lunes, 7 de marzo de 2011

UNC 97

16./Capitulo 97.Sentimientos y Deseos satisfechos.


La ceremonia estaba ya a la vuelta de la esquina, se hicieron los últimos preparativos y todo estuvo listo para celebrarla en Yastris, con los amigos y familiares de la pareja. Ante todos ellos, Jilia y Menra se juraron fidelidad y compromiso la una a la otra y pasaron a ser una pareja oficialmente unida. Aquello era más un rito formal que otra cosa, pero significaba mucho, sobre todo para Jilia que cada vez se sentía más débil. Aunque eso no impidió que obsequiase a Menra con la mejor noche de amor de su vida .La capitana Delaier gozó como nunca, le parecía que su pareja tratase de apurarla como a una buena copa de licor, que cada beso y caricia fuera a ser la última, lo achacó a esa ocasión tan especial que Jilia llevaría esperando de seguro durante mucho tiempo. ¡Pobrecilla!, y ella que nunca le había dado importancia a esas cosas... aunque siempre creyó que su ahora pareja oficial tampoco. Desde luego había estado muy equivocada. Jilia era mucho más sensible de lo que quería dejar ver, su vida no había sido fácil y los traumas y la lucha por salir adelante la hicieron construirse un caparazón de persona poco sociable y quisquillosa, pero eso era solo de cara a quienes no la conocían bien. Desde hacía ya bastantes años, el carácter de su compañera y amante se había dulcificado mucho y aquellos celos producto de su inseguridad habían desaparecido. Ahora quedaba una mujer de buen corazón que amaba realmente a los suyos, a Menra, a Calina y al resto de la familia de ésta, sin olvidar a Gina y a los niños, por los que Jilia sentía un particular e intenso cariño. Delaier era consciente de esto y ahora se daba cuenta de que amaba a Jilia mucho más de lo que ella misma creía y en tanto se abrazaba a ella, una vez hicieron el amor, se prometió mantenerse más unida que nunca a su pareja.


La comandante Renar también era muy feliz, no sabía en que acabaría su enfermedad, desde luego que antes de unirse a Menra se había asegurado de que, al menos, no se tratase de algo contagioso. Ese extraño mal la afectaba solamente a ella y pese a sentirse peor cada día, las palabras del mago le hacían mantener la esperanza .De todos modos algo le decía que tendría que luchar muy duro y seguramente hacer algún gran sacrificio para salir adelante. Pero ahora no deseaba pensar en eso, tan sólo quería centrarse en los días que pudiera pasar con su compañera y en vivirlos de la manera más intensa posible .Luego ya afrontaría cualquier cosa que le fuese a suceder con dignidad y valor.



Por su parte, Calina esperó a que su hermana y Jilia disfrutasen de unos días de vacaciones tras su enlace, las cosas entre ellas parecían marchar muy bien. Jilia daba la impresión de estar mejor que nunca, al menos por el momento, además, ella misma debía regresar a la sede de Somer para ultimar la misión que tenía pendiente. Ahora llevaba ventaja, sabía a que atenerse y a lo que se enfrentaba y sería una suerte contar con el Maestro del Kail Halcón Certero .Pero una vez de vuelta en Somer se llevó la desagradable sorpresa de que éste no estaba allí esperándola .Seguía en el reino, pero había vuelto al Monasterio, la razón era que días atrás el Archimaestro Azor Ligero agonizaba presa del cansancio y la vejez .Había hecho demasiados esfuerzos para preservar Yumlaiance a la espera de su salvador, pero éste no había vuelto y las cosas cada vez iban a peor. No obstante, en su lecho de muerte recibió a los Monjes de su confianza y uno de ellos era el propio Halcón Certero a quien dedicó estas palabras de tono débil y apagado pero también, como siempre fue habitual en toda su vida, voluntarioso y amable.


- Te dejo a ti, encargado de comandar esta lucha .Después de Gavilán Veloz, tú has sido mi mejor discípulo. Haz por Yumlaiance lo que él no pudo, pero siempre con lealtad y honor hacia los tuyos.


El muchacho encajó aquellas palabras con emoción y pudo responder con voz entrecortada.

- Maestro, para mí es un gran Honor que me tengas en tan alta estima. Yo no soy digno de compararme ni a ti ni a Gavilán Veloz, pero lucharé con todas mis fuerzas y hasta el último aliento por Yumlaiance. Ellos no triunfarán, no lo hicieron antes y no lo harán ni ahora ni nunca, eso lo juro por el Dios Kail.


