7./Capitulo 88.Tratando de retrasar lo inevitable.
No tardaron en llegar a la sede de Esil en Somer, allí aguardaba el maestre Sartas. Al parecer el anciano había imaginado la respuesta que les habrían dado a su Mago y a Yener en la audiencia imperial. Permanecía sentado en un butacón color negro a la espera de los dos muchachos que entraron por la puerta frontal a la posición del Maestre. Al verle, los dos saludaron con gran respeto, cada uno a su peculiar estilo. Dilain salió al punto dejando a su maestre solo con Yener.
- Veo que no habéis tardado mucho en regresar- observó el Maestre -.
- No - convino Yener con gesto resignado - .Por lo que parece todo estaba ya más que decidido .Ni siquiera hemos podido hablar directamente con el emperador.
- Es el sino de los tiempos- declaró cansinamente Sartas -.Como seguramente debes ya saber joven Maestro del Kail .Nuestro mundo necesita salir de la dinámica en la que ha entrado pero eso no va a ser fácil y tú no puedes ayudar a que lo haga en la forma que lo estás intentando.
-¿Y qué debo hacer pues?.- Inquirió Yener sin comprender -.
- Tu maestro Azor Ligero te ha hablado de eso por lo que sé y yo soy la persona que puede ayudarte a conseguirlo.
- Mi maestro me dijo que debería hacer un viaje más allá del espacio y del tiempo - reconoció Yener, agregando con pesar -.Y que para ello debería renunciar a todo lo que amo aquí.
- Eso es cierto - convino Sartas -.Pero además debo advertirte de una cosa para poder acceder a esos otros mundos se debe abrir un portal dimensional .El portal de Dalarzian.
-¿El portal de Dalarzian?.- Inquirió Yener sorprendido -.Pero ,¿ese no era el mítico portal por el que se enviaban a los criminales de los antiguos reinos para que no pudieran regresar ni en alma ni en espíritu?.
Sartas asintió, no dijo nada durante unos instantes, aunque luego agregó.
- Necesitaré a Dilain, supongo que por tu parte no habrá inconveniente si le ponemos al corriente de esto.
- Confío en él. No tengo ningún problema. –Reafirmó el monje -.
El Maestre de Esil emitió una llamada telepática y su subalterno la captó de inmediato, entrando al momento. Sartas entonces, y con la venia de Yener le explicó lo que sucedía. Dilain permanecía perplejo escuchando aquello .Por fin el anciano Maestre añadió aludiendo una vez más al portal de Dalarzian.
- Esa era una de sus utilidades si, la de calabozo ínter dimensional. Pero tiene otras que te revelaré a su tiempo. No obstante esto debe ser un secreto absoluto, no podrás decirle a nadie que pasarás a través de esa puerta, ya que nadie sabe donde está, excepto los miembros más elevados de nuestro Clan.
- Si paso a través de él quedaré irremisiblemente perdido en la dimensión de los criminales- objetó Yener al que se erizaba el cabello solo de imaginarlo -.
- No, si yo extiendo sobre ti un conjuro de guía - rebatió el mago que matizó sin embargo con tintes de advertencia -.Pero no es seguro al cien por cien, podría fallar o no lograr calcular bien el hechizo ya que éste es muy complicado y nunca se ha hecho, al menos desde hace más de dos mil años. Cómo verás, los peligros y los riesgos son muy grandes, pero sólo tú puedes hacerlo.
- Maestre Sartas - intervino Dilain con gesto y tono grave a la vista de tan terrible prueba -.¿De veras es necesario?.
- Lo sabes tan bien como yo. Yumlaiance irá a peor en el transcurso de los años. Se ahogará en su propia suficiencia y descreimiento de valores y estará inerme ante nuestros seculares enemigos .Eso es lo que ellos esperan, para eso han estado trabajando estos años y para impedirlo todos deberemos hacer sacrificios.
