado de varios mundos. El primero de ellos fue Yumlaiance, después Nataclia, Ciloner, Akapler y así muchos más. En un principio todo era perfecto y armonioso, pero Luzbel, uno de los mensajeros del Creador, se revolvió contra él celoso de la importancia que éste les daba a sus dioses menores y acaudilló un grupo de entes descontentos que pasaron a ser los amos de la Oscuridad, al oponerse al Creador que es la Luz Suprema. Entre estos seres descontentos existían mensajeros como el propio Luzbel y también dioses inferiores a quienes no se les concedió la custodia de mundos. Entre ellos estaban Aradanchil o Aranchil según las versiones, que prefería destruir e incitar a las criaturas humanas a la guerra y Alasir que aunque no tan violenta como él, deseaba entre otras cosas el tutelaje de los mundos que el Creador concedió a Maray. Luzbel, convertido en Lucifer, pues tomó este nombre, comenzó a tratar de corromper la obra perfecta del Creador y tentó a los seres humanos para apartarles del camino de la Luz. Con algunos no obtuvo éxito ya que estuvieron protegidos por dioses como la propia Maray, su esposo Alex o el hijo de ambos, Kail .Pero otros sí que le prestaron oídos y tomaron el camino de las Tinieblas. Lucifer encargó la protección de esos humanos díscolos a Alasir que aceptó gustosa y estos humanos corruptos se instalaron tanto en Yumlaiance como en el resto de los planetas, crearon sus propias civilizaciones y adoraron a sus dioses .Aranchil les concedió poderes oscuros a los espíritus de los más malvados de entre ellos, los que reciben el nombre de Hialgasth que no viene sino a significar, los siervos del mal. A otros, los elegidos de entre los mejores, les dotó de fuerza y poderes y puso bajo su servicio a esta casta de espíritus siniestros.
- Esos son por ejemplo, los ancestros de Lord Carnalsk y del propio monarca Nephraler, con los que últimamente nos llevamos tan bien - intervino sarcásticamente Yener -.
-¡No puedo creerlo!- exclamó Gina atónita- .Lucifer y el Creador, esa historia que nos has contado es la misma que se escucha en la Tierra, en varias de sus religiones.
- Será porque ese mensajero recorrió muchísimos mundos esparciendo después su semilla de maldad- replicó Calina que enseguida continuó -.Pero esto no termina aquí. Después de crearse esta división y de que los humanos corrompidos obtuvieran este poder, el dios Alex y la diosa Maray reaccionaron, no podían permitir que sus criaturas fueran destruidas al estar indefensas. Lo primero que hicieron fue crear oraciones para que los humanos a su cargo pudieran pedirles ayuda. Después, Kail, creó las artes que llevan su nombre y adiestró él mismo a los primeros Monjes Guerreros de Somer. Kar Alan, fue uno de los que se cuenta que recibió sus enseñanzas hace unos tres mil años.
- Fue el primer Señor del Kail y fundador de mi orden – añadió respetuosamente Yener a título informativo -.
- El dios Alex hizo lo mismo con la Magia de Esil - prosiguió Calina -.Y la diosa Maray les ayudó a ambos, prestando su apoyo a la raza humana.
- Después vendría el origen del Canto a Maray que te conté hace años- terció Yener dirigiéndose a su mujer -.¿Lo recuerdas?.


Gina asintió con una media sonrisa .Pero Calina aun proseguía con su explicación.