Y aquellas fueron las últimas palabras que el anciano escuchó .Sonriendo satisfecho e incluso tranquilo por el futuro, dejó la vida dándole el relevo a aquel muchacho .El Kail celebró los funerales en un claro del bosque que rodeaba al Monasterio y Halcón Certero, con dolor, pero pensando en su misión, no asistió como monje Guerrero, sino en su identidad de mago, puesto que la delegación de Esil en Somer hizo acto de presencia. El propio Dilain fue al entierro, era la ocasión perfecta para aparecer por allí sin levantar sospechas. Pudo de esta manera acercarse a los miembros más destacados de la hermandad, incluido el Maestro Toras que ya había vuelto de su viaje .Estaba junto al Mago Guled y ambos parecía estar conversando de modo confidencial cuando Dilain fue hacia ellos. Nada más verle le saludaron como era preceptivo.


- Celebramos verle Gran Maestre.- Declaró Toras, un anciano de barba gris recortada y pelo igualmente cano -.
- Saludos - repuso Dilain para preguntar con serenidad -.¿Qué tal os van las cosas?.
- Todo marcha bien - respondió Guled -.Lástima que debamos vernos en estas circunstancias.
- Si, el Archimaestro del Kail Azor Ligero fue el mentor de un amigo mío al que todos conocimos sobradamente por sus hazañas, el general Rant .Y me ayudó además siempre en materia de colaboración mutua de nuestras dos órdenes de cara a la Corte y al gobierno.- Repuso Dilain a la par que escrutaba a esos dos de quienes tenía fundadas sospechas -.



Halcón Certero vio de lejos a Dilain, él se situaba más apartado al estar junto con los magos de su categoría por detrás de los jefes de cada orden. No obstante, Dilain se percató enseguida de su presencia y aprovechó para dejar solos a sus interlocutores tras intercambiar algunas palabras más. Discretamente anduvo por el bosque hasta encontrarse con su aliado tras unos árboles.


- Primero, darte el pésame como monje de Somer que eres. Se ha ido un gran sabio y un gran hombre- declaró respetuosamente Dilain para preguntar acto seguido -.¿Averiguaste algo nuevo?.
- El Maestro Toras ha vuelto de su viaje hace poco y se le nota cambiado, para mí que está en la línea de los demás.- Repuso el monje con inquietud -.
- Calina Delaier vendrá nuevamente aquí en pocos días - le contó Dilain- .No la esperes en la estación de deslizadores, sería sospechoso, que ella se encargue de ir hacia la sede y allí trabarás contacto .Ya está enterada de todo, eso te ahorrará explicaciones y de ese modo pasaremos a la fase final.
-¿Pasaremos?.- Inquirió Halcón Certero con sorpresa -.
- Si, yo también intervendré, no me voy a ir de Somer aunque lo voy a hacer creer.
- Muy bien, se hará como dices - convino Halcón Certero -.


Y Dilain asintió para descubrir que el maestro del Kail se había ido utilizando su disciplina de camuflaje, sin preocuparse de saber hacia donde, el mago volvió a lugar en donde los demás honraban la memoria de Azor Ligero y siguió conversando con algunos otros de los presentes.


Así que en cuanto Calina llegó cogió un deslizador corto hacia Holram y se dirigió a la Hermandad .Fue recibida con las mismas muestras de cortesía que la vez anterior y suspiró aliviada al ver otra vez a Sert, o mejor dicho al Maestro Halcón Certero, allí. En cuanto pudieron hablar a solas, en el cuarto de la muchacha, este le puso al corriente de la visita de Dilain y de su participación en el plan.


- Aprovecharemos para desenmascararles y acabar con los Oscuros.- Le explicó el chico -.
- Espero que seamos capaces de vencerles entre los tres - repuso Calina -.
- No te preocupes por eso.- Dijo Sert con tono seguro -.


Y entonces el monje hizo algo extraño a los ojos de Calina. Sin más se abalanzó sobre ella derribándola sobre la cama y la besó. La chica estaba atónita e incluso asustada .¿Qué era ese tipo otro acosador sexual? .Pero lo comprendió enseguida cuando una mano tocó tras la puerta de su cuarto y esta se abrió inmediatamente, era Litya que entraba diciendo.

- Perdona si importuno tu descan...