- Claro - declaró Yener con un brillo en su mirada como si hubiera descubierto por fin una conexión que le faltara durante mucho tiempo - .Ahora lo comprendo todo, esto es un plan orquestado desde hace años por los nephralers. De algún modo ellos sabían que los acontecimientos iban a desarrollarse de esta manera. Todo estaba calculado, todo preparado para ponernos en esta situación.
- Si, y prácticamente lo han logrado, sólo les estorbas tú - añadió Sartas -.
- Pero si me marcho no haré otra cosa que abonarles el terreno - contestó Yener, visiblemente alarmado -.
- No si vuelves con el remedio que aúne los corazones y las mentes de tu pueblo. La caída y decadencia que ellos esperan se prolongará años, contigo o sin ti, no obstante siempre quedaremos algunos capaces de mantener vivas las antiguas tradiciones y de luchar por nuestro mundo hasta que vuelvas. Y si creen que su principal impedimento ha desaparecido no se darán tanta prisa. Preferirán recrearse y caminar sobre seguro.
-¿Y si no lograse volver?.- Inquirió Yener con el temor de que eso seguramente iba a ser lo que sucedería -.
- Es un riesgo, la vida está llena de riesgos y los Señores del Kail sabéis afrontarlos.- Replicó Sartas de modo inexorable -.
-¿Qué pasaría cuando yo me marchara?, ¿qué le diríais a mi familia?.- Quiso saber Yener con una no disimulada inquietud -.
- Se prepararía una excusa, un accidente o algo así - respondió Dilain -.Algo que te eliminase Yener .Lo siento, no hay otra solución. Todos deberían pensar que has muerto.- Remachó el mago con evidente consternación -
Yener quedó pensativo unos momentos hasta poder decir.
- Me gustaría pasar unos días con mi familia y tratar de asegurarme de ciertas cosas.
- Claro – concedió amablemente el anciano mago de Esil. Haz lo que creas que debes, yo estaré esperándote en la ciudad de Talus.
Yener convino en ello con un leve asentimiento, se despidió del Maestre Sartas y de Dilain y volvió a su casa, pensaba por el camino en lo que debería hacer. Por un lado no se resistía a mantener una conversación con Lord Carnalsk. Por paradójico que pareciera, quizás su última esperanza estuviera en que éste rechazase los métodos de su propio gobierno y aquel maldito pacto tanto como él mismo. Después, y si esto no funcionaba, sólo quería abrazar a su mujer y sus hijos, quizás no pudiera volver a hacerlo.
En Nephraler el objeto del interés de Yener estaba en una reunión de la cámara de los pares del reino. Carnalsk, sentado a la derecha de su soberano, no hacía otra cosa que escuchar los distintos puntos de vista de sus colegas:
- Pues yo me opongo a tal tratado - declaraba vigorosamente uno llamado Lord Zagart, de pelo gris corto y mirada fría, pese a contar con unos encendidos ojos tonalidad fuego -.No es permisible que los yumlaincers puedan adorar aquí a sus deidades.
- Piensa en las contraprestaciones - respondió un lord de nombre Resurak, de corto pelo moreno y ojos oscuros - .Nosotros podremos rendirles pleitesía a las nuestras en su territorio, cosa que tampoco a ellos les gusta en absoluto.
- Así que todo se reduce a un equilibrio de ofensas - dedujo reflexivamente Lord Crimet, el par que se sentaba al lado del anterior interlocutor luciendo una larga melena caoba y mirando a la sala con unos penetrantes ojos azules para sentenciar -.El que sea capaz de soportarlo mejor saldrá con ventaja de este pacto.
En este punto intervino su majestad. El rey Karng III hizo el silencio al levantarse de su escaño marcado con la corona real y declaró en alta voz:
- Milores del reino, aquí no debe discutirse si somos nosotros o son ellos los que más van a sufrir con la medida .No se trata de algo tan simple y burdo. Este pacto pone los cimientos de la paz definitiva entre ambos mundos y nos abre prácticamente todas las puertas...