- Entre los dioses había surgido la rivalidad por todas estas circunstancias, sus criaturas compartían el planeta y luchaban entre sí. Era como una gran partida de ajedrez que se desarrollase simultáneamente en varios mundos. Pero el principal de ellos era Yumlaiance. Llamado Magmud entonces. Se sucedieron muchas guerras durante siglos hasta que Skarn Dainlin el refundador de la orden del Kail, expulsó definitivamente a los seres oscuros que, de humanos, habían ido degenerando en ciertos sectores a criaturas aterradoras, y al igual que a los hombres, los seres oscuros corrompieron animales creando razas malditas. Todos lucharon en aquella batalla y al ser vencidos, Aranchil y Alasir exiliaron a los suyos transportándoles a otro planeta donde les ayudaron a progresar para así poder alcanzar un desarrollo parejo a nuestra civilización y poder regresar un día para destruirla.
- Y esos son los Nephralers.- Apostilló Yener para concluir abarcando con la mirada a la mayor Renar y a la comandante Delaier - y yo junto con Menra y Jilia estuve en ese planeta a donde fueron llevados por sus dioses.
- Según estas leyendas, tanto Alasir como Aranchil son malvados y seres tenebrosos.- Comentó Gina que preguntó entonces sin comprender- .Yener ,entonces ¿por qué permitiste que esa comandante nephraler entonase el canto a su diosa por Larus como me contaste hace tiempo que hizo?.
- No es tan sencillo,- repuso Yener que explicó no sin resignación - en primer lugar aquel no era territorio de nuestra Diosa Maray, no se la ofendía ni se quebrantaba el juramento que hicieran nuestros antepasados tras vencer en la batalla final, de no permitir jamás que los seres oscuros retomaran los reinos del entonces mundo unido y posteriormente nuestro planeta Yumlaiance. Además, la diosa Alasir no es que sea malvada del todo, creo que sólo estaba celosa de Maray y quería tener a su cargo también a criaturas humanas, así que se conformó con lo que Lucifer le ofrecía. El canto a esa diosa es un símbolo de homenaje a los héroes nephralers caídos en combate y entre soldados respetamos los honores aunque sean del bando contrario, y en este caso ni siquiera estabamos en guerra. Fue la forma de Draker de pedirnos perdón en nombre de los suyos. Sé que a ella no le gustó la muerte de Larus y no pude rehusar. Aranchil o Aradanchil en cambio, era un dios sanguinario que gozaba con la destrucción de sus enemigos, es decir, cualquiera que no le rindiese pleitesía .Ese es el dios a quienes sirven los verdaderos señores oscuros.
- A nosotros en Esil nos enseñan conjuros que van en contra de los seres oscuros de Aranchil- contó Calina -.Se dice que muchos de ellos están inspirados en palabras de la diosa Maray y del dios Alex.
-¿Qué palabras?.- Inquirió Menra –


Calina mantuvo unos momentos de silencio, parecía tratar de hacer memoria o más bien de intentar traducir del Anlades antiguo, idioma en el que estaban esos mantras y por fin le respondió.

- Vienen a decir, dirigiéndose a los dioses Nephralers. Idos de aquí, este no es vuestro hogar, fuera de nuestra casa seres oscuros miserables”. Aunque eso varía, según el conjuro y su grado de poder.
-¿Tú dominas alguno?.- Quiso saber Jilia -.
- Todavía no, son hechizos muy avanzados, me falta mucho para eso, tan sólo soy una maga del tercer nivel - sonrió modestamente Calina -
- La cuestión es que no podemos permitir que vuelvan- intervino Yener- .Y estas son las razones.
-¡Por el amor de los dioses, Yener! - le respondió su hermano con expresión de incredulidad -.Estás dando por hecho y por ciertas todas esas leyendas .¿Te has parado a pensar por un momento que, en base a sus propias tradiciones culturales, para los nephralers nosotros podríamos ser los malvados?.


Su hermano le iba a responder pero aquella última pregunta le sumió en una especie de reflexión. Quizás Erel llevase razón en una cosa. No todos los nephralers que había conocido podían calificarse de seres oscuros y sin ningún tipo de sentimientos positivos. La comandante Draker tal y como él mismo había dicho, pareció sinceramente afectada por la muerte de Larus. Incluso Lord Carnalsk pese a su apariencia malévola y su poder mental transmitía un orgullo por su mundo y sus tradiciones e incluso un sentido del honor militar que Yener compartía igualmente en lo que a su mundo y sus costumbres se refería. Quizás los nephralers tuvieran también su gente corriente ocupada tan sólo en vivir el día a día y lejos de tanta trama política y religiosa. Pensó todo esto durante unos segundos hasta que al final contestó.