La imagen fue de lo más violenta puesto que la maga se encontró a su colega y a su subordinado del tercer nivel abrazados sobre la cama de ésta y besándose. Pese a ello se recobró rápidamente de la sorpresa y añadió con un tono demasiado frío incluso exento de rubor, para la situación.

- Volveré en cuanto hayas terminado tus asuntos con los miembros de nuestra hermandad.


Y salió de la habitación, solo entonces se levantó Halcón Certero liberando a Calina de su abrazo .La muchacha aun se sentía confusa puesto que tan sólo llevaba esa débil túnica al igual que él y ambos cuerpos habían podido entrar en contacto casi sin oposición. Otro tanto le sucedía a Sert que jadeaba no se sabía si por el esfuerzo, la tensión o aquel fugaz encuentro fingido o quizás no tanto.

- Ya se ha ido - pudo decir él tratando de recuperar la calma -.


Calina se levantó acercándose al muchacho mientras le observaba sin decir nada, él le devolvió la mirada añadiendo con voz queda.

- Tenemos que trazar un plan.


Ella sonrió asintiendo lentamente y entonces Sert volvió a besarla y esta vez aquello no obedecía a ninguna necesidad de disimulo, ambos rodaron sobre el lecho pero ahora se despojaron de sus túnicas consumando su encuentro entre besos y caricias más prolongadas .Cuando hubieron dado rienda suelta a sus mutuos deseos, Halcón Certero suspiró diciendo resignadamente.


- No sé si esto será bueno para nuestra misión.
- Ya hemos completado el engaño a sus ojos, caso de que nos observen con cámaras.- Repuso Calina con una cómplice sonrisa- .
-¿De veras ha sido un engaño?.- Le inquirió él volviéndose para mirarla a los ojos -.


Calina lo negó moviendo la cabeza con suavidad y estampándole un suave beso en los labios para hacerle callar. Durante unos segundos más permanecieron abrazados y al fin el chico se puso su túnica, le explicó a ella algunas cosas sobre ese lugar que debería saber y salió de la habitación. Calina sonrió de nuevo sintiéndose feliz, estaba segura de haberse enamorado y además ya sabía lo que hacer para acabar con los enemigos que se escondían en esa sede de la Orden. Tanto ella como Sert habían representado bien sus papeles y el último acto de aquello estaba a punto de comenzar. En cuanto salieron de la habitación cada uno por su lado, la muchacha se dirigió a la búsqueda de Litya, la encontró en uno de los pasillos charlando con otro mago de nivel inferior, éste, al ver llegar a Calina, saludó marchándose de allí para dejarlas a solas.


- Hola Litya - saludó tímidamente Calina -. Lo siento yo...
- No tiene importancia - la cortó gélidamente ésta añadiendo con un tono poco convincente de normalidad -.La culpa fue mía por irrumpir en tus estancias.
-¿Qué querías decirme?,- inquirió Calina dejando de lado ese embarazoso tema -.
- El Maestre quiere verte. Sígueme - le pidió la maga -.
- Muy bien - asintió Calina deseosa de poder conocer al fin al jefe de esa Sede -.


Y Litya la condujo a través de un largo corredor hasta una puerta en la que tocó varias veces. Desde luego, ahora tenía mucho más cuidado que en el cuarto de Calina .La respuesta tardó algunos segundos pero fue el esperado.

- Pase.


Y ambas mujeres entraron abriendo cuidadosamente la puerta .Litya informó a su superior tras hacerle el saludo protocolario.

- Aquí está la maga de segundo orden Calina Delaier.


La mencionada maga hizo también el saludo de rigor en tanto el Maestro Davalus la estudiaba con la mirada dirigiéndose a Litya.

- Déjenos a solas por favor.


Y su subordinada volvió a saludar saliendo del despacho .El Maestro señaló una silla próxima al escritorio que le servía como mesa e invitó a sentarse a Calina, ella lo hizo y su superior pasó a decir.


- Celebro conocerla al fin. Y lamento mi ausencia en su anterior visita, me encontraba de viaje.
- Si señor, eso me dijeron- respondió ella -.
- En realidad hablé con el Gran Maestre hace poco, con ocasión del funeral del Archimaestro del Kail Azor Ligero, con él traté los temas más importantes pero ahora debo hablarlos con usted.
- Muy bien señor- convino Calina con expresión de interés -.Usted dirá.
- No me andaré con rodeos- afirmó el mago- .Conozco los planes del Gran Maestre y participo de ellos. Pero necesito su colaboración.