En ese instante, como si ya hubiera estado convenido de antemano, Carnalsk pidió la palabra que su rey le otorgó, el noble Nephraler se levantó pausadamente y comentó con una media sonrisa:
- Y al igual que nos abre a nosotros la puerta de su mundo, también se le abre a ellos la del nuestro. Seguro que eso es algo que muchos de vosotros estaréis pensando y tendríais razón en hacerlo .Pero ahora yo haré una pregunta .¿Quiénes parecen estar mostrando más disposición de viajar al otro planeta? .Sus empresarios que tan sólo se ocupan en invertir y su reducida mano de obra especializada, gentes de alto nivel técnico y cultural que no parecen ser muy devotos de sus deidades .¿O nuestros súbditos que desean emigrar hacia Yumlaiance en busca de oportunidades alejándose de nuestros sistemas más bien feudales?. Pensadlo bien compañeros. A más población trasladada más templos y más sacerdotes para gestionarlos .¿Cuántos templos a Maray, Alex o Kail estarán interesados en abrir aquí los laicos representantes de la empresa y el poder de Yumlaiance y sus técnicos?. ¿Y cuántos templos para Aradanchil y la diosa Alasir querrán instaurar en Yumlaiance los miles de devotos emigrantes que mandamos para allá?.
La cámara al completo se quedó muda, todos los lores Nephrales estaban reflexionando sobre eso y la mayoría estaban visiblemente satisfechos de los razonamientos de Carnalsk .Fue el propio monarca quien aprovechó el impas de silencio para retomar la palabra y concluir.
- Como veis, vuestro rey y el lord canciller del reino ya han pensado en todo aquello que os preocupa.
- Si majestad - admitió Lord Zagart -, reconozco que las palabras del Lord canciller están llenas de sentido .Con todo es insidioso que tengamos que soportar la presencia de sus dioses en nuestro suelo y puede que en futuro debamos tomar medidas para controlar a algún exaltado.
- Quizás no tengamos que hacerlo - sonrió burlónamente Lord Resurak -.Con el tiempo y los emigrados a Yumlaiance que enviaremos, serán ellos los que se conviertan a nuestras deidades.
Aquellas palabras fueron recibidas con un largo murmullo de aprobación por parte del resto de los Lores y el rey Karng aprovechó para dar por terminada la reunión .Al tiempo que la sala se vaciaba el monarca le pidió a Carnalsk que se quedase unos momentos.
- Vos diréis majestad - repuso éste levantándose de su escaño para situarse junto al rey que ya estaba en pie mirando hacia la puerta de salida para comprobar como se marchaba el último de los pares que quedaba -.
- Lord Carnalsk- le comentó el monarca -.Por lo que parece el plan ha obtenido la aprobación de la cámara salvo por las reticencias de algunos lores.
- Si mi Señor, creo que sé a lo que os referís - asintió el noble Nephraler -.
- Zagart es ambicioso y tiene de su lado a gran parte de la comunidad Hialgasth, representa el lado más radical de nuestro reino y estaría encantado de romper estos acuerdos de paz con Yumlaiance a la menor oportunidad.
- Le conozco Majestad- convino Carnalsk añadiendo con serenidad -.Es ambicioso e impaciente, le gustaría que las cosas marchasen más rápidamente y por otros cauces más contundentes .Pero también es inteligente y prudente cuando le conviene y creo que lo que ha escuchado aquí bastará para tranquilizarle por una buena temporada.
- Hace muchos siglos que nuestro mundo no sufre problemas internos de importancia- comentó el rey -.Y ahora que estamos en el buen camino para lograr nuestros objetivos cualquier dificultad interna sería altamente contraproducente. Así que no perdáis de vista a Zagart ni a sus partidarios, pues no desconozco que hay muchos lores que comparten más o menos veladamente sus puntos de vista.
- Si majestad- asintió Carnalsk -.Esta tarea exige mucha paciencia y preparación, eso lo sabíamos cuando se comenzó, llevamos mucho camino recorrido y estamos a punto de dar un gran paso adelante. Eso según informaciones que he recibido recientemente, pero de todas formas cualquier error de apreciación o fallo en nuestras actuaciones sería muy perjudicial. Sobre todo en este momento.