- Yo no me opongo al pueblo de Nephraler, soy el primero que desea la paz y la mutua tolerancia Erel pero no puedo permitir que las cosas rebasen un determinado punto .Y el que erijan santuarios a sus dioses en terrenos consagrados a Maray ,Alex y Kail me parece pasarse y mucho. Pero no estoy en contra en absoluto de que vivan aquí y se relacionen con nosotros.
- Pero Yener, no puedes decir que estás encantado de que estén aquí y negarles algo tan importante para ellos como lo es el dios Kail o la Diosa Maray para ti - rebatió su hermano -.
- No sé si podré decir eso - repuso Yener añadiendo con rotundidad y un poso de indignación -.Pero sé que no puedo permitir tal blasfemia .Y haré lo que pueda para que se retire tal permiso. Me importa un bledo si los nephralers lo toman a mal. Aunque estoy seguro de que en el fondo ellos comprenderán perfectamente lo que pretendo e incluso muchos lo secretamente compartirán en lo que a su planeta se refiere.
- Estamos con usted señor - convino Jilia -.Pese a que no soy muy devota de los dioses, no permitiré que esos tipos profanen nuestro suelo de esa manera.
- Y no olvidemos una cosa muy importante - añadió Yener con un acento de mayor preocupación e incluso temor -.Hay algo incluso peor que el mismo insulto a nuestros dioses.
-¿El qué?.- Quiso saber Gina sin poder acertar a imaginar de qué se trataría -.
-¿Podrías decírselo tú Calina?.- Le pidió Yener a la chica que asintió no muy segura -.
- Creo que sé a lo que se refiere- repuso ella que cruzó una mirada con el general confirmando sus propias conjeturas -.Es muy sencillo- añadió con más rotundidad, explicándole al resto del grupo - .Los dioses Nephralers son para sus magos y brujos lo mismo que nuestros dioses para nosotros, una fuente de inspiración y poder. Si pueden rendirles culto aquí tendrán mucha mayor fuerza para atacarnos en nuestro propio terreno si lo desean.


Todos guardaron un sorprendido silencio .Menra, Jilia y Erel recordaron lo que sucedió entre ellos hacía unos años cuando cuidaban a Samra. Si entonces sufrieron un conjuro que les afectó de esa forma y no había dioses nephralers presentes. ¿Qué sucedería si uno de esos brujos tuviese más poder gracias a sus deidades y les lanzase el mismo hechizo?.


- Eso también me preocupa mucho- señaló Yener- .Por lo menos, tanto como que deshonren a nuestros dioses .¿Lo entendéis ahora?- inquirió dirigiéndose a su esposa y a su hermano esperando que ambos lo admitieran -.Esto va mucho más allá de meras tradiciones.
- Pero todos esos factores habrán sido tenidos en cuenta por el gobierno y las autoridades antes de dar su visto bueno - objetó Erel pese a todo -
- Ahora eres tú el que se engaña hermano - le dijo Yener con paciente pesar -.Esa gente tan sólo ve las contrapartidas económicas y políticas que van a sacar de ello. No les preocupan para nada las otras cosas y lo que es peor, incluso quizás las desconocen.


Erel no supo ya que contestar, el resto de los comensales permanecía en silencio pensado cada uno en aquellas palabras. La cena discurrió ya por otros derroteros con Gina y Menra tratando de desviar la conversación hacia otros temas, pero el ambiente no estaba ya para demasiadas frivolidades, de modo que solo unos pocos sexdanes tras la cena los invitados se despidieron de Yener y de Gina y regresaron cada uno a sus casas o destinos .Erel se fue muy dubitativo, al principio creía que su hermano se escudaba como casi siempre en las antiguas tradiciones , ahora ya no estaba tan seguro de que estas no tuvieran un gran poso de verdad. Lo del conjuro le había inquietado seriamente. Esa razón por sí sola bastaría para tratar de evitar el culto a esos dioses en suelo yumlaincer .Pero ya era tarde, las decisiones estaban tomadas y si su hermano intentaba impedirlo seguramente irían en contra suya .Por su parte Calina estaba muy preocupada, ella entendía de sobra los razonamientos de Yener y compartía el miedo a encontrarse de golpe con un enemigo potencialmente muy peligroso en su misma casa. Hablaría con el maestro Dilain en cuanto pudiera para que se entrevistase con el general a fin de hacer causa común .Jilia y Menra tampoco estaban nada tranquilas, la situación estaba claramente por encima de ellas, era un juego de política y religión sólo para altos cargos de su mundo .De lo único que estaban seguras era de que apoyarían al general hasta las últimas consecuencias .Y en casa, Gina se debatía entre la educación en la tolerancia, el respeto y la confianza en otras civilizaciones que había recibido desde niña en Oumeya y los nuevos datos y costumbres que había asimilado en Yumlaiance .Su esposo tenía razón en muchas cosas, aquello era algo muy serio y si acertaba de consecuencias muy graves. El dilema era saber si se podía confiar o no en los nephralers actuales y si estos tendrían algo que ver con los temidos enemigos del pasado. Pero pese a ello para la chica era una norma moral darles el beneficio de la duda y por otra parte confiaba en las palabras de Yener. Aquello era para volverse loco y comprendía que su marido lo estuviera pasando tan mal.