A Calina aquello le sonaba extraño, aunque bien pudiera ser cierto. De todos modos dejaría que ese hombre continuase su argumentación para ver realmente hasta donde estaba enterado.


- Sabemos que en esta organización hay un traidor, pero desconocemos su identidad, y pensamos que usted podría ayudarnos a desenmascararle.
-<>


A no ser claro, que esos informes estuvieran falseados, y eso convertiría a Halcón Certero en el principal sospechoso. Pero no podía ser, en cambio era muy extraño que aquel hombre que le preguntaba eso hablase ahora en plural. ¿Se referiría a él mismo y al Maestre Dilain?. ¿O quizás no?. Calina estaba hecha un lío y decidió no complicarse para responder.


- No sé de que me habla señor, vine tan solo para realizar una comprobación de rutina y dar una conferencia.


Eso pareció sorprender al mago que se levantó y comenzó a dar un lento paseo por el despacho mientras musitaba reflexivamente

- Ya veo, ya. Entonces ,¿me está diciendo que el Maestre no la envió aquí por ninguna otra razón?.
- No señor - mintió ella aparentando mucha naturalidad -.
- No tema señorita- le tranquilizó el Maestro con talante amistoso -.Conmigo no tiene nada de que preocuparse .Puede hablar con libertad.
- Y ya lo hago señor- respondió Calina fingiéndose desconcertada -.En realidad ya he cumplido con mi tarea aquí.
- Claro, claro- afirmó ahora Toras con más jovialidad -.Olvide lo que le he dicho ¿eh?. Ya nos encargaremos nosotros de buscar. Ahora vuelva a sus ocupaciones.
- Como usted ordene - repuso ella haciendo el saludo de la orden y saliendo del despacho -.


Toras quedó pensativo pero lo dejó correr, esa chica no parecía peligrosa y además soportó bien el sondeo mental. Parecía interesada en sus propios asuntos y deseosa de terminar su trabajo para digamos, divertirse .Calina por su parte había levantado una buena barrera psíquica con pensamientos relativos a la unión de su hermana y a lo guapo que era Sert y trataba de decidir sobre si esa indagación psicológica por parte del maestro Toras sería señal o no de su culpabilidad .Según lo que éste le había dicho podría haberlo hecho para saber si ella misma era una espía. Ya lo meditaría después, por ahora saldría a dar un paseo, estaba ya a pocos metros de su Hermandad dirigiéndose hacia la calle principal cuando un joven conocido la abordó.


- Hola - saludó Conlet que había estado por allí otra vez haciendo un encargo para sus superiores. En realidad, aunque a él no le haría ninguna gracia que la muchacha lo supiera, tenía que comprarles algunas cosas -.


Calina le miró con cierto desdén, vaya, ¡allí estaba ese embustero! .Ahora estaba segura de que de Maestro del Kail no tenía nada, más bien parecía uno de esos cachorros o monjes de bajo grado con ganas de darse importancia para ligar con las chicas.


- Vaya - respondió ella con retintín -.Si es mi Maestro favorito .Dime, ¿has hecho algún nuevo progreso en tu sabiduría desde que no nos hemos visto?.


Conlet no sabía que responder, aquello era más que embarazoso, vergonzante .Estaba claro que ella se había dado cuenta de su engaño, o quizás hubiera preguntado por él en el Monasterio .¡Eso si que sería terrible!, aparte del ridículo tendría un buen castigo por usurpación de funciones.

- Bueno, yo...- .Quiso empezar a disculparse de modo torpe admitiendo su culpa -.No creí que una mujer como tú se tomase el más mínimo interés por mí de haberte dicho la verdad.


Calina volvió a mirarle y movió la cabeza con reprobación, sin contestar nada continuó caminando hasta perderse entre la gente, dejando al pobre muchacho allí parado sin atreverse a seguirla para terminar con su disculpa.


Por su parte Halcón Certero estaba ya preparado para iniciar la segunda fase del plan. Aquella noche los magos tenían una reunión y él les daría una sorpresa trayéndoles a un invitado muy especial .Este no era otro que Dilain, el Maestre estaba por la ciudad de incógnito, tal y como había le dicho a su aliado .Así pues el maestro del Kail saldría a buscarle a la ciudad tras conocer un lugar aproximado de encuentro. Pero quiso la casualidad que fuera Calina quién primero se topase con su superior. La muchacha acudió a una taberna a tomarse un refresco acomodándose en una mesa, para su sorpresa, en cuanto levantó la cabeza nada más sentarse descubrió a Dilain frente a ella. Calina casi da una exclamación pero el mago la cortó tapándose los labios con su dedo índice y pasando a decir.