-¿Se refiere usted a lo que yo pienso?,- quiso saber el monarca -.
- Si majestad- respondió Carnalsk -.Tenemos muchos ojos y oídos entre las gentes influyentes de Yumlaiance y se rumorea que el general Rant ha comenzado a caer en desgracia en sus círculos de poder.
-¿Y nos conviene que sea así?.- Inquirió el rey esbozando un gesto lleno de interés.-
Su interlocutor quedó unos segundos en silencio, al parecer pensando en esa pregunta y cuando pareció encontrar la respuesta declaró.
- Mientras su caída no tenga nada que ver con nosotros sí. Nadie debe interponerse entre el general Rant y su gobierno.
- Imaginaba algo parecido- convino el rey con una leve sonrisa -.Es igual que jugar al Sob. Cuando el rival hace un movimiento equivocado no se le debe interrumpir. Y ellos podrían sacrificar a su pieza más importante.
- Si mi señor - afirmó Carnalsk que sin embargo rebatió pocos instantes después -. Aunque puede que todavía les quede otra pieza más importante aun -.La clave del éxito final.
- Ese asunto salió mal hace más de tres años - le recordó el rey -.Por el momento no volveremos a correr riesgos, una vez que sepamos lo que sucede con el general ya veremos.
Carnalsk asintió a modo de reverencia y su soberano le dio venia gestual para marcharse, hincando la rodilla a modo de saludo el Lord Nephraler se levantó para salir de la sala y cuando estaba encaminándose hacia su despacho fue avisado por el intercomunicador. Alguien deseaba hablar con él desde Yumlaiance. Carnalsk sonrió, ya sabía de quién se trataba y el curso de los acontecimientos no le podía rodar mejor.
Entre tanto y en otra sala apartada, Lord Zagart departía con un interlocutor muy especial. Vestía éste un sayal negro y largo y del interior de su capucha tan sólo se distinguían dos ojos a modo de carbunclos encendidos .Zagart se paseaba por la habitación con las manos enlazadas tras la espalda mientras preguntaba.
-¿Y eso fue lo que sucedió?. Me gustaría que fueras más preciso.
- Milord Zagart - respondió aquel ser con una voz sibilante y cavernosa -.Ya os informé en su día de todo lo que sucedió .Raptamos a esa pequeña humana y la retuvimos en un mundo de la periferia de Oumeya hasta el momento convenido. Cuando fueron en su rescate no les plantamos cara.
- Tengo yo otros informes, tú o alguno de tus hermanos matasteis a un oficial de Yumlaiance- rebatió el noble Nephraler con gesto severo -.
- Digamos que estaba en el sitio menos indicado en el momento menos oportuno- replicó con sorna aquel ser que no era otro sino un Hialgasth -.
- No me importa que acabases con un enemigo - sonrió Zagart -.Es más, me encanta que lo hayas hecho tú o quién fuera, claro está .No te he llamado para pedirte cuentas de eso.
- Entonces .¿Puedo saber el motivo por el que me mandaste venir?.
Zagart volvió a sonreír, ahora de modo más amplio para contestar...
- Tu objetivo no era aquel oficial que mataste por un casual, y sabes perfectamente a lo que me refiero.
- Al Señor del Kail - sibiló el hialgasth alegando con patente fastidio -.No tuve ocasión de eliminarle, lo prohibía el propio rey.
- Si, pero esos eran otros tiempos y otras circunstancias. No nos vino bien que él supiese que los Hialgasth estabais tras eso. Por ello hemos tenido que demorar durante años nuestros planes hacia él, pero ahora mismo el general Rant de Yumlaiance está en un momento de digamos, poca popularidad entre su gobierno. No creo que nuestro soberano se inquietase si el señor del Kail sufre un accidente. Pero habría de ser algo discreto y sin testigos.