Yener por su parte meditaba profundamente que hacer. Sabía que si su hermano le había advertido era para tratar de protegerle, y si esa decisión estaba ya tomada sería casi imposible hacer dar marcha atrás al ejecutivo. Tendría que contar con instancias muy influyentes y convencer al emperador para que este mediase. Y quizás eso no fuera suficiente, no obstante se le había ocurrido una idea basándose en algo que comentó antes él mismo. Pudiera ser que a muchos nephralers tampoco les gustase la idea de santuarios de Maray, Alex y Kail en su suelo. Eso sería lo que debería aprovechar, y sabía con quien hablar del tema .Aunque acudiría a ello tan sólo como último recurso si fallaba todo lo demás.



En el mundo Nephraler entre tanto las cosas discurrían por cauces paralelos, Lord Carnalsk también estaba al corriente del asunto de la adoración recíproca de dioses propios en el otro planeta .Es más, él mismo había llevado a cabo conversaciones para afianzar los puntos de acuerdo prescindiendo de su propia opinión al respecto. Obedecía órdenes de su soberano y lo demás no importaba demasiado. Lo que hizo fue llamar a la comandante Draker para informarla de todo esto y conocer su punto de vista, le interesaba especialmente .La oficial no se hizo esperar y compareció en el despacho de su superior saludando en posición de firme .En cuanto Carnalsk le ordenó descanso y tras ponerla al corriente del asunto, le inquirió con tono reposado e inquisitivo.


- Comandante. ¿Cuál es su opinión?.
- Mi opinión es la que sostengan oficialmente las autoridades capacitadas de nuestro mundo milord - repuso ella casi de modo mecánico, con aparente desapasionamiento -.
- Si, eso está muy bien y la felicito por su lealtad y todo eso. - Afirmó Carnalsk que sin embargo insistió con un tono algo más cordial -.Olvide eso ahora, quiero su verdadera opinión al respecto. No tema hablar con libertad.
- Entonces le contestaré como sacerdotisa de Alasir que soy- repuso ella -.Milord, a los miembros de nuestra religión no les hará gracia que se instalen santuarios a Maray en nuestro mundo, como supongo que a los yumlaincers tampoco les gustará ver los de nuestra diosa en el suyo. Y si no nos gusta a nosotros, imagine a los seguidores de Aradanchil.
- Si, precisamente me imaginaba algo así- convino Carnalsk -.Y comparto sus pensamientos comandante, pero esto va más allá de una mera situación de costumbres y tradición.
- Sé que nuestros dirigentes no actúan a la ligera señor- repuso Draker que no tardó en agregar -.Todo tendrá un porqué pero yo soy militar, me limito a cumplir con mi deber y no preciso explicaciones. El pueblo en cambio sí. Quizá no comprendan como sus líderes llevan siglos hablando en contra de los dioses extranjeros y ahora les permiten instalarse aquí.
- Deje al pueblo en manos de los dirigentes, comandante. Verá como eso no representa ningún problema .Sucederá igual que en Yumlaiance, ellos también manejarán adecuadamente la opinión de sus súbditos.
- De la mayoría puede - afirmó la comandante que precisó -.Tengo informes de lo que sucede allí y sé positivamente que muchos altos cargos y gentes influyentes de Yumlaiance estarán radicalmente en contra, entre ellos y siendo prácticamente el cabecilla, seguro que estará el general Rant.
- Contaba con ello comandante - respondió Carnalsk esbozando una tenue sonrisa de complacencia y afirmando -.Ha de ser así .En su calidad de Monje le ofende igual que a ustedes y teme las consecuencias. Y no hubiese esperado menos de él, en caso contrario me habría decepcionado mucho.
- Como ya le he mencionado. A nosotros los seguidores de Alasir nos molesta pero no tanto como a los adoradores de Arandanchil - matizó Draker advirtiendo con una no disimulada inquietud - .A ellos sí que les enfurecerá y mucho milord. Podríamos tener muchas complicaciones con sus facciones más exaltadas. – terminó por sentenciar la muchacha que aun recordaba lo ocurrido años atrás con la muerte de aquel oficial yumlaincer amigo del general Rant a manos de un hialgasth.-
- No se preocupe por ellos - repuso Carnalsk con serenidad –. Aceptarán, de eso se encargarán las altas esferas. Créame,- añadió no sin cierto tono de velado sarcasmo que pasó inadvertido para su subalterna cuando agregó - éste es un gran paso en el mutuo entendimiento de ambos planetas.