- Será esta noche Calina. Espero que tú y Halcón Certero lo tengáis todo preparado.
- Si, me ha dado explicaciones acerca del edificio, sus accesos y la cámara de reuniones,- respondió ella no pudiendo evitar ruborizarse un poco, cosa que no le pasó desapercibida a Dilain -.
-¿Te sucede algo?- le preguntó él -.
- No, nada- se apresuró a replicar la chica -.Si no le importa me gustaría que me explicase como lo vamos a hacer, todavía no lo tengo muy claro.
- Está bien- convino Dilain con gesto comprensivo -.


El mago ya se lo había explicado y Calina no era tonta y aunque aquello fuera fácil de entender era, en cambio, algo difícil de asimilar. Además la notaba algo desconcentrada, como si estuviera pensando en otra cosa .No iba a hacerle un sondeo mental, parecería que tratase de meterse en la intimidad de sus pensamientos, pero de seguro que tendría algo que ver con la preocupación que tenía por la comandante Renar. De todos modos había cosas que no se había atrevido a decir por no estar completamente seguro entonces, ahora creía estarlo, sobre todo tras analizar el caso de Jilia .Por tanto decidió volver a esbozarle a Calina lo que ya le contase en Esil con ciertos añadidos.


- Verás, como ya te conté, tengo fundadas sospechas de que nuestros enemigos se han infiltrado en Yumlaiance y que, con el tiempo, han llegado a meterse en nuestras principales instituciones. El problema es que nadie se ha dado cuenta de ello.
- Si, eso ya lo sé - afirmó la chica -.Lo malo es que no han sido personas nephralers las que se han metido, sino gentes de nuestro propio mundo que están siendo controladas de algún modo.
- Y eso es lo peor,- le dijo Dilain -.Hasta ahora habíamos pensado en un control mental e incluso mágico con algún hechizo anula personalidad, pero la realidad es mucho más siniestra.


Calina puso cara de sorpresa y la transformó en un gesto de atención y sobre todo de horror, cuando el mago le contó.

- Ahora estoy convencido de que muchas personas de nuestro mundo están siendo poseídas por Hialgasths .Estos se desmaterializan uniéndose a ellas y les controlan explotando sus deseos más oscuros y creo que eso lo que le sucede a la comandante Renar.
-¡No puede ser! - negó Calina, con una exclamación ahogada, sin poder creer aquello -.
- Por desgracia así es - afirmó Dilain con cara de circunstancias -.
-¡Entonces, no puedo dejarla a solas con mi hermana!- exclamó la chica más fuerte ahora, siendo acallada inmediatamente por su superior puesto que había atraído la atención de varias caras curiosas que afortunadamente dejaron de serlo tras unos segundos -.
- La situación de Jilia es algo distinta .Para empezar ,¿recuerdas hace cuanto comenzó a demostrar los primeros síntomas?.
- No exactamente - repuso Calina dubitativa, para aventurar .- ¿Meses quizás?.
- Por lo que yo sé, de lo que tú y ella me habéis contado, supongo que todo comenzó cuando tú destruiste a ese Hialgasth que os atacó en la casa de los Rant. O al menos eso fue lo que pensasteis.
-¿Quiere decir que ese Hialgasth aprovechó para poseerla?- .Inquirió Calina con la boca abierta a lo que Dilain le explicó -
- El conjuro que lanzaste contra él no bastó para destruirlo, pero sí le debilitó en gran medida. Seguramente, al principio no buscó meterse en la comandante Renar para dominarla sino simplemente para evitar su aniquilación .Dentro de un cuerpo humano estaría a salvo y podría reconstituirse .Ha tardado años en ir recobrando su fuerza, pero todavía no está por completo restablecido. Eso sí, cada paso que daba por volver a reconstruirse afectaba al interior de la comandante, su cuerpo y su propio espíritu son muy combativos y se resistían, esa es la causa de todos sus dolores y hemorragias. Desafortunadamente ese ser lleva las de ganar .Jilia es una mujer fuerte en todos los sentidos y eso se lo pone más difícil pero llegará el momento en que sólo puedan suceder dos cosas, que la domine por completo o que la mate y tú sabes perfectamente lo que ella elegirá.