- Los Hialgasth somos maestros de la discreción cuando hace falta - aseveró aquel ser con evidente satisfacción -.Además, mi misión no pudo cumplirse del todo, también buscábamos otra cosa que podría estar en Yumlaiance.
- Bien, espero que así sea - convino Lord Zagart -.Todo se llevará a cabo en su momento .Por ahora espera instrucciones, ya te daré la señal para que procedas cuando sea preciso.
El Hialgasth asintió bajando de modo exagerado su capucha ante la complacencia de su interlocutor. Por su parte Carnalsk acudió de inmediato a responder a la llamada .Sus pensamientos se confirmaron y pudo ver aparecer la conocida cara del general Rant que le transmitía este mensaje.
- Lord Carnalsk, es conveniente que hablemos sobre un tema que no dudo es complicado y enojoso para los dos. Me reuniré con usted en la zona de libre tránsito en un puesto de común aprovechamiento dentro de dos días de Yumlaiance si le parece bien.
- Me parece bien - afirmó el Nephraler sabiendo que no iba a encontrar respuesta en aquel mensaje, mandó respuesta afirmativa por clave cifrada y después hizo a su vez una llamada que fue rápidamente atendida -.
- Despacho de la comandante Draker - repuso Yashira que se encontraba terminando unos informes de rutina -.
- Comandante, le habla Lord Carnalsk - le comunicó este -.Deseo que comparezca a mi presencia. Vendrá conmigo a un encuentro diplomático y se preparará después para viajar a Yumlaiance a cumplir con su nuevo cargo de sacerdotisa.
Yashira tan sólo pudo contestar un lacónico, “a la orden” y quedarse pensativa. Así que ya era el momento. Lord Carnalsk la había requerido al fin, era la oportunidad que había estado aguardando. Sin pérdida de tiempo recogió y archivó sus informes en la computadora portátil y acudió a presencia de su superior.
En Yumlaiance Yener sólo podía esperar a reunirse con el noble de Nephraler .Estaba convencido de que éste aceptaría verle, aunque no sabía exactamente como le plantearía la cuestión ni el posicionamiento que tendría su interlocutor pero estaba seguro de que, como él mismo, respetaba las tradiciones y tenía orgullo por las costumbres de su mundo .Esa era la principal baza que jugaba .Por lo que había sentido de Carnalsk quizás eso bastase para lograr de él una oposición al tratado de libre adoración. Aunque pudiera ser que no, de todos modos era su último recurso antes de intentar la solución de Sartas .Permanecía pensativo en el jardín de su casa cuando Gina salió a su encuentro llevando un vaso de refresco.
- Te veo muy ausente- le comentó a su esposo mientras le ofrecía la bebida y le preguntaba comprensiva -.¿No te fueron muy bien las cosas, verdad?.
- No demasiado - repuso él suspirando y cogiendo el vaso para darle un largo sorbo y añadir -.Por lo menos todavía cuento con apoyos importantes.
- Tranquilo, seguro que al final las cosas no se desbocarán tanto como tú temes - le animó Gina -.
- Me temo que ya se están desbocando - repuso pesimístamente Yener, revelándole a su mujer -.Tengo que hacer un viaje al puesto avanzado de la zona de libre tránsito, voy a reunirme con Lord Carnalsk.
-¿Otro de esos encuentros para perfilar pactos?.- Inquirió Gina –
- Esta vez es más bien para tratar de revocar uno - contestó él -.Y no cuento con demasiadas posibilidades de lograrlo.
-¿Estás seguro de tener que hacerlo Yener?,- le preguntó su esposa cada vez más preocupada por la mirada que veía en los ojos de él, llena de inquietud y pesar -.
Él simplemente se acercó para abrazarla, al tiempo que acariciaba el mentón de ella con una mano y sonrió respondiendo.
- Es lo que debo hacer, pero no te preocupes, tan sólo voy a charlar un rato con Lord Carnalsk - suspiró y añadió con más jovialidad -.En el fondo mi hermano tiene razón en algo, quizás somos más parecidos a los nephralers de lo que queremos admitir y cuento con eso para tener suerte.