Draker guardó silencio, si milord Carnalsk lo decía de seguro que sería así, y si no, pues daba igual, ella tan sólo debía encargarse de llevar a cabo cualquier cosa que él o sus superiores le ordenasen. Por ello esperó a que el noble le encargase alguna misión y éste entonces le preguntó con reposada tranquilidad.

-¿Le gustaría ser de las primeras sacerdotisas en ejercer el culto de Alasir en Yumlaiance?.


Yashira se quedó sorprendida, aunque no tanto como hubiera podido estarlo de no haber mediado la charla anterior, estaba claro que su superior la había estado sondeando. Así pues, respondió con visible satisfacción.

- Para mí será un grandísimo honor el representar tanto a mi diosa como a mi mundo. Aquí o en un entorno potencialmente hostil. Es una prueba más de fe. ¿Cuándo partiría?.
- Dentro de poco, ya la avisarán a su debido tiempo, entre tanto vaya preparándose.- Se limitó a indicarle Carnalsk esbozando un fugaz gesto de satisfacción -.


Yashira saludó y su superior le concedió permiso para retirarse .Se volvía muy contenta y orgullosa aunque también algo preocupada por como sería recibida en Yumlaiance, a los naturales de ese mundo no les iba a gustar nada que apareciera por allí adorando a la diosa rival de la suya. Lo comprendía perfectamente, ella se sentiría igual si una sacerdotisa de Maray se pusiera a ejercer su culto en su ciudad natal.



En Yumlaiance, Calina se puso de inmediato en contacto con el maestro mago Dilain, en cuanto dejó recado de que quería hablar con él por algo relativo al general éste la recibió de inmediato .La chica acudió al día siguiente de la cena anticipándole al Maestro algo de lo que escuchó en la casa de los Rant y trasmitiéndole el deseo del general de poder hablar con él. En esos años el mago había subido de categoría entre los suyos, al menos en el terreno ejecutivo y formaba parte de la asamblea de principales de la Hermandad, su voz tenía mucho peso y era respetada. Podría decirse que tras Sartas y otros dos Maestros de Alta Magia era el más importante de los magos de Esil y lo que Calina le contó bastó para preocuparle .Él, como Yener , que sabía de las nefastas consecuencias de tal decisión, escuchaba a la muchacha con mucha atención, lo que no solía hacer con cualquiera .De todas maneras siempre había respetado y tenido en alta estima a esa chica, cosa que no prodigaba con demasiadas personas .Por ello cuando Calina concluyó su intervención el maestro le inquirió.


-¿Entonces me estás diciendo que el hermano del general le ha advertido que se ande con cuidado ante las altas instancias?.
- Si señor- asintió la muchacha que citó de memoria -.Según palabras del propio Erel, bueno le llamo así porque tengo familiaridad con él,- hizo una leve pausa sintiéndose algo tonta por aquella aclaración que quizás no venía al caso y prosiguió- el hermano del general le sugirió que no interviniera para censurar el tema. Le ha dicho que tiene bastantes enemigos dentro del gobierno y de los empresarios de Yumlaiance .Y que se arriesga a crearse mucha más animadversión, y no me gustó el modo en que se lo dijo. Estaba realmente muy preocupado.
- Explícate,- le pidió el mago escrutándola con la cabeza apoyada en sus manos entrelazadas sobre la mesa -
- Es como si hubiera una amenaza velada contra la seguridad del general e incluso de su familia. Y habló de que fue el propio príncipe Lonel quién le daba esa advertencia en bien del general. Quizás soy algo paranoica, pero una vez cuando estaba en la casa de los Rant cuidando a su hija hace unos tres años...


Calina le recordó a su superior aquel incidente del conjuro emocional que sufrieron, Dilain se quedó unos instantes meditando en silencio y preguntó.

-¿Me comentaste que no se lo dijiste al general Rant, verdad?.
- Creímos prudente no decírselo, no sabíamos quien pudo ser el causante. En un primer momento yo culpé a los Nephralers, pero ahora no estoy tan segura .Ese conjuro está al alcance de un mago de primer nivel. Y dada la situación del general en la política. Bien pudiera tener enemigos poderosos aquí mismo.


El mago abandonó la relajada postura que había mantenido hasta entonces levantándose de su sillón. Y le preguntó a la muchacha con gravedad, e incluso tintes de enfado en su voz.


-¿Te das cuenta de lo que estás sugiriendo, Calina?.
- No estoy diciendo que se trate de ninguno de los miembros de nuestra Hermandad, señor- se apresuró a replicar ella- .Tan sólo hacerle ver que ese tipo de magia es fuerte y complicada pero no imposible de realizar por humanos con cierta preparación.
- Y si no es nadie de nuestra hermandad. ¿Quién podría realizar un conjuro semejante?.- Quiso saber Dilain no sin dejar traslucir cierta ironía en la cuestión -.


Calina guardó unos instantes de embarazoso silencio para bajar finalmente la cabeza y reconocer con un avergonzado susurro.

- No lo sé señor.
- Entonces será mejor y por tu bien que esas sospechas no salgan de aquí. Déjame este asunto a mí, yo me encargaré de tomar las medidas oportunas .Ahora puedes irte.
- Si maestro- concedió ella disponiéndose a abandonar el despacho de su superior -.
- Y una cosa más - añadió Dilain con tono de consejo- .No hagas intentos de averiguaciones por tu cuenta.


La chica sólo asintió antes de salir, el mago se reclinó de nuevo en su sillón y elevó la mirada al techo, luego se rehizo en su posición inicial y llamó a la casa de los Rant. Recordaba su visita de hacía tres años. En aquel entonces saludó brevemente a la esposa del General ya que éste no estaba en casa y reconoció disimuladamente la zona. El aura mágica que detectó todavía era fuerte con lo que dedujo que quienquiera que fuese el que lanzó aquel hechizo debía de ser poderoso. Eso fue muy mal asunto, no pudo precisar el tipo de magia que era ni de donde provenía. Aquella situación podría tornarse muy seria si todas las piezas encajaran, así pues tenía muchos deseos de establecer una conversación con el Maestro del Kail a fin de aclarar mutuas dudas. Aunque Dilain dudaba entre contarle aquel incidente o no. Ya vería lo que hacer cuando se presentara la ocasión, por lo pronto optó por llamarle ya que una conversación entre los dos, podría ser muy interesante para ambos...


Yener por su parte estaba impaciente por recibir noticias del mago pero ni siquiera en sus planes más optimistas entraba el que éste le llamase justo a la tarde del día siguiente. Por fortuna se hallaba en casa y fue él quien recibió el holomensaje.

- Me alegro de volverte a ver Dilain- saludó cortésmente Yener -.
- Calina Delaier me ha contado lo que te dijo tu hermano en la cena,- repuso el mago sin pararse en nada que tuviera que ver con dar las buenas tardes o preguntar por la familia .Aunque a Yener no le preocupaba eso, entre que sabía que el maestro de Esil era así y las circunstancias, dada la gravedad del tema, incluso le agradeció al mago que fuera directo a la cuestión.
– Entonces sabrás que el asunto es muy grave y que debemos unir nuestras influencias- le respondió Yener -.
- Lo haremos, no te preocupes, conseguiremos por lo menos que se nos oiga en Yumlaiance.- Le aseguró el mago que añadió -.Sin embargo yo debo celebrar algunas consultas antes, te llamaré en cuanto lo haya hecho.


Y sin más dio por concluido el mensaje. Yener se quedó con la sensación de haber sido colgado de un ciberperchero como si le hubieran dejado a modo de chaqueta pero lo dejó correr .Tampoco le dio demasiado tiempo a pensar en ello puesto que su pequeña hija corrió al interior del salón gritándole con animación.

-¡Papi, papí, un señor mayor muy simpático pregunta por ti!.


Yener se quedó sorprendido en un principio pero enseguida sonrió, detectaba una presencia muy familiar, que no podía ser otra más que la de...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, si sois tan amables y no os es molestia, comentar vuestras impresiones sobre lo que habéis leído. Me vendría muy bien para mejorar y conocer vuestras opiniones sobre mis historias. Muchas gracias. ;)