Calina no podía articular palabra, entonces comprendió que la única esperanza de salvación para Jilia y quizás para muchas personas en Yumlaiance era el encontrar un modo de detener a los magos poseídos en la sede de Somer y después enviar a la compañera de su hermana al Dalarzian, pero si Menra se enterase de esto quedaría destrozada.


- No puedo dejar que mi hermana se entere,- le comentó a Dilain que asintió -.
- Es mejor hacer que lo de Jilia parezca un accidente o una muerte por enfermedad- declaró el Maestre - .Por duro y terrible que sea para tu hermana siempre será mejor a que se sepa la verdad. Y nos quedará la esperanza de que en esa dimensión logre encontrar la paz .En cuanto logremos terminar con esto tendremos que reunirnos con la comandante Renar y contarle la verdad. Yo le he extendido un conjuro ralentizador que mitigará al Hialgasth que lleva dentro, pero por poco tiempo. Hemos de lograr que salga de ella por las buenas.
- Quizás podríamos hacerlo sin enviarla al Dalarzian.- Le dijo Calina ahora más esperanzada -.
- No, es casi imposible, la mataría antes de salir. Es otra de las cosas que debes saber, muchas de las personas poseídas ya no son capaces de vivir por sí mismas. Los Hialgasth van alimentándose de sus auras psíquicas tanto como sus fuerzas vitales y cuando las tienen plenamente controladas son como zombis que solamente funcionaran con la energía maligna de estos seres. Es una muerte terrible .Todavía no es el caso de la comandante Renar pero más tarde o más temprano llegará a ese punto. Su única esperanza es entrar en la dimensión del Dalarzian, el Hialgasth que mora en su interior querrá salir de inmediato y se despreocupará de ella con tal de evitar caer allí.
- Pero si le contamos a Jilia lo que vamos a hacer ese ser de seguro que se enterará y tratará de matarla o de impedírnoslo de alguna forma - objetó Calina visiblemente preocupada -.
- Cuento con eso. Antes de decirle nada a Jilia le haré otro conjuro de bloqueo el Hialgasth está débil por dos razones; una, todavía no se regeneró por completo y dos, al estar encerrado en un envoltorio enteramente físico no es capaz de desarrollar sus capacidades al máximo .Se le podría matar acabando con su portador, por ello quizás no han tratado de poseer a la gente con más frecuencia y anterioridad ya que pierden buena parte de sus poderes, incluso pueden llegar a experimentar deseos físicos al ínter accionar con el cuerpo y la persona que ocupan. Esto que hacen ahora es un riesgo calculado que forma parte de un plan muy bien trazado y ejecutado.


Era verdad, Calina recordaba las descripciones que su hermana y la propia Jilia le hicieran de su lucha contra ese demonio, además de su propia experiencia .Era algo que podía ser intangible cuando estaba en su estado puro.


- Señor - afirmó ella con profesional resolución -.Lo primero es lo primero, debemos solucionar esto de aquí.
- Bien dicho- asintió Dilain con aprobación para explicarle -.Yo debo reunirme con Halcón Certero para ultimar los detalles, tú vuelve a la Sede y continúa fingiendo como hasta ahora.
- Una última cosa- recordó Calina al oír nuevamente el nombre del Maestro del Kail- .Lo había olvidado antes pero hablé con el Maestro Toras y me comentó que hay un traidor en la Hermandad. Él me dio a entender que está trabajando con usted para descubrirle, yo me hice la tonta y dije no saber nada .Aunque ahora tengo dudas...
- Confía en mí- le pidió Dilain -.Toras está bajo sospecha pero no he detectado en él ningún indicio de posesión .Lo que te ha dicho es verdad pero, por lo que yo creo, no se refiere exactamente a lo que tú crees .Es pronto aun para decirte más .Lo único que debes saber es que puedes confiar en Halcón Certero y que el Maestro de Magia de Somer no me preocupa por ahora.


Calina se quedó extrañada de aquellas palabras pero decidió fiar plenamente en Dilain, él sabría lo que estaba haciendo, siempre había sido así. Éste a su vez confiaba en que la muchacha llevaría a cabo el plan trazado. Y también contaba con la seguridad que le había dado un misterioso confidente que no quiso nombrar, el mismo Toras.

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