- Vuelve pronto por favor - le pidió Gina cariacontecida -. Los niños y yo te necesitamos y tengo un mal presentimiento.
-¡Vaya con mi Lira Istar Dans!- exclamó Yener sonriendo divertido para preguntarle con afecto -.¿Acaso te ha enseñado Kyra a tener premoniciones?. No te preocupes, volveré y cuando haya hablado con él seguro que habremos encontrado una solución. ¡Anda, ahora vamos a ver lo bonita que es la puesta de sol de Yum!.
Y enlazados por la cintura no perdieron detalle de la caída de la estrella yumlaincer que tornaba de verdes en anaranjados los prados y las extensiones de jardín que se vislumbraban más allá de la casa de los Rant .Gina recostó la cabeza sobre un hombro de su esposo y él le acarició el pelo sin dejar de ver el crepúsculo de la tarde. ¿Sería ese el atardecer de la gloria de su mundo lo que ambos estaban presenciando, lento pero inexorable?. ¡No, eso jamás sucedería! .Al menos mientras él estuviera allí para impedirlo .¿Pero y cuándo no estuviera?....
- Papi, mami - se escuchó al voz de Samra que por fortuna sacó a su padre de aquellos poco halagüeños pensamientos -.
Ambos esposos miraron divertidos hacia Samra que corría hacia ellos seguida a distancia por el pequeño Join , el crío no era capaz de alcanzarla aunque eso no importaba demasiado porque pronto estuvieron junto a sus padres .Yener alzó a su hija en brazos y Gina hizo lo propio con el niño.
- Mira Lira Istaril,- le dijo cariñosamente Yener a la niña -.Contempla la puesta de sol de nuestro mundo y recuerda siempre lo hermosa que es y las maravillas que mantiene bajo su resplandor .¡Que nunca se te olvide esto pequeña estrellita!. Muchas personas han visto esta misma puesta de sol durante siglos y siglos, han disfrutado de su calidez y han dado gracias a los dioses por regalárnosla cada día y otras muchas, seguramente tus hijos y los hijos de tus hijos la seguirán viendo siglos después. Así que hemos de mantener el esplendor que alumbra haciendo cualquier cosa que debamos hacer. Se lo debemos a nuestros antepasados y a nuestros futuros descendientes.
La niña asentía mirando embobada a su padre sin llegar a comprender casi nada de lo que éste le decía, aunque sólo sabía que estaba feliz por estar a su lado .Yener también era dichoso en ese instante y se aferraba a él cuanto podía. Si salvar a Yumlaiance exigía pagar el precio de que su familia le perdiera estaba preparado, era su deber como soldado y como Monje Guerrero, pero sus hijos no tenían la obligación de pasar por aquello. ¡Ojala que lograse salvar a su mundo sin necesidad de marcharse a la dimensión del Dalarzian!. No obstante, si eso era algo inevitable, él lo asumiría como correspondía a sus creencias y a todo lo que había aprendido, honrado, amado y respetado, desde siempre...
Pero de esa misma forma inevitable, la noche llegó al fin tras los últimos rayos de sol, cuando estos desaparecieron definitivamente bajo las montañas los Rant entraron en casa .Cenaron los cuatro juntos lo que no solía ser muy frecuente y el propio Yener acostó a sus hijos como hacía siempre que le era posible. Más tarde pasó un rato en compañía de Gina hasta que ambos se acostaron .Esos dos días que siguieron no los quiso Yener dedicar a política ni asuntos militares ni nada parecido, los tomó como descanso pasándolos en compañía de su familia como si tratase de almacenar el máximo de recuerdos y darles a su esposa e hijos la mayor cantidad de amor que le fuera posible, llevándose a su vez el máximo de ellos en el interior de su corazón.
Y transcurridos estos de forma demasiado rápida, como si un malvado hechicero hubiese acelerado el correr del reloj, Yener se despidió para dirigirse a su entrevista. Una entrevista que, en su opinión, irónicamente podría ser la última tabla de salvación para Yumlaiance.